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Caréruto TL EL ESTADO MENTAL DE LA VICTIMA DE DELITO. BASES CRIMINOLOGICAS Y LEGALES 1. Vieriuas y vicrimoLocia Dificilmente cualquier texto de medicina legal, psiquiatria o psicologia no dedica algtin capitulo o varios de ellos al criminal. Dificilmente en activida- des docentes, cientificas 0 sociales en las cuales coincidan juristas, psicologos y psiquiatras no se mencione lo intrincado que resulta estudiar la personalidad del delincuente, especialmente si se trata de peritaciones psiquiditrico-foren- ses relativas a su posible inimputabitidad. Sin embargo, si compleja es la evaluacién del criminal, mucho mas lo es lade la victima, ademas de ser menos conocida y menos trataca bibliogrifica- mente, lo que se traduce en escaso apoyo y ausencia de puntos de referencia para su abordaje. Puede afirmarse, parodiando el refrain castellano, “que del peritaje a la victima me libre Dios, que del [peritaje] del acusado me libro yo”. ‘Al parecer el marginalismo que paulatinamente fue sufriendo la victima en el discurso penal y criminolégico, que lleg6 a extremos en la primera mi- tad del siglo xx, también se hizo sentir en nuestro campo pericial psicopato- légico. Asi, resulté en él pobreza de definiciones, métodos e investigaciones {que con rigurosa sistematicidad coneretaran y aportaran conocimientos y ex- periencias referentes a ese otra protagonista del drama penal. Ello contrasta con el contenido de textos de psicopatologfa médico-legal del siglo xix, como elde Krart-Enino, los cuales, paraddjicamente, abundaban en capftulos sobre Ja peritaci6n a la victima. A) Victimas \Victimas son “las personas que individual o colectivamente han sufrido dafios, incluyendo lesiones fisicas 0 mentales, suftimiento emocional, pérdi- da financiera 0 menoscabo de sus derechos fundamentales como consecuen- ciade acciones u omisiones que violen la legislacién penal vigente [..”. (MaR~ cuiogi, 1990). Obviamente, tal definicién alude a fas “vietimas penales”, que son las de nuestro interés, pues pueden existir otras en circunstancias ajenas a laaccién directa del hombre o la sociedad, como ocurre en los desastres natu- rales (RobRIGUEZ, 1987). Esen realidad la victim penal la que puede ser objeto de una pericia psiquitrica forense. 94 »SIQUIATRIA FORENSE Pero ademés de suttir daito en el evento 0 eventos en que sea afectada, la victima de delito, en especial si es infantil, adquiere nuevos riesgos o afecta- ciones mediatas para su desarrollo y calidad de vida. Generalmente se piensa en la repercusién psicopatologica de estos eventos para ella, pero cualquier au- tor 0 experto, de cualquier latitud, coincidira con los criterios de que la victi- ‘ma de delito, en especial si es nifio, es — Una persona con alto riesgo de ser revictimizada, dado que la victimi- zaci6n noes algo “casual” ni depende exclusivamente de la contigiiidad ocasio- nal con un delincuente, sino que tiene causas y condicionantes bien definidas, y los factores que la determinan no solo pueden perdurar, sino hasta aumentar después de la victimizacién (Neuman, 1984); ala vez puede llegar a aprender y adoptar el papel de victima tolerante, como ocurre de manera especial du- ante el desarrollo biogrético de la mujer maltratada desde su infancia. —Enextremo propensa a convertirse, a corto o a largo plazo, en criminal (Maxstanp, 1994; Kemper, 1994; FamuLaro, 1994; Rixty, 1994; IRELAND, 1994) y a repetir en su entomno las formas de maltrato sufridas, pero también apren- @idas, en la infancia, Hace asf la “transmisi6n transgeneracional de la violen- cia”, que perpetia en ta cultura al maltrato familiar, afecta la calidad de vida en la familia y potencia otros factores bioldgicos, psicol6gicos y sociales de la violencia, como los detivados del marginalismo y el género, por ejemplo. —Proclive a presentar problemas de salud: asi pues, se demuestran en oca- siones sorprendenies asociaciones entre los mas diversos trastornos somiticos yelantecedente de victimizacién reciente o remota (Barsky, 1994; HALL, 1993: Sraupenmaver, 1993; Moetter, 1993). —Tendiente a ineurrir en futuras conductas paravictimales como el em- barazo precoz, las adicciones y el suicidio, que a su vez también representan una extensi6n de los problemas de salud (PoLLock, 1994; Mc Kay, 1994). — Alguien que sufre, ve menoscabada su autoestima y requiere ayuda para mejorar su calidad y prondstico de vida Los papeles de victima y criminal no son excluyentes; por el contrario, dependen de factores comunes y lo I6gico es que coexistan y se retroalimen- ten en la misma persona, Por tanto, es indudable que, como problema individual, sufrir violencia —en rango de eventual delito— representa un alto riesgo para el desarrollo y la calidad de vida de las personas; a la vez ella serd extensible a la familia y, si se le deja a la espontaneidad, un factor importante en la perpetuidad y aumen- to paulatino en cualquier sociedad. B) Victimologia Puede considerarse “el estudio cientifico de tas victimas”; también se la considera parte de la criminologia (arta, 1980), lo que no excluye su perfil particular, dado en conocimientos y literatura espectfica del tema, publicacio- EL ESTADO MENTAL DE LAVICTIMA DE DELIFO nes y eventos internacionales que se le han dedicado especialmente desde 1973 (Maxcitori, 1990), allo en que se celebré su primer simposio en Jerusalén, al cual le siguieron muchos otros. No dejan de existir criterios que intentan clasificar la victimologia como jencia independiente. Solo en la medida en que se pudiera aceptar la expli- cacién de! delito, la prevencién del crimen y la rehabilitaci6n exclusivamente apartirdel papel de la victima, independiente del delincuente y de la dinamica entre ambos en un contexto social, ello serfa aceptable. Precisamente el gran aporte de la victimologfa consiste en darle a la ciencia criminolégica un enfo- que més interpersonal y dinémico en el estudio de las causas y condiciones que determinan la acci6n antijurfdica en un medio social. Lareal trascendencia de la victimologia consiste en la ampliaci6n del dis- curso criminolégico més all del criminal, sin limitarlo de forma absolutista al protagonismo de este. Independizarla repetirfa a la inversa el error subsanaco con su surgimiento, Aspectos como la asistencia y tratamiento ala victima, prevencién de esta y similares pueden considerarse dentro de los objetivos de la criminologia, 0 no mis que como una ampliacién del campo de esta. A la larga es un hecho acep- tado que por lo que hace relacidn al delito, personas 0 grupos de ellas, a partir de sus peculiaridades bioldgicas, psicolégicas 0 fundamentalmente sociales, aportan indistintamente y a partir de los mismos factores, tanto criminales como victimas, o aun personas en las que ambas condiciones son simulténeas 0 se alternan, siendo la diferencia entre tales estatus muchas veces convencional 0 fortuita (Roux, 1993; Ropricuez, 1990) Enel plano internacional el asunto de la victima, su definicién, proteccién y similares aspectos ha llegado a dar origen a la Resolucién de la Asamblea General (140-34), promovida desde el séptimo Congreso de las Naciones Uni- das sobre Prevencién del Delito y Tratamiento al Delincuente, efectuado en Mildn en 1985, ‘Aun cuando la vietimologia es joven, fa incorporacién de sus conocimien- tos parece, no obstante lo expresado, aun de aplicaciGn insospechada, tanto en la investigacién cientifica, la promocién profildetica 0 rehabilitatoria y los cambios en las definiciones y procedimientos penales, como en la investig cin policial o de prevenci6n y rehabilitacién de salud. Para la psiquiatria fo- Tense es muy importante, pues da base cientifica e integralidad al estudio pericial de la victima, su contexto y al andlisis de la participacién de esta en el del Jo que incluye la dinémica delictégena de su relaci6n interpersonal con el per- petrador, si esta exist. ©) Historia y evolucién de la vietimologia ‘Aunque los fundadores de la criminologia conocfan la importancia de la relaciGn victima-delincuente, no es sino desde el decenio del cuarenta del pa- 96 PSIQUIATRIAFORENSE sado siglo que se desarroll6 un interés més claro sobre la victima (MARcHoRI, 1990). Los reportes implicita o explicitamente reconocen varias etapas evoluti- vas del conocimiento vietimol6gico, partiendo de hitos en sus enfoques. Esto no niega la existencia previa de referencias al papel de la victima en trabajos de autores como el psiquiatra Wetertian 0 el penalista y criminélogo Luts Jie NEZ DE As¥a, 0 incluso de los que a continuacién se mencionan. En la descrip- cién de las etapas seguimos fundamentalmente los criterios de la profesora Ha Makentori (1990): 2) Primera etapa. En 1946 MexpetstioN utiliz6 la palabra “vietimologia” y seftalé la necesidad de estudiar cientificamente a la victima, Este autor es boza una tipologta victimal (victima totalmente inocente, victima por ignoran- cia, victima tan culpable como el delincuente, vietima mas culpable que el autor), que en nuestro criterio sufie atin del problema esencial de este campo, el cual radica en el error de intentar teansferirle categorias propius del derecho penal, como “culpa”, “responsabilidad”, etc, las cuales fueron causa de poste- riores etrores interpretativos y criticas a la Victimologia. ‘Von Hewria, con trabajos previos, publicé en 1948 su libro The Criminal and his Victims, en el que aporta fundamentalmente, ademas de establecer diversos grados de la relaci6n victima-acusado, la conceptualizacién de la “pareja penal” y el planteamiento de la “predisposicion victimal”, el que evo- lucionarfa posteriormente hacia el importante aspecto del riesgo victimal. ELLemaercer, en 1954, publied Las relaciones psicoldgicas entre el crimi- nal y su victima, con el que entiqueci6 la descripcién psicol6gica victimal y la interrelacién con el criminal. En su tipologia victimal establece otras formas de victima (no participante, latente o predispuesta, provocativa directa o por imprudencia, participante y falsa). ‘Maxvin Wourcanc con sus estudios del homicidio en Filadelfia, recogi- dos en su Patterns in Criminal Homicide, en 1958, demuestra la importancia de la relacién vietima-acusado y la dindmica de ella en el més trascendente de los delitos. En estudios posteriores (The Measurament of the Delinquency, 1964) hace aportes al proceso de victimizacién y sus factores. EzzarFartat, aunque algo mas reciente (decenio del setenta), tiene mél- tiples trabajos sobre predisposicién victimal, contribuci6n vietimal a la géne~ sis del detito, fases de la relaci6n victima-victimario (eleccién, desencadena- iento, ejecucién) y sobre los propios procesos de tipo psicolégico que hacen posible en el criminal el paso al acto, desde determinantes incluso sociales. ‘A partir de 1967 se iniciaron estudios de campo en los Estados Unidos (BieDERMAN, JONSHON, Mc Tvrike, WeIss, ENNIS, Reiss) mediante encuestas de victimizacién, lo que represents nuevos logros al aportar conocimientos so- bre cifras negras, criterios de la poblaci6n respecto al sistema judicial y otros EL ESTADO MENTAL OE LA VICTINA DE 6117S ” aspectos, aunque lo mis trascendente posiblemente sea la ampliacién de re- cursos de exploraci6n victimolégica a grandes grupos de poblacién. A partir de este punto fue posible: — Evaluar realmente la frecuencia y distribucién de determinados deli- tos, disponer de datos de gran valor para el sistema penal y para Ja evaluacién. de politicas relacionadas con el crimen —Conocer la real repercusién de la criminalidad sobre las vietimas, in- cluso costos y daiios, sin limitarse a ellos. — Establecer sobre base mas real los riesgos de victimizaci6n, a partir de las variables incluidas en las encuestas (edad, sexo, educaci6n, comporta- mientos favorecedores, etc. — Obtener indicadores més especitficos sobre el funcionamiento del sis- tema penal. ) Segunda etapa. En el Primer Simposio Internacional de Vietimologia de 1973 en Jerusalén, el conocimiento victimol6gico pasa a la palestra mun- dial, y se consolidan sus objetivos, criterios y métodos. Mucho del contenido de sus conclusiones y recomendaciones se veré luego reflejado en documen- tos de organismos internacionales, como la ya citada Resolucién 40-34, pues el transcurrir del tiempo los ha enriquecido, no negado, al ser en definitiva los aspectos basicos de la proyeccién victimolégica, En agosto de 1994 se efec- tué en Australia el séptimo simposio con el tema central “victimizacion y violencia, estrategias para sobrevivit”. Por su importancia basica, citamos a continuacién, de forma resumida, los contenidos bésicos de las conclusiones y recomendaciones de dicho sim- posio (Ropricuez, 1981): “D Vietimologia La) La victimologia puede definirse como el estudio cientifico de las victimas. Se debe dedicar, empero, especial atencisn alos problemas de las vie- timas de delitos. b) La criminologia se enriquece con el aporte de una orientacién victi- mol6gica Tanto los individuos, como grupos més amplios, organizaciones, naciones y sociedades, pueden ser victimizadas, "3, Las investigaciones deben extenderse de la interaccién bidimensio- nal (persona a persona), a la interacci6n tri o multidimensional, incluyendo al observador y a otras personas que son relevantes a estos efectos. "4, El testigo espectador indiferente de un crimen actia de forma obje- table y, aun cuando no se le considere acto u omisién criminal, debe ser tra- tado por medios educativos [.~] *I) La vietimizacién 98 PSIQUIATHIAFORENSE “L. Es imprescindible investigar la victimizacién oculta. "2. Un sentimiento de vietimizacién subjetivo puede no poseer una base suficientemente objetiva para que la sociedad actie consecuentemente. °3. La victimizaciGn efectuada o sufrida por grupos no es menos seria que la que se da a nivel de relacién bipersonal. "4, Ciertas formas de inadvertencia o negligencia que ocurren en la so- ciedad industrializada son causas de victimizacién tanto como los actos inten- cionales. “HIT) Causas de vietimizacién "1, Asi como se cree que ciertas personas tiene muchas posibilidades de cometer crfmenes, asf ottos tienen probabilidades de resultar victimas. 2, La victima puede precipitar el crimen. "3. El victimario puede resultar una persona que ha sido a su vez victimi- zado. "4. Cuando la administracién de justicia aplica una sanci6n excesiva pue- de vietimizar al victimatio [..1] *IV) Prevencién, tratamiento e investigacién ”L. a) La ineficiencia de los medios de prevencién y control del erimen pueden caus imientos innecesarios a las victimas, a los delincuentes y a Ja sociedad. "b) Los legisladores, los tribunales y las autoridades responsables de la prevencién del crimen y el control social deben realizar y renovar las organi- zaciones y los servicios en este campo con el fin de incrementar su efectividad. 'c) La victimologfa puede conducir a un mejoramiento de los procesos penales, incluyendo las semtencias, reduciendo asf la reincidencia y los ries- gos de vietimizacién "2. Los procedimientos institucionales deben procurar proteccién a la victima contra las consecuenciass daitosas, no intencionales, del proceso judi- cial. Debe proponerse un equilibrio entre las necesidades y derechos de la vic- tima y del defensor. "3. a) Algunos gobiernos y organizaciones estatales victimizan grupos débiles ocasionando asf el riesgo de una escalada de violencia colectiva. Tales practicas son condenables y se hace un llamado a la conciencia de la humani dad para su deteccién y ejecuci6n de una estrecha vigilancia sobre estas situa- ciones. b) Es necesario el control internacional de este tipo de victimizacién. “4, Elderecho de asilo debe fortalecerse hacia la asistencia de las victi- mas del Estado. 5. Los cuerpos gubemmamentales y no gubernamentales deben procurar alas victimas servicios médicos, psiquiatricos, psicolégicos y sociales gratui- tos, tanto de emergencia como permanentes. HL ESTADO MENTAL DE LA VICTIMA DE OELITO. 90 "6, a) Es necesario investigar en qué medida la vietimizacién puede Ile- var a la victima a convertirse en delincuente. “b) La investigacisn de la potencialidad victimal podria ayudar a la socie- dad a prevenir la victimizaci6n, “V) Compensacién "1, Todas las naciones deberfan, como cuestién de urgencia, considerar 1a implantaci6n de sistemas estatales de compensaci6n a las victimas de de to; asf como tratar de alcanzar el maximo de eficacia en la aplicacién de los sistemas existentes y los que deberdn ser establecidos. 2, Deben emplearse todos los medios al alcance para difundir informa- ciGn sobre los modelos de compensacién; y debe estimularse la participacién de organismos apropiados —gubernamentales 0 no— en su instauracién. ”3. Todos los modelos existentes de compensacién deben ser investiga- dos y valorados con miras a extender su aplicacién, teniendo en cuenta los re- querimientos respectivos de las diversas comunidades”. Formarfan parte de esta segunda etapa del conocimiento victimolégico: Ewatio Viaxo: con investigaciones y programas de asistencia ala victima yaportes sociolégicas y juridicos derivados del estudio de contextos sociocul- turales de la violencia, También promovié reformas judiciales en favor de la victima y de su papel activo, y subray6 el secular descuido deella en el proceso judicial y su estatus de testigo comin y corriente al que deriva en la préctica, Iskac1, Drarkiv: este autor aporta andlisis antropol6gico-culturales sobre la victima. Explica como en los albores de la sociedad ella fue siempre la pro- tagonista méxima del drama penal y la importancia que tuvo desde el sistema de venganza privada hasta el de justicia pblica; aunque luego, de forma pa- raddjica, al hacerse cargo el Estado de la administracién de justicia, el delin- cuente se transformé en personaje principal, lo que al cabo determiné el olvi- do paulatino de la victima hasta comienzos de este siglo, en que llega a perder practicamente todos sus derechos. ©) Tercera etapa. Ain pudiera sefialarse una tercera etapa, actual, que corresponde a estudios de victimizacién social, que incluyen la familiar y la vietimizacién por la delincuencia organizada, el aparato estatal y los delitos no convencionales (como el deterioro del ambiente). Los estudios de la vie- timizacén familiar tendrfan como antecesor a Kes con sus estudios sobre el nifio maltratado. Posteriormente abarcarfan el abuso sexual a nifios, la violen- ciade género y otros aspectos de la victimizacién familiar y sus repercusiones. Son autores de nuestra regién geogréfica, trascendentes en esta etapa, entre otros: Etias NeuMaN, LOLA ANIvAR De CASTRO, Hip Marctort, RoDRIGUFZ Manzanera y Ronseto Tocavin. En resumen, sin excluir trabajos precedentes, pudieran caracterizarse las tres etapas de la forma que sigue: 100 PSIQUIATRIAFORENSE 1. Descriptiva, més clinica e individual, de rescate del papel dinémico de la victima en Ia génesis del delito y de su interrelacién con el criminal; biis- queda de victimizacién oculta; métodos de exploracién individual y posterior- mente de Ia poblacién. 2. Trascendencia mundial con eriterios consolidados en lo conceptual y metodoldgico. Reivindicacién de la victima y los grupos victimizados; sensibi- lizaci6n con su protagonismo y necesidad de integrar su proteccién dentro del ‘campo penal y fuera de él; surgimiento de planes de asistencia a la victima. 3, Sobre la evolucién del conocimiento de las etapas previas se pasa al estudio de la victimizacién social y la resultante de dafio al ambiente. En esta evolucién la victimologfa amplia su campo, y pasa de “victimo- ogfa del acto a victimologfa de accidn” (Farrau, 1980), Lo que representa que de su limitaci6n inicial al andlisis de corte positivista del delito con la inclu- sién de factores victimales en el dmbito penal, evolucioné para también inter- venir, en el amplio escenario social, con acciones preventivas y de rehabilita- cién y reivindicacién de la victima, y refor76 ast la reaccién social extrapenal —o “informal”— a la violencia y el delito. En realidad, desde su primera etapa la victimologia habria rebasado ya la simple codificacién de las victimas en las leyes penales, en funcién del con- trol formal, pues mostraba cémo el delito podfa transcurrir de manera no convencional 0 como violencia no tipificable como delito, incluso de forma desconocida u oculta. Por demés el proceso mismo de vietimizacién, y pre- cisamente es ese uno de sus enfoques de més valor en el terreno preventivo, se inicia desde antes de la ocurrencia material de la acci6n u omisi6n constitut vas de delito, de forma que el proceso pudiera ser detectado y abortado antes que sobrepase el horizonte penal. La emergencia y auge de la categorfa “vio- lencia” durante la segunda mitad del siglo xx, mucho mas general que la de delito o crimen, por no ser necesariamente dependiente de la clasificacién pe- nal, puede vincularse a estos enfoques y al auge de la atencién desde sectores sociales distintos del sistema formal de control penal, predominantemente re- presivo, En consecuencia, las acciones para la victima trascienden su simple ca- lifieacién y estudio para el proceso penal y demandan sistemas de atenci6n que la rehabiliten y disminuyan los riesgos que le son inherentes, mediante el fo- mento de la llamada resilience, término que en su traduecién directa significa “elasticidad”’, pero que como concepto victimolégico significa “proceso me- diante el cual se logra una adaptacién exitosa a pesar de circunstancias ame- nazantes o desafiantes; o la capacidad para lograrlo; o la consecuencia de esa adaptaci6n” (Scorr et al, 1999; Garcia, 1996; Kim y Spaccarriy, 1995), que no depende ni de una dureza congénita, intrinseca y estética que le permita a alguna vietima no “deformarse” con la violencia sufrida, tal cual no es endé- gena, fatal ni innata la proclividad del perpetrador para causar dafio.

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