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Este documento que acabas de abrir es
un borrador de la novela.
Puesto que no pretendo publicarla esta
es la única forma en la que podrás obte-
nerla completa.
Te propongo la oportunidad de aportar
tus opiniones, criticas, sugerencias, etc.
Incluso aportar diálogos o nuevos capí-
tulos. (La versión definitiva aparecerá
en el 2012).
Si lo tuyo es sacar faltas adelante estos
textos necesitan entre otras muchas
cosas un corrector.
NO DUDES EN CONTACTAR.
Me encontraras en:
3
¿Que pueden aportarte unos textos con faltas de ortografía en los que
los personajes están mal definidos y la redacción pasa por momentos
incomprensibles?
El relato que tienes en tus manos pretende ampliar tu visión del mun-
do no ofrece soluciones no te marcara ninguna dirección a seguir pre-
tende poco más que entretenerte.
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Una historia contada de otra manera
es siempre otra historia.
A los incondicionales:
Con esta novela me inicio
en el mundo de la narrativa
con un estilo un poco gam-
berro.
En síntesis puede parecer un
relato ingenuo pero es nece-
sario que realices un esfuer-
zo inicial para adaptarte al
modo narrativo que utilizo.
Las imágenes que acompa-
ñan al relato pueden parecer
explicitas pero son impres-
cindibles para facilitar la
comprensión de toda la obra
en su conjunto. No ha sido
mi intención crear algo polí-
ticamente correcto. En rea-
lidad la idea de publicar esta obra nunca pasó por mi mente esencial-
mente modesta.
Lo que tenéis ante vosotros es un ejercicio mental sobre un tema am-
plio y complejo que todos en algún momento os habréis planteado.
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obras, para dar forma a la mía. Solo aspiro a que como lector, vivas
nuevas experiencias, adquieras nuevos conocimientos, formas de pen-
samiento, opinión y todo eso que nos hace parecer más listos.
***
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A los críticos (De lectura opcional para los incondicionales):
8
corresponde a una verdad. La conclusión la deduce el lector. Diferen-
tes narraciones de un mismo relato.
***
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13
L ib ro 1 º
Más allá del tiempo y el espacio.
El Uno eclosiono expandiéndose
Libre de las estrictas
leyes espirituales.
En el Génesis
del mundo
Y
la materia.
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S
ueño, un sueño. Lo sé, fue sólo un sueño. Recuerdo todo aque-
llo como una pesadilla en la que, desde fuera de mí, me veo yo
misma avanzando sonámbula; por fuerza tuvo que ser un sue-
ño. Puede ser. Si alguien me dijese esto, yo le diría que seguramen-
te es verdad, no me importa. Además, los sueños son lo más mío
que tengo y no pienso contarlos. Por que hay cosas que no son para
ser sabidas por los demás. No todo es para ser contado, y ni si-
quiera puede ser contado. A la gente le gusta conocer siempre lo
mas turbio y oscuro, lo mas secreto, pero no siempre debe cono-
cerse todo. Ya se ocupa la vida en su momento de mostrarnos las
cosas que podemos ver, lo demás debe quedar oscuro. Dejarlo estar
y no liarse. Es cierto que la vida es un cuento, pero hay cuentos se-
cretos. O quizá no. Y no creo que, aunque quisiera, pudiera contar
exactamente lo que me ocurrió. No sabría. Sé lo que me ocurrió, lo
sé porque lo he vivido. Aún más, lo sé mejor que cualquier otra co-
sa, conserva todo para mí una nitidez que nada de lo que vivo a
diario tiene, estos días míos, esta vida mía de mujer adulta como
cualquier otra. Mi vida es normal, sin embargo sé dentro de mí que
yo no lo soy ya. Hay en mí cosas extraordinarias, y esa vida nor-
mal a la que he vuelto se ha transformado en vida viva, porque soy
yo quien la alimenta. Y toda yo estoy recorrida por una savia, co-
mo sangre secreta, que es el fluido de los sueños. En mis sueños
hay pesadillas, pero no me dan miedo; entré y bajé en mi propia
pesadilla y sobreviví trayendo sus secretos, y ahora soy fuerte y
dueña de mis sueños. Además todos los sueños, también las pesa-
dillas me fortalecen;
son ellos los que llenan mi vida y los que
han hecho que aprendiera a mirar a las personas.
Siento como que estoy más allá de mi edad, más
allá de la juventud y de la vejez, quizás
infinitamente vieja. Como si hubiera
dejado de ser mujer, como
si ya no fuese humana.
O como si ya le
hubiera visto el
rostro y el
corazón a la
vida.
Pero no soy capaz de relatar lo que conocí.
Quizá; si el propio sueño se contase a si mismo… ….
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Barcelona. Domingo 31 de diciembre.
La ignorancia es la noche de la mente;
pero una noche sin luna ni estrellas.
Pípi tomaba nota mental de cada peldaño que subía, ignoraba que lo
mejor era dejarse llevar.
Pilar que iba delante saco las llaves del bolso y abrió la puerta mien-
tras Pípi subía los últimos escalones.
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— ¿Dónde dejo las bolsas—? Pípi se sentía satisfecha y agotada por
haber subido las bolsas.
—Ven a la cocina, ves sacando las cosas y yo las ordeno—. Pípi des-
cargo la compra en la encimera realizando un último esfuerzo.
Fue Francisco quien hacia ya quince años se fijó en Pilar, una joven
pre-universitaria. Su pelo rubio y la expresión de sus ojos cautivaron a
Francisco que ignorando la timidez que le producía el sexo contrario
no dudo en hacerse notar para captar la atención de Pilar.
—Esto es para vosotras—. Las dos Pilis se acercaron a Sergi con una
sonrisa.
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—No, que va; estaba en la puerta cuando hemos subido he visto el
paquete con está tarjeta y vuestros nombres.
—No tiene remite—. Comento Pípi tras voltear varias veces el objeto.
—Es un regalo, ábrelo ya—. Pilar alargó la mano y arranco parte del
envoltorio, Todos estaban pendientes de Pilar y Pípi.
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Faltaban pocos minutos para las doce de la noche.
Un año más estaba apunto de terminar, pero el que entraba no iba a
ser como los anteriores, ese día se iniciaba una experiencia para el
grupo reunido, que determinaría el destino sus vidas para siempre.
***
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Y el Elohim creo el cielo y la tierra. Y se dijo
“Este será mi jardín”
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Barcelona. Jueves 18 de enero.
Si no compréndenos la realidad, no podemos juzgar libre-
mente; luchamos en vano con lo que no entendemos.
Instituto Egregor
Señora Pilar Carreño:
Estamos seguros de que usted pertenece al afortunado pero reducido
número de personas que se sienten atraídos por el poder de las pie-
dras y los cristales. Esperamos que este disfrutando del obsequio que
recibió el día de fin de año.
***
22
E
Ell ppssiiqquuiissm
moo ddee llaass ppiieeddrraass..
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descubrirse con un "simple cristal". Todos los expertos que trabajan
con las gemas o las piedras, confirman que sólo la ausencia de respe-
to y de humildad son los causantes del mal o nulo funcionamiento de
los seres del reino mineral. Se trata de respetar, no de venerar. "La
clave está, en dejarse llevar por los seres que saben más que los
humanos, por quienes ya estaban cuando llegamos y permanecerán
cuando desaparezcamos".
En fin, los cristales, gemas y piedras se hallan presentes en todas las
culturas y creencias del mundo. Sus posibilidades terapéuticas, ar-
mónicas y vibracionales son prácticamente inagotables. Recordemos
siempre la misma máxima: no hay enfermedades, sino enfermos, no
hay milagros sino creyentes, no hay sólo minerales, sino un mundo
vivo esperando a recibirnos con los brazos abiertos para ofrecernos
toda la sabiduría que seamos capaces de percibir.
La lectura del mensaje, hizo a Pípi ver sus piedras de una manera más
allá del modo estético. Se levantó para dirigirse hacia su colección de
piedras y objetos decorativos no del todo convencionales. Cogió la
pequeña caja de madera en cuyo interior estaba alojada su piedra pla-
teada, abrió la caja y cuidadosamente la desenvolvió del trozo de tela
que la protegía. Después, la depósito en la palma de su mano notando
en ella una frialdad extrema que no le desagrado, empezó a notar una
sensación gran bienestar y tranquilidad. Dejo su mente en blanco sin
pensamiento alguno que le pasara por la cabeza. El teléfono empezó a
sonar devolviendo a Pípi a la realidad, dejo la piedra en el escritorio
junto a la caja de madera y descolgó.
— ¿Diga?
Seguro que Sergi le apoyaría estaría de baja por una buena temporada
esperando los resultados de las pruebas que le había mandado hacer
su medico. Una ola de bienestar invadió todo su cuerpo. Tras levan-
tarse de la silla se dirigió a la ventana del comedor para abrirla. Era
hora de ventilar la casa.
***
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Instituto Egregor. Calella. Lunes 09 de abril.
Una comunidad, ya se trate de una familia, una aldea o una
gran ciudad, es una especie de organismo, como un animal
o un ser humano. Sus miembros son como órganos que rea-
lizan diferentes funciones para mantener vivo al organismo.
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El hombre que se puso de pie, vestía con traje y corbata aunque por la
delgadez de su cuerpo el traje más que elegante le hacia parecer in-
significante. Una calva incipiente con un pelo corto pero ya crecido,
que pedía desde hacia dos días que lo lavaran, y unas gafas de pasta
que delataban por el grosor de los vidrios una miopía suficiente para
hacerlas sus compañeras habituales.
— La responsabilidad de
que lleguen nos corres-
ponde a nosotros. Debe-
ríamos arriesgarnos y po-
nernos en contacto con los
elegidos.
Uno de los hombres más jóvenes que no quería destacar excesivamen-
te se dirigió a su compañero más cercano.
—Sabemos que los elegidos han recibido las piedras, deberíamos to-
mar una decisión
— ¿Está seguro? el método de entrega no fue del todo ortodoxo.
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—Pero, nadie se ha presentado.
—Sí. Ha habido un error. Estas personas no son los elegidos; por eso
las piedras no les han hablado—. Comento otro de los reunidos que
aparentaba ser el de más edad. El hombre gris permanecía de pie y
continúo su discurso. Para el no había nada que discutir.
***
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Barcelona. Domingo15 de abril.
La historia no es mecánica
porque los hombres son libres para transformarla
Instituto Egregor
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4000 euros a cambio de dos piedras que ni siquiera eran semiprecio-
sas tendrían mucho valor místico o sentimental para aquella gente
pero para Pilar realmente no había mucho que pensar marco el núme-
ro de Pípi, el contestador anunció que en estos momentos Pípi no la
podía atender y que dejara un mensaje.
***
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Paris. Domingo 22 de abril.
El buen maestro defiende a sus alumnos
contra su propia influencia personal.
C
omo
todos
los
Domingos
era día del
reparto del
correo se-
manal los
niños juga-
ban y albo-
rotaban en el
patio interior
del edificio
que alojaba
las impeca-
bles instala-
ciones que
debían favo-
recer la edu-
cación de un
reducido y
selecto gru-
po de esco-
lares.
Los niños
estaban ex-
pectantes y Huber Ingelheim no era una excepción. Por fin un hombre
joven se acercó con una veintena de cartas haciendo un amago como
si quisiera detener un tren que se le viniese encima.
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Barcelona 19 04 2007
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individuales. Promovemos la idea de que cualquier artículo que ob-
tenga el ciudadano queda obsoleto rápidamente siendo necesaria la
sustitución por un nuevo modelo.
Esta fórmula es aplicable a todos los sectores de la población.
El individuo para prosperar intenta aplicar las formulas que copia de
los mecanismos del poder (del cual solo conoce sus iconos o aparien-
cia superficial).
Sin conocer ni tener acceso a todos mecanismos que hacen que fun-
cione un proyecto el resultado es el mismo que se obtiene al intentar
calentar agua en una cocinita de juguete.
Mantener a la mayoría de la población en un estado continuo de an-
siedad interior funciona porque la gente esta demasiado ocupada
asegurando su propia supervivencia o luchando por ella para pedir a
gritos una solución, así se consigue que acepten cualquier propuesta
que se les ofrezca
Las inversiones en investigación de nuevas estrategias para el control
población y productos de consumo son altamente rentables ya que el
beneficio que se obtiene de un trabajador del ¡primer mundo! Es de
100 a 1000 veces superior al de uno de un país subdesarrollado.
Existe un peligro que no hay que descuidar y es: la opinión mediáti-
ca.
Utilizamos “los medios” para controlar a la población. Recompen-
samos su trabajo en especias, por una fracción del beneficio que pro-
ducen, aun así el bienestar que obtienen les permite reflexionar y
tener opinión sobre la gestión de su país o los problemas que tienen
al otro lado del mundo cuestionado nuestras decisiones llegado in-
cluso retrasar pequeños proyectos por culpa de movilizaciones ciu-
dadanas.
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Instituto Egregor Calella. Viernes 13 de abril.
Nunca encontraremos las respuestas adecuadas
si no somos capaces de formular las preguntas apropiadas.
A
hí estaba toda la información.
Nombres direcciones estudios psicológicos. Durante años
habían estado pendientes de todos los aspectos de la vida. De
esas personas.
Tobías pensó en que rara vez la gente es lo que aparenta. Ya casi
había acabado.
No havia venido a reprender a nadie el hecho de que alguien se per-
mitiera la licencia de mandar cartas ofreciendo dinero creyéndose
capaz de interpretar los deseos de sus superiores. Era un fallo de or-
ganización inconcebible de los de arriba y desde luego el se sentía
responsable directo, “sabotaje” era una palabra que le venia a su ca-
beza de forma cíclica.
—Si señor.
—Por supuesto.
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sultar el trabajo que realizamos recibimos con regularidad los fondos
que necesitamos para mantener el centro.
— ¿Pero?
Tobías sintió lastima por aquellos hombres no por ellos o por sus
vidas dedicadas con fervor casi religioso al instituto sino por la situa-
ción de angustia que se siente cuando ves que el mundo que has mon-
tado a tu alrededor y que da sentido a tu vida amenaza con ser borrado
como si nunca hubiese existido.
— ¿Pero que sentido tiene poner todos nuestros archivos patas arriba?
Tardaremos meses en reclasificar los archivos.
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Tobías estaba sorprendido la iniciativa de esos dos hombres no era lo
habitual en su entorno laboral las iniciativas individuales y la conspi-
ración eran una anécdota.
—Ya casi esta —. Se dijo. Cogió su lata de coca cola y apuro el con-
tenido de un trago. Ni siquiera la saboreo, solo pretendía que el re-
fresco le espabilara un poco.
El silencio a esas horas de la madrugada era absoluto así que pudo oír
claramente el primer chasquido y el ruido de una silla al caer, a conti-
nuación la sala se lleno con un rumor creciente de sillas y mesas que
se movían bruscamente. Por de bajo del chirriar del mobiliario el
ruido sordo de cuerpos que caían al suelo y los gritos de personas que
quedaban ahogados en cada nuevo chasquido le hizo suponer a Tobías
lo evidente. No tubo ninguna duda alguien estaba asesinando a las
personas que estaban concentradas en la sala al final del pasillo.
El seria el siguiente. Precipitadamente guardo algunos documentos en
su mochila. Estaba tan asustado que estuvo a punto de olvidarse la
información que había venido a buscar. Cuantos asesinos debía haber
hay afuera
No lo podían ¿capturar?
No, sin duda ni siquiera lo intentarían dispararían a matar en cuanto lo
tuvieran a tiro acabarían con el y obtendrían lo que sin duda venían a
buscar. No quedaba tiempo ya podía oír como se aproximaban.
***
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Instituto Egregor Calella. Viernes 13 de abril.
Cuando a hombres y mujeres concretos se los considera
como meros representantes de una clase
que previamente se ha definido como maligna,
personificándola como la figura del diablo,
desaparecen los reparos a hacerles daño o matarlos.
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—Tenemos orden de realizar un transporte en está dirección, aquí está
la documentación.
—Síganme.
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ban aparcadas, al fondo de la nave. Una docena de policías del grupo
especial de anti-terrorista estaban introduciendo material dentro de un
camión, un número más reducido estaban sentados junto a una mesa
de comedor se les veía muy nerviosos, la mayoría tenían lagrimas en
los ojos.
—Por aquí—. Dijo en tono seco y autoritario el guía de los seis vigi-
lantes jurados. Todos Entendieron que estaban viendo más de la cuen-
ta por lo que procuraron disimular su curiosidad. Llegaron a una de
las naves más pequeñas. En la puerta una sencilla placa de metal in-
vitaba a especular sobre las actividades que se desarrollaban en el
interior El hombre que acompañaba a los vigilantes jurados les dijo
que esperaran. Al poco rato un hombre de apariencia extranjera salio
a la puerta.
—Debería ir al servicio.
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mirando despistado aquí y allá al llegar al fondo del pasillo encontró
los lavabos. No entro. En su lugar tomo un pasillo que se extendía a
su izquierda y que al carecer de ventanas se oscurecía a ritmo crecien-
te cuando ya no era capaz de ver el color de sus zapatos cerro los ojos
un minuto, al abrirlos su visión había mejorado saco un móvil y mar-
co un número mientras recorría un pasillo. —Soy Ángel estoy en la
fábrica, efectivamente, ha pasado algo pero, ahora aquí todo está lim-
pió. No veo posibilidades de encontrar nada. Agentes extranjeros es-
tán al cargo de la seguridad y trabajan a conciencia—. El vigilante
jurado estaba retrocediendo sobre sus pasos cuando una sensación
peligro le hizo cortar la conversación. Una puerta a su espalda se
abrió y un hombre rubio de casi dos metros de altura y bigote rojizo le
llamo la atención.
—Venia del servicio, soy del grupo que está trasladando los papeles
viejos. He acabado de llenar un furgón y quería refrescarme—. El
hombre que no tenía ningún interés en la vida de aquel Españolito
bajito Se limitó a darle la espalda.
—Bien quédese aquí. Vacié el armario y métalo todo dentro del fur-
gón que le han asignado.
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—Tranquilo me llevaré mi basura—. Fingiendo un último trago cerro
la mano alrededor de la lata reduciéndola a una bola de aluminio
***
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Parque Dalmau Calella. Viernes 13 de abril.
Un periódico consta siempre del mismo número
de palabras, haya noticias o no las haya
F altaban pocos
minutos para
que el sol llaga-
se al ocaso. La línea
del horizonte reverbe-
raba sumándose a los
millones de ondas que
se prodigaban en el
planeta.
El cuerpo humano es
un ineficaz detector
de energía: colores,
sonidos, calor, son
una estrecha franja de
la energía del cosmos,
aún con la ayuda de la
tecnología el hombre
no es consciente de su
ignorancia.
El ser humano posee
capacidades olvidadas
sentidos que debe ejercitar como el habla la vista el equilibrio. Capa-
cidades que si un cerebro adulto adquiriese de repente no serian iden-
tificadas como una ventaja sino como un doloroso malestar pero están
ahí y es innato al hombre la capacidad de su uso. Existen hombres que
están más preparados que otros a la percepción de energías ignora-
das, pero la mayoría no son conscientes de las capacidades que po-
seen ni sabrían que hacer con ellas.
¿Y si fuésemos capaces de diferenciar entre un principio de dolor de
cabeza y un mensaje telepático? posiblemente con un poco de esfuer-
zo captaríamos mensajes como el siguiente:
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IInnffoorrm
mee K
Kaaaabboolloo..
Durante años la hermandad
Golem ha estado atentos a la
mas mínima actividad de los
Kaabolos sabemos que cuen-
tan con los recursos Sidonitas
en su intento de localizarnos.
El poder tecnológico de Go-
lem ha crecido permitiendo
ampliar su elevada capacidad
psíquica. Fue inevitable que
localizasen “la Fabrica” uno
de nuestros centros de documentación.
La C.I.A. intento introducir agentes en la fábrica, al no conseguirlo un
grupo de asalto cerco nuestras instalaciones con la intención de acce-
der a nuestros archivos por la fuerza. Nuestros hermanos fueron de-
tectados y eliminados. El plan de desinformación no llego a comple-
tarse por lo que es posible que los Sidonitas y por extensión la her-
mandad Golem hallan accedido a datos que aporten datos de nuestra
existencia.
***
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Madrid. Sábado 14 de abril.
La verdad sufre si es sometida a un análisis excesivo.
—Eso es algo que está por encima de sus competencias y haría bien
en no excederlas.
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—Olvide su pose de orgullo herido los dos sabemos en que consiste
su trabajo.
Señor Ángel Corpus. ¿Me quiere hacer creer que es usted un ingenuo?
***
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Sión. Lunes 16 de abril.
Los humanos somos para los dioses…como las moscas
para los niños juguetones, nos matan para su recreo.
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día de la población y acontecimientos que ocurren fuera de ella pero
que la afectan en mayor o menor medida.
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brimos que se catalogaba la información por el método estadístico de
causa efecto los primeros documentos de una carpeta contenían in-
formación sin relación unos con otros como una nota de un corte de
luz en un barrio junto a otra que anunciaba mejoras en el tratamiento
de la diabetes. A los acontecimientos se les asignaba un valor numéri-
co con el que especulaban las probabilidades de que ocurriesen distin-
tas reacciones que desembocasen en otros acontecimientos. El infor-
me final era la causa de múltiples sucesos que provocaban la contra-
tación de un abogado en un bufete. la reforestación de un bosque o la
reparación de un pinchazo en la carretera. Especulamos que el resul-
tado final de cada acontecimiento no fuera casual sino que los aconte-
cimientos eran provocados o aprovechados para conseguir unos obje-
tivos concretos.
El problema es que trabajar con los datos que disponemos es como
intentar estudiar las perturbaciones que producen las mariposas en la
atmósfera con el batir de sus alas, disponiendo de un centenar de
ejemplares en un jardín.
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han merecido nuestra atención puede que sospecháramos de su acti-
vidad clandestina pero siempre consideramos la posibilidad crear per-
turbaciones de consideración como un hecho improbable. Es evidente
que disponen de recursos… que les han permitido desarrollar una
estructura social cerrada al margen de nuestra cultura.
—Al final siempre nos toca a nosotros decidir quien debe morir.
***
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Barcelona. Miércoles 17 de abril.
El peor momento del ateo es aquel en que se siente
agradecido y no sabe a quién dar gracias.
Lo primero que hay que dejar claro es que; ninguna de las dos cosas
se adoran en el Islam. Los musulmanes única y exclusivamente ado-
ramos a Al-lâh. La Kaaba es el lugar de adoración que fue construi-
do hace casi 4000 años por Abraham y su hijo Ismael, la Paz y las
Bendiciones sean con ellos, por orden de Al-lâh.
Esta construcción fue hecha de piedra, dónde fue el lugar original de
un santuario establecido por Adán, la Paz y las Bendiciones sean con
el. Al-lâh le ordenó a Abraham, la Paz y las Bendiciones sean con el,
que convocase a toda la humanidad para visitar la Kaaba.
Por eso, cuando los peregrinos visitan la Kaaba, dicen:
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Abraham construye la Kaaba para ubicar geográficamente el cora-
zón del hombre, para darle cuerpo al corazón humano. Las vueltas a
la Kaaba son las vueltas que das a tu corazón como sede de la intui-
ción del Uno. Lo que hay en la Kaaba es la insinuación de la Majes-
tad, la percepción de un vacío que nos colma.
La Piedra Negra de la Kaaba indica el punto de partida para la vuel-
ta ritual alrededor de la Kaaba, la Casa de Al-lâh; y por su color se
distingue del edificio. Esta piedra no se adora, ni se prosterna tam-
poco en su dirección: la posternación tiene valor en dirección a cual-
quier punto del edificio. El peregrino pone su mano si quiere (es op-
cional), sobre está piedra para prestar juramento de fidelidad y algu-
nos de los componentes de la secta.
obediencia a Al-lâh.
Está situada sobre una hornacina de plata que, en la esquina oriental
la protege. La piedra en sí, como dijo el Profeta, la Paz y las Bendi-
ciones sean con el, "ni perjudica ni beneficia". Le fue traída a Abra-
ham, la Paz sea con el, por un ángel, desde la colina de Abu Qubays,
dónde estaba conservada desde que llegó a la tierra procedente de
los confines del Universo. El hadiz de Tirmidi, dice:
"descendió a la tierra más blanca que la leche, pero los pecados de
los hijos de Adán la volvieron negra."
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Abraham y su hijo Ismael, la Paz sea con ellos, colocaron la piedra
en la esquina oriental cuando terminaron de construir la Kaaba, por
mandato de Al-lâh. La Kaaba además, fue un lugar en el que se prac-
ticó la idolatría posteriormente a Abraham. La gente se desvió del
camino que indicó Al-lâh al profeta Abraham y llenó la Kaaba con
multitud de ídolos y deidades, de todas las formas imaginables. Hasta
que llegó el Islam que barrió a todos los dioses, para instaurar el
Tawhid, la Unicidad que siempre nos recordaron todos los profetas y
enviados de Al-lâh. Actualmente la Kaaba se encuentra cubierta por
la kesua o manto de la Kaaba, suspendida en el techo y sujeta con
cordones a los anillos de bronce fijados en la base, es una funda de
seda negra cuyas inscripciones doradas reproducen versículos y al-
hadices referentes a la Unicidad de Al-lâh. El manto se renueva todos
los años. Así, pues, la Kaaba no es más que una figura cúbica vacía.
Dentro NO HAY NADA.
Porque los musulmanes solo nos rendimos a Al-lâh. El Islam surge
cuando se han derribado los ídolos. Se es musulmán precisamente
cuando no se tiene ninguna religión. El musulmán busca a su Señor
verdadero desde la espontaneidad. Se intuye a Al-lâh cuando han
sido barridos todos los velos que enturbian la razón del ser humano,
cuando se ha renunciado completamente a todo deseo de poder, de
imponer nuestras fantasías a una realidad que no depende de noso-
tros para desplegarse.
Respetuosamente:
***
51
Barcelona. Miércoles 18 de abril.
Las personas son como la luna. Siempre tienen un lado
oculto que no enseñan a nadie
52
sos y contactos para acceder a los datos que el mismo había suminis-
trado. Ángel estaba convencido que la memoria era una copia de ar-
chivos seleccionados que alguien pretendía sacar anónimamente.
Cuando se produjo el asalto. Contenía informes encriptados o prote-
gidos con claves, en su mayoría. Si conseguía acceder a toda la in-
formación tendría los datos clave en pocos días mientras que la agen-
cia que se hizo cargo de todos los documentos de la fabrica estarían
un año como mínimo para dar sentido a todo el material requisado. A
pesar de la potente tecnología de la que disponía el proceso para con-
seguir que los textos fueran coherentes era lento y tedioso. Los últi-
mos archivos que se habían añadido al disco delataban que se habían
introducido apresuradamente; ya que: aunque estaban protegidos por
un código, no estaban encriptados como el resto de los archivos Uno
de los documentos que había conseguido abrir hablaba de Pilar Fon-
tanet y Pilar Carreño entre otras personas con las que iban a ponerse
en contacto. En el documento figuraban los nombres y direcciones de
cientos de personas y una breve ficha personal de cada uno pero las
dos mujeres destacaban del resto de fichas porque en su ficha figura-
ban como las elegidas. ¿Elegidas por que o… para que? Eso fue la
base para empezar a investigar con lo que de momento era la única
pista física que podía seguir. Mientras pensaba la manera de ponerse
en contacto con las Pilis los días pasaban y no ocurría nada fuera de lo
común.
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Dentro del sobre encontró una etiqueta roja plastificada con la palabra
“Haj” impresa. Sin duda le habían descubierto su experiencia urbana
como “agente secreto” no había sido tan impecable como creyó en un
principio. En cambio, a la hora de relacionar e interpretar información
no tenía nada que demostrar ya que po-
cos eran los compañeros de trabajo que
se le podían equiparar. El sentido de la
nota no mostraba hostilidad más bien
una petición de ayuda y discreción. “Es
más fácil guardar el agua en un saco que
mantener un secreto” se dijo a si mismo.
Sus investigaciones no podían depender
de las intenciones de colaboración de
una sola persona desconocida, que ad-
ministraría la información en su propio
beneficio. Necesitaba otra fuente de que
le proporcionara elementos que en apa-
riencia los situara en igualdad de condi-
ciones para crear una relación equitativa
en el intercambio de datos.
Era hora de pasar a la acción.
***
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Barcelona. Jueves 19 de abril.
No decidas hasta haber oído a ambos.
S
ergi estaba como cada día en su despacho, era coordinador de
servicios en una agencia de transportes. El día estaba flojo de
trabajo así que en esos momentos su tiempo estaba dedicado a
leer la página Web de una tienda equipamiento de artículos militares
y aventura.
Un breve zumbido en su auricular le indico que tenia una llamada. Sin
apartar la vista de la pantalla y de forma rutinaria pulso un botón que
abrió la línea.
Sergi tardo en reaccionar, lo primero que pensó es que era una recla-
mación de algún paquete perdido, decidió escuchar el sorprendente
monologo que salía del auricular.
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todos sus accesorios. De un bolsillo interior saco un libro enorme y se
lo mostró orgulloso a Sergi mientras se acercaba. Era la última entre-
ga de “Dune” que había salido a la venta pocas horas antes.
El auricular seguía su discurso sin pausa.
***
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Barcelona. Viernes 20 de abril.
Para apuntar al cielo hay que estar sólidamente plantados
en la tierra.
Estimado Sr:
En la sección de opinión de la edición
de abril de la revista “Chesterton”
Usted se erige como portavoz de sus
antiguos compañeros los señores di-
putados, para criticar mi artículo
“La imbecibilidad pasiva”
Me acusa de enemigo de la democra-
cia y a nivel moral me sataniza.
Lamento que lo único que usted ha
sacado en claro de mi exposición sea
que yo no considere la democracia
como un método valido para conse-
guir un funcionamiento correcto del
estado.
Estoy de acuerdo con usted cuando
sentencia que: Cualquier estrategia
que no tenga en cuenta la esencia
humana, como lo es su condición de
hijo de Dios, lo vuelve un objeto que
se vende, se manipula o se compra
para una campaña ilegitima.
Apoyo la esencia, y me parece irrele-
vante quien pueda ser el padre.
Permítame le reexponga en síntesis lo
que probablemente usted no pudo
discernir en mi escrito inicial.
Dice la Sagrada Escritura que el
"número de los estupidos es infinito"
57
("stultorum infinitus est numerus" Eclesiastés, 1, 15). Me pregunto
cómo se las arreglan los admiradores de la democracia para defen-
der esa forma de gobierno sabiendo que son millones los necios que
votan. (Puedo ayudarlos diciendo que la proporción de idiotas que
hay en las "clases dirigentes", noblezas, aristocracias, casas reales,
etc. es mayor que en el pueblo simple, de manera que no hay forma
de gobierno que se salve de la sentencia).
Así como "son muchos los llamados y pocos los escogidos", la pirá-
mide es una misteriosa imagen cuya construcción nunca ha sido cla-
rificada debidamente.
A mi modo de ver, podría interpretarlo como un mensaje bíblico.
Pero nada de todo esto que propongo, lo concibo como posible, sin
un traumático final a la actual decadencia en la que viven aferrados
parásitos como usted, alzando consignas aterrorizadas ante la visión
de su propio ocaso.
***
58
Madrid. Sábado 21 de abril.
Las leyes demasiado benévolas, rara vez son obedecidas.
Las leyes demasiado severas, rara vez son ejecutadas.
59
de grandes zonas del continente
africano y de Asia. Mi opinión
es que imponer una democracia
camuflada de buenas intencio-
nes traerá problemas aun mayo-
res de los que a día de hoy pre-
tenden solucionar.
No es posible confiar en el pue-
blo para que democráticamente
elija a un representante común.
60
rios) casi siempre inferiores en número, escasamente armados y dise-
minados en un territorio determinado, intentan infundir un clima de
completa inseguridad. Lo que obliga a sus adversarios a hacer dos
cosas: en primer lugar esparcir sus fuerzas ofreciendo así un blanco al
enemigo y, en segundo lugar, emplear su aplastante fuerza de tiro con
lo que inevitablemente daña y hiere a la población civil. En conse-
cuencia, los revolucionarios se valen por así decirlo del poderío mili-
tar de sus adversarios para lograr que les odie, la población civil.
Tras apurar su copa Thomas intervino.
—Estoy orgulloso del trabajo que realice para localizarlos, ¿pero era
necesario matarlos a todos—? Thomas miró a los ojos de Isaac
—Si; lo era. Con que hubiese escapado uno solo, podía haber escon-
der información confidencial para ellos. Necesitábamos entrar en su
organización, descubrir como trabajan ver sus mesas de trabajo y sus
archivos en un día cualquiera. Todo debía quedar intacto. Sin embar-
go todo parece indicar que nos estaban esperando. ¿Entiende que esa
gente conocía de antemano nuestros planes?
Diego mostró unos documentos a Isaac.
61
a través de instituciones benéficas. Una información que las agencias
de inteligencia internacionales creen que nos ocultan.
A través de investigar a esos personajes hemos podido hacer grandes
descubrimientos.
Isabel se sirvió una copa mientras atraía la atención de Sinlay.
62
—Debemos localizar las cabezas pensantes que se han hecho cargo de
nuestros ensayos y les han puesto en nuestra contra ¿Isaac como está
la situación en Calella?
—El genocidio
apenas ha tenido
éxito a lo largo de
la historia ya que
las nuevas genera-
ciones han susti-
tuido a los muer-
tos.
63
Isabel sonrió con ironía
64
Isaac, estaba pasando al otro lado de la barrera. Estaba creando, y más
le hubiera valido no hacerlo. Su conciencia constantemente se per-
mitía cuestionar sus acciones.
***
65
Barcelona. Domingo 22 de abril.
Nadie guarda mejor un secreto que aquel que lo ignora.
S
ergi contesto al teléfono.
—Buenos días soy Ángel espero que hayáis tomado una decisión.
— ¿Que?
— ¿Usted?
—No sé, aquí cada día llegan paquetes y algunos pueden quedar rete-
nidos hasta que los reclamen. Sergi recordó una partida de jamones
que nadie reclamo en navidades y que habían desaparecido.
66
—Bien, veo que aún no me tomas en serio; aya tú. Habla con Pípi y
con Pilar—. A Ángel le Pareció que Sergi era sincero. Tienen que
saber algo, son la punta de algo muy grande que aún no comprendo;
se dijo. Puede que si les doy alguna información salte la chispa y pue-
da avanzar.
***
67
Varsovia (Polonia) martes 01 de Mayo.
Quise afrontar la oscuridad que había en mí
y esto casi me mata.
S
inlay estaba en su oficina dónde se estaba celebrando una reu-
nión por vídeo conferencia. Se encontraba extraño y esto le
sucedía cada vez con más frecuencia. La cercanía a centros ur-
banos le creaba una gran ansiedad que superaba en el sótano de su
casa acondicionado según sus criterios de comodidad. El problema es
que iba a hacer un año que incluso en su refugio le costaba ignorar las
voces de su cabeza que cuestionaban todas sus acciones.
Dos pantallas de gran formato estaban frente a el, una de ellas dividi-
da en seis secciones mostraba a los asistentes “virtuales” incluido el
mismo, la otra pantalla mostraba al orador.
68
ofrece buenos resultados es facilitar la inmigración de personas po-
tencialmente conflictivas ya que así son excluidos del círculo de in-
fluencia directa de la sociedad y su pensamiento resulta inocuo dentro
del país al que emigra. Estos sujetos son fácilmente moldeables por el
país que lo acoge y son un recurso excelente como vía de comunica-
ción con los grupos culturales a los que pertenece.
La entrada masiva de inmigración de estos países ha de crear un reten
de masa obrera dispuesta a sobrevivir y aprovechar las oportunidades
que ofrece una sociedad blanda que lejos de padecer carencias conci-
be su trabajo como el vehículo para acceder a los productos de con-
sumo.
Facilitar la entrada y alojamiento de los nuevos ciudadanos debe ser
una prioridad. Es necesario crear excedentes en las bolsas de trabajo
para que sectores como la sanidad, el sector servicios y la industria
continúen en una línea que no incite al reajuste del nivel adquisitivo al
alza de los colectivos que componen estos grupos.
Los cuerpos de control deben garantizar la exclusión de inmigrantes
a los sectores legislativo y judicial mientras no se garantice una de-
pendencia economía y política del orden establecido.
69
Es necesario que los nuevos ciudadanos mantengan la organización
cultural de sus pueblos de origen. Alimentación alojamiento multice-
lular que les permita asumir el pago de precios sobre valorados de las
viviendas y la alimentación básica propia de su cultura hasta que se
les permita acceder al estado del bien estar.
Se deben crear pantallas de opinión que amortigüen y dispersen las
demandas por la caída de las rentas de los trabajadores autóctonos.
Los residentes integrados en la cultura original del país deben ser en-
salzados con valores de permanencia al grupo apoyando su folclore su
lengua y su estado diferenciador frente a otros pueblos y regiones. Es
necesario crear campañas de ayuda “formativa” para que asuman las
sucesivas bajadas de nivel adquisitivo en sus economías.
Los estudios realizados avalan como alternativa valida a la masifica-
ción de la población, la creación de anillos urbanos para crear núcleos
de población desmasificados, que generen nuevos puestos de trabajo
en el diseño, construcción y administración de infraestructuras como:
hospitales, transportes, colegios, comercios, para una sociedad dis-
puesta a ser readaptada en complejos residenciales con un entorno
autónomo de las grandes ciudades.
Es un hecho que cuando el quinto anillo este finalizado
A finales del año 2012 ciudades como Madrid, Barcelona y la mayo-
ría de capitales europeas se encontraran al borde del colapso econó-
mico y social…
Sinlay sintió que su corazón se aceleraba la sangre le subía a la cabe-
za y sentía una gran presión detrás de los ojos
Intento aparentar normalidad. ¿Que estoy haciendo? Pensó antes de
desmayarse.
***
70
Barcelona miércoles 4 de mayo.
El mundo es una escena; la vida una transición.
Venimos, vemos y partimos.
— ¿Es de tu jefe?
Lo que le tienes que decirle es que actualice tus nominas y te pague
las horas ese…
71
—Lo siento debí comentártelo
antes, no quería que te preocupa-
ras.
72
CATALUÑA
LA VOZ
Sábado 14 de Abril 2007
GRAN VOLUMEN
DE ARCHIVOS
Según el informe policial
Los integrantes de la
presunta secta recopila-
ban información para
efectuar posibles ataques
terroristas. El volumen
de la información confis-
cada fue tan grande que
se alargó hasta cerca del
medio día.
La policía realizando controles por los senderos del bosque
73
—Quizás deberíamos hablarle de las piedras que recibimos en la
fiesta.
— Pero que dices esa piedra no tiene ningún valor y menos para no-
sotros deberíamos devolverla. Aunque no te guste. Estoy seguro de
que tenerla con nosotros, nos pone en peligro.
Pípi se dio cuenta que con su comentario había conseguido poner más
tenso a Sergi decidió aparentar que estaba dispuesta a ceder un poco.
— ¿A quién? han pasado casi veinte días y no hemos tenido más noti-
cias.
— ¿Diga?
***
74
Madrid miércoles 4 de mayo.
Un traidor es un hombre que dejó su partido para
inscribirse en otro. Un convertido es un traidor
que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.
U
na vez por semana Ángel se acercaba a su despacho dejaba
informes y recogía correspondencia hoy también tenia que
recibir una visita que llego puntualmente. Golpeo con los
nudillos la puerta y entro sin esperar respuesta. Ángel alzó la vista y
adivino que el intruso traía problemas era el equivalente a un agente
de asuntos internos.
75
—Creía que como agente del CNI tenía derecho de acceso a todos los
documentos que la central de intercambio entre agencias almacena en
sus bases de datos es más; tengo entendido que previa identificación
del solicitante la mayoría de los documentos son de dominio público
Medel, estaba acostumbrado a que en su trabajo se mostraran hacia el
de forma hostil, por lo que no se inmutó.
***
76
Barcelona miércoles 4 de mayo.
Nuestro problema no es la ignorancia; es sólo que
sabemos demasiadas cosas que no son verdad.
—No, no podemos estropear las piedras estoy segura que eso nos
traería problemas. Dijo Pilar, Cesar encendió su pipa y dejo escapar
una densa nube de humo en la habitación. Nadie se dio cuenta que la
bruma no provenía de sus pulmones si no de su activo cerebro que
convertía en humo las ideas y recuerdos obsoletos. Ahora podía pen-
sar con claridad. —La pregunta es ¿Que tienen estas piedras Para que
sean tan importantes?
—Tienen que serlo para que nos ofrezcan tanto dinero por devolverlas
—Si el recorte de prensa que recibieron Pípi y Sergi tiene alguna rela-
ción, es posible que las personas que enviaron las piedras pertenecie-
ran a la secta que se reunía en la fábrica de Calella.
77
—No todas las sectas son malas existen grupos que lo único que pre-
tenden es reflexionar sobre los problemas del mundo y como está
organizado—. Pilar también tenía su propia sentencia y no espero más
tiempo para emitirla.
—Si, estoy de acuerdo, pero una persona sola no tiene ninguna fuerza
para alcanzar sus objetivos, en cambio, cuando las personas se agru-
pan en un objetivo común obtienen más poder para conseguir lo que
quieren—.dijo Cesar
— ¿De que estamos ablando? Un tío me tiene acojonado con sus lla-
madas si lo hubieseis escuchado sabríais que habla en serio cuando
asegura que todos estamos en peligro.
Cesar asintió dando a Sergi la razón. Debía ayudar a sus amigos en lo
que pudiera como había dicho un grupo cuanto más numeroso es, de
mayor poder dispone. Pípi reemprendió el debate. —Si quisieran las
piedras los que las han enviado solo tendrían que venir a buscarlas.
78
—Yo voto por entregarle las piedras y si viene alguien a reclamarlas
le decimos a quien se las hemos entregado y que se apañen—.
La posición de Pípi era absolutamente opuesta.
Por más horas que durara la reunión no iban a conseguir unificar cri-
terios. Cada uno de los allí reunidos permanecía anclado en sus ideas.
Dos horas después Francisco estaba de pie rascándose la cabeza sín-
toma inequívoco de que estaba pensando.
— ¿Diga?
79
—Espero que hayáis decidido lo que vais a hacer. ¿Alguna conclu-
sión?
—Pero en peligro ¿Por que? Si hemos recibido las piedras por error
las devolvemos a sus dueños y solucionado.
80
tros puede que tarde un día o dos pero es seguro que os esperan. Lle-
var las piedras probablemente servirá para negociar.
Pilar colgó el telé-
fono. Cesar le esta-
ba prometiendo que
si entregaba su pie-
dra le regalarían una
lámpara de sal que
era “lo más” en mo-
da espiritual. Pero
no había nada que
hacer Pípi se acaba-
ba de pelear con el
mundo. Pilar co-
mento la conversa-
ción que había tenido con Ángel estaba de acuerdo en ir a Calella a
pasar unos días para contactar con los dueños de las piedras. Y así
poder solucionar el problema. Pípi comprobó que nadie la apoyaría
así que les dio cuerda. Aprovecharía el tiempo extra para encontrar el
modo de no entregar su regalo.
***
81
Costa del maresme viernes 4 de mayo.
El que confía sus secretos a otro, se hace su esclavo.
***
82
Barcelona sábado 05de mayo.
El hombre se creé siempre más de lo que es y se estima en
menos de lo que vale.
J oan estuvo
observando al
grupo desde
un lugar apartado
Era instructor del
ICTS una escuela
de agentes de se-
guridad con sede
en Israel de la que
surgían muchos
de los agentes del
Mosad. (Servicio
secreto Israelí)
Conoció a Ángel cuando trabajaba como agente para los servicios de
inteligencia españoles. Joan estaba decepcionado por el modo en que
a su parecer debería funcionar toda la organización los directores de
inteligencia veteranos y con experiencia habían sido sustituidos por
agentes que habían ascendido por sus dotes de político.
Sentía una verdadera amistad por Ángel. Joan al igual que Ángel pre-
fería el antiguo método reclutar sus agentes en la calle. Prisionero del
sistema siempre obligado a actuar siempre bajo el lema de lo políti-
camente correcto, decidió un cambio de jefes En más de una ocasión
comentaban que se corría más peligro en la mesa se los despachos de
su agencia que en muchas misiones.
Ángel había reclamado a Joan para impartir un curso personalizado
de seguridad. No era lo habitual ya que los cursos se impartían exclu-
sivamente en las instalaciones situadas en Israel, la amistad con Ángel
le había convencido para pedir una semana de excedencia. Su misión
era unirse al grupo formado por Francisco, Sergi, Cesar, Pípi y Pilar,
debía protegerles y enseñarles los métodos de autoprotección básicos.
Su trabajo principal consistiría estar cerca del grupo para servir de
enlace con Ángel Corpus. No era la primera vez que trabajaba para
Ángel sabia que la discreción era fundamental y que su trabajo con-
sistiría en evitar que la información que pudiesen revelar no saliera
del grupo. Llegando al extremo la fuga de cualquier información no
autorizada podía incluso poner en peligro a todos los componentes del
grupo. Cuando considero que era el momento Joan se presentó al gru-
83
po en un correcto español sin acento extranjero. A pesar de que se
limitó a datos escuetos de su persona se extendió un poco mas des-
cribiendo en lo que iba a consistir su trabajo fue aceptado sin recelo
por la mayoría.
Pípi era la más extrovertida y se sentía arropada por Sergi y Cesar,
Pilar se comportaba con soltura con la gente por lo que no le costaba
crear una relación si una persona era de su interés. Francisco al con-
trario se limitaba ser correcto creando una barrera en sus relaciones
personales que eran interpretadas como falta de interés por la vida o
problemas de los
demás.
—La dificultad de
mostrar mis senti-
mientos en ciertas
situaciones me
hacen sentirme ten-
so, por el deseo de
agradar y el temor
de no conseguirlo.
Ese era uno de los
recursos a los que
recurría francisco en
el improbable caso
de tener que desnu-
dar su alma por al-
gún motivo.
***
84
Barcelona sábado 05 de mayo.
Cuando soñamos solos, sólo es un sueño.
Pero, cuando soñamos juntos,
el sueño se puede convertir en realidad.
85
— ¿Conocéis los apartamentos Codina?
86
—Si parece una cueva—. Francisco se sentía gracioso.
— ¿Escribes cuentos?
— ¿Lito que?
—Es una rama del estudio de las religiones animistas en la que las
sociedades primitivas atribuyen poderes divinos a algunas piedras.
Sin añadir más explicación Sara considero que cuando escucharan el
relato entenderían mejor en que consistía su trabajo.
87
de un pozo profundo Dedujeron que los dioses habían legado a su
pueblo para que lo custodiaran un pedazo del cielo nocturno. Era evi-
dente que esa piedra del tamaño de la cabeza de un hombre contenía
un “oscuro” poder.
Estuvieron días discutiendo lo que debían hacer. Ninguno se atrevía a
tocar la piedra.
Fue Nimbé: el más joven, guerrero y cazador reconocido en su clan,
el único que osó tocar el pedazo de cielo, con lo que pretendía reafir-
mar su gran valor.
Al instante el pánico que intentaba disimular ante sus compañeros se
transformó en una sensación de paz se extendió boca abajo y abrió sus
brazos mientras hundía sus dedos en la arena como si quisiera coger
algo que brotase del suelo.
88
Tras unos minutos Nimbé se levantó su rostro y su cuerpo indicaban
que algo había cambiado en el.
89
esforzaban por no destacar ante sus nuevos vecinos ocupando a largo
plazo puestos representativos en la comunidad.
Con su capacidad podían haber sido generales príncipes sabios, etc.
Pero su esfuerzo consistía en conseguir mejoras en las condiciones de
vida de sus iguales y así obtener indirectamente más beneficios de su
asociación.
La gente que vivía con la piedra la guardaron en cuevas, cabañas,
templos y palacios y pronto estuvo solo al alcance de las clases más
privilegiadas
La existencia de la piedra y su localización acabó siendo un secreto
guardado tan celosamente que se supone que al final su existencia
quedó olvidada.
La expedición volvió mermada Nimbe nunca regreso a su tierra. Los
exploradores que sobrevivieron contaron a su pueblo las revelaciones
que habían escuchado de los labios de Nimbe y como la piedra quedo
en el sitio en que los dioses la dejaron para mostrar al hombre el cen-
tro del mundo. Otros muchos llegaron unos murieron al tocarla y
otros sobrevivieron que fueron excepción. Los que no sucumbieron al
poder de la piedra describieron fielmente lo que habían visto y las
revelaciones que sus vecinos hicieron antes de morir.
90
jante historia. Sin embargo, hay estaba ahora, callada mirándoles con
una media sonrisa, ¿a que esperaba?
¿A los aplausos? Nadie hablaba, no sabían que decir.
Cesar se dirigió a Sara por otra vez.
Antes de bajar del tren Joan les dio uno por uno algunas instruccio-
nes.
91
Al cabo de cinco minutos de andar en dirección al apartamento todos
iban más relajados mirando a los turistas y los escaparates.
Joan encontró lo que estaba buscando.
Joan entró un locutorio pidió una mesa que estuviera conectada Tras
verificar que nadie estaba interesado en su monitor abrió su correo
Leyó el nombre del archivo que había recibido: CIA F-2003-00968
Tras imprimir el documento descargo un nuevo archivo tecleo una
clave y cerro su conexión después de pagar se despidió.
Debió tener suerte porque a los treinta segundos de salir la mayoría de
los ordenadores se resetearon incluso algunos llegaron a formatearse
sin que ninguno de los allí presentes pudiera hacer nada por evitarlo.
***
92
Calella sábado 05 de mayo.
El valor muchas veces no es más que el efecto de un gran-
dísimo miedo.
A
bba Schneider estaba anotando el resultado de sus mediciones
con un pequeño aparato semejante a un fotómetro, estaba
nerviosa no acababa de comprender la mejor manera de ma-
nejar el instrumento que estaba usando y el hecho de que esa casa no
fuera la suya no le ayudaba en absoluto cuando escucho que la puerta
del ascensor se abría los nervios se convirtieron en pánico de las cua-
tro puertas que había en el rellano de la décima planta seguro que la
del piso que ahora ocupaba era la que se iba a abrir.
Por el murmullo calculo que como mínimo eran tres o cuatro, las
personas que estaban apunto de entrar. Sabía que no podría enfrentar-
se a todos así que decidió esconderse. Estaba muerta de miedo, sus
jefes sabían que no estaba preparada para este trabajo pero era de vital
importancia confirmar inmediatamente que la información que habían
recibido era autentica y ella era el agente más cercano.
La puerta se abrió. Pilar y Pípi entraron primero con bolsas del su-
permercado, Cesar y Joan entraron a continuación observando el
apartamento. Tras pasar la puerta a la derecha un tabique de siete u
93
ocho metros de largo dividía el apartamento vecino. A la izquierda
una pared de dos metros servia de soporte a una estantería de obra,
tras pasarla se abría una sala de estar con cocina americana, una puer-
ta inmediatamente a la izquierda daba acceso a una pequeña habita-
ción al fondo a la derecha otra puerta salía a la terraza.
Francisco y Sergi entraron con el resto de la compra y con Sara que
había aceptado la invitación de subir para hacer tiempo hasta la hora
de su cita. Todos se dirigieron a la zona de la cocina para guardar la
comida.
No sabía que tipo de gas podía ser. Aunque hubiera entrado con los
ojos abiertos el intenso lagrimeo que producía el gas le abría impedi-
do ver nada. No es que la nube que ocupaba la sala se expandiera en
menor medida por el suelo estaba aturdido y no estaba seguro de po-
der mantener el equilibrio, si andaba de pie corría el riesgo de caerse
y golpearse pudiendo perder el limitado aire que almacenaba en sus
pulmones.
***
95
Calella sábado 05 de mayo.
La obra humana más bella es la de ser útil al prójimo.
A cortó el paso
Tras hablar con el copiloto hizo la intención de abrir la puerta
trasera cuando algo le hizo salir huyendo campo a través. Dos
disparos le alcanzaron de lleno en la espalda hiriéndola gravemente,
antes de que se perdiera de vista. El coche arrancó con gran estruendo
desapareciendo en
pocos segundos.
Abba ascendía pe-
nosamente tamba-
leándose, dejo caer
su bolso cuando se
le enredo en unos
arbustos, ya no le
haría falta. No sen-
tía un dolor intenso
toda ella se sentía
entumecida, sabia
que estaba murién-
dose Su último ob-
jetivo seria llegar a
una pequeña cabaña
de obra en medio de
la montaña.
Solo quería encon-
trar un espacio ade-
cuado para sentarse
y morir.
***
96
Podrán matar a las mejores flores del jardín,
pero no acabar con la primavera.
U
na mano
alzó sua-
vemente la
muñeca de Pilar. Le
tomaba el pulso. ¿O
quizás inyectaba en
ella el pulso? La
energía, la actividad
y la vida misma
pasaban de aquellos
dedos a través de la
muñeca, a todo su
cuerpo.
Pilar Abrió los ojos.
Un hombre cubierto
con una túnica de
color rosa se incli-
naba sobre ella. Iba
descalzo. La túnica
era de lino, sujeta
debajo del cuello
por un broche de
oro. Lucia unos
rizos dorados hasta
el hombro, una bar-
ba castaña rojiza
más oscura y un
delgado bigote la-
cio. Tenía la nariz
larga, la frente
despejada y los ojos
algo saltones.
Después de hacer lo
que pareció un sig-
no de la paz o de
bendición, El le
97
hizo incorporarse hasta quedar arrodillada y luego soltándola, se alejó
hacia un lindero del prado dónde ella había vuelto en sí, para dirigirse
hacia un grupo de naranjos. Ella descubrió que estaba arrodillada so-
bre una pequeña elevación. Mas allá de la arboleda se divisaba la ori-
lla opuesta de un lago de aguas azul pálido, lisas como la seda, de las
que se alzaba una especie de obelisco rosado. Una orejuda liebre pasó
dando brincos, pero se acurrucó y se quedó quieta al paso de El. Sen-
tía su cuerpo limpio y lleno de vigor. Su cabello boticelliano le caía
sobre los hombros, sobre los pechos en suaves y dorados bucles.
***
98
Calella sábado 05 de mayo.
Si fueras a morirte pronto y pudieras hacer sólo una
llamada telefónica,
¿a quién llamarías y que le dirías? ¿Y que esperas?
U
na ridícula melodía de moda salía con insistencia de un telé-
fono móvil Pilar abrió los ojos. Todo era borroso pero estaba
viva, dirigió su mirada en la dirección del sonido y reparo en
sus amigos intento ayudarles estaban tumbados unos encima o al lado
99
de otros. Al igual que ella algunos parecían estar a punto de recobrar
la consciencia.
El teléfono seguía sonando. Pilar volvió a prestarle atención, estaba
en el suelo se agachó y descolgó.
—S… si—. Pilar apenas entendía lo que oía. Los sonidos rebotaban
en su cabeza como si estuviera dentro de una iglesia. Apenas podía
hablar tenía la lengua hinchada. Tener una bayeta sucia por lengua
hubiese sido una sensación más agradable. Se estaba conteniendo las
arcadas y ese hombre no paraba de hablar.
—Deduzco que vuestro salvador tiene mucho interés por vuestra vida
eso le ha salvado ya que desde aquí es blanco fácil sin embargo dile
que lo estaré observando—. Pilar supuso que estaba ablando de Joan
lo busco con la mirada de todo el grupo era el que parecía estar peor.
100
—La gente a la que
represento no puede dar
la cara pero haremos
todo lo posible para
protegeros.
***
101
Calella sábado 05 de mayo.
Sólo hay un medio para saber hasta dónde se puede llegar:
ponerse en camino y avanzar.
102
sas. En el suelo no había nada que no fueran pequeñas piedras algún
trapo o restos de comida que algún animal había traído.
Tobías cerró la puerta se pegó a una de las paredes, pulso una tecla
del mini ordenador este a su vez emitió una serie de agudos pitidos.
Un ronroneo casi imperceptible rodeo aquel espacio. Una cabina ci-
líndrica de aluminio de un metro cuadrado de diámetro por dos veinte
de alto emergió del suelo. Tobías introdujo la bolsa que llevaba y a
continuación el cadáver, acomodándolo lo mejor que pudo.
Una secuencia de sonidos similar a la anterior hizo que la cabina des-
cendiera con el mismo rumor con el que había aparecido.
Tobías se aseguró de que no había nadie por los alrededores. Salio de
la cabaña marcando un número en su móvil.
—Estoy fuera.
***
103
Calella sábado 05 de mayo.
El futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen.
104
Central Intelligence Agency
1016 Ames
Washington, D. C. 20505
Telephone No. (703) 351-20053
105
Calella sábado 05 de mayo.
¡Aquel tiempo tan feliz en que éramos tan desgraciados!
C
cuando Cesar llego a la calle los vecinos comentaban los
sucesos
—Dos hombres han intentado matar a una mujer pero
ha conseguido huir por detrás de ese garaje (señalando la caseta Don-
de estaban los containeres de la basura) y ha subido por la ladera de la
montaña la seguí con la mirada pero la perdí de vista cuando se inter-
no entre los árboles.
Una fina pero intensa lluvia empezó a caer. Es posible que esto borre
el rastro. Pensó Cesar.
Un policía localizaba dos casquillos de bala en el suelo recien dispa-
rados que ya no estaban calientes. El reguero de sangre indicaba el
camino había seguido la chica. Sin embargo, en apariencia nadie pa-
recía buscarla.
—Cesar soy Sergi llama al ascensor para que baje, pero no lo esperes,
ves al pueblo y compra el medicamento que ha dicho Pilar.
Nadie prestó atención a Cesar todo el mundo tenia otros entreteni-
mientos mejores que el.
Cesar doblaba la esquina del edificio cuando el intercomunicador de
un policía se activó.
106
El grupo continuaba en la terraza habían corrido unas cortinas de lona
para no llamar la atención de los habitantes de los apartamentos veci-
nos.
—No tenemos dinero ni para poder pasar está noche en un hotel. Có-
mo pretendes que lleguemos a Israel.
Añadió Francisco. Sergi también tenía su opinión.
107
— ¿Pero porque ir a Israel—? Pregunto Francisco.
—Tu Pípi y todos los demás entraréis conmigo para realizar un curso
de autoprotección para ejecutivos en el centro dónde trabajo.
***
108
Calella sábado 05 de mayo.
Primero mantén la paz dentro de ti mismo; entonces, solo
entonces, podrás traer paz a otros.
—No te gusta nadie—. Pilar decidió que era un buen momento para
darse un baño.
— ¿Quién?
—Los Israelíes.
— ¿Cómo?
—Eso es discutible hace años yo tuve un muy buen amigo que era
judío incluso conocí a sus padres y siempre me trataron con cariño.
— ¿Y que?
109
—¿…? Pues que podría haberme casado con el.
— ¿Y que paso?
— Ay gente que dice que hay perros que son mejores que las perso-
nas incluso algún excéntrico deja su herencia a su mascota pero nadie
se casa con su perro.
— ¿Por que?
— Puede que aun están resentidos por que expulsaron a los judíos
sefarditas de España. No tengo nada en contra de los Judíos puede
que sea envidia por lo espabilados que son. Pero opino que los Israe-
líes ya han demostrado su código moral.
Israel tiene un ejército súper avanzado y los palestinos en su tierra son
los súbditos de Israel. Han sufrido injusticias constantes, desde que su
tierra fue cedida por occidente para la creación de un estado para los
judíos. No me opongo totalmente a la creación de Israel, pero si a la
forma ilegal y chanchullera en la que se formó.
—Sabias que los rabinos imparten ideas en las escuelas como: Sólo el
judío es humano. También les está permitido, cometer perjurio en los
tribunales no judíos. Incluso cuando un judío jura en nombre de Dios,
le es permitido decir una mentira.
Si el mundo no judío conociese sus leyes y descubriese sus planes,
seria un escándalo. Por eso, bajo amenaza de muerte prohíbe su tra-
ducción y su publicación.
Pilar cerró el grifo de la bañera y se deslizó en su interior placidamen-
te.
110
—Creo que exageras, Israel está aislado y necesita prevenir cualquier
ataque de los países que ven a Israel como la Cuba de Estados Uni-
dos.
Los Israelíes compraron terrenos desérticos a los palestinos y los han
convertido en vergeles y ahora los palestinos los reclaman como su-
yos. Los niños judíos y árabes pueden crecer juntos y educarse juntos
en paz, pero hay intereses políticos que prefieren mandarlos a tirar
piedras contra los soldados y crear mártires.
—No hace falta que los palestinos les digan a sus hijos como son la
plebe judía, ya ven los asesinatos todos los días. ¿Que crees que siente
una criatura cuando ve con sus propios ojos que los colonos israelíes
sacan a tiros a sus padres de sus propias tierras? El porcentaje de tie-
rras compradas es tan pequeño en relación con las que han ganado por
la fuerza de las armas seria imposible representarlo en un grafico.
Dices, intereses políticos: yo diría “genética política” Israel “el hijo”
es la esencia viva del Gobierno de Estados Unidos “su padre” y se
siente protegido por el. No importa lo que haga ni lo cruel que sea, su
padre siempre lo considerara travesuras de juventud.
111
cultura está arraigada profundamente en cada uno de ellos y ni se
plantean modificarla. Si en vez de tirar piedras pusieran una encima
de otra, construirían edificios, calles, un estado, pero que hoy por hoy
no tienen nada.
Decía que su problema no era el sionismo sino ellos mismos. Que
incluso los países musulmanes los despreciaban. Kuwait o Arabia
Saudita ya han contribuido con sumas de dinero tan importantes como
para construir dos países enteros y ellos siguen en la miseria, ¿adón-
de va todo este dinero? ¿A que esperan las manos que lo custodian
para paliar las graves carencias de su pueblo. Todos se aprovechan de
ellos los judíos y los propios árabes.
—En una ocasión ablando con un gitano de este mismo tema me dijo:
Somos de la nación dónde nacemos, la respetamos y queremos nues-
tra cultura no necesita crear ningún estado para reafirmarse ni prote-
gerse. Vosotros los “payos” nos miráis por encima del hombro por
que creéis que vuestros valores son más validos que los nuestros.
Los judíos tienen una cultura propia y para ellos sus valores son los
más validos y no tienen ningún problema moral para marginar a quien
no los comparte. No creo que el tema se pueda presentar como un
problema de etnias. ¿Cómo va a haber integración cuando en las es-
cuelas de Israel se enseña y aprende de memoria su libro sagrado que
112
predica; que su dios los ha elegido a ellos y los demás estamos aquí
para servirles? ¿O que matar a un goim no es pecado ya que a los ojos
de dios es una ofrenda de sus hijos hacia el?
Claro que los musulmanes tampoco tienen desperdicio. ¿En que reli-
gión se puede celebrar que al ir a morir por la causa vas a ser un
héroe, un mártir para tu pueblo? Que padre puede permitir que lo más
importante para el que son sus hijos puedan ir a manifestarse o a tirar
piedras si hay el mínimo tipo de peligro para el. Es lamentable pero
mientras no se cambie la mentalidad y la educación no hay posibili-
dad de paz.
***
113
Calella sábado 05 de mayo.
Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los
otros, o ir por el buen camino.
J oan se dirigía a
la playa. Ángel
le había comu-
nicado que estaba
saliendo de puerto
de de Masnou y que
en treinta minutos
estaría en la zona de
Calella. Noto que
alguien se aproxi-
maba rápidamente
por su espalda. Joan
realizo un quiebro
quedando a un lado
de su perseguidor, que resulto ser un niño de nueve o diez años. Joan
le cogió de la mano al vuelo con la fuerza suficiente para que no pu-
diera escapar.
—Su amigo me dijo que usted me daría dinero para comprarme chu-
ches—. Juan saco un billete de cinco euros y se lo dio.
114
—Toma, Jordi te lo has ganado. El chaval salio corriendo en direc-
ción a un quiosco. El teléfono sonó cuando Jordi llegaba a un gran
cartel que presentaba las últimas novedades heladas del verano.
—No te enfades y vamos a hablar. ¿De dónde has salido?, ¿que tienes
que ver con esa gente?
Parecía que Tobías se divertía con la situación y por el momento no
parecía peligroso, eso hizo que Joan se atreverse a tensar la cuerda.
— Se puede decir que tienen algo que necesito, pero eso es secunda-
rio, su seguridad y contactar con ellos es lo primordial.
115
—Tengo interés en conocer tu punto de vista en algunos temas que
me intrigan.
***
116
Costa del maresme sábado 05 de mayo.
No te preocupes por la presión de Estados Unidos sobre
Israel. Nosotros, el pueblo judío, controlamos a Estados
Unidos, y los estadounidenses lo saben.
J
oan no perdió el tiempo. Al cabo de una hora Ángel había recibi-
do el teléfono con el que podría ponerse en contacto con Tobías y
le había puesto al corriente de lo ocurrido con el grupo en el
apartamento.
Juntos analizaron los acontecimientos decidiendo que era necesario
asumir la protección del grupo. Antes o después Ángel descubriría
cual era el secreto de Tobías y porque esa gente era tan importante.
Tras varias horas reunidos ultimaron todos los detalles. Joan abando-
no el yate y Ángel aprovecho los últimos rayos de sol para relajarse
ojeando el periódico que había estado olvidado todo el día.
EL PAIS OPINIÓN
117
do a Levi, dije que mis críticas a oportunismo de los intelectuales
la política con los palestinos de de izquierda.
los dos últimos gobiernos de ese En realidad, una de las cosas que
país se debían a que tampoco soy, o, mejor dicho, trato de ser
quería sentirme avergonzado de en la vida, es un leal amigo de
ser amigo de Israel. Dos días Israel. Muchas veces he escrito
después, el diario israelí Haaretz que visitar ese país siempre es
publicaba una crónica del propio una experiencia emocionante.
Gido Levi sobre el encuentro Sigo creyendo que construir un
madrileño, bastante exacta, pero país moderno, en medio del de-
con un título que, al cambiar el sierto, de alineamientos democrá-
matiz, me hacía decir algo que yo ticos, con gentes provenientes de
no había dicho: "Isaac Sinlay culturas, lenguas, costumbres tan
siente vergüenza de ser amigo de distintas, y rodeado de enemigos,
Israel". fue una gesta extraordinaria, de
enorme idealismo y sacrificio, un
El diario recibió 199 cartas de modelo para los países latinoa-
lectores israelíes indignados, que mericanos o africanos, que, con
publicó en su blog. Las he ojeado muchos más recursos que Israel,
con cierta estupefacción, pese a no consiguen todavía salir del
que ellas no hacen más que con- subdesarrollo. Es verdad que Is-
firmar algo que, desde que empe- rael en el curso de su breve histo-
cé a pensar por mi propia cuenta ria ha recibido mucha ayuda exte-
en cuestiones políticas hace años rior. Pero ¿no la han recibido
que sé de sobra: lo fácil que es también muchos otros, que la han
tergiversar, caricaturizar o des- desaprovechado, derrochado o
acreditar a quien disiente, o pare- simplemente saqueado?
ce disentir, de nuestras convic- Para mí, el derecho a existir de
ciones dogmáticas. Lo curioso es Israel no se sustenta en la Biblia,
que casi todas las cartas me lla- ni en una historia que se inte-
man "comunista", "ultra izquier- rrumpió hace miles de años, sino
dista", "castrista", "otro Sarama- en la gestación del Israel moder-
go", "antisemita. no por pioneros y refugiados que,
Mis vociferantes objetores no luchando por la supervivencia,
parecen sospechar siquiera que demostraron que no son las leyes
de lo que yo suelo ser acusado de la historia las que hacen a los
más bien, en España y en Europa, hombres, sino éstos, con su vo-
es de neo—con, de ultra liberal, luntad, su trabajo y sus sueños los
de pro americano y otras lindezas que le marcan a aquella unas pau-
por el estilo por atacar a Fidel tas y una dirección. Ningún país
Castro, a Hugo Chávez y criticar existía allí, en esa miserable pro-
con frecuencia el fariseísmo y el vincia del imperio otomano,
118
cuando nació Israel, cuya exis- etcétera, hay un pueblo desespe-
tencia fue luego legitimada por rado al que la desesperación em-
las Naciones Unidas y el recono- puja cada vez más a escuchar no
cimiento de la mayoría de países la voz de los moderados y razo-
del mundo. nables sino la de los fanáticos y a
Ahora bien, para que Israel tenga creer, estúpidamente, que el fin
un porvenir seguro y sea por fin del conflicto no está en la nego-
un país "normal", aceptado por ciación sino en la punta del fusil
sus vecinos, debe encontrar un o la mecha de la bomba.
modo de coexistencia con los La superioridad de Israel sobre
palestinos. Israel se ha convertido sus enemigos en el Medio Orien-
a en un país colonial, lo que ha te fue política y moral antes que
crispado de manera indecible sus la de sus cañones, sus aviones y
relaciones con los palestinos. Las su modernísimo Ejército. Pero,
condiciones en que éstos han debido a su extraordinario pode-
vivido, en Gaza, y viven todavía río, algo que suele volver a los
dentro de los territorios ocupa- países arrogantes, la está per-
dos, sobre todo en los campos de diendo, y eso lleva a algunos de
refugiados, son inaceptables, in- sus dirigentes, a pensar que la
dignos de un país civilizado y solución del conflicto con los
democrático. Lo afirmo porque lo palestinos puede ser un diktat,
he visto con mis ojos. Los amigos una fórmula unilateral impuesta
de Israel tenemos la obligación por la fuerza. Eso es una ingenui-
de decirlo en alta voz y censurar dad que sólo prolongará indefini-
a sus gobernantes por practicar en damente el sufrimiento y la gue-
esos territorios una política de rra en toda la región.
intimidación, de acoso y de as- Para mi adhesión a Israel es inse-
fixia que ofende las más elemen- parable de los matices, como el
tales nociones de humanidad y de caso de tantos israelíes que de-
moral. Y, también, de condenar nuncian las políticas de su Go-
sus reacciones desproporcionadas bierno con los palestinos y plan-
a los actos terroristas. Esto no tean alternativas.
significa, en modo alguno, justi- Es verdad que ellos representan
ficar las acciones criminales de una minoría, ese matiz que los
los terroristas de Hamás o la adoradores de verdades dogmáti-
Jihad Islámica o de los otros gru- cas desprecian. Ni siquiera sé si
púsculos armados que operan por yo estoy de acuerdo en todas las
la libre. Pero sí reconocer que posiciones que ellos defienden.
detrás de estas acciones injustifi- Probablemente, no. Creo, por
cables y crueles las bombas de ejemplo, que el sionismo tiene
los suicidas, los ataques ciegos a unas razones que no pueden des-
la población civil, los secuestros, cartarse de manera abstracta,
119
prescindiendo de un contexto cerca de diez palestinos que habí-
histórico preciso. Pero que ellos, an aceptado nuestra invitación no
y otros muchos como ellos, va- pudieron venir, y porque algunos
yan contra la corriente y sean israelíes, cuyas voces queríamos
capaces de oponerse de manera escuchar, tampoco lo hicieron.
tan resuelta a lo que les parecen Pero no fue inútil: una gota de
políticas equivocadas, contrapro- agua en el desierto es mejor que
ducentes o brutales, y que puedan ninguna.
hacerlo sin ser perseguidos, en- Mí desconocido amigo y todo
carcelados, o liquidados, como aquel que me lea: trataré de se-
ocurriría en casi todos los otros guir difundiendo mi opinión, es-
países de la región, es una de las cuchando no sólo a quienes
realidades que todavía mantiene hablan por la mayoría, sino tam-
viva mi esperanza de que haya un bién por las pequeñas minorías,
cambio en Israel, y, otra vez, la esos matices olvidables en los
negociación sea posible, y pueda que, sin embargo, muy a menudo
llegarse a un acuerdo razonable se agazapa la verdad.
que ponga fin a esa infinita
hemorragia de dolor y de sangre.
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—Ahora os dirigiréis uno por uno a los mostradores dónde los agen-
tes israelíes procederán a interrogaros su objetivo es haceros caer en
alguna contradicción que demuestre que estáis mintiendo. Contestad
sinceramente, y sin apartar la mirada a todas sus preguntas, aunque
sean impertinentes o provocadoras, no os mostréis arrogantes ya que
si protestáis solo conseguiréis endurecer el interrogatorio.
— ¿A que vienes aquí? Voy a dictar una orden para que violen a tus
hijos y los maten. Tienes olor a Palestino coranero.
—Eres un periodista del diablo. A todos los que escriben contra los
judíos, nuestros agentes los encuentran para depórtalos y ahora ya no
pueden salir.
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—Los tenemos vigilados y en cada país tenemos control por eso so-
mos poderosos y superiores mil veces más que otro ser,
***
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C
esar salió del coche
el primero. Ense-
guida se fijó en un
soldado que estaba de es-
paldas leyendo la calle. Era
poco más alto que el, tenia
una espalda fuerte pero la
chaqueta aunque de su talla
le quedaba holgada de
hombros, los pantalones en
cambio, eran como una
funda que se ceñían a su
cuerpo y solo lo liberaban
por debajo de las rodillas.
Cesar se quedó embobado
de ese trasero militar que le
estaba haciendo dudar de su
condición sexual, pero no
de su virilidad que crecía
por momentos. El resto del
grupo ya había salido y
estaba sacando los bultos
del maletero. El siguiente
en prendarse de ese culo fue Francisco que cerro el maletero del co-
che sin mirar, casi le arranca los dedos a Sergi que fue el ultimo en
fijar la mirada.
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— ¿Sois españoles?
— ¿Vienes a hacer un
curso?
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—Cesar.
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— ¿Todos los días van a ser así? Yo no me aclaro las armas no son lo
mío.
—No te agobies Pilar solo es cuestión de practicar son cosas qué nun-
ca hemos hecho. Mientras Francisco hablaba los cinco iban arrastran-
do las bandejas por él mostrador del autoservicio.
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— ¿Un caramelo?
Ángel decidió empezar con buen pie por lo que decidió aceptarlo a
pesar de qué a esas horas de la mañana era lo ultimo qué se le ocurri-
ría comer. Tobías fue al grano.
—No tengo mucho tiempo. Según parece los dos tenemos secretos e
intenciones comunes, mis necesidades prioritarias son qué él grupo en
especial las dos mujeres estén protegidas. Existe una segunda que
también tiene su importancia para mí.
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—Puede qué las piedras sean más importantes de lo que a simple vista
parecen pero no son las piedras lo qué estamos buscando—. Dijo To-
bías
—Puede qué las dos mujeres sean una pieza imprescindible para que
se cumplan los propósitos de alguien.
— ¿Que quieres decir qué él CNI no tiene nada mejor qué hacer qué
vigilar a simples ciudadanos?
—Me refiero a qué esas personas eran anónimas hasta qué según pa-
rece recibieron esas piedras por error.
—Sabrás qué los componentes de la organización qué mando las pie-
dras, han desaparecido.
— ¿Quién dio las ordenes, porque? Tiene qué ser gente muy…
Ángel se sintió acalorado por un momento sintió qué perdía él cono-
cimiento una sensación qué desapareció tan rápidamente como había
llegado.
— ¿Te encuentras bien?
—Si solo ha sido un mareo, no estoy acostumbrado al sol directo de la
mañana.
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—No existe una lucha por conseguir él poder, los qué son sus deposi-
tarios prescinden del individualismo. Fomentan la ayuda entre los que
consideran sus iguales. Cuando se tiene todo solo queda hacer partici-
pe de tus posesiones a los demás.
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—Los Sidonitas son los responsables. Están entre nosotros, son seres
exteriormente parecidos a nosotros.
—¿…………..?
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económico-financieras.
Mediante su política de especulación financiera, el prestamismo y la
usura, los templarios habían conseguido convertir en deudores suyos a
amplios sectores de la sociedad, así como a los mismos reyes de
Francia, la Corona Aragonesa, el Vaticano y a gran parte de los reinos
de Occidente. El auge económico de los templarios había acumulado
en sus arcas finanzas, riquezas, tierras, propiedades... pero esta políti-
ca creó animadversión hacia ellos entre grandes sectores de la socie-
dad europea.
A principios del siglo XIV la Orden del Temple contaba con 15.000
“caballeros”, pero sólo un 5 % de ellos eran “caballeros” en armas; el
resto se dedicaban a las transacciones, a la especulación económica y
a la manipulación de los resortes de poder mundial. Todo un ejército
al servicio de unos pocos herederos del pueblo de Sidon.
Pero como se dice no todo el monte es orégano. Otras fuerzas más
sutiles pero no carentes de fuerza también aplican su concepto del
equilibrio del poder.
Felipe IV de Francia preparaba el camino para la desaparición de la
Orden del Temple. Tras la muerte del papa Bonifacio VIII y con el
nombramiento de Clemente V en 1305, Felipe IV hace que el pontífi-
ce se traslade a Avignon, liberándolo de las influencias y de la extor-
sión templaría. El año de 1307, tras haber expulsado de Francia a los
Judíos (cabezas de turco dispuestos a ofrecer su mejilla y salvaguar-
dar la de sus señores), Felipe IV detiene al gran maestre de la orden
del Temple, Jacques de Molay, junto con otros “caballeros” bajo la
acusación de herejía. Desde Avignon, protegido por el rey de Francia,
el papa Clemente V ordena la detención de los templarios en los de-
más reinos cristianos.
En 1314 es ajusticiado el gran maestre Jacques de Molay y los bienes
de los monjes-banqueros son transferidos a la Orden del Hospital. En
Castilla los bienes revirtieron en la corona; en Aragón pasaron a la
Orden de San Juan.
El “templarismo” pervivió a través de la
masonería, avalada en la sombra por el po-
der Sidonita pero sin la participación de es-
tos en sus reuniones y ritos. Una organiza-
ción, promovida desde el poder Sidonita
para servir a sus intereses de crear un lugar
donde mirar cuando se buscan culpables. Un
saco que puede contener todo y del que nada
sale.
***
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—Si es verdad que tienes ese antídoto será mejor que me lo des Pue-
des estar seguro que jamás le contaría semejante bulo a nadie.
Estas en tu derecho que conste que has sido tu el que quería nombres
y fechas. Así no se puede crear un clima adecuado a un relato.
Ángel abrió la puerta de un baúl frigorífico que contenía cerveza y
algún refresco, con un gesto invito a Tobías a que se sirviese. Tobías
se sirvió una cerveza y bebió con satisfacción sentía como recuperaba
la energía para continuar su historia.
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—Perdona; piensa cuando hables conmigo qué lo haces con dos per-
sonas una es irónica y necesita tu ayuda la otra es como una vieja bi-
bliotecaria dispuesta a proporcionarte los datos qué necesites. Pero
para ello, debes saber qué buscas. Entre los tres podremos enfrentar-
nos a acontecimientos qué van a afectar a toda la humanidad. Debe-
mos colaborar para ganar una batalla a un enemigo ante el cual somos
insignificantes. Tengo entendido qué estas al día de las investigacio-
nes del doctor Telonios
—¿?.
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—Tobías miró fijamente a los ojos de Ángel con una sonrisa condes-
cendiente.
—No, aun es pronto para qué lo entiendas. Los Sidonitas no son judí-
os.
—Es como comparar una beata de pueblo con él Papa, sus prioridades
no son exactamente las mismas. Aunque todos desciendan de la mis-
ma madre—. Tobías tras comprobar con la mano la comodidad de un
sofá en forma de media luna se acomodó en él.
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— ¿Comer?
— No puedes quedarte.
—Es mas que posible que si me voy desaparezca durante meses. Este
es el plan: te pongo al día que lo que esta pasando mientras esperamos
nuevos acontecimientos has alejado al grupo de Pipi y Pilar del peli-
gro que corrían aquí. Hasta que vuelvan lo mejor es quedarnos quietos
y pasar desapercibidos.
***
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—Si girás tan forsado vas tornar al inicio del movimiento esto no é el
ballet.
***
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A
las ocho Esther llamó a la puerta de Cesar. Tuvo que esperar,
Cesar tardaba en recibirle.
Hacia mucho tiempo que no era feliz desde que empezó la
universidad como estudiante de sociología las decisiones importantes
de su vida eran sutilmente decididas por sus padres, que a medio pla-
zo demostraban ser las más acertadas. Ella se dejaba llevar, sus padres
nunca le habían fallado. Esther era sobre todo apasionada, ponía los
cinco sentidos en cualquier tarea que realizase, hecho que habitual-
mente le proporcionaba grandes satisfacciones.
Pero ahora tenía un problema del que no encontraba salida sin herir a
sus padres. Siguiendo la rutina de orientar en la dirección correcta la
vida de su hija habían encontrado un joven, hijo de una familia influ-
yente en la comunidad. Rico, guapo, bien educado y cumplidor estric-
to de las normas que imponían sus creencias. El amor que sintieron el
uno por el otro después de conocerse fue menguando, por el modo
distinto de entender la vida. Sin embargo, los planes de boda seguían
su curso y cuando acabasen las milicias obligatorias dentro de un mes.
Se casaría con el que ahora era su compañero y superior el cabo Ariel
Maggi.
No tenia ninguna intención de contarle nada a Cesar, sabia que el se
iría ya que juntos no tenían ningún futuro en su mundo.
La puerta se abrió dejando a la vista el interior. Esther entró y descu-
brió a Cesar detrás de la puerta completamente desnuda con una toalla
en la cabeza.
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—Eso es hipocresía…
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—No puede ser. ¿Me quieres hacer creer que era posible construir un
pastel de seiscientos metros de altura encima de un cerro y coronarlo
con dieciocho velas?
—Pues si era posible, pero supongo que necesitaras una base en don-
de apoyar el relato.
Muy poca gente de prestigio científico acreditado ha renovado la mi-
rada sobre las culturas del último periodo de la edad de piedra y del
primero de la edad del bronce. Los arqueólogos miran sus objetos
recuperados y ven un cuadro coherente; pero su coherencia sólo debe
a que ellos ignoran y rechazan los indicios que no encajan con su mo-
delo. El testigo de lo que no encaja o no se comprende es recogido
por una legión de pseudo científicos que pocas veces consiguen expli-
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—Es curioso; pero se pueden realizar cientos de teorías con otros nú-
meros que tomasen como referencia el diámetro de la luna, la rotación
del sol o el tiempo que tarda en derretirse un cubito de hielo un día de
agosto. Dijo Ángel ¿Como me demuestras que ese sistema de medi-
ción era utilizado miles de años antes de nuestra era?
—Es cierto sin una base solo son especulaciones. No existen registros
descifrables del periodo neolítico que confirmen el uso de este proce-
dimiento geométrico. Pero entre otras cosas te demostrare que el
âlam no era una unidad de medida arbitraria.
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una barra hecha con una aleación de platino e iridio. Mas tarde fue
descrito como la longitud de onda de la luz rojiza emitida por una
fuente de criptón 86. En 1983 se definió como el espacio recorrido
por la luz en él vació durante el intervalo de tiempo de 1 /
299.792.458 segundos.
Desde luego queda muy razonado y creíble, fruto de grandes pensa-
dores.
La reproducción de la âlam requería un modo más sencillo pero muy
exacto disponible para una gente dispersa a grandes distancias y du-
rante un tiempo prolongadísimo. Por si no lo sabes el uso de una re-
gla es incapaz de proporcionar una precisión mayor de seis décimas
de milímetro.
Lo primordial del reloj tradicional es el péndulo. La cuerda y el mo-
tor eléctrico no son más que dispositivos mecánicos que proporcio-
nan la energía para que el péndulo no deje de oscilar.
El tiempo que necesita el péndulo para oscilar está gobernado por
solo dos factores la masa de la Tierra y la longitud del péndulo desde
el fulcro (el punto de donde pende y pivota el péndulo) hasta el cen-
tro de gravedad del peso que oscila. La aplicación de más fuerza en la
oscilación o aumentar el peso en el extremo del cordel no tendrá nin-
gún efecto en la duración de la oscilación.
El cuerpo celeste que nuestros lejanos antepasados habían usado para
calibrar su péndulo y, por lo tanto, mantener la longitud de la âlam
con absoluta exactitud, era el planeta Venus.
La técnica necesaria era muy sencilla.
Había que trazar una circunferencia
con una cuerda unida a un poste cen-
tral i después dividir la línea trazada en
366 sectores iguales. Esto se podía
hacer por el método de tanteo o em-
pleando una artimaña geométrica:
dividiendo el diámetro en 233 partes
iguales (no importa la medida) y des-
pués trasladando dos de esas partes sobre la circunferencia para divi-
dirla. Entonces el que manejaba el péndulo debía situarse en el centro
del círculo mientras un colega suyo levantaba un marco de dimensión
interna igual a un grado megalítico. El marco debía ir ajustándose
hasta que el operador del péndulo confirmase que la parte superior y
la inferior estaban alineadas con la trayectoria de Venus.
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mucho más científico, dado que las cantidades pueden repetirse con
exactitud cuantas veces sea necesario. El uso de unidades de peso
aceptadas por todos significa que los tratos puedan hacerse entre luga-
res alejados entre si, porque ya no será necesario ver previamente la
mercancía para establecer su volumen.
En conclusión: teniendo el instrumento y usándolo correctamente el
hombre tenía en sus manos un gran poder. Su afán de superación le
impulsaba mejorar los métodos de medición; base imprescindible para
la construcción de grandes edificaciones pero ya fuera tomada como
referencia la medida del péndulo o el espacio de tiempo que duraba la
oscilación o cualquiera de las variantes imaginables y las modas y
necesidades de cada época el principio solo es uno.
La información es poder y es raro que sencillamente desaparezca.
Desde luego, el hecho de que las unidades megalíticas tengan una
relación casi perfecta con todas las unidades de medidas “modernas”
sugiere poderosamente que haya habido una continuidad de este co-
nocimiento a través del gran muro que se eleva entre la prehistoria y
la historia.
Y ahora que creo haber creado la duda razonable de que: el hombre
prehistórico culturalmente era algo más que un mono con habilidad
para encender fuego curtir pieles y enterrar a sus muertos. Si me lo
permites, continuaré con el relato donde me has interrumpido.
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Me humillo ante ti
Imploro tu clemencia divina
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Vestir a una casa era de alguna forma, tratarla como a un cuerpo vi-
viente o como a un arca portadora de influencia espiritual, y así lo
entendieron los habitantes de la ‘morada divina’ que cubrían las pare-
des con tejidos vaporosos y pendones bordados con símbolos sagra-
dos.
Unas enormes cuerdas teñidas de intensos colores y trenzadas con
elaboradas filigranas servían para asegurar el final de la torre que era
la estructura más delicada. Formaban lo que a nuestros ojos seria una
gigantesca lámpara de araña que pendía sobre las cabezas de los visi-
tantes los cientos de faroles y contrapesos que podía parecer que esta-
ban colocados al azar permitían el seguimiento preciso de estrellas y
planetas.
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—Se sientan en tierra con una corona de flores en la cabeza y los ex-
tranjeros se pasean por las calles y eligen a su gusto a una de aquellas
mujeres.
Van ceñidas por un cinturón de cuerdas que representa el pudor que
solo las retiene por un débil lazo y que un amor impetuoso debe rom-
per fácilmente. Así el sacrificio es sobremanera grato a la piedra
cuando el sacrificador en su arrebato amoroso rompe impetuosamente
todos los lazos que le hacen estorbo.
Finalmente cuando una mujer ha cumplido la obligación que la trajo
al templo, abandona al hombre extranjero, vuelve a su casa, y enton-
ces no sería posible seducirla con todo el dinero del mundo.
—En parte. De entre todas las niñas nacidas en la ciudad cada prima-
vera se elegían tres que destacaban por el conjunto de sus cualidades
eran convertidas en vestales (sacerdotisas) y educadas en todos los
campos del conocimiento durante seis años. Y era en ese sexto año
cuando las tres vestales se prestaban a los favores de extranjeros que
los sacerdotes seleccionaban también como no por unas cualidades
sobresalientes al resto de sus semejantes. Los hombres eran invitados
a conocer la ciudad y eran tratados de manera suntuosa se les permitía
disfrutar de la compañía de un harén de prostitutas de entre las que se
hacia sobresalir con luz propia a cada una de las tres vestales envuel-
tas en una nube de irresistible tentación.
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—¿? Es absurdo
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—Donde los espías sidonitas no tenían acceso era a los últimos pisos
de la gran torre una reducida comunidad residía permanentemente allí
y nadie entraba ni salía. Los alquimistas los sacerdotes la elite de los
pensadores eran los designados por la piedra para que su voluntad
fuese cumplida solo ellos poseían una compatibilidad al cien por cien
con la piedra, eran descendientes de los fundadores de la ciudad de
Al-Kaabilia los “Kaabolos”.
De ahí salían las órdenes que decidían cuando se abrían los graneros y
cuando se debían eliminar o retirar de la circulación los excedentes
que se producían de las miles de ofrendas. Tan mala es la hambruna
para una sociedad como la abundancia ilimitada. Ese era un pequeño
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LA KAABA
—No se; me recuerda al timo en que tienes que tienes que buscar diez
personas que te pagaran por entrar en la sociedad y cada uno de esos
diez buscar a diez más. Todo funciona asta que no queda nadie que
quiera entrar. Entonces miles de personas descubren que han perdido
su dinero.
—Barrios enteros
eran derruidos para
reordenar el terreno.
La cara externa de la
gran torre recibía re-
visiones de manteni-
miento constantes
para cambiar estructu-
ras básicas que se
degradaban conti-
nuamente. En las
afueras comenzaban a
crecer arrabales (ba-
rrios urbanos) que
gozaban de un alto
grado de independen-
cia pero siempre de-
pendientes de cada distrito.
Diariamente salían Caravanas en busca de suministros, algunas tenían
destinos tan lejanos que tardaban años en regresar.
Dos ríos, al este y al oeste de la ciudad abastecían rápida y constan-
temente de recursos a la ciudad un tercer rió de pequeño caudal espar-
cía sus aguas por el sur, no eran potables y las emanaciones de gases
y explosiones espontáneas que se producían por sus riberas no lo
hacían una zona segura.
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LA KAABA
La “Gente de la casa” que era como se hacían llamar, los más altos
mandatarios Kaabolos, no sabían que su subconsciente estaba contro-
lado por la piedra. Buscaban la manera de mejorar la comunicación
con la piedra, debían ampliar su poder conocer cual era su secreto.
La piedra necesitaba mejorar su comunicación con los humanos que
no eran conscientes
que estaban controla-
dos por ella. Iban a
ser las herramientas
que utilizaría para
cumplir su objetivo.
La parábola natural
que formaba el cráter
concentraba la ener-
gía, el agua también
era irradiada y distri-
buida entre la pobla-
ción pero si los
humanos no estaban
cerca de ella, esta no
podía acceder a su
mente. Estaba al lími-
te de su poder y este
no era suficiente para
sus propósitos.
— ¿Qué propósitos?
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—Si claro.
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con el resto de productos que producían los habitantes del pueblo que
había crecido al amparo de la piedra.
Ante la reticencia de los miles de ciudadanos a abandonar la ciudad
vertical los sacerdotes idearon una estrategia que ha perdurado hasta
nuestros días.
Con gran solemnidad se anuncio que alguien había cometido el peor
de los delitos posible en la ciudad. Alguien había engañado a los
guardianes de la piedra. Sin ningún escrúpulo había osado acceder al
dique que custodiaba la piedra tocándola con sus desnudas e impuras
manos. El castigo a semejante delito era la expulsión para siempre de
todos los hombres y mujeres del jardín que representaba la síntesis del
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gestionar la ciudad que se unía con el cielo para que siguiera crecien-
do. Culparon a los comerciantes que desoyeron sus consejos y nor-
mas. Dificultando la gestión de la ciudad comprando y vendiendo
bajo mano los productos que los Sidonitas necesitaban monopolizar
para someter a su criterio el funcionamiento de la sociedad.
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dor con cuatro anillos soldados en su base por los cuales pasarían dos
varas de madera.
También debían construir una cubierta de de oro fino que se adaptara
a las proporciones del contenedor con dos figuras aladas de oro la-
brado en los dos lados de la cubierta con las alas extendidas. Sin sa-
berlo estaban construyendo un condensador eléctrico. ¿Sabes lo que
es?
— ¿Una pila?
— ¿Bien y entonces...?
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—Cataluña.
— ¿Qué?
—Da igual.
— ¿Tanto se nota?
—Se nota que turistas no son. Del centro del que han salido podrían
ser policías o peor aun del servicio secreto… La gente como ustedes
se hacen pasar por turistas y acusa a los que son como yo de ser poco
patriotas. Ustedes tienen la culpa de los problemas que tenemos en
Israel.
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—Somos periodistas—.
Dijo Pilar alzando la voz.
—Periodistas… claro… ¿I
por que no lo han dicho?
Si quieren les puedo expli-
car lo que pasa en esta
ciudad y nadie se atreve a
decir.
***
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C
esar aprovechaba todos los minutos del día con intensidad. El
tiempo pasaba y quería conocer todo lo que le interesaba a
Esther por lo que pasaban muchas horas charlando fomentan-
do su “relación de amor odio”.
—Es posible que creas que los habitantes de estas tierras somos unos
ignorantes con respecto a lo que sucede fuera de nuestro estado. Leo y
me intereso por lo que sucede en España y no es eso precisamente lo
que tengo entendido. ¿Que me dices de los atentados?, ¿de los se-
cuestros de ETA? ¿Y de los independentistas catalanes que crean el
terror? ¿Acaso ellos no atentan contra un estado legalmente constitui-
do? Que haréis cuando dentro de 50 años haya mas musulmanes en
Andalucía que españoles, tal y como ha pasado en Kosovo, y estos
musulmanes pidan la independencia poniendo coches bomba, tirando
piedras y cócteles molotov..., que haréis? ¿Os vais a pintar las manos
de blanco?
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— ¿Podré llamarte?
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l salir el sol el grupo ya estaba reunido en el aula dos horas
después la clase estaba apunto de terminar.
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Como ejemplo del poder o reconocimiento que tenia ese dios has de
saber que Baal forma parte de numerosos nombres compuestos como.
Aníbal, Asdrúbal, Babel, Babilonia, Baltasar, Belcebú.
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—No lo puedo creer como puede ser que una sociedad que a perma-
necido en secreto durante tanto tiempo según tu. Ahora sale a la luz
desvelado sus secretos.
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todos los medios de poder de los que disponen actúan con su instinto
más básico que es atacar irracionalmente a quien consideran una
amenaza que pone en peligro no sus posesiones materiales o el mundo
de lujo en el que viven. Lo que en verdad no podrían soportar, es que
les fuese arrebatado el placer de mandar.
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— Esas piedras… ¿Pilar y Pipi poseen esas piedras que les va a ocu-
rrir?
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—Te daré la clave de una de las carpetas. Tienes que copiar la carpeta
“Notas” en el ordenador y cambiarle el nombre por “borg” la abres y
cuando pida la clave de acceso escribes “borg”. Simple…
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AHARONI אבןגדהז
אבןגדהז
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—Dudo que se puedan ganar la vida con eso. Las armas químicas
están obsoletas y su uso prohibido en la mayoría de países. ¿Realmen-
te crees rentable una industria que…? Bajo mi punto de vista en la
práctica el uso de armas bacteriológicas es poco menos que infantil.
Producir en un laboratorio un germen mortal y contagioso, es fácil;
pero tiene sus riesgos. Hay que dispersarlo mediante aerosoles que lo
hagan mortal en un 100%. Pero el más mínimo cambio de viento o la
más mínima nube pueden llevar el germen al otro extremo del
planeta.
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La primera regla
de este juego es
evitar que una
población se abas-
tezca de un solo
punto si un pueblo
se contamina por
un producto en
mal estado, agua,
leche, carne, será
inevitable que
todo el pueblo
enferme si el pro-
ducto tiene distin-
tos orígenes el
riesgo de que toda
la población en-
ferme al mismo
tiempo es minimi-
zado.
— ¿Y que pasa con las enfermedades que no tienen nada que ver con
las intoxicaciones alimenticias?
Veo que no acabas de abrirte a lo que te estoy contando y a todas las
ramificaciones a las que repercute. La segunda regla o un apéndice de
la primera seria que: La alimentación es el pilar mas importante de la
sociedad hasta el león mas fiero queda aletargado cuando esta bien
alimentado. Con el estomago lleno nadie hace rebeliones. Te he dado
dos cabos si vas tirando de ellos llegaras a comprender el porque los
países importan productos de los que ellos son productores mayorita-
rios. O porque países que tienen bolsas de pobreza que serian erradi-
cables a medio plazo, destinan parte de los fondos públicos a países
pobres para que los administren sus dirigentes que al igual que los
nuestros no ven el bienestar de su pueblo como una ventaja o necesi-
dad. Su máxima es:
“El poder no puede pactar”. Jamás debe pactar. El poder no está para
ser entendido, sino para ser respetado. Nunca aceptarían que “un po-
der que se entiende es un poder que se respeta”.
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— ¿Y?
— ¿Un chino?
—Es español
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—Se terminaron los días en que el judío era carne de todo buitre.
Si alguien viene a mí para resolver un conflicto con una piedra en la
mano, para romperme el cráneo, pues le dejo mostrando las tripas, sin
preguntarle edad, sexo, religión u origen. Vivimos en un mundo cruel,
repartido entre quienes están del lado de la boca del fusil, y quienes
están del lado del cargador.
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Hacia una hora que Cesar y el resto del grupo viajaban en una furgo-
neta de ocho plazas similar a la que utilizaron para salir del aeropuer-
to, escoltados por tres soldados.
Era evidente que los soldados que los custodiaban no se dirigían di-
rectamente al aeropuerto que estaba al este de la ciudad de Haifa.
Habían realizado un arco en su recorrido de forma que el aeropuerto
ahora quedaba al sur
Mirando a izquierda y derecha se podían diferenciar rápidamente las
viviendas de los colonos judíos de las austeras y precarias viviendas
palestinas.
Los hogares de los colonos tenían las persianas bajadas y la luz rebo-
saba por las pequeñas rendijas.
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A
riel vio acercarse el vehículo que estaba esperando debido a la
velocidad que llevaba iba dejando atrás una nube de polvo.
De un certero disparo reventó la rueda delantera cuando to-
maba una curva.
La furgoneta se estrello contra una vivienda atravesando parte de la
pared con el parachoques. Sin inmutarse Ariel continuo ablando.
—Supongo que quería sentirme libre por última vez. Cuando vi. Su
mirada sentí que me atraía, que lo necesitaba, pero al acercarme estu-
ve segura.
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—Debéis permanecer
aquí a la espera del men-
sajero, el se ocupara de
vosotras. A partir de aho-
ra ya podéis abrir los ojos.
Estaban solas en una sala
con paredes de piedra no
sabían como habían lle-
gado. Dos grandes ventanales dejaban entrar la luz tamizada por unas
celosías de intrincados polígonos estrellados. El interior estaba vesti-
do con alfombras y estores, varias palomas se paseaban libremente
mientras que un gato atigrado en apariencia adormiscado acomodado
en un cojín acechaba con su mirada un pichón que mostraba orgulloso
su pecho de un brillante verde esmeralda.
Tras contemplar la estancia sin cruzar ninguna palabra se sentaron
arrodilladas junto a una de las varias mesas bajas diseminadas todas
contenían algún libro o material de escritura Un anciano entró en la
habitación. Vestía una túnica blancuzca de algodón una larga y densa
barba los ojos pequeños y
los parpados apenas abier-
tos y un turbante que dobla
el volumen de su cabeza
—Salaam Alaikúm
—¿?
—¿?
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— ¿Buenos días?
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Los ángeles habitan el Paraíso y en los siete cielos. Son más devotos
que los seres humanos porque fueron creados antes que ellos con fa-
cultades mayores y más poderosas. Son más compasivos que los seres
humanos, porque son inocentes e incapaces de caer en errores o equi-
vocaciones. Nunca piden perdón para sí mismos, sino siempre por los
seres humanos. Esto nos muestra lo mucho que nosotros les importa-
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S
ergi y Francisco se habían reunido con Ángel en un restaurante
del centro comercial Diagonal Mar, eran las tres de la tarde y
por ser día laborable apenas había gente.
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parar, ofuscado por la gran distancia que ni siquiera sus alas le per-
mitían abarcar.
El Corán dice:
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Maalak hizo una pausa cuando las dos mujeres le miraron el les dijo.
— Estaré con vosotras sed constantes y no salgáis del camino.
Tras estas palabras Maalak se desvaneció convirtiéndose en humo.
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—Señor Cock
tengo que hablarle
Permítame un
instante. Dijo gri-
tando intentando
destacar por en-
cima del ruido del
rotor. Los dos
hombres se encon-
traron a mitad de
camino.
El helicóptero
liberado de su
pasajero despego y se alejo rápidamente.
El hombre de la carpeta mostraba con claridad que estaba lejos de
estar tranquilo sus esperanzas de ascender en su cargo se habían di-
suelto. Había fracasado en su trabajo y era insólito que se le hubiesen
permitido enmendar su error sin embargo hay estaba; ante uno de los
mas altos dirigentes de la organización.
Los nervios convirtieron su intento de sonrisa en una mueca balbu-
ceante.
—Tengo buenas noticias las dos mujeres Españolas que debía locali-
zar están bajo control. Tuvimos un error en… un incidente inespera-
do...
Sabemos que alguien les ayudo a desaparecer. Sin duda recibieron
ayuda profesional, como queda demostrado en el informe. En esta
carpeta tiene toda la documentación.
El alto ejecutivo cogió la carpeta pero no se movió del sitio a pesar de
que el hombre trajeado en ningún momento osó cortarle el paso eso le
dio el valor necesario para presentar su versión de los hechos, lo que
posiblemente le permitiría seguir en su puesto.
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—Es imposible que alguien pueda dañar a aquel a quién Dios ama y
ha elevado a un poder angelical—. Dijo el Ángel, y continuó.
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—Si, incluso ellos pueden entender. Una Piedra es inanimada para los
ojos humanos, pero es una creación viviente que alaba a Dios. ¿No
has oído de aquellos que escucharon a las piedras alabando a Dios, en
la presencia del Profeta y sus Compañeros santos?
—No.
El Ángel continuaba.
El ángel eternizó. (Son tan pocas las ocasiones en que a los Ángeles
se les permite dirigirse a los humanos)
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S
inlay esperaba su turno para intervenir en la videoconferencia
que se estaba celebrando. Aún le quedaban unos minutos para
repasar su discurso. La sociedad de la que formaba parte era
una elite que no estaba acostumbrada que nadie cuestionase las deci-
siones de sus componentes basadas en un conocimiento profundo de
los asuntos que gestionaban. Reuniones como esta pretendían unificar
criterios para mejorar la toma de decisiones. Decisiones que habi-
tualmente dependían del criterio de un solo individuo. Los tiempos
cambiaban y en la actualidad ni siquiera esa elite de pensadores era
capaz de tomar decisiones con un margen de error asumidle.
Los tiempos de intervención estaban programados, cada uno de los
participantes tenían asignado un tiempo de intervención que previa-
mente habían solicitado.
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— ¿Estamos en España?
— ¿Las dos?
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—Sergi espera tengo una llamada que puede ser importante— Ángel
puso a Sergi en espera parea atender la otra llamada
— ¿Ángel?
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— ¿Quee…?
— Las piedras sirven como localizadores pero con los medios de que
dispongo solo puedo ubicarlas en un radio de cincuenta o cien quiló-
metros.
***
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E l volumen de las voces que se oían cuando las puertas del as-
censor se abrieron dejaba bien claro que las dos internas que se
alojaban al final del pasillo volvían a la carga contra todo el
equipo de enfermeras. La directora del centro aligero el paso y sin
llamar a la puerta entró en la habitación.
Tres enfermeras y dos fornidos auxiliares hacían lo que podían para
calmar a Pilar y a Pipi. —Les aseguro que en un par de días recibirán
la alta médica—. Dijo una de las enfermeras.
Al entrar la directora se hizo un momento de silencio que aprovecho
para hablar.
—Sois unos falsos, estoy harta de vuestras promesas. Pipi estaba fue-
ra de si—. Pilar decidió escuchar lo que parecía una buena noticia.
— ¿Quiere decir que nos van a soltar? Nos han tenido demasiados
días retenidas sin necesidad. Pipi se calló y asintió a lo que decía su
amiga—. La directora hizo un gesto como si las palabras que havia
pronunciado Pilar le hicieran daño.
—No es justo les recuerdo que han estado varios días en coma. Su
periodo de observación ha durado el tiempo justo ni un día más.
Pipi volvió a la carga. — ¿Y por que no han permitido que vinieran
nuestros familiares?
—Lo siento pero cuando se reúnan con esa persona, seguramente po-
drá explicárselo. Nosotros solo podemos tomar decisiones respecto a
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—De hecho saldrán ustedes para hablar con el es una persona muy
ocupada y ha dispuesto un coche para que las venga a buscar.
—De acuerdo a todo, haremos lo que sea con tal de salir de aquí.
La directora mostró una sonrisa de alivio cuando vio que en un breve
plazo de tiempo podía verse libre de dos de las pacientes mas conflic-
tivas que nunca havia tenido.
—Que se jodan—. Dijo Pipi—. Por fin iban a poder salir de su encie-
rro.
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—Pues no.
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Durante todo el recorrido apenas comentaron nada mas cada una pen-
saba en sus cosas y se limitaban a mirarse con complicidad.
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Calella 27 de mayo.
No hace falta conocer el peligro para tener miedo;
de hecho, los peligros desconocidos
son los que inspiran más temor.
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Tras el breve saludo Isaac hizo un gesto indicándoles una carpa acon-
dicionada como chiringuito en la playa, el sol brillaba y el aire era
mínimo. Cuando llegaron una pareja que eran los únicos clientes en
aquel momento se levantaban de su mesa dejando el importe de sus
consumiciones en un plato.
Isaac seguía sintiendo contradicciones. No se sentía a gusto con las
órdenes que havia recibido, en poco menos de un año su manera de
—En primer lugar quiero que sepan que lamento lo que les sucedió en
Tel Aviv se esta investigando lo ocurrido es probable que reciban
una compensación económica.
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—Nos dio a entender que saldríamos del país sin mas problemas y
que difícilmente volveríamos a entrar lo cual me parece cierto, ni que
me regalen el palacio de la opera pensamos volver.
— ¿Y usted Pipi?
—No
—Es una posibilidad—. A los ojos de Pipi Isaac perdía encanto por
momentos y no parecía tan inteligente.
—Si hay que aprender que sea con los mejores—. Dijo Pilar.
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— ¿Quien es usted?
—Bien Veo que avanzamos rápidamente ese es uno de los puntos que
me interesaría aclarar. ¿Quien mas esta interesado en su seguridad?
—Les indicare las cosas que se y ustedes otras que puede que también
sepa, pero considero que seria interesante conocer su versión.
Como supondrán el que nos encontremos en este lugar precisamente
no es casualidad. Estoy al corriente del incidente que tuvieron en su
apartamento a apenas trescientos metros de este lugar.
¿Como conocieron a Joan Junqueras su guarda espaldas? Supondré
que es un amigo de la familia. Su otro invitado Sara una arqueóloga
que era la principal colaboradora del prestigioso arqueólogo doctor
Telonios. Curiosamente a las tres horas de su ingreso en el hospital
San Juan de Calella en cuidados intensivos con un edema pulmonar
muy grave, desapareció. El policía que la custodiaba a través de un
cristal, aseguro que estaba inconsciente y conectada, a una maraña de
tubos cables y todo tipo de aparatos. Estaba en compañía de médicos
y enfermeras y de repente… ¡desapareció! No deja de ser curioso.
Pero sigamos…
Tras pasar la noche en el hotel Bernat II el resto de ustedes, seis en
total salieron de madrugada en dirección a Tel Aviv. Los informes
que he obtenido indican que a pesar de sus nulos conocimientos como
guardaespaldas obtuvieron un nivel aceptable de aprendizaje. Tam-
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— ¿Por celos…? ¿Me quieres hacer creer que casi matan a ocho per-
sonas por que a ese hijo de puta le habían puesto los cuernos?
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ergi estaba en su casa había perdido su trabajo. Cuando llamo
para pedir unos días mas de excelencia simplemente le dijeron
que no hacia falta que volviera. No pareció importarle en ese
mismo momento estaba luchando contra un grupo de mercenarios que
lo estaban acorralando en la pantalla de su ordenador. no conseguía
integrarse en el juego su cabeza estaba ocupada pensando en su rela-
ción con Pipi en el lugar que ocupaba en su vida y los sentimientos
del uno por el otro. Estaba empezando a sentirse mal de verdad.
La televisión emitía un pitido agudo en el limite de la capacidad de su
oído, apenas era audible aunque si que tenia la capacidad de ponerlo
muy nervioso. Hacia frió sin embargo la ventana estaba abierta de par
en par. Su rendimiento estaba bajo mínimos. puede que por ese mis-
mo motivo no se fijase en los tres hombres que llevaban horas obser-
vándole desde la terraza de enfrente.
El teléfono sonó. Sergi desorientado contesto apenas consciente.
— ¿Diga?
—Si, estoy en Calella con Pilar nos han tenido retenidas en una clíni-
ca, pero ya nos han soltado estamos bien…
Sergi sintió que se le aceleraba el pulso fue durante una fracción de
segundo enseguida se recupero. Algo en el había cambiado Parecía
que se hubiese salido de un estado de sopor en el que hubiese estado
durante años.
— ¿Que te pasa no dices nada—? Ahora que sabia que Pipi estaba
bien empezó a pensar en el.
—En un par de horas estaré en casa. Tengo tantas ganas de que vol-
vamos a estar juntos.
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—Chen,
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lguien estaba llamando la puerta de entrada del laboratorio.
Un muchacho de rasgos orientales de aspecto tímido y de
mirada inteligente asomo la cabeza tras abrir la puerta.
— ¿Decepcionado?
— ¡No! para nada, estoy deseando acabar mis estudios para empezar
a investigar—. Dijo Jean—Michael intentando ocultar su falta de
acento francés.
— Hoy podrás ver hasta donde puedes llegar en unos años. A partir
de mañana empezaras desde el escalón mas humilde, depende de ti y
de tus logros alcanzar lo que te propones Lo importante es la persona,
el equipo mas sofisticado no te servirá de nada en tu trabajo si no sa-
bes lo que estas buscando.
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— ¿Si?
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—Aquí esta “DROP”. Kurtis se extraño al ver las breves reseñas que
figuraban en el papel.
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Acerco para acariciar al perro que comenzó a mover el rabo con entu-
siasmo sus orejas no tuvieron tanta suerte ya que el intento de levan-
tarlas quedo reducido a un leve pénduleo.
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—No te ofendas pero esas muestras valen más dinero del que ganarías
en los próximos diez años. Se debe considerar que todo material bio-
lógico y químico es peligroso, en consecuencia, infórmate antes de
usarlo, siempre debes manipularlo protegido y debes desechar los
residuos sin exponer a los demás.
— ¿Y no tiene color?
—No, los típicos colores fluorescentes en los que estas pensando, solo
sirven en el cine. En laboratorios de baja seguridad se utilizan etique-
tas con un código que indica al personal de laboratorio el tipo de ma-
terial con el que están trabajando.
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—Si.
— ¿Que?
Kurtis pensó que no debía tomarle el pelo. Quizás dentro de diez años
ese niñato fuese capaz de haber desarrollado una brillante carrera, si
ella no lo frustraba antes de comenzarla.
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inlay aparco su vehículo y camino asta un puesto de control de
visitantes.
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UMBRELLA comparte la
idea de un mundo global
en el que sus hijos puedan
formarse sanos y felices
en donde cada día que
pase se respete mas el
medioambiente.
UMBRELLA es cons-
ciente de los problemas
humanitarios que com-
porta la distribución in-
discriminada de armas
químicas y biológicas por
parte de empresas que no
garantizan sus productos.
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ASEGURANDO
SU MODO DE VIDA.
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UMBRELLA UN MUNDO
DE SERVICIOS
Estos son algunos de los productos genéricos con
los que trabajamos. Sus propiedades se adaptan a las necesidades
comunes de nuestros clientes. A un precio que pasara desapercibido
en sus presupuestos por muy ajustados que estos sean.
—Ébola.
—Cólera.
—Encefalitis equina.
—Fiebre del Rift Valley.
—Fiebre de Lassa.
—Virus de Marburgo.
—Fiebre hemorrágica del Con-
go.
—Súper Germen. (Novedad di-
recto de nuestra factoría Rusa)
EN OFERTA*
—Plaga neumónica.
—Clostridium Perfringens.
—Gas mostaza (Por descatalogación. Pague 1 y llevese 3)
— Sarin iraquí.
— Bomba bacteriológica, "Clear Visión"
*(Asta fin de existencias)
WWWWWW..XXAANNAADDUUPPAARRAADDIISSEE..UUSS
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S
inlay Sabia a donde había venido, el laboratorio que visitaba
solo era una rama de una compleja red de empresas que forma-
ban un mundo donde los conceptos, legal, ético, moral, queda-
ban difuminados ante otros como rentabilidad, control, élite.
No estaba asombrado por lo que acababa de leer.
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—Muchas gracias Señor Ingelheim ahora debo irme tengo otros com-
promisos.
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P ilar y Pipi estaban con Ángel y Tobías era la primera vez que
se veían pero ninguno se sintió extraño.
—No la última vez que hable con Francisco fue antes del accidente.
—Lo encontraremos puede que aún os este buscando o que ahora sea
él el que esta retenido—. Pilar no comento que Francisco la havia
hablado por teléfono para cortar su relación. Se limito escuetamente a
decir. —A llegado el momento en que el tomamos caminos separa-
dos. Nos volveremos a ver. Pero; ya no seremos los mismos.
—No, dio por seguro que alguien nos había ayudado y que le menti-
ríamos si preguntaba por el. Nos dio su número de teléfono.
—Hablare con el
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—Son más que sueños; de hecho siento como si existiera otra reali-
dad—. Sentencio Pilar.
—Vuestra vida nunca más va a ser normal. Mucha gente esta pen-
diente de vosotras. Pueden esperar días o meses incluso años son muy
pacientes y si no obtienen lo que quieren no serán compasivos.
Al final deberéis dar el paso, luego otro y otro mas. Cualquier deci-
sión que toméis os conducirá de una manera u otra a vuestro destino.
—Es posible que después de todo tengamos una misión—. Digo Pi-
lar.
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—Ven a mi casa ya sabes que hay espacio suficiente para las dos.
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—El director las esta esperando por favor colóquense estas acredita-
ciones en lugar visible—. Pipi y Pilar se colocaron sus acreditaciones
de asistentas sociales y accedieron a una sala redonda alicatada hasta
el techo con pequeñas baldosas blancas. Pilar pensó que de haberse
despertado allí mismo, hubiese jurado estar en uno de los pabellones
del Hospital de San Pablo de Barcelona. Un Hombre alto, de pelo
canoso y alborotado con pajarita se acerco a Pilar y Pipi con las ma-
nos dentro de los bolsillos de su bata blanca
— ¿Como estamos? Dijo a Pipi dándole la mano con una amplia son-
risa que mostraba una dentadura de tonos ocre.
¿Como estamos—? Se dirigió a Pilar de forma idéntica, esta le devol-
vió la sonrisa y añadió en tono profesional.
—Esperamos que usted nos pueda facilitar información para saber que
planes puede tener o que ayuden a localizarle–. Añadió Pipi.
— ¿? No le entiendo.
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—Señoras espero que esto les ayude créanme que no me gustaría que
una mente como la del señor Chen acabara de nuevo encerrada en este
centro.
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Periodo de internamiento:
2 años en la institución para su
tratamiento de genocida.
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— ¿Nos vamos?
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Control de
Residentes y
Asociaciones
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I saac abrió su correo al ver los distintos e-mails que tenia atrasados
selecciono el primero de los que había recibido. Con un gesto de
desagrado introdujo su clave personal El documento se abrió sin
más preámbulos.
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El correo le dejo mal sabor de boca podía parecer que no acatar sus
responsabilidades era una especie de traición para con los suyos.
Había tomado decisiones que no le permitían deponer su actitud.
Decidió abrir el siguiente e-mail que se presentaba menos conflictivo:
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rre? ¿Qué tienen de malo una ciudad y una torre? ¿Acaso se opo-
ne a que el hombre se agrupe? ¿Prefiere que el hombre sea nóma-
da en pequeños grupos? ¿Por que? Dios no da explicaciones de sus
actos, y si él no quiere darlas, ¿como se van a atrever los creyen-
tes a pedírselas?
¿Es posible que alguien pueda imaginar que los hombres hayan te-
nido alguna vez una sola lengua y unas mismas palabras?
¿Qué tiene de malo que el pueblo fuera uno? ¿Acaso no es mejor y
más eficiente un pueblo unido, que uno enfrentado o disperso?
¿Qué tiene de malo que usaran un mismo lenguaje? ¿Qué tuvo de
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malo que empezaran una obra que ese dios sabía de antemano que
no podrían realizar? Entiendo que ese Dios tras advertirles que no
era posible lo que pretendían, y viéndoles empeñados como niños
en una tarea inalcanzable hubiese sonreído ante sus pretensiones,
evidentemente no como una risa de mofa, pero sí con el espíritu
divertido de quien ve a sus hijos pequeños empeñados en algo
irrealizable, pero que comprende que necesitan aprender por sí
solos, de su propia experiencia, probar sus propias fuerzas. No,
nunca hubieran llegado a realizar la torre que pretendían, pero si
hubieran aprendido mucho en la construcción de la gran torre.
Hubieran aprendido infinidad de técnicas y como resolver los pro-
blemas de la construcción que pretendían. ¿Qué tenía de malo?
¿Que mayor castigo a la arrogancia de sus hijos que dejarles
construir la gran torre para que descubrieran por si mismos lo
inútil de su esfuerzo por alcanzar la grandeza infinita del reino de
los cielos?
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niendo siempre como implemento para sus logros algo llamado fe.
Mas tarde Los “escritores” pensaban más bien en crear un meca-
nismo, o mejor dicho un engranaje que encajara en la compleja
máquina de la sociedad para hacerla funcionar más eficientemen-
te.
mas tarde nuevos escritores conocidos como los apóstoles, anali-
zaron las fallas de la sociedad y escribieron un manual anexo al
primero que siendo disfrazado por una historia sobre alguien lla-
mado Jesús, ocultaría subliminalmente la llave para una mejor ca-
lidad de vida basándose simplemente en humildad, sencillez,
honestidad, armonía y esperanza.
El núcleo del cristianismo es el sermón de la Montaña, en el que el
protagonista de esta doctrina (un gran pedagogo y moralista)
muestra la extraña pureza y dulzura de su modo de pensar y de
sus sentimientos.
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Sin embargo nadie pudo darme las respuestas que salí a buscar al
inicio del viaje:
-¿Como pudo dios haber creado el mundo sin ninguna materia pri-
ma?
Hubert.
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— ¿Diga?
—Esperaba su llamada
—Lo lamento por usted, no soy una persona interesante. Dudo que
saber algo de mi, le aporte nada positivo.
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—Lo hare. Sin embargo no le importara que un día de estos nos re-
unamos. Seguro que encontraremos un tema común del que podamos
charlar.
—Ángel.
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—Ustedes son los directores por voluntad propia nadie les ha pedido
que estéis aquí—. Dijo Ángel replicando a la queja de Sinlay de las
dificultades que tenia para llevar a cabo su trabajo. Sinlay le rebato.
—Eso fue hace miles de años Ahora estamos preparados para tomar
nuestras propias decisiones—. Dijo Ángel que intentaba alterar el
temple de Sinlay con la esperanza de que hablase espontáneamente y
revelase alguna información que le fuese útil.
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—Mira estos patos. Pueden ser más grandes o pequeños ser de colores
diferentes pero cada uno de ellos representa un mismo concepto que
los hace ser iguales. A pesar de lo que alberguen en su interior. El
hombre al igual que ellos independientemente de su educación no
puede renunciar a su naturaleza.
— ¿Me toma por idiota? Sus métodos dejan mucho que desear. Sin
ustedes las cosas serian distintas de eso no tengo ninguna duda, pero
dudo que lo hiciésemos peor.
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Mientras Ángel decía estas palabras pensó en que el tampoco era dife-
rente ya que el éxito en su trabajo también consentía en recibir mu-
cho a cambio de poco.
¿Lo habría conseguido o estaba fracasando?
***
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***
Libro Segundo.
Agartha.
NNoo rreecchhaacceess ppoorr ppeerreezzaa ee iiggnnoorraanncciiaa aaqquueelllloo qquuee
ssee ttee ffaacciilliittaa ppaarraa aayyuuddaarrttee eenn eell ccaam miinnoo..
CCuuaannddoo llaa vviiddaa,, ssuuppeerrffiicciiee ssoobbrree ssuuppeerrffiicciiee,, eessttáá
ccuubbiieerrttaa ppoorr uunnaa ccoossttrraa ddee eexxppeerriieenncciiaa,, ssaabbeem mooss
ttooddoo,, eell sseeccrreettoo,, eell ppooddeerr yy llaa gglloorriiaa,, ppoorr qquuéé
hheemmooss nnaacciiddoo,, ppoorr qquuéé eessttaam mooss m muurriieennddoo,, yy qquuee
ttooddoo ppooddrrííaa hhaabbeerr ssiiddoo ddiissttiinnttoo..
SSoom mooss ssaabbiiooss.. P Peerroo llaa mmaayyoorr ssaabbiidduurrííaa,, eenn eessee
mmoom meennttoo,, ccoonnssiissttee eenn ssaabbeerr qquuee lloo hheem mooss ssaabbiiddoo
ddeemmaassiiaaddoo ttaarrddee.. C Coom mpprreennddeem mooss ttooddoo ccuuaannddoo yyaa
nnoo hhaayy nnaaddaa qquuee ccoom mpprreennddeerr..
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—A partir de ahora vais a tener que renunciar a más cosas de las que
pensáis. Este es un camino sin retorno.
—No pienso entrar—. Dijo Pilar que a pesar de que havia decidido
venir no estaba convencida.
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—Hablareis con personas que vienen de muy lejos solo para conoce-
ros y ayudaros a que alcancéis vuestro destino.
Es posible que durante vuestra estancia iniciéis amistad con las perso-
nas que conviven con vosotras. Es importante que no comentéis nada
que tenga relación con vuestras vidas. No debéis comentar vuestras
experiencias anteriores a la entrada a la Cueva con nadie,
La entrada estaba situada tras una verja que en apariencia servia como
almacén de material de los encargados de la limpieza del parque
Tobías introdujo una llave en el candado y abrió la puerta
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los pocos segundos una cabina metálica emergió del suelo Tobías
abrió la puerta indicando a Pilar y Pipi que entraran al interior.
— Bien A partir de aquí continuáis solas no tengáis miedo no os pasa-
ra nada.
Tras cerrar la puerta Tobías utilizo de nuevo su agenda la cabina se
sumergió sin dejar rastro salio de la sala cerro la puerta y se dirigió al
emisor de la agenda Estoy fuera—. Se escucho un siseo de aire a pre-
sión que provenía del interior de la sala.
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C
uando la puerta se abrió Pilar y Pipi
descubrieron una sala semicircular
semejante a la recepción de un hospi-
tal. Seis personas estaban esperándoles.
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— ¿Un año aquí? ¿Metidos bajo tierra sin ver la luz del Sol?
—Al fondo del pasillo hay una sala de lectura y de ocio podréis escu-
char música jugar a juegos de mesa y lo mas importante podréis acce-
der a las bases de datos que necesitareis para completar vuestra for-
mación.
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A
media tarde Pilar y Pipi se reunieron con los que serian sus
compañeros en los próximos días.
Pipi abrió la nevera que resulto estar despojada de “bebidas”
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—Es nuestro trabajo, el precio que hay que pagar por hacer lo que te
gusta. Cuando llevéis unos días veréis que no es tan duro como pare-
ce.
No es que no se pueda salir solo que si se pretende que los laborato-
rios Dexter sean un lugar seguro y secreto
no podemos estar entrando y saliendo con-
tinuamente.
Como sabéis Estamos debajo de un parque.
Por la noche los accesos principales están
cerrados entonces podéis salir y pasear.
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—Te encantas con todo esta gente son una secta solo quieren engan-
charte y sacarte el jugo
— Soy así. Siempre lo he sido… Recuerdo que tenía unos diez años,
quería coleccionar un semanario que publicaba las obras maestras de
la literatura en historietas. Mi padre trató de escurrir el bulto. No por
tacañería, quizá desconfiase de los tebeos, “El objetivo de esta revis-
ta”, sentencié entonces, citando el lema de la serie, “consiste básica-
mente en educar entreteniendo.” — Mi padre, sin levantar la vista del
periódico, dijo: “El objetivo de tu revista es el mismo del de todas las
revistas, vender lo más posible.”
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—De niña siempre fui rebelde cuando cumplí veinte años, siendo
consciente de mi incredulidad me sentía incomoda entre la multitud
de los que “creían”. Sentía que se equivocaban, así que decidí no
cuestionarlo todo, creer de puertas para afuera como quien se toma
una aspirina. Daño no hace, y uno mejora.
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El salón no era excesivamente grande pero más que suficiente para las
doce personas que se habían reunido. Tras un chasquido, la voz del
anfitrión se escucho por megafonía.
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No me cabe la menor duda de que uno de los mayores retos a los que
nos enfrentamos es encontrar el modo de satisfacer la necesidad de
agua de los 8.000 millones de personas a los que llegara el planeta en
el 2025 sabemos que en la actualidad el índice de agua disponible
percápita es inferior a la demanda para satisfacer las necesidades ali-
mentaría, industriales y domesticas mundiales.
Un cuarenta por ciento de todos los alimentos que se cultivan en el
planeta procede de una porción relativamente pequeña de tierra que
recibe agua de riego, solo un dieciocho por ciento de las tierras de
cultivo son de regadío, pero ese dieciocho por ciento nos proporciona
el cuarenta por ciento de los alimentos—. Un nuevo orador tomo la
palabra.
—La buena gestión del agua siempre nos ha creado constantes con-
flictos de difícil solución, aunque el problema del agua difícilmente
desemboque en una guerra.
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—En la cuenca del Nilo, Egipto utiliza la inmensa mayoría del agua,
y Etiopia, que la proporciona en su mayor parte, apenas la aprovecha.
Sin embargo cada vez que Etiopía intenta iniciar algún tipo de apro-
vechamiento, Egipto amenaza con considerarlo como un acto de gue-
rra debido a la importancia del Nilo para su seguridad. No hay tratado
que incluya a Etiopía en esa cuenca. Y hasta que no haya un reparto
más equitativo del agua, creo que seguiremos presenciando hambru-
nas en Etiopia. No habrá una guerra por el agua en la cuenca del Nilo.
No tiene sentido. Sin embargo, se producirán consecuencias humanas
que serán tan graves como las consecuencias de la guerra.
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Uno de los logros de los últimos años ha ocurrido aquí y es por eso
que lo celebramos en estas tierras como reconocimiento a su valor
ejemplarizarte.
Sudáfrica tiene hoy una de las políticas hídricas más avanzadas del
mundo, y merece la pena echar un vistazo a lo que hace este país. Su
situación es única. El Gobierno actual se creó en 1994. Cuando cayó
el régimen del apartheid y llegó al poder el Congreso Nacional Afri-
cano (CNA), Tuvimos la oportunidad de rescribir la Constitución,
hacer borrón y cuenta nueva con los acontecimientos del pasado, así
como desarrollar nuevas leyes y políticas en muchas áreas, y el agua
fue una de ellas. El nuevo Gobierno sudafricano aprobó en 1998 la
ley del agua más avanzada del mundo. Dicha ley establece una "re-
serva de agua" que consta de dos partes. La primera se destina a satis-
facer las necesidades básicas de todos los sudafricanos. Cuando el
Congreso Nacional Africano y Nelson Mandela llegaron al poder,
había en el país 14 millones de sudafricanos sin agua potable. Desde
entonces, la cifra se ha reducido a la mitad y sigue reduciéndose.
La ley establece que deben satisfacerse las necesidades básicas de
todos los sudafricanos; es un derecho consagrado por la Constitución.
En segundo lugar, se establece lo mismo para los ecosistemas. Esta
segunda parte de la reserva se destina a proporcionar a los ecosiste-
mas al menos la cantidad mínima de agua que necesitan para su salud
y funcionamiento.
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“El problema del agua tiene mas que ver con la mala gestión de los
recursos que con la escasez”.
—Ya sabe los problemas de agenda son así. Mañana debo estar en
Ciudad del Cabo, y partir hacia Hong Kong para ultimar los detalles
con el laboratorio que nos proporcionara la versión beta del a320.
Necesito que me confirme que esta preparado para cumplir con su
responsabilidad.
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—Buenos días soy Esteban ¿habéis dormido bien—? Pipi que era la
que tenía el teléfono contesto.
—De acuerdo.
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S
inlay
tenía un
largo
camino de
vuelta. Mien-
tras volaba
desde Durban
con destino a
Londres deci-
dió entretener-
se escribiendo
a su protegido
el pequeño
Huvert.
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U
na hora más tarde Pilar y Pipi ya habían desayunado seguían
a Esteban en una visita guiada del complejo. En la mayoría de
las salas se veían personas frente a ordenadores, grupos que
debatían o que estaban pendientes de las palabras de algún orador.
Entraron en una sala que tenia dispuestas una docena de sillas frente a
una pantalla de proyecciones Esteban se sentó frente a una mesa en la
que havia un ordenador portátil conectado a un proyector. Pilar y Pipi
se sentaron en las dos sillas mas próximas a Esteban.
—Los laboratorios Dexter, nombre por el que solo unos pocos cono-
cen estas instalaciones en el exterior, están bajo la protección econó-
mica de entidades solventes y de particulares que aprecian nuestro
trabajo. Gente concienciada que ostentan algún tipo de poder y que en
su día pensaron ¿Cómo puedo yo solo cambiar las cosas? Ellos apor-
tan con su dinero la alternativa a todos aquellos que están dispuestos a
crear otras opciones. Todas las personas que habéis conocido no es-
tamos en nomina somos “voluntarios”–. Las Pipis y Esteban entraron
en lo que parecía una sala de reuniones para no más de ocho personas,
y se acomodaron.
—Lo que yo digo son una secta —. El comentario de Pipi apenas fue
un susurro.
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—Lo se, por eso espero que comprenderás mejor lo que voy a expli-
caros a ti y a Pipi. El objeto de vuestra estancia en esta cueva” — Dijo
Esteban.
—Me parece un poco radical. Pero no creo que perdamos nada por
intentarlo— Dijo Pipi.
Dios puso las nubes en el cielo, para que el hombre siempre tuviera
las respuestas a todas sus preguntas. Solo debemos aprender a in-
terpretar su significado.
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Discierne con cuidado las opiniones de los demás, buenas o malas. No las
admitas fácilmente, ni las rechaces precipitadamente.
Los mismos hombres son los que atraen sus desgracias por propia voluntad
y libre elección.
No te creas más sabio que otro, con ello sólo probarás que eres menos sabio.
Solo se obtiene la felicidad al estar de acuerdo con uno mismo.
El silencio es la primera piedra del Templo de la sabiduría.
Antes de actuar medita lo que es más conveniente hacer.
Haz germinar el Alma por la razón y el conocimiento
Es mejor instruir a los hombres en vez de engañarlos.
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C
ada hombre tiene un mundo en su interior. El hombre indivi-
dual privado de su desarrollo en sociedad no se diferencia de
cualquier otro animal su inteligencia y todas sus cualidades
que lo definen solo le proporcionaran la posibilidad de sobrevivir a su
entorno reproducirse y morir de manera inevitable.
El hombre social es un punto y seguido hacia la aproximación a la
verdadera naturaleza y sentido de la humanidad.
Existen multitud de asociaciones, la más básica seria la reproductiva o
la caza en grupo. Otra asociación más propia del hombre que se re-
monta a la más remota prehistoria es la combinación de fuerza e inte-
ligencia. Al llegar la vejez, la perdida de fuerza en el hombre primiti-
vo era compensada por la experiencia de la que carecían los fuertes y
jóvenes cazadores. Los conocimientos de hierbas medicinales pozos
de agua desconocidos por las nuevas generaciones y las respuestas a
las preguntas existenciales más básicas estaban en manos de los an-
cianos. Su inteligencia aseguraba la porción de alimento y poder dia-
rio.
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—No sabes lo que dices. La educación que reciben hoy los niños es
mucho mejor que la de hace décadas—. Argumento Pilar.
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Otros métodos como, por ejemplo, la discusión son más útiles para
interesar al alumnado o favorecer tareas cognitivas destinadas a la
creación de ciudadanos de alto nivel.
El hábito de concentración e interés por la explicación está poco des-
arrollado entre los estudiantes, lo que suele ocurrir entre los de estra-
tos sociales bajos. En esos casos en los que el profesor no renuncia
por convicción o por impositivos sociales se ve forzado a cumplir su
función como transmisor de conocimientos, pero tiene dificultades
para controlar a los alumnos, recurre a otros recursos, mucho más
efectivos para "situaciones difíciles", como el dictado de apuntes.
Cuando la cantidad de conocimiento que el profesor va a transmitir es
reducida, bien sea porque el título que se obtiene tiene escaso valor en
el mercado, o en el caso de la enseñanza obligatoria habitualmente
entre los de estratos sociales bajos, cuando los profesores no confían
en las posibilidades de los estudiantes, debido a las escasas expectati-
vas y posibilidades de los alumnos de adaptarse al método, el desarro-
llo de las clases, predomina la realización de actividades pedagógicas
que sirvan a la vez para mantener el orden en la clase.
Es evidente que lo que determina los conocimientos a transmitir no
dependen tanto de la vocación y deseos de formar al alumno por parte
del educador sino de su capacidad para reprimir y coaccionar con el
fin de polarizar la conducta de los estudiantes,
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— ¿Sois católicas?
—Me considero atea. Pienso que las religiones son gigantescos an-
damiajes destinados a mantener embaucadas a las gentes y a obtener
una ventaja social. Su pongo que mi punto de vista es un pensamien-
to común.
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—No deberías pensar que tus ideas son compartidas por el común de
la sociedad—. Dijo Esteban.
—Es una realidad que han fallado los recursos culturales. El sistema
educativo, los medios de comunicación. Lo que la sociedad permite
que se filtre principalmente son apariencias y confusión. Nunca han
permitido que el hombre de a pie pudiera distinguir la ciencia real de
la burda imitación.
Son muchas las ocasiones en que a la ciencia se le han presentado
evidencias que modificarían las líneas de investigación establecidas y
simplemente se ignoran o como poco se catalogan como irrelevantes
para seguir las investigaciones que no produzcan alteraciones de la
verdad establecida.
Miradlo de esta forma.
La esencia que vértebra el conocimiento que tenía que ser enseñado
se ha perdido, solo ha perdurado el rito.
La naturaleza egoísta del hombre ha preferido dedicar su esfuerzo a
su enriquecimiento personal en detrimento de sus semejantes. La
humanidad lleva miles de años retrocediendo y perdiendo claridad en
todo lo esencial para la vida humana.
—Yo creo que sin embargo las religiones están en auge. Las iglesias
cada vez están más llenas—. Dijo Pipi.
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Sin conocimiento interno, sin ver la luz interior que nos vértebra, to-
das nuestras acciones son ciegas y estériles.
—Ahora supongo que nos dirás que vosotros sois los custodios de esa
sabiduría que según parece ha perdido la humanidad—. Dijo Pipi.
—No, pero vosotras sois las presuntas elegidas para acceder a el.
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La imbecilidad pasiva
Las personas poseedoras de una inteligencia y unas cualidades privi-
legiadas tras acceder a planes de comportamiento y educación de
elite ocupan los puestos clave en la sociedad.
Estas personas viven muy por encima de las clases trabajadoras con
estudios doctos.
El poder del que disponen les hace posible acceder a cualquier bien u
objeto de consumo con solo desearlo.
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Tres agencias de
noticias difunden
diariamente quince
millones de pala-
bras; las restantes
quince mil agencias,
no alcanzan los tres
millones de palabras.
Los cinco países con
derecho a veto en la
ONU, además de ser
los vencedores de la
segunda guerra
mundial, controlan el
ochenta por ciento
del mercado mundial
de armas.
Se debería ser más escéptico con lo que ofrece la cultura popular.
Cuando la información no es adecuadamente transmitida muchos de
los conceptos que quedan mal entendidos, la seudo información se
apresura a explicarlos sin el rigor adecuado. Es Peligroso y temera-
rio que el ciudadano medio mantenga su ignorancia sobre el calen-
tamiento global, la reducción del ozono, la contaminación del aire,
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La Desinformación es una
herramienta muy útil se
fomenta la ausencia de
critica y de iniciativa por
parte de los periodistas y
“cabezas pensantes”
Nuestros políticos crean
pantallas con las que diri-
gen nuestra atención en la
dirección que mas les con-
viene apelan a la solidari-
dad a los derechos huma-
nos a la seguridad mundial,
a los problemas que existen
fuera de nuestras fronteras
que tienen prioridad moral
frente los males menores
que sufre nuestra sociedad
del bienestar. En principio
el objetivo de la guerra es
mantener a la sociedad al
borde de la hambruna ya
que cuando las personas no
tienen asegurada su nutri-
ción diaria ya no aspiran a
nutrir su mente.
No se trata de ganar las
guerras contra el opresor
de turno sino de que estas
sean constantes. La guerra
la hace el propio dirigente
contra sus propios sujetos y
su objetivo no es la victoria
sino mantener la propia
estructura social intacta
Ahora ya lo sabes pero
tranquilo…
Chen.
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La luz de la luna era suficiente para no tener que adivinar donde po-
nían sus pies. Rubí havia salido con ellas para seguir con su forma-
ción estaban paseando en una explanada circular, del perímetro ex-
terior nacían varios escalones a modo de terrazas. Durante el día la
apariencia era la de un gran circo en medio del bosque. Por la noche
el parque cerraba sus puertas y un discreto sistema de vigilancia im-
pedía el acceso de intrusos y de de miradas indiscretas desde el exte-
rior del parque.
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—Desde luego solo aproximada, por que la distancia real del sol a la
estrella más próxima en este universo a escala “pedestre” no seria de
45 kilómetros sino de 45.000 kilómetros.
Como veis el hombre se pierde cuando debe dar un simple salto de
una estrella a su vecina. Por que; estaréis de acuerdo conmigo, que
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—Hasta mañana…
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— ¿Lo entiendes?
—No.
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Cada Egregor creado tiene una frecuencia que marca un compás que
sirve de guía a los individuos y los grupos que lo produjeron para
reproducirlo de acuerdo al patrón marcado.
Los hay que originados hace milenios aún pululan en ritos y generan
un poder muy notorio en la vida actual, determinando los aspectos
sociales, políticos, culturales, de las distintas naciones.
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—No puedo dejar de estar confusa—. Dijo Pilar mientras rotaba len-
tamente su pequeña piedra en su mano. —Durante toda mi vida e
observado como las religiones solo sirven para controlar a la gente en
el nombre del Espíritu Santo, de “Dios”. Ahora vosotros me dais a
entender que las personas creamos un sinfín de espíritus como Ánge-
les que se alimentan de nuestro pensamiento creando esa especie de
conciencia colectiva que llamáis Egregor. ¿Que debo creer? Cuantos
más datos obtengo que me permiten justificar mi rechazo a toda
creencia religiosa, mas me acerco a la evidencia de que existen
otros… ¿mundos?
—Hay que asumir que existen preguntas a las que nuestra ciencia
oficializada no puede dar respuesta en algunos casos solo tenemos
datos fragmentados. Deducimos la relación de unos con otros pero sin
una base en la que apoyarse, cualquier intento de crear una ley o teo-
ría que les de explicación se desmorona.
Existen “fenómenos y misterios” que no se someten a las teorías o
argumentos científicos que nos proporcionarían una explicación ra-
cional.
El hecho de que no podamos explicar esos “fenómenos y misterios”
no presupone que no sean reales.
La Pseudociencia, es mas fácil de inventar que la ciencia, por que hay
una mayor disposición a evitar confrontaciones perturbadoras con la
realidad que no permiten controlar el resultado de la comparación.
Los niveles de argumentación, las pruebas por los que pasa, son mu-
cho mas relajados.
A partir de una verdad inexplicable se construye un muro del que sa-
len infinitas mentiras argumentadas claro que en el proceso es im-
prescindible el uso de parches que resuelven lo que la ciencia no pue-
de explicar. El poder divino es la materia prima imprescindible para la
confección de estos parches que poseen cualidades elásticas inimagi-
nables, y su uso no requiere conocimientos previos.
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S
i te aferras a tus
creencias per-
sonales Jamás
comprenderás ni lo
necios que son tus
dogmas ni que existen
verdades y órdenes de
la realidad más eleva-
dos que se te escapan
completamente.
—Ejercéis vuestro poder Sobre todos los que están en vuestro entorno
y castigáis a quien no sigue vuestra doctrina o se aparta de vuestra
verdad.
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—Que te den...
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—¿?
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—Podría enseñarles a
hacer grúas puentes
molinos de viento o
norias— Añadio Pipi.
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P
ilar había salido a disfrutar de la noche y respirar, estaba sola
Pipi había pedido permiso para hablar con Sergi por teléfono.
Llevaban dos semanas en Agartha, Pilar sabia que Pipi quería
salir de la cueva en la que
estaba. No perdía la ilusión
de que tal vez Sergi
recapacitase y volviesen a
estar juntos de nuevo. Todo
en la mente de Pilar estaba
cambiado, desde por la ma-
ñana había estado esperando
que llegase la noche para
poder pasear por el parque
para aclararse las ideas.
Estaba intranquila.
El parque, presentaba un
aspecto tétrico. Las ramas de
los árboles se entrelazaban
formando figuras siniestras.
Iluminada por la luz de la
luna. Pilar se dirigido hacia
una de la media docena de
esculturas de morfología
ovoide que habían dispersas
en las inmediaciones del
bosque que rodeaba la
explanada. Se quedo quieta
observando la figura
pensando...
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LA KAABA
inspiraba confianza.
***
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LA KAABA
—Ustedes sólo desean saber para llegar a ser libres, pero es mucho
más lo que todavía deben aprender para lograr la libertad espiritual. El
progreso de la gran mayoría es a paso lento, caminando casi sin avan-
zar. Se han olvidado de donde vienen y no se preocupan hacia donde
van, sólo les interesa vivir el presente. Lo que ustedes pueden apren-
der aquí es comparable a estas hojas que tengo en mis manos, lo que
deben aprender, es comparable a todas las hojas de este bosque.
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***
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C
uando Pilar Y Pipi acabaron de desayunar fueron al encuentro
de Tarík que ya las estaba esperando.
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L
as pipis escuchaban con atención las pala-
bras de Tarik.
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—Tendrá que ser muy intensa porque en los últimos meses el Top 10
para ser la experiencia mas intensa ha subido y mucho.
***
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— ¿Quieres decir
que los datos que
procesáis están al
alcance de la gen-
te?
—Por supuesto
que no. El acceso
a la “Red” a la
que me refiero
esta restringida de
hecho es incom-
patible con el sis-
tema estándar de
procesado de in-
formación. Los
operadores lógicos han sido desarrollados para que funcionen con
procesadores binarios pero utilizan códigos sexagesimales. La capa-
cidad de proc….
—Perdona. Lo que pasa es que si estoy mucho rato mirando una pan-
talla acabo por verla borrosa.
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LA KAABA
—De acuerdo.
-El hombre llegara a ser como el uno, le dotare de juicio del bien y
del mal.
Replico Elohím
-Nosotros lo habitaremos.
Pregunto Elohím.
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Suplicaron ellos.
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Goled fue dotado con el mayor de los poderes; la facultad del habla,
y la escritura. Los Ángeles le concedieron el permiso para adecuarlas
a la capacidad de sus alumnos. Goled dotado de la sabiduría masculi-
na de sus creadores adquirió parte de la sabiduría femenina de la que
estaban dotados sus alumnos. Enseñó a los hombres el arte de cons-
truir ciudades, y promulgó las leyes que el hombre debía escribir.
Reveló el conocimiento del zodiaco y el curso de los planetas; enseñó
a los hombres que debían adorar a Elohím, que debían ayunar, que
debían rezar, que debían dar limosnas, ofrendas votivas y diezmos.
Reprobó los alimentos abominables y la ebriedad, e instituyó festiva-
les para sacrificios al Sol, en cada uno de los signos zodiacales.
Goled fundó la ciudad justa de Sión en un mundo pecaminoso.
El y los habitantes de toda la ciudad se esfumaron de la superficie de
la Tierra desapareció junto con el conocimiento del que fue dotado.
365 años después de su “Nacimiento”. Justo antes del Gran Diluvio.
Dejaron a Matusalén y su familia (incluido Noé) para que las gentes
justas siguieran poblando la Tierra.
Los discípulos de Goled hicieron voto de celibato y llevaban vida de
anacoretas, según el ejemplo de su maestro.
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“Verdaderamente”
Es un hombre de verdad y un profeta.
Le elevamos a un alto puesto.
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que después de tres rotaciones completas del planeta Venus una mari-
posa depositase sus huevos en el único arbusto que había crecido en la
isla y que esos huevos “novecientos cuarenta exactamente” nunca
llegaron a eclosionar por que se quedaron fritos del calor que hizo esa
primavera. No es una manera eficaz de
transmitir acontecimientos cronológi-
cos. Los detalles se pierden se modifican
y se añaden con el fin de que al final el
concepto la esencia que se ha de trans-
mitir perdure en el tiempo.
***
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—Reinas o ¿prisioneras? A
esta hora seguro que estarán
dando un culebrón. Si tuvié-
semos una tele seria el paraíso.
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— ¿Quieres una?
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H
isham estaba cumpliendo el precepto mas importante que en
vida podía realizar un musulmán viajar a la ciudad de Meca.
No sabía como interpretar lo que le había pasado. Nació en
Kandahat al sur de Afganistán en 1979 ¿o fue en el 1980? No tenía la
certeza ni nadie a quien consultar. Nunca conoció sus padres ni supo
que fue de ellos creció al amparo de distintos clanes. Cuando cumplió
los diez años fue testigo de cómo el ejército soviético se retiraba de su
país, Hisham lo considero una señal, también el debía partir. Durante
los siguientes 10 años se educo como pudo ayudado por una aventa-
jada inteligencia y su interés por el conocimiento años después estu-
diaría por su cuenta electrónica industrial, y cualquier disciplina que a
su modo de ver le permitiese mejorar como persona. Vivió en Pakis-
tán, Irán, Siria, y por fin llego a España en un barco que transportaba
soja. El día que desembarco en el puerto de Barcelona decidió que sus
días de marinero habían acabado y simplemente ya no volvió al barco.
Los dos primeros años no fueron precisamente amables, un día le ase-
guraron que había un lugar donde ofrecían trabajo preferentemente a
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ros en la mezquita.
El imam recitaba con una entonación especial. Aunque no dominaba
el árabe, Hisham sintió toda la dulzura de esa lengua y la belleza in-
comparable del Divino Discurso. Después realizar la segunda de las
cinco oraciones que todo musulmán esta obligado a hacer cada día, se
quedó un rato en la mezquita citando los nombres de Dios. Mientras
repetía las letanías, su corazón sintió la proximidad de una situación
muchas veces imaginada. Dentro de poco iba a visitar la Casa
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Oh Dios mío
He aceptado Tu Orden, y he veni-
do para obedecerte.
Tuyas son las alabanzas.
He aceptado Tu Orden y he veni-
do para obedecerte.
Tuyas son las bendiciones.
He aceptado Tu Orden y he veni-
do para obedecerte.
Tuya es la soberanía.
He aceptado Tu Orden y he veni-
do para obedecerte.
Nada puede ser asociado contigo.
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La sharika lak...Labbaik...
Allahumma labbaik...
Imnalhamda...
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Wanniamatta...
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Allahumma labbaik...
Allahumma...
Allahumma...
Allahumma...
Imnalhamda wanniamatta…
Sonido que se pierde entre los demás, notas de una sola melodía...
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De nuevo contracción
junto a la Puerta Do-
rada y, más adelante,
muecas de la más baja
naturaleza, sonidos
animales que caen al suelo pisoteados en medio de la súplica. Otra
vez se expande el espacio y Hisham está ahora tocando las piedras de
la Kaaba. Un peregrino sudoroso vuelve su rostro envuelto en llanto:
deja delante de sus ojos los sillares desnudos. Hisham bajó los párpa-
dos y, al tocar la piedra con los labios, sintió que su conciencia se
proyectaba hacia el infinito, atravesando cielos poblados de galaxias
innumerables. Millones de puntos luminosos en una oscura interiori-
dad. Fue cuestión de una fracción de segundo, un tiempo impondera-
ble en el que su alma abandonó su natural encarnación para volar libre
de cualquier contingencia. Momento irrepetible, al abrir los ojos se
encontró frente a un material veteado de minúsculos reflejos metáli-
cos. Las piedras exhalaban un denso perfume, ungidas como estaban
desde la antigüedad. Detrás del muro, nada. Tal es la forma en que
Allah quiere ser adorado, Solo, sin asociado, Único, sin forma, sin
objeto, sin rostro. Hisham estaba casi tocando la esquina del Sur. Pu-
do ver la piedra yemenita, en la que se adivinan grafismos intraduci-
bles, fragmentos incisos de una escritura desvanecida. Manos de dis-
tintas tonalidades acariciaban sin cesar su superficie.
Allahumma...
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Allí acababan todos sus estados, frente a la puerta cerrada que guarda
un espacio vacío de todo menos de Allah. Sintió que la Kaaba era
como su corazón, un espacio interior donde se acaban las palabras,
donde a veces resuena la Verdad. Órgano que escucha la Recitación y
sede de su Conciencia y de su anhelo. Allí le pidió Hisham a su Señor
los favores que más necesitaba. Expresó, sin hablar, los más puros
deseos y allí se conoció a sí mismo como nunca antes lo había hecho.
Allí desveló el secreto y comprendió la inmensa Sabiduría de Su
Mandato. Allí van los creyentes para saber ya para siempre que Allah
no está ni aquí ni allá, que no reside en este o aquel lugar, que el final
del viaje está en el interior, y que nace del corazón de los que Le ado-
ran y suplican sinceramente.
Hisham completó el Tawaf (vueltas rituales alrededor de la Kaaba) y
se dirigió al Maqam de Ibrahim, (lugar donde quedaron marcadas las
huellas de los pies del profeta Abraham) donde los que acaban las
vueltas se detienen a posternarse dos veces.
Era difícil ocupar un espacio en medio de la corriente, pero en ese
momento se escuchó el Adhán de Isha (ultima de las cinco oraciones
del día) por todos los rincones. La llamada se extendió entre la multi-
tud como si fuese un bálsamo y el movimiento se fue deteniendo poco
a poco. Hisham se encontró de pronto formando parte de una de las
filas circulares, alineado con otros peregrinos que se ya se disponían
para hacer los rakaa (Cada una de las secuencias completas de la ora-
ción, de pie, inclinado, posternado y sentado). La solemne sensación
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—Eres listo no es seguro dormir en las jaimas además huele muy mal
y no hubieses podido reposar. El hotel es mejor, sus habitaciones son
celebres por tener las mejores vistas a la gran mezquita. Puede que
sepa lo que estas buscando tu eres un mayyed (Musulmán que cumple
los ritos de su religión sin tener una verdadera fe) no te ofendas pero
el Ajj (Peregrinación a la meca) no es para ti. ¿Quieres un poco de té?
Lo estaba preparando cuando te vi —. Hisham reparo en la guantera
del coche y en una especie de fogón de alcohol que tenía instalado.
No se si será correcto pensó Hisham pero decidió aceptar y asintió.
El taxista redujo la velocidad del coche para dejar pasar un grupo re-
zagado de unas trescientas personas que ocupaban todo el ancho de la
carretera en dirección a Mina.
Una pregunta que no se atrevía a formular a ninguno de los peregrinos
que había conocido estaba torturando la mente de Hisham, tras armar-
se de valor interrumpió los insultos que salían de la boca de Mah-
moud para que los peregrinos abriesen un pasillo por el que poder
circular.
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—Se alguna cosa, pero quería saber que es lo que sabes tú.
—Seguro que tú sabes más que mi—. Dijo dibujando en su rostro una
expresión divertida que pretendía aparentar a un ser ignorante
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—Estoy seguro. pero piensa que todo es diferente y todo es uno Nun-
ca nada es como parece—.
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—Pertenezco una secta chií, los Gulât, nosotros creemos que los que
pertenecemos a esta sociedad somos luces aprisionadas en formas
humanas y condenadas a ciclos de reencarnación, de los cuales solo
pueden escapar los que son elegidos. En cada época hay una pareja de
seres divinos que permanecen ocultos ignorantes de su divinidad. Es
nuestro deber como creyente reconocer esos seres y escapar del ciclo
de la reencarnación. Nosotros como otros muchos somos conservado-
res de conocimientos y dedicamos la vida a preservarlos, de la in-
fluencia de todo aquello que pudiese corromperlos.
Hisham emprendió el
camino al hotel absorto
en sus pensamientos por
lo que no vio como
Mahmoud a distancia le
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Tuvo que hacerle las preguntas de múltiples maneras para que enten-
diese que le quería expresar. Mahmud contestó que la hipótesis que
barajan es que la piedra negra almacena datos de todo lo que sucede
alrededor de la misma. Mahmud pensaba que en el pasado había una
tecnología superior a la actual y aunque no consiguieron entenderse
Hisham entendió que existía un mensaje científico que se oculta en el
Corán. Mahmud añadió que la Piedra Negra es un ingenio tecnológico
no perteneciente a la Tierra.
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A Lucifer, por lo tanto, le corresponden las facultades humanas, los sentidos, la sensibilidad e
incluso la psique y los sueños. Luciferismo es todo cuanto nos concierne como cuerpo.
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الكعبة
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—La verdad es que muy poco existen multitud de leyendas sobre una
piedra de extraordinarios poderes que han llegado a occidente. Todas
ellas tienen un denominador común parten de una historia real, son
ambiguas, contradictorias y rebosan de parches y adaptaciones suce-
sivas. Historias que tomadas al pie de la letra se convierten en fantasí-
as y que son imposibles de tomar como algo más que un entreteni-
miento supongo que conoces la Kaaba.
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llegada de las 7 vueltas rituales que han de dar en torno del templo.
Como los ángeles lo hacen al rededor de El Trono de Dios.
La piedra negra es la insinuación de la Majestad, la percepción de un
vacío que colma al peregrino, la sede de la intuición del Uno.
Alojada en la esquina oriental de la Kaaba a un metro y medio del
suelo muestra una superficie de 30 cm. de diámetro.
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—Viniendo de ti seguro.
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as, tanto de los caballeros y nobles como del pueblo llano, donde eran
aceptados plenamente.
En el mundo de opresión, injusticias y sufrimientos de la baja Edad
Media, su atractiva filosofía liberadora pronto se propagó a casi toda
Europa, lo que preocupó seriamente al poder en Roma.
La fe católica se aseguraba el mantenimiento de sus dogmas por me-
dio de el miedo y la eliminación de todo aquello que no se sometiera a
su control o amenazase con hacer perder un a porción de su poder. Si
a esto unimos el que los cataros dieran a conocer algunas de sus más
profundas creencias, como la de que Lucifer, el portador de luz era un
ser benefactor para el hombre, tenemos los motivos por los que el
papa Inocencio III los declaró secta herética.
Así, en enero de
1208 comienza la
cruzada albigense,
el asedio y genoci-
dio de los más im-
portantes enclaves
cataros. Para ello el
Papa contó con el
apoyo militar del
rey de Francia,
Enrique IV. La
resistencia cátara
fue cayendo ciudad
tras ciudad a lo largo de más de 40 años. En uno de los saqueos se
calcula que en un sólo día fueron pasados a cuchillo y quemados más
de siete mil almas entre hombres, mujeres, niños y ancianos. Cuando
uno de los cruzados le preguntó al Sumo Pontífice como distinguirían
a los herejes de los cristianos, éste respondió: "
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vive un eremita que le puede iniciar en los secretos del Grial. Este le
conduce a una segunda cueva cercana donde le muestra el "altar sin
cubrir, en cuyo centro se encuentra un cofre".
Exactamente en el Sabarthez existe una cueva, que desde tiempos
cátaros se le llama Fontanet y exactamente a escasos metros de ella
otra cueva llamada del Eremita, que alberga el altar donde la tradición
asegura que era mostrada “la Piedra Grial” el “Sol Oscuro” en las
iniciaciones cátaras y templarías del más alto nivel. Dicha Piedra es-
taba contenida en un cofre que se colocaba en una oquedad de la cue-
va que aun puede ser observada hoy en día.
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unos días. Quizás sólo querían supervisar los objetos que Rahn había
descubierto en sus anteriores expediciones, a la espera de mejores
condiciones para su traslado a Alemania. Recuerda que Alemania
invadiría Francia tres años más tarde.
El 13 de marzo de 1939, Otto Rahn muere practicando la endura una
especie de suicidio cátaro. O puede que no pero eso carece de impor-
tancia.
Ante la impaciencia nazi por encontrar el Grial se llegó a la conclu-
sión de que las expediciones anteriores habían buscado en el sitio
equivocado. El tesoro debería estar escondido en un lugar más inacce-
sible, así que se organizo otra expedición a Montsegur.
Aplicando un criterio estrictamente militar, el jefe de la expedición
siguió en línea recta la trayectoria de huida que habrían realizado los
cuatro cátaros que escaparon de Montsegur con el tesoro. A varios
kilómetros de allí, en una oscura gruta cercana a la montaña sagrada
de Tabor, supuestamente hallaron el tesoro. Según Buechner, estaba
compuesto de miles de monedas de oro de la época romana y poste-
rior. También existían multitud de reliquias sagradas, algunas proce-
dentes posiblemente del tesoro de Salomón, como un enorme cande-
labro de siete brazos y varias arcas de madera en muy mal estado re-
cubiertas de oro. Además, entre las reliquias se encontraban doce pie-
dras con caracteres extraños que los expertos no supieron descifrar y
una misteriosa copa plateada con una base de esmeralda. La copa es-
taba rodeada por tres tiras de oro y contenía inscripciones parecidas a
las de las piedras.
El tesoro cátaro fue trasladado a la torre de Merkers (Alemania),
mientras que la Copa Grial fue custodiada y enterrada en los alrede-
dores del castillo de Wewelsburg, la catedral esotérica de las SS.
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—Te contare la historia tal cual es, saca al final tus propias conclu-
siones.
— ¿Por qué?
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— ¿Espías nazis? ¿Judíos que querían evitar que Hitler obtuviese ese
Grial? No lo sé...
— ¿Y qué contó?
—Creo que más que una copa, Himmler buscaba datos, datos acerca
de si el Santo Grial, más que un objeto..., era un linaje.
— ¿Qué linaje?
— Sospechaban que más que un objeto santo (San Greal), era una
sangre real (Sang Real): la sangre davídica de Jesucristo
— Ja, ja, como en la novela. Supongo que ellos no leyeron “El código
da vinci”. ¿También creían que Jesús tuvo descendencia?
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—Le dijo a Himmler: "¿Cómo podían ser Esaú judío y Jacob ario... si
eran gemelos?"
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—Te recuerdo que la democracia existe desde hace mas de dos mil
años.
— ¿Propaganda?
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La gaita y la lira
Si el patriotismo fuera la ternura afectiva, sería el mejor de los amores
humanos. Los hombres superarían en patriotismo a las plantas, que les ganan
en apego a la tierra.
No puede ser llamado patriotismo lo primero que en nuestro espíritu descu-
brimos a mano, ya que eso sería tan sólo una elemental infiltración en lo
telúrico.
El patriotismo tiene que ser, para que alcance la mejor calidad, aquello que
esté íntegramente en el otro extremo, lo más difícil; lo más depurado de
gangas terrenas; lo más agudo y limpio de contornos; lo más invariable. Es
decir, tiene que clavar sus puntales, no en lo sensible, sino en lo intelectual.
Bien está que bebamos el vino dulce de la gaita, pero sin entregarle nuestros
secretos. Todo lo que es sensorial dura poco. Miles y miles de primaveras se
han marchitado, y aún dos y dos siguen sumando cuatro, como desde el origen
de la creación.
No plantemos nuestros amores esenciales en el césped que ha visto marchitar
tantas primaveras; tendámoslos como líneas sin peso y sin volumen, hacia el
ámbito eterno donde cantan los números su canción exacta.
La canción que mide la lira, es rica en empresas porque es sabia en números.
Así pues, no veamos en la patria el arroyo y el césped, la canción y la gaita;
veamos un destino, una empresa. La patria es aquello que, en el mundo, con-
figuró una empresa colectiva. Sin empresa no hay patria; sin la presencia de
la fe en un destino común, todo se disuelve en comarcas nativas, en sabores y
colores locales. Calla la lira y suena la gaita. Ya no hay razón si no es, por
ejemplo, de subordinada condición económica para que cada valle siga unido
al vecino.
Enmudecen los números de los imperios geometría y arquitecturas para que
silben su llamada los genios de la disgregación, que se esconden bajo los
hongos de cada aldea.”
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—¿?
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idea del bien o la perfección, que se percibe con dificultad; pero una
vez percibida no puede menos que sacar la consecuencia de que ella
es la causa primera de todo lo que hay de bello y de bueno en el uni-
verso.”
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Agartha. 29 de agosto.
No es raro encontrarse con ladrones que predican contra el
robo para que los demás no les hagan la competencia.
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C
hen había aportado otro artículo al blog en el que participaba.
Sus ideas serian leídas y redistribuidas por la red de forma
exponencial. El número de visitas del blog era considerable,
de eso daba testimonio el contador de visitas. Ángel intentaba dar con
el paradero de Chen sin demasiado éxito.
EL FALSO TERROR
En el año70 A.C. Roma era todavía una República, la cual ponía lí-
mites muy estrictos a lo que sus gobernantes podían o hacer y mas
importante aún a aquello que no podían hacer. Pero Crassus no tenía
ninguna intención de soportar tales límites a su poder personal.
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Navegar lejos era la última cosa que Crassus quería que Espartaco
hiciera. Él necesitaba a un enemigo conveniente con el cual podría
aterrorizar a la propia Roma, para su ganancia política personal. Así
que Crassus sobornó la flota mercenaria, para que partiera sin Espar-
taco y su grupo, luego posicionó dos legiones romanas de tal manera
que Espartaco no tuvo otra opción que marchar sobre Roma.
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Las escuelas dependientes del estado jamás incluirán esto, ya que los
gobiernos confían rutinariamente en estos engaños para vender sus
planes de futuro a un público rebelde. Los romanos aceptaron a los
Emperadores y los alemanes aceptaron a Hitler no porque ellos qui-
sieran, sino por la elaborada creación de una ilusión de amenaza real
que parecía no dejar ninguna otra opción.
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Pearl Harbor fuese el primer paso obligatorio del Japón si quería ob-
tener los recursos que necesitaba para extender su imperio.
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La fotografía de Fikret
Alic que mira fijamente
a través de un cerco de
alambres de púas, fue
usada para "demostrar"
la existencia en estos
días, de "Campos de
Concentración". Se
hicieron todas las posi-
bles asociaciones con
los horrores Nazis, para vender la necesidad de enviar más tropas nor-
teamericanas. Pero cuando los periodistas
Alemanes fueron a Trnopolje, el sitio del supuesto Campo de Concen-
tración para filmar un documental, descubrieron que la fotografía ¡era
una falsificación! El campamento Trnopolje no era un campo de con-
centración pero si un centro de refugiados, ni estaba rodeado de alam-
bre de púas. El examen cuidadoso de la fotografía original reveló que
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Una vez más, una vez mas las mentes de gigante bobo habían sido
moldeadas a conveniencia del poder para que apoyaran acciones que
de otra forma no podrían haber estado de acuerdo.
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Así, que aquí estamos hoy. Como los romanos del tiempo de Crassus
y Cicerón, o los alemanes bajo un recientemente elegido Hitler, esta-
mos siendo advertidos que un enemigo peligroso nos amenaza, impla-
cable, invisible, omnipresente, e invulnerable mientras que los go-
biernos estén atados de manos por leyes absurdas que protege los de-
rechos civiles y en la que se acomodan con total impunidad asesinos
terroristas genocidas y un sinfín de enemigos de la democracia.
Ya han aparecido artículos que debaten si "medidas extraordinarias"
es decir la tortura no se justificarían totalmente bajo ciertas circuns-
tancias como estas, que pretenden enfrentamos ahora. Como fue el
caso en Roma y Alemania, el gobierno continúa suplicándole al pú-
blico por una expansión de su poder y autoridad, "para manejar la
crisis".
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Chen
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—Me parece que yo también haré lo mismo. Será mejor que esta no-
che guardes tu piedra en su estuche, creo que dormirás mejor—. Le
aconsejo Osei.
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— ¿Que propiedades?
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Domingo intervino.
—Te repito que desde hace miles de años se viene utilizando el Aya-
huasca sin problemas. Su principal alcaloide es la telepatina, llamado
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—No es una sustancia que produzca dependencia. Sus efectos son los
contrarios de los de una droga de evasión como la cocaína o la heroí-
na. Los efectos "a posteriori" son beneficiosos a todas luces, Solo
sentirás unos ligeros trastornos en el estomago… se parece a una se-
sión muy intensa de psicoterapia mas bien auto-terapia, en el que te
enfrentas a tus defectos, miedos y auto-engaños, pero de los que sacas
una lección positiva. Por lo tanto no se trata de evadirse de los pro-
blemas, si no de afrontarlos. Las personas que consumen de forma
habitual ayahuasca presentan un estado mental mas saludable en
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—Si te parece hoy no hagas nada almuerza y dedica el día a estar re-
lajada si mañana estas preparada será el gran día.
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—No corres ningún riesgo—. Dijo Xeti Domingo entro con un pe-
queño estuche y se lo entrego a Elvira, ya estaban todos presentes.
—Si claro.
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— ¿Lo estoy?
— ¿Como estas?
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Lo único que Pilar que tenía en mente era darse una ducha y dormir.
Se sentía agotada... y con una sensación de ansiedad y preocupación
por como desarrollaría una labor que a todas luces parecía inabarcable
para una sola persona. Una sensación que le seguiría por casi toda la
semana y que seria reemplazada a continuación por una de paz y
tranquilidad mucho más duradera.
***
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U
na semana, antes Pipi havia deci-
dió abandonar los laboratorios
Dexter Xeti tras escuchar sus ar-
gumentos no intento que continuara en el
centro. El objetivo de su estancia era de-
terminar cual de las dos Pipis era la mas
idónea para ser la elegida como guardián
de la piedra. Puesto que estaba preparada
Xeti le pidió a Pípi que antes irse se so-
metiese a la prueba de la ayahuasca La
experiencia debía ser intima. Pilar no de-
bía tener referencias de en que consistía la
experiencia asi que Pipi fue trasladada a
una sección alejada donde no hubiesen
posibilidades de encontrarse con su amiga.
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—Voy a hablarte de una obra que navega por los mares insondables
del misterio y que es enigmática donde las haya.
Los Kaabolos somos los descendientes de los que han sido custodios
anónimos, de la más antigua de las Sabidurías del hombre. Los agen-
tes del orden en el mundo, ya han empezado una feroz persecución en
nuestra contra. Su única intención en la actualidad es exterminarnos y
acabar con lo que representamos en este mundo.
El tema que expongo hoy requiere más que nunca esa atención extra
que a veces te pedimos que nos dediques
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Pero el poder mundial, oculta por todos los medios, su propia identi-
dad así como sus auténticos propósitos. En consecuencia, podemos
afirmar que ni la dirección ni el sentido de la historia en los que
hemos sido adoctrinados desde niños se ajustan a la realidad. No obs-
tante, en esta deformada versión de la realidad en que vivimos es en
donde el Sistema que domina el mundo fundamenta la justificación de
todas sus actuaciones: me refiero al mito de la “democracia”.
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Seré clara hasta donde pueda. Se que me comprenderá pues solo ac-
cederá a esta carta si lleva visiblemente plasmado el Signo del Origen.
Comenzaré por informarle que soy portadora de un Secreto inmemo-
rial. Ahora no importa que los Golen me asesinen pues el objetivo de
mi Estrategia está cumplido. Conseguí distraerlos tras mis pasos,
mientras mi fiel compañera llevaba a cabo su misión viajando en
busca de la piedra madre, para transportar hasta allí el arca de la que
nunca debió salir ya que su presencia producía una epidemia de éxta-
sis y muerte cuando era expuesta a la población. Yo partí enseguida,
en sentido contrario, con la consigna de cubrir la misión de mi com-
pañera desviando sobre mí la persecución de los Golen. La Sabiduría
Angélica me ayudó, aunque nada podría hacer al final contra el poder
de sus diabólicas drogas, una de las cuales me fue suministrada
hábilmente en uno de mis viajes.
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Diré, en cambio, algo sobre las formas generales con que las misiones
fueron impuestas a los pueblos nativos.
No es difícil distinguir esas formas e, inclusive, intuir sus significa-
dos, si se observan los hechos con la ayuda del siguiente par de prin-
cipios.
En primer lugar, hay que advertir que los grupos de Atlantes desem-
barcados en los continentes después del “Hundimiento de la Atlánti-
da” no eran meros sobrevivientes de una catástrofe natural, algo así
como simples náufragos, sino hombres procedentes de una guerra
espantosa y total. El hundimiento de la Atlántida es, en rigor de la
verdad, sólo una consecuencia, el final de una etapa en el desarrollo
de un conflicto, de una Guerra Esencial que comenzó mucho antes, en
el “Origen” un lugar extraterreno del espíritu humano, y que aún no
ha concluido.
Aquellos hombres, actuaban regidos por las leyes de la guerra. No
efectuaban ningún movimiento que pusiese en peligro la Estrategia de
la Guerra Esencial.
La Guerra Esencial es un enfrentamiento de Dioses, un conflicto que
comenzó en el Cielo y luego se extendió a la Tierra, involucrando a
los hombres en su curso. No te confundas no era una guerra que se
adapte al concepto humano era algo intelectual dialéctico mas pare-
cido a una lucha de poder político para imponer un criterio.
En la Atlántida sólo se libró una batalla de la Guerra Esencial; y en el
marco de las fuerzas enfrentadas, los grupos de Atlantes, el blanco y
el moreno, habían intervenido como planificadores o estrategas de su
bando respectivo. Ellos no habían sido ni los jefes ni los combatientes
directos en la Batalla de la Atlántida: en la guerra moderna sus fun-
ciones serían las propias de los “analistas de Estado Mayor”; disponí-
an de un instrumento temible: el cerebro humano especializado hasta
el extremo de sus posibilidades en una lucha que se desarrollaba en su
medio nativo el mundo de la materia.
En resumen: cuando se produce el desembarco continental, una fase
de la Guerra Esencial ha terminado: los jefes se han retirado a sus
puestos de comando y los combatientes directos, que han sobrevivido
al aniquilamiento mutuo, padecen suertes diversas. Algunos intentan
reagruparse y avanzar hacia una vanguardia que ya no existe, otros
creen haber sido abandonados en el frente de batalla, otros huyen en
desorden, otros acaban por extraviarse o terminan olvidando la Guerra
Esencial. Empleando el lenguaje con que los Atlantes blancos habla-
ban a los pueblos continentales.
“Los Dioses habían dejado de manifestarse a los hombres porque los
hombres habían fallado una vez más.
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Puede que sea incierto pero es algo que ya nunca podré verificar.
Unos cuarenta mil años antes, los Dioses Liberadores, que por enton-
ces gobernaban la Atlántida, habían encomendado a los Atlantes
blancos la Raza de “Ka”. Una misión inicial, un encargo cuyo cum-
plimiento demostraría su valor y les abriría las puertas de la Sabidu-
ría: debían expandirse por todo el mundo y vencer al animal hombre,
al homínido primitivo de la Tierra”. Ya que su intregacion con las
fuerzas de la naturaleza no les hacia aspirar a equipararse a los dioses
del mundo espiritual. Los hombres de Ka cumplieron con eficiencia
su tarea. Fueron recompensados por los Dioses Liberadores con el
Magisterio de la Piedra y reconocidos como Guardianes de la Sabi-
duría Lítica.
Cuando digo que “pertenecían a una casta de Constructores Guerre-
ros”, ha de entenderse “Constructores en Piedra”, “Guerreros Sabios
en la Sabiduría Lítica”. Y esta aclaración es importante
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porque en su Ciencia sólo se trabajaba con piedra, vale decir, tanto las
herramientas, como los materiales de su Ciencia, consistían en piedra
pura, con exclusión explícita de los metales.
“Los metales, explicarían luego a los iberos, representaban a las Po-
tencias de la Materia y debían ser cuidadosamente evitados o manipu-
lados con mucha cautela”. Al transmitir la idea de que la esencia del
metal era demoníaca, los Atlantes blancos La raza de Ka buscaban
evidentemente infundir un tabú en los pueblos aliados; tabú que, por
lo menos en caso del hierro, se mantuvo durante varios miles de años.
Inversamente los Atlantes morenos, sin dudas por su particular rela-
ción con las Potencias de la Materia, estimulaban a los pueblos que
les eran adictos a practicar la metalurgia y la orfebrería, sin restriccio-
nes hacia ningún metal. Y éste es el segundo principio que hay que
tener presente, los Atlantes blancos encomendaron a los iberos que
los habían apoyado en las construcciones megalíticas una misión que
puede resumirse en la siguiente forma: proteger las construcciones
megalíticas, conservar el secreto de las proporciones a si como los
ideogramas e iconos que albergaban las sagradas estructuras que eran
la base del conocimiento que se les havia legado y mantenerse a la
defensiva contra los aliados de los Atlantes morenos. Estos últimos,
por su parte, propusieron a los iberos que los ayudaban una misión
que podría formularse así.
Destruir las construcciones megalíticas. Si ello no fuese posible, mo-
dificar las formas de las piedras hasta neutralizar las funciones de los
conjuntos.
Si ello no fuese posible, grabar en las piedras los signos arquetípicos
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Los Dioses Liberadores conspiran para que el hombre luche por libe-
rarse de sus cadenas; del gran engaño del mundo material.
Antes de la actual historia de la humanidad, hubo una civilización ya
olvidada por la limitada memoria de los humanos. Esta civilización,
conocida con el nombre de Atlántida, desapareció en una sola noche a
causa de un terrible cataclismo.
—Eso es cierto pero durante años hemos estudiado esta carta. Y otras
tantas. Tienes una misión contactaste con el mundo espiritual y te han
sido revelados conocimientos que jamás llegaremos a comprender.
Pero para conocer al hombre debes conocer los dos mundos en los
que se mueve. Deja que te muestre aquello que has venido a apren-
der. El mundo en el que te moverás “La versión del hombre”.
Debes asumir que los hechos del pasado, han sido transmitidos de
boca en boca sin intención de alterar la esencia de lo que se narra,
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—Como te lo po-
dría explicar?
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Existían los homo sapiens que recibían con entusiasmo los conoci-
mientos que recibían por el contrario los hombres de neandertal no
estaban interesados en nada que alterase su modo de vida evidente-
mente los neandertales estaban perfectamente integrados en su entor-
no al contrario de los homo sapiens que ansiaban mejoras significati-
vas y continuas en su modo de vida. Sin embargo aquellos visitantes
cuya intención inicial era dar el conocimiento al hombre llegaron a la
conclusión de que no estaban preparados ni merecían el privilegio que
se les ofrecía.
Pero esos seres tenían una misión y mientras no la cumpliesen no re-
gresarían al estado del que provenían asi que con el tiempo acabaron
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por aparearse con esos humanos a los que despreciaban Las uniones
dieron origen a una nueva raza, descendientes del cruce entre los visi-
tantes y los homo sapiens que predominaría en numero frente a los
cruces entre homo sapiens y neandertales el “animal-hombre”. Fue
cuestión de tiempo que el neandertal puro desapareciera arrollado por
el empuje de los nuevos homo sapiens sapiens. Capacitados para que
un dia alcanzasen el conocimiento.
—Un momento; aclárame la duda que tengo desde que has empezado
esta enrevesada historia ¿los atlantes blancos son los Kaabolos des-
cendientes de los visitantes?
—Debo suponer entonces que los Sidonitas serán los herederos de los
atlantes morenos y los neandertales.
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—Satán es la conve-
niente idealización de
Lucifer hecha por los
servidores de Jehová.
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S
andro tenia una pequeña floristería en Blanes tras abandonar la
casa de sus padres en una pequeña población al norte de Italia
había llegado andando de pueblo en pueblo trabajando de lo
que salía. Cuando llego a Blanes obtuvo los ingresos que tanto necesi-
taba trabajando de peón en el jardín botánico, allí fue descubriendo su
verdadera vocación. No le importaba madrugar se era por una buena
causa y hoy la tenia. Eran pocos los trabajos de jardinería que acep-
taba, ya que normalmente consistían en hacer el trabajo tedioso que
los dueños de los jardines se resistían a realizar, como cortar el cés-
ped, replantarlo, podar los setos o tratar las plantas contra alguna pla-
ga. Demasiado trabajo y poco dinero, por una cuarta parte de lo que
pedía por esos servicios, los amos de las fincas encontraban a algún
payes vocacional jubilado o un adolescente que necesitaba ampliar su
presupuesto para el fin de semana. Cuando llego a la finca donde se
dirigía, le invadió una sensación de tristeza e impotencia.
Como ya era costumbre entre las clases acomodadas que tenían in-
muebles en el interior de zonas urbanas. Desde el exterior de la pro-
piedad solo se veía la parte trasera de la casa. La zona visible a la cu-
riosidad de los viandantes era gris, carecía totalmente de esplendor
siguiendo la norma de no mostrar ostentación. Las vallas modernistas
que circundaban la propiedad pedían algún tratamiento que les devol-
viera su magnificencia original los setos aparecían pelados o dema-
siado densos La extensa explanada de acceso estaba cubierta de cés-
ped que a simple vista se mostraba demasiado seco y sin brillo, la
piscina estaba vacía. En otros tiempos la finca era un oasis en medio
de los pinos y Cañizares que crecían a pocos metros de la playa pero
ahora era objeto de la curiosidad de miles de ojos que cada día pasea-
ban por sus alrededores preguntándose que hacia una finca tan enor-
me en apariencia abandonada en medio de hoteles apartamentos y
tiendas de suvenirs o refrescos.
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Mas tarde alguien traería una gran mesa de mármol sillas un catering
puede que vinieran músicos.
Un fugaz decorado que antes del amanecer seria completamente
desmantelado. El
trabajo estaba termi-
nado cuando la go-
bernanta, asistenta,
mayordomo o como
fuera que se llamase,
le firmara los albara-
nes su cuenta co-
rriente quedaría des-
ahogada durante va-
rios meses.
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C
lara la asistenta ya estaba acostumbrada a los desplantes de su
señora. No se los tomaba en cuenta. Dos años atrás era una
persona alegre y considerada, Clara sabia que estaba enferma
los accesos de pánico últimamente eran mas frecuentes y ella misma
la había oído llorar en su habitación durante horas con el tiempo había
aprendido a tratarla. La señora nunca cogía el teléfono ni se podía
dirigirse a ella cuando estaba de espaldas y podía ser sorprendida.
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—No quiero ver a nadie en esta casa. Que todo el mundo se valla sin
excepciones—. Estaba acostumbrada a mandar y el tono de su voz no
admitía replicas.
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céis mi total confianza. Pero lo que vio a través del cristal le hizo
ceder a la curiosidad que sentía ya que el orden meticuloso que carac-
terizaba cada balda de esa
librería quedaba roto por uno de los diarios que sobresalía fuera de su
fila. Isaac es un gran hombre con grandes responsabilidades que no le
permiten descansar como el resto de las personas. Es excepcional,
merece que dedique todo mi ser a alguien que resuelve los problemas
de gente importante. Mientras Cibeles elaboraba más argumentos de
disculpa por el comportamiento de su marido. Pensó que podía apro-
vechar la oportunidad para comprenderle mejor. Abrió la puerta de la
librería cogió el diario y se sentó a ojearlo en el sofá.
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O
Sei continuaba esforzándose por conducir a Pilar por el ca-
mino que tenia programado para ella. —Si te parece conti-
nuamos con la historia del poder en la tierra; de aquellos que
de una forma u otra rinden culto a sus dioses.
—Ya sabes que debo empezar con mi trabajo. Cada dia que paso aquí,
retrasa mis planes ¿cuándo podré marcharme?—. Pregunto Pilar.
— ¿Empezamos?
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—Te equivocas, esa energía es la justa para que los seres vivos la
perciban y puedan aprovecharla convenientemente.
¿Acaso crees que dominamos la energía? La realidad es que no hemos
avanzado en relación a aquel hombre que hacia saltar chispas con dos
piedras para encender un fuego. Si el hombre moderno dominase la
energía; Al quemar un tronco de madera generaría calor para mante-
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—Esta cerrada.
A simple vista el lugar parecía desierto, lo mismo sucedía con los
alrededores.
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—Se lo agradezco.
Ángel se apresuro para seguir a Tobías que ya se perdía de vista por el
interior de la casa.
Todo estaba en orden, excepto el salón. Tobías se agacho para obser-
var de cerca los DVDS que estaban por el suelo.
—Busquemos en el despacho.
—Esta en el sótano.
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—No te quejes en nuestra relación has salido ganando. Sino fuese por
mi estarías mas perdido que un topo.
—Pues... si pero no queda nadie ¿entiendes que eso significa que los
que han venido antes ya han arrasado con todo?
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- Quizás tengas razón – dice ella – mañana pediré hora con el médi-
co.
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—Si no me dices que es lo que buscamos no creo que pueda ayudarte a bus-
carlo. Tobías acabo por aceptar que Ángel tenía razón.
—Un contenedor, un frasco algo que pueda contener un liquido, mas o me-
nos 500cc de volumen.
— ¿Buscamos drogas?
—No.
— ¿Entonces?
—Material biológico.
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—Falta uno.
—Falta un Pato el más grande. Cuando me reuní con Sinlay havia tres—.
Tobías miro la foto del informe de la muerte de Sinlay en la foto se ven solo
dos la lámpara no deja ver al tercero.
¿Que lámpara? ¿Ves alguna lámpara?
—Busca. Me lo dijo. Me dio a entender que los tres patos contenían algo.
—No se. Puede que no me lo dijera pero el pato ya esta roto a si que calla y
busca.
La luz calida de la bombilla que apenas iluminaba el escritorio y la moqueta
oscura del suelo no facilitaban la búsqueda precisa de algo que era posible
que ni siquiera existiese.
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—No lo sabía. Fue una intuición. Diré que se me cayó el pato mien-
tras lo inspeccionaba. Los accidentes ocurren.
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—Si.
—Bien pues aquí no hay espacio suficiente necesitas algo que ocupe
el espacio de un termo de café pequeño como mínimo. Así que aquí
no esta.
—Pero...
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—No existiría tal plaga ya que todos serian portadores del virus pero
ninguno desarrollaría ninguna enfermedad.
— ¿Entonces?
—No se como habéis podido conocer los planes de los Sidonitas pero
mas me cuesta imaginar como conocéis las características de el virus.
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—Es fácil de entender Chen era nuestro topo. Conseguimos que en-
trase en los laboratorios Sidonitas. El robo, una muestra para noso-
tros. El problema es que chen suele reinterpretar las instrucciones que
recibe.
— ¿Y Sinlay?
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—Veo que podéis ser tan hijos de puta como ellos—. Dijo Ángel
Tobías sugirió a Ángel que hiciese una copia del chip de memoria y
se quedase con el original. Ángel pensó que era una acción absurda ya
que original y copia serian idénticos.
Con una sencilla aplicación hizo un listado del contenido del chip
4gb, 346 archivos y 400mb de memoria libre. Todos los documentos
que intento abrir requerían una contraseña de 32bits algo infinitamen-
te mas complicado de adivinar que el numero del gordo de navidad de
los próximos 10 años. Con la dificultad añadida de que al tercer inten-
to la contraseña cambiaba automáticamente siguiendo un patrón que
evidentemente solo conocía Sinlay.
Si la voluntad de sinlay era que Ángel accediese a los documentos la
clave debía estar a su alcance es algún rincón del chip. No perdía nada
por intentar recuperar los archivos borrados de los 400mb de memoria
libre que quedaba.
Fue simple. Ángel no tuvo problemas para acceder a los datos borra-
dos del mini chip de memoria. Como supuso no estaban encriptados.
Lo primero que obtuvo fue la contraseña que le permitió acceder al
historial del correo electrónico de Sinlay uno de los mensajes capto
de inmediato la atención de Ángel
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—Lo siento es que con esto apenas huelo nada. Toma tengo una para
ti.
Ángel cogió la mascara y salio lo mas rápido que pudo buscando una
zona del barco donde la concentración del gas fuese menor. En cuan-
to pudo renovar el aire de sus pulmones bramo el nombre de Tobías,
que dada la intensidad del reclamo reapareció de entre la bruma en un
instante.
— ¿Y?
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lejía. Unas cuantas horas con las ventanas bien cerradas y todo queda
esterilizado.
—Será mejor que nos larguemos de aquí cuanto antes—. Dijo Ángel
mientras cerraba todas las ventanas para que la nube de cloro no sa-
liese hasta que estuvieran fuera del puerto.
—De acuerdo dame uno de los virales con el resto puedes hacer lo
que quieras. Te recomiendo que lo entregues al CNI. Seguro que te
van a dar una medalla.
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—Lo que ella quiera, no deberías sentirte culpable de nada cada uno a
elegido su camino, Cesar, Sergi, Pipi así lo han hecho
— ¿Y Francisco?
—No se sabe nada de el. Andará por ahí, seguro que esta bien.
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LIBRO III
Apocalipsis.
C
Caam
miinnaanntteess ssoom mooss yy ppoorr eell ccaam miinnoo aannddaam mooss
ttaannttoo llooss ssaabbiiooss ccoom
moo llooss iiggnnoorraanntteess..
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A
quel hombre ostentaba el máximo nivel en la jerarquía del
grupo Golem. Havia llegado el momento de dar explicaciones
y estaba preparado para asumir la responsabilidad de los cien-
tos de hombres que a lo largo del tiempo, le habían precedido. Sentía
la culpa del fracaso sobre sus espaldas una carga que dia a dia havia
ido creciendo a lo largo de miles de años.
Francisco havia anunciado su llegada, no pretendía juzgar a aquel
hombre por sus acciones. Quería escuchar y marcharse.
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— Sabes muy bien que eso es incierto. ¿No te has parado a pensar
que los maestros no son los que os han abandonado? Sois vosotros los
que habéis fallado. Os habéis apartado de ellos.
Solo debíais pronunciar sus palabras. Utilizar los nombres. Utilizas-
teis su escritura en vuestro beneficio. Os concedisteis el derecho de
interpretar las enseñanzas. En su ausencia dejaron instrucciones preci-
sas de vuestra misión. Solo debíais cumplirlas.
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—Habéis fallado como guías. No debéis creer que solo vosotros car-
gabais con la responsabilidad de mediar en la revelación del conoci-
miento. Los maestros fueron advertidos y crearon distintas misiones
con un mismo propósito.
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P
ilar dormía en la habitación. La luz estaba apagada, a pesar de
eso una forma se distinguía en la oscuridad como si un exclusi-
vo rayo de luz se concentrase en ella y la impregnara con la
totalidad de su energía.
— ¿Eres un ángel?
— ¿Preparada?
—Escucha y comprende.
— ¿Eres Dios?
—El mismo.
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y digo para mis adentros “He aquí, este soy yo y ellos lo ignoran.” Y
alguien te empuja por la calle, o incluso te insulta, tú humildemente
pides disculpas y te marchas, total eres Dios y, si quisieras, con chas-
quear los dedos el mundo se convertiría en cenizas. Pero tú eres tan
infinitamente poderoso que puedes permitirte ser bueno.
—Me abandonaste.
—No es fácil incluso para un ser todo poderoso como yo, estar pen-
diente de las necesidades de cada uno de los individuos que habitáis
en este mundo y mas ahora en mi envoltura de materia, comprenderás
que me cueste adaptarme a las limitaciones y los sentimientos que
acompañan a un cuerpo humano.
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porque les da la gana; las que están a medias lo hacen porque tienen
huecos emocionales que tapar y disimular.
—Porque nuestro barco tenía muchas velas pequeñas y cada uno ex-
tendía la que le parecía. Nuestro barco se movía en la dirección que
suponíamos deseaba el otro, por lo que las velas casi nunca estaban
orientadas hacia un destino común.
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Todo esta sujeto a unas normas. Vosotros os regís por las leyes de la
materia y vuestros cerebros se adaptan en mayor o menor grado a esas
leyes para buscar respuestas que satisfagan vuestra necesidad innata
de adquirir conocimientos. En esencia todo es muy sencillo. El mundo
espiritual tiene otras normas los ángeles habitan un mundo contem-
plativo en el sentido que no pueden interactuar directamente en vues-
tra dimensión no están sujetos a la materia así que para ellos no existe
el futuro ni el pasado.
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— ¿Los ángeles? ¿De que estas ablando ahora? se suponía que tu eres
quien manda ¿o no?
— ¿En que?
—Si tengo que valorar el mundo que has creado se merece un suspen-
so
—El mundo que has creado se cae en pedazos. Si yo fuera todo pode-
roso el mundo no seria así.
¿Porque no puedes hacer que seamos menos egoístas o que odiemos
las guerras o acabar con el hambre en el mundo?
—En cambio yo dudo que tú poseas las cualidades de las que presu-
mes.
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—Pero, tú lo puedes todo. Por que permites que nos hagan daño
¿Porque no haces que se cumpla tu voluntad?
— ¿A quien? ¿No eres Dios? ¿Quién puede estar por encima de ti?
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F rancisco seguía
ocupando los
sueños de Pilar.
—Te hablare de la
materia, el primer
paso para que com-
prendas el espíritu del
Uno.
El hombre es mi crea-
ción suprema espíritu
y materia unidos bajo
el control del alma, la
esencia que hace de
vosotros seres únicos.
No es posible que
puedas captar el ta-
maño del Universo o
de un átomo de la
misma manera que
aprecias el de de una persona, un gato o de cualquier cosa que te re-
sulte familiar. pero es probable que consiga que te hagas una idea.
Imagina una escalera en la que cada escalón que subieras o bajaras te
desplazases en progresión geométrica (multiplicando una distancia
por 10 de manera constante 1, 10, 100, 1000, 10.000, 100.000,
1000.000 cada cero que se añade asciende un escalón).
En el primer escalón ascenderías un metro en el segundo diez en el
tercero cien en el séptimo el ascenso seria de mil kilómetros.
Cincuenta y cuatro escalones son los que deberías descender para
pasar de ver el conjunto de todo el universo “cien mil millones de
galaxias”
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(10.000.000.000.000.000.000.000.000.000 000.000.000.000.000.000000.000.000
de metros) a situarme a un metro de distancia de un cuerpo. Si siguie-
ses bajando hasta el escalón ochenta entrarías en el núcleo atómico,
neutrones y protones en danza constante.
Ese es vuestro mundo. Una escalera de 134 peldaños por la que po-
déis moveros. Es evidente.
Existen partículas más pequeñas y universos mil millones de veces
más grandes. El conocimiento y acceso a esos estados os están veta-
dos. Todo tiene su propósito. Y el mío es estar atento para que el or-
den no sea alterado,
Te preguntaras como puedo estar en todas partes escrutando minucio-
samente todo el universo.
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—No pongas esa cara. Solo el cinco por ciento del universo esta for-
mado por materia ordinaria. “Energía” es una palabra camaleónica.
Su sentido depende del contexto en que se utiliza.
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Imagina el mundo espiritual como una perla en la que cada capa que
la compone se superpone otra más prefecta. Y sin embargo toda la
belleza que entraña la perla se produce por causa de un trauma en la
ostra. Aquello que se considera perfecto es fruto de una imperfección.
—Ya sabes que esos que hablan por mi no son mis empleados. Me
adoran y me proclaman enemigo de mi mismo. “Como os cuesta
comprender y tampoco cambiar de opinión u olvidar”. Tú eres la
primera a la que hablo de estas cosas; ¿creo…? Bueno que yo recuer-
de eres la primera.
Pues eso… el mundo espiritual prescinde de todo aquello que le es
superfluo es la síntesis del pensamiento puro.
—Vale ¿y la Forja?
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—Es que no tengo practica siempre he hecho mi voluntad sin dar mas
explicaciones.
—Eso será.
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Sin embargo ha sucedido algo que no esperaba, algo tan grave que
me ha obligado a informar de vuestra existencia y mostrarme ante
vosotros.
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El hombre piensa que esta capacitado para encontrar en “la nada” mas
absoluta aquello que yo no he podido mostrarle.
Os habéis equivocado antes y volveréis a hacerlo. Estáis perdidos en
un laberinto de senderos sin salida. Cuando una señal os ilumina y
rompe la oscuridad mostrando el camino correcto cerráis los ojos por
miedo a deslumbraros y os alejáis rápidamente del camino marcado.
He mostrado a la humanidad más de lo que nunca llegara a entender
y a los que son como tú se os ha mostrado una vastedad adicional para
que os deis cuenta que lo que sabéis o creéis saber ahora, es solo una
parte muy pequeña de un todo mucho mayor.
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—Lo se la civilización no
puede. El hombre si. Te conta-
re lo que ha de venir
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Una anciana entro por la puerta que Pilar tenia enfrente andaba len-
tamente, se dirigía a la mesa. Pilar se reconoció esa anciana era ella
misma se iba a enfrentar con su propia muerte.
La anciana se sentó lenta y pausadamente empezó a comer.
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Contenedor…
Contenido…
Cuerpo…
Espíritu...
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Pilar ese día pensó en sus amigos, Cesar, Sergi, Pípi, Francisco. To-
dos habían desaparecido. Pensó en como había cambiado su vida des-
de aquel año.
Ahora pasaba breves temporadas en los laboratorios Dexter mostran-
do su visión de lo que lo debería ser. Nuevos grupos de invitados,
escuchaban ahora sus palabras que luego interpretaban y transmitían
de la manera más eficaz.
Los sueños habían cesado. El mundo real acaparaba toda su energía.
Sus consignas marcarían el principio de la nueva era.
La humanidad estaba preparada para abrir un portal que permitirá el
acceso a un nuevo concepto de sociedad.
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LA KAABA
Mañana será primer dia del primer año el nuevo comienzo del tiempo
que ha vuelto a nacer. Lo viejo muere a tu espalda y lo nuevo te
espera delante.
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LA KAABA
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