organizacién social, incluidas las jefaturas
Las sociedades humanas, tanto antiguas como modernas, varfan
dr4sticamente en su tamajfio y su forma de organizacién. La investiga-
cién arqueolégica revela en todo e] mundo una enorme diversidad de
asentamientos humanos, desde los campamentos temporales de los
cazadores-recolectores, hasta las aldeas de los primeros agricultores y
Jas grandes ciudades del mundo antiguo. El registro arqueolégico mues-
tra una gradual (y en ocasiones dramatica) transformaci6n en la esca-
la de las sociedades humanas, y también en su complejidad, a lo lar-
go del tiempo, En los EEUU, tras la Segunda Guerra Mundial, la
estrecha relaci6n existente entre la arqueologia y Ja antropologia per-
mitié el desarrollo de estudios comparativos que compartian el obje-
tivo de describir la diversidad de las sociedades humanas al tiempo
que explicaban el cémo y el porqué de las transformaciones que ex-
perimentaban. En Gran Bretafia, aquellos que practicaban la «arqueo-
logfa social» (véase p. 135) también tenfan como objetivo la recons-
trucci6n de las instituciones sociales y la comprensién del cambio a
largo plazo.
El influyente esquema —que atin pervive, a pesar de las criticas—
del antropélogo norteamericano Elman Service (1962) para la clasifi-
cacién de las sociedades en cuatro etapas evolutivas (bandas, tribus,
jefaturas y Estados) fue adoptado de forma generalizada. Las «ban-
das» son grupos familiares muy moviles que se dedican a la cazay la
recolecci6n. Los grupos del nivel de Charles Darwin, The Descent of Man: and Selection in Relation 10 Sex, Londres, J.
Murray [ed. cast.: El
rroso Monzén, Madrid,