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TERAPIA DE LA TRANSFUSION DE LA SANGRE * Con los peregrinos en el Vaticano bs _ Rusia soviética y la religién Transfusién de la sangre y la Biblia aes 8 DEN NOVIEMBRE DE 19 1950 AWAKE SSEMIMONTHLY 1950 SPANISH EDITION + EL PROPOSITO DE ESTA REVISTA. ‘Las fuentes dé navas give pueden mantenerlo despierto alas vitales ovestiones es Gal dia tienen que esiar byes y-naceneadendis vor le consura & Splores® jotstas. “;Despertad” no esté. da. Reconoce los hechos, se enfrenta a Sok heobeee ¢ tiene Iq libertad para publicarios. No esté atada por ambiciones ni obligaciones poltticas; no esté restringida por anunoiantes comerciales a quienes teme ofender ; ‘no se inclina a la parcialidad debido a credos tradicionales. ‘Esta revista se man- tiene libre para poder expresarse libremente a usted. Pero no abusa de su libertad. Permanece fiel a la ey “;Desportad!” usa los regulares conductos de noticias, pero no esté Timitada @ ellos. En todo continente, en diversas naciones, tiene sus propios corresponsales. Desde los cuatro dngulos de la tierra vienen sus informes no censurados de lo que acontecié ahi. para que usted se informe mediante estas columnas. El punto de vista de esta publicacién no es estrecha, sino ‘internacional. Se lee en muchas ‘naciones, en muchos idiomas, por personas de toda edad. A través de sus paginas se desfilan distintos campos de conocimiento—gobierno, comercio, reli his- toria, geografia, ciencia, condiciones sociales, maravillas de la naturaleza—si su alcance es tan amplio como la tierra y tan alto como los cielos. “| Despertad!” promete adherirse a justos principios; expondré a los enemigos ocultos y los peligros sutiles, defenderé el derecho de todos a la libertad, consolaré. @ los qua gimen y fortaleceré a los que estén desanimados debido a los fracasos del mundo delincuente, reflejando siempre la segura esperanza del establecimiento de un justo Nuevo Mundo. ‘Pamiliaricese con “jDesportad!” Quédese despierto leyendo “jDespertad!” RECT RIC RS Pomprcane qoisciustamnete roe WATCHTOWSH SIBLE AND RACE SOCIPEY, ENC. 117 Adame Stree Prooklya 3, Pres cust Sein, Ser eect o,One dasa et, Un sate Lae rem a eee a un camibig de domicile envings & nues- = m gnvianse 8 Ja ucit’ Un iin oc eccgrunca dentro oa 08 mas Se ee aaa aga ete Oe ne a rar su entrega. Se aceptarin remesas en Sa. &. it seme 1S. hroakive 1, NY. SL Grookiyn de aquellos patses donde No frye, ile Hondorns 5046-48, Boece Aires $8 jay sucursal, pero s6lo por giro postal — Gosta Mica, Aportado\2043, San José 8 pay sneurel: Ber ranty ae ausclipelon — tat, tak him 20, sama Iteraclontlsgo abale cua inoneda Ta Mean, in 8 clonal de los diversos paises, ee ie eer ramet sco 40.85 El svieo, de voneimiente, ute con, un FA aca ai, Senne eee es taseripcon ie tins tee n rier ct Setnigionthiy Spanish Ballon, Rntered as sacar’ FRovtatrada Cues UCU dengaAACSG oi Abmintatrncle Boos BO eae aed aguas de tb. (impress oh BLU-AD REA I RIE INDICE Terapia de Ia transfusidn de la sangre Con los peregrinos en el Vaticano Su predominio, historia y métedos ‘Adoracién de estatuas {Un hombre da euatro barriles! + El diltimo emperador de los azteeas Clasifieando la sangre “Ty Palabra es la Verdad” Terapia de la transfusién de la sangre La transfusién de la sangre y la Biblia —Riesgos, estafas y alternativas ‘Los cientificos descubren alimento en hierbas 23 ‘Muerte por las transfusiones Rusia soviétien y Ja religién Sangre enferma Curso en el ministerio teoerdtico Las slternativas ‘Uha'misionera en Cuba ‘La ciencia en tiempos aitiguos de la religién mun Avién sin piloto Observando el mundo 3 4 6 8 9 10 ‘Tréfico comercial én la sangre Leceién 73—Antigua 14 16 ESPE. “Es ya hora que despertemos.”—Romanos /3:// ) Volume XIX (Volumen XIX) Kiyn, NY», November 8, 1980 (Nmero 14) Number 14 Terapia de la transfusién de la sangre Su predominio, historia y métodos ON muchos los movimientos filantr6- Picos que efectiian ruegos a nuestro amor al projimo. Se nos dice que esta causa digna y aquélla merecen ayuda. Se llevan a eabo campaiias periédicas por la Cruz Roja, el Ejército-de Salva- de 1,000 pintas (475 litros) por mes; y en cindades como Londres y Nueva York més de un cuarto de millon de pintas se usan anualmente. Asi que en el radio, en la prensa piblica y en las juntas pablicas se canta la tonada: “Hermano, ,puede cién, el Community Chest. Después estn los que se coneretan principalmente con la salud: El Fondo del Céincer; las Estampillas de Navidad para la Tubereu- losis, la “Marcha de los Diez Centavos” para los que padecen de poliomieli- tis, ete. Entre tales campafias hay una que ha ganado prominencia especialmen- te con la Segunda Guerra Mundial. Patrocinada por ‘Para que todos entiendan los muchos aspectos que deben ‘considerarse con respecto a la transfusién de Ja sangre, Ia revista “;Despertad!” esté publicando en este némero ‘una serie de tres articulos so- bre el tema. Estos conside- rarin los siguientes puntos: (Q) predominio, historia y métodos; (2) riesgos, estafas yalternativas; (8) la posicién biblica concerniente al uso de Ja sangre en transfusiones. usted contribuir con una pinta?” Los politicos se nen al estribillo: “El [ex] al- ealde [O’Dwyer—Nueva York] apremia las dona- ciones de sangre” ; “Crimi- nal de cadena perpetua de Sing Sing libertado por Dewey, cambié su sangre con la de un chiquillo ago- nizante”; “Marshall ad- vierte la emergencia de neeesidad por sangre”; “Bisenhower pide a la fa- la Cruz Roja, solicita, no nuestro dinero, sino nues- tra sangre. ,Y con qué.propésito? Para usarse en transfusiones de sangre, apa- rentemente para salvar la vida de otros —los sometidos a operaciones, los que hayan sufrido accidentes o hemorragias, © que sufren enfermedades graves de la sangre, y para almacenar una reserva de plasma para usarse en la siguiente gue- rra. Al contribuir de esta manera nues- tra sangre se nos asegura que salvare- mos la vida de otro. Y se necesita mucha sangre. Algunos hospitales usan cerca 8 DE NOVIEMBRE DE 1950 cultad y otros de Columbia que den sangre,” El mundo teatral da publicidad a su parte: los repartos completos de dos es- pectéeulos de Broadway “Dan sangre en el escenario”, Sociedades fraternales “adoptan” a pacientes con enfermedades graves de la sangre, proporcionindoles sangre regularmente; casas comerciales, sindieatos de trabajadores e institucio- nes docentes apoyan los “Baneos de san- . gre ambulantes” de la Cruz Roja. El clero es el que recibe més publici- dad: “Sacerdote pide sangre para 2 nifios 3 enfermos” ; “Cuatro elérigos hablarén.en el programa de bancos de sangre”; “St pliea de sacerdote trae 150 donadores”; * “Telesias ayndan al banco de sangre”; “La, Cruz Roja honra al cardenal”; “El cardenal [Dougherty] mencionado por aynda donadora de sangre,” y las foto- rafias lo muestran recibiendo un_certi- ficado de mencién henorifiea dé los ofi- ciales de la Cruz Roja en reconocimiento dé la aynda que presté a su programa de donadores de sangre. Y mm boletin de la Cruz Roja declara: “la cosa mas notable _ del programa del banco de sangre del afio pasado [1949] fué Ia cooperacion de la Iglesia Catélica.” Aunque las donaciones de sangre en contestacin a dichos "ruegos se limitan ‘a una pinta a la vez, muchos han donado sangre repetidamente. Por esto la Cruz Roja hace saber que de los millones que donaron sangre durante la Segunda Gue- rra Mundial, 1,500,000 donaron ocho pin- tas y 3,000, 16 pintas, o sean dos galones; dando esto el promedio entre todos de dos pintas por donador. 7Un hombre da cuatro barriles! ‘Algunos no han estado contentos con limitar sus donaciones a 16 pintas, El primero entre tales fué “Spike” Howard, un hombre fuerte de Filadelfia, Pensil- vania, quien doné en un periodo de trein- tay cinco afios (murié en 1946 ala edad de 68), 1,100 pintas de sangre, o jmas de cuatro barriles! Consideré lo més sobre- saliente desu actividad como donador de sangre la vez que doné einco pintas en un periodo de tres dias, y durante uma epidemia se sometié a transfusiones dia rias durante seis semanas, Tenia ma “dieta después de la transfusion” que consistia de tres a cuatro libras de carne de res molida, condimentada con sal, lo cnal segén su parecer tenia que ver con su extraordinaria habilidad para produ- cir sangre. ‘Al frente de las filas de los donadores vivos de sangre, aunque may atrés del Sr: Howard, esté S. Geo. P. Lesur, que 4 recibié una medalla por mérito social del gobierno franeés después de haber donado 135 pintas. Entre los primeros donadores de sangre en los Estados Uni- dos esta un sacerdote catdlico, Alexander Butkowsky, de Poughkeepsie, Nueva York. Se le da mucha publicidad por su filantropia eorpuseular que ya ha sobre- pujado un centenar de pintas. Y otros reportajes periodisticos contintian di- ciendo de éste y de-aquél que dié eineuen- ta o més pintas de la importantisima corriente de vida. Diferentes patses tienen diferentes ma- neras de juntar la sangre. Esto fué ver~ dad especialmente durante la guerra pa- sada, Después del ataque traicionero so- bre Ia Bahia Perla, se les dié la opoxtn- nidad a los violadores civiles del tratico de pagar la multa con délares o:con una pinta de st sangre. En Alemania y en los paises ocupados por Alemania se forz6 a la gente a que diera sangre, al estilo ti- pieo nazi, Histo levant6 motines en mu- chas partes de Polonia. Y Rusia dié-en el clavo en la idea feliz y préctica—sin embargo la mas repugnante-a otros pai- ses—de usar sangre de cadaveres, san- gre de los que murieron repentinamenté ¥ que aparentemente habian tenido bue- na salud. Esta se recoge dentro de las ocho horas después de la muerte, Se nos informa que la sangre de cadaveres se usa por toda Rusia y que st mas grande hospital de aceidentes de emergeneia no usa otra cosa. Rusia también hace gran uso de, sangre placentaria. (mediante el 6rgano dé comunicacién entre una madre ¥ un nifio no nacido atin). En cada na- ‘eimiento se recoge medio vaso 0 un vaso completo de sangre, y. se dice que su principal hospital de maternidad usa so- Jamente esta clase. En los Estados Uni- dos se usa un poco de esta clase, pero principalmente para hacer productos ¢o- merciales de la sangre. La sangre que la madre pierde en conexién con la placenta también se usa en Rusia y en otras par- tes, pero no es tan valiosa ya que ademas encierra el riesgo de contaminaeién. 1DESPERTADI De manera que la sangre ha sido jun- tada y todavia lo es de la gente, a su nacimiento, durante la vida y aun des- pués de la muerte; voluntaria einvolun- tariamente, por las democracias e igual- mente por los totalitarios. La transfusion dela sangre ocupa un lugar muy respe- tado en este mundo. moderno con casi todos menos los testigos de Jehova, que aunque estén en este mundo'no son parte de él.—Juan 15:19; 18: 36. Historia de la transfusién de la sangre Por supuesto, siendo tan diferentes en muchos otros respectos no es de sorpren- der que los testigos de Jehova no sigan Ja senda de este mundo moderno con res- pecto a las transfusiones de la sangre. ;Pero por qué no tienen nada que ver con ello? usted pregunta. ;Serd posible que no les importe a ellos como a otros el bienestar de su préjimo? De ninguna manera es eso, porque ninguna clase de gente estd més lista para ayndar que ellos; de hecho, ninguna otra clase esta tan plenamente dedicada al servicio al- traista como ellos. ;,Entonees seré que ellos tienen escriipulos en contra de prac- ticar la transfusién de la sangre? Si, ellos los tienen. ; ¥ por, qué? ; Porque recono- cen que las transfusiones dé sangre en- vuelven Tiesgos innecesarios, 0 porque estan convencidos de que la transfusién de la sangre es contraria a las ensefian- zas de Ia Biblia? Brevemente la respuesta es: Principalmente porque estan conven- cidos de que la Biblia prohibe el uso de la sangre en cualquier forma y en cual- quier manera entre uno y otro. Para una consideracién breve de este aspecto del tema tenga la bondad de leer el articulo bajo el encabezamiento “Tu Palabra es la Verdad”, en la pagina 21. En verdad, hay riesgos que no dehen pasarse por algo y que se tratarén ampliamente en este niimero de ;Despertad! Sin ‘embar- go, tnicamente sobre la base de tales ries- gos los testigos de Jehové no harian un punto en disputa de la transfusién de la sangre. & DE NOVIEMBRE DE 1950, Para obtener una vista-completa y re- dondeada de la terapia de la transfusion de la sangre parece bien repasar breve- mente. st historia y sus métodos. Muchas persona’ que no sienten nin- gin disgusto porque: se les transfunda una pinta'de sangre en sus venas lo con- siderarfan muy repugnante tener que tomar tina pinta de sangre humana. Pero; giistenios o no, la transfusion de la san- gre es lo mismo que comerla, ya que por este medio la sangre de un individuo se usa para alimentar y fortalecer a otro. En realidad, parece que existe gran in- consistencia en este asunto, porque cuan- do soluciones glucosas se inyectan en la sangre sermencionan como alimento in- travenoso, y se usa exactamente el mismo método hoy en dia en la transfusién de la sangre, Mucho tiempo antes de que’ el hombre transftmdiera sangre la tomaba ‘por la boca, fiera de animal o de algiin humano. La Biblia habla dé las libaciones de san- gre, (Salmo 16:4) La historia profana cuenta de'los guerreros que bebian la sangre de Jos que habian matado en la Incha, con la esperanza de adquirit el valor de sus victimas, Otros la bebian eon propésitos medicinales, En 1492 los médicos del papa Inocéncio VIII “trataron de curarlo mediante la sangre de tres j6venes, cuyas vidas se perdieron. Sin embargo, sus métodos no tuvieron éxito, y se declara qué alos médi- cos implicados se les recompensé por sus esfuerzos con la muerte, con la excepein de uno que escapé del pais. Aunque esto se cita'‘@ menudo como el primer caso en que se traté de efectnar una transfu- sién de sangre, tal cosa se pone en duda por la autoridad principal existente so- bre el tema (Wiener). Temprano en el siglo diecis¢is fué su- gerida la idea de la transfusion de la sangre por un médieo, y en 1615 alguno hasta deseribié en detalle cémo podria hacerse esto, dejando correr la sangre de uno a otro por medio de tubos. Aunque no existe registro de que él mismo lo ha- 5 ya probado, sin embargo es esencial- mente el mismo método que todavia se _usa a veces. Después de muchos experi- mentos con varios animales, con resulta- dos fatales, se logré con éxito una trans- fusion entre dos perros en 1665. Poeos afios antes, el Dr. Denys (Denis), de Francia, experimenté la transfusion con una persona, dando nueve onzas de sangre de cordero a un joyencito que padecia de anemia. Como el jovencito no tmurié, sino que se puso bien, se le acre- dita a Denys con la ejecucién de la pri- mera transfusién de sangre con buen éxi- to en una persona, Sin embargo, un es- critor sobre este tema indica que lo que saly6 al jovencito no fué la transfusién de la sangre del cordero, sino el hecho de que el Dr. Denys no continud desan- grando al paciente, cosa usada en gran Manera en ese tiempo, y debido a lo cual el jovencito padecia de anemia. La can- tidad de sangre del cordero, aunque no Ie hiciera pingiin bien, no fué lo suficiente para dafiarlo. De manera que el doctor “reeibié aplauso que deberfa haber sido dado correctamente a la naturaleza por proporcionarle al cuerpo humano eficien- tes habilidades productoras de sangre”. O, como dirfan los testigos de Jehové: “{El crédito deberfa haberse dado al gran Creador, Jehova Dios, por propor- cionarle al hombre tales eficientes habili- dades productoras de sangre!” Incidentalmente, este fragmento de historia médica demuestra la ironia aso- < ciada con la fe que los hombres ponen en la reconocida préctica médica: Un paciente se empeora y se pone anémico por motivo de que el doctor sigue la préc- fica usual del dia—desangrar. Otro doe- tor sale a la escena y para este desper- dicio del fliido vital del cuerpo. Pero, no contento con dejarlo asi, adminis- tra lo que pudiera haber, sido una dosis mortal si el paciente hubiera sido menos robusto o la cantidad mayor, Pero debido ‘a que el paciertte sobrevivié a pesar del error del doctor, jel doctor es aclamado eomo el primero que logré una transfu- 6 sién de sangre con “buen éxito” en una persona! i El Dr. Denys efectué algunas transfu- siones més, una de las cuales fué eon un paciente sifilitieo y que tuvo resultados fatales. La esposa del paciente lo deman- dé, alegando que el doctor habia envene- nado a su esposo. (¥ en verdad lo habia hecho, aunque no con veneno, sino con la sangre de cordero.) Bl tribunal, aunque lo exoneré, prohibié que se hicieran més transfusiones de sangre. Mas tarde la préctica se prohibié por el Parlamento oe el gobierno inglés y por el papa (1675). Clasificando la sangre A principios del siglo diccinueve se revivié el interés en la-terapia de la transfusion de la sangre y tos hombres comenzaron a usar la sangre humana. Para 1900 las transfusiones de la sangre se usaron mas y més, pero generalmente s6lo en casos urgentes, porque cerca de la mitad de ellos resultaban en muertes. Los doctores en aquellos dias simplemen- te no podian entender por qué la corriente que daba vida aun individuo eausaba la muerte en otro cuando se traspasaba a su sistema circulatorio. Los experimen- tos habian establecido finalmente que aunque segufan resultados fatales enan- do se mezelaba la sangre de varias espe- cies animales, no habia reacciones in- deseables enando la transfusion era en- tre un perro y otro perro, entre una vaca. y otra vaca, ete. 4 Pero por qué no tenian al mismo éxito Ins transfusiones entre eriaturas humanas? Esta pregunta fué contestada princi- almente por Landsteiner (vienés gana- dor del premio Nobel) en 1900 por el des- cubrimiento de ciertos elementos que producen la aglutinacion de los gl6 rojos. Se hallo que este “apegamiento” se producia por dos elementos distintos en el suero conocido como aglutininas y dos elementos en los glébulos rojos que se llamaron aglutinégenos. Por este des- cubrimiento toda la gente fué dividida en " ;DESPERTAD! euat Aquellos cuyos glébulosro- jos tenfan aglutinégeno “A” pertenecian al grupo A; aquellos cuyos glébulos te- nian aglutinégeno “B” pertenecian al grupo B; aquellos cuyos glébulos tenian ambos fueron colocados en el grupo AB; y aquellos cuyos glébulos no tenfan nin- guno fueron llamados grupo O. Se des- cubrié que las aglutininas del suero es- taban distribuidas de una manera pare- cida, facilitando una verificacién doble en cuanto a la compatibilidad de las san- gres implicadas. ‘Ms tarde se hallaron dos subdivisio- nes, logrando seis en todo. En 1927 se hallaron los elementos “M”, “N” y “P”, y todavia més tarde hubo més subdivi- siones. Pero a pesar del cuidado riguroso con que se clasificaban todos estos gru- pos de sangre, resultaron sintomas des- favorables y hasta muertes de las trans- fusiones de sangre. En 1940, después de afios de experi- mentar con varios animales esforzAndose por desarrollar un suero que revelara més grupos de sangre, Landsteiner (pre- cursor en la agrupacién de la sangre) y ‘Wiener (primera autoridad actual) des- eubrieron otro elemento, el factor Rh, que dividié a toda la raza en dos clases més. Fué nombrado asi porque se loca- liz6 primeramente al experimentar con monos del género rhesus, Las pruebas mostraron que cerca del 85 por ciento de la raza blanea tiene este elemento, y por Jo tanto fueron llamados Rh positivos, los demés no teniéndolo, Rh negativos. Las pruebas hoy en dia estén limitadas generalmente a los cuatro principales os AB, a dos de sus subdivisiones y al elemento Rh. ‘Aunque el sexo no tiene nada que ver con estos elementos, la diferencia en la raza revela yariaciones en las cantidades de varios grupos. Todos estos elementos son hereditarios, signiendo las leyes des- cubiertas por el monje austriaco Mendel. A consecuencia de esto estén obteniendo més y més reconocimiento en los cfrculos juridicos, a menudo ayudando al esclare- 8 DE NOVIEMBRE DE 1950 ® rye cimiento de un asesinato o a la cuestién de un nacimiento disputado. En vista de tantos grupos, principales y subdivisiones, la Americana declara que por lo menos 400 diferentes clasifi- eaciones son posibles tedricamente. No contento con esto; Wiener, al discutir el siempre aumentante ntimero de grupos que han sido deseubiertos, dice que “una individualidad de la sangre con réeminis cencia a las hnellas digitales es coneel ple”, y agrega que Landsteiner era tam-. , bien de la misma opinién. En otras pala- bras, es concebible que cada individuo tenga su propia clase de sangre,y que pueda distinguirse de la sangre de cual- quier otro. Otro obstaeulo que por mucho tiempo perturb6 a los transfusores de sangre era Ja caracteristica coagulante de la sangre. Como es bien conocido, luego que la san- gre se pone en contacto con el aire co- mienza a enajarse, y los coagulos entran- do ala corriente sanguinea podrian facil- mente resultar fatales, especialmente si llegasen a los ventriculos del corazén. En 1914 se solucioné este problema con el descubrimiento de que el nitrato de sodio impedia la coagulacion de la sangre ¥ no tenia malos efectos sobre el corazon. Des- de entonces toda la sangre es “nitratada” al tiempo en que se obtiene del donador, Jo cual sirve también para almacenarla. Se le agrega también glucosa. Métodos de transfusién y fracciones sanguineas Se han usado muchos métodos dife- rentes para transfundir la sangre, algu- nos de los cuales se han mostrado ser més préetieos que otros. El més antiguo ¥ mas diffeil fué el método “directo”, en él cual se hace una sutara en las venas (son cosidas). Ya no se usa este método orque no permite transfusiones repeti- Fas. Después vino el método “semidirec- ‘to” mediante el cual las venas se junta- ban con una pluma de ave o tubo. En algunos casos todavia se usa este método. Sin embargo, de més uso hoy en dia es el ny método “indirecto” mediante el eual la sangre se recoge primeramente en una jarra y después se inyecta al paciente gota. por gota en la vena. Recientemente se ha presentado otro método mediante el cual se introduce la sangre en la arte- ria’ con presién de aire: Este método se ‘usa euando la rapidez es necesaria, por- que haciéndolo asi una pinta se introduce en el cuerpo en un minuto ¥ medio en yez de Ja media hora que ¢l método de gota por gota toma. (Generalmente toma siete minutos para obtener tna pinta.de un donador.) Los,expertos opinan que la sangre al- macenada comienza a echarse a perder después de eatorce dias, aunque general- mente Se usa hasta los veintitim dias. A causa de esta naturaleza perecedera de la sangre, el plasma seco (sangre de la cual el agua y los glébulos han sido qui- tados) se usa frecuentemente, especial- mente en tiempo de guerra. También tiene la ventaja de no tener que ser clasificado. Entre otros elementos que son separa- dos y se nidginestaitis sarily Aeneas las globulinas ‘gamas, que contienen los anticuerpos que luchan. contra la enfer- medad; el fibrinégeno, él principal agen- te coagulador de la sangre; etc. Estos son hechos en polvos, esponjas, pastas, plisticos y tejidos, todos sacando utili- dades de sus funciones originales en la sangre. ; Cudnta sangre se usa en un solo caso? Féto varia bastante, empezando desde algunas onzas para un infante.hasta més de 30 pintas durante el curso de una ope- racién mayor eon un adulto, Los que tie- nen enfermedades graves de la sangre a menudo reciben de dos a cuatro pintas por mes, algunos nifios habiendo recibido ya de 400 a 500 pintas de sangre. Esto parece suficiente para nuestro conocimiento del predominio; historia y métodos de la transfusién de la sangre. En el siguiente artfeulo consideramos al- gunos de los riesgos implicados. RIESGOS, ESTAFAS Y ALTERNATIVAS graciadamente, este principio no es observado. siempre. Algunos pacientes han recibido trans- fusiones a causa de debilidad general, debido TN importar el método que se haya usado, la transfusién de la sangre siempre ha estado acom- pafiada de riesgos, Muchas son las vidas, tanto de animales como de hombres, que han sido sacrifiendas éon experimentos de transfundir sangre de animal en animales, sangre de animal en el hombre, y sangre humana en el hom- bre. Que todavia hay riesgos implicados se admite libremente por la principal antoridad (Wiener) Sobre el tema: Puesto que la terapia de la transfusién de la sangre implica cierto riesgo aunque ligero, no debe emplearse sin indicacién definida. Des- 8 a varias causas . . . con resultados indignos del esfuerzo o hasta perjudiciales. En easos de Ieueemia aguda [enfermedad de los eorpiseu- Jos blancos] 0 Ja carcinomatosis {edneer ml- tiple] Ia familia debe ser informada del resul- tado inevitable en vez de ser sometida al desem- bolso de una terapia que lo mejor que puede hacer es prolongar una existencia miserable por un corto tiempo. Hay peligros en aguntos tan sencillos como ta veolanidad era la eretlee tad i sangre y la cantidad, especialmente en los casos cardiacos. El contenido de he- 1DESPERTAD! moglobina en la sangre debe ser consi- derado, El equipo debe mantenerse asép- tieo (completamente esterilizado). Algu- nos hasta recomiendan dar sélo unos poeos centimetros ciibicos de sangre al principio, y si no se notan sintomas in- conyenientes entonces continuar. Por su- puesto, si el, paciente esté inconsciente tales sintomas desfavorables no seran notados. La transfusion de sangre debe ser detenida a la primera indicacién de cualquiera reaccién desfayorable. La sangre almacenada por mucho tiem- po puede manifestarse sin valor o hasta peligrosa. De hecho, en algunos ¢asos solo la sangre fresca deheria usarse, co- mo se informé.en el Times de Nueva York del 19 de mayo de 1950: “El uso de sangre fresca es vital en la maternidad. Investigacion muestra que fltiido alma- eenado puede perder agente coagulador, produciendo muerte toxémica.” Todavia més serios son los errores hechos al cla- sificar la sangre. Concerniente a estos riesgos el Dr. Wiener declara: La reaccién positiva puede pasarse por alto sila mezcla . . . no se-observa por un tiempo largo suficiente, tal como puede suceder cuan- do se dan prisa para una transfusion de san- gre-de emergencia . . . la sangre de recién nacidos puede ser de sensibilidad baja, lo mis- mo‘ es cierto de la sangre almacenada. Sin embargo, aun con la sangre fresea tomada de adultos sé.han obtenido reaceiones falsas y uno de los errores: més comunes es.confundir 1a sangre “AB” de la subdivisién “A,B” por el grupo “B” debido a la debilidad de actividad . En ciertos tipos sélo trabajadores euida- dosos tendrén éxito en hacer los anélis correctos. Se nos dice que también infeeciones agudas, bacteria, prefiez, enfermedades malignas (tal como el edneer) haran es- tragos con los anilisis. Muerte por las transfusions El Dr. Wiener también relata el caso de un donador a quien clasificé como “AB el cual le dijo que habia sido clasi- ficado en tres ocasiones anteriores como 8 DE NOVIBMBRE DE 1950 0", que es precisamente lo contrario. (“AB” indica la posesién de ambos ele- mentos aglutinadores perjudiciales a otros'gldbulos de la sangre, mientras que los que tienen sangre “O” son lamados “donadores universales”, ya que su san- gre no tiene ninguno de estos elementos.) Después de investigar se hall6é que en una de estas tres donaciones anteriores se habia deseubierto’el error y los gidbulos de la sangre se separaron y s6lo el plas- ma se uso sin ninguna eonsecuencia seria, iY en los otros dos casos?_En mo e-pa- ciente que recibi6 la sangre murié cuatro horas después de la fransfusién, y en el otro cuatro dias después, Las ‘circuns- tancias concomitantes a su muerte no dejaron ninguna duda en su mente de que habfan muerto por consecuencia de Ja hemblisis (la destruecién de los gidbu- los rojos por el suero incompatible), pero el médieo que los atendié ni siquiera sos- peché que tal fué el caso, Se culpé a la operacién por tma muerte, la enfermedad por la otra. Concerniente al error hecho en identificar tales causas de muerte, Wiener sigue declarando: Si las muertes' ocurren después dé varios dias de uremia producida por la reaccién he- molitiea, la conexién entre la muerte y la transfusién ‘tal vez no'se reconozea. Esto ex- pliea por qué, hasta reeientemente, se ¢refa erréneamente que lus muertes de uremia que seguian a las transfusiones de sangre, particu- Jarmente en casos,de prefiez, se debian a com: plicaciones de prefiez, tales como toxemia, en vez de ala transfusién. El Dr. Frank Lahey, al hablar en una sésidn de la Asoeiacién Médica Ameri- cana en Atléntie City, Nueva Jersey, en 1949, también tecaleé lo’ peligros de mez- elar los tipos de sangre “cuando los and- lisis elinieos no son suficientemente com- pletos o Hevados @ cabo eon un enidado muy escrupuloso”. ¥ en el Times de Nue- va York del 2 de abril de 1950, se cité al Dr. N. C, Kiefer que dijo que la sangre era “un articulo que puede ser letal a menos que se junte y se transfunda con > plejas de la seguridad”. : Entre las formas mis. serias de con- fundir los tipos es el mezclar el Rh posi- tivo con el Rh negativo, y especialmente en el caso de las mujeres, De acuerdo eon dos doctores en el Hospital y Escuela Médica Johns Hopkins, “el peligro es que jas mujeres y jovencitas Rh negativas pueden ser sensibilizadas por medio de transfusién de sangre con sangre Rh po- sitiva. Entonces'si se casan con hombres Rir-positivos, sus nifios nacerén con la forma més grave de eritroblastosis [una enfermedad de los glébulos rojos] y ge- neralmente no sobrevivirén.” Como ejem- plo de esto citan el caso de una mujer de veintidés afios de edad euyo bebé estaba ictérico cinco horas después de su naci- imiento a causa de substancias antiposi- tivas en la sangre de su madre. Las subs- tancias antiRh se desarrollaron como resultado de una transfusién de unas cinco onzas de sangre cuando la madre misma era una nifia de dos meses de edad y padecié de disenteria. ~" Ein el Hospital de Johns Hopkins tie- nen cinco veces mas casos de este mal pavoroso en afios recientes, igualando ‘exactamente la cuota de aumento en las transfusiones de sangre. Puesto que el porcentaje de Rh negativos es fijo en la Poblacién, hunea més ni menos del 13 al por ciento, dijeron los doctores que el aumento debe ser a consecuencia de un aumento del ntimero de mujeres sensibi- lizadas a la sangre Rh positiva debido a Jas transfusiones de sangre. En conexién con esto es interesante notar que un hombre gané.un pleito judicial del cual recibid $9,000 por la muerte de su esposa, que ocurrié dos dias después que habia recibido una transfusion de sangré. La autopsia mos- tré que ella era Rh negativa y que habia recibido sangre Rh positiva. Sangre enferma Tgualmente peligroso si no mayor que el clasificar mal la sangre es la sangre 10 conformidad estricta a las normas eom- sangre, la autoridad Wiener declara que su “salud debe ser perfecta”. Un articulo que aparecié en el Sunday Bulletin del 29 de enero de 1950 de Filadelfia, Pensil- vania, dice: Lo que no saben muchos donadores sinceros, sin embargo, es el hecho de que la sangre que no est4 limpia de microbios puede costar la ‘vida que se quiere salvar. Por esta razén toda persona que da sangre deber‘a ser lo suficiente honrada para deeir“las enfermedades que ha tenido. Todo trabajador en un banco de sangre debe ser muy eserupuloso en cuanto a los regis- tros y los andlisis sanguineos. . . . Una vez una investigacién demostré que casi el cinco por ciento de la sangre recogida por uno de Jos prineipales baneos de sangre estaba conta- minada con el virus hepatitis [una terrible enfermedad del higado]. Después de contar acerca de una joven- cita a quien se le dié una transfusion de sangre después de un accidente y que como resultado tuvo una enfermedad del higado que tardé ms en curarse que del mismo accidente, el artieulo contintia: Varios tipos de virus, ineluyendo los de in- fluenza y poliomielitis, pueden estar en la sangre o plasma que se usaré para transfusion, 4 menos que se ejerza la mayor vigilaneia. Pa- reeidamente, tal sangre o plasma puede Ievar microbios que produeen el paludismo y otras enfermedades. 0, puede contener substancias que produeen alergia, Hamadas “alergenos”. Tales substaneias pueden producir urticaria, asma, o catarroanual. . . . El virus de hepa- titis, y algunos otros, no pueden observarse bajo el microseopio. Hsto hace tal infeecién un peligro mayor que la de los organismos bate- riolégieos que pueden ser deseubiertos mis fécilmente. El peligro que existe en la transfusion de sangre enferma recibe mayor énfasis de la notieia que conté de la viuda de un veterano de la guerra que demand6 mas de $175,000 al gobierno porque él muri aconsecuencia de una transfusién de san- gre la cual dijo ella estaba ictérica. Re- caleando este riesgo también, un escritor {DESPERTAD! en el Saturday Evening Post del 25 de marzo de 1950, dice que este virus hepa- titis es unos de los mas diffeiles de matar ¥ que una persona puede tenerlo por cin- co meses antes de que se enferme y se dé cuenta de su presencia. A causa de la aparicién tardada de los efectos malos, asi como también la parcialidad a favor de las transfusiones, muy pocas veces recibe la culpa que debe la transfusion de la sangre. En vista de todos los elementos que deben ser considerados en la transfusién de Ja sangre: la cantidad exacta; la velo- cidad con que es inyectada; la condicion aséptica (esterilizada) del equipo; la cla- sificacién exacta de los muchos grupos; y el peligro en la contaminacién de la san- gre—jno se empequefiece el asunto al de- cir que un “ligero riesgo esté implicado”? Tréfico comercial en la sangre ¥ si con toda honradez, hay tantos riesgos reales debido a los elementos hu- manos de negligencia y olvido, ,qué dire- mos del riesgo cuando las cireunstancias arrojan sospecha sobre la honradez de los implicados, porque la sangre se com- pra y se vende? Que la gente vende su sangre en verdad, haciéndolo por toda ne de razones, es noticia diaria: “La re equilibra deuda de la ciudad”; Colegiales venden sangre para obtener dane facilmente”; “Miembros de igle- sia pagan para reconstruir iglesia con sangre”; “Padre vende sangre para ali- viar hambre de familia.” Esos son. s6lo unos pocos de los encabezamientos. 4Y qué hay del riesgo envuelto cuando los bancos de sangre estén anuentes a tomar sangre de positivamente cualquie- ra y no hacen ninguna pregunta? Note este reporte de un periodista del Mirror de Nueva York del 6 de marzo de 1950: Casi cada tres semanas David D. Cohen vende una pinta de su sangre. . .. Visitamos tres baneos de sangre. Firmemente rechazaron el permitirme tomar algunas fotografias. En el primero deben haber habido més de 100 personas sentadas en bancas de madera espe- 8 DE NOVIEMBRE DE 1950 rando sa turno, easi todos eran hombres y mu- chachos, desarrapados, agotados, hambrientos, con ojos distrafdos y caras pélidas. . . . “No le hacen a usted un gran examen aqui,” dijo David. “Sélo le examinan el corazén y la presién sanguinea, y no le hacen ninguna pregunta.” El-segundo- benco'de sangre més al.centro de la eivdad’no tenia nada de gente. El por- tero dijo que eso se debia a que-hacia mucho frio. “Pero los sibados se lena de gente,” afia- dié él. “Este lugar sostiene un montén de can- tinas. Vaya a ésa que esté en la esquina, El cantinero le platicara. Cada sibado levanta del suelo a como ocho de ellos. Se caen de borra- chos.” $ [En el tereer baneo] un doetor muy amable dijo que no habia manera de hacer que eum- plan con la regla de las ocho semanas y nin- guna manera de registrar si el donador esté mintiendo en euanto a tener paludismo 0 asma. Dijo que los baneos de sangre obtienen la euota fija de $15 por pinta de los hospitales. De aenerdo con lo dicho por un pacien- te reciente de uno de los més prominentes hospitales de Nueva York, las cuotas para transfundir una pinta de sangre eran: $50 para los pacientes de cnartos privados, $40 para los: pacientes de euar- tos semiprivados y $30 para los que estén en las salas. El holgazén del Bowery recibe $5; el banco de sangre la vende en $15; el hospital recibe de $30 a $50. Y esta estafa no se limita a la ciudad de Nueva York. Vayamos a través de todo el continente, ;¥ qué hallamos? Bl Mirror de Los Angeles del 31 de enero de 1949, nos dice: LA SANGRE FLUYE EN EL BARRIO BAJO BANCO DE SANGRE DESANGRA A LOS POBRES La gscorta pr L, A. EXPLOTADA Hay un rio rojo de un millén de délares fluyendo a través de Los Angeles. Su fuente es el basurero humano del barrio bajo. Termina en los hospitales estimables y de alto rango de toda la ciudad. ; Quién cosecha las ganancias que pueden obtenerse de los desechos de la Sociedad que no tienen nada més para vender i sino su sangre? )Hs sangre enferma? 4Les inyeetan ‘a los enfermos en los hospitales san- gre podrida obtenida de la escoria dela hu- manidad? BI precio de compra en ¢l barrio bajo de Los Angeles es'de $4 una pinta. El precio de venta a los hospitales es de $25 una pinta. ; Quién se queda con la gananeia de $21? Media docena de “bancos de sangre” en el barrio bajo hacen pasar diariamente a cente- nares de borrachos, degenerados y vagabundos por elbanco de sangre. . .. Un hombre ya ha megociado su vida por $4 miserables. . . - 4 Cuantos mAs como este hombre han muerto para que alguien pereiba la-ganancia de $21? 4.0 quién sabe endntos inocentes hayan muerto en los hospitales de transfusiones conteniendo sangre contaminada? a Si, ;quién sabe? ; Ninguno! La sangre és una cantidad desconocida. Es como aceptar una moneda sin poder determi- nar si es o no es falsa. Y si los errores al seleccionar la sangre son pocas veces cnlpados por el daiio que hacen, es menor Ja posibilidad de que culpen a las trans- fusiones de sangre enferma. ; Las estadis- ticas nunca revelarfn los hechos! Pero se ve una aceptacién técita de este peli- gro en la declaracién de algunos doctores de Harvard hace algiin tiempo (1947) al efecto de que entre las personas enya san- gre no debe usarse para transfusiones es- tén los que han recibido transfusiones 0 cualquier clase de productos sanguineos. Qué diremos de los politicos que tan ruidosamente fomentan las transfusiones de sangre pero no hacen nada para parar las _estafas? ,De la fraternidad médica en los hospitales estimables de alto rango que voluntariamente toman tales riesgos con la vida de la gente que se entrega a su cuidado? Del egoismo mercenario de los hombres que manejan estos bancos de sangre? Si, ;y de los miserables desven- turados que estén anuentes a pasar en- fermedad a otro sélo para poder “apostar en las carreras de eaballos”, ir a una cita, o emborracharse? Todos olvidan el afo- rismo dicho por el Dr, Wiener: la “salud debe ser perfecta”. aby Las alternativas Pero quizas usted piense que es mejor arriesgarse a la sangre enferma, clasifieada, an‘ iénica, vieja, en de- masia, ete., que a la muerte segura por no tener una transfusién de sangre. iCuéles son los riesgos comparativos? 4 Son las transfusiones de sangre indis- snsables o hay alternativas? y si las ay, peudiles Son? Primero que todo, note lo que hace el mismo sistema cuando sufre pérdida de sangre a causa de hemorragia, accidente, ete, ,Es pequefia la pérdida? Entonces glébulos rojos plenamente formados, mantenidos en reserva en el tuétano de Jos huesos para precisamente tales emer- gencias, salen répidamente, lenan el abastecimiento, y no hay desorden. ;Es grande la pérdida de sangre? Entonces ‘un niimero de elementos entran en accién. Flidos de-los tejidos y del estémago en- tran en la corriente sanguinea dandole Ja eantidad necesaria-para que el coraz6n pueda mantener la presién sanguinea. El paciente se siente con sed, pide agua y Ja jugosidad se repone. Los glébulos ro- jos salen apresuradamente conforme se necesitan, algunos no estando maduros todavia y algunos hasta con sus nticleos. (Algo pareeido a un pais en guerra que uusa a stis mu¢hachos para pelear después de que su reserva de hombres ha sido agotada.) El gran simpdtico ayuda al hacer que el coraz6n lata més fuerte y los vasos Sanguineos se estrechen, de esta manera ayudando a hacer que el redu- cido abastecimiento de sangre sirva al propésito de la vida. Y si la pérdida es todavia mayor estas actividades se ace- leran mas. Y qué hay de la aynda exterior? La pectina y el agua se han usado vez tras vez en lugar de la sangre sin ningin caso de shock quirdrgico después de la operacién. En 1916 el Dr. Bayliss in- formé haber usado un seis por ciento de goma de acacia en una solucién salina mil veces sin ningtin resultado desfavorable. En 1947 el Times de Nueva York eseri- {DESPERTAD! ‘bié del reporte de un jefe retirado del Cuerpo -Quimico sobre “Periston”, un substituto quimico para el plasma que los alemanes usaron durante la guerra 300,000 veces y en 40,000 pacientes dife- rentes. La Asociacién Médica Americana estuvo estudiando el asunto, pero no se ha oido nada més de ello desde entonces. Bajo el encabezamiento “Nueva Ayuda Sanguinea Deserita”, el Times de Nueva ‘York del 30 de noviembre de 1949, infor- m6. de un doctor de la Clinica :de Mayo que dijo: “La dextrana, aparte de su ajo costo, evita algunos de los efectos desfavorables del plasma en comparacién con el uso de sangre entera, Suprime las complicaciones de las transfusiones que han estado aumentando ‘a medida que mas se aprende acerca de la clasificacion de la sangre.” Note cuidadosamente esa iiltima oracién: “Suprime las complica- ciones dé las transfusiones que han. es- tado awmentando a medida que mds se aprende acerca de la clasificacién de la sangre.” El Dr. I. Page, de la Fundaeién Clinica de Cléveland, declaré: “En emergencias agua sola o agua’con sal se-ha usado con Gxito.” Si, “agua sola o agua con sal”! Bernheim, en su libro Aventuras en la transfusién de la sangre, hablando del tratamiento para’el shock quirdrgico en tiempos pasados, tal como mantenien- do al paciente caliente, ete,, aiiade: “Bs- Recialmente las inyeeciones intravenosas le soluciones de sal producian el efecto de restaurar al paciente al estado cons-, ciente.” ¥ con respecto a su uso-hoy en dia declara: “La solucién de sal se usa todavia y sirve de mucho. Pero, como todas las cosas, tiene sus limites que deben ser admitidos.” Alonzo J. Shadman, M.D., de Forest Hills, Massachusetts, sin embargo, no les pone ninguna restriedién. Eseribiendo en el Habla el Lego de junio de 1948, dice: He practicado medieina y cirugia por mis de cuarenta afios y nunca todavia he propor- cionado una transfusién de sangre, ni sangre fraecionada, para cualquier propésito, y nun- 8 DE NOVIEMBRE DE 1950 a se me ha-empeorado un paciente por no recibirla. He tenido muchos, muchos pacientes que estaban fos por la pérdida de sangre acei- dental y una infusién de solucién salina nor- mal siempre los salvé. .,. . He visto pacientes yoltearse‘én la cama ¥ morir después de trans- fusiones de sangre. Nunca he visto una reae- cin desfavorable por una transfusién salina necesaria, Hay tantos tipos de sangre ¢omo existen personas en este planeta, ‘Los ejemplos anteriores indican clara- mente que hay substitatos valiosos y practicos para la sangre cuando la can- tidad de eserfltiido vital esté péligrosa- mente reducido en el sistema. También parece que la profesién médica al des- eartar los métodos més simples y més seguros por el que implica los mayores riesgos deihecho esta colando el mosquito de las'soluciones de sal, ete., y tragindose el cumello de la sangre mal clasificada y enferma. Voluntariamente pasan por al- to las maravillosas habilidades del cuer- po para producir sangre y enSalzan su terapia de la transfusién de sangre com- plieada y peligrosa. En sma: Hemos notado la campaiia jor donadores de sangre ¢ investigado Te historia de la transfusion de la sangre desde su principio hasta nuestro dia, He- mos notado los métodos de transfusion y Tos usos heehos de la sangre, Hethos pre- sentado algunos de los riesgos y demos- trado que hay una estafa vil en el trfico de la sangre que “huele muy mal”, Y hemos visto que hay alternativas para las transfusiones de sangre, e implican mu- chisimo menos riesgo. Pero esto no es todo lo que hay de este relato. BI asunto tratado quiz se considere controvertible, y en sus pro- pios méritos eada quien queda libre para eseoger por si-mismo tomar o rehusar las transfusiones de ‘sangre. Sin embar- go, la transfusién de la sangre es equiva- Tente al beber la sangre, y Dios, en Su Palabra la Biblia, ha demostrado clara- mente a los cristianos la voluntad de El con respecto a este asunto ém tres oca- 13

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