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Las mujeres por todo el mundo ~ Su posicion semejante 2 balanzas, cargadas con privilegios- ; en algunos paises y con oprésion en otros : El ruido puede volverlo loco. ;Qué lucha se efectia para reducir log ruides? EI callejon sin salida de la religisn mundana tra carga mas a bordadel barco de la politica que'sé vaa pique a eee ae ee : : : ae my México avanza hacia lo moderno ‘ : Cambia‘el euadro al disminuir fo viejo y aumentar to nuevo eS = 8 DE ENERO DE 1951 JANUARY 8, 1951 AWAKE! SEMIMONTHLY - ‘SPANISH EDITION -acontecié ahi para que usted se informe mediante estas columnas. El punto So its do taka ablchccdn 9) be estracka dino talarnacional. Be Tee ememached naciones, en muchos idiomas, por personas de toda edad. A través de sus piiginas se desfilan distintos campos de conocimiento—gobierno, comercio, religién, his- toria, geografia, ciencia, condiciones soviales, maravillas de la maturaleca—si “su alcance es tan amplio como la tierra y tan alto como los cielos. “;Despertad!” promete adherirse a justos principios; expondré a los enemigos Dealicey ton Po puet ite elandlock'ol GBESND a tidoe oa iboréed, comeolird a los que gimen y fortalecerd a los que estin desanimados debido a los del mundo delincuente, reflejando siempre ta segura esperanza del establecimiento de un justo Nuevo Mundo. Familiaricese con“ ;Despertad!” Quédese despierto leyendo “;Despertad” RECS NWS ICR WATCHTOWER BIBLE AND TRACT 80 TERY, INC, ni, NY, U.S.A. “Gav? Soimtn, Beoretarte Five cents « copy One-dollar a Year Un dilar al aro je domicioonviado a nucs- ofectusré dentro eotén anterior ya ‘nueva: in Se Halla ailstado "mas’ adelante foneda nacional de los diversos pats “Elyaylso de vencimiento. (Junto con un ei ‘Awake! Semimonthly Spanish n. second-class matter at Brooklyn, ‘N.Y, April 20, 1987, Act of March 3, 1879. Printed in Hectsttada Bono ecu agit clase cu in Atbutmistrecion de torres Nom. 1 ae ‘Mexico, D. P, el dla 28 de agonto de 1048. (lmpreso en E.U.A.) RECERCAT INDICE las mujeres por todo el mundo 3 Ms progreso Suegras ori 5 Isla de tesoro zoolégico Lo que la bla des sobre las mujeres 7 Cotebres-y Ingaros EY ruido puede volverlo loco 9 Aves El callej6n sin silida de Ja teligién mundana 12 “Tu Palabra es la Verdad” 49 serf el salvador? 13. send 7 nas Nepaiey ts Foe voluntad s in més gastada que la politica 13 Curso en el ministerio es responsable por | Leeeién 77—La Jerarq Catsiga % 2 15 durante la Edad del. Obseurantismo — " México avanza hacia lo modemo Wz Las inyeeciones pueden causar parilisis— Reforma agraria : * 18 Observando el mundo Volume xX (Volumen XX) Brooklyn, N.¥., January 8, 1951 (Ndimere 1) Number 4 LAS MUJERES POR TODO EL MUNDO A MUJER ha estado sobre la tierra virtualmente por tanto tiempo como el hombre. Y en el largo pertodo desde que fué separada primeramente del cos- tado del hombre y creada, ha demostrado habilmente sus eualidades como aynda y compafiera al lado del hombre. ignal que él, ha cargado penalidades nacio- nales y domésticas, y con sus caracteris- ticas especiales ha hecho posible el circu lo familiar préspero y encantador en todas las naciones. Sus rasgos, por la forma en que han complementado la naturaleza del hombre, han sefialado la sabiduria divina detras de la creacién de toda la humanidad. Sin- embargo, la administracién de derechos y privilegios no ha procedido en la misma forma equitativa entre los sexos. Los hombres han Iuchado por derechos, obteniéndolos mediante leyes, pero las mujeres han dependido en gran manera del consentimiento de los hom- bres. Hasta este dia la posicién de las mujeres de todo el mundo puede com- “pararse con una gran balanza, suma- mente cargada con privilegios en partes del mundo, pero totalmente desprovista de oportunidades por vastas extensiones dela tierra. Donde ha tenido la oportuni- dad, la mujer mas agresiva ha progresa- 2. do a posiciones de prominencia profesio- nal y civica, agregando de esta manera combustible a la Hama que, en tierras civilizadas, ya ha devorado la_teoria antigua de la inferioridad femenina so- bre la base de pertenecer a una forma 8 DE ENERO DE 1951 de vida inferior a la del varén. El hom- bre también ha Hegado a reconocer el derecho de la mujer a un Ingar bajo el sol. Pero ése no es el fin del asunto. El sobresaliente progreso femenino en los Estados Unidos ha hecho que muchas mujeres consideraran las formas més constructivas de emplear sus crecientes libertades. La mayoria indudablemente aun cree que su lugar est en el hogar y prefieren esquivar la vida piiblica. Sin embargo, otro bando, pequeio pero rui- doso, deplora tal conclusion y hasta puede denunciarla como fanatismo y gran ignorancia. Con equidad este arti- eulo desea analizar la posicién de la mujer por todo el mundo y considerar todas sus necesidades en busca de una solucin justa. ;No podria resultar ins- tructivo ‘un examen de la vida de la mujer en los seis continentes del globo? Las mujeres sobre el escenario del mundo Tire hacia atrés la cortina del escena- tio del mundo, Hn todas partes se ver a las mujeres desempefiando sus papeles, por lo general sin quejas. En Europa la mujer puede vivir libre de barbarie, pero no sin necesidades, privacién y, desde Ia guerra, del cuidado de familias en ere- cido ntimero de casos. Los pueblog, con- quistados sienten particularmente la carga de una economia destrozada. En los dias de los nazis las mujeres eran Hevadas como manadas a las fabrieas™ para hacer que las partes siguieran mo- viendose a sus Ingares para la ereciente 3 para mantener a la familia, o todavia. la familia sigue cre- _ ciendo. En maaan de los dos casos la mujer se esfuerza para ayudar con los fe y ae peer we ae h alemén pueda quedar. Uno pue hablar I de las oportunidades abiertas ahora con la facilidad de universidades "para mujeres. Pero ;cudntas tienen los recursos para ello? O, después de gra- se, jquién puede abrirse paso por Tas filas de las ya atestadas profesiones? La mujer alemana hoy patéticamente representa la parte desempefiada histori- eamente por las mujeres: victimas des- pués de una guerra total. Dejando que nuestra mirada baje ha- cia el sudeste al continente africano, ve- mos a una mujer egipcia restringida mucho més rigidamente a la rutina de una vida estrecha. Su tinico interés en la vida mientras est soltera es el hogar de su padre, y cuando esté casada, el de su esposo. Ni siquiera recibe el beneficio de un noviazgo roméntico para salvar el cambio del hogar de sus padres al de ~ su esposo. El casamiento es concertado solamente entre los padres de la mucha- cha-y un agente empleado por el pre- sunto novio para procurarle una esposa adecuada. No ¢s sino hasta después del ¢asamiento que el novio levanta el velo de su novia y la ve cara a cara. Las tribus incivilizadas del interior del Africa agregan una miserable opre- sién fisica a la restriceién politica y social de sus mujeres. Los wanyoros insisten en la obesidad como un requisito de belleza y lo imponen sobre el sexo més ébil. Se ha conocido que algunas de las esposas de los reyes se han puesto tan-gordas que, no pudiendo andar, han tenido que caminar sobre sus manos y Todillas. Con muchas tribus es costumbre sencillamente descartar el cuerpo de una familias Las mujer en a reise en un arbusto' adecuado. -zultiés no pueden mencionar: alta voz los nombres de sus padres, esposos 0 las cabezas de las familias de sus esposos. Continuando el recorrido de la briéiju- Ja hacia el este nuevamente, entramos al vasto continente asidtico. Detras de la cortina de hierro de Rusia se les ha otorgado a las mujeres por afios los Mamados “derechos iguales” con les hom- bres en toda forma de empleos. Sin em- ‘go, los observadores acusan que esta “igualdad” es sencillamente una deman- da com#n para la esclavitud organizada con la cual el gobierno las dirige a-eual- quier empleo que sea de més ganancia para el estado. Se dice que este prin- cipio fué seguido durante la guerra, cuando las. mujeres fueron reclutadas para puestos militares, para los cuales se mostraron especialmente calificadas. Una -penetracién més profunda nos trae a las pnertas de las oscuras tierras orientales de misterio, y la tiltima chispa de derechos humanos con respecto a la mujer se desvanece y muere. Los hom- bres musulmanes de la India pueden divorciarse °sencillamente separandose de sus esposas por tres meses y luego re- nuncidndolas formalmente, Las mujeres hindiies tienen algiin control doméstico dentro de sus hogares, pero nunca pue- den esperar tener el derecho exclusivo @ sus esposos, quienes pueden elegir tan- tas mujeres para compartir sus afectos como quieran. En Corea se les niega a las miserables mujeres hasta un nombre personal y son oprimidas sin misericor- dia debajo de los talones de sus esposos. Los hombres toleran sélo-una ligera aprensién : ereen que la religién es exchu-* sivamente para las mujeres y que por lo tanto quiz tengan mayor influencia con los dioses que los hombres y puedan en algtin tiempo no anunciado pedir al cielo las iras de las deidades sobre las cabezas indefensas de sus pobres maridos. Ahora, avance un poco mas, a China. iDESPERTAD! ‘Suegras orientales La filosofia china atribuye la muerte y todo mal al principio femenino en Ta naturaleza, Yin, y toda vida y prospe dad al principio maseulino, Yang. Uno puede presuponer correctamente de esto que la porcién de las mujeres chinas, por lo menos en las clases comunes, no es considerada como cosa vital. En reali- dad, s6lo una ocupacién: se considera honorable para la mujer, el easamiento. Los chinos desean un descendiente mas- culino para continuar los ritos de adora- cién de los antepasados, ritos que son eonsiderados necesarios para la pros- peridad de la familia. Puesto que una hija no puede ocupar este cargo, es easada tan pronto como sea posible des- pués de Hlegar a la mayoria de edad. Al tiempo del casamiento la muchacha aban- dona completamente su identidad indi- vidual, la cual se pierde en la de su es- oso, convirtiéndose entonces en su ex- clusiva propiedad. Su adoracin debe ir entonces a los antepasados de su esposo exclusivamente y su obediencia abyecta Yinicamente a su esposo y la familia de él, En el hogar de su esposo la esposa sentir la vara de hierro de su suegra més que la de su esposo. Se ha sabido de algunos casos en que la tirania desenfrenada de algunas suegras ha hecho que las jévenes desposadas chinas se suiciden. Sin embargo, si puede. re- sistir, le queda un consuelo en la vida: la esperanza de ser suegra algin dia. No menos tréigico desde un punto de vista occidental es la suerte de la mu- chacha japonesa. Las mujeres siempre muestran una sonrisa impenetrable, la misma sonrisa con la misma profundi- dad, sea que hablen de cosas triviales 0 un desastre horrendo. Hs esta sonrisa que tal vez ha hecho creer a los extran- jeros que los japoneses son muy felices. Sin embargo, investigadores de sus caracteristicas en afios recientes han Hegado a creer distintamente. Desde su juventud més temprana. se ensefia a la muchacha japonesa que debe soportar 8 DE ENERO DE 1951 toda prueba y experiencia con una son- risa impenetrable, sin hacer caso del dolor interno. Francamente, la esposa japonesa no es nada mas que una esclava, esclava . de su esposo. No es solamente la enida- dora fiel de su hogar, la primera en le- vantarse y la iiltima en acostarse, sino que debe tolerar. la completa falta de consideracién de su esposo por lo que ella hace, su falta total de cortesia corriente, y cualquiera y todas sus peores costumbres. No importa a qué hora Ilegue él aunque sea después de una tertulia tarde y alegre, esta obligada a darle la bienvenida, arrodilléndose hu- mildemente delante de él, y, por supues- to, sonriendo todavia. Nunca puede sen- tarse sobre un almohadén en su presen- cia, lo cual en el Japén deja al piso como la alternativa, y en cualquier tiempo que tenga la buena fortuna de ser invitada a ir a algiin lugar con su esposo, debe caminar no con él sino detras de él y a una distancia respetable mientras Heva sus atados, Hs considerado degradante al hombre japonés el hacer el menor cumplido a una mujer. Si puede imagi- narse, las reglas de “etiqueta” japonesas hasta prohiben a la mujer que grite en vor alta durante el parto. Para la japonesa, también, la ‘mica liberacién es por medio del suicidio. Sin embargo, la pobre muchacha japonesa ni siquiera es libre para hacer su propia voluntad en esto. No la consideran mere- eedora de usar el puiial japonés tipico en hara kiri. Y en el caso de que desee el “honor” de morir con su esposo, debe primero obtener su consentimiento. Sin embargo, puede ahogarse o lanzarse den- tro de un voledn sin permiso. “Bestias de carga” Los nativos aborigenes de la isla mas grande del mundo 0 el continente més chico, Australia, también poseen muchas costumbres curiosas concernientes a las mujeres. En comin con tantas otras lo- calidades, la mujer es la bestia general 5 » parece gran cosa llevar uno o dos , los utensilios para cocinar, herra- mientas, provisiones, articulos varios y + las armas de repuesto de su esposo. Cuando se ha decidido el sitio para un nuevo hogar, la mujer edifiea la choza. _ Aunque el esposo es el dueiio absoluto - de su esposa, esto no evita la molestia de _rivales. Si una mujer es seduetora, —po- drén hacerse tentativas frecuentes para secuestrarla de su esposo. Algunas veces el rival se enfrentara con el esposo y lo desafiaré abiertamente. En este caso, los dos exigiran generalmente a la mujer ‘vaya con él, y aquel a quien ella Te- ‘chaza Ie arrojar una lanza como castigo por su “desobediencia”. La belleza no es una bendicién para las pobres mucha- chas euya suerte es el vivir en tales tri- bus. Para ellas la vida de casadas esté mareada por cicatrices de batalla. E] eruzar el ancho Paeffico nos leva nuevamente al Hemisferio Occidental, pero no al estilo de “vida occidental” al cual estén acostumbradas las mujeres del continente norteamericano. Entre las tribus del interior las mujeres hacen la mayor parte del trabajo pesado mientras que los hombres hacen de la caza su principal ocupacién. Un hombre de la raza blanea en busca de tesoros se encontré con un vasto imperio de caucho en las selvas del Amazonas, y descubrié este rasgo cuando traté de persuadir a los hombres de las. tribus indigenas de wapisina y macusi que él podia hacer que les valiera la pena el juntar latex de los Arboles de caucho. A esta oferta, sin em- bargo, sélo recibié una respuesta enfa- dada de, “trabajo de mujeres.” Los jefes temian que si empezaban a hacer “traba- jo de mujeres”, no conocerfan la paz y que seguramente tendrian que hacer otras cosas que anteriormente dejahan para que las hicieran las mujeres. Ra- zonaban que ningtin enriqueeimiento ma- terial temporal podia valer tal sacrifi- cio. En este caso, sin embargo, el nego- ciante y su asistente oriental tuvieron 6 en forzar a los nativos a trabajar, entregéndoles algunos vestidos atracti- vos a unas pocas esposas indigenas y permitiendo que se corriera la voz que todas las mujeres nativas podrian tener cosas parecidas si ellas y los hombres les trajeran suficiente caucho. Las es- posas de la selva se manifestaron ser tan diestras como sus hermanas de la ciudad en obtener accién después de eso. Después de tal mirada cireundante del globo a las mujeres en todas las naciones, el volver a los Estados Unidos més bien parece entrar en otro mundo que sim- plemente en un continente o pais diferen- te. En vista de las condiciones que se en- cuentran en cualquier otra parte, parece una verdadera realizacién el s6lo encon- trar un lugar donde la mujer es conside- rada como un miembro legitimo de la raza humana. ‘Recuerde a las damas’ Sin embargo, la Sra, y Srta. América también han tenido sus_dificultades. Cuando estaba reunido el Congreso Con- tinental, John Adams recibié una carta de su esposa suplicando que los miem- bros ‘recordaran a las damas’ en la com- posieion de leyes que, les darian vor ero, jay! la mayoria de las mujeres en 's estaban mal equipadas para tomar sobre s{ semejantes obligaciones como las que pedian. Antes de la Revo- Juci6n, virtualmente la tiniea edueacion que las muchachas podfan conseguir era en las Hamadas “Hseuelas de Nifias”, esos tiem) donde podian aprender a leer y coser. En 1790 el pueblo de Gloucester, Massachu- setts, siguiendo la tendencia de proveer a las muchachas con alguna educacin publica comparable a aquella recibida por los muchachos, hizo esta provisin en su resolucién sobre el tiempo para la instruceién elemental, después de reque- rir ocho horas diarias para los mucha- chos: “, . . que dos horas, o una parte proporeional de ese tiempo, sea dedicado a la instruceién de las jévenes—puesto que son una rama tierna ¢ interesante de ;DESPERTAD! la comunidad, nadas en las pueblo.” La idea de educacién-para-muchachas ‘se extendi6 por todo el pais y desparra- mé semilla que en el siglo oe prodnjo la oportunidad también educacién superior femenina. ee tanto, la brigada de los “derechos i ain les” mantuvo firme su arremetida. Una 6xima victoria fué desviada por la uerra Civil, que postergé su realizacion hasta 1919, cuando la provisién mas im- portante, el sufragio femenino, fué otor- gado. Este notable triunfo inspiré a los guias de varios grupos de “derechos fe- meninos” a renovar su ataque, ¥, hajo su grito de combate incesable de “rendicién incondicional”, lanzaron-un asalto a Ca- pital Hill mientras que el Senado estaba debatiendo la enmienda de derechos ignales polemisticos el enero pasado. jLa “rama tierna e interesante” ha cre- eido hasta ser un Arbol bastante grande! Cefiidas con libertades ganadas con tanta dificultad, el sorprendente bello sexo ha seguido obrando maravillas para si mismo ante los ojos del hombre curioso. Uno por uno, anteriores tabiies han sido desbaratados desde que las da- mas han asumido cargos del jurado, in- vadido la profesién juridica y hasta roto las puertas de la anteriormente inex- pugnable Universidad de Harvard. Mu- jeres miembros pueden encontrarse en ambas cémaras del Congreso, y de vez en cuando una voz osada se oye sugerir que uno de los partidos principales deno- mine a una mujer para el cargo de presi- dente. En un frente internacional, las mujeres han ocupado puestos en la Se- cretaria de la Liga dp is Naciones, ha- cen lo mismo hoy en las Naciones Uni- das, y hace poco solicitaron cargos mas ®importantes en la misma. Ni tampoco se les ha de conceder a los hombres el derecho exclusivo a una vida de aventura, porque mujeres han lotado con éxito los campos de avia- cion, caza, exploracién y otros. 8 DE ENERO DE 1951 ‘este. pers ane Pablo, ~_ De modo que los hechos testifican por sf mismos en cuanto a los extremos va- ‘Tiados en los cuales se encuentran las mujeres por todo el mundo. Donde se ha dado la oportunidad, mujeres capaces se han levantado, que han probado que su sexo tiene tal habilidad mental que mere- ce un trato igual al de los hombres. Pero en cuanto a su lugar més itil, la mujer comin elegiria el hogar y daria su propia contestacién colocéndose en la posicién doméstica de la vida. En su mayor parte, indudablemente admitirén que las mu- jeres que han ascendido a posiciones de gran responsabilidad profesional o gu- bernamental son un grupo raro y excep- sional de su especie. Entonces yparece probar esto, como lo muestra la mujer por sus deseos naturales, que fué creada para una posicién diferente en la vida que el hombre? Para una respuesta im- parcial seria sabio acudir a su Creador y averiguar. Lo que la Biblia dice sobre las mujeres Aunque la Biblia abunda en Telatos de mujeres fieles que cuidaron de sus ho- gates y asistieron én proporcionar a sas ijos el conocimiento de la Palabra de Dios, es consistente en colocar siem- pre a la mujer bajo la superintendencia inmediata del hombre. Hste orden coloca responsabilidad adicional sobre el hom- bre, que esté obligado a proveer para su esposa. Dentro de 14 congregacion cris- tiana esta calidad de cabeza le da al hombre el derecho de dirigirse a la asamblea y conducirla en el estudio de la Biblia, Un el Génesis se le dijo al hom- bre que debia esperar trabajar con el sudor de su rostro mientras vivia en una tierra maldita, y se le dijo a la rfujer que el hombre se ensefioreatia de ella, Bibli- camente, la regla permanece inalterada. —1 Corintios 11:3; 1 Timoteo 2: 11, 12. Con referencia a Ja tirania que el hom- bre ha usado al gobernar mal en tantas partes de la tierra, uno sélo puede llegar a la conclusién de que lo mencionado de- muestra adicionalmente como le hace = Es Poe las mujeres” en SA place bale quate han tenido una _ libertad considerable lo considerarian su deber el dedicar ellas su vida al mejora- miento de tales condiciones. Sin em- bargo, aquellas que lo hacen estén desti- " nadas a sufrir el mismo amargo desen- gafio que han experimentado por genera- cionés los hombres que han tenido la misma idea. ,Es éste, entonces, ‘un in- tento mezquino para oprimir aun més a las mujeres, ahogar su libertad y per- mitir al hombre hollar sus derechos para satisfacer sus propios fines? Siempre que se cita este mandato biblieo se oyen tales observaciones de algunas mujeres que son de cardcter excepcionalmente ambicioso 0 dominador. Sin embargo, la Biblia en ningtin lugar busca privar a las mujeres de sus oretisis Belo sci ees libro se encontrarén garantias para la seguridad femenina contra la opresién que nunea han sido igualadas por ningu- na legislacién o carta humana para dere- chos humanos. Aconsejé el apéstol inspi- rado, ‘los esposos debieran amar a sus esposas—como si fueran sus propios euerpos. ’—Efesios 5: 22-33, 4Por qué, pues, se les dijo a los pri- meros: eristianos que trataran a las mu- jeres diferente que a los hombres? Sim- plemente porque las mujeres son diferen- tes. Su creacién en él comienzo fué para el propésito de proveer lo que le fal al hombre, no para repetir en otra forma las mismas cosas que el hombre ya poseia. Ella fué hecha una mujer, no un ido hombre. Quieran admitirlo sus guias 0 no, los tales llamados “derechos iguales” © programa feminista tratan de destruir esta diferencia y hacer a la mujer lo que no es ni jams puede ser. Ni la Biblia ni hombre alguno de mente equilibrada negaria a la mujer sus vilegios de educacién y adelanto cultu- ral; pero tal progreso debiera ser usado para prepararla Rare su lugar en la vida, no para el lugar del hombre. el ¢ a la mujer misma. Si fuera a permanecer o caer la colocacién de las mujeres er la vida publica con preferen- cia al hogar por decisién de las mujeres, « jeudntas de ellas votarian a favor de ella? jEsté mejor habilitada la mujer fisicamente para la competencia en el mundo: profesional o para dar a luz y eriar hijos? Y qué fuerza para el bien puede demostrar ser por su buen ejem- plo en la atencién de su esposo, hogar e hijos, En realidad, el quitarle a la mujer su distincién del hombre es privarla de sus derechos de verdadero valor. Las mujeres en condiciones mas opri- midas gustosamente aceptan el orden cristiano expuesto arriba y acogen fa- vorablemente la-esperanza de la vida de dignidad que ofrece. La norma biblica aquies una gran ignaladora, quizds de- rribando a unas pocas de una percha alta pero artificial mientras que eleva a tan- tas de las profundidades de la degrada- ee No es tan dificil para las pisoteadas mprender que slo el reino de Dios le levantar finalmente a la entera ea. arnt ae degeneracién en un nuevo mundo de justicia. Sin hacer caso de diferencias en otras cuestiones, todos los hombres y mujeres honrados en todo pais debajo del sol sineeramente desean hogares paificos y una vida dé contentamiento. Las mujeres cristianas de hoy se unen a sus compatie- ros en anunciar la esperanza del nuevo mundo a sus vecinos en todas partes, tal como se usaron las profetisas en la anti- giiedad para Ievar la Palabra de Dios. Estas son noticias gratas para todos, porque tales hogares felices sobre una tierra glorifieada no serian eompletos sin el hombre o sin la mujer. Mujeres pia- dosas por toda la tierra buseardn agra-. dar a Dios ahora cumpliendo con su puesto actualmente asignado, mientras anticipan alegremente sus lugares en ese yenidero nuevo mundo completamente feliz. |DESPERTAD! A CIENCIA no ha desenbierto = qué clase de ruido molesta a las ostras. Pero los expertos saben qué ruidos irri- tan a los humianos. La contestacién es: cualquier ruido, cuando sea lo suficiente. Algunas veces, naturalmente, estamos conseientes de los ruidos que nos moles- tan, otras veces no. Pero, dice él hombre | de tiencia, aunque nos demos cuenta 0 no, el ruido—la mayor parte evitable —simplemente no es saludable. Experi- mentos médicos demuestran que el ruido donde trabajamos, donde vivimos y dor- mimos, y mientras viajamos al trabajo y-volvemos de él, puede reducir nuestra eficiencia, perjudicar nuestra tranquili- dad de animo, salud y bienestar. El ruido, dicen, produce falta de suefio, ner- vios fatigados y mala digestion. Los hombres de ciencia hasta han in- yentado métodos para determinar pre- cisamente endinto ruido, 0 qué poco, si lo prefiere, es perjudicial para nuestro bienestar. Midiendo el ruido en grados, Hamados deeibelos, el Dr. E. Lawrence Smith, neurdlogo famoso, determiné que el ruido a un nivel de 60 deetbelos o mas tenia un efecto inequivoco para arruinar la digestién. Los deefbelos son més f4- ciles para comprender por comparacién que por definicién. Por ejemplo, una conversacién ordinaria tiene un prome- dio de 40 decibelos, Ruidos normales en una, oficina de negocio se combinaran para crear un ruido que mide 50 decthe- Jos. Una oficina ruidosa frecuentemente aleanza 70 decihelos, El susurro de las hojas en una brisa suave mide 18 deci- belos. Un cuchicheo a cinco pies de dis- 8 DE ENERO DE 1951 2. -VOLVERLO Loco tancia asciende a 25 decibelos. Esa radio alta del veeino pro- bablemente registra 65 decihelos o mas. Una boeina de auto- mévil que se toca para Vd. desde una distancia de 3 metros salta para contar 120 deefbelos, le dafia: su ofdo, y pro- bablemente lo hace enojar. Desgraciada- mente, la maquina para contar deefbelos no registra cuando es expuesta a cor- batas chillonas de Navidad. Contrario a la creencia popular, nun- ca adaptamos completamente ruestro mecanismo fisico, mental o nervioso al ruido. No importa eudn familiar Negue a ser un sonido repetido, nunca pasa sin ser ofdo. Aun cuando dormimos, “oimos” sonidos que entran en nuestros dormi- torios, porque se registran en nuestra mente y provocan actividad mental in: necesaria. Algunos sonidos que la ex- periencia nos ‘ha ensefiado requieren reaccién muscular, bocinas de automévil y otros semejantes, en realidad causan actividad fisica mientras dormimos. Im- pulsos causados spor estos sonidos y transmitidos’a los nervios por medio de ellos provocan saltos, movimientos de la pierna o el brazo y sacudidas, resultando en un suefio irregular y pérdida del verdadero descanso. . La sordera por la ocupacién de uno se esta haciendo mas y més comin. A medi- da que nuestras ciudades se hacen mas ruidosas, hay més sordera entre los constructores de eaminos, conductores de émnibus y taxis, impresores y policias de trénsito. Organizaciones de patrones y compaiiias de seguros estn analizando aliora este peligro y comenzando a des- 9 d tos incluyen el estudio por de los niveles de ruidos actuales y e tenciales en grandes plantas industriales - yun estudio euidadoso del ofdo del em- _ pleado antes de ser asignado a una seccién de la planta donde el ruido es _ fuerte y continuo. Los ruidos de la calle estén bajo estudio en muchas de las ciu- dades grandes, con la Fundacién-de In- vestigacién Armour del Instituto de Tec- nologia de Illinois haciendo un estudio muy minucioso de los ruidos de las calles de Chicago. Los ruidos de la calle y el transito, en su mayor parte; no son ritmicos, y, por lo tanto son los més molestos, pues él ofdo no se puede ajustar fécilmente a ellos. Esto ocasiona enojo y otras emo- ciones inquietantes. Esta es una de las razones para los efectos lamentables del ruido sobre el sistema nervioso delicada- mente armonizado. La continua presién de ruidos estridentes a los cuales estén expuestos los obreros no sélo tiende a produeir el deterioro del ofdo, sino que también hay una tensién sobre el sistema nervioso que resulta en la neurastenia y otras enfermedades mentales. Hace tiempo ya que se ha comprendido que el ruido en la maquinaria significa ineficiencia. Los ingenieros automovi- icos especialmente parecen compren- der esto. Los fabticantes de automéviles estén silenciando al automévil moderno. Hasta las bocinas de los autos mas nuevos son menos roneas, mas melodio- sas. Los fabricantes de tranvias moder- nos de lineas aerodindmicas han usado muchas libras de eaucho y otro material aislante de sonidos para teducir el ruido de sus vehiculos. En el trénsito de la ciudad, la introduccién de nuevos coches de tranvia eléctricos silenciosos, u 6mni- bus eléctricos, ha reducido los ruidos de trénsito en ae parte. El Director de Salubridad de San Francisco, J.C. Gie- ger, coment6 recientemente: “Si la dis- minueién de ruidos contribuye a la causa de la salud ptibliea—y pocos dirén 10 Tos cambios a lo contrario—entonces émnibus eléctricos son una eae. a definida, Debieran ser de utilidad disminuir las irritaciones y ietrascion ee impuestas por el ad sobre las perso-. nas que trabajan, hacen compras, cami- nan 0 condueen por la calle Market. Ni estan limitados los beneficios a la seecién eéntrica de la ciudad. Ya hemos recibido informes entusidsticos de hospitales don- de el ruido anteriormente eausado por los tranvias viejos ha desaparecido con el advenimiento de los émnibus eléetri- cos. El piiblico debe notar una diferen- cia en el contenido de anhidrido ear- bénico del aire a medida que més 6mni- bus de gasolina son reemplazados.” Otros adelantos animadores en la ba- talla en contra de los ruidos imttiles vie- nen del uso de mas materiales absorben- tes del sonido en fabricas, oficinas, tien- das y hogares. Ingenieros de teléfono y radio han desarrollado téenieas que pue- den mostrar a otros e6mo hacer frente a los sonidos que se quieren evitar. El ruido probablemente nunca jamas seré eliminado completamente, porque, para- déjicamente, un silencio absoluto tiene un efecto adverso sobre los nervios hu- manos. Sin embargo, baratindas hechas por el hombre, estruendos industriales y especialmente del transito pueden ser amortiguados hasta un grado donde ya no constituyen un peligro para la salud. El especialista en cerebro, Dr. Foster Kennedy, ha demostrado que el ruido tiene un efecto definido y perjudicial sobre la mente. Por medio de experimen- tos en el. Hospital de Bellevue en Nueva York, descubrié que estallando una bolsa de papel inflada levanté la presién en el eerebro de un enfermo cercano més que la morfina y la nitroglicerina, las drogas m4s poderosas para aumentar la Po del cerebro. Las explosiones de sas de papel hicieron subir la presién® del cerebro cuatro veces més que lo nor- mal por el intervalo de un segundo antes de volver a lo normal. Acaso es un mila- gro, entonces, que algunas personas pue- iDESPERTADI dan Megar a la ‘muerte por el ruido incesante? En una conferencia que se celebré hace poco en ee ra _luchar contra tuidos, el Dr. Dan McKensie, cirujano del ejército britanico, revelé que durante Ja tiltima guerra algunos hombres fueron muertos por el ruido mismo. El choque de ondas sonoras, provocadas por explo- sivos poderosos, en realidad podia pro- _ ducir la muerte. Los hombres de eiencia estén estudiando la posibilidad de usar ondas sonoras, tanto audibles como inau- dibles, como armas mortiferas para guerras futuras. Si la bomba de hidré- eno no lo aleanza, el ruido si lo hard. ‘odos los expertos concuerdan. ave un ruido fuerte repentino causa casi la mis- ma reaccién en una persona que un gran susto. Si la reaccién es suficientemente severa, puede ser seguida por una pos- tracién nerviosa, una sensacién general de depresién o una pérdida de vitalidad. No solamente ruidos fuertes, sino tam- bién ruidos continuos, aun juefios, ran tension ner- pueden producir una viosa en la mayoria de las personas. Los chinos, hace muchos siglos, usaban en celdas de otra manera silenciosas, un ruido continuo como el tie-tac de un reloj para enloquecer a los prisioneros. Los oficiales de policia reconocen la eficacia psicolégica del interrogatorio y gritos continuos cuando se interroga a crimi- nales y se trata de obligarlos a dar in- formacién o hacer confesiones. Ha habido un aumento constante de enfermedades mentales en todos los paises civilizados en afios recientes. En los Estados Unidos, el ntimero de en- fermos en institutos mentales sobrepasa alos enfermos en hospitales sufriendo de todas las demés dolencias. No es una exageracién decir que bastantes casos de Slocura son causados por sistemas ner- viosos que no pueden adaptarse al cons- tante bombardeo de ruidos. Las personas eon desequilibrios emocionales, 0 que estén obligadas a levar cargas mentales 8 DE ENERO DE 1951 son eapaces de de 10 oO que edanteha-rapidas es las mas rdpida- jocura por el ruido. Estos in- dividuos necesitan ser cuidados en insti- tutos piblicos, y en muchos casos Vd. paga para su tratamiento por medio de impuestos aumentados. Tomés Edison dijo una vez que los ruidos de las ciudades deben inevitable- mente crecer y que el hombre del futuro sera sordo. Es cierto que algunos ruidos van en aumento; sin embargo, hay espe- ranza de que las medidas. contra. Tok ruidos de hoy puedan evitar la realiza- cién de la pesimista profecia de Hdison. Los estudios de los ruidos més fasti- diosos catalogan a las bocinas de auto- miviles, frenos chillones, los 6mnibus de ciudad, escapes libres y motocicletas como los més ofensivos. Casi ocupando el primer lugar entre otros sonidos een- surables estén las radios demasiado altas que pertenecen a otros, pitos de © fabricas, remachados, taladros neuméati- cos y juegos y fiestas ruidosas. Pareee bastante raro que no se eonsideren los perros que ladran y gatos que adllan tan ruidosos como los caricaturistas a menudo los pintan. ~ En su comunidad probablemente hay uno o més grupos trabajando para la dis- minucién de ruidos. Podrén ser el De- partamento de Salubridad, el Departa- mento de Policia, la Camara de Comercio © el periddico local. Dependen grande- mente de que Vd, y otros eiudadanos les digan dénde hay ruidos excesivos e int- tiles y qué rnidos son irritantes. No se avergiience de quejarse. Estas organiza- ciones, con su cooperacién, ayudarén a corregir la situacién para que Vd. y sus vecinos puedan tener paz y quietud a las cuales tienen derecho. No permita que Jos ruidos lo enloquezean. Es probable que mam4 no esté bro- meando enando amonesta: “Si no sus- penden esa baratinda, me van a volver Joca.”—Contribuido. li UANDO un critic de libros del Times de Nueva York obsery6 que ésta es una “edad de supervivencia”, did a entender que la gente, toda la gente que vive ahora, estén vivos solamente porque han eseapado hasta ahora de la aniquilacién en “una edad de matanza sobre una base de produccién en serie con fines tanto militares como politicos”. El eseribié: “Nunca antes han estado desparrama- dos por todo el mundo tantos sobrevi- vientes. Hombres y mujeres que han sobrevivido horrores més all4 de la ima- ginacién y riesgos innumerables hoy “estén caminando por las calles de la mayor parte de las grandes ciudades del mundo. Son los veteranos de fabricas de muerte alemanas, de los campos de tra- bajo forzado soviéticos, de prisiones ja- ponesas, de guerra en todo clima, de ca- tastrofes repentinas y largos aiios de pe- ligro inminente de muerte por inanicion.” ‘Ninguno ha sobreyivido ileso, Aun en los Estados Unidos de la América del norte y otros paises no invadidos, el aliento caliente de temor calamitoso ha endurecido los corazones del populacho hasta que la histeria reina soberana. To- dos existen en un mundo de incertidum- bres a toda hora, La gente est4 viviendo en la especie de temor que, segiin e] juez Black de la Corte Suprema de los Esta- dos Unidos, “enceguece la visién y obseu- rece el poder de raciocinio.” Esto trae a la memoria el proverbio: “Donde no hay visiGn, el pueblo perece.” m realidad, los temores, y perpleji- dades de la edad de la bomba. de hidr6- geno le han causado al:mundo wm tras- torno mental, afligiendo a jévenes y ancianos. Definiendo esta enfermedad mental mundial como algo “més mortal 12 2 bomb: yA cas", el presidente de la Asamblea General de-las N.U., general [AA Carlos P. Rémulo, se- fial6 su tremenda pro- poreidn pregantande qué oeurviria 8 "Ia rumanidad fuese afrontada repentina- mente con un azote que lenara la mitad .de las camas de hospital en los Estados Unidos con sus victimas ; haciendo deter- minadamente necesaria la hospitaliza- cion futura de uno de cada diez bebés que nacen hoy; requiriendo alguna for- ma de tratamiento médico para tanto eo- mo una persona de cada cinco en este pais solamente; afectando las vidas de casi toda familia en el mundo, y requi- riendo la edificacién de comunidades es- peciales donde cinto, seis y siete mil vie- timas tendrian que vivir separadas de sus familias y comunidades por meses, afios y en algunos casos por toda su vida”. Este desastre no es una “mera fan- tasia” sino “nna realidad que ya existe”, declaré el presidente de las N.U. ¥ ningtin torrente-editorial, ningtin clamor de la gente, ningiin parlamento de hom- bres, ningtin conclave de cientificos, ni siquiera una cruzada_religiosa, puede hacer algo para aliviar la locura del mundo. El general Rémulo pint este lienzo horrendo con datos veridicos de “Tas oficinas del Cirujano General de los EE. UU,, del Servicio Sanitario Pablico de los BE. UU. y de la Organizacién Mundial de Sanidad. El espectro que esta Heyando,a todo el mundo a Ia locura es r inexorable inmutable de no ivir més. Eleanor Roosevelt foto- grafié la cara maléfica de dicho es- pectro a la luz fria de palabras impresas cuando eseribié: “La raza humana ha persistido hasta _ ahora mayormente porque ha tenido un amplio margen para el error. Podia eo- meter errores, pero nunca en tan grande eseala como para amenazar su propia existencia. Podia entregarse a la guerra, {DESPERTAD! despojar la tierra de la cual dependia su _subsistencia, y tomar parte en masacres, enfermedades y plagas provocadas por suciedad e ignorancia; podia hacer todas estas cosas, cometer todos estos errores una y otra vez, y sin embargo tener una proteccién amplia en contra de la ca- tastrofe final. Ya no puede hacer eso.” Se invoca una edad de cordura. “La naturaleza humana debe encontrar una grande fuerza unifieadora que cambie su naturaleza de la voluntad de guerra a la voluntad de paz,” amonesté William James. Algin cirujano experto debe operar la naturaleza del -hombre. La carta constitucional de la Organizacién Edueacional, Cientifica y Cultural de * las Naciones Unidas declara, “Puesto que las guerras comienzan en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres que deben introducirse las de- fensas de la paz.” eQuién seré et salvador? Estando en el borde del peligro, ypue- de Ja humanidad aeudir a las N.U.? Alla en el afio 1947 el secretario general de las N.U. alegremente predijo: “Cuan- do nosotros en las Naciones Unidas nos consagramos al mejoramiento de la edu- cacion, de la salud, de las normas de vida generales, o de las comunicaciones o alojamiento en el pais més remoto y atra- sado—estamos extirpando los gérmenes. que un dia levarian mundoa su Arma- ged6n final.” ; Ay !la esperanza del seere- tario general qué el afio siguiente de 1948 pondria por obra un acuerdo “entre los poderes mundiales y un arreglo de sts problemas” trajo en cambio los titu- los ltigubres “Se espera que las Naciones Unidas abandonardn todos los planes de desarme” y “Plan de armamentos de Ee atos formado”. La gente est4 aprendiendo que apo- yarse en la politica para la salvacién de un desastre mundial es apoyarse sobre un bastén roto. El analizador politico Raymond Swing dificilmente hubiera 8 DE ENERO DE 1951 podido « verdad mas elara- mente cuando pesd el fracaso de los estadistas modernos, declarando, “Po- der, en el sentido pasado cabal de la palabra, no existe mas. Lo que queda es solamente el poder destruir; .. . Incapaces de prevenir la destruceién, los estadistas solo estén haciendo un es- fuerzo para persuadir la extensién e intensidad de la destruccién. Estén pro- curando hacer esto aumentando los me- dios de destruccién, lo cual deseubriré su completa: y horrible impotencia. . . . Los estadistas han Uegado a un callején sin salida.” Las palabras expresan Ja verdad en un sentido mas cabal que lo que indican las bastardillas agregadas, porque el estado de las cosas que este profeta po- litico lamenta lleva a_la humanidad al tiempo predicho en la Palabra del Crea- dor y Libertador de la tierra: “Te damos gracias, Sefior Dios todopoderoso, que eres y que eras, que has tomado tu gran poder y comenzado a reinar; airdronse las naciones, pero ha venido tn ira, . el tiempo para destruir a los que des- truyen la tierra.”—Apocalipsis 11:17, 18, Méffatt, en inglés. La religién més gastada que la politica Una fuerza més potente, mas renova- dora que la politica debe acudir en so- corro de la humanidad. Debe venir en la forma de un poder moral suficientemente poderoso para regenerar y controlar la naturaleza humana, apartindola de los poder, sin duda es segunda sélo al amor a la ganancia como una senda hacia la adquisicién egofsta. “Si el mundo ha de sobrevivir mucho, el poder gigantesco Bee el hombre ha adquirido por medio le la energia atémica debe enfrentarse con un poder espiritual de mayor magni- tud,” amonest6 el presidente Truman. Luego exclamé: “jOh! ;por un Isaias o un San Pablo que despertara otra vex al mundo enfermo para que vea sus responsabilidades morales!” El presidente, dirigiéndose a represen- tantes catdlicos, protestantes y judios de la religién mundial organizada, orto- doxa, naturalmente no reconoceria_nin- gin poder espiritual” que no procediera de religion mundana. Por ejemplo, no reconocerfa la voz del mismo Isaias clamando hoy con toda la fuerza de su eumplimiento profético—un hecho que Isaias mismo predijo, declarando: “;Deteneos y maravillaos! ;gozaos y cegaos todavia més! ; Bbrios estén, mas no ¢on vino; tambalean, mas no a causa de licor fermentado! Porque Jehova ha derramado sobre vosotros el espiritu de suefio profundo, y os ha cerrado los ojos, a saber, los profetas; y ha cubierto vues- tras cabezas, es decir los videntes. Y asi toda visién os ha venido a ser como las palabras de un libro sellado, que se le daa uno que sabe leer, diciendo: Ruégote me leas esto; y responde: No puedo, por- que esta sellado: luego se da el libro al que no sabe leer, diciendo: Ruégote me leas esto; y él responde: No sé leer. Dice pues el Sefior: Por cuanto este puéblo se me acerea con su boca, y eon sus labios me honran, pero alejan de mi su corazén, y su temor de mi es solo un mandamiento de hombres, cosa que se les ha ensefiado; por tanto yo volveré.a obrar maravillosa- mente con este pueblo; cosa asombrosa y maravillosa voy a hacer; y pereceré la sabidurfa de sus sabios, y la inteligen- cia de sus entendidos desapareceré.” —Isafas 29: 9-14. 14 Ahora si la eallej6n sin salida, y la religién es su ‘mica esperanza, entonces ,qué tiene para ofrecer la religién? ‘Aqui hay una muestra. Ciertamente que el clérigo comfin debiera estar aver- gonzado de pretenderlo como suyo. Tal como el Dr. Benantts profesor de teologia eristiana y ética en el Seminario Teolé- gico Unién de Nueva York, reciente- mente admitié ante un conclave de los principales eruditos y educadores de U., el comunismo -ha logrado su poder por el fracaso de la religién de la cristiandad. Por lo tanto la religién debe adelantarse con una Hamada més intere- sante que la Hamada materialista del comunismo, Este es el enigma del dilema de la religién ortodoxa; j qué puede ofre- cer! “Para competir con el comunismo, necesitamos ensefiar, reealear e inculcar constantemente una ideologia positiva,” clamé un pastor luterano de Minneapolis. Pero gqué “ideologia positiva”? No la ‘ideologia positiva del Dominio del Reino de Dios bajo Cristo Jestis ejerciendo po- der irresistible en la tierra ahora, que esté juntando las personas de coraz6n sincero desde el otro lado de las barreras de la religién y raza, desde mas alla de las cortinas dé hierro de ideologias po- liticas, a una verdadera unidad de mente y confianza, preparatorio para entrar en un muevo mundo de vida y felicidad eternas tan pronto, ahora, como el Ar- magedén de Dios destruya “a los que destruyen la tierra”. No, lo que el pastor aboga es todo lo que cualquier elérigo religioso puede abogar—una ideologia politica hecha por hombres. Como sucede que el Ee jortland es un residente de los Estados Unidos y no de Espafia, Rusia o India, él aboga por la democra- cia. “Debemos ensefiar a los nifids quéyy cosa es la democracia y también el costo de crearla,” Ilustra su “ideologia posi- tiva” en accién describiendo un “desfile ideal en el dia del Armisticio”. Estarfa alli la bandera americana y el soldado en 1DESPERTAD! politica: ha aleanzado su : uniforme, la enfermera, el maestro, el ama de casa, el m¢ ¥ el agricultor. Eneabezando Ia prove-— sién, llevarian un estandarte declarando: “Estos son todos patriotas si hacen su tarea elegida para el bien comin.” La Italia de Mussolini, la Alemania de Hitler, la Rusia de Lenin, todas gozaban de estos desfiles en que ostentaban su patriotismo. Hoy los paises comunistas se alborotan por ellos, Cuanto mas los bendice la religién, tanto mas se flamea la bandera, se imprime més profunda- mente en el coraz6n y mente de la juven- tud un patriotismo ardiente, un nacio- nalismo politico, fanitico e histérico. No demuestra falta de respeto por la demo- cracia ni por la bandera ¢l decir esto. Pero el clérigo que ondea la bandera y elogia el credo politico popular no sdlo revela el hecho de que su religion no puede resistir por su propia fuerza, sino, peor afin, abarata la Palabra de Dios uséndola para hacerse aceptable en amis- tad con el mundo, haciéndose asi el ene- migo de Dios y Cristo, euyo reino no es de este mundo, “no es de aqui,” “no tiene tal origen.” (Santiago 4:4; Juan 18:36; ver Una Traduccion Americana, en inglés). Bn realidad, ;qué cosa mejor tiene fa religion para ofrecer en esta vida actual que més politica? Pero si la politica ha alcanzado su callej6n sin salida, qué puede decirse de la religién? Est peor que sin salida. “Debe decirse que el registro del gobier- no (en detener la propagacién del co- munismo) es mejor que el registro de las iglesias,” admitio el Dr. Walter W. Van Kirk, secretario del Departamento de Justicia Internacional del Concilio Fede- ral de Iglesias, ante el Consejo de Misio- nes de las Iglesias Congregacionalistas Cristianas—Times de Nueva York, 14 ie febrero de 1950. La religién responsable por la delincuencia “La gente comete ‘crimenes por la po- dredumbre desastrosa de la religién, fe 8 DE ENERO DE 1951 eron las palabras” Drew. Pearson el 5 de 0 al citar lo que habia dicho el jefe de la FBI, J. Edgar Hoover. La Biblia no s6lo concuerda con eso sino que pone toda la culpa de los homicidios lel mundo sobre la cabeza de la religién falsa. (Apocalipsis 18:24) ;Qué religio- so puede negarlo? Sélo mire un poco atrés al siglo die- cisiete y la Guerra de los Treinta Afios que dié a luz’al protestantismo y sembro las semillas de las guerras mundiales modernas, E] saqueo, robo, violencia, torturas, asesinato y masacre al por mayor eran comunes en la Guerra de los Treinta Afios. Pueblos fueron quemados, aldeas abandonadas, una tercera parte de la tierra cultivada volvié a ser de- sierta. Campesinos huyeron a los bos- ques en bandas de proscritos lamados “lobos”, y rapifiaban a los civiles y a los soldados de ambos lados. La educacién en Europa Central se suspendio, La vida. econémica fué arruinada. Una cuarta parte de la poblacién fué muerta, Final- mente la gente de Europa se harté de matanza y- ya no creyé que valia la pena pelear por diferencias de religién. _ Los historiadores ven un paralelo muy pronunciado entre el perfodo de la Guerra de los Treinta Afios y el perfodo actual de contiendas ideolégicas. ; Podra la religién, que galantea todos los lados del conflicto, incitar la humanidad a pelear por diferencias de organizacion y filosofia social que ella ha fomentado, hasta que la gente una vez mas se harte de la carniceria y arroje ella misma a . ree mundana? Véase Apocalipsis 7215-18, Una ramera que paga a sus amantes La politica no, siempre se alinearé negligentemente con cualquier marea de religiOn, pero la religion si desempefiars el papel de ramera con cualquier ideolo- gia politica. Para ilustrar, la Iglesia Ortodoxa en el tiempo de los zares cali- fied. al bolchevismo de instrumento del 5 at y durante el ardor de la guerra con itler, el patriarearuso declaré que el estado bolehevique estaba volviendo la gente al “cristianismo primitivo”; y en” 1945 el patriarea Alejo envié a un re- portero que informara al mundo occi- dental que el “comunismo, aparte de sus - teorias materialistas y ateas, es bastante aceptable para los ortodoxos”. “Los mo- nasterios se basan en fundamentos co- munistas.” “Consideramos que José Vis- sarionovich Stalin ha creado la condicién _ mejor posible para el trabajo de muestra Iglesia.” Rebatiendo al patriarca de Moscti, el papa de Roma (en su discurso a los caté- licos alemanes ¢l 5. de septiembre de 1948) definié al comunismo como “un enemigo de la Iglesia”, en contra del cual los catélicos romanos “quizds aun lleven una lucha hasta la tiltima gota de san- gre”. En eontradiccién con el patriarca y el papa, y esperando favorecerse ante lademocracia capitalista, el ex presiden- . te del Concilio Federal de Iglesias Pro- testantes pide que la llamada del” papa a una “guerra santa” sea rechazada’” poderoso en Su gran dia de limpieza del “Oh endn déhil es tu eorazén! dice Je- hové el Sefior, puesto que haces todas estas cosas, fechorfas de una ramera imperiosa: en que edificas tu burdel en cada encrucijada de camino, y haces tu alto en toda eallé; y: no has sido como ramera, en que desdefias el precio de prostitucién. ; Ah, mujer adiiltera, que en vez de su marido admites los extra~ fios! A todas las raineras se les da paga; mas ti has dado tus pagas a todos tas amantes, y les haces regalos, para que de todos lados vengan a pecar contigo.” —Ezequiel 16: 30-33. Si, los politicos, para aparentar ser pios, pueden elamar por “mds religién”.: Pero la religién s6lo puede clamar por “més polities”. Ahora que la politica. ha Hegado a su callejin sin salida, ,s6lo quiere decir que la religién legé alli primero. En conjunto los profetas falsos reli- giosos y sus sistemas mundanos bestiales pronto deberdin dar cuenta al Dios 'Podo- como la “sugestién siniestra del Diablo”. mundo. Debe ser asi, si la verdadera Pero jeual de los portavoces débiles de’ ;adoraci6n, libertad y paz han de obte- corazén de la religién ortodoxa clama nexseisobré Ia tierra, Por medio de la vox por él gobierno del Reino de Dios del cielo por medio de Cristo Jests para obrar para el beneficio de la humanidad sobre la tierra hoy? Ni uno. Ein lugar de * * we aNo es cierto que yo Je quardado sil a, i! por largo tiempo? . de nadie menos que Isaias, Dios ha de- clarado ineondicionalmente que serd asi (60: 13) : “Haré glorioso el lugar de mis pies.” i . m cs 6 sto. sit mie Yo declararé la justicia que fiemass yes en ‘euanto.a tus ipbras, no te pueden apro- vechar. Cuando clamas por ‘ausilio, los Nevard @todos ellos; un 86; Tibrete tu turba de Jos disipara: q 1 Masel viento se dai 16 _{DESPERTAD! wv

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