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* WA, COPIAS oles “"BLOCO N PASTAS ea : FOLHAS, é waa 9B AURORA BOSCH HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS ~ 1776-1945 Critica Barcelona Ty | Principales unidades y abreviaturas: Acre = 0,4 hectéreas 2.47 acres Mill Galén americano = Bill6n americano = 1.000 millones ‘Arkansas ‘Atsbama iors N. Connecticut lords Georgia “Tero inion Ings Kentucky Louisiana ‘Massachusens Michigan Maine Maryland 640 acres (0 256 hectireas) 785 litros Tervtorio de Minnesota Mississipi Missourt New Jersey New Hampshire Carolina det Norte Noeva York PA. PENN, Pennsylvania Rhode Island Carolina del Sue ‘Tennessee Terrtorio be Washington Wisconsin. Capitulo 1 REVOLUCION, INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCION NACIONAL, 1776-1791 LAS COLONIAS EN EL SIGLO XVII, SOCIEDADES EN PROCESO DE CRECIMIENTO ECONOMICO ¥ CAMBIO SOCIAL ACELERADO Hacia, _13 colonias britinicas del América del Norte, no sélo habian demostrado su viabilidad econémica, al constituir ya un tercio de 1a economia briténica, sino que eran una sociedad diversa y iva, i6 proceso de cambio, que iban afirmando unos ras {208 distintives con respecto a la metrpoli. ‘La poblacién de las colonias norteamericanas crecfa més répida- mente que ninguna otra del mundo occidental. Entse 1700 y 1776 sus habitantes se habfan multiplicado por diez, pasando de 250.000 habi- tantes a dos millones y medio, cuando ya constituia la quinta parte de las poblaciones britinicas e irlandesas. Este aumento de la poblaci6n fue debido tanto a un crecimiento vegetativo global del 1,5 por 100 y una esperanza de vida, una vez superada la primera infancia, superior alos sesenta afios,' como a Tas nuevas oleadas migratorias, tanto Ii bres come forzadas. ara satisfacer Ia demanda constante de mano de obra en las plan- taciones del sur fueron deportados un total de 50.000 presos britinicos, que durante el siglo xvi se sustituyeron progresivamente por esclavos africanos. En 1780 habia ya 575.425 esclavos —1/5 de la poblacién colonial—, que vivia mayoritariamente en las colonias del sur. Tam- bién los ingleses y escoceses pobres continuaron llegando a las colo- nias como sirvientes contratados para —a cambio del pasaje—, traba- jar y ser tratados como-esclavos por uin periodo medio de-cuatro aiios,. tras los cuales tecobraban su libertad? 2 HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS En cuanto a los inmigrantes libres ya no eran exclusivamente ingle- ses. Entre 110.000 y 150.000 alemanes tuteranos y 250.000 escoceses del Ulster, presbiterianos se establecieron en los territorios de frontera de Pensilvania, Virginia y Las Carolinas. Al ocuparon y roturaron las tierras de forma ilegal, dispatindolas peligrosamente alos nativos ame- ricanos. A los alemanes y escoceses-irlandeses se sumaron otros grupos ‘menores como los hugonotes franceses, 10s irlandeses, los galeses, los ‘suiz0s y los judtos, de forma que hacia 1790 poco més de la mitad de 1a poblacién tenia sus origenes fuera de Inglaterra? Esta presi6n sobre la tierra de la creciente poblacién aument6 el te- rritorio colonizado, que hacia 1760 era ya una franja costera continua tenel Atlintico, de Maine a Florida, que se extendia al oeste més alli de los Apalaches. Seguia siendo una sociedad muy rural —scle 167.500 personas vivian.en las ciudades principales, con una pobla- cién muy dispersa, pero al calor de la actividad comercial fueron cre~ cciendo algunas ciudades en la costa Atlantica. La principal era Fila~ delfia con 35.000 habitantes, Boston y Nueva York contaban 25.000 habitantes cada una, tras ellas estaban los puertos de Charleston y New- port y otras 15 ciudades mis pequefias. En esta sociedad tan rural, el desarrollo agricola fue el puntal del crecimiento econémico colonial del siglo xvi y la forma en que la ‘economia colonial se imbrieé en la expansién econémica briténica. La presin demogréfica aument6 la superficie cultivada y gran parte de la produccién agricola —principalmente grano y tabaco—, ya fuera en las plantaciories del sur o.en las explotaciones familiares del noreste, se dedicaba a la exportacién a Europa y al Caribe o al incipiente co- ‘mercio interior ¢ intercolonial, que el crecimiento de las ciudades y la mejora de los medios de transporte favoreci6. Este mercado interior re- gional e interregional estimilé también las primeras manufacturas de tejidos naturales y zapatos. Pero Ia creciente demanda colonial de productos manufacturados atin preferfa tas manufacturas briténicas, inerementando el déticit co- mercial de las colonias con la metrépoli. Asi, en este floreciente comercio, que en 1745 ocupaba la mitad de los barcos ingleses, las importanciones de Inglaterra y Escocia* pronto superaron a las expor- taciones americans, generando un déficit comercial, que de momen- to era compensado por el comercio ilegal, con las Antillas no briténi- cas y los beneficids econémicos de pertenecer al imperio. Entre estos bbeneficios estaban los mercados garantizados, la proteccién naval, el acceso al crédito inglés y escocés o el que los barcos construidos en REVOLUCION, INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCION NACIONAL 3 las colonias americanas, fueraf legalmente briténicos, permitiendo ast desarrollar en América una de las industrias més'potentes de cons- teuccién naval 5 ‘Aunque el crecimiento econémico de la primera mitad det glo xvi, elevé Ia movilidad social y las posibilidades de enriqueci- ‘miento, también consolid6 el poder econdinico de las éites coloniales ¥ aumenté las desigualdades de riqueza entre estas y el resto de la po- blacién. Entre 1730 y 1760 en ciudades pequefias, como eran Nueva York (25.000 habitantes), Filadelfia (35.000) 0 Boston (25,000), ta élite de comerciantes concentsé e increment6 su riqueza en torno a un 50 por 100, amasando enormes fortunas ¢ imitando los comporta- ‘mientos de la clase alta briténica. Por esas fechas, en esas mismas cit~ dades tuvieron que consteirse” Por otro lado, aunque los propietarios agricolas eran mayorfa, no todos los que pretendian acceder a la propiedad lo consiguieron en la primera mitad del siglo xvur y el arrendamiento se convirtis en tna de Jas formas dominantes de Ia explotacidn de ta tierra desde Nueva York hasta Carolina del Norte.* Algunos propietarios concedian arrenda- tmientos a precios bajos, con el simple objetivo de roturar la tierra; ‘otros eran compaifas que compraban tierra en el oeste para especular ‘y algunos como los propietarios del valle de Hudson, querian, como en tun sistema feudal, unir extraccién econémica y privilegio politico. Asi, la demanda de tierra fue motivo de los distintos movimientos de protesta rurales que estallaron en el campo colonial desde 1740. En 1740 fueron los arrendatarios de New Jersey, en 1750-1760 los det nordeste de New York y el valle de Hudson y, entre 1766-1771 —ya en el periodo revolucionario—, el Movimiento Regulador reunié a 2,000 campesinos pobrés de los condados det oeste de Carolina del Norte contra el sistema de impuestos, los comerciantes y los abogados, que recolectaban las deudas. El movimiento fue dispersado por la mi- licia en 1771 y seis de sus lideres fueron ahorcados. Las protestas sociales en el campo y las cindades expresaban ya el surgimiento de una ideologia popular, que desafiaba el poder de la él te, exigiendo su participacién en la politica y cuestionando la distri- bbucién de la propiedad. Este ambiente de desaffo a la autoridad de las lites tavo su méxima expresién en el, movimiento de disidencia reli- giosa conocido comiorel Gran despertar, que se extendié por las colo- nias en las décadas'centrales del siglo xvun. Este’ movimiento. de di dencia religiosa era también un tefugio para los pobres? de las iglesias establecidas: Congregacionista en Nueva Inglaterra; Congregacionis~ 4 HISTORIA DE BSTADOS UNIDOS ta, Luterana y Holandesa en las colonias centrales; cuéqueros en Pen silvania; anglicanos y cat6licos en el sur. Las demandas religiosas de los pobres y los nuevos inmigrantes fueron satisfechas por predicado- res evangelistas que viajaban por todas las colonias, difundiendo un mensaje radical contra la autoridad establecida, ganando a sus fieles por su capacidéd para conmover, su critica a la acumulacién de rique- za y su preocupaci6n social, més que por st preparacién intelectual. Era una religién més personal, donde podian expresarse libremente las emociones, escéptica ante el dogma, que invitaba a los fieles a partici par en los asuntos cclesidsticos. El Gran despertar desintegré asi la re- ligi6a institucionalizada, dando paso a multitud de iglesias, que com- petfan entre si por captar a sus fieles, abriendo el camino a ta separacién de la Iglesia y el Estado, que se formalizaria durante la re- volucién en las Constituciones de los Estados y posteriormente en la Constitucién federal (1787)."° in cuanto a Ia evolucién politica, a mediados del siglo xvi, as colonias seguian ligadas a la metr6poti por la figura del gobemador, de~ signado por el rey o propietario de la colonia, que tenfa atin muchas atri- bbuciones —como derecho a veto en as leyes elaboradas por las Asam- bleas coloniales, poder de disolver las Asambleas y convocar nuevas celecciones y/o designar a su Consejo Ejecutivo—. Pero por otro lado las ccolonias estaban habituadas a autogobernarse a través de sus 6rganos legislativos elegidos —Asambleas coloniales, Town Halls—, liderados por sus propias élites y a decidir sobre-los asuntos internos de cada co- Ionia, incluido el poder de aprobar impuestos ¢ iniciar la discusién de sus leyes." Esta politica colonial, aunque liderada por las élites coloniales —abogados, comerciantes, plantadores—, que ocupaban los escaiios de las Asambleas y los comités de los town meetings, eran clegidos por el electorado més amplio de! mundo occidental. Entre el 40 y el 80 por 100 de los varones blancos —un 20 por 100 de la poblacién— podia votar para elegir delegados en las Asambleas y participar en los town meetings.” {QUIEN DOMINARA EL CONTINENTE? LAS GUERRAS COLONIALES ‘Sin duda, as es guerras imperiales, que desde 1713 tuvieron lugar en las colonias para ditimie qué imperio dominaria América del Norte, contribuyeron a aumentar las tensiones en este mundo cambiante, ¢s- REVOLUCION, INDEPENDENCIA ¥ CONSTRUCCION NACIONAL” 5, pecialmente en Nueva Inglaterra, que sufti6 el mayor niimero de bajas. El tratado de Utrecht (1713-1714), que puso fin a la guerra de Sucesién Espajiola, conocida en las colonias como guerra de la reina Ana, supt sol fin de la hegemon{a francesa y el principio de la hegemonfa brité- nica, Desde entonces, Inglaterra utilizé su hegemonéa indirecta para ‘mantener la paz y el equilibrio en el continente europeo; pero en Amé- rica persigui6 su politica de desarrollo comercial y expansién colonial, frente a los dos imperios que obstaculizaban sus objetivos: Francia y Espana. De esta forma, a partir de 1713 todos los conflictos internacio- rales tuvieron resonancia en los territorios coloniales del norte de América o fueron estos territorios motivo'de las guerras entre los im- perios europeos, exigiendo asf la participacién de los colonos en el es fuerzo bélico.”” La guerra de la Oreja de Jenkins (1739-1742) enfrent6 a Gran Bre- tafia y Espaiia por el control del comercio caribefio. La guerra se di put6 en Florida y el Caribe, donde las tropas britanicas, reclutadas en Georgia y Carolina del Sur, financiadas con dinero colonial, pero man- dadas por oficiales britanicos, tenian el propésito de invadir Florida y aduefarse de Cartagena de Indias y Cuba. Los colonos fracasaron en. todos sus objetivos sufriendo énormes pérdidas, que achacaron a la ineficacia y arrogancia de los oficiales britinicos. En la guerra del rey Jorge (1744-1748), nombre con que se conocia cen las colonias la guerra de Sucesién Austriaca, franceses e ingleses, se cenfrentaron por el control de tos bosques de-ta regién del Maine, IIli- nois, el valle de Ohio y la regi6n de los Grandes Lagos. Ambos impe- rios tenian una presencia y objetivos coloniales muy distintos en Nor- teamérica. Los colonos briténicos eran una poblacidn en expansién, de casi dos millones de personas, asentados en colonias independientes de la Costa Atlantica. Los colonos franceses, centrados en Québec, eran solamente 80.000, dispersos por tn enorme territorio salvaje que iba de los Grandes Lagos a Nueva Orleans, siguiendo el curso del Mis sissippi. Pero Francia tenia la ventaja de que en poblacisn era muy ho- ‘mog€nea, su autoridad estaba centralizada y contaba con Ia alianza de las nacionées indias frente a los ingleses. pues a diferencia de los colo- nos ingleses no tenia interés en la explotacién agricola de su territorio. Los colonos de Nueva Inglaterra, planearon, finaneiaron y ejecutaron con éxito la toma de Louisbourg, la fortaleza francesa en Nueva Esco- cia, que fue'a principal victoria de esta guerra; pero el imperio brits nied, la devolvié 2 Francia en 1748 a cambio de Madids en la India, sin tenet en cuenta los intereses de tos colonos. 6 {HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS Seis afios después, franceses e ingleses se volvieton a enfrentar de- finitivamente por el control de Norteamérica. La guerra de los Siete afios, que durd nueve en las colonias norteamericanas (1754-1763) y se llam6 guerra franco-india, se inicié en América, sus motivos fueron estrictamente coloniales y tuo en América su escenario principal. El motivo fue otra vez. la competencia por el control det valle de Ohio, en~ tre los colonos de Virginia, que lo consideraban su zona de expansién al oeste, y Canad, sobre Ia que aspiraban a expandirse los colonos de ‘Nueva Inglaterra. Los primeros choques entre virginianos, mandados por el teniente coronel de la milicia, George Washington, de veintidés fios,y franceses, tuvieron lugar en Ia confluencia del rio Ohio y aca~ baron con la derrota de los virginianos. “Tras esta derrota Inglaterra decidi6 enviar a Norteamérica sola- mente dos regimientos, mandados por el general Edward Braddock, esperando que fuera una guerra localizada, Por otro lado, fracasaba el Namado Plan de Unién de Albany, para establecer entre ocho colonias de las trece un plan de defensa comiin, que les permitiera reclutar un ejército y financiarlo, En 1755, el pequefio Ejército briténico, al que se tunieron tropas de las colonias directamente amenazadas, sufri6 seve ras derrotas frente a los franceses, mientras la guerra se extendia por todo el mundo: el Atlintico, el Mediterraneo, las Indias Occidentales, El Océano Indico y Asia. Las derrotas continuaron en 1756-1757, has- ta que William Pitt, nombrado presidente del Consejo de Ministros, comprendiendo que lo esencial de esa guerra era el control de Nortea- imérica,trastadé a las colonias un ejército de 25.000 hombres, al que se tunieron otros 25.000 cotonos. En 1759 los britinicos consiguieron controtar el valle de, Ohio. Los: primeros éxitos militares en Norteamérica se extendieron ese mismo Jno a todos los escenarios bélicos, con victorias en la India y Africa y laconfirmacién del poderfo naval britSnico. A estas victorias, se unirfa también en 1759 la toma de Québec y en 1760, la conquista de Mon- {réal, Aunque la guerra ain continuarfa en el oeste, el poderio francés se habia acabado en el continente americaro. Por la paz de Paris (1763), todo el Canad francés y lu Florida es- pafiola —a cambio de la devolucién de Cuba, conquisiada por los in- gleses en 1762— fucron cedidos a Gran Bretafia. Francia, para resarcir ‘a Espaiia de sus pérdidas le cedié Ia Luisiana y todos los derechos fran- cceses al territorio situado at ocste del Mississippi. Francia desapareci6 asi de Norteamérica, 1o que permitia a'los colonos expandirse libre- mente por el norte y el oeste, y que el imperio briténico foment6 hasta REVOLUCIGN, INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCION NACIONAL 7 convertirse en una potencia mundial, que se extendfa por Norteaméri- a, Las Indias Occidentales y la India." Las experiencias bélicas, el desarrollo econémico y los cami sociales de la primera mitad del siglo xvi, reafirmaron las particulati- dades que diferenciaban a las colonias de la mett6poli. A 5.000 kilé- metros de distancia de la metrépoli, eran «sustancialmente libres ¢ in- dependientes unas de otras»; tenfan una economia fundamentalmente gratia, incluso primitiva, pero muy capitalista y eran una sociedad donde el racismo estaba institucionalizado —pues la prosperidad de los blancos se consiguié a base de arrebatar tierras y exterminar a las na- ciones indias y explotar a los esclavos negros africanos—y constitufa un elemento de cohesién de la minoria europea. La cohesién y homo: ‘gencidad de las sociedades coloniales aumentaba por la religiosidad ‘comin —easi todas las iglesias eran protestantes—, la alfabetizacién masiva y una relativa igualdad econdmica. Asi, aunque las desigua dades de riqueza aumentaron en el siglo Xvut, un 40 por 100 de la po- blacién blanca eran propietarios agricolas, artesanos 0 tenderos y los colonos blancos en general gozaban de un nivel de vida y una partic pacién en la sociedad civil may superior a la europea." A pesarde estas peculiaridades, nada hacia pensar que la indepen- dencia o a revolucién eran inevitables tras 1a victoria britinica en la guerra franco-india. La paz.de Paris parecfa beneficiosa tanto para los, colonies como para el imperio, Inglaterra se confirmaba como el poder hegeménico mundial, que dominaba los mares y afiadia a su territorio 1a India, Canada y Florida. En cuanto a los colonos, eliminados los franceses de Norteamérica, podian expandirse por su enorme territo- rio, que ahora se extendia desde el Golfo de México a la Bahia de Hud- son y de Jos Apalaches al Mississippi en el oeste. Pero las necesidades briténicas de administrar su creciente imperio en Norteamérica y de cenjugar las deudas contrafdas en la guerra franco-india le obligaron a aumentar la imposicién colonial. Este aumento de la tributacién coin- cidi6 con la crisis econémica colonial y provocé entre 1763 y 1775 la crisis fiscal, que Hevaria primero a la rebelidn y después a ia revolu- cion y Ia guerra de la Independencia, St] — ures oe proceso 70) Mavas 1 y 2: Norieannérica es 1756 y 1763, respectivamente, Purse: RE Evans, La guerra de la Independencia norteamericana, ‘Akal, Mads, 1991 REVOLUCION, INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCIN NACIONAL 9 LA REORGANIZACION DEL IMPERIO EN AMERICA. NO PUEDE HABER IMPOSICION SIN REPRESENTACION» Los intentos de los Estuardo de centralizar administrativamente el imperio, mediante la Junta de Comercio (The Board of Trade), habfan fracasado a princigios del siglo xvi, En cuanto a las Leyes de Nave- ‘gacién promulgadas a partir de 1651, por las que todas las mercaneias coloniales debian irigirse en primera instancia a los puertos briténicos ‘desde los cuales se reexportaban a otros paises y las colonias eran'mer- cados exclusives fara las manufacturas inglesas, no se cumplian con rigor en las coloniss americanas, que manténfan un floreciente comer- cio intercolonial, ni en las Antillas no briténicas, to que les permitia compensar su desequilibrio comercial con Gran Bretaia. Cuando la guerra franco-india acabé, la reforma de ese imperio, al que Benjamin Franklin comparaba en su fragilidad con un jart6n chi 1no,"* no podia dilaiarse més. Habfa que integrar a una poblaciGn fran= c6fona de 80.000 habitantes, organizar el enorme territorio adquirido a Francia y Espafa, especialmente las salvajes y deshabitadas tierras del ‘este, donde el inminente confficto entre los colonos dvidos de tierra y los nativos americanos estall6 en la rebetién de Pontiac en mayo de 1763. Desde Ia toma de Canada en 1760, el comandante en jefe del Ejército briténico, el general Jeffrey Amherst, no necesitando ya ta “ayuda india para derrotar a los franceses, suspendié los subsidios alas naciones indias enel momento en que eran mas necesarios para su su- pervivencia tras los afios de guerra. Al mismo tiempo et Ejército brit nico ocupaba los fuertes franceses a lo largo del ri0 Ohio, lo que las na- ciones indias de le zona consideraban una intrusi6n en sus territorios de caza y la conststacién de que —a diferencia de los franceses— los britinicos trataban de ocupar sus ticrras, pues no entendjan c6mo los franceses «habfan entregado su pais, que jains habia sido conquistado por nacién alguna»."” Ante esta perspectiva, los indios de la regiGn del ‘Ohio se unieron a Pontiac, el jefe de los otawa, en ta guerra de inde- pendencia india, capturando todos los puestos fronterizos —excepto Fort Pitt, Fort Niagara y Detroit—, masacrando las guarniciones y aso- Tando la frontera desde Nueva York a Virginia."* ‘Ante este Ievantamiento indio, el rey firmé en octubre de 1763 la Proclamacién Real, que ademas de establecer tres nuevas colonias en Jas tierras conquistadas a Espafia y Francia —Québec, Florida este y Florida déste—, dibujaba una «frontera imaginariay a 16 largo de la ‘cima dé los Apalaches, que los colonos no podian traspasar y donde 10 HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS. los gobemadores no podfan autorizar inspecciones de tierras, ni con- ceder donaciones. Pero la paz con los indios no Hegé hasta 1766 y ta Proclamacién no evit6 que los colonos y especuladores traspasaran la frontera de los Apataches, por lo que Gian Bretafia consideraba que necesitaba un ejército permanente de 10.000 soldados en el oeste, el doble del que existia en las colonias antes de la guerra franco-india, ccuyos gastos superaban las 300.000 libras anuales. ara pagar estos gastos y las deudas de guerra, no podia recurrirse ya al aumento de la tributaci6n en Inglaterra, donde las clases popula- es expresaban su descontento por la corrupcién y Ta no extensiGn del derecho al voto en constantes disturbios populares; Irlanda se impa- cientaba bajo la sistemitica interferencia britanica y las clases altas se sentian ahogadas por los impuestos. Las reformas de George Grenvi- Ie, el primer ministro de Jorge III, trataron de que los colonos ameri- canos, que soportaban Ia tributacién més baja del mundo occidental, contribuyeran a estos gastos, primero con reformas aduaneras que hi ccieran cumplir las Leyes de Navegacién, y cuando éstas fueron insufi cientes, con nuevos impuestos. ‘Las patrullas de la Marina en las costas y un nuevo tribunal del Al- rmirantazgo con sede en Halifax fueron acabando con la negligencia y corrupcién de las Leyes de Navegacién. La Ley del Azicar, aprobada fen 1764, reforzaba y actualizaba este aspecto de poner freno al contra~ bbando y la comupeién de los aduaneros. La ley ampliaba la lista de pro- ductos coloniales que debian exportarse directamente a Gran Bretafia —al tabaco y el azticar se aftadieron las picles,e1 hierro, la madera—; ‘aumentaba los registros y fianzas que los comerciantes debian obtener; imponia aranceles a los tejidos, el azicar, et {ndigo, el café y el. vino jimportado a las colonias y, sobre todo, reducia de 16 a 3 peniques el ‘gal6n el arangel sobre las melazas, esperando que un arancel reducido Se cumpliria a rajatabla, acabarfa con el contrabando, llevaria aa im. portacién legal de melazas y beneficiarfa econémicamente ala Corona, La opinidn de los colonos era muy distinta: «por primera vez el Parla- mento habfa asumido funciones de aumentar los impuestos en las co- lonias, mas que simplemente regular el comercio»."" Ese mismo aio el Parlamento aprobé la Ley de la Moneda, que ex- tendia a todas las colonias la’prohibici6y de emitir papel moneda, con lo que el dinero colonial perdié'su valor, haciendo caer también los ‘precios-y agravando ast la crisis evonsmica y.monetaria de las co- Tonias tras la guerra. Esta crisis n6 era la mera expiesi6n de los efec- tos de la guerra y los nuevos controles metropolitanos sobre el dinero REVOLUCION, INDEPENDENCIA ¥ CONSTRUCCION NACIONAL 11 y el comercio, sino que tena como causa estructural a enorme depen- dencia de la economia americana del crédito briténico, Para aumen- tar las ventas en las colonias, los financieros briténicos y escoceses ampliaron y diversificaron su linea de exélito, lo que contribuyé a ta expansién econémica colonial de mediados del siglo XVit, pero tam- bin saturé el mercado de productos brténicos y de algunos america~ nos, como el tabaco. La demanda extraordinaria de la guerra franco- india salvé momentineamente a muchos productores y comerciantes de la ruina, pero no de su dependencia del crédito britinico y de cual- {quier movimiento de la economia briténica, como Ia crisis financiera de 1762-1766. La escasez de crédito colonial era pues anterior a la Ley de la Mo- nneda, pero tas la entrada en vigor de esta ley, todas las clases econ ‘micas coloniales —granjeros, plantadores y comerciantes— pensaban {que aumentar el papel moneda en circulacién era una altemativa ala deflacign y escasez de crédito. En los aos siguientes también los co merciantes briténicos —que habian presionado en su momento para due se aprobara la Ley de la Moneda— estaban de acuerdo en que et aumento de papel moneda en circulacién facilitaria sus ventas en las colonias americanas Estas reformas que regulaban cl comercio y particularmente la Ley del Azicar, provocaron Ia primera protesa intercolonial contra la Co- rona en 1764, pero fueron ineapaces de sufragar todos los gastos del mantenimiento de 1os 10.000 soldados briténicos estacionados en el este, por lo que Grenville deci utilizar un nuevo tipo de impuesto, que por primera vez afectaba a la economia interior de las colonias. En rmarzo de 1765, et Parlamento aprobs la Ley del Timbre, que gravaba con un impuesto los documentos legales, almanaques, periédicos y casi cualquier tipo de papel utitizado en las colonias." También en ‘marzo de 1765 se aprobs la Ley de Acuartelamiento, que obligaba a Jas colonias a abastecer y alojar a las tropas briténicas, construyendo cuarteles o alojindolas en posadas yedificios vacios. Esta ley afectaba sobre todo a Nueva York, donde estaba el Cuartel General del Bjéri- to britinico. ‘ La imposicién por primera vez de un impuesto «interno», que afec taba a todas las colonias y perjudicaba especialmente alos grupos so- ciales mas poderosos e influyentes, asf como la amenaza de que la Co- rona pudiera utilizar el Ejército del. Oeste:para asegurar él cobro del nuevo inipuesto, maviliz6 a todos los sectores sociales y ats las co- Jonias contra Inglaterra. 2 ISTORIA DE ESTADOS UNIDOS En un contexto social ya muy convulso desde mediados del si: glo xvi, donde en medio de tas tensiones sociales coloniates comen- zaron a claborarse una «ideologia whig>, que enfatizaba los derechos ividuo frente al Estado, y una «ideologia popular, que identifi- caba libertad con representacidn politica e igualdad, la nueva imposi- cin briténica dirigié Ia protesta social contra Inglaterra, y la Ley del ‘Timbre la convirti6 en un movimiento de masas colonial que comen- zaba a articularse politicamente. La protesta comenz6 entre las élites de las colonias —plantadore comerciantes, abogados, impresores—, que expresaron su descontento en las Asambleas coloniales y lo difundieron por todas las colonias a través de los Comités de Correspondencia, la multiplicacién de panfle- tos, peri6dicos y organizaciones llamadas Hijos de la Libertad, que se reunian bajo los «érboles de la libertad». En los town meetings estas ‘lites se encontraban con la clase media de pequefios agricultores, ar- tesanos y tenderos, organizados esponténeamente en clubs y tabernas, ‘que formaban en todas las colonias grupos de resistencia locales y ex- presaban junto a «la multitud» su descontento contra la Ley del Tim- bre.” El'mis violento de estos motines fue el que estallé en Boston, destruyendo la casa del gobernador Thomas Hutchinson en agosto de 1765 y la del distribuidor del timbre en Massachusetts. Tras estos inci- entes, en todas las colonias 1a multitud quemé esfinges de los funcio. narios reales. El argumento legal de la protesta era Ia defensa del derecho de los colonos, como «ingleses nacidos libres», a no ser obligados a pagarim- puestos por una instituciGn como et Parlamento briténico, en la que no tenfan representaci6n, Este argumento contenfa tanto una protesta con- tra el Parlamento, que por primera vez habia vulncrado la costumbre de «ano imponer impuestos intenos»; como un cuestionamiento de la «te~ presentaci6n virtual» en el Parlamento britinico, por la que cualquier miembro del Parlamento representaba los intereses de todo el pais y todo cl imperio, aunque las colonias y las ciudades industriales britinicas, como Manchester © Birmingham, no tuvieran ninguna representacién, Los colonos americanos, acostumbrados a que votaran entre et 40 y 1.80 por 100 de los varones blancos —mientras que en Inglaterra lo fan un 15 por 100— y a que hubiera una relacién proporcional entre poblacién, electores y representantes, no podian entender esta rept sentaci6n virtual Estos argumentos, asf como la, peticién de ayuda al rey yal Parlamento para que rechazara la Ley del Timbre, se decidieron el 7 de‘octubre de 1765 en el Congreso contra la Ley del Timbre, que REVOLUCION, INDEPENDENCIA ¥ CONSTRUCCION NACIONAL 13 reunié en Nueva York a 27 representantes de nueve colonias, para te- dactar la Declaracién de Derechos y Quejas de las Colonias. El 1 de noviembre debia comenzar a hacerse efectiva la ley, pero los negocios se hicieron sin timbre, los periédicos aparecieron con la calavera pirata en la esquina donde debia haber estado el timbre y los comerciantes briténicos comenzaron a sufrir los efectos de los movi- mientos de noimportaci6n. Estos movimientos, organizados por los comerciantes colonials, unfan los interesés de todos los grupos eco- némicos —comerciantes saturadios de productos briténicos, plantado- res, agricultores, artesanos y manufactureros— en una accisn que ex- presaba tanto una opinidn econémica a corto y largo plazo, como la influencia de la ética puritana,” que considcraba productiva la agricul- tura y Ia artesania ¢ improductivo la especulacién y el comercio, En este contexto comenzaron a tener eco voces como la de Benjamin Franklin —el decimoquinto hijo de un cerero, impresor, escritor, filé- sofoy ico autodidacta—, que cuestionaba el beneficio econémi co de la relacién con Gran Bretafia y veia llegado el momento de que Jos americanos «se vistieran con sus propios trajes y no se los quitaran de encima hasta que puedan comprar otros». Sin embargo, la mayo- rfa de los colonos ain pensaba en recuperar su autonoméa econémica dentro de ta relaci6n imperial con Inglaterra. El nivel de la protesta y el dafio que ésta estaba causando a los it tereses econémicos briténicos fue tal, que en 1766 el Parlamento ret 16 la Ley del Timbre, pero aprobé la Ley Declarativa, que confirmaba que en cl imperio solamente el Parlamento tenfa la soberanta y la po- testad de hacer leyes que obligaran a los colonos «en todos los casos, cualesquiera que fueran>. De todas formas, ante la oposicién de los co onos a pagar un impuesto interno, las autoridades briténicas decidi ron recurrir a los tradicionales derechos de aduanas més indirectos y externos. En 1767, el ministro de Hacienda Charles Townshend consi- guid la aprobacién en el Parlamento de nuevos gravimenes sobre el vi- rio, la pintura, el papel y el té importados a las colonias. También re organiz6 la autoridad colonial entre 1767-1768: creé Ia Junta de Aduanas norteamericana con sede en Boston, que dependia directa- mente del Tesoro; estableci6 tres nuevos tribunales del Vicealmiran- tazgo en Boston, Filadelfia y Charleston; creé un nuevo Secretariado de Estado, dedicado exclusivamente a asuntos coloniales, y para eco- riomizair, una vez firniada la paz coh Pontiae en 1766, rétir6 et Ejérci to del Oeste y lo estacioné en las.colonias césteras. La concentracién de este ejército permanente en el este y los Aranceles Townshend en- | H i 14 MISTORIA DE ESTADOS UNIDOS cendieron otra vez la protesta colonial y tos movimientos de no impor- tacién, sin conseguir recaudar mas que la décima parte de lo que cos- taba mantener anualmente el Ejército, causando ademés enormes pér- didas a las exportaciones manufactureras briténicas. Fue en Boston donde las protestas fueron mayores. Lideradas por Samuel Adams —hijo de un cervecero al que arruin6, recaudador de impuestos fracasado y siempre perseguido por sus acreedores, fue uno de los lideres patriotas més radicales, asf como tutor de su primo me- nor John Adams—, que con sus Hijos de la Libertad escribia incendia- ris artfculos en los periéicos, organizaba protestas en los pubs, town ‘meetings y en ta Asamblea colonial. En febrero de 1768, la Asamblea de Massachusetts aprobé y envié a las otras Caras Coloniales la cir- cular —elaborada por Samuel Adams y el abogado bostoniano James Otis — que denunciaba los Aranceles Townsend como una violacién constitucional del principio de «ninguna contribucién sin representa ibn». El gobernador disolvié la Asamblea, por negarse a revocar la circular, mientras los colonos formaban una Convencién de Delegados Ciudadanos y bandas errantes intimidaban a Jos aduaneros y boicotea- ban a los comerciantes probritinicos. ‘Dos regimientos de tropas de Irlanda comenzaron a llegar a Boston el 1 de octubre de 1768. En 1769 habia 4.000 «casacas rojas» en una ciudad de 16.000 habitantes y la tensidn entre los soldados y los ci dadanos era enorme. El 5 de marzo de 1770, una partida de ocho sol- dados briténicos, acosados por In multitud, disparé causando cinco muertos, La matanza de Boston proporcionaba asi los primeros mérti res ala causa de los colonos, mientras solo se habfan recaudado 21.000 libras con los nuevos arariceles y Se calculiban en 700.000 libras las pérdidas comerciales briténicas debidas a los movimnientos de no im- portacién En abril de'1770, el Parlamento revocs todos los Aranceles Town- send, excepto:el del té, y durante dos afios hubo una tranquilidad ‘superficial. Las protestas de los colonos se habfan convertido en una rebelién articulada intercolonial, suficientemente efectiva para conse- guir dafiar los intereses briténicos y hacer que el Parlamento revocara la Ley del Timbre, el primer impuesto directo ¢ interno sobre las colo- nnias americanas, asf como todos los nuevos aranceles, excepto el del 16. Pero la meti6poli segufa dispuesta a aumentar-el control.econmi- co y politicé's6bre las cofonias. La Ley del Azsicat, ta Ley de la Moric~ da y la Ley'de Acuartelamiénto se mantenfan en vigor. Los tribunales del Vicealmirantazgo y la Junta de Aduanas continuaban funcionando. REVOLUCION, INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCION NACIONAL 15 En cuanto al Ejército, habia tenido que abandonar Boston después de marzo de 1770, pero permanecia en los alrededores y la Marina seguia patrullando las costas. ‘Cuando comenzaron otra vez. las protestas en el aifo 1772, las colo- nias se encontraban en lo peor de la crisis econémica, y los lideres americanos empezaron a considerar la posibilidad de la independencia como la mejor forma de proteger los intereses econémicos colonia- les. Conforme Ia crisis avanzaba, ya no se luchaba por «los derechos del inglés nacido libre», sino por preservar Ia libertad americana, en- tendida como un derecho universal, frente a la tiranfa briténica. En junio de 1772, los habitantes de Rhode Island, en protesta por la imposicién opresiva de las Leyes de Navegacién, abordaron y hundie- ron Ia goleta de la Armada britdnica Gaspée, hiriendo a su capitin, La respuesta de Ia metrépoli fue enviar una comisin real para investigar Jos hechos, con poderes para mandar a los sospechosos a Inglaterra afin de ser juzgados. Ese mismo mes en Boston, el gobenador de Massa- chusetts Thomas Hutchinson comunicé a la Asamblea de la colonia que su salario y el de los jueces del Tribunal Supremo ya no provendria de la Asamblea, sino de los beneficios de las aduanas, haciendo temer una evolucién hacia formas despéticas de gobiemo. En noviembre de 1772, bajo el liderazgo de Boston y especialmente de Samuel Adams, todas las ciudades de Massachusetts habfan organizado Comités de Cones: pondencia, y la mitad de ellas —270 ciudades— aprobaron The Votes of Proceeding, el documento en que los bostonianos expresaban todas las violaciones briténicas de tos derechos de los colonos —imposicién de impuestos y legislacién sin el consentimiento de los colons, el en- vio de ejércitos permanentes en tiempos de paz, la supresiGn del juicio con jurado, la restriccién de las manufacturas y la amenaza de estable- cer obispos anglicanos en Norteamérica—. En marzo de 1773,1a Asam- blea de Virginia propuso la formacién de Comités de Correspondencia intercoloniales y una red de estos comités se expandi por las colonias, mientras los periédicos hablaban abiertamente de independencia, En mayo de 1773, lord North, quien habia sustituido a Fownshend ‘como ministro de Hacienda, proporcion6 ta ocasién para el enfren miento cuando consiguié que el Parlamento concediera a la Compatia de las Indias Orientales el privilegio exclusive de vender ditectamente elté a las colonias, sin pasar por los almacenes de los comerciantes co- loniales. El objetivo principal de esta medida ‘era aliving Ia sitvacién ‘econdmiica de la compaiifa, pero la venta de té barato no evit6 que los comerciantes coloniales pensaran que a este monopolio podian seguir 16 MISTORIA DE ESTADOS UNIDOS otros, y que los Comités de Correspondencia interpretaran los hechos como que la metr6poli estaba intentando comprar la pasividad del pue- blo con té barato.” En los principales puertos se impidié que los barcos descargaran el 16 de la Compafifa de las Indias Orientales. En Nueva York y Filadel- fia los agentes de la compaiia tuvieron que dimitir; en Charleston se descargé el té y se vendi6 después para financiar la revolucién; en Boston, el gobernador Thomas Hutchinson oblig6 a los capitanes de los barcos a descargar, pero el 30 de noviembre de 1773, un grupo de patriotas disfrazados de indios mowak, dirigidos por Samuel Adams, ‘atrojaron al mar el cargamento de té valorado en 10.000 libras. Mientras los comerciantes y algunos lideres patriotas vefan con preocupacién 1a destruccién de propiedad, el Parlamento britinico aprobé en abril de 1774 las Leyes Coercitivas para disciplinar a Bos- ton. Desde el 1 de junio de 1774, la Ley del Puerto de Boston cerraba el puerto hasta que ef té fuera pagado. La Ley de la Administracién Imparcial de la Justicia acordaba que los funcionarios acusados de de- litos graves fueran juzgados en Inglaterra o en otra colonia, para evi- tar unos jurados hostiles. Una nueva Ley de Acuartclamiento otorga- baal gobernador poderes para alojar a las tropas en edificios privados, confiscéindotos si era necesario y la Ley del Gobierno de Massachu- setts alteraba la Carta de la colonia y reorganizaba el gobierno. Segin esta ley, los miembros del Consejo 0 la Camara Alta serfan nombra- dos por el gobemador en lugar de ser elegids por la Asamblea legis- lativa, se restringian las reuniones ciudadanas, se reforzaba el poder del gobernador para nombrar jueces y sheriffs y se nombraba a Tho- ‘mas Cage, comandamte en jefe, del Ejército britinico, gobernador de Massachusetts. ‘Al malestar que provocafon las Leyes Coercitivas se uni6 en junio de 1774 la Ley de Québec; que permnitia a los habitantes franceseé de la provincia el uso de la lengua francesa y la prictica del catoli ‘mano, nombraba un gobernador y Consejo no elegido y, especialmente, colocaba dentro de las fronteras de Québec las tierras occidentales al norte del rfo Ohio, ierras que Pensilvania, Virginia y Connecticut ha: ‘fan reclamado hacfa tiempo como suyas. Una y otra fueron Hlamadas por los colonos «leyes intolerables», pues demostraban que Gran Breta- jiaestaba ullizando su poder contra los intereses econdmicos y politicos de los colons. La apfobacién de estas leyes reavivé a protesta, conver tida ahora en una rebeli6n abierta Contra el poder tirénico de la monar- Guia britdnica y en una revelucién de las formas de poder en las colonias. REVOLUCION, INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCION NACIONAL ‘IT 1774-1776, DE REBELION COLONIAL 4 REVOLUCION POR LA LIBERTAD UNIVERSAL Las Leyes Coercitivas aprobadas por el Parlamento briténico para castigar a Massachusetts y Boston, consideradas el embrién de la pro- testa colonial, tuvieron el efecto contrario de unir a todas las colonias cen su contestacién al poder mondrquico y la administracién colonial. Larevolucién comenz6 cuando el pueblo de Massachusetts se resistid ‘pagar el té y a aceptar la nueva situaci6n de pérdida de sus derechos ¢ instituciones, y en la lucha por recuperarlas encontraron nuevos | deres radicales y fraguaron nuevos érganos de poder. Desde 1772, la lite de los comerciantes en alianza con los artesanos y en ocasiones ‘con la colaboracién de la multitud, habia promovido la formacién de Comités de Correspondencia en todo Massachusetts; pero en 1774 el cariz de la agitacién cambi, Por primera vez hubo una presencia de agricultores, que perjudicados por el cierre del puerto de Boston, deci- dieron en sus comités unirse a Boston en la lucha contra las Leyes Co- ercitivas. Los comités en cada ciudad y condado tomaron el poder ac~ tivo, sustituyendo a la autoridad oficial y organizando milicias, que impedfan la apertura de los tribunales. Aunque inicialmente la élite whig de mercaderes y las clases medias luchaban por el reestableci- miento de la antigua Carta de Massachusetts, en la lucha hubo un des- plazamiento del poder hacia los sectores radicales de la clase media y ‘ela multitud», més interesados en Ia igualdad politica y econémica, que convirtieron un movimiento limitado de resistencia en un movi- miento popular. La sorpresa para los briténicos fue que todas las colonias se sintie~ ron amenazadas por las Leyes Coercitivas y decidieron ayudar a Bos- ton, y que en esta resistencia emergiera un poder politico paralelo al de la Corona —local, de condado y provincial; pero también interprovin- ial o intercolonial—. Mientras por toda la costa barcos cargados de mercancfas iban en ayuda de Boston; de Nueva York a las Caroli todas las localidades establecieron Comités de Correspondencia, orga nizaron milicias y decidieron coordinar intercolonialmente el nuevo poder de los comités, convocando en septiembre de 1774 el Primer ‘Congreso Continental en Filadelfia, ‘Asambleas coloniales, comités locales o convenciones irregulares cligieron a los 55 delegados que asistieron al Primer Congreso Conti- nental, représcitando'a 12 de la8 16 colonias —no enviaron delegados las colonias més recientes de’ Georgia, Québec, Nueva Escocia y las 18 MISTORIA DE ESTADOS UNIDOS Floridas—. Estos delegados aprobaron la postura més radical, que compartian Massachusetts y Virginia, contenida en las Resoluciones del Condado de Suffolk, Massachuseits. Estas recomendaban la resis- tencia abierta a las Leyes Coercitivas, reconocian los nuevos poderes y creaban una Asociacién Continental, que ponia en préctica las resolu- cciones del Congreso referidas a la no importacién y consumo de pro- ductos britinicos y la persecuci6n de los «enemigos de Ja libertad» mediante la intimidacién y la coaccién violenta. Esta revolucién que estaba teniendo lugar en las colonias entre 1774 y 1776, vatiaba segsin la colonia, incluso de unas zonas a otras, dependiendo de las relaciones de poder, la experiencia de las luchas ‘anteriores o la situacién politica. En Virginia, donde no habia habido tensiones sociales desde que en 1676 la rebelién de Bacon habia unido 1 blancos pobres de la frontera con sirvientes contratados, negr0s ti bres y esclavos, contra los indios y la élite de plantadores, la mayoria de los plantadores de la colonia eligié la revolucién, que como en Mas. sachusetts, inicialmente tuvo en la Asamblea provincial” el centro de resistencia. Cuando el gobernador, lord Dunmore, disolvié la Cama- ra de los Burgueses, a finales de mayo de 1774, por haber votado un dia de ayuno y oracién contra las «leyes intolerables», sus miembros se constituyeron en Congreso Provincial, organizando una campaiia para {que otros sectores sociales sc les unieran «en rituales de virtud y com- promiso». En una colonia donde los blancos estaban unidos por la pro- piedad, el cultivo del tabaco y la nocién de libertad, gracias a la ex- pansién de la esclavitud,” los comités reflejaron también el orden existente de una sociedad que seguia regida por las necesidades e inte- reses de su clase de plantadores. Maryland también se unié a la revolucién por iniciativa de la élite de plantadores, pero no era como en Virginia una sociedad en que los blancos estabsin unidos, ni donde todo era esclavituad y tabaco. Las tie- rras del este, entte la bahia de Chesapeake y el AtKintico, eran de agei- cultura familiar, y més al norte, tanto blancos pobres como negros li- bres cultivaban trigo, no tabaco. Asi, a diferencia de Virginia, negros y blancos pobres se unieron a los tories frente a los plantadores, al tiempo que en la milicia habia un intenso republicanismo radical.” ‘Tampoco en las Carolinas los plantadores controlaban 3 los blancos pobies. En las zonas rurales det oeste’estaba atin muy presente la re- presién al Movimiento Regulador y cuando los britinicos invadieron tl bajo suf, iodo el interior de las Carolinas se enzar2é en una san- grienta guerra civil REVOLUCION, INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCIGN NACIONAL 19 En Ia frontera de Nueva York también hubo una guerra civil que uraria siete aiios. Los pequeiios propictarios y comerciantes del con- dado de Tyron, descontentos con el estilo de vida aristocrético y el control econémico det valle ejercido por la familia Johnson, se organi zaron en un comité para ayudar a Boston primero y repartirse las ricas tierras de los Johnson después. La respuesta de los Johnson fue opo~ nerse violentamente a «los patriotas» con la ayuda de sus arrendatarios catdlicos escoceses y de los indios iroqueses, a los que ta familia habia tratado bien. En otofo de 1775, los Johnson y sus aliados huyeron ala frontera del Nidgara, pero la guerra civil continuaria hasta lograc Ia in- dependencia.” Sin embargo, en la ciudad de Nueva York, como en Boston y Filadelfia, serfa la clase media radical la que se harfa con el poder desplazando a la élite mercantil Filadelfia, el centro econémico, politico y cultural de las colonias en 1774, pas6 a convertirse tras las «leyes intolerables» en ta ciudad més radical de las colonias americanas. La ciudad tenfa una poblacién cosmopolita y diversa de 30.000 habitantes en le que, aparte de los grupos cuiqueros originarios, habia también anglicanos y catélicos, asf como inmigrantes recientes alemanes irlandeses. E150 por 100 de Ia poblacién eran artesanos y el resto aprendices, jornaleros, marineros co pobres. La élite de ricos comerciantes cusqueros y anglicanos domi né la vida politica de la ciudad hasta 1774, a través de la Corporacion de la Ciudad de Filadelfia —compuesta por doce hombres que no tenf- ‘an que enfrentarse ni a town meetings, ni a elecciones abiertas— y la Asamblea provincial de Filadelfia, dominada por los moderados, que se habja mantenido muy al margen del movimiento de resistencia, Los artesanos, que podian votar, a rafz de la kicha contra los im- puestos briténicos comenzaron a plantear una organizacién politica in- dependiente, que cristaliz6 en 1770 cuando tormaron la Sociedad Pa- tridtica para promover a sus candidatos politicos artesanos y luchar contra la importacién de manufacturas britinicas. Tras las «leyes into~ lerables», cuando se reanudaron las protestas contra Inglaterra, un gru- po de j6venes mercaderes y abogados, principalmrente presbiterianos, apoyados por pequeiios comerciantes y la comunidad artesana, toma- ron el control del movimiento de resistencia, formando wn Comité de doce miembros. Desde los comités, esta clase media radical fue des- plazando del poder ala élite moderada, derrocando en junio de 1776 la vieja Asamblea provincial. ‘Atin més radical fue 1a politizacién de los artesanos mas pobres, oficiales, aprendices, jornaleros 0 peones, sitvientes, a través de la milicia entre 1775 y 1775. Para estos grupos 20 HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS excluidos de la politica colonial, que expresaban espord descontento a través de la multitud, fa milicia fue una escuela de de- mocracia, un primer peldaiio en la transicién de «la multitud> a la po- Iitica organizada, Sus demandas de poder clegir a sus oficiales cada dos afios en volacidn secreta, sufragio universal mascutino —sin limi taciones de edad o propiedad— y servicio militar universal fueron Ia expresin mas radical'de la revolucién en Pensilvania y en todas las colonias americanas.” ‘A pesar de esta diversidad de situaciones, en general la revolucién ‘comenz6 cuando las éites coloniales lucharon por mantener el poder cen las Asambleas provinciales frente a los gobemadores —Massachu- setts, Virginia— y en esta lucha comenz6 una sustitucién del poder monidirquico y la administracién federal por los nuevos poderes de los comités y las milicias. En la mayora de los casos las antiguas élites, con la incorporacién de la clase media, siguieron controtando los nue ‘vos poderes revolucionarios, pero en las principales ciudades —Bos- ton, Nueva York, Filadclfia—, los nuevos estratos sociales de la clase media se hicieron con el poder incorporando a los blancos pobres. To- {das las situaciones revolucionarias tuvieron en comin la formacién de grandes alianzas, que iban de las élites @ la clase media y el populacho. En ese momento el enfrentamiento principal no era entre pobres y ti: cos, sino entre patriotas y cortesanos, entre aquellos que querian a su pals y eran libres e independientes y aquellos cuya posicién y rango provenia artificialmente desde arriba, por herencia o relaciones perso- nales, que finalmente dependian de la Corona o la corte."* ‘La toma de partido se aceler6 con los primeros enfrentamientos ar- mados entre la milicia de Massachusetts y el Ejército briténico en abril de 1775. La lucha en Lexington y Concord dejé un saldo de 275 sol- ddados y 95 patriotas muertos y tuvo como consecuencia el aumento de la solidaridad intercolonial y el asedio 4 los briténicos en Boston des- de los puertos de Charleston y Dorchester. La respuesta de los brité- nicos fue enfrentarse a los colonos en junio de 1775 en Bunker Hill, obteniendo el general William Howe una victoria pfrrica, pues el me- jor ejército del mundo consiguié conquistar la fortaleza al precio de 1.000 bajas briténicas —més del 40 por 100 de las tropas—, las mayo- res bajas que Jos briténicos tendrfan en siete afos de guerra. Para los americanos fue una victoria moral, que aceler6 st apuesta por a inde- pendencia. Bl comienzo de la lucha armada hizo que la principal funcién del ‘Segundo Congreso Continental reunido en Filadelfia fuera asumir las REVOLUCION, INDEPENDENCIA ¥ CONSTRUCCION NACIONAL — 21 tareas del gobierno central para las colpnias. Como tal, decidié crear un Ejército continental al mando de George Washington, comandante en jefe de la milicia de Virginia, emitir moneda para financiarlo y for- mar un Comité para negociar con otros paises. Pero el Congreso ain tardaria ms de un afio en declarar Ia independencia. Los representan- tes de las colonias en el Congreso estaban de acuerdo en que debian defenderse frente a la conspiracién del Parlamento y la Corona, pero la mayoria de ellos no pensaba que el problema fuera el imperio en si Declararan la independencia 0 no, la guerra habia empezado ya. El 23 de agosto de 1775, Jorge IMI proclam6 a Jas colonias en rebelién. En diciembre de 1775 todos los barcos norteamericanos podian ser con- fiscados por los buques de guerra briténicos. En invierno de 1775-1776 Jos colonos intentaron infractuosamente Ja conquista de Canadé para que los canadienses se les unieran en Ia lucha contra Inglaterra, pero sufrieron una dura derrota en Québec. Por esas fechas, los rebeldes comenzaron a tener claro por qué lu- chaban. En enero de 1776 se publicé en Filadelfia Common Sense (el sentido comin), el primer texto que demostraba que la lucha contra In slaterra debfa ser por la independencia inmediata y la repiblica igualita- tia, Su autor era el britinico Thomas Paine, editor hasta hacia poco del Pennsylvania Magazine, que habfa llegado a Filadelfia en 1774 —tras haber sido expuisado del cuerpo de recaudadores de impuestos por exigir un aumento de sueldo, perder sus bienes y separarse de su segun- da esposa—, para iniciar a sus treinta y siete afios una nueva vida en ‘América, pues como muchos de sus compatriotas crefa que «eta tierra de abundancia ¢ igualdad, donde los méritos individuales, y no el ran- {20 social, ponian los limites de los logros humanos». Hijo de un corsetero cusquero-de Norfolk, sus intentos de escapar del oficio familiar que detestaba y ascender socialmente —como pro- fesor de inglés o recaudador de impuestos— fracasaron; si bien su re- corrido por distintas ocupaciones le proporcioné una formacién inte- lectual y politica y un conocimiento de los limites del sistema politico briténico.” La primera influencia del padre cuéquero te habia hecho partidario de cierto igualitarismo, que rechazaba las jerarquias tanto en la Iglesia como en el Estado. Su educaci6n y autoeducacién le hizo re- belde a la inmovilidad del sistema social briténico y particularmente sensible a la imposibilidad de_promocién personal. La experiencia ‘como recaudador de impuestos te permitié observar las aflicciones que ‘tos causaban a la poblaci6my.en su estancia-en Londres conocié los barrios. bajos de Ia citidad y ented en contacto con el mundo popular- 22 HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS radical del artesanado londinense, de donde vino su interés por la cien- ‘cia «que le hacia olvidar las preocupaciones diarias y pensar en pro- blemas universales, asi como conocer a Benjamin Franklin— y la vi- sign milenarista-radical de un cambio total en Ia condicién humana. También en Londres estuvo en contacto con todo el movimiento de oposicién al gobierno y ala estrecha representacién parlamentaria, que trisializ6 en Ia elecci6n parlamentaria de John Wilkes y su enorme s ftuimiento popular en el movimiento Wilkes and Liberty, que domind la politica de la ciudad entre 1768-1770. ‘Thomas Paine lleg6 a las colonias americanas en las mejores con- diciones posibles. Era libre, cuando la mayorfa de los que emigraban a Jas colonias eran esclavos africanos 0 sirvientes contratados europeos, yy pado pagarse un pasaje en primera clase: Era una persona instruida, deni cartas de recomendacién de Benjamin Franklin y Hegaba a Fila- delfia, la capital econémica y politica de Estados Unidos, cuando la ciudad se encontraba en plena efervescencia politica y la clase media Qe artesanos y tenderos estaba encontrando su voz y st lugar politico. ‘Con ia carta de presentaci6n de Franklin consiguié un trabajo como editor en The Pennsylvania Magazine, lo que le permiti6 trabar amis~ tad con el médico de Filadelfia Benjamin Rush, as{ como con otros Uestacados patriotas como George Washington 0 Thomas Jefferson, ‘quien se convertirfa en gran amigo suyo. Con su bagaje de resent ‘miento hacia Inglaterra y su conocimiento del funcionamiento y los limites det sistema politico inglés, observ6 los enormes cambios que esaban teniendo lugar en las colonias y los interpreté como Ia.posibi- Tidad de construir un nuevo mundo y un nuevo sistema politico. ‘Con un lenguaje sencillo, directo y muy libre, sin citas en latin, ut tizando como tnica autoridad La Biblia, Thomas Paine sc dirigia a esos anesanos y. pequefios agricultores, que ya estaban participando en la re~ Yolucién y peleando contra Inglaterra mientras se planteaban la conve- hiencia de [a independencia. Common Sense arrancaba primero con unst taitiea denioledora de la Constitucién inglesa —stan extraordinaria~ mente compleja, que la nacién puede suffir durante aftos seguidos, sin {qe sea capaz de descubrir dénde descansa la falta»—* y de la supues- th superioridad de la monarquia briténica —aunque supera regimenes tirdnicos «es imperfecta, sujeta a convulsiones e incapa, cle producit lo {que decia prometer .. no consigue acabar con la tiranfa reab>—3” con- tinvaba con una eritica igualmente demoledora de la monarquis heredi- taria y del supuesto derecho divino de ésta, utilizando ta Biblia y de- rmostrando que Dios esti contra el gobierno mondrquico. INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCION NACIONAL 23 Después pasaba a analizar en una segunda parte la situacién de las ‘colonias en ese momento y los pros y contras de la independencia, Su diagnéstico a favor de ésia era primero econémico: beneficiarfa a la manvfactura y al comercio, favoreceria la egada de inmigrantes y permitiria estar en paz.con Francia y Espaita. En segundo lugar, creia «que América tenfa potenciat humano y territorial para favorecer Ia ex- pansién econémica y defenderse en ta hucha contra Inglaterra, tanto ‘con sus propios medios, como con Ia ayuda de sus posibles aliados; ayuda que solamente conseguiria si se separaba de Gran Bretatia, Fi- rnalmente para eliminar el miedo a la independencia, trazaba el plan de gobierno igualitario, republicano y democritico que debfa sustituir ala ‘antigua politica colonial, pues consideraba que América tenia la posi- bilidad de alumbrar «un nuevo mundo, y una raza de hombres, quiza tan numerosa como todos los que hay en Europa, recibird su parte de libertad en unos pocos meses».** ‘A los tres meses de la publicacién de Common Sense se habian vendido mas de 100,000 copias y su impacto fue enorme en convencer a muchos sectores de la poblacién americana de que la nica solucién era la independencia inmediata. A principios de la primavera de 1776, el Congreso continental abrié los puertos norteameticanos a todo el | comercio extranjero y autoriz6 el equipamiento de corsarios para lu- char contra los enemigos de Norteamérica. En mayo, el Congreso comendé a las colonias que adoptaran nuevos Srganos de gobierno «bajo la autoridad del pueblo» y suprimieran cualquier tipo de autori- dad monarquica. En junio, el Congres Declaracién de Independencia a una comisién, formada por Benjamin Franklin, John Adams, Roger Sherman, Robert R. Livingston y Tho- mas Jefferson, que se encargé de su redaccién. “Thomas Jefferson, representante de Virginiaen el Seguindo Congre- so Continental, no era buen orador, pero desde la crisis de las relaciones anglocoloniales de 1772-1774, se habia destacado en la Asamblea de Virginia porque sus escritos eran los més radicales —partidario de constituir Comités de Correspondencia intercoloniales y dg la solidari- dad con Massachusetts— y los mejor escritos. Hijo de un plantador de tabaco y miembro de la Camara de Representantes de Virginia, a su ri- dicalismo politico y talento como escritor, unia una s6lida-formacién clisica y jurfdica y una curiosidad insaciable, que le hicieron la perso- nea para redactar la DeclaraciGn de’ Independencia, que tas. ser, alterada en sus aspectos nis radicales —conio la mencién a la aboli- cin gradual de la esclavitud—, fue casi totalmente obra suya.”” ‘encarg6 Ia elaboracién de una} 24 LHISTORPA DE ESTADOS UNIDOS La Declaracién de Independencia era la expresi6n de las ideas del contrato de gobierno de John Locke y de la Tustracién, pero tenia tam- bin la impronta de Ia radicalidad de Common Sense y la influencia de Jos acontecimientos que las colonias estaban viviendo, Sus primeras palabras se referfan a la igualdad de todos los hombres y a declarar uni- versales derechos como la vida, la libertad y el alcance de Ia felicidad, restringidos a los ingleses nacidos libres. Este comienzo, como hiciera Paine en Common Sense, convertia ya la causa de América en la causa de toda Ia humanidad. Consecuentemente, el pueblo de América —y 1no solamente los blancos con propiedad— tenfa derecho a destituir a los gobiernos tirdnicos, como Gran Bretaiia, y elegira sus gobernantes. ‘A continuacién, en la parte més extensa de la Declaracién, enu- ‘meraba los ataques que el rey habja perpetrado contra la autonomia fica colonial, la administraci6n y 1a economia de las colonias. Detallaba después todos Jos agravios coneretos, con que la Corona respondié a las protestas contra el aumento de la imposicién britini- ca. ¥ finalmente coneluyé que, al no obtener reparacién «ni del rey, ni de nuestros hermanos britinicos, las colonias unidas se declaraban “una entidad politica separada del imperio briténico” y Estados libres ¢ independientes». Tras un acalorado debate, La Declaracién de In- dependencia se aprobé en el Segundo Congreso Continental el 4 de julio de 1776. La Declaracién de Independencia, con su lenguaje de libertad e igualdad, sirvié para unira los distintos sectores sociales en wna guerra de siete afios y medio contra Inglaterra. Sin embargo, este lenguaje Fa- dical del preambulo, asf como el derecho de los pueblos a rcbelarse, no tenia entonces la trascendencia hist6rica que tuvo después, como prin- cipio legal e ideol6gico de todos los movimientos reformistas y radi- calés estadounidenses. En los afios de la guerra de Independencia y al principio de la repsiblica, la declaracién era solamente un documento de independencia y se le daba poca importancia politica al preémbu- to” A pesar de que justificaba el cambio revolucionario de gobierno, no fue utilizada durante la revoluci6n y la guerra como referencia por las Constituciones de los Estados, ni por los radicales, y entre 1790 y 1815 no hubo consénso respecto a ella, siendo utilizada de forma pat- tidista por republicanos y federalistas en el periodo de mayor divisién politica de la historia de Estados Unidos. Mientras los republicanos de Jefferson la defendian, los federalistas Ia denigraban por ser antibrité- nica y justificar la revolici6n. REVOLUCION, INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCION NACIONAL 25 UNA GUERRA REVOLUCIONARIA POR LA INDEPENDENCIA, 1776-1783 Tras el 4 de julio de 1776, los tece Estados Unidos de América,ya oficialmente independientes y separados de la Corona briténica, Iu- cchaban por expulsar al «invasor» de su territorio, al tiempo que comen- zaban a elaborarse las Constituciones republicanas de los Estados. Esta visi6n patriota de la guerra era compartida quiz4 por 500.000 per- sonas —el 20 por 100 de la poblacign—: aquellos 120.000 que'compra- ron Common. Sense gn los tres primeros méses de 1776 y los cientos & Tiles que compraron las 26 ediciones ‘que se hicieron en el mismo afio, asf como los que leyeron y discutieron; pero otro 20 por 100 de Ia poblacién, los Hamados tories, permanecian leales.a la Corona y no” consideraban su pais invadido. Los fories o leales eran especialmente importantes en Nueva York y los otros estados del Atlintico medio, asf como en el sur profundo. Pertenecian a todos los sectores sociales, pero predominaba aquella élite que ocupaba cargos oficiales y se be- neficiaba de esta situacién politica; 100.000 de ellos huyeron a.Cana- da, las Indias Occidentales 0 Gran Bretaha y 40.000 lucharon en el Ejército briténico.” Aunque la mayorfa de la poblacién norteamerica- na era indiferente 0 neutral, pues no estaba dispuesta a arriesgar su. vida y propiedades en una guerra contra el pais mis poderoso del mundo. Bfectivamente, en el planteamiento de una guerra convencional del siglo xvitt las fuerzas briténicas parecfan muy superiores. Enviaron a Norteamérica un ejército profesional de 44.000 hombres, que en 1778 ascendié a 50.000, completado con 30,000 mercenaries, principalmen- te alemanes del estado de Hesse. La mitad de los barcos de su atin po- derosa Armada participé inicialmente en el conflicto, y en territorio americano contaban con Ia alianza de los indios como norma general, Ia colaboracién de la poblacién tory, a la que crefan muy superior, y con convencer a los indiferentes. El Ejército continental dirigide por George Washington partié de la naa, A pesar de que la Declaracién de Independencia remarcaba ta soberania de los trece Estados y su recha- z0 a un poder central fuerte, el Congreso Continental decidié en 1775 que para luchar contra los briténicos habia que hacerlo con un solo ejército, pues daria un sentido de unidad a la lucha de la nueva nacién y faciltaria el apoyo externo. Sin embargo, crear el Ejército continen- tal no fue fécil. Las miticias de los-Estados —Ia foima tradicional de defensa de las colonias por sus ciudadanos —servian para 1a defensa 26 HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS local, pero eran reacias a desplazarse a otros Estados y a integrarse en’ el Fjército, por lo que el Congreso tuvo que recurrr a la Hamada de vo- Tuntarios en los distintos Estados, y cuando ésios fueron insuficientes, al alistamiento. Pero tanto la Hamada de voluntarios como el alista imiento y la financiacién del Ejército dependia de los distintos Estados. George Washington tuvo siempre problemas para financiar el Ejér- cito y mantener un nimero permanente de soldados. Su tamafio oscil6 de 50.000 a 20.000 hombres, llegando a 1.000 hombres en los peores, momentos det inviemno de 1776-1777. Por otro lado, ni Washington ni sus oficiales pensaban inicialmente que sus hombres tuvieran siquiera ta apariencia de soldados. Pasados los primeros momentos de entu- siasmo, los que mantuvieron el Ejército y lucharon en él de forma per- tnanente no fueron los blancos eon propiedad, sino tos blancos pobres, trabajadores itinerantes, inmigrantes alemanes e irlandeses, sirvientes Contratados, presidiarios, nativos americanos, esclavos negros, todos ellos atraidos por la recompensa econdmica (20 délares), la posibili- ‘dad de acceder a la propiedad (40 acres de tierra), la concesi6n de la ciudadania o la promesa de libertad." Atin peor era la falta de oficiales fexpertos, principalmente ingenieros, que el Ejército continental tavo {que reclutar en Francia, Alemania y Polonia. Bl propio comandante en jefe, George Washington, s6lo haba sido coronel de regimiento de Ia tmilicia de Virginia, no tenfa experiencia en el combate, ni en mover grandes ejércitos. Estos indicios Hevaron a los briténicos a pensar que los norteame- ricanos no resistirfan mucho y podfan vencerlos en una batalla decis ‘va; sin embargo las apariencias escondfan enormes desventajas para Jos britinicos. A 5.000 km de distancia de Inglaterra, tuvieron grandes problemas de comunicacién y logfstica y se vieron obligados a vivir Sobre el terteno. Con un Ejército relativamente pequefio tenfan que Conquistar un territorio enorme, donde la autoridad estaba fragmenta- day dispersa, y no facilitaba «las acciones decisivas»."* Tampoco en- tendieron, hasta 1778, que se trataba de una guerra diferente, una guer- ra revolucionaria, que exigia métodos de lucha no convencionales, ast ‘como el apoyo de la poblacién civil. Silos biténicos tenfan que atacar, Washington comprendié que su estrategia debia ser defensiva, evitan- do una confrontacién directa y acosando el abastecimiento enemigo comescaramuzas. "De acuerdo con esta valoracién inicial que hiciéron tos britinicos: de las fuerzas enemigas, en-1776 y 1777 las Fuerzas Armadas briténi- cas siguieron una estrategia de guerra convencional, que perseguia [REVOLUCION, INDEFENDENCIA Y CONSTRUCCIGN NACIONAL 27 veneer al enemigo en una batalla decisiva y mostrar una actitud favo- rable a la pacificacién y la negociacién. De esta forma, sin una lucha costosa, podta restaurarse rpictamente el control politico y restablecer lallegitimidad dé la autoridad de 1a Corona ante los colonos."* Para ma- terializar este plan los briténicos trasladaron su base de operaciones de Boston a Nueva York, donde habfa més fories entre la poblaci6n, era tun puerto més importante y tenfa mejores vias de comunicaci6n con el interior de América. Los ejecutores de este plan y de esta estrategia fueron los hermanos Howe. Richard Howe, al mando del grueso de la Anmada, y William Howe, con un Ejército de 34.000 hombres, logra- ton expulsac a Washington de Nueva York —pero no lo aplastaron— y le obligaron a retirarse a New Jersey, donde las milicias locales que controlaban las poblaciones se desintegraban, siendo reemplazadas por Jas milicias tories y 5.000 civiles —incluido un firmante de la Deca- racién de Independencia—, pensando que el final de la rebeli6n estaba cerca, aceptaron las ofertas de perdén del enemigo y juraron lealtad a Ja Corona. Enel invierno de 1776-1777, Washington se haba refugiado en ladelfia, cansado, desprestigiado y con un Ejército de solamente 3.000 hombres; pero en un golpe de audacia, el dia de Navidad cruz6 et rfo Delaware y capturé a 1.000 prisioneros alemanes en el fuerte Trento. Unos dias después, en enero, capturé el fuerte Princeton. Estos golpes de efecto, en el momento mas bajo para la causa rebelde, hizo alentar nuevas esperanzas a los norteamericanos y aungue el invierno fue du- risimo para el Ejército, sin hombres —entre 1.000 y 800—, ni medios, acabaron obligando a los briténicos a retirarse de los lugares més ex- puestos. La violencia de las tropas alemanas sobre la poblacién civil hizo el resto y New Jersey cay6 otra vez rapidamente bajo control in- surgente. Las campatias de 1777 fueron una continuacién de la estrategia de 176. Habia que destruir y dispersar al principal Ejército enemigo y aistar Nueva Inglaterra —columna vertebral de la rebelién—, ganando el control del valle de Hudson. William Howe habia propuesto una es- trategia inicial que consistfa en enviar un ejército Hudson arriba, para unirse al que bajara de Canadé, a fin de aistar Nueva Inglaterra del res- to de las colonias. También propuso alternativamente tomar Pensilva- nia, dando por supuesto que habria mas colaboracién por parte de la poblacién civil. Debidé'a problemas de-cornunicaci6n’con Inglaterra y .un conflicto de autoridades, cl primer plan fue ejecutado por el ge- neral John Burgoyne, que marché a recuperar el fuerte Ticondega con rf 28 HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS tun ejército de 8,000 hombres, entre los que habia 3.000 alemanes y va- rios cientos de indios. Cerea de Albany, Burgoyne tenfa que reunirse ‘con una fuerza adicional mandada por el teniente coronel Barry St. Le- ger, que se desplazarfa hacia cl este, a través del valle de Mohawk, y ton el general Howe, que avanzaria hacia el norte desde Nueva York, fa tavés de valle de Hudson, Pero St. Leger fe derrotado y detenido en €l valle de Mohawk, mientras que Howe decidié ejecutar su segundo plan de tomar Filadelfia, William Howe consigui6 conquistar Filadel- fia'y derrot6 2 Washington dos veces, aunque el Ejército continental . Por otro lado, el niimero de negros libres crecia répidamente: en 1790 eran 59.456, en 1800, 108.395, y en 1810, 186.456. Eran un orcentaje pequefio dentro de la poblacién esclava que se habia incre- mentado un 70 por 100 desde 1790 y contabilizaba 1.191.354 esclavos nnegros en 1810, pero fueron fundamentales para poner las bases de una cultura afroamericana, Algunos de estos negros libres emigraron a Canadé, Haiti o Afri- a, pero la mayoria permanecieron en Estados Unidos y se estable- cieron en las ciudades. Generalmente eran libres, pero pobres, pues el racismo blanco les impedfa ejercitar sus habilidades como artesa- ngs, pero una pequea élite negra consiguié ascender, trabajando en el norte y alto sur, porque reforzaba la comunidad negra —tanto libre como esclava—, a través de las Iglesias Evangélicas:y las escuelas. A finales del siglo xv, el impulso antiesclavista de la revolicién ha- ‘bia desaparecido y desaparecio también la integracidn en escuelas € iglesias, propiciando la creacién de escuelas ¢ iglesias negras, que fueron duramente reprimidas en todo el sur. Sin embargo, los cam- bios sociales e institucionales no desaparecieron totalmente, permi- tiendo Ia aparicién de un fuerte movimiento abolicionista en el norte entre 1830 y 1840. Las mujeres blancas no eran esclavas, pero sin articulacién politica ‘como. giupo participaron en la revolucidn y-en el esfuerzo bélico sin esperar una recoimpensa especial. En la Norteainérica colonial, el esta~ tus de las mujeres se haba beneficiado tanto de la escasez de féminas, 36 HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS 0 como de Ia escasez de mano de obra. Esto se reflejaba gspecialmente nel estatus legal de las mujeres casadas 0 viudas de las dreas comer- ciales-urbanas, donde tenfan derecho a poner pleitos, dirigir negocios, firmar contratos, vender propiedad o tener poderes en ausencia de sus maridos. Igualmente haba contratos prenupciales que mitigaban la ley ‘comiin para las mujeres casadas. Dada Ia naturaleza que tomé Ia protesta contra Inglaterra desde 1763, centrada en el consumo, las mujeres ejercieron un papel activo tanto en el boicot a los articulos de importacién briténicos, como en las campatias para hilar y tejer en las casas. El contacto con la revolucién tuvo lugar en un territorio conocido. Para las mujeres pobres, que ya formaban parte de la mano de obra que trabajaba en el putting out sys- tem en torno a Filadelfia, no era una novedad producir primero los te- jidos artesanales y posteriormente las camisas y mantas para cl to; pero para «las hijas de la libertad», las pattiotas educadas de clase alta, reunidas en Circulos de Costura para hilar, tejer y cardat, si resul- taba una novedad esta tarea, y también sustituir a los hombres al fren- te de sus negocios. ‘Como en todas las guerras del siglo xvi las mujeres acompaiia- ron a los hombres al eampo de batalla, donde los atendian y cuidaban si estaban enfermos; hicieron de correos y espfas; a veces les sustitufan ‘ena linea del frente y tuvieron un papel destacado en recaudar fondos para «la causa». Sin embargo, sin independencia econdmica, educa- i6n ni articulacién politica, no exigieron ninguna contrapartida pol aa cambio de su participacién entusiasta en las actividades patriota yel esfuerzo bélico. La mayorfa solamente querfa que la guerra acaba- ra, para el bien de sus familias. ‘Algunas mujeres mas formadas de Ia élase alta, como Abigail ‘Adams, Mency Warren y Eliza Wilkinson, hablaban de politica entre ellas 0 —como Abigail Adams— presionaban a sus influyentes mari- dos para que «se acordaran de las mujeres en las nuevas leyes de la na- cién»:® pero no exigieron la igualdad politica y el voto, ni siquiera para las mujeres con propiedad, que en Ia época colonial sf podian ejercer el dereché al voto en algunas colonias. La tinica excepcién fue el Estado de New Jersey, que hasta 1807 permitié votar a las mujeres no casadas que poseyeran 50 libras, Por el contrario, los restantes Es- tados prohibieron votar a las mujeres, siguiendo el camino maicado por Nueva York-en.1777. ‘Tampoco a nivel legal hubo iejorss; sino mis bien retrdceso. Aunque los divorcios fueron mas faciles en Pensilvania y parte de ovens ‘iron, eon] zi : : 7 “mel S oa VEN if. ie ‘Mapa 3: Las trece-colonias en 1776. urnre: RE, Evans, La guerra de la independencia noreamericana, ‘Madeid, Ediciones Akal, 1991 38 HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS ‘Nueva Inglaterra, las mujeres casadas no podfan disponer de sus pro- piedades y desaparecieron las précticas de los contratos prenupcia- les. Estos retrocesos, que se formalizarian conforme avanzaba cl si- glo xix, eran la expresién de los cambios en el papel social de la mujer norteamericana, que la revoluci6n aceler6. El desarrollo del capitalis- mo en Estados Unidos —como en todo el mundo occidental— y la di- visi6n del tabajo favorecerian-un concepto de feminidad que relega- ‘baa la mujera la esfera privada y doméstica, mientras que los asuntos piiblicos se reservaban a los varones. Sin embargo, la experiencia de Ta guerra serfa decisiva para articular, unas décadas después, la parti- cipacién femenina en el movimiento abolicionista, que como las otras cruzadas reformistas, integearia ala esfera privada» de las mujeres en Ia cesfera publica». ‘TaeCe REPGDLICAS. LAS CONSTITUCIONES DE Los ESTADOS La nueva naci6n comenz6 a configurarse con la independencia, por Jo que sus Srganos de gobierno y la estructura de su Estado reflejé la diversidad de coaliciones revolucionarias en cada Estado, asf como las tensiones, conflictos y experiencias de una situacién revolucionaria en Ja guerra contra Inglaterra. ‘Como no podia ser de otra forma, la construccién nacional comen- 26 por los gobiernos nacionales de cada Estado. En Ia primavera de 1776, los ciudadanos de las ex colonias eran sobre todo leales a sus E tados y nose sentian miembros de una entidad superior. El Congreso Continental reflej6 esta situacién y en su resolucién del 15 de mayo de 1776 rezomendaba al pueblo de los Estaclos sustituir los gobiernos provisionales 0 los restos del poder monarquico por nuevos gobienos hacionales republicanos elegidos por el pueblo; pero no pudo Hegar a un acuerdo sobre Ia formacién de una Confederacién de Estados has- ta 1781 El entusiasmo por aprovechar la oportunidad tinica de «poder do- {arse de gobiernos elegidos para ellos y sus descendientes» fue tal, que todas «las plumas» se dedicaron a redactar as Constituciones de los Estados, abandonandlo muchos delegados el Congreso continental. No en vano, muchos politicos patriotas compartian la opinién de Thomas Jefferson de que nd era Ia independenia, sino Ia formacidn de-nuevos ‘gobiemos que evitaran la tirania, «el verdadero objeto de la presente controversia», es decir, de la revolucién y la guerra. REVOLUCION, INDEPENDENCIA ¥ CONSTRUCCION NACIONAL 39 Aunque, como sefialara George Washington, redactar constitucio- nes «no era cosa de un dia», la mayoria—dicz de ellas— se aprobaron en 1776. Algunos Estados las aprobaron antes de ta resolucién de mayo, como New Hampshire (5 de enero de 1776) y Carolina del Sur (26 de marzo de 1776); otros como Virginia, que la estaban redactan- do en ese momento, la aprobaron poco después (27 de junio de 1776), yy hasta diciembre de 1776 no se adaptaron las de New Jersey (2 de ju- lio de 1776), Delaware (20 de septiembre de 1776), Pensilvania (28 de septiembre de 1776), Maryland (9 de noviembre de 1776) y Carolina del Norte (18 de diciembre de 1776). También en 1776, Rhode Islnd (4 de mayo de 1776) y Connecticut (octubre de 1776), como ya eran reptiblicas, adoptaron la mismas Cartas Coloniales, excluyendo toda menci6n a Ia autoridad real. Los cuatro Estados restantes dilataron la redaccién de sus Constituciones por exigencias de la guerra. Georgia (G de febrero de 1777) y Nueva York (abril de 1777) las aprobaron al aiio siguiente. En marzo de 1778, Carolina del Sur revis6 y establexié ‘mas firmemente su Constitucién, redactada dos afios antes. Massachu- setts, que siguiendo las recomendaciones del Congreso habia adoptedo provisionalmente su Antigua Carta en 1775, aprobé la Constitucién en 1780. Solamente el nuevo Estado de Vermont, que aprovechs las cir- ccunstancias de la guerra para separarse de Nueva York, no vio aproda- da la Constituci6n hasta 1790, pues no fue reconocido como Estado in- dependiente hasta esa fecha. La rapidez.con que se redactaron las Constituciones to la experiencia anterior, como la determinacién de las de evitar un vacio de poder. Desde luego no partian de la nada. La ma- yorfa de los Estados habfan tenido mas de un siglo de gobiemo calo- ‘nial semi-independiente, a lo que habfan afiadido més de diez afios de resistencia y lucha contra Inglaterra, en medio de una intensa discusién politica en que la élite whig tuvo que compartir su espacio politico con las masas —blancos pobres y de clase media— que por primera vez entraban en ta politica, Estas mismas circunstancias habfan dado soli- dez.a la élite patriota, que consider6 esencial que hubiera,nuevos po deres legftimos para luchar contra Inglaterra. ‘También la rapidez.en Ia elaboracién de las Constituciones expre- saba cierta uniformidad; aunque como pasara con Ia revotucién, hubo enormes diferencias entre ellas, pues reflejaban las relaciones de poder eft Catla Estado y Tos aVatares de la guerra. La Constitucién més radi- cal era la de Pensilvariia, donde la mayoria de la vieja élite se opuso a Ia independencia y los pocos miembros destacados de la élite patriota 40 HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS —como Benjamin Franklin— estaban ocupados en el Congreso 0 sit- viendo en el Bjército; dejando un vacio de poder que fue aprovechado por los nuevos lideres de clase media, muy cercanos a Thomas Paine. Estos Ifderes representaban las tres tradiciones més importantes det radicalismo revolucionario. Timothy Matlack, hijo de un cervecero ‘euiquero, repudiado por los Hermanos de Filadelfia en 1765 por desa- tender ef negocio, no pagar las deudas y frecuentar malas compafias, cera asiduo del mundo de las peleas de gallos y las tabernas, expresin de la cultura popular de las clases bajas urbanas de Fitadelfia. El médi- co presbiteriano Benjamin Rush, que Timitaba su practica médica a las clases bajas, compartia con los inmigrantes irlandeses-escoceses la vi- si6n milenarista de la repsiblica, segtin Ia cual no habia mas rey que Je~ sucristo —«/Vo King but King Jesus»—, la replica era Ia consecuen cia natural de ta verdadera cristiandad y la revolucién americana canunciaba el reinado de Cristo en la tierra». Por tiltimo, estaban aque- ios profesionales y artesanos cualificados més cercanos al defsmo ra- cionalista de Paine, como el matematico James Cannon, el médico au- todidacta Thomas Young, el cientifico y relojero David Rittenhouse y cel también relojero y prestigioso retratista Charles W. Peale. Bajo este nuevo liderazgo, con amplio apoyo entre las clases bajas y medias, se realizé el proceso constitucional. Cualquier miembro de Ja milicia, mayor de veintidin afios, que hubiera residido en el Estado durante un aio y hubiera pagado impuestos podia clegir a los 108 de~ legados de la Convencién Constitucional. Estos delegados, mayorita- riamente agricultores de la frontera y artesanos —denigrados por sus criticos como campesinos paletos»—, que habian participado en los ‘Comités locales 0 eran oficiales de la milicia, constitufan la nueva cla- se politica que a partir del 18 de junio de 1776 comenzé a redactar la Constiticién.. El resultado fue la Constitucién més iadical de la revoluci6n ame~ ricana, La Constitucién de Pensilvania rechazaba el equilibrio de po- deres, aprobando una \inica Camara Legislativa y sustituyendo la figu- ra del gobernador con veto por un ejecutivo elegido. Intent6 prevenir las diferencias entre los legisladores y ef pueblo con Ia eleccién anual de representantes, la rotacién de los cargos, los debates legislativos siempre abiertos al piblico y la elecci6n cada siete afios de un Conse- jo Censor, que determinaria si la Constitucién habia sido violada. TFanbién introdujo reformas que favorecian a-las’clases.bajas, como clirninar las penas de prisién para los deudores no culpables dé fraude, ‘ establecer cuotas bajas para acceder a las escuelas de los condados. REVOLUCION, INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCION NACIONAL 4 En cuanto al sufragio, lo extendié a los varones blancos mayores de veintiin afios que pagaban impuestos, reforzando la idea de que las clases productoras eran «la espina dorsal de la repiblica».” Indudablemente esta Constituci6n extendi¢ ta nacién politica, pero excluy6 a los no libres —esclavos, sirvientes contratados y aprendi- ces—, a las mujeres y a aquellos ciudadanos blancos tan pobres, que no pagaban impuestos. Tampoco su declaracién de derechos incluia Jas visiones mas radicales de Ia igualdad que mantenian los miembros de la milicia de Pensilvania, que exigian la redistribuci6n de ri ‘La Constituei6n de Pensilvania fue aprobada el 28 de septiembre de 1776. La siguiente en aprobarse fue la ide Maryland —el 9 de no- viembre de 1776—, la més opuesta a la de Pensilvania por ser ta mi conservadora de todas las Constituciones. Como ya hemos visto, en ‘Maryland la élite de plantadores se adhirié a la independencia sin entu- iasmo, mientras trataba de mantener su poder en medio de la desinte- gracién social de la colonia. Acosados por las milicias aries, 1a ame- naza de una insurreccién esclava conforme se acercaba el Ejército britinico y la radicalidad de la milicia patriota, elaboraron una Consti- tucién que hizo de Ia posesi6n de grandes propiedades el fundamento del gobierno y la condicién para ser elegido y ocupar cargos piiblicos. Para ser miembro de la Camara Baja se requeria un minimo de 500 li bras en propiedad, 1.000 libras para la Cémara Alta, 5.000 para deten- tar el cargo de gobernador, 1.000 para ser miembro del Consejo Eje- cutivo del gobernador 0 sheriff del condado. El método de eleccién aseguraba también la seleccién de un gobierno aristocriticamente otiemado, donde los votantes solamente elegfan directamente a los miembros de la Cémara Baja y al sheriff del condado; mientras que ‘quince miembros del Senado eran elegidos mediante Colegio Electoral cada cinco aiios, por electores que debian tener tierras valoradas en un minimo de 500 libras. El gobemnador era elegido cada afio por la Le- gislatura. En definitiva, el 90 por 100 de los blancos que pagaban im- puestos estaban excluidos de poder detentar algiin cargo en Maryland; solamente el 7 por 100 podia ser elegido para la Camara Alta y el 10 por 100 para Ia Cfimara Baja.” , Tanto en Nueva York como en Massachusetts, que elaboraron sus ‘ednstituciones tras 1776 por las circunstancias bélicas la élite whig in- tenté que no se repitiera la experiencia de «democracia participativa de Filadelfia», reforzando el poder del Senado, el Ejecutivo y la Judicatu- ra’ En Nueva York, la élite pairiota corisiguié redactar una Constitu- ciién que reflejara sus ideas e intereses,-pero fuera.aceptable para la 42. HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS mayoria de los ciudadanos del Estado, Lo consiguié porque Ia élite tory, que controlaba exclusivamente la Asamblea provincial, huy6 en el invierno de 1775-1776 y la invasi6n britinica de 1776 convirtié a Nueva York en escenario de guerra, haciendo desaparecer las disputas intemnas dentro de la coalicién revolucionaria y acabando con el poder radical de artesanos e «hijos de la libertad. La élite patriota, liderada por John Jay, Gouverneur Morris, el co- merciante William Duer y el propietario Robert R. Livingston, elabo- raron una Constitucién con una Legislatura bicameral, en la que las dos Cémaras tenfan los mismos poderes y los representantes para la Ciara Baja se elegian cada afio y los Senadores cada tres. El gober- nador era elegido por un periodo de tres aifos y, junto con los jueces del Tribunal Supremo, formaba el Consejo de Revisién-Modificacién, que tenfa la posibilidad de vetar leyes, a no ser que las votaran dos ter- cios de Ia Camara, Tambien el gobernador y cuatro senadores forma- ‘ban el Consejo de Nombramientos, que nombraba los cargos publicos. No se exigfan calificaciones de propiedad para detentar cargos, pero para poder votar en la eleccién de representantes para la Asamblea se requeria una propiedad minima de 40 libras y 100 para poder elegir se- nadores y gobernador.”” ‘También en Massachusetts, escenario bélico desde 1773, mantu- vvieron provisionalmente Ia Antigua Carta Colonial, hasta que se re- dact6 una Constitucién en 1780. La Constitucién de Massachussetts result6 atin mas conservadora que la de Nueva York. La Asamblea 0 Camara Baja representaba a las ciudades, el Senado tenfa una repre- sentacién proporcional de acuerdo con Ia riqueza de cada distrito, no de la poblacién. Para-votar se requerfa un minimo de 60 libras de pro- piedad. Para poder ser elegido senador se queria al menos 300 libras en bienes inmobiliarios y 600 libras en propiedad personal, mientras {que para poder Ser elegido gobernador se requeria un minimo de 1.000 libras. El gobernador tendria amplios pederes tanto para vetar leyes, ‘como para designar cargos. En contraste con Ia revisin conservadora que representaba el tex- to constitucional de Massachusetts, el procedimiento para su redacci6n ¥y aprobacién era un avance democritico y popular. Massachusetts in- irodujo la novedad y el precedente de que las Constituciones escritas, como documentos fundamentales que eran, no debian ser redactadas por los gobierrios provisionales, sino por Convenciones constituciona~ lis élegidas expresamente para tal fin, Tanibién debfan sei ratificadas popularmente para poder entrar-en vigor” [REVOLUCION, INDEPENDENCIA ¥ CONSTRUCCION NACIONAL 43; Vermont intents y consigui6 adoptar el modelo radical de Pensil- vania —muy influido por Thomas Young, tno de sus redactores- cuando consigui6 independizarse de Nueva York. Los Green Moun- tain Boys encontraron en las circunstancias de la guerra el momento de separarse del Estado de Nueva York y escapar de sv desigual estructu- rade la propiedad de Ia tierra. El Estado no tecibi6 reconocimiento ofi- cial hasta 1790, pero desde 1777 en adelante su existencia fue una rea- lidad. La independencia de Vermont fue la tinica ocasién durante la revolui in en que los agricultores pobres de la frontera fueron deter- Pero Maryland, Pensilvania 0 Vermont fueron excepciones. En la mayoria de los casos —como en Nueva York o Massachusetts— la él te whig consiguis controlar el proceso de elaboracién de las nuevas Constituciones estatales, con el apoyo de Ia clase media. Casi todas las Constituciones eran pues expresién del poder whig y compartian una ~serie de caracteristicas. Para defenderse de la tirania y a diferencia de la Constitucién britnica eran Constituciones escritas, que generalmente inclufan una Declaracién de Derechos Individuales, definiendo tas li- bertades que el gobierno no podia invadir bajo ningin pretexto: libertad de prensa, derecho a la peticién o reclamacién (Right of Petition), ji cio por jurado, habeas corpus... Redactadas por los gobiemos provisio- nales o Convenciones populares, todas ellas asumian que el poder ema- naba del pueblo y que los cargos gubemamentalcs debian ser elegidos directa 0 indirectamente por el pueblo. El disfrute de los cargos publi 60s se limitaba normalmiente a un aiio, excepto en el caso de los jueces. ‘Tendieron a dar mucho mas poder al Legislativo que al Ejecutivo. Asi, Pensilvania abolié la figura del gobernador, pero en la mayoria de los Estados segufa existiendo sin derecho a veto y muy controlado por el Legislativo, que en muchos Estados lo elegia y destitufa. También n de Pensilvania, Georgia y Vermont, el poder legisla- pues siguiendo el consejo de John ‘Adams, la Cémara Alta 0 Senado serta el lugar donde «la aristocracia natural» —los hombies influyentes por tiqueza, talento © nacimien- to>— podfa ser aislada, sin poner en peligro la lbertades de las masas, representadas por las Camaras Bajas 0 Camaras de Representantes.”? ‘Aungue el principio de las Constituciones y de los nuevos gobier- ios era que el poder emanaba del pueblo, la represeitacin no era igual pata todos. En, muchas colonias.—de Pensilvania’al sur—, las zonas de frontera del oeste estaban menos representadas que tas del | 44 HISTORIA DE ESTADOS UNIDOS este. Los que tenfan propiedad tenian mas posibilidades de ser elegi- dos; no podian votar los blancos que no pagaban impuestos; tampoco Jos que no eran libres, ni los no blancos, ni las mujeres, con la excep- cién de New Jersey. Ii siquiera la Constitucién més radical —Pensilvania— establecis el sufragio universal masculino, pero hubo enormes progresos en la re~ presentacién popular. El procedimiento electoral se vio muy afectado por la revolucién: las designaciones de candidatos se hicieron més re- gulares y abiertas, los colegios electorates ris numerosos y convenien tes, el voto secreto comenz6 a introducirse en muchos Estados. Las Le- sislaturas trataban se ser realmente representativas, réplicas en pequevio de los intereses y las divisiones sociales de cada Estado. ¥ se dio un avance enorme hacia el sufragio universal masculino para los varones blancos. En, 1788, el 90 por 100 de los varones blancos podfan votar en New Jersey, Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte y del Sur, New Hampshire y muchas ciudades de Massachusetts. En Virginia, del 70 al 90 por 100, en Maryland el 70 por 100, en Nueva York el 60 por 100. En Rhode Island y Connecticut virtualmente todos los varones adultos blancos protestantes que tuvieran alguna propiedad podian votar.”° UNa ConreDeRAcin DE ESTADOS. EL. «periopo crftico» (1781-1787) La aprobacién de una Constitucién nacional no avanzé con la mis- ima rapidez durante la guerra. Aunque ya antes de la Declaracién de In- dependencia se habfa constituido un Comité para elaborar un borrador dde Constitucién nacional —el Informe Dikinson, que proponia asig~ nar al Congreso tas funciones de gobierno central—, hasta noviembre de 1777 el Congreso no aprobé los articulos de la Confederacién, que tardarian cuatro aitos més en ser ratificados por los Estados. Para ganar la guerra Jos Estados sabfan que tenfan que tener cierta unidad de accidn y una autoridad comin, pero el odio a un poder cen- tral fuerte —como el de la Corona briténica— y la competencia y validad de los Estados en ausencia de un nacionalismo americano, les hacia reacios a adoptar un gobierno nacional permanente por encima del poder de los Estados. Solamente las dificultades financieras duran- te laguerra, lanecesidad de-resolver el problema deta colonizacién de las tierras del oeste y las presiones'de Francia levaron a los Estados a ratificar los Articulos de la Confederacién, en febrero de 1781 REVOLUCION, INDEPENDENCIA Y CONSTRUCCION NACIONAL 45 ‘Como el Congreso no haba sido elegido directamente por el pue~ blo, no podta imponer impuestos para financiar la guerra y decidi im- primair papel moneda, que conforme avanz6 el conflicto se devaluaba ante la negativa de comerciantes y agricultores a confiar en el crédito de Ia nueva nacién, En marzo de 1780, la emisi6n de billetes ya costa- ‘ba més de lo que valian. Aeesta eritica situaci6n financiera se afiadié 1a necesidad de un arbi- tcaje central para resolver las disputas sobre las futuras tierras del oeste Los Estados sin tierras en el oeste —New Jersey y principalmente Maryland—crefan que el Congreso debia tener autoridad para limitar ta pretensién exclusiva de colonizar estas tierras por parte de aquellos Es- tados como Georgia, las Carolinas, Virginia, Connecticut y Massachu- setts que, segsin sus Cartas Coloniales, tenfan el Pacifico como frontera oceidental. El argumento de los Estados sin tierra era que el derecho a colonizar el oeste se estaba ganando en una guerra, en la que todos los Estados participaban y, por tanto, todos tenfan derecho a disfrutar de tunas tierras que debfan ser «dominio nacional» de Estados Unidas. Gru- pos de especuladores en varios Estados apoyaban también esta idea ‘como defensa frente a las ocupaciones espontiineas, y Virginia, el Esta do con mas tierras, la acept6 a condicién de que este dominio nacional se dividiera en Estados con los mismos derechos y deberes que los Esta- ‘dos ya existentes.”” La unanimidad final se consigui6 gracias a la pre si6n francesa, Cuando en 1781, Maryland y toda la bahia de Chesapeake estaban suftiendo las incursiones briténicas, el embajador francés su 146 que la protecci6n naval francesa solamente Hegarfa si Maryland ra ficaba los Articulos de la Confederacién. En febrero de 1781 Maryland {os ratificé y en marzo la Confederacién fue oficialmente anunciada. Apareniemente los Articulos de la Confederacién asignaban mu- hos poderes al, Congreso —relaciones exteriores, poder de resolver {as disputas entre los Estados, acufiacién de moneda, pesos y medidas, ‘comercio con los indios, comunicacién y correos, empréstitos—, que ‘seguia siendo el tinico 6rgano ejecutivo det gobiemo central. Pero es- tos poderes eran los que de facto ya habia ejercido el Congreso desde 1774 y los Estados segufan reteniendo la mayorfa del poder: no s6lo segufan siendo soberanos e independientes, sino que mantenian el po- det y la jurisdiccién en todos los Ambitos que, no se habfan delegado expresamente en el Congreso y ademés retenfan la facultad de finan- ciacién, con lo cual detentaban el poder real del gobierno.” El periodo én el que estuvieron en vigor los Articulos de ta Confe~ deracién, entre 1781 y 1788, se conoce como el «perfodo critico», se-

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