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ASUNTO:

Demanda Constitucional de Habeas Corpus interpuesto por el abogado Jesús Billi


Gómez Villar en favor de Tary Jhohanna Bardales Chumpitaz.

ANTECEDENTES:
Con fecha 16 de junio del 2021, Jesús Billi Gomez Villar, interpone demanda de habeas
corpus preventivo y la dirige contra el contra el Instituto Nacional Penitenciario y Poder
Judicial.

El objeto de la demanda es que se ordene que: (i) se le garantice a la actora las


condiciones adecuadas para que mantenga su salud debido a su condición de vulnerabilidad
en el Establecimiento Penitenciario de Mujeres de Chorrillos en el que se encuentra recluida;
(ii) se proporcione asistencia médica especializada en dicho penal para que reciba un
tratamiento adecuado para el Covid-19; y, (iii) el cumplimiento de su condena en un ambiente
adecuado donde se le brinde los medios adecuados para la protección de su salud. Alega la
vulneración de los derechos a la libertad personal, a no ser objeto de un tratamiento carente
de razonabilidad y proporcionalidad respecto a la forma y condiciones en que la favorecido
cumple su pena privativa de libertad, a la salud y a la dignidad humana.

Sostiene que la beneficiada se halla cumpliendo sentencia de cinco años de pena


privativa de libertad en el mencionado establecimiento penitenciario por el delito de
Explotación Sexual Agravada de Niños, Niñas Adolescente Proveniente de la Trata de
Personas, penal en el que por la actual pandemia existe un amenaza cierta, grave e inminente
realización de contagio del Covid -19 de continuar recluida exponiendo su salud y su vida; y
que no recibe medicación alguna dadas las carencias sanitarias sin que se garantice su
derecho a la salud al no darse cumplimiento a las medidas sanitarias impuestas por el
Ministerio de Salud.

Agrega que por efecto de la pandemia de Covid-19 y su condición de madre de familia,


existe amenaza grave e inminente de riesgo de su vida y su salud de prolongarse su estadía en
el establecimiento penal, pidiendo se ordene la variación del mandato de prisión preventiva
por el de detención domiciliaria o comparecencia restrictiva.

El recurrente en su demanda, no obstante confusamente estar invocando un habeas


corpus correctivo, en otros, un habeas corpus preventivo; citando por un lado, que la
beneficiada se encuentra recluido en el establecimiento penal de Ancón, luego en el
establecimiento penal de Santa Mónica – Chorrillos; en tanto, que se sobre su situación
jurídica hace mención que se encuentra cumpliendo mandado de prisión preventiva
impuesto por el Juez del 8° Juzgado Penal de Lima, con fecha 24 de mayo del 2021; en otro
extremo, dice estar cumpliendo pena privativa libertad efectiva de 5 años, de los cuales ha
cumplido más de tres meses de prisión efectiva, y que tras días de su detención ha dado
positivo para Covid-19; lo cierto, es que hace mención que encuentra delicada de salud, que
no recibe medicación alguna y que se encuentra en inminente riesgo de muerte.

La abogada Gloria Estrada Tarrillo, en su condición de Directora del Establecimiento


Penitenciario Anexo Mujeres-Chorrillos, remite el Informe Médico N° 207-2021 -INPE/18-231-
ASP de fecha 05 de julio del 2021, emitido el Licenciado Wilson Quichua Cabana, Jefe del Área
de Salud del citado establecimiento penal, adjuntando demás copias de la historia clínica de la
beneficiada Tary Jhohanna Bardales Chumpitaz, en la que se certifica, que tras haberla
sometido a una evaluación médica no presenta signos de infección por Covid-19, siendo su
diagnóstico final “Adulta Hemodinamicante Estable” .

El Octavo Juzgado Penal de Lima, hizo llegar copias de los actuados judiciales
correspondientes a la sentencia penal recaída en el Expediente N° 02867-2019, seguida
contra la beneficiada Tary Jhohanna Bardales Espinoza, por delito contra la Libertad-
Proxenetismo-Favorecimiento a la Prostitución, en agravio de Elizabeth Beatriz Ríos Ríos,
Maribel Mamani Cornejo y Ariana Paola Quispetupa Benitos; advirtiéndose de la misma, que
con fecha 07 de mayo del del 2021, fue condenada a 05 años de pena privativa de libertad
efectiva por dicho delito, además del pago de S/ 1.000.00 soles por concepto de reparación
civil, y, que de acuerdo a la Resolución s/n de fecha 31 de mayo del 2021, dicha sentencia
ha sido impugnada y concedida el recurso a la instancia superior.

El Procurador Público del Poder Judicial, alega que el accionante pretende que a la
beneficiada se declare la variación de la medida de prisión por condena efectiva por un
arresto domiciliario; lo cual, por tratarse de una decisión judicial y en la medida que no se
encuentre acorde a las normativas pre establecidas, tiene la faculta de interponer los medios
impugnatorios correspondientes si considera la existencia de una afectación a sus derechos;
para lo cual la normatividad procesal penal vigente, establece un medio impugnatorio para
revertir en el mismo proceso penal la supuesta afectación a los derechos constitucionales
alegados en la demanda de habeas corpus, incluso puede solicitar una reforma de la medida
impuesta; sumado al hecho, que de la propia demanda y demás actuados, se tiene que la
beneficiaria en el proceso sobre trata de personas que se le siguió, no ha solicitado la
variación de la medida impuesta, ello intra proceso penal el cual a la fecha de presentación de
la demanda no se ha presentado; no obstante ello, la defensa técnica del beneficiario ha
presentado el presente habeas corpus, sin haberse previamente llevado a cabo el agotamiento
de la vía ordinaria, optando por recurrir directamente a la vía constitucional la cual es de
carácter excepcional; por lo que, su solicitud de excarcelación, es materia de resolver por el
órgano jurisdiccional ordinario más no por la vía constitucional.

Agrega el procurador que respecto al derecho a la salud y la implementación de las


medidas sanitarias del INPE, hace mención que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE)
mediante OFICIO Nº 208-2020-INPE/01, dispuso medidas sanitarias para los diferentes
establecimientos penitenciarios a nivel nacional con el objetivo de evitar la propagación de la
enfermedad Coronavirus COVID-19. Por lo que como medida de prevención que evite la
propagación del COVID-19 en los establecimientos penitenciarios a nivel nacional, ha decidido
no recibir e ingresar personas privadas de libertad al sistema penitenciario nacional mientras
dure el estado de emergencia nacional.

Añade el procurador que en merito a los artículos el Art. 77º y 82° del Código de
Ejecución Penal, se infiere que el INPE, brinda las garantías suficientes a todos los reclusos, así
mismo, colige que el favorecido tiene expedito su derecho de exigir la atención medica
correspondiente fuera del establecimiento penitenciario, garantizando así su derecho a la
salud. Aunado a ello, señala que la controversia planteada escapa al ámbito de tutela del
proceso constitucional de hábeas corpus y se encuentra relacionado con asuntos propios de
la judicatura ordinaria, pues el accionante en este extremo cuestiona aspectos de orden
estrictamente legal, los cuales sólo pueden ser examinados en sede del proceso penal y no
mediante esta vía constitucional; por lo cual, no existiría la vulneración alegada.
El procurador público del Instituto Nacional Penitenciario, no obstante encontrarse
reiteradamente emplazado con la demanda y cumplido el plazo, se ha mostrado renuente con
absolver la misma, denotando con su accionar una falta a la idoneidad en la defensa jurídica
previsto como un acto de inconducta funcional en el artículo 31° del Decreto Supremo N° 018-
2019-JUS, que aprueba el Reglamento del Decreto Legislativo N° 1326, que reestructura el
Sistema Administrativo de Defensa Jurídica del Estado y crea la Procuraduría General del
Estado

FUNDAMENTOS

Petitorio

1. El objeto de la demanda es que: (i) se le garantice a la actora las condiciones


adecuadas para que mantenga su salud debido a su condición de vulnerabilidad en
el Establecimiento Penitenciario de Mujeres de Chorrillos en el que se encuentra
recluida; (ii) se proporcione asistencia médica especializada en dicho penal para que
reciba un tratamiento adecuado para el Covid-19; y, (iii) el cumplimiento de su
condena en un ambiente adecuado donde se le brinde los medios adecuados para la
protección de su salud. Alega en ese contexto, la vulneración de los derechos a la
libertad personal, a no ser objeto de un tratamiento carente de razonabilidad y
proporcionalidad respecto a la forma y condiciones en que la favorecida cumple su
pena privativa de libertad, a la salud y a la dignidad humana.

Análisis del caso concreto

2. Respecto, la primera pretensión dirigida a que se le garantice a la actora las


condiciones adecuadas para que mantenga su salud debido su condición de
vulnerabilidad frente a la pandemia del Covid-19, es cierto, que nuestro Tribunal
Constitucional asume la posición de que es deber del Estado de garantizar la salud
de las personas privadas de su libertad, para lo cual en el fundamento 3 de la
Sentencia 01019- 2010-PHC/TC, precisó lo siguiente: “El derecho a la salud de las
personas que se encuentran recluidas en un establecimiento penitenciario
(procesados y condenados) merecen una especial consideración en la medida que se
encuentran bajo una especial relación de sujeción frente a la Administración
penitenciaria, resultado que esta asume la responsabilidad de la salud de los
internos. (…). Por tanto, una deficiente administración penitenciaria o
responsabilidad de sus funcionarios constituye un tratamiento carente de
razonabilidad y proporcionalidad respecto de la forma y condiciones en que el
recluso cumple el mandato de detención o la pena”.

3. Asimismo, en el fundamento 6 de la Sentencia 02663-2003-HC, el Tribunal


Constitucional estableció lo siguiente sobre el habeas corpus correctivo:

Dicha modalidad (…) es usada cuando se producen actos de agravamiento ilegal o


arbitrario respecto a las formas o condiciones en que se cumplen las penas
privativas de la libertad. Por ende, su fin es resguardar a la persona de
tratamientos carentes de razonabilidad y proporcionalidad, cuando se ha
determinado cumplir un mandato de detención o de pena.
En efecto, en el caso Alejandro Rodríguez Medrano vs. la Presidencia del Instituto
Nacional Penitenciario y otro (Exp. N.° 726-2002-HC/TC), el Tribunal Constitucional
señaló que:
“Mediante este medio procesal puede efectuarse el control constitucional de las
condiciones en las que se desarrolla la restricción del ejercicio de la libertad
individual, en todos aquellos casos en que éste se haya decretado judicialmente”
Así, procede ante la amenaza o acto lesivo del derecho a la vida, la integridad física
y psicológica, o del derecho a la salud de los reclusos o personas que se encuentran
bajo una especial relación de sujeción internados en establecimientos de
tratamiento públicos o privados (tal el caso de personas internadas en centros de
rehabilitación y de menores, en internados estudiantiles, etc.). Igualmente, es
idóneo en los casos en que, por acción u omisión, importen violación o amenaza del
derecho al trato digno o se produzcan tratos inhumanos o degradantes.
Es también admisible la presentación de esta modalidad en los casos de arbitraria
restricción del derecho de visita familiar a los reclusos; de ilegitimidad del traslado
de un recluso de un establecimiento penitenciario a otro; y por la determinación
penitenciaria de cohabitación en un mismo ambiente de reos en cárcel de
procesados y condenados.

4. Así, este tipo de habeas corpus invocado por la demandante, procede cuando se
producen actos de agravamiento ilegal o arbitrario respecto a las formas o
condiciones en que se cumplen las penas privativas de la libertad, pues su objeto es
resguardar a la persona de tratamientos carentes de razonabilidad y
proporcionalidad, cuando se ha determinado cumplir un mandato de detención o
una condena.

5. Ello se encuentra en concordancia con lo dispuesto en el inciso 17 del artículo 25 del


Código Procesal Constitucional, el cual señala, como uno de los derechos protegidos
por el habeas corpus, el derecho del detenido o recluso a no ser objeto de un
tratamiento carente de razonabilidad y proporcionalidad, respecto de la forma y
condiciones en que cumple el mandato de detención o la pena.

6. Sin embargo, cuando se trata de un habeas corpus correctivo - y no preventivo


como equivocadamente lo invoca el accionante - vinculado a la protección de la
salud, para determinar si este debe ser fundado, no basta con constatar la existencia
de una enfermedad, pues la alteración más o menos grave de la salud no es algo
excepcional en la vida humana.

7. En el presente caso, lo relevante está en analizar el tratamiento brindado a la


persona privada de su libertad por la dolencia que lo aqueja y determinar si ha sido
razonable y proporcional, y encaminado a proteger su salud y su vida, sin que
ocurran agravamientos arbitrarios o ilegales respecto a las formas o condiciones en
que cumple su detención. En suma, si se ha brindado al interno un tratamiento
respetuoso de su dignidad.

8. Asimismo, el Tribunal Constitucional en la Sentencia 01134-2020-PHC/TC,


consideró que, como es de público conocimiento, el Covid-19, declarado como
pandemia por la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo de 2020, se ha
expandido mundialmente, causando estragos en la vida humana, lo que ha forzado
al establecimiento de medidas extraordinarias alrededor del mundo para evitar su
propagación y el colapso de los sistemas de salud.

9. En el Perú, mediante Decreto Supremo 044-2020- PCM, se declaró el estado de


emergencia nacional a partir del 16 de marzo de 2020 por las graves circunstancias
que afectan la vida de la Nación a consecuencia del brote del Covid-19. Desde
entonces el gobierno ha prorrogado el estado de emergencia en varias ocasiones
para hacer frente a la pandemia. El virus se ha extendido ampliamente por nuestro
territorio, y los establecimientos penales no han sido la excepción.

10. La Constitución Política establece en su artículo 7° que todos los ciudadanos tienen
derecho a la protección de su salud. Por su parte, el artículo 9° prevé que el Estado
determina la política nacional de salud, y que el Poder Ejecutivo norma y supervisa
su aplicación, siendo responsable de diseñarla y conducirla de forma plural y
descentralizadora para facilitar a todos el acceso equitativo a los servicios de salud.

11. Cabe destacar que el derecho a la salud es un derecho de especial relevancia, por su
especial conexión con la dignidad humana y con los derechos a la vida y a la
integridad física y psíquica. La privación de la libertad personal que realiza en
ocasiones el Estado, por causas legítimas y de conformidad con la Constitución y las
leyes, no puede implicar la suspensión o restricción de este derecho fundamental.
Por tanto, será el Estado quien asuma la responsabilidad por la salud de estas
personas.

12. Esta obligación estatal respecto de las personas privadas de su libertad recae de
manera específica en el INPE, pues el inciso 1 del artículo 8 del Decreto Legislativo
1328, Decreto Legislativo que fortalece el Sistema Penitenciario Nacional y el
Instituto Nacional Penitenciario, preceptúa lo siguiente:

El INPE tiene competencia a nivel nacional en la ejecución de las medidas privativas


de libertad, la pena privativa de libertad efectiva y suspendida, penas limitativas de
derechos, las medidas alternativas a la pena privativa de libertad y vigilancia
electrónica personal, con la finalidad de alcanzar la reinserción social. Dirige y
controla técnica y administrativamente el Sistema Penitenciario Nacional,
asegurando una adecuada política penitenciaria.

13. Asimismo, el artículo 32 del referido Decreto Legislativo reconoce el derecho a la


salud de la población penitenciaria, y las obligaciones del INPE en dicha materia, en
los siguientes términos:

32.1 La población penitenciaria tiene derecho, sin discriminación, al acceso de los


servicios de salud para la prevención, promoción y recuperación. El Estado, a través
del sistema nacional de salud, garantiza el acceso y las prestaciones con
infraestructura, equipamiento y recursos humanos capacitados. 32.2 El INPE
articula y coordina con las entidades del sistema nacional de salud e instituciones
prestadoras para una adecuada atención de la población penitenciaria. El
reglamento regula la organización, competencia, funciones, financiamiento y los
mecanismos de articulación y coordinación del INPE con el sistema nacional de
salud.

14. En el presente caso, la Directora del Establecimiento Penal Anexo de Mujeres


Chorrillos, ha alcanzado copias de la Historia Clínica de la beneficiada y un
Informe Médico N° 207-2021 -INPE/18-231-ASP de fecha 05 de julio del 2021,
suscrito por el Jefe del Área de Salud del citado establecimiento penal, del que se
advierte que la beneficiada oportunamente a su ingreso al penal tuvo atenciones
médicas por supuesta infección de Covid-19, y tras, la presente demandada,
nuevamente fue sometida a evaluación médica y descarte de Covid-19, sin que
presente signos de infección, siendo su diagnóstico final “Adulta Hemodinamicante
Estable.

15. Del párrafo precedente, se advierte que la situación clínica de la beneficiaria, es


estable, no presenta signos de haber adquirido el Covid-19 que recibe y se le
brinda tratamiento médico en las instalaciones del penal, donde existe un jefe de
área y persona asistencial.

16. Asimismo, respecto a las pretensiones consistentes en que se proporcione personal


médico especializado para dicho penal para que proporcione el tratamiento de su
enfermedad; es evidente, de la historia clínica y del informe médico adjunto, que
la beneficiada nunca padeció de infección por Covid-19, por lo mismo, nunca su
vida estuvo bajo amenaza o riesgo inminente y tampoco podría alegar que no
recibía a las atenciones médicas necesarias; denotando en contrario, que los
hechos invocados en su demanda se encuentra alejados de la verdad; sumado al
hecho, que el solicitante no obstante ser un profesional del derecho se aventura a
invocar temerariamente en vía constitucional medidas procesales, como la
variación de mandato de prisión preventiva por detención domiciliaria o
comparecencia restrictiva, cuando conoce que una persona condenada en un
proceso regular no puede aplicar técnicamente dichas pretensiones.

17. Bajo ese contexto, y como bien lo cita el Procurador Público del Poder Judicial, lo
que el accionante pretende es cuestionar una decisión judicial a través de
mecanismos que no se encuentran acorde a las normativas pre establecidas, puesto
que la pretensión de excarcelación planteada vía habeas corpus escapa al ámbito
de tutela del proceso constitucional , y más bien se encuentran relacionados con
asuntos propios de la judicatura ordinaria al estar cuestionando aspectos de orden
estrictamente legal, los cuales sólo pueden ser examinados en sede del proceso
penal y no mediante esta vía constitucional; por lo que, lo solicitado a todas luces
excede del ámbito de protección de los procesos constitucionales de la libertad, así
el Hábeas Corpus no puede, ni debe ser utilizado como vía indirecta para ventilar
aspectos que son propios de la jurisdicción ordinaria, correspondiendo a ésta y no a
la justicia constitucional dilucidar las pretensiones señalados por el letrado
solicitante.

18. A lo dicho, debe sumarse también que la defensa técnica de la beneficiaria ha


presentado el presente habeas corpus, sin haberse previamente llevado a cabo el
agotamiento de la vía ordinaria, optando por recurrir directamente a la vía
constitucional la cual es de carácter excepcional; más cuando, de los recaudos del
expediente judicial N° 02867-2019, remitidos por el 8° juzgado penal de Lima, que
condenó la beneficiaria, se advierte, que la defensa no obstante haber interpuesto
recurso de impugnación a la sentencia condenatoria concedida con fecha 31 de
mayo del 2021, en forma paralela incursiona en la vía constitucional sin que exista
resolución firme al respecto1; por lo que, su solicitud de excarcelación, debe ser
debatida y resuelta por el órgano jurisdiccional ordinario más no por la vía
constitucional.

19. Finalmente, cabe precisar que respecto al estado de salud, la favorecida no


obstante encontrarse bien de salud, tiene expedito su derecho en caso lo requiera
de exigir la atención médica correspondiente fuera del Establecimiento Penal en
donde se encuentra recluida directamente al Director de dicho establecimiento; no
siendo por tanto la vía constitucional del Habeas Corpus el medio para determinar
las condiciones de salud que en la actualidad podría presentar el beneficiado con la
presente, más cuando se ha certificado que aquella no padece de enfermedad
alguna; por lo que, es evidente que en todo caso de verse afectada la integridad
física de la persona del beneficiario con la presente demanda de Habeas Corpus, se
debe solicitar su atención médica respectiva ante el INPE, por lo que, tiene expedito
su derecho de solicitar lo que crea pertinente al respecto a la autoridad
penitenciaria, siendo posible dada su condición de interno en un establecimiento
penal que el aislamiento social decretado por el Gobierno también se ejecute al
interior del mismo, ya que el Instituto Nacional Penitenciario ha adoptado medidas
al respecto conforme a los alcances del Decreto Legislativo 1328, Decreto Legislativo
que fortalece el Sistema Penitenciario Nacional y el Instituto Nacional Penitenciario.

Por estas consideraciones, el señor Juez del DECIMO SEGUNDO JUZGADO DE


INVESTIGACIÓN PEPARATORIA DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA;
RESUELVE:

1.- Declarar IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus interpuesta por el


abogado Jesús Billi Gómez Villar en favor de Tary Jhohanna Bardales Chumpitaz -
recluido en el Establecimiento Penitenciario Anexo Mujeres de Chorrillos,
cumpliendo condena de pena privativa de libertad efectiva.-

2.- PONGASE en conocimiento de la Procuraduría General del Estado, la


conducta asumida por el Procurador Público del INPE, conforme a lo expuesto en el
párrafo octavo de los antecedentes de la presente resolución.

3.- CONSENTIDA O EJECUTORIADA que sea la presente resolución ORDENO se


Archive los de la materia en el modo y forma de ley.- Notificándose.-

1
STC N° 4107-2004-HC/TC, fundamento 5.- Debe entenderse por resolución judicial firma a aquella
contra la que se ha agotado los recursos previsto por la ley procesal de la materia

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