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BIOLOGÍA DEL SISTEMA

NERVIOSO

Kenneth Maiese, MD
Especialidades y experiencia

● Neurology, Neuroscience, Neuro-cardiovascular disease, Psychiatry, Oncology, Metabolic Disease, Translational


Medicine

Afiliaciones

● Past Professor, Chair, and Chief of Service, Department of Neurology and Neurosciences
● Rutgers University
● Member and Advisor, Biotechnology and Venture Capital Development, Office of Translational Alliances and
Coordination
● National Heart, Lung, and Blood Institute

Educación

● Medical School: Weill Cornell Medical College of Cornell University, New York, NY
● Internship: Internal Medicine, New York Presbyterian Hospital - Cornell Campus, New York, NY
● Residency: Neurology, New York Presbyterian Hospital - Cornell Campus, New York, NY
● Chiefs of Clinical Services Leadership: Harvard T. H. Chan School of Public Health
● Executive Leadership: Kellogg School of Management – Northwestern University
● American Board of Psychiatry and Neurology – Neurology

Seleccionar premios, logros y publicaciones

● Henrietta B. and Frederick H. Bugher Foundation Investigator


● Albrecht Fleckenstein Memorial Award for Distinguished Achievement in Basic Research
● Highly cited physician-scientist with over 400 publications that include research papers, chapters, editorials, and invited
reviews
● Holder of multiple patents and authored or edited 8 books
● Serves as Founding Editor, Editor-in-Chief, an Associate Editor, or a member of the editorial board for more than 100
journals as well as on several scientific advisory councils
● Work has received the distinction of “High Impact Research and Potential Public Health Benefit” from the National
Institutes of Health
● Hoechst Scholar, Teagle Scholar, America's Top Physicians, The Best of U.S. Physicians, Who's Who in Medicine and
Healthcare, Who's Who Among American Teachers & Educators
● Johnson & Johnson Distinguished Investigator
Introducción al sistema nervioso
El sistema nervioso está formado por dos sistemas diferenciados: el
sistema nervioso central (el encéfalo y la médula espinal) y el sistema
nervioso periférico (los nervios localizados fuera del encéfalo y de la
médula espinal).
La unidad básica del sistema nervioso es la célula nerviosa, llamada
neurona. Las neuronas están constituidas por un cuerpo celular grande
y dos tipos de fibras nerviosas:

● Axón: una fibra nerviosa larga y delgada que se proyecta


desde una neurona y puede enviar mensajes como impulsos
eléctricos a otras células nerviosas y músculos
● Dendritas: ramas de las neuronas que reciben impulsos
eléctricos
Normalmente, los nervios transmiten los impulsos eléctricos en una
única dirección, desde el axón de una única célula nerviosa (también
denominada neurona) generadora de impulsos a las dendritas
receptoras de la célula nerviosa contigua. En los puntos de contacto
entre las neuronas, denominados sinapsis, el axón secreta pequeñas
cantidades de sustancias que actúan como mensajeros químicos
(neurotransmisores).

Estas sustancias estimulan los receptores de las dendritas de la


neurona contigua para que esta produzca una nueva corriente eléctrica.
Los distintos tipos de nervios utilizan diferentes neurotransmisores para
transmitir los impulsos a través de las sinapsis. Algunos de los impulsos
estimulan la neurona siguiente, mientras que otros la inhiben.

El encéfalo y la médula espinal también contienen células de sostén


llamadas células gliales. Estas células son diferentes de las neuronas y
no producen impulsos eléctricos. Existen diversos tipos, entre los que se
encuentran los siguientes:

● Astrocitos: estas células proporcionan los nutrientes a las


neuronas y controlan la composición química de los fluidos
que las rodean, permitiendo así que las neuronas se
desarrollen. Pueden regular los neurotransmisores y el
entorno químico externo alrededor de las neuronas para influir
en la frecuencia con la que las neuronas envían impulsos y
así regular la actividad de los grupos de neuronas.
● Células ependimarias: estas células se forman a lo largo de
áreas abiertas del cerebro y la médula espinal para crear y
liberar líquido cefalorraquídeo, que impregna las células del
sistema nervioso.
● Células progenitoras gliales: estas células pueden producir
nuevos astrocitos y oligodendrocitos para reemplazar las
células destruidas por las lesiones o trastornos. Las células
progenitoras gliales están presentes en todo el cerebro en los
adultos.
● Microglía: estas células ayudan a proteger el encéfalo contra
lesiones y colaboran en la eliminación de los restos de células
muertas. Estas células pueden moverse a través del sistema
nervioso y multiplicarse con el fin de proteger el cerebro
durante una lesión.
● Oligodendrocitos: estas células forman un revestimiento
alrededor de los axones de las neuronas y forman una
membrana especializada llamada mielina, una sustancia
grasa que aísla los axones nerviosos y acelera la conducción
de los impulsos a lo largo de las fibras nerviosas.
Las células de Schwann también son células gliales. Sin embargo,
estas células se encuentran en el sistema nervioso periférico en lugar
de el cerebro y la médula espinal. Estas células son similares a los
oligodendrocitos y producen mielina para aislar los axones del sistema
nervioso periférico.

El cerebro y la médula espinal están formados por materia gris y


materia blanca.

La sustancia gris se compone de cuerpos de las células nerviosas,


dendritas y axones, células gliales y capilares (los vasos sanguíneos
más pequeños del organismo).

La sustancia blanca contiene relativamente muy pocas neuronas y se


compone principalmente de axones recubiertos con muchas capas de
mielina y oligodendrocitos que forman la mielina. La mielina es lo que
hace que la sustancia blanca sea blanca. (El revestimiento de mielina
que recubre el axón acelera la conducción de los impulsos nerviosos,
véase Nervios.)

Las neuronas van, de manera regular, aumentando o disminuyendo el


número de conexiones entre ellas. Este proceso explicaría en parte
cómo aprendemos, nos adaptamos y formamos recuerdos. No obstante,
el encéfalo y la médula espinal raramente producen nuevas neuronas.
Una excepción es el hipocampo, un área del cerebro que participa en la
formación de los recuerdos.

El sistema nervioso es un sistema de comunicaciones


extraordinariamente complejo, que envía y recibe simultáneamente un
volumen considerable de información. Sin embargo, es vulnerable a las
enfermedades y a las lesiones, como se indica en los ejemplos
siguientes:

● Las neuronas pueden sufrir un proceso degenerativo que


cause la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de
Huntington o la enfermedad de Parkinson.
● Los oligodendrocitos pueden inflamarse y perderse, causando
esclerosis múltiple.
● Las bacterias o los virus pueden infectar el encéfalo o la
médula espinal, dando lugar a encefalitis o a meningitis.
● Si se obstruye el riego sanguíneo al encéfalo se producirá un
accidente cerebrovascular.
● Los traumatismos o los tumores también pueden causar una
lesión estructural en el encéfalo o en la médula espinal.

¿Qué es el cerebro?

Su cerebro es como la unidad central de procesamiento (CPU, por sus


siglas en inglés) de una computadora.
El cerebro recibe información procedente de sus ojos, oídos, nariz y
otros órganos sensoriales. Procesa la información, genera
pensamientos e ideas y envía mensajes a su cuerpo. Por ejemplo,
indica a sus músculos cómo moverse para que pueda caminar, hablar y
hacer las cosas que quiere que haga su cuerpo. Su cerebro también
controla gran parte de lo que hace su cuerpo sin que usted lo piense.
Por ejemplo, su cerebro ajusta automáticamente su respiración, su
frecuencia cardíaca y su presión arterial.

● Usted necesita su cerebro para poder moverse, hablar,


saborear, oler, oír y ver
● El cerebro necesita mucha sangre y oxígeno para funcionar:
en todo momento, alrededor del 20% de la sangre bombeada
por su corazón va al cerebro
Si el flujo sanguíneo a su cerebro se detiene durante más de 10
segundos usted se desmayará.

¿Cuáles son las partes del cerebro?


El cerebro se encuentra dentro de su cráneo y está rodeado de un
líquido que lo amortigua y lo sostiene. El líquido se llama líquido
cefalorraquídeo. Se mantiene alrededor de su encéfalo rodeado por 3
capas de membranas llamadas meninges.

El encéfalo consta de 3 partes principales:

● Cerebro: la parte superior principal de su encéfalo que se


divide en unas partes llamadas lóbulos; estos lóbulos
controlan el pensamiento, el movimiento, el habla, la
memoria, las emociones y todos sus sentidos
● El tronco del encéfalo: la parte inferior de su encéfalo que se
conecta con la médula espinal; el tronco del encéfalo controla
funciones corporales críticas, como la consciencia, la
respiración, la presión arterial y los latidos del corazón
● Cerebelo: una parte de su encéfalo situada justo por encima
de su tronco cerebral que controla el equilibrio y la
coordinación
Su cerebro tiene dos mitades, una a la izquierda y otra a la derecha. La
mitad izquierda controla el lado derecho de su cuerpo y viceversa. Es
por eso que cuando alguien sufre un accidente cerebrovascular en el
lado izquierdo de su cerebro, no puede mover el lado derecho de su
cuerpo.
¿Cómo funciona el cerebro?

Su cerebro está compuesto por:

● Células y sus fibras nerviosas

En su cerebro hay miles de millones de neuronas.Cada neurona tiene


un cuerpo microscópico:

● El cuerpo de la neurona se encarga de procesar los nutrientes


y mantener viva la célula

Cada neurona tiene fibras de entrada y de salida:

● Las fibras de entrada reciben señales de otras células


nerviosas o de receptores de sus órganos sensoriales
● Las fibras de salida envían señales a otros nervios de su
encéfalo o su médula espinal
● En una neurona, las señales viajan en un solo sentido

Aunque las fibras nerviosas y sus señales actúan como un cable que
transporta señales eléctricas, eso no es exactamente así. En realidad,
las células nerviosas envían sus señales utilizando sustancias químicas.

● Los cambios químicos tienen lugar progresivamente a lo largo


de una fibra nerviosa
● Cuando los cambios químicos alcanzan el extremo de la fibra
nerviosa, liberan otros productos químicos llamados
neurotransmisores
● Los neurotransmisores se desplazan a través de un espacio
microscópico donde impactan contra los receptores químicos
de otra célula
● Los neurotransmisores desencadenan cambios químicos en
esa otra célula
● Si esa célula es una célula nerviosa, entonces los cambios
químicos progresivos continúan a través de las fibras de esa
célula para transmitir la señal
Una célula nerviosa envía solo un tipo de señal que no puede
transportar demasiada información. Sin embargo, cuando miles de
millones de células nerviosas están interconectadas, como lo están en
su cerebro, forman un procesador de información muy potente.

¿Qué puede funcionar mal en el cerebro?

Muchos problemas pueden afectar su cerebro, incluyendo

● Lesiones que destruyen las neuronas


● Infecciones, como la meningitis o la encefalitis
● Obstrucción o rotura de los vasos sanguíneos que alimentan
el sistema nervioso, causando un accidente cerebrovascular
● Cáncer cerebral
● Pérdida de neuronas por enfermedades como la enfermedad
de Alzheimer

Una vez que las neuronas de su cerebro mueren, no pueden volver a


crecer. Sin embargo, a veces otras neuronas cercanas pueden aprender
a reemplazar a las neuronas muertas. Este es el motivo por el que las
personas que han sufrido un accidente cerebrovascular a veces
recuperan su capacidad para moverse o hablar. La recuperación puede
durar meses.

Cerebro
Las funciones del encéfalo son tan admirables como extraordinarias,
dependen de miles de millones de neuronas y de la comunicación
interna entre ellas. En el encéfalo se generan el pensamiento, las
creencias, los recuerdos, el comportamiento y el estado de ánimo.

El encéfalo es la sede del pensamiento y la inteligencia y el centro de


control de todo el organismo. Coordina la capacidad para moverse,
tocar, oler, saborear, oír y ver. Permite al ser humano formar palabras,
hablar y comunicarse, entender y realizar operaciones numéricas,
componer y apreciar la música, visualizar y entender las formas
geométricas, planificar e incluso imaginar y fantasear.
El encéfalo analiza todos los estímulos, tanto los procedentes de los
órganos internos como los que proceden del exterior, de la superficie
corporal, los ojos, los oídos, la nariz y la boca. A continuación, reacciona
a estos estímulos corrigiendo la postura corporal, el movimiento de las
extremidades y la frecuencia del funcionamiento de los órganos
internos. También es el órgano que determina el ánimo, los niveles de
consciencia y el estado de alerta.

La capacidad del cerebro humano es única, ni siquiera las


computadoras se aproximan a sus aptitudes. Sin embargo, tal
sofisticación tiene su precio. El encéfalo necesita nutrirse
constantemente. Exige un flujo de sangre y de oxígeno muy alto y
continuo, que representa alrededor del 25% del gasto cardíaco. El
consumo total de energía del cerebro no cambia mucho con el tiempo,
aun así ciertas áreas del cerebro consumen más energía durante
aquellos periodos de mayor actividad (por ejemplo, al intentar aprender
un nuevo idioma o al aprender una nueva tarea, como el patinaje sobre
hielo). Una interrupción del flujo de sangre al encéfalo durante más de
10 segundos causa pérdida de consciencia.

La falta de oxígeno o niveles anormalmente bajos de azúcar (glucosa)


en sangre significan una menor aportación de energía para el encéfalo,
lo que puede causar una lesión encefálica grave en cuestión de 4
minutos. No obstante, el encéfalo está protegido por varios mecanismos
que pueden prevenir estos problemas. Por ejemplo, si la cantidad de
sangre que fluye hacia el encéfalo disminuye, el cerebro ordena de
inmediato al corazón que incremente su frecuencia y su contractilidad
para así bombear más sangre. Si el nivel de glucosa en sangre baja
demasiado, el cerebro ordena a las glándulas suprarrenales que liberan
epinefrina (epinefrina [adrenalina]), una sustancia que estimula el
hígado a liberar la glucosa almacenada.

La barrera hematoencefálica también protege el encéfalo. Está


formada por células que recubren los vasos sanguíneos del encéfalo.
Estas células permiten que algunas sustancias lleguen al cerebro
mientras que otras quedan bloqueadas.

La barrera hematoencefálica es necesaria porque en el encéfalo, a


diferencia de la mayor parte del cuerpo, las células que forman las
paredes capilares están bien selladas, por ejemplo, para protegerlo del
daño causado por toxinas e infecciones. (En los capilares, que son los
vasos sanguíneos más pequeños del organismo, es donde se produce
el intercambio de nutrientes y oxígeno entre la sangre y los tejidos.)
Debido a que la barrera hematoencefálica controla las sustancias que
pueden entrar en el encéfalo, la penicilina, muchos medicamentos de
quimioterapia, algunas sustancias tóxicas y la mayoría de las proteínas
no pueden pasar al interior del cerebro.

Por otro lado, sustancias como el alcohol, la cafeína y la nicotina sí


pueden pasar. Ciertos fármacos, como los antidepresivos, se han
diseñado de modo que puedan atravesar esta barrera. Algunas
sustancias necesarias para el cerebro, como la glucosa y los
aminoácidos, no pasan la barrera con facilidad.

Sin embargo, los sistemas de transporte de la barrera hematoencefálica


permiten que las sustancias necesarias para el cerebro logren pasar al
tejido cerebral. Cuando se inflama el cerebro, lo que puede ocurrir en
caso de ciertas infecciones o tumores, la barrera hematoencefálica se
vuelve permeable. Cuando la barrera hematoencefálica es permeable,
algunas sustancias (como ciertos antibióticos) que normalmente no
pueden pasar al cerebro son capaces de hacerlo.

La actividad del cerebro se debe a los impulsos eléctricos generados


por las neuronas, que procesan y almacenan la información. Estos
impulsos recorren las fibras nerviosas del cerebro. La cantidad, el tipo y
el lugar de origen de la actividad cerebral dependen del nivel de
consciencia de la persona y de la actividad específica que esté haciendo
en ese momento.

El encéfalo consta de tres partes principales:

● Cerebro
● Tronco del encéfalo
● Cerebelo
Cada una de estas partes tiene varias zonas más pequeñas con
funciones específicas.
El cerebro propiamente dicho es la parte del encéfalo que tiene un
mayor tamaño y contiene las siguientes partes:

● La corteza cerebral: esta capa retorcida de tejido forma la


superficie externa del cerebro. Se compone de una capa fina
de sustancia gris de alrededor de 2 a 4 mm de espesor. En
los adultos, la corteza cerebral contiene la mayor parte de las
neuronas del sistema nervioso.
● Materia blanca: la materia blanca está formada
principalmente por fibras nerviosas (axones) que conectan las
neuronas de la corteza cerebral entre sí, así como con otras
zonas del encéfalo y de la médula espinal. También contiene
las células de soporte (oligodendrocitos) que producen la
mielina para las fibras de las neuronas. La sustancia blanca
se localiza por debajo de la corteza.
● Estructuras subcorticales: estas estructuras también se
encuentran debajo de la corteza, de ahí su nombre.
Comprenden los ganglios basales, el tálamo, el hipotálamo, el
hipocampo y el sistema límbico, que comprende la amígdala,
las conexiones olfativas (estructuras que ayudan a transmitir
las señales del olfato) y estructuras relacionadas.
El cerebro se divide en dos mitades: los hemisferios cerebrales derecho
e izquierdo. Los dos hemisferios están conectados por un puente de
materia blanca formado por fibras nerviosas (llamado cuerpo calloso)
que atraviesa el centro del cerebro. Cada hemisferio se divide en
lóbulos:

● Lóbulo frontal
● Lóbulo parietal
● Lóbulo occipital
● Lóbulo temporal
Cada lóbulo tiene funciones específicas, pero para la realización de la
mayoría de las actividades se necesita la cooperación de varias áreas
en diferentes lóbulos de ambos hemisferios.

Los lóbulos frontales tienen las siguientes funciones:


● Iniciar muchas acciones voluntarias, desde mirar un objeto de
interés hasta cruzar una calle o relajar la vejiga para orinar
● Controlar las actividades motoras aprendidas, como escribir,
tocar un instrumento musical o atarse los zapatos
● Controlar procesos intelectuales complejos, como el lenguaje,
el pensamiento, la concentración, la capacidad de resolver
problemas y la planificación del futuro
● Controlar las expresiones faciales y los gestos de manos y
brazos
● Coordinar las expresiones y otros gestos con el estado de
ánimo y los sentimientos
Determinadas áreas de los lóbulos frontales controlan movimientos
específicos, por regla general los de la parte contralateral del cuerpo. En
la mayoría de las personas, el lóbulo frontal izquierdo controla la mayor
parte de las funciones relacionadas con el uso del lenguaje.

Los lóbulos parietales tienen las funciones siguientes:

● Interpretar la información sensorial del resto del cuerpo


● Controlar la posición del cuerpo y de las extremidades
● Combinar las impresiones de forma, textura y peso en las
percepciones generales
● Influir en las habilidades matemáticas y la comprensión del
lenguaje, como lo hacen las zonas adyacentes de los lóbulos
temporales
● Almacenar los recuerdos espaciales que nos permiten
orientarnos en el espacio (saber dónde estamos) y mantener
el sentido de la orientación (saber a dónde vamos)
● Procesar la información que nos ayuda a percibir la posición
de las distintas partes del cuerpo
Los lóbulos occipitales tienen las funciones siguientes:

● Procesar e interpretar la visión e identificar las formas de los


objetos
● Permitir la formación de recuerdos visuales
● Integrar las percepciones visuales con la información espacial
proporcionada por los lóbulos parietales adyacentes
Los lóbulos temporales tienen las funciones siguientes:
● Generar la memoria y las emociones
● Procesar los acontecimientos inmediatos en la memoria
reciente y a largo plazo
● Almacenar y recuperar los recuerdos remotos
● Interpretar sonidos e imágenes, lo que nos permite reconocer
a otras personas y objetos, e integrar la audición y el habla
Las estructuras subcorticales están formadas por grandes
colecciones de células nerviosas:

● Los ganglios basales, que coordinan y afinan los movimientos


● El tálamo, que por lo general organiza los mensajes
sensoriales desde los niveles más altos del cerebro (corteza
cerebral) y hacia éstos, y proporciona la conciencia de
sensaciones como el dolor, el tacto y la temperatura.
● El hipotálamo, que coordina algunas de las funciones más
automáticas del organismo, como el control del sueño y la
vigilia, el mantenimiento de la temperatura corporal, la
regulación del apetito y la sed y el control de la actividad
hormonal de la glándula pituitaria adyacente.
El sistema límbico, otra estructura subcortical, está formada por
elementos y fibras nerviosas que se encuentran en la parte más
profunda del cerebro.

Las partes que constituyen el sistema límbico son el hipotálamo, la


amígdala, el tálamo, los cuerpos mamilares (tubérculos mamilares)
y el hipocampo. Dicho sistema conecta el hipotálamo con otras áreas
de los lóbulos frontales y temporales.

El sistema límbico controla cómo sentimos y expresamos las


emociones, la motivación, la memoria y el aprendizaje, así como
algunas funciones corporales automáticas. Al producir emociones (como
el miedo, la ira, el placer y la tristeza), el sistema límbico nos permite
comportarnos de manera apropiada para comunicarnos y sobrevivir ante
malestares físicos y psíquicos.
El hipocampo también está involucrado en la formación y recuperación
de recuerdos, y sus conexiones a través del sistema límbico ayudan a
conectar esos recuerdos a las emociones experimentadas cuando se
forman los recuerdos.

Gracias al sistema límbico, los recuerdos con carga emocional suelen


ser más fáciles de rememorar que los demás. El sistema límbico
también tiene entrada en otras áreas del cerebro, como en los ganglios
basales, cuya función es controlar los movimientos voluntarios de las
extremidades.

Tronco del encéfalo

El tronco del encéfalo conecta el cerebro con la médula espinal.


Contiene un sistema de neuronas y fibras nerviosas (denominado
sistema activador reticular), localizado en su parte superior. Este
sistema controla los niveles de consciencia y de alerta. También
contiene muchos de los grupos de centros nerviosos que controlan el
movimiento del ojo, la cara, la mandíbula y la lengua, incluida la
masticación y la deglución.

El tronco del encéfalo también regula automáticamente funciones vitales


del organismo como la respiración, la presión arterial y la frecuencia
cardíaca, además de colaborar en el ajuste de la postura y el equilibrio.
Si el tronco del encéfalo se lesiona gravemente, se pierde la consciencia
y todas estas actividades automáticas dejan de funcionar. Como
resultado de esta muerte cerebral se produce prontamente la muerte.
Sin embargo, si el tronco cerebral se mantiene intacto, el cuerpo puede
permanecer vivo, incluso cuando existen graves daños en el cerebro
que hacen que sea imposible la conciencia, el pensamiento y el
movimiento.

Cerebelo

Está situado debajo del cerebro y justo encima del tronco del encéfalo.
Coordina los movimientos corporales. Con la información sobre la
posición de las extremidades que recibe de la corteza cerebral y de los
ganglios basales, el cerebelo ayuda a las extremidades a moverse con
mayor suavidad y precisión. Esto lo hace mediante el ajuste constante
del tono muscular y la postura.

El cerebelo interacciona con unas zonas del tronco del encéfalo


denominadas núcleos vestibulares, que están conectadas con los
órganos del equilibrio (conductos semicirculares óseos) del oído interno.
El conjunto de estas estructuras es lo que proporciona la sensación de
equilibrio, lo que permite caminar erguido.

El cerebelo también almacena recuerdos de movimientos ya realizados,


lo que permite ejecutar movimientos altamente coordinados, como una
pirueta de ballet, con rapidez y equilibrio. El cerebelo contribuye a las
funciones del pensamiento, tales como, la atención, el lenguaje y las
emociones.

Meninges

Tanto el encéfalo como la médula espinal están recubiertos por tres


capas de tejido (meninges) que los protegen:

● La delgada piamadre, la capa más interna, está adherida a la


superficie del cerebro y de la médula espinal.
● La aracnoides, fina y semejante a una tela de araña, es la
capa intermedia.
● La duramadre es la membrana más externa y resistente.

Por el espacio entre la aracnoides y la piamadre, el espacio


subaracnoideo, circula el líquido cefalorraquídeo, que ayuda a
proteger el encéfalo y la médula espinal.

El líquido cefalorraquídeo ayuda a amortiguar el encéfalo contra


sacudidas repentinas y lesiones menores y también a eliminar los
productos de desecho procedentes del encéfalo. El líquido
cefalorraquídeo circula a través de una red de cavidades cerebrales
llamadas ventrículos cerebrales. El líquido cefalorraquídeo está formado
por células especializadas que recubren los ventrículos, penetra en el
encéfalo por el exterior de los vasos sanguíneos y circula entre las
meninges por la superficie del encéfalo. El líquido es absorbido por
células de sostén (células gliales) y se distribuye por todo el cerebro,
llenando espacios internos (los cuatro ventrículos cerebrales). El líquido
acaba saliendo del encéfalo para penetrar en los vasos sanguíneos del
cuerpo. A medida que el líquido cefalorraquídeo circula por el cerebro,
elimina las proteínas descartadas y otros productos de desecho del
tejido cerebral. Este proceso de eliminación se produce principalmente
cuando las personas duermen, lo que resalta la importancia del sueño.

El encéfalo y sus meninges están contenidos en una estructura ósea


resistente y protectora, el cráneo. La médula espinal se conecta al
encéfalo en la base del tronco encefálico.

Médula espinal
La médula espinal es una larga y frágil estructura tubular que comienza
al final del tronco del encéfalo y continúa hasta casi llegar al final de la
columna vertebral. La médula espinal está constituida por haces de
axones nerviosos que transportan los mensajes entrantes y salientes
entre el encéfalo y el resto del organismo.
La médula espinal contiene circuitos neuronales dentro de sí misma que
controlan los movimientos coordinados, tales como caminar, nadar o
bien orinar. También es el centro de los reflejos, como el reflejo rotuliano
(véase la figura Arco reflejo: una obviedad).

La médula espinal, al igual que el encéfalo, está recubierta por tres


capas de tejido, las meninges. Tanto la médula espinal como las
meninges están contenidas en el interior del conducto raquídeo, o canal
medular, que discurre por el centro de la columna vertebral.
En la mayoría de los adultos, la columna vertebral está integrada por 33
huesos individuales, las vértebras. Así como el cráneo protege el
encéfalo, las vértebras protegen la médula espinal.

Las vértebras están separadas entre sí por discos de cartílago, que


actúan como amortiguadores al reducir las fuerzas sobre la columna
vertebral generadas por movimientos como caminar y saltar. Las
vértebras y los discos de cartílago se extienden a lo largo de la espina
dorsal y juntos forman la columna vertebral.

● Una en la parte anterior de la médula espinal (raíz motora o


anterior) de la médula espinal
● Una en la parte posterior (raíz sensitiva o posterior) de la
médula espinal
Como el cerebro, la médula espinal está formada por materia gris y
blanca. El centro de la médula, en forma de mariposa, constituye la
materia gris.
Las «alas» delanteras (en general, denominadas astas anteriores o
ventrales) contienen los cuerpos celulares de las neuronas motoras, que
son las que transmiten información desde el cerebro o la médula espinal
hasta los músculos, además de estimular el movimiento. Las astas
traseras (en general, denominadas astas posteriores o dorsales)
contienen los cuerpos celulares de las neuronas sensitivas (o
sensoriales), que transmiten la información sensorial procedente de
otras partes del cuerpo a través de la médula espinal, hasta llegar al
cerebro.
La materia blanca circundante contiene columnas de fibras nerviosas
(haces de axones) que transportan información sensorial al cerebro
desde el resto del cuerpo, denominadas vías ascendentes, y otras que
transportan los impulsos motores desde el cerebro hasta los músculos,
las vías descendentes.

Sistema nervioso periférico


El término sistema nervioso periférico hace referencia a las partes del
sistema nervioso que están fuera del sistema nervioso central, es decir,
que están fuera del encéfalo y de la médula espinal.

El sistema nervioso periférico está formado por

● Los nervios que conectan la cabeza, el rostro, los ojos, la


nariz, los músculos y los oídos con el cerebro (pares
craneales)
● Los nervios que conectan la médula espinal con el resto del
organismo, incluidos los 31 pares de nervios espinales
● Más de 100 mil millones de células nerviosas que recorren todo el
cuerpo
La disfunción de los nervios periféricos puede deberse a una lesión en
cualquier parte del nervio:

● Axón (la parte del nervio que envía mensajes)


● Cuerpo de la neurona
● Vainas de mielina (las membranas que rodean el axón y que
funcionan igual que el aislante alrededor de los cables
eléctricos, permitiendo que los impulsos nerviosos viajen
rápidamente)
El daño a la vaina de mielina se llama desmielinización, como ocurre en
la síndrome de Guillain-Barré.

Los trastornos de los nervios periféricos pueden afectar

● Un único nervio (mononeuropatía)


● Dos o más nervios periféricos en áreas distintas del cuerpo
(mononeuropatía múltiple)
● Muchos nervios por todo el cuerpo pero, en general, alrededor
de las mismas zonas en ambos lados del cuerpo
(polineuropatía)
● Una raíz nerviosa espinal (la parte del nervio espinal
conectada a la médula espinal)
● Un plexo (una red de fibras nerviosas, donde las fibras
procedentes de distintos nervios espinales se clasifican y se
recombinan para servir a un área particular del cuerpo)
● La unión neuromuscular (donde el nervio y el músculo se
conectan)
Si los nervios motores (que controlan el movimiento muscular) están
dañados, los músculos se debilitan o se paralizan.

Si los nervios sensitivos (que transportan la información sensorial, como


dolor, temperatura y vibración) están dañados, se experimentan
sensaciones anormales o pérdida de sensibilidad.
Causas

Los trastornos de los nervios periféricos pueden ser hereditarios o


adquiridos (causados por la exposición a toxinas, lesiones, infecciones o
trastornos metabólicos o inflamatorios).
Trastornos que pueden parecerse a trastornos de los nervios periféricos
Ciertos trastornos causan un deterioro progresivo de las células
nerviosas de la médula espinal y del cerebro que controlan el
movimiento muscular (enfermedades de las neuronas motoras). Las
enfermedades de las neuronas motoras pueden parecerse a los
trastornos de los nervios periféricos, que afectan a las células

nerviosas fuera del cerebro y la médula espinal. Las enfermedades de


las neuronas motoras pueden estar causadas por virus (como el virus
de la poliomielitis), ser hereditarias o no tener una causa conocida
(como la esclerosis lateral amiotrófica).

Los trastornos de la unión neuromuscular son distintos de los trastornos


de los nervios periféricos, aunque pueden tener consecuencias
similares, como la debilidad muscular. La unión neuromuscular es el
lugar donde los extremos de las fibras nerviosas periféricas se conectan
a sitios especiales de la membrana de un músculo. Las fibras nerviosas
liberan un mensajero químico (neurotransmisor) que envía un impulso
nervioso a través de la unión neuromuscular e indica a un músculo que
se contraiga. Los trastornos de la unión neuromuscular comprenden

● Botulismo del lactante


● Síndrome de Eaton-Lambert
● Miastenia grave y disfunción causada por ciertos insecticidas
(pesticidas organofosforados) o agentes de guerra química
(como el gas sarín y el novichok) o mediante el uso de ciertos
fármacos (como el curare)

El novichok se desarrolló en Rusia y se ha utilizado en intentos de


asesinato. El curare se ha utilizado para ayudar a relajar los músculos
durante la cirugía y paralizar y matar cuando se coloca en la punta de
dardos venenosos.

Los trastornos que afectan los músculos en lugar de los nervios (como
los trastornos de los nervios periféricos) también causan debilidad
muscular. Los trastornos musculares pueden clasificarse como

● Hereditarios, como la distrofia muscular de Duchenne, la


distrofia muscular de Becker, la parálisis periódica familiar, la
distrofia muscular de la cintura escapular, la miotonía
congénita (enfermedad de Thomsen) y la distrofia miotónica
(enfermedad de Steinert)
● Endocrinos, como la acromegalia (crecimiento excesivo
debido a la sobreproducción de la hormona del crecimiento),
el síndrome de Cushing, la diabetes mellitus, el
hipertiroidismo (una glándula tiroidea hiperactiva) y el
hipotiroidismo (una glándula tiroidea poco activa)
● Inflamatorios, como infecciones (generalmente víricas) y
polimiositis y dermatomiositis
● Metabólicos, como las enfermedades por depósitos de lípidos
y de glucógeno, alcoholismo e hipopotasemia
(concentraciones bajas de potasio)

Los médicos hacen pruebas para determinar si la causa de la debilidad


es un músculo, una unión neuromuscular o un trastorno nervioso.

Diagnóstico

● Evaluación médica
● Posiblemente, electromiografía y estudios de conducción
nerviosa, pruebas de diagnóstico por la imagen o una biopsia
● Ante la sospecha de una neuropatía hereditaria, las pruebas
genéticas
Para diagnosticar un trastorno de los nervios periféricos, los médicos
piden a la gente para describir sus síntomas, incluyendo

● Cuándo comenzaron los síntomas


● Qué síntomas aparecieron primero
● Cómo se han modificado los síntomas con el tiempo
● Qué partes del cuerpo se ven afectadas
● Qué alivia y qué empeora los síntomas

Los médicos también preguntarán acerca de posibles causas, como si


se ha sufrido una infección u otros trastornos, ya que pueden haber
estado expuestos a toxinas, y si algún miembro de la familia han tenido
síntomas similares. Esta información orienta al médico sobre la causa
probable de los síntomas.

Un examen físico y neurológico exhaustivo puede ayudar a identificar la


causa. Se evalúan los siguientes:

● La sensibilidad, si el sujeto puede sentir estímulos


normalmente o tiene algunas sensaciones anormales como
hormigueo.
● Fuerza muscular
● Reflejos
● Nervios craneales

Los hallazgos de la historia clínica y la exploración física pueden sugerir


posibles causas y las pruebas que pueden ser necesarias.

Las pruebas pueden incluir las siguientes:

● Electromiografía y estudios de conducción nerviosa para


ayudar al médico a determinar si el problema se encuentra en
los nervios, en la unión neuromuscular o en los músculos
● Pruebas de diagnóstico por la imagen para detectar
anormalidades (como tumores) que afectan los nervios
craneales o la médula espinal y descartar otras causas de los
síntomas
● Una biopsia de músculo y de nervio para identificar el tipo de
problema (como una desmielinización o una inflamación de
los nervios)
● Si se sospecha una neuropatía hereditaria se pueden hacer
pruebas genéticas (análisis de sangre para detectar el gen
anómalo)

Tratamiento

● Tratamiento de la causa siempre que sea posible


● Alivio de los síntomas
● Probablemente, fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia

Si es posible, se trata el trastorno que causa los síntomas. En caso


contrario, los médicos se centran en el control de los síntomas.

Los cuidados proporcionados por un equipo de diferentes tipos de


profesionales de la salud (equipo multidisciplinario) pueden ayudar a los
afectados a afrontar la invalidez progresiva. El equipo puede incluir

● Los fisioterapeutas para ayudar a que el sujeto continúe


usando sus músculos
● Los terapeutas ocupacionales recomiendan dispositivos de
asistencia para ayudar al afectado a realizar las actividades
de la vida cotidiana (como por ejemplo dispositivos para
ayudar a caminar)
● Los terapeutas del habla y del lenguaje para ayudar al sujeto
a comunicarse
● Especialistas para ayudar con problemas específicos, tales
como dificultad para tragar o respirar

Si un trastorno de los nervios periféricos reduce la vida útil, el paciente,


los familiares y los cuidadores deben hablar francamente con los
profesionales de la salud acerca de las decisiones de atención médica
en caso de que la persona se vuelve incapaz de tomar decisiones sobre
el cuidado de la salud. El mejor enfoque es preparar un documento legal
donde se especifican los deseos de la persona que lo suscribe en
relación con las decisiones a tomar en su atención sanitaria en caso de
que se encuentre en una situación de incapacidad para decidir
(denominadas voluntades anticipadas).

Nervios
El sistema nervioso periférico se compone de más de 100 000 millones
de neuronas que recorren todo el organismo a modo de cables,
estableciendo conexiones con el cerebro, con otras partes del
organismo y, con frecuencia, también entre sí.

Los nervios periféricos están formados por haces de fibras nerviosas.


Estas fibras están revestidas por numerosas capas de una sustancia
grasa denominada mielina, que forma una vaina que acelera la
conducción de los impulsos nerviosos a lo largo de la fibra nerviosa. Los
nervios conducen los impulsos a distinta velocidad en relación con su
diámetro y con la cantidad de mielina que los envuelve.

El sistema nervioso periférico está constituido por dos partes:

● El sistema nervioso somático


● El sistema nervioso autónomo

Sistema nervioso somático


Este sistema está constituido por nervios que conectan el encéfalo y la
médula espinal con los músculos controlados por un esfuerzo
consciente (músculos voluntarios o esqueléticos) y los receptores
sensitivos (o sensoriales) de la piel. Los receptores sensitivos o
sensoriales son terminaciones especializadas de las fibras nerviosas
que detectan información procedente del cuerpo y de su entorno.

Sistema nervioso autónomo


Este sistema conecta el tronco del encéfalo y la médula espinal con los
órganos internos, y regula los procesos internos del organismo que no
requieren un esfuerzo consciente y de los que las personas, por lo tanto,
no suelen tener consciencia (véase Introducción al sistema nervioso
autónomo). Ejemplos de estos procesos son la frecuencia y la potencia
de los latidos cardíacos, la presión arterial, el ritmo respiratorio y la
velocidad con la que pasa el alimento a través del tubo digestivo.

El sistema nervioso autónomo presenta dos divisiones:

● Sistema simpático: su función principal es preparar al


organismo para situaciones estresantes o de emergencia, es
decir, para la lucha o la huida.
● Sistema parasimpático: su función principal es mantener las
funciones normales del organismo en las situaciones
corrientes.
Estos dos sistemas actúan conjuntamente, por lo general uno como
activador y el otro como inhibidor de las acciones de los órganos
internos. Por ejemplo, el sistema simpático incrementa el pulso, la
presión arterial y la frecuencia respiratoria, en tanto que el
parasimpático los disminuye.

Nervios craneales y nervios raquídeos


Los nervios craneales son los que conectan directamente el cerebro y el
tronco encefálico con los ojos, las orejas, la nariz, la garganta y varias
regiones de la cabeza, el cuello y el tronco. Hay 12 pares (véase
Introducción a los pares craneales). Los nervios craneales transmiten
información sensorial donde se incluye el tacto, la visión, el gusto, el
olfato y el oído.

Los nervios que conectan la médula espinal con otras partes del
organismo se llaman nervios raquídeos. A través de ellos, el cerebro se
comunica con casi todo el organismo. Existen 31 pares de nervios
raquídeos, situados a intervalos a lo largo de la médula espinal (véase
Introducción a los trastornos de la médula espinal). Varios nervios
craneales y la mayoría de los nervios raquídeos forman parte de los
sistemas somático y autónomo del sistema nervioso periférico.
Los nervios raquídeos emergen de la médula espinal a través de los
espacios existentes entre las vértebras. Cada nervio emerge en forma
de dos ramos cortos, denominados raíces nerviosas raquídeas: una por
la parte delantera de la médula espinal y otra por la parte posterior.

● Raíz nerviosa motora (raíz nerviosa anterior): la raíz


motora emerge de la parte anterior de la médula espinal. Las
fibras nerviosas motoras transmiten las órdenes desde el
encéfalo y la médula espinal a otras partes del cuerpo,
especialmente a los músculos esqueléticos.
● Raíz nerviosa sensitiva (raíz nerviosa posterior): la raíz
sensitiva entra por la parte posterior de la médula espinal. Las
fibras nerviosas sensitivas llevan la información sensorial
(sobre la posición del cuerpo, el grado de luminosidad, el
tacto, la temperatura y el dolor) al cerebro desde otras partes
del cuerpo. Las fibras nerviosas sensitivas de cada raíz
nerviosa sensitiva aportan información de un área concreta
del cuerpo, llamada dermatoma (véase figura Dermatomas).
Tras salir de la médula espinal, las raíces motoras y sensitivas
correspondientes se unen para formar un único nervio raquídeo.

Algunos nervios raquídeos forman redes de nervios entrelazados,


llamadas plexos nerviosos. En los plexos, las fibras nerviosas de
diferentes nervios raquídeos se clasifican y recombinan de forma que
todas las fibras que se dirigen o provienen de una zona específica del
cuerpo forman el mismo nervio (Véase figura Cajas de conexiones
nerviosas: los plexos).

Existen dos plexos nerviosos principales:

● Plexo braquial: reorganiza las fibras nerviosas que van a los


brazos y a las manos
● Plexo lumbosacro: reorganiza las fibras nerviosas que se
dirigen a las piernas y los pies.

Introducción al sistema nervioso autónomo


El sistema nervioso autónomo regula determinados procesos del
organismo, como la presión arterial y la frecuencia respiratoria. Este
sistema funciona de forma automática (autónoma), es decir, sin el
esfuerzo consciente de la persona.

Los trastornos del sistema nervioso autónomo afectan cualquier parte o


proceso del organismo. Pueden ser reversibles o progresar con el
tiempo.

Anatomía del sistema nervioso autónomo

El sistema nervioso autónomo es la parte del sistema nervioso que


inerva los órganos internos, incluidos los vasos sanguíneos, el
estómago, el intestino, el hígado, los riñones, la vejiga, los genitales, los
pulmones, las pupilas, el corazón y las glándulas sudoríparas, salivales
y digestivas.

El sistema nervioso autónomo tiene dos divisiones principales:

● Simpática
● Parasimpática

Después de recibir información sobre el organismo y el medio externo,


el sistema nervioso autónomo responde estimulando los procesos del
organismo, habitualmente a través del sistema simpático, o
inhibiéndolos, en general a través del sistema parasimpático.

Una vía nerviosa del sistema nervioso autónomo comprende dos


neuronas. Una se encuentra localizada en el tronco del encéfalo o en la
médula espinal. Está conectada mediante fibras nerviosas a la otra
neurona, que se localiza en un agrupamiento de neuronas (denominado
ganglio autónomo).

Las fibras nerviosas de estos ganglios conectan con los órganos


internos. La mayoría de los ganglios del sistema simpático se
encuentran localizados justo por fuera de la médula espinal, a ambos
lados de ella. Los ganglios del sistema parasimpático se encuentran
localizados cerca o en el interior de los órganos con los que conectan.
Funcionamiento del sistema nervioso autónomo

El sistema nervioso autónomo controla los procesos corporales internos


como los siguientes:

● Presión arterial
● Frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria
● Temperatura corporal
● Digestión
● Metabolismo (afectando así al peso corporal)
● El balance de agua y electrolitos (como sodio y calcio)
● La producción de líquidos corporales (saliva, sudor y
lágrimas)
● Micción
● Defecación
● Respuesta sexual

Muchos órganos están principalmente controlados por el sistema


simpático o por el parasimpático. En algunos casos, los dos sistemas
tienen efectos contrarios sobre el mismo órgano. Por ejemplo, el
sistema simpático aumenta la presión arterial y el sistema parasimpático
la disminuye. En general, ambos sistemas trabajan conjuntamente para
asegurar que el organismo responde de forma apropiada a diferentes
situaciones.

Generalmente, el sistema simpático hace lo siguiente:

● Prepara al organismo para situaciones estresantes o de


emergencia, es decir, para la lucha o la huida.

Por lo tanto, el sistema simpático aumenta la frecuencia cardíaca y la


fuerza de las contracciones del músculo cardíaco y ensancha (dilata) las
vías respiratorias para facilitar la respiración. Hace que el organismo
libere la energía almacenada. La fuerza muscular aumenta. Este
sistema también produce sudor en las palmas de las manos, dilatación
de las pupilas y erección del vello. Hace más lentos los procesos
corporales menos importantes en situaciones de emergencia, como la
digestión y la micción.

El sistema parasimpático hace lo siguiente:

● Controla los procesos corporales durante situaciones


ordinarias.
Habitualmente, el sistema parasimpático se dedica a conservar y
restaurar. Retarda la frecuencia cardíaca y disminuye la presión arterial.
Estimula el tubo digestivo para procesar los alimentos y eliminar los
residuos. La energía procedente de la transformación de los alimentos
se utiliza para restaurar y formar tejidos.

anto el sistema simpático como el parasimpático participan en la


actividad sexual, como lo hacen las partes del sistema nervioso que
controlan acciones voluntarias y transmiten la sensibilidad de la piel
(sistema nervioso somático).
Dos mensajeros químicos (neurotransmisores) se utilizan para la
comunicación interna del sistema nervioso autónomo:

● Acetilcolina
● Norepinefrina
Las fibras nerviosas que secretan acetilcolina se denominan fibras
colinérgicas. Las fibras que secretan norepinefrina se llaman fibras
adrenérgicas. En general, la acetilcolina tiene efectos parasimpáticos
(inhibidores) y la norepinefrina tiene efectos simpáticos (estimuladores).
Sin embargo, la acetilcolina tiene algunos efectos simpáticos. Por
ejemplo, a veces estimula la transpiración o la erección del vello.

Causas de los trastornos vegetativos

Los trastornos del sistema nervioso autónomo pueden ser consecuencia


de trastornos que lesionan los nervios autónomos o partes del cerebro
que ayudan a controlar los procesos corporales o bien pueden
producirse por sí mismos, sin una causa clara.
Algunas de las causas más frecuentes de estos trastornos son

● Diabetes (la causa más frecuente)


● Trastornos de los nervios periféricos
● Envejecimiento
● Enfermedad de Parkinson

Otros, causas menos frecuentes incluyen:

● Neuropatías vegetativas
● Atrofia multisistémica
● Insuficiencia autónoma pura
● Trastornos de la médula espinal
● Ciertos fármacos
● Trastornos de la transmisión neuromuscular (el lugar donde
se conectan los nervios y los músculos), como el botulismo y
el síndrome de Lambert-Eaton
● Ciertas infecciones víricas, incluyendo COVID-19
● Lesión en los nervios del cuello, incluyendo la debida a la
cirugía

La disfunción autónoma que se produce con la COVID-19 todavía es


objeto de estudio. Puede causar intolerancia ortostática y, con menor
frecuencia, una neuropatía autónoma. La intolerancia ortostática
describe la disfunción del sistema nervioso autónomo que se produce
cuando una persona se pone de pie. Los síntomas consisten en mareo,
visión borrosa, presión en la cabeza, palpitaciones, temblores, náuseas
y dificultad para respirar. Incluso puede producirse una pérdida de
consciencia.

Síntomas de los trastornos vegetativos

En los varones, la dificultad para iniciar y mantener una erección


(disfunción eréctil) puede ser un síntoma precoz de un trastorno del
sistema nervioso autónomo.
Estos trastornos causan con frecuencia mareo o aturdimiento debido a
un descenso excesivo de la presión arterial al ponerse en pie
(hipotensión ortostática).

Las personas afectadas sudan poco o no sudan en absoluto y, por lo


tanto, se vuelven intolerantes al calor. Pueden tener sequedad ocular y
de la boca.

Después de comer, la persona con un trastorno del sistema nervioso


autónomo se siente prematuramente saciada o incluso llega a vomitar
porque su estómago se vacía muy lentamente (gastroparesia). Algunas
personas orinan involuntariamente (incontinencia urinaria), con
frecuencia debido a que la vejiga es hiperactiva. Otras tienen dificultad
para el vaciamiento de la vejiga (retención urinaria) porque esta es
menos activa de lo normal. Se desarrolla estreñimiento, o pérdida del
control de la defecación.

Las pupilas no se dilatan ni se reducen de tamaño (constricción) ante


los cambios de luz.

Diagnostico de los trastornos vegetativos

● Evaluación médica
● Pruebas para determinar la variación de la presión arterial
durante ciertas maniobras
● Electrocardiografía
● Prueba del sudor

Durante la exploración clínica, los médicos determinan la presencia de


signos de trastornos del sistema nervioso autónomo, como la
hipotensión ortostática. Por ejemplo, miden la presión arterial y la
frecuencia cardíaca mientras la persona está acostada o sentada y
después de que se ponga en pie; el objeto de estas medidas es
determinar las variaciones de la presión arterial según la posición de la
persona. Cuando una persona se pone de pie, la fuerza de la gravedad
provoca que la sangre de las piernas tenga más dificultades para
conseguir volver al corazón. Por tanto, se produce un descenso de la
presión arterial. Para compensar, el corazón bombea más fuerte y la
frecuencia cardíaca aumenta. Sin embargo, los cambios en la
frecuencia cardíaca y en la presión arterial son menores y breves. Si los
cambios son más significativos o duran más, la persona puede sufrir
hipotensión ortostática.

La presión arterial también se mide de forma continua mientras la


persona hace una maniobra de Valsalva (fuerza al exhalar sin dejar
escapar el aire por la nariz o la boca, similar al esfuerzo de defecación).
Se determina, mediante electrocardiografía, si la frecuencia cardíaca se
modifica como lo hace normalmente durante la respiración profunda o
en la maniobra de Valsalva.

Se puede llevar a cabo la prueba de la mesa basculante para


comprobar cómo varían también la presión arterial y la frecuencia
cardíaca al cambiar de posición. En esta prueba se mide la presión
arterial antes y después de que la persona, que está tendida sobre una
mesa basculante, se incline hasta una posición vertical.

La prueba de la mesa basculante y la maniobra de Valsalva, realizadas


conjuntamente, pueden ayudar a los médicos a determinar si una
disminución de la presión arterial se debe a un trastorno del sistema
nervioso autónomo.

Los médicos examinan las pupilas buscando respuestas anómalas o


falta de respuesta ante los cambios de luz.

También puede realizarse la prueba del sudor. En la prueba del sudor,


las glándulas sudoríparas se estimulan con electrodos que contienen
acetilcolina y que se colocan en las piernas y en el antebrazo. A
continuación, se mide el volumen de sudor para determinar si su
producción es normal. Durante esta prueba se siente una ligera
sensación de ardor.
En la prueba termorreguladora del sudor se aplica un colorante en la
piel y se coloca a la persona en un compartimento cerrado y caliente,
para estimular la sudoración. El sudor provoca que el colorante cambie
de color. Los médicos pueden evaluar seguidamente el patrón de
pérdida de sudor, que puede ayudar a determinar la causa del trastorno
del sistema nervioso autónomo.

Se realizan otras pruebas, incluyendo análisis de sangre, para


determinar la existencia de enfermedades que causan trastornos del
sistema nervioso autónomo.

Diagnóstico de los trastornos vegetativos

● El tratamiento de la causa, si se identifica


● Alivio de los síntomas

Se tratan las enfermedades que están contribuyendo a la producción del


trastorno del sistema nervioso autónomo, y si no existen trastornos
subyacentes, o estos no tienen tratamiento, el objetivo se centra en
aliviar los síntomas.

Ciertas medidas sencillas y, en algunos casos, el tratamiento


farmacológico, pueden ayudar a aliviar algunos síntomas de trastornos
del sistema nervioso autónomo:

● Hipotensión ortostática: se aconseja elevar la cabecera de


la cama unos 10 cm y levantarse lentamente. Es bueno
utilizar una prenda compresiva o de soporte, como una faja
abdominal o medias de compresión. Aumentar el consumo de
sal y agua ayuda a mantener el volumen sanguíneo (volemia)
en el torrente circulatorio y por lo tanto la presión arterial. A
veces se utilizan medicamentos. La fludrocortisona ayuda a
mantener la volemia y por lo tanto la presión arterial. La
midodrina ayuda a mantener la presión arterial al constreñir
las arterias (hacer que se estrechen). Estos fármacos se
toman por vía oral.
● Disminución o ausencia de sudor: si se suda poco o nada
en absoluto es útil evitar ambientes cálidos.
● Retención urinaria: si hay retención urinaria debido a la
incapacidad de la vejiga para contraerse normalmente, puede
enseñarse a la persona a introducirse una sonda (un tubo de
goma) a través de la uretra y en la vejiga. La sonda permite el
drenaje de la orina retenida en la vejiga hacia el exterior,
proporcionando así alivio. La persona se introduce la sonda
varias veces al día y la retira cuando la vejiga se ha vaciado.
Se utiliza betanecol para aumentar el tono de la vejiga y
ayudar a vaciarla.
● Estreñimiento: se recomienda una dieta rica en fibra y
laxantes. Si el estreñimiento persiste, puede ser necesario
recurrir a los enemas.
● Disfunción eréctil: habitualmente, el tratamiento consiste en
fármacos como el sildenafilo, el tadalafilo o el vardenafilo por
vía oral. A veces se utilizan dispositivos de constricción
(bandas y anillos colocados en la base del pene) y/o
dispositivos de vacío.

BIBLIOGRAFÍA

MANUAL MSD, Versión para público en general.


MSD y los Manuales MSD
Merck and Co., Inc., Kenilworth, NJ, USA (conocido como MSD fuera de
los EE. UU. y Canadá) es un líder mundial en atención médica que trabaja
para ayudar a que el mundo esté bien.
El Manual se publicó por primera vez en 1899 como un servicio para la
comunidad.
El legado de este gran recurso continúa con el Manual MSD fuera de
Norteamérica.
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global: https://www.msdmanuals.com/es/hogar

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