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1 examen de la 2 evaluación

Certificados y renovaciones para buques pesqueros de eslora menor de 24 metros.


Reconocimientos:
-Inicial: para expedir el certificado de conformidad y el documento de información técnica.
-De renovación: cada cinco años y para buques entre 6 y 24 metros de eslora
-Intermedio: para embarcaciones de 12 o más metros entre el segundo y tercer año de vigencia del
certificado de conformidad.
-Extraordinarios: de modo aleatorio para verifica la exactitud de la auto certificación anal.
-En seco para embarcaciones de madera: será anual para las que tengan 6 o más metros de eslora.
-Adicional: después de obras de reforma
Certificados:
-Certificado de conformidad
-Certificado de información técnica
-Certificado de Arqueo en GT, Acta de estabilidad

Régimen judicial de las aguas interiores


UNCLOS reconoce que los estados son soberanos en este espacio ejerciendo las mismas potestades
que en el territorio. No obstante, salvo por motivos de orden público, no impedirán el acceso a sus
puertos de los buques civiles extranjeros. La práctica de los estados suele ser permisiva respecto de
la navegación de los buques civiles por esas aguas, si bien es frecuente que la reglamente en lo
relativo a la seguridad, pesca, contaminación,...En cambio el fondeo y detención fuera de puerto,
requiere autorización y no suele permitirse libremente. Una cuestión debatida es la de si un barco en
peligro tiene derecho a realizar una arribada forzosa contra la prohibición del ribereño, ante las
reiteradas negativas de la OMI. Únicamente hay dos supuestos en los que el estado estaría obligado
a permitir la entrada de un buque en peligro:
a) Cuando sea necesario para el salvamento de vidas humanas
b) Cuando sea la mejor solución para impedir o controlar un episodio de contaminación, en este
caso lo deciden las autoridades
Por otra parte, una vez que el buque extranjero se encuentra en aguas interiores o portuarias, el
estado tiene plena jurisdicción civil, penal y administrativa sobre este, aunque en la práctica existe
una excepción denominada “ paz de puerto” y que significa que en el ámbito penal y disciplinario el
ribereño se abstiene de intervenir cuando el hecho cometido a bordo afecta sólo al orden interno del
buque y a ciudadanos extranjeros. No obstante el artículo 12 de la LNM de 2014 señala
expresamente la plena jurisdicción penal y civil española con el único requisito de la comunicación
al cónsul del pabellón, por lo que entiendo que este uso debe ceder ante lo dispuesto con carácter
imperativo en esta ley.
Respecto de los buques de estado extranjeros podrán entrar en aguas interiores con la previa
autorización del Ministerio de Defensa, si son guerra, o de la Administración Marítima, si no lo son.
Esta autorización no será necesaria en caso de arribada forzosa.

El paso inocente
Aunque sobre su mar territorial el estado es soberanía, esta soberanía está limitada por el derecho de
paso inocente de los buques extranjeros. Según UNCLOS es paso inocente “ la navegación por el
mar territorial incluyendo la entrada y salida de las aguas interiores, navegación que debe hacerse
de forma rápida e interrumpida, aunque con ciertas excepciones para el fondeo y detención
justificadas siempre que no sea perjudicial para la seguridad y buen orden del ribereño”
El estado ribereño puede impedir cualquier paso inocente y también puede reglamentar el paso
inocente de forma que puede dictar normas sobre navegación, protección del medio marino, de la
pesca, establecimiento de vías y dispositivos de separación del tráfico...A pesar de ello el ribereño
podría suspender el paso inocente por su mar territorial a los buques extranjeros cuando se den
cinco requisitos:
a) Que sea indispensable para la seguridad
b)Que se haga sin discriminar por razón del pabellón
c)Que exista previa publicidad internacional
e)Que sea temporal

Que el ZEE de un barco con una avería grave suelta líquido


El estado no tiene que seguir la anterior secuencia y puede tomar todas las medidas que considere
oportunas, incluso en alta mar. Las sanciones a extranjeros sólo podrán ser pecuniarias y el estado
de bandera tiene prioridad para sancionar salvo que se trate de daños graves efectivamente causados
al ribereño, o el estado de pabellón no sea fiable.

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