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01.FFE 1de2
01.FFE 1de2
Aquesta tesi doctoral està subjecta a la llicència Reconeixement 3.0. Espanya de Creative
Commons.
Esta tesis doctoral está sujeta a la licencia Reconocimiento 3.0. España de Creative
Commons.
This doctoral thesis is licensed under the Creative Commons Attribution 3.0. Spain License.
Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica
Facultad de Medicina
Universidad de Barcelona
ESQUIZOFRENIA Y SEXUALIDAD
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSITAT DE
BARCELONA
0700675364
TESIS DOCTORAL
Tusquets, Director d'aquesta Tesi. Les seves indicacions i consells han marcat la
Al Dr. J.L. Martí
pauta que havia de seguir i han constituít un ajut inestimable per a dur a bon terme aquest treball.
generositat científica i humana i el seu estímul han estat sempre una constant.
A tot l'equip de G.O.C. i especialment a Josep Andrés i Angels Pujol, per la seva professionalitat i
etica? ajuda en el sempre espinos tema de la metodología i l’estadística.
A Jaume Dasquens. La seva dedicació i rigor en l'obtenció de dades va posar els fonaments de tot
el treball.
Ais Directors, metges i personal assistencial de l'lnstitut Tomás Dolsa, deis Hospitals Ntra. Sra. de
Montserrat i Ntra. Sra. deis Dolors de Sant Boi, el Centre de Dia AREP i de l'ambulatori de psiquiatría
de l’Hospital Clínic. Sense la seva col-laborado, el treball no hauria estat possible.
A Elisa Fité, Ana Garriga i altres companyes, peí seu entusiasme i ajuda quan aixó no era altra cosa
que un projecte.
A Rosa Marcos i Salud Porras, peí seu ajut en la revisió de dades bibliográfiques.
A Sebastiá i Pep Pía, que van aconseguir que l'ordinador tirés endavant quan deia que ja en tenia
prou.
Al Dr. Caries Fina, de laboratoris CIBA, peí seu ajut i estímul en iniciar aquest treball.
Ais laboratoris BEECHAM i,especialment, a Josep Roca. La seva base de dades i la seva paciencia,
respectivament, han possibilitat un bon suport bibliográfic.
Ais laboratoris JUSTE, per la seva col laboració en la fase final del projecte.
A tots aquells que, en un o altre moment, m'han estimulat perqué seguís endavant.
I a tots elspacients que, cansats ja de metges i d'interrogatoris, van obrir, un cop més, les seves
vides trencades per col-laborar en l'estudi. Que algún dia els siguí útil.
2CONC2E.1PLTAOS2.1 ETIOPATOGENIA
1INTRODUCCION 1
2.SEX2U.AL1IBDa22s..e3114CSiosntesrmidleaacons
BÁSICOS 3
ESQUIZOFRENIA. CONCEPTUALIZACIÓN 3
3ESQUIZOFRENA
3
2.1.1.1 Alteraciones estructurales (4)
2.1.1.2 Alteraciones bioquímicas (5)
2.1.1.3 Alteraciones neurofisiológicas (7)
2.1.1.4 Alteraciones neuropsicológicas (9)
2.1.2 CLÍNICA 10
2.1.2.1 Sintomatología básica (10)
2.1.2.2 Nosología actual (11)
2.1.2.3 Inicio, curso y pronóstico (12)
2.1.3 TRATAMIENTO 13
2.1.3.1 Tratamiento farmacológico (13)
2.1.3.2 Abordaje psicosocial (14)
Y DEFUNCIONES SEXUALES 15
biológicas de la sexualidad humana 15
encefálico (15)
2.2.1.2 Neurofisiología de la erección (16)
2.2.1.3 Neurofisiología de la eyaculación (16)
hormonales (17)
2.2.2 Conducta sexual y respuesta sexual humana 17
2.2.3 Disfunciones sexuales 18
etiológicas (18)
2.2.3.2 Evaluación de las disfunciones sexuales (20)
2.2.3.3 Consideraciones terapéuticas (20)
5.3GAF:
3.8.2 Neurolépticos
3.8.2.1 Disminución del impulso sexual (62)
3.8.2.2 Disfunción erectiva (62)
3.8.2.3 Trastornos eyaculatorios (63)
3.8.2.4 Priapismo (64)
3.8.2.5 Disfunciones femeninas (65)
3.8.2.6 Otros trastornos (66)
3.8.2.7 Mecanismos teóricos (66)
3.8.2.8Neurolépticos, sexualidad y reproducción (71)
3.8.3 Antidepresivos 72
3.8.3.1 Antidepresivos y disfunciones sexuales (72)
3.8.3.2 Mecanismos teóricos (74)
3.8.4 Ansiolíticos 74
3.8.5 Antiparkinsonianos 75
3.8.6 Litio y estabilizantes del ánimo 75
3.8.7 Disulfiram 76
3.8.8 Evaluación 76
3.8.9 Aspectos terapéuticos 78
3.8.9.1 Los psicofármacos en la terapia de las disfunciones sexuales (78)
3.8.9.2 Tratamiento de las disfunciones sexuales causadas por
psicofármacos (80)
3.8.10 Comentarios 83
3.9 NECESIDADES SEXUALES DE LOS ESQUIZOFRÉNICOS. EDUCACIÓN Y
REHABILITACIÓN 83
3.9.1 Educación sexual 83
3.9.2 Sexualidad en el ámbito
hospitalario 84
3.9.3 Esquizofrenia, sexualidad y SIDA 87
3.9.4 Esquizofrenia, sexualidad y calidad de vida 89
5 MATERIAL Y METODOS 92
5.1 TRABAJO DE CAMPO 92
5.2 CRITERIOS DE INCLUSIÓN Y METODOLOGÍA 92
5.3 PRESENTACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS 93
5.3.1 DSM-lll-R 93
5.3.2 Funcionamiento sociosexual premórbido 94
Escala de evaluación global del sujeto
5.4TRATAMIENTO
5.3.4 Cuestionario de orientación sexual de
5.3.5 G.R.I.S.S
5.3.6 Anexos
6 RESULTADOS
6.1 DATOS
ESTADÍSTICO DE LOS DATOS
SOCIOANAGRÁFICOS
Kinsey 96
96
9^
114
115
115
6.1.1 Sexo 115
6.1.2 Edad 115
6.1.3 Zona de procedencia 115
6.1.4 Nivel de estudios 115
6.1.5 Situación laboral 115
6.1.6 Estado civil 115
6.1.7 Número de hijos 115
6.1.8 Nivel socioeconómico 115
6.1.9 Creencias religiosas 115
6.2 DATOS REFERIDOS A LA ENFERMEDAD 115
6.2.1 Tipo de esquizofrenia 115
6.2.2 Cronicidad 115
6.2.3 Situación actual 115
6.2.4 Edad de inicio de la enfermedad 116
6.2.5 Funcionamiento sociosexual premórbido 116
6.2.6 Grado de adaptación global 116
6.2.7 Delirios de contenido sexual 116
6.2.8 Alucinaciones de contenido sexual 117
6.2.9 Síndrome de Clérambault 117
6.3 HISTORIA MÉDICA 118
6.3.1 Antecedentes médicos 118
6.3.2 Consumo de tóxicos 118
6.3.3 Fármacos 118
6.4 HISTORIA SEXUAL 118
6.4.1 Edad de inicio de la masturbación 118
6.4.2 Edad de inicio del coito 119
6.4.3 Experiencias sexuales traumáticas 119
6.5 CONDUCTA SEXUAL 119
6.5.1 Opinión sobre la sexualidad 119
6.5.2 Orientación sexual 120
6.5.3 Frecuencia de masturbación 120
6.5.4 Tipo de relación actual 121
6.5.5 Práctica del coito 121
6.6 DEFUNCIONES SEXUALES 121
6.6.1 Historia de disfunciones anteriores 121
6.6.2 Disfunciones atribuidas a la medicación 122
6.6.3 Disfunciones en la autosexualidad 123
6.6.4 Disfunciones en las relaciones coitales (GRISS) 123
6.7 ESQUIZOFRENIA Y SEXUALIDAD 124
6.7.1 Edad de inicio de la enfermedad y sexualidad 124
6.7.2 Funcionamiento sociosexual premórbido y sexualidad 125
6.7.3 Sintomatología positiva y sexualidad 125
6.7.4 Grado de adaptación global y sexualidad 126
6.7.5 Situación de ingreso y sexualidad 127
6.7.6 Consumo de tóxicos, fármacos y sexualidad 127
8 DISCUSIÓN 293
8.1 ASPECTOS SOCIOANAGRÁFICOS 293
8.2 ASPECTOS MÉDICO-PSIQUIÁTRICOS 293
8.2.1 Edad de inicio de la enfermedad 294
8.2.2 Funcionamiento sociosexual premórbido 294
8.2.3 Grado de adaptación global 295
8.2.4 Sintomatología positiva 296
8.2.5 Síndrome de Clérambault 297
8.2.6 Historia médica 297
8.3 SEXUALIDAD EN LA ESQUIZOFRENIA 298
8.3.1 Práctica de la masturbación 298
8.3.2 Práctica del coito 299
8.3.3 Experiencias sexuales traumáticas 299
8.3.4 Opinión sobre la sexualidad 300
8.3.5 Orientación sexual 300
8.3.6 Relaciones de pareja 301
8.3.7 Disfunciones sexuales 301
8.4 INTERRELACIÓN ENTRE SEXUALIDAD Y ESQUIZOFRENIA 304
8.4.1 Experiencias sexuales traumáticas y esquizofrenia 304
8.4.2 Sexualidad y edad de inicio de la enfermedad 304
8.4.3 Sexualidad y funcionamiento sociosexual premórbido 305
8.4.4 Sexualidad y sintomatología positiva 305
8.4.5 Sexualidad y adaptación global actual 305
8.4.6 Sexualidad y situación de ingreso 306
8.4.7 Sexualidad, consumo de tóxicos e ingesta de fármacos 306
9 CONCLUSIONES 309
11 BIBLIOGRAFÍA 315
1 INTRODUCCIÓN comunidad. Y de ello, la sexualidad
a pesar
en la esquizofrenia sigue sin ser adecuada¬
mente investigada.
La necesidad de este trabajo está sobrada¬
mente justificada, tanto desde la óptica cien¬
En nuestra opinión,
precisamente esta
es
tífica y
clínica, como desde el punto de vista
falta de datos básicos la que conduce a que
humano, aquél que atañe más directamente
la problemática sexual no sea abordada en
a la calidad de vida de un numeroso colectivo
las entrevistas clínicas con pacientes esqui¬
de pacientes.
zofrénicos. Se hace difícil pensar que actual¬
1
Esperamos que el presente trabajo sea útil cientes para quienes la sexualidad sigue
para que los profesionales de la salud mental siendo, a pesar de la esquizofrenia o debido
a ella, una parte importante de sus vidas.
puedan orientar, con confianza y serenidad,
sin esconder la mirada, a todos aquellos pa¬
2
2 CONCEPTOS BÁSICOS esquizofrenia y la sexualidad: la etiopatoge-
nia, la clínica y el tratamiento.
La
La esquizofrenia no ha escapado a la dicoto¬
esquizofrenia constituye un complejo
mía herencia-ambiente y aún hoy existen
conjunto sindrómico de difícil definición y
delimitación. La inexistencia, por una parte,
discrepancias en cuanto al peso de los facto¬
res genéticos o la influencia de factores
de una alteración o un síntoma patognomó-
ambientales en la aparición de la enferme¬
nico y la existencia, por otra, de innumerables
dad.
variaciones en cuanto a sintomatología,
forma de presentación o combinación de
En cuanto a los factores ambientales, nume¬
síntomas con los de otras patologías psiquiá¬
tricas, han abocado al fracaso a numerosos
rosas investigaciones se han centrado en la
intentos de universalizar un sistema nosoló- posible influencia de la infección materna por
el virus de la gripe durante el embarazo (3).
gico único.
Otros trabajos han buscado factores etiológi-
cos en las complicaciones obstétricas, la
Una muestra de esta dificultad aparece ya en
los intentos definitorios de las dos estación de nacimiento, el estrés maternal
grandes
clasificaciones psiquiátricas vigentes (1)(2). prenatal o la deprivación alimentaria en el
Según el DSM-IV, "la esquizofrenia es una primer trimestre de embarazo (4).
alteración que persiste durante por lo menos
6 meses e incluye por lo menos 1 mes de Las investigaciones genéticas, iniciadas en
síntomas de la fase activa (p. ej., dos o más 1916 y basadas durante mucho tiempo en
de los siguientes: ideas delirantes, alucina¬ estudios de familias, de gemelos y en adop¬
ciones (5), se hallan actualmente en plena
ciones, lenguaje desorganizado, comporta¬
miento gravemente desorganizado o catató- efervescencia gracias a la genética molecu¬
nico y síntomas negativos)". La CIE-10 es lar. Se han llevado a cabo estudios de liga¬
esquizofrenia puede ser abordada desde Obiols y Obiols (7) ellos una mayoría
y con
muchos puntos de vista. Sin embargo, de de autores, se inclinan por considerar que "el
cara a la concreción y a la comprensión del debate sobre el origen -hereditario o
tema que nos ocupa, obviaremos los aspec¬ ambiental- de la esquizofrenia está ya cerra¬
tos históricos, epidemiológicos y nosológicos do, al menos en su formulación simplista y/o
y nos centraremos en las áreas que pueden radical. La esquizofrenia se produce por una
resultar de interés en la interrelación entre la interacción de ambos tipos de factores". Sin
3
embargo, otros autores, como Crow (8), alteraciones estructurales y funcionales en el
consideran que “no existen evidencias sufi¬ cerebro de pacientes esquizofrénicos. Me¬
cientes de una contribución ambiental clara¬ diante el uso -Tomografía
de estas técnicas
mente identificada”. En su revisión sobre la Axial Computerizada (CT), Resonancia Mag¬
etiología de la esquizofrenia, Crow rebate las nética (MR), Resonancia Magnética Espec-
hipótesis del trauma obstétrico y de la gripe troscópica (RMS), Tomografía por Emisión de
prenatal, atribuyendo todo el peso etiológico Positrones (TEP) y Tomografía Computeri¬
a la carga genética y sugiriendo que "la zada por Emisión de Fotones Simples
embargo, ha sido estudiado en nuestro medio lesión que se halla desde el inicio de la enfer¬
por Fañanás y Bertranpetit (9), que han medad y no es progresiva- se ha relacionado
hallado un incremento significativo en la con la presencia de sintomatología negativa,
gicos. Tanto si actúa un factor aislado como La reducción del volumen prefrontal y del
una interacción entre varios factores, el complejo amígdala-hipocampo, junto con una
resultado consiste en una serie de alteracio¬ reducción de la sustancia blanca a nivel
nes estructurales, bioquímicas, neurofisioló- prefrontal, daría respaldo, según Breier et al.
gicas y neuropsicológicas que dan lugar a la (12) a la hipótesis de una conexión límbica
sintomatología esquizofrénica. Vamos a cortical anormal en la esquizofrenia.
analizar por separado cada uno de estos
4
información de muchas cualidades senso¬ resultados más significativos se han hallado
riales". en el estudio de los neurotransmisores, por lo
esquizofrenia es una enfermedad debida a un ticos, (2) Los fármacos que aumentan la
trastorno del desarrollo cerebral. actividad dopaminérgica no siempre ocasio¬
nan síntomas similares a los de la esqui¬
que ocurrió con la búsqueda de una lesión llamada sintomatología negativa apenas
anatómica que explicara la esquizofrenia, el responde a los antipsicóticos clásicos y (4)
interés por el hallazgo de una sustancia no se confirma la teoría de un exceso de
5
tos reguladores excitadores e inhibidores
-
Cuadro 1
6
reagudización la actividad dopaminérgica esquizofrenia o, al menos, puedan constituir
predominaría sobre la colinérgica, dando un marcador diagnóstico o pronóstico, se han
dopaminérgico. Existen, sin embargo, algu¬ pero que actualmente constituyen una apor¬
nas evidencias indirectas de que la serotoni¬ tación importante para el conocimiento de las
na juega algún papel en la etiopatogenia de funciones cerebrales alteradas en la esquizo¬
la esquizofrenia, como son el hecho de que frenia, aunque hayan aclarado poco su etiolo¬
algunos alucinógenos posean una estructura gía y no se traduzcan en una ayuda significa¬
indólica y, principalmente, el que algunos de tiva en la clínica. Revisaremos brevemente
los llamados neurolépticos atípicos, como la las áreas más estudiadas:
tina, Neurotensina, Vasopresina, TRH, Bom- miento ocular no es, de todos modos, especí¬
besina y DSIP (Delta-Sleep-Inducing Pepti- fica de la esquizofrenia, ya que en menor
7
produce un estado de alerta, que se traduce precoces (hasta 50 milisegundos), que única¬
por un aumento de la conductancia dérmica. mente dependen de los parámetros físicos
Esta reacción, que aparece en el 90-95% de del estímulo y los biológicos del sujeto, como
en los potenciales tardíos (superiores a 250
sujetos normales, no aparece en el 50% de
los esquizofrénicos. milisegundos), que reflejan actividad subcorti¬
cal y cortical y, por tanto, implican psicológi¬
Estos datos podido ser del todo con¬
no han camente al sujeto.
firmados en estudios
posteriores y plantean,
además, numerosos interrogantes, entre los Adler (27) sugiere que uno de los mecanis¬
que se encuentra el determinar si los cam¬ mos implicados en la alteración de la P50 en
bios en la conductancia dérmica forman parte la respuesta evocada a estímulos auditivos,
que los individuos normales. Estas anomalías po que sigue dando vigencia al término
son inespecíficas (ninguna es patognomónica "demencia esquizofrénica". Los autores
de la esquizofrenia) y de localización prefe¬ señalan que parámetros como la P300 po¬
rente en zonas temporales y hemisferio drían ser "marcadores" del espectro esquizo¬
izquierdo. frénico.
mediante otras técnicas neurofisiológicas. Es cabo alguna tarea que le implique a nivel
de destacar que estas anomalías aparecen cognitivo, se hallan importantes diferencias,
también en descendientes de enfermos. consistentes, básicamente, en un patrón de
Según Elbert (26), los rasgos electroencefalo- hipofrontalidad en esquizofrénicos.
gráficos distintivos de los pacientes esquizo¬
frénicos no se hallan en relación con la sinto- Andreasen y cois. (28) llevan a cabo un
matología ni con el deterioro cognitivo. estudio mediante SPECT en el que comparan
13
pacientes que no han sido tratados con
-
POTENCIALES EVOCADOS. Se han halla¬ neurolépticos, con 23 pacientes crónicos
do alteraciones, tanto en los potenciales tratados y 15 voluntarios normales. Sus
8
resultados sugieren que "la hipofrontalidad rar si las alteraciones se debían a lateraliza-
está en relación con los síntomas negativos ción signos focales. El perfil obtenido, sin
o a
y no es un efecto a largo plazo del tratamien¬ embargo, era concordante únicamente con
to neuroléptico o de la cronicidad de la enfer¬ una alteración neuropsicológica difusa. Es
medad". Estos resultados son similares a los posible, como sugieren Cuesta y Peralta (32),
comunicados por Wolkin et al. (29), quienes que existan "mecanismos patogenéticos
hallan una estrecha relación entre
hipofronta¬ diferenciados de los trastornos comporta-
lidad y síntomas negativos y por Berman mentales característicos de la esquizofrenia",
(30), cuyos resultados sugieren que el trata¬ de modo que podrían coexistir, tanto un
miento neuroléptico a largo plazo no juega un trastorno generalizado o difuso, como unos
papel importante en la hipofrontalidad. déficits diferenciales, más intensos en algu¬
nas funciones cognitivas que en otras.
producido por los tratamientos previos. Los los efectos de la institucionalización, los
autores hallan una captación reducida del tratamientos psicofarmacológicos o el elec-
isótopo en las regiones frontales inferior y trochoque y se mantienen estables con la
media, junto con un metabolismo disminuido edad. Sin embargo, se desconoce la causa
en los ganglios básales, lo que sugiere la del grave deterioro cognitivo observado en
distintos. Así, existiría una un déficit de Las zonas cerebrales más frecuentemente
pendientemente de los tres síndromes esqui¬ Las funciones ejecutivas son los procesos
zofrénicos. que organizan las ideas o acciones en com¬
portamientos complejos dirigidos hacia un fin.
2.1.1.4 Alteraciones neuropsicológicas. Su pérdida origina la desorganización y
Una cuestión que sigue abierta en la actuali¬ pobreza conductual de algunos pacientes.
dad es el determinar si los déficits
neuropsi-
cológicos observados en la esquizofrenia En cuanto a la memoria, se ha hallado una
9
secundaria largo plazo muestra las mis¬
o a familiares de pacientes y en individuos que
mas características que el síndrome amnési- posteriormente desarrollarán la enfermedad,
co clásico (36) y se ha hipotetizado que se por lo que estas anomalías pueden ser usa¬
correspondería con una reducción del volu¬ das como marcadores de vulnerabilidad a la
men de regiones específicas del lóbulo tem¬ esquizofrenia (40)(41)(42).
poral (37). Por otra parte, las alteraciones del
córtex prefrontal dorsolateral se corresponde¬ 2.1.2 Clínica
rían con déficits de la memoria espacial (38).
Sin embargo, Cuesta y Peralta (32) señalan Como hemos visto al hablar de etiopatogenia,
que es difícil localizar estos déficits de me¬ la esquizofrenia es una enfermedad que
moria, ya que "también se pueden encontrar afecta a una gran diversidad de sistemas
en lesiones cerebrales difusas". Dichos cerebrales, tanto estructurales como quími¬
autores sugieren que el patrón más consis¬ cos. Por ello, los signos y síntomas respon¬
TRASTORNOS DE LA SENSOPERCEP-
en lo que respecta a la medición de la activi¬ CIÓN. Un alto
porcentaje de esquizofrénicos
dad electrodermal y la tensión subjetiva. presenta hipersensiblidad a los estímulos
sensoriales, de modo que "el paciente esqui¬
En cuanto al procesamiento de la informa¬ zofrénico se encuentra bombardeado por un
10
-
reglas lógicas incorrectas. Los graves trastor¬ 2.1.2.2 Nosología actual. A principios de la
nos del pensamiento vienen constituidos por
década de los 80 se desarrolló un nuevo
los delirios, ideas falsas que no pueden ser
modelo de enfermedad para la esquizofrenia,
corregidas por razonamientos lógicos. Aun¬ basado en la
categorización de los llamados
que la temática delirante es muy amplia e síntomas positivos y negativos y de su posi¬
idiosincrásica de cada paciente, la autorrefe-
ble agrupación en dos síndromes diferencia¬
rencia y los delirios de persecución son los
dos. Éstos fueron definidos por Crow (19),
más comunes, siendo también frecuentes los
quién también estableció una serie de corre¬
contenidos religiosos o sexuales. latos neuroquímicos y neurobiológicos. Tal
como lo resumen Salvador et al. (18) "la
-
TRASTORNOS DE LA AFECTIVIDAD. Se
esquizofrenia con predominio de síntomas
producen casi invariablemente el paciente
en
negativos se manifiesta a nivel clínico por la
esquizofrénico. Pueden presentarse
presencia de alogia, abulia-apatía, anhedo¬
ambivalencia o incongruencia afectiva, pero
nia, asociabilidad, indiferencia y déficit aten-
los síntomas más comunes y los que más
cional. Este subgrupo se caracteriza por una
nos interesan desde nuestro punto de vista
peor adaptación premórbida, mala respuesta
son la reducción de la respuesta emocional y
al tratamiento antipsicótico convencional,
la anhedonia, es decir, la incapacidad de
peor evolución de la enfermedad, deterioro
experimentar o incluso de imaginar una
emoción placentera. Ello da lugar a una neuropsicológico y diversas alteraciones
sensación de "vacío" y de pérdida de la vida anatomopatológicas y neurofisiológicas,
como dilatación ventricular e hipofrontalidad
emotiva.
en las pruebas funcionales de imagen cere¬
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA. En
síntomas positivos, por su parte, se mani¬
relación con el síntoma anterior, es frecuente
fiesta por la presencia de alucinaciones,
que el paciente presente abulia y apatía, con
delirios, comportamiento extravagante y
pérdida de la iniciativa y tienda a aislarse,
alteraciones formales del pensamiento. Este
adoptando una actitud autista, descuidando
totalmente la higiene y los cuidados persona¬ segundo subtipo parece tener características
más favorables en cuanto a adaptación
les. Otros trastornos de la conducta, como
11
Posteriormente, este modelo se ha ido am¬ luación (48) y su tratamiento farmacológico,
pliando con el concepto de esquizofrenia que a continuación revisaremos.
mixta, introducido por Andreasen (44) y,
finalmente, por una aproximación trisindrómi- 2.1.2.3 Inicio, pronóstico. La máxi¬
curso y
ca, defendida por Liddle y Carpenter. De ma incidencia de esquizofrenia se produce al
hecho, estos tres síndromes se originan por inicio de la vida adulta y el 75-80% de pacien¬
la división del síndrome negativo en dos tes presentan su primer episodio antes de los
debidos a otras causas como depresión o llan la enfermedad 4 a 5 años más tarde que
etiopatogenia (46)(47), como en su eva¬ tar una forma más benigna de la enfermedad,
12
el mejor pronóstico también se ha explicado similar a su afinidad de
fijación para D1 (en
en términos de mayor tendencia a la
una neurolépticos típicos D2<D1), combinada con
búsqueda de ayuda, mejor cumplimiento una alta afinidad por los receptores D4 y con
para la mujer, que comportarían un aparente receptor serotoninérgico 5HT2. Con ello logra
mejor funcionamiento ante una enfermedad un perfil de potente acción antipsicótica,
igualmente grave (49). eficaz frente a síntomas positivos y negati¬
vos, sin producir efectos extrapiramidales ni
2.1.3 Tratamiento aumento de prolactina (51). Su utilidad clínica
lugar a la acción antipsicótica (22) pero el mantiene el equilibrio propuesto entre las
bloqueo de los D2 en el sistema nigroestriado afinidades D2 y 5HT2 para los neurolépticos
es el responsable de los efectos con un perfil atípico" (22). Su ventaja es que
neurológicos
(síndrome extrapiramidal) y endocrinológicos no presenta un riesgo de agranulocitosis
clozapina y la risperidona. La clozapina es tico ideal debiera ser seguro en cualquier vía
una dibenzodiacepina cuyo mecanismo de de administración, efectivo en síntomas
acción difiere notablemente del de los anti- negativos y positivos, bien tolerado y capaz
psicóticos convencionales, presentando una de ser prescrito en forma intramuscular
baja afinidad por los receptores D2, que es retard, concluiríamos en que el antipsicótico
13
ideal debiera ser una sustancia no neurolépti- -
LA CORRELACIÓN existente entre ciertas
ca . actitudes emocionales de los familiares que
conviven con el paciente y el curso de la
2.1.3.2 Abordaje psicosocial. El hecho de enfermedad. Entre estas actitudes cabe
que la esquizofrenia incida en aspectos destacar el concepto de emoción expresada,
cognitivos, afectivos y sociales hace impres¬ que comprende la frecuencia de comentarios
cindible complementar la terapia farmacoló¬ críticos, el grado de hostilidad y el de sobre¬
siguientes aspectos, citados por Farré (52): estado mental delesquizofrénico vendría
determinado por el equilibrio entre los facto¬
res predisponentes y precipitantes (vulnerabi¬
• Manejo adecuado de la medicación.
• Manejo de la sintomatología. lidad biológica, vulnerabilidad psicológica y
• Ocio y utilización del tiempo libre. estresores socioambientales) y los factores
14
2.2 SEXUALIDAD Y DEFUNCIONES SE¬ primitivas, agrupadas en el diencéfalo y las
XUALES desarrolladas, presentes en el córtex cere¬
bral. A nivel sexual, en lo que se refiere a las
una parte importante de la sexualidad huma¬ control de la conducta sexual en todas las
na es regulada por los controles nerviosos especies en que ha sido estudiado, tanto a
desarrollados, esto es, el córtex cerebral. Es nivel de iniciación como de ejecución (57).
y la actividad cerebral. Cada elemento del cualquier otro animal u objeto y parecen
sistema puede operar independientemente incapaces de saciarse (58).
del otro, pero la actividad sexual sólo es
verdaderamente normal cuando todos los El hipotálamo el sistema límbico se hallan
y
elementos funcionan coordinadamente. conectados por el MFB (medial forebrain
mos los aspectos anatómicos y hemodinámi- culina, mientras que su estimulación eléctrica
cos, para centrarnos en los aspectos neuro- favorece esta conducta, evidenciándose una
fisiológicos, tanto a nivel central como perifé¬ reducción del número de intromisiones, el
rico. intervalo entre intromisiones, la latencia
eyaculatoria y el intervalo posteyaculatorio
2.2.1.1 Sistema encefálico. En el sistema (57). El MFB está directamente implicado en
encefálico coexisten las estructuras sexuales los sistemas de recompensa, "sistemas que
15
están directamente implicados tanto en el través de aferencias del sistema límbico y la
reforzamiento de una motivación como en el estimulación de centros en la médula sacra
efecto inductor del impulso" (59). (S2-S4) producida por estímulos táctiles
locales transportados a través del nervio
centros corticales y los envía a los centros desencadenadas a partir de la médula dorso
espinales que controlan la erección y la lubri¬ lumbar y el nervio hipogástrico, están media¬
16
uretra. Al mismo tiempo, se cierra el esfínte- Su secreción está regulada por la hipófisis y
ruretral interno, para evitar el paso del semen ésta lo está por el hipotálamo, que interco¬
al interior de la vejiga urinaria. Esta actividad necta el sistema nervioso y el endocrino. La
simpática está mediatizada por la noradrena- acción de los andrógenos parece ser mucho
lina actuando sobre los receptores alfal más importante en la iniciación de la función
apertura del esfínter uretral externo y la go, sobre el impulso sexual y sobre el meca¬
contracción de los músculos bulbocaverno- nismo erectivo autónomo, pero no sobre la
sos e isquiocavernosos depende, en cambio, erección inducida mediante estimulación.
de la acción del parasimpático, ejercida a
través de un nervio somático, el pudendo, Los estrógenos son secretados por las mis¬
procedente de las raíces sacras. mas glándulas y poseen los mismos contro¬
les. Su presencia es necesaria en la mujer
Tanto el mecanismo neurofisiológico erectivo para mantener una tonicidad adecuada de la
como eleyaculatorio son superponibles en el musculatura pélvica y las paredes vaginales.
caso de la respuesta de excitación y de
que el componente parasimpático daría lugar, extendida consiste en una serie de pasos
al igual que en hombre, a contracciones de la más o menos progresivos, que van desde la
musculatura estriada pubococcígea. atracción sexual inicial al coito,pasando por
una serie de estimulaciones sexuales no
darios de los psicofármacos, mientras que en Sobre estas conductas existen numerosas
17
Cuando un estímulo sexual es efectivo, se 2.2.3.1 Consideraciones etiológícas. Tradi¬
producen una serie de cambios físicos, que cionalmente las disfunciones sexuales han
denominamos respuesta sexual. Estos cam¬ sido atribuidas problemas psicopatológicos,
a
bios fueron inicialmente estudiados por Mas- posiblemente porque ha sido la Psiquiatría la
ters yJohnson (62), sobre un grupo de 382 especialidad médica que las ha estudiado. A
mujeres y 312 varones. Masters y Johnson partir de los trabajos de Masters y Johnson
sistematizaron sus resultados describiendo (64) y de Kaplan (65), el acento se puso más
cuatro fases de la respuesta sexual: excita¬ en estados psicopatológicos (p. ej. la ansie¬
18
DEFUNCIONES SEXUALES, SEGÚN EL DSM-IV
Deseo sexual
hipoactivo
Disminución (o ausencia) de fantasías y deseos de actividad sexual de forma persistente y
recurrente. El juicio de deficiencia o ausencia debe ser efectuado por el clínico, teniendo en
cuenta factores que, como la edad, el sexo y el contexto de la vida del individuo, afectan a la
actividad sexual.
Trastorno por
aversión al sexo
Aversión extrema persistente o recidivante hacia, y con evitación de, todos (o prácticamente
todos) los contactos sexuales genitales con una pareja sexual.
Trastorno de la excitación sexual mujer
en la
Incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener la respuesta de lubricación
propia de la fase de excitación, hasta la terminación de la actividad sexual.
Trastorno de la erección en el varón
Incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener una erección apropiada
hasta el final de la actividad sexual.
Trastorno
orgásmico femenino
Ausencia o retraso persistente del orgasmo tras una fase de excitación sexual
o recurrente
normal. Las mujeres muestran una amplia variabilidad en el tipo o intensidad de la
estimulación que desencadena el orgasmo. El diagnóstico de trastorno orgásmico femenino
debe efectuarse cuando la opinión médica considera que la capacidad orgásmica de una
mujer es inferior a la que correspondería por edad, experiencia sexual y estimulación sexual
recibida.
Trastorno
orgásmico masculino
Ausencia o retraso
persistente o recurrente del orgasmo, tras una fase de excitación normal,
en el transcurso de una relación sexual que el clínico, teniendo en cuenta la edad del
Eyaculación precoz
Eyaculación persistente o recurrente en respuesta a una estimulación sexual mínima antes,
durante o poco tiempo después de la penetración, y antes de que la persona lo desee. El
clínico debe tener en cuenta factores que influyen en la duración de la fase de excitación,
como son la edad, la novedad de la pareja o la situación y la frecuencia de la actividad sexual.
Dispareunia
Dolor genital recurrente o persistente asociado a la relación sexual, tanto en varones como
en mujeres.
Vaginismo
Aparición persistente o recurrente de espasmos voluntarios de la musculatura del tercio
externo de la vagina, que interfiere el coito.
El criterio B de todas las disfunciones indica que "la alteración provoca malestar acusado o
dificultad en las relaciones interpersonales".
Cuadro 2
19
Las disfunciones femeninas han quedado, -
CAPACIDAD DE CONTRACCIÓN DE LA
imperantes en su entorno, modelando una MUSCULATURA PUBOCOCCÍGEA, median¬
determinada actitud hacia un problema se¬ te transductores de presión vaginales o
xual concreto. anales (83).
sexual.
2.2.3.3 Consideraciones terapéuticas. Nos
Ello es de especial interésel tema que
en centraremos en el comentario de dos tipos de
nos ocupa, ya que, como veremos posterior¬ abordaje: la terapia sexual y las terapias
mente, uno de los problemas más orgánicas.
frecuentemente citados por los autores que
(80).
20
-
sivo del espasmo muscular mediante dilata¬ en los problemas erectivos. Entre las alterna¬
21
(93),
3 ESQUIZOFRENIA Y SEXUALI¬ ducta sexual o de la
problemática sexual del
(94),
enfermo esquizofrénico.
DAD: UNA REVISIÓN
Sobre este extremo han hecho hincapié
3.1 INTRODUCCIÓN algunos autores, como Akhtar y Thomson
quienes afirman que "la relación entre
Revisar la bibliografía existente respecto a la esquizofrenia y sexualidad no ha sido ade¬
esquizofrenia y la sexualidad puede ser cuadamente abordada en los textos de psi¬
trabajo de varios meses o de escasas horas, quiatría, en las monografías exclusivas sobre
según el rigor que deseemos en los datos esquizofrenia o en la literatura sobre la se¬
que buscamos. Tal como afirma Nestoros xualidad humana", o Friedman y Harrison
(92), "la literatura concerniente a la conducta quienes señalan que "en las últimas dos
sexual de los esquizofrénicos es extremada¬ décadas ha existido un dramático aumento
mente rica en términos de comunicaciones en el interés porla investigación en sexuali¬
de casos y teorizaciones, pero extremada¬ dad humana, existiendo estudios sobre la
mente pobre en términos de hallazgos obteni¬ naturaleza de la función sexual y la prevalen¬
dos en estudios controlados". cia de los trastornos sexuales en una gran
variedad de enfermedades agudas y cróni¬
Desde siempre se ha concedido cierta impor¬ cas". Sorprendentemente, señalan los auto¬
tancia a la sexualidad en la esquizofrenia, res, "la psiquiatría, en contraste con otras
tanto desde el punto de vista clínico, (por especialidades médicas, ha generado muy
ejemplo, los delirios de temática sexual o la pocos datos acerca de la conducta sexual de
conducta sexualmente desinhibida en los los pacientes afectados por los distintos tras¬
22
zofrenia yla sexualidad sigue siendo insigni¬ Aunque algunos autores han insistido en la
ficante relación al amplísimo número de
en necesidad de que se lleven a cabo estudios
trabajos que se publican sobre otros aspec¬ con los parámetros más fácilmente observa¬
tos de la esquizofrenia. Según datos de bles (p. ej. niveles hormonales o pletismogra-
Nestoros (92), en una búsqueda computeri¬ fía peneana nocturna), está claro que si sólo
zada desde 1966 a 1980 se hallan sólo 4 usáramos estas medidas dejaríamos de lado
estudios que proporcionan información sobre muchos aspectos de la sexualidad que es
la frecuencia de la actividad sexual en esqui¬ preciso conocer. Debemos recurrir, pues, a la
zofrénicos, mientras que sólo en el año 1979 información directa obtenida del relato del
fueronpublicados 1129 artículos sobre otros paciente esquizofrénico, y es aquí donde se
aspectos de la esquizofrenia. presentan las mayores dificultades, dudas y
discrepancias entre autores sobre la validez
En la presente revisión hemos intentado de los datos obtenidos.
centrarnos los
trabajos con cierta base
en
metodológica, intentando obviar las descrip¬ Aunque algunos autores consideran más
ciones clásicas aunque, inevitablemente, en difícil que otros la obtención de estos datos,
algunos aspectos citamos opiniones, valora¬ existe un cierto consenso en cuanto a que,
ciones o interpretaciones no contrastadas. bajo determinadas condiciones, es perfecta¬
mente posible la obtención de datos fiables.
3.1.1 Problemas metodológicos
Verhulst y Schneidman (96) señalan que los
El primer problema que se plantea en cual¬ pacientes esquizofrénicos pueden dar res¬
quier estudio que aborde la relación entre puestas inadecuadas a los cuestionarios y
sexualidad y esquizofrenia es la obtención de pueden responder de forma incoherente o
datos fiables. Como señalan Skopec
cois. y delirante a las preguntas directas. Según los
desde sujetos silenciosos e introvertidos que nivel de ansiedad, por lo que proponen que la
pueden conservar un trabajo y cuidar de sí entrevista se lleve a cabo en una atmósfera
mismos, pacientes abiertamente delirantes
a que represente la mayor seguridad y calidez
que precisan institucionalización y control de posible para el paciente. En este sentido, los
sus conductas impulsivas". Del mismo modo, autores recomiendan que durante la entrevis¬
hablar de sexualidad es entrar comple¬
en un ta estén presentes un entrevistador de cada
jo entramado el que se
en entrecruzan senti¬ sexo, de cara a aliviar posibles miedos hetero
23
sexual actual. Según estos autores, los Burke (100) señala que los pacientes con
acientes se hallaban más reticentes e incó¬ esquizofrenia pueden responder de forma
modos comentando acontecimientos relació¬ consistente preguntas simples sobre he¬
a
nales de la infancia, que discutiendo temas chos concretos tales como erecciones o
estrictamente sexuales. masturbación, existiendo menor coherencia
cuando se intentaindagar acerca de las
Collins y Kellmer (97) apuntan que existe una fantasías o pensamientos. Los pacientes de
dificultad inherente en obtener datos detalla¬ su muestra, por otra parte, no fueron capaces
dos de las actividades sexuales de los pa¬ de sintetizar sus respuestas y situarlas dentro
Según él, los datos referentes a la sexualidad fármacos que tomaban podían afectar a su
de los esquizofrénicos son alcanzables me¬ funcionamiento sexual y ellos querían cono¬
diante entrevistas estructuradas, cuestiona¬ cer sus opiniones al respecto), indagando
rios y escalas. El autor subraya una serie de datos concretos más que opiniones abstrac¬
puntos que deberían formar parte del estudio tas y proporcionando al paciente un ambiente
de la sexualidad en la esquizofrenia, engloba¬ en el que se sienta tranquilo y seguro.
24
medad alteraba el funcionamiento sexual, halla a nivel de neurotransmisores, también
como quela actividad sexual podía causar o pueden anticiparse los problemas sexuales,
agravar la esquizofrenia. Una tercera vía "ya que numerosos estudios en animales han
hipotética ha pretendido demostrar una cierta mostrado que la serotonina puede tener un
ingresados a un cuestionario sobre sexuali¬ que impidan la expresión sexual de los pa¬
dad y su relación con la enfermedad psiquiᬠcientes psiquiátricos crónicos, dado que
trica, hallando que los médicos consideraban éstos se hallan habitualmente "o en ambien¬
que la esquizofrenia podía interferir con la tes protegidos, dónde la sexualidad está
función sexual en 89 al 100% de los casos. reprimida, o en medios sociales deprimidos,
En cambio, menos de la mitad de los pacien¬ dónde las relaciones no son generalmente
tes consideraban esta interferencia. muy satisfactorias".
25
Friedman y Harrison (94), que llevaron a cabo disminución del deseo sexual tras la apari¬
un estudio en el que compararon 20 mujeres ción de la enfermedad, un 20,4% un aumento
esquizofrénicas con 15 controles, discrepan, y en un 3,7% el deseo permaneció inmodifi¬
en parte, de la opinión de Verhulst y Schneid- cado. En cuanto a las mujeres, la irrupción de
centaje sustancial, de cerca del 40%, comu¬ cas" tras la aparición de la enfermedad.
nicaron una falta de interés general en la
actividad sexual, incluyendo la masturbación, En otro estudio reciente en nuestro medio
incluso antes de haber sido tratadas con (103) se valora lo que los autores denominan
neurolépticos, y un 60% de sus pacientes un "cambio de ajuste sexual" con el inicio de
Collins y Kellner (97) señalan que es difícil Finalmente, Rosenbaum (104) afirma que la
conocer el grado en que la esquizofrenia esquizofrenia afecta realmente al funciona¬
como proceso interfiere con el funcionamien¬ miento sexual, al igual que afecta a muchos
to sexual porque el efecto de los neurolépti¬ aspectos de la vida de sus víctimas. El autor
cos se halla sobreimpuesto sobre los efectos se pregunta, sin embargo: "¿A qué área del
26
xual, concretamente, el ciclo de respuesta pacientes con anorgasmia primaria no
sexual medible, no está directamente afecta¬ esquizofrénicas, la ausencia de un aprendi¬
do por el proceso esquizofrénico o, más zaje mediante masturbación.
gráficamente, "que el cuerpo de un individuo
esquizofrénico responde normalmente, con 3.1.2.2 La actividad sexual como factor
excitación sexual y orgasmo, cuando es generador de esquizofrenia. El que la esqui¬
estimulado adecuadamente". Es en este zofrenia se origine a partir de determinados
aspecto de la sexualidad donde, según el rasgos o incluso de determinadas actividades
autor, interfieren los neurolépticos. Sin em¬ sexuales es una hipótesis frecuentemente
bargo, señala, esto es sólo una pequeña sostenida entre los autores clásicos, que
parte de la esfera sexual. "¿Y qué hay del suscita cierto interés,hoy más que nada
deseo? ¿Qué hay de los sentimientos y los anecdótico, entre los autores contemporá¬
impulsos? ¿Cómo son experimentados, neos, hasta el punto que muchos de ellos
expresados o integrados en el sentido del yo? inician la descripción de sus trabajos con
Es en esta área donde aparecen muchos de revisiones sobre estas hipótesis.
los problemas clínicos, desde el desinterés
anhedónico hacia lo sexual a los impulsos El tema es revisado por Nestoros (92), que
sexuales lábiles, mal controlados o repri¬ cita a Freud, quién en 1911, en base a obser¬
midos, los deseos bizarros, las expresiones vaciones clínicas y a la autobiografía del Dr.
distorsionadas de las necesidades sexuales, Daniel Paul Schreber, que había sufrido una
las elaboraciones sadomasoquistas, la conta¬ enfermedad psicótica con delirios persecuto¬
minación agresiva de la sexualidad, y las rios y de contenido sexual, postuló que "el
fantasías sexuales se expresan en detrimen¬
principal factor involucrado en la patogenia
to del yo y los otros". de la esquizofrenia es la falta de libido (ener¬
la ausencia de masturbación por la falta de conducta sexual como una conducta estricta¬
27
autor se refiere a Vori Kraft-Ebing, quien en por otros autores, según los cuales los estre-
1904, en su Textbook of Insanity, establece sores sexuales no son significativos en el
que los excesos sexuales y la masturbación inicio de la enfermedad. La causa de este
están entre los factores importantes que desacuerdo estriba, según Gift y cois., en
conducen a la locura. que anteriormente se valoraba únicamente el
factor precipitante del ingreso y no todos los
También Jacobs (106) revisa estas hipótesis acontecimientos vitales general. Según
en
y cita en su revisión a Hoskis, quien sugirió los autores, estos datos sugieren la importan¬
en 1943 que la esquizofrenia representaba un cia de los acontecimientos vitales sexuales
nivel inmaduro de desarrollo psicosexual como estresores en una primera admisión de
debido a una deficiencia de hormonas sexua¬ un paciente esquizofrénico.
les, a Norman, quien afirmó, en 1948, que
fuertes tendencias homosexuales conscien¬ Cabe señalar, sobre este estudio, que los
tes e inconscientes conducían a la
psicosis y autores manejan un concepto muy amplio de
a Arieti,quién aseguró, en 1967, que las acontecimiento vital sexual, incluyendo desde
conductas sexuales y eróticas en personas una mujer a quién retiraron el DIU a un hom¬
preesquizofrénicas causaban la enfermedad. bre cuya esposa dejó de tener relaciones
El autor afirma que, "hasta la fecha, no existe sexuales con él, así como varias rupturas
evidencia de que las hormonas o la conducta afectivas. Por otra parte, resulta difícil hacer
sexual causen esquizofrenia".
inferencias sobre si los hechos comunicados
son causa o consecuencia del inicio de la
En el trabajo ya citado de Pinderhughes et enfermedad esquizofrénica.
al.(101), los psiquiatras encuestados consi¬
deraban que la actividad sexual podía haber
En el mismo sentido que Gift y cois., Rodrí¬
sido un factor
contribuyente al desarrollo de
la enfermedad en dos tercios de sus pacien¬
guez de Molina et al. (99), relacionan la
relativamente alta incidencia de abusos
tes esquizofrénicos. Esto mismo era
considerado por el 47% de los propios pa¬
sexuales comunicados por esquizofrénicos
con el modelo de vulnerabilidad al estrés de
cientes.
la esquizofrenia y contemplan la posibilidad
Friedman (107) cita a Glass, quién afirmó, en
de que las experiencias sexuales traumáticas
1971, que una historia de problemas gineco¬ "pudieran incidir en la irrupción de una esqui¬
zofrenia en un sujeto".
lógicos, sexuales o de pareja parecía predis¬
poner a mujeres vulnerables a presentar
Es difícil discernir hasta qué punto este tipo
problemas psiquiátricos.
de factores ambientales pueden pesar más
guardando relación con el sexo, estado civil, factores pero, como apuntaba Nestoros, no
raza ni edad. se puede inferir una relación de causalidad.
28
onanismo: tratado sobre los desórdenes que "el síntoma sexual puede ser relativamente
produce la masturbación", atribuyendo a ésta independiente del proceso esquizofrénico, o
todo tipo de males, incluyendo la epilepsia y bien estar íntimamente enredado con sus
la locura (109). distorsiones y defensas esquizofrénicas". En
el primer caso, Kaplan opina que "hay esqui¬
3.1.2.3 Interrelación entre esquizofrenia y zofrénicos que se sienten muy angustiados
funcionamiento sexual. La tercera vía hipo¬ por su problema sexual, de modo que la
tética considera la disfunción sexual realmente agrava su mal; y
posibilidad de que exista
cuando se resuelven los problemas eróticos,
una interdependencia o influencia mutua
entre esquizofrenia y sexualidad. No se estos enfermos se sienten mejor. Los esqui¬
valora aquí si la esquizofrenia como enferme¬ zofrénicos que no emplean los síntomas
dad causa problemas sexuales o si éstos sexuales como defensas responden tan
Helen Kaplan (65), psiquiatra especializada tos estresores en los pacientes esquizofréni¬
en terapia sexual, considera que las disfun¬ cos. Considerando que los síntomas esquizo¬
29
xuales y la solución a los posibles problemas En una revisión sobre el tema, Sanz de la
sexuales existentes como factores de pre¬ Torre, Junqué y Pérez (113), dividen estas
vención de recaídas. diferencias en cuatro grandes bloques:
ASPECTOS DEMOGRÁFI¬
CLÍNICOS Y
sencia de problemas sexuales, en forma de COS: las mujeres tienden a mostrar más
disfunciones o de necesidades no resueltas síntomas de tipo ansioso, afectivo, psicoso-
puede exacerbar la esquizofrenia o favorecer mático y mayor problemática en sus relacio¬
la aparición de recaídas. No existen referen¬ nes interpersonales y en la percepción de su
cias, sin embargo, de que la esquizofrenia autoimagen. Buscan más ayuda médica,
como enfermedad problemas de
agrave usan más frecuentemente los servicios de
pleja interacción de factores biológicos con El número de ingresos es mayor en los hom¬
otros de tipo psicológico y social. bres, pero tiende a igualarse pasados los 30
años. El ajuste social global definido en
A pesar de que esta variabilidad entre sexos términos de logros académicos y profesiona¬
es conocida desde
antiguo -ya Kraepelin, en les, establecimiento de relaciones heterose¬
1919, señalaba que la demencia precoz afec¬ xuales estables y ausencia de comportamien¬
taba a hombres jóvenes- los trabajos que tos autolíticos o antisociales, también resulta
estudian las diferencias intersexuales son favorable a las mujeres.
relativamente recientes.
En cuanto a sintomatología, las diferencias
la
Lewine et al. (111 )(112) centran su atención se orientan hacia un predominio de sintoma¬
sobre el dimorfismo sexual del cuerpo callo¬ tología negativa en los varones (embota¬
so. hallando que el grupo de esquizofrénicos miento afectivo, aislamiento social, dificultad
masculinos presentan una proporción más en el pensamiento abstracto, falta de
alta de áreas del cuerpo calloso muy peque¬ espontaneidad), mientras que entre las muje¬
ñas, así como más alteraciones en las imᬠres predomina la sintomatología positiva
30
varones tienden comportamientos
a mostrar nos de hipoplasia cerebral y dilatación del
heteroagresivos y antisociales, mientras que tercer ventrículo.
esquizofrénico, influencia que se hace paten¬ entre sexos en la activación del flujo sanguí¬
te por una serie de observaciones: La rela¬ neo regional y en los factores somatosenso-
ción entre el inicio de la pubertad y la irrup¬ riales y auditivos de los potenciales evoca¬
ción de la esquizofrenia, la elevada incidencia dos. En varones se ha hallado una disfunción
de episodios psicóticos en mujeres durante la predominante del hemisferio cerebral izquier¬
fase premenstrual, la asociación entre la do, mayor disfunción fronto-temporal, déficit
administración de andrógenos o la aparición más acusado de memoria verbal, más signos
de trastornos de la corteza adrenal con la neurológicos menores y más agnosia olfato¬
emergencia de síntomas paranoides, la ria.
asociación del síndrome de inmadurez genital
en el varón con la predisposición a la esqui¬ Cournos y cois. (114), en un estudio sobre
zofrenia y las variaciones hormonales induci¬ noventa ycinco pacientes, coinciden con lo
das por los tratamientos con neurolépticos. mencionado hasta ahora en el hallazgo de
trabajos, utilizando Tomografía Axial Compu¬ ser explicadas por esta distinta edad de
terizada (TAC) y Resonancia Magnética (RM) inicio, que podría influenciar la conducta, la
hallan las siguientes diferencias en varones: estructura cognitiva y algunos síntomas
mayor atrofia cortical del hemisferio domi¬ positivos. Háfner et al. hallan, asimismo, que
nante, más lesiones perínatales, mayor la edad de inicio en los hombres muestra un
dilatación de los ventrículos laterales y cuer¬ único pico, situado entre los 15-25 años,
po calloso disminuido en áreas específicas y mientras que en el caso de las mujeres, esta
con mayor proporción de alteraciones. En línea presenta dos picos distintos, uno inicial
mujeres se hallan más frecuentemente sig¬ situado entre los 20-29 años y otro posterior
31
entre los 45-49 años, coincidiendo con el Linares Fernández y cois. (118), en un traba¬
inicio de lamenopausia. Ello daría soporte, jo sobre 128 pacientes psiquiátricos hospitali¬
según los autores, a la hipótesis del efecto zados de larga evolución, analizan las dife¬
32
hecho no existen referencias
bibliográficas al piandrosterona es producida en la corteza
respecto, diferencias fisiológicas a nivel de adrenal y sólo el 7% restante en los testícu¬
los órganos sexuales periféricos, aunque los, los hallazgos de este estudio podrían
anteriormente se había comunicado que la indicar algún fallo en la corteza adrenal más
atrofia testicular era una característica de la que en la función testicular.
esquizofrenia, consideración ésta que se
reveló inconsistente (119). Nestoros (92) revisa la bibliografía existente
sobre enfermedad esquizofrénica y hormonas
Por otra parte,de las abundantes diferencias sexuales, citando a Brambilla y Penati, quie¬
fisiológicas halladas entre esquizofrénicos y nes en 1970 hallaron que porcentajes
no esquizofrénicos, muy pocas de ellas han significativos de pacientes esquizofrénicos
sido estudiadas en relación a la sexualidad. agudos y crónicos no tratados, mostraban
Teniendo cuenta que en unos niveles de gonadotrofinas urinarias
en la esquizofrenia
se ven alterados numerosos neurotransmiso- reducidos (63% de los hebefrénicos agudos,
ción, pasando por el impulso y la excitación) drógenos, medida a través de los bajos
serían teóricamente esperables numerosas niveles de 17-cetosteroides.
alteraciones sexuales.
Sin embargo, tal como afirman Tourney y
Sin embargo, la investigaciónha centradose Hatfield, "la excreción de 17-cetosteroides es
básicamente en las alteraciones endocrinas, un mal índice de la
producción de andróge¬
una parte minúscula del complejo entramado nos, ya que deriva no sólo del metabolismo
neurofisiológico que gobierna el funciona¬ de éstos sino también del cortisol y la cortiso-
miento sexual. na .
33
circulantes, es una hipótesis interesante que sugieren que tal vez el sistema TIDA no sea
debe ser probada en ensayos controlados". un verdadero reflejo de lo que sucede en los
pacientes con ideas de contenido homose¬ pacientes con bajos niveles de histamina
xual mostró unos niveles de prolactina más (50% de los esquizofrénicos) se caracteriza¬
bajos y de estrógenos más altos que el grupo rían por la eyaculación o el orgasmo retarda¬
de pacientes sin ideas homosexuales y que dos, mientras que los pacientes con altos
el grupo control. Los autores hipotetizan con niveles de histamina (20%), por la eyacula¬
la posibilidad de que esto sea debido a un ción precoz".
aumento de actividad dopaminérgica en
estos pacientes. No existe bibliografía sobre la influencia de
las diferencias psicológicas (a nivel de pen¬
La misma hipótesis es revisada por Cacabe- samiento, lenguaje y procesamiento de al
los (121), quien señala que “si efectivamente información) sobre la sexualidad. Sólo unos
en la esquizofrenia hay un tono dopaminérgi- autores valoran estas diferencias y lo hacen
co, que también afecte al TIDA (sistema desde el punto de vista de las teorías psicoa-
34
a inhibir la estimulación activadora mediante obstaculizados, sin embargo, por la dificultad
respuestas de evitación". en la obtención de datos con validez suficien¬
te.
Las investigaciones efectuadas hasta la
actualidad no son capaces de proporcionar Small et al. (125), revisan la fiabilidad de dos
ningún dato fisiológico que de forma clara y de las escalas usadas comúnmente en esqui¬
rotunda marque una diferencia entre la se¬ zofrenia, la PAAS (Premorbid Asocial Adjust-
xualidad de un individuo esquizofrénico y otro ment Scale) de Gittelman-KIein (126), que
sano. Posiblemente las diferencias hormona¬ mide el funcionamiento social ysexual duran¬
les, que han sido las más estudiadas, no son te la infancia yla adolescencia y la LFS (Le¬
suficientemente determinantes como para véis Functioning Scale) de Strauss y
of
establecer diferencias en el funcionamiento Carpenter (127), que evalúa el funcionamien¬
sexual. Por el momento debemos conformar¬ to social actual. Los autores hallan que,
nos coninvestigar si las diferencias fisio¬ mientras la LFS posee una correcta validez y
lógicas halladas a otros niveles influyen sobre fiabilidad, la PAAS presenta una muy baja
la sexualidad de forma indirecta, es decir, fiabilidad entre informadores. Small et al.
estudiando la sexualidad del individuo esqui¬ señalan que la información obtenida median¬
zofrénico antes de la aparición de la enferme¬ te recuerdos del pasado posee poca validez,
dad. tanto si proviene del propio individuo, como si
es obtenida a través de familiares, ya que
estos recuerdos están influenciados por los
3.4 FUNCIONAMIENTO SOCIOSEXUAL rasgos de la personalidad adulta y por lo que
PREMÓRBIDO se considera normal o apropiado en el mo¬
Uno de los aspectos que ha despertado más concluyen que los datos sobre ajuste social
interés en el estudio de la sexualidad en la previo a la enfermedad deben ser tomados
con mucha cautela y que, según sus resulta¬
esquizofrenia ha sido el del ajuste sexual
premórbido. Ello es debido a varios motivos. dos, los datos de mayor validez tienden a ser
En primer lugar, el posible valor predictivo los de pacientes más jóvenes y los que se
que pueden poseer las alteraciones del basan en aspectos específicos del funciona¬
frenia, como del curso de la misma. En se¬ 3.4.2 Personalidad y conducta sexual
gundo lugar, porque el estudio de la sexuali¬ premórbida
dad en esta fase previa a la eclosión de la
matología, por la terapéutica empleada y por nicos. Gittelman-KIein y Klein (126) citan a
la alteración social que comporta. Kraepelin, que en 1919 fue de los primeros
en señalar las características de persona¬
3.4.1 Validez de los datos lidad en la
primera infancia de los pacientes
esquizofrénicos. Kraepelin comenta unos
Los intentos de sistematizar el estudio de la rasgos, más frecuentemente comunicados en
sexualidad en dicha etapa de la vida del hombres, que de niños "exhibían una dispo¬
individuo esquizofrénico se han visto sición tranquila y tímida, no hacían amigos y
35
vivían sólo para
sí mismos". Según los auto¬ Raboch (132) compara cinco grupos de
res, tanto Kraepelin como Bleuler y pacientes psiquiátricas, (51 pacientes con
Kretschmer, creían que estos trastornos esquizofrenia, 50 con psicosis maniaco-
tempranos eran los primeros signos de la depresiva, 50 con personali¬
neurosis, 30 con
enfermedad. La opinión de que los esquizo¬ dad histérica y 20 con anorexia nerviosa) con
frénicos presentaban un pobre nivel social y un grupo control, evaluando el desarrollo
sexual, repetidamente comunicada a princi¬ sexual a través de una escala de 12 ítems,
pios de siglo, se ha venido manteniendo y ha que va desde el primer interés por el sexo
sido demostrada como cierta hasta la actua¬ opuesto hasta el primer matrimonio. Halla
lidad. Henry Ey (128) señala que "está admiti¬ que las pacientes esquizofrénicas van retra¬
do que alrededor de la mitad de los esquizo¬ sadas en el tiempo respecto a las controles
frénicos mostraba, antes de la enfermedad, en su desarrollo sexual. En un estudio previo,
los rasgos de la personalidad esquizoide". el mismo autor no halló relación entre este
Akhtar y Thomson (129) apuntan la "apatía retraso la estructura premórbida de la
y
sexual en el estilo de vida premórbido de los personalidad. Raboch apunta la hipótesis de
esquizofrénicos". un posible factor biológico, como podría ser
hospitalizados por otros trastornos psiquiátri¬ debido a déficits subclínicos que presagian la
cos en una escala de competencia social enfermedad". El autor reproduce una cita de
durante la infancia. Según los autores, esto M. Bleuler, que en 1978 afirmaba: "La vida
es atribuible a unas pobres habilidades inter¬ sexual prepsicótica de los esquizofrénicos no
personales, ya que no se hallan diferencias difiere apreciablemente de la que presenta la
en medidas académicas o cognitivas. Pare¬ media de población. En tanto que existiendo
ce, por tanto, que podría haber "una diferen¬ diferencias, éstas consisten en una cierta
cia cuantitativa en el nivel de funcionamiento mayor frecuencia de conducta sexual restrin¬
interpersonal que precediera a la manifesta¬ gida. Sin embargo, esta diferencia se limita al
ción clínica de la esquizofrenia, aunque no hombre, y no existe o no es apreciable entre
sabemos aún si sería un factor de futura las mujeres". McEvoy cita también un estudio
susceptibilidad al trastorno, o más bien sería en el que se valora el ajuste social en los 2 a
36
años, casi dos tercios de los esquizofrénicos población general y la frecuencia de
no habían tenido una relación heterosexual masturbación antes de la enfermedad es
continuada (más de seis meses), frente a igual o incluso mayor. Resultados parecidos
sólo el 15% de los controles. Finalmente, el se hallan en el estudio de Friedman y Harri-
autor señala que "no está claro si los indivi¬ son (94), sobre 20 mujeres esquizofrénicas y
duos preesquizofrénicos presentan un interés 15 controles y en el de Rodríguez de Molina
sexual disminuido, o si la espantosa (sic) y cois. (99) sobre 113 esquizofrénicos hospi¬
tarea de aproximarse o atraer a una pareja talizados. En este último destaca un elevado
potencial amenaza la frágil integridad de sus porcentaje (25,9%) entre los esquizofrénicos,
procesos perceptivos y cognitivos". de "coitos homosexuales" antes de la apari¬
ción de la enfermedad, mientras que el por¬
Es difícil
responder a la cuestión que plantea centaje referido de coitos heterosexuales
McEvoy, aunque los estudios que evalúan antes de la enfermedad es del 37% para los
conductas y rasgos sexuales concretos hombres y 37,5% para las mujeres.
darían más apoyo a un déficit social más que
estrictamente sexual, ya que, por una parte, Resultados sensiblemente inferiores son
37
3.4.3 Experiencias sexuales traumáticas 3.4.4 Curso y pronóstico
Un dato que aparece repetidamente en los Uno de los factores más frecuentemente
estudios de sexualidad premórbida y que asociado al esquizofrenia es
pronóstico de la
resulta de difícil explicación es la mayor fre¬ elgrado de adaptación social y sexual antes
cuencia de abusos sexuales durante la infan¬ de la aparición de la enfermedad
cia y adolescencia en pacientes esquizofréni¬ (126)(137)(138). Numerosos autores han
cos. estudiado este tema. Nos referiremos básica¬
mente a los que han incluido en su valoración
En el estudio de Verhulst (96), de 12 pacien¬ escalas de ajuste sexual premórbido.
tes femeninas, cuatro habían sido víctimas
de violación y dos habían sufrido abusos Gittelman-KIein y Klein (126) estudiaron el
sexuales durante la infancia, una por parte de ajuste social y sexual premórbido de un grupo
de esquizofrénicos así como su valor pronós¬
un pariente y otra de un vecino.
tico. Se observó un peor ajuste preadoles¬
En el de Friedman y Harrison (94) las pacien¬ cente en varones que en mujeres, mientras
tes esquizofrénicas "aprendieron acerca del que esta diferencia no era significativa duran¬
sexo" significativamente más temprano que te la adolescencia. El nivel de funcionamiento
las mujeres normales. La incidencia de abu¬ global premórbido muestra una distribución
sos durante la infancia era significativamente bimodal, de manera que hay dos grupos de
mayor entre las pacientes (60%) que entre pacientes más o menos definidos en torno a
las controles (13,4%). Esta diferencia se su ajuste social, que los autores definen
agresor. El 50% de las esquizofrénicas ha¬ tismo y aislamiento social, tiende a ser menor
bían sido violadas “al menos una vez", y la en varones del grupo con personalidad
mitad de éstas, más de una vez. Curiosa¬ premórbida esquizoide. El ajuste global
mente, la mayoría de las pacientes que premórbido correlaciona significativamente
fueron objeto de abuso explicaban que "tuvie¬ con todas las variables de resultados, lo cual
ron la culpa", "no tomaron precauciones" o indica que a menorajuste social premórbido,
cometieron un "estúpido error". menor es probabilidad de recuperación de
la
un episodio esquizofrénico y de mantenerse
Finalmente, en el trabajo de
Rodríguez de adecuadamente y de forma autónoma en la
Molina y cois.(99), un 29,7% de pacientes comunidad.
xual), mientras que el porcentaje de esquizo¬ zofrénicos, hallando que los factores premór¬
frénicas que sufrieron experiencias traumáti¬ bidos y mórbidos estudiados (ajuste social y
cas alcanzó el 37,5% (un 25% abusos desho¬ sexual previo, edad en la primera hospitaliza¬
nestos y un 12,5% violación heterosexual). ción, estresores precipitantes y estado mari¬
tal) son predictores del curso en el grupo de
38
esquizofrénicos, pero no en el resto de pa¬ la etapa premórbida y dan más valor a datos
cientes psiquiátricos. Los autores hacen sociales actuales, como el estado marital. A
hincapié en la importancia pronostica del pesar de ello, en su estudio concluyen que,
estado marital, dando tres explicaciones de la escala de ajuste social premórbido de
posibles al hecho de existir un pronóstico Gittelman-KIein y Klein, la subescala de
más favorable entre los esquizofrénicos ajuste sociosexual es la única con una fiabili¬
casados: (1) la "auto-selección", por la cual dad adecuada.
estar casado podría indicar un funcionamien¬
to social más adecuado, que permitiera la Basándose es estos datos, Keefe et al. (138)
elección de pareja y el matrimonio antes de la estudian un de 69 esquizofrénicos
grupo
enfermedad y, por lo tanto, una mayor com¬ crónicos con grave deterioro social y compa¬
petencia social subsecuente; (2) estar casa¬ ran el funcionamiento sociosexual premórbi¬
do y presentar una psicosis a una edad más do -mediante la escala de Gittelman-KIein y
avanzada permitiría un mayor tiempo y más Klein- con medidas de la asimetría ventricu-
más alto. En su trabajo parece tener más cional actual, con mayor psicopatología, con
seguidos por los paranoides y más larga para negativos actuales, el mal funcionamiento
los indiferenciados. En cambio, entre las social y el nivel global actual de psicopato¬
mujeres, las esquizoafectivas tienen el peor logía, con un pobre funcionamiento sociose¬
curso. Los autores plantean la posibilidad de xual premórbido, es consistente con el con¬
aunque creen quedeben ser estudiadas más difieren de los otros pacientes esquizofré¬
ampliamente las diferencias en el curso y nicos por un mayor deterioro social tras el
39
factores biológicos y psicofisiológicos asocia¬ esta alteración "sociosexual" se halle en unos
dos con el mal funcionamiento social pre¬ pacientes y no en otros,lo cual refuerza la
mórbido y el posterior deterioro social grave teoría de los síndromes positivo y negativo.
en los pacientes esquizofrénicos. Parece evidente que, cuando Gittleman-Klein
y Klein (126) describen sus resultados expli¬
Kelley et al. (140) confirman la correlación cando que el funcionamiento premórbido de
existente entre un mal funcionamiento social su muestra sigue una distribución bimodal, se
logran demostrar que el síndrome deficitario sexual premórbida respecto a estos dos tipos
persiste independientemente de los efectos de pacientes esquizofrénicos, ya que aquí,
de la medicación. Según los autores, un posiblemente, se hallarían las diferencias
deterioro en la función premórbida es especí¬ psicofisiológicas que nos ayudarían a com¬
fico de los síntomas negativos y no de la prender la relación existente entre la esquizo¬
patología esquizofrénica como un todo, ya frenia y la sexualidad en la etapa premórbida.
tanto por la dificultad en obtener datos fia¬ tanto de escasez, sino de falta de uniformi¬
bles, como por la falta de unidad de criterios dad. Los estudios adolecen de una unidad de
en la terminología: "Deterioro, recuperación, criterios quelos haga mínimamente compa¬
mejoría, remisión, curación, progresividad, rables. Esto se traduce en que cada autor
etcétera, son categorías que, a falta de una investiga unos parámetros sexuales -ya de
definición que las universalice, no permiten
por sí poco definidos- distintos, en distintos
unificar criterios" (25). A pesar de ello, parece tipos de pacientes, tanto a nivel de sexo,
evidente que existe una alteración previa a la edad, grado de cronicidad, sintomatología o
enfermedad en un porcentaje elevado de situación clínica.
pacientes.
Prácticamente, la única forma de agrupar los
Deberíamos distinguir, sin embargo, dos diversostrabajos y descripciones clínicas es
problemas que no quedan suficientemente en a dos grandes bloques. Por una
torno
aclarados. Por una parte, si todos los estu¬
parte, aquellos cuyos autores sostienen o
dios que relacionan el funcionamiento "socio- demuestran que la sexualidad está general¬
sexual" previo, podrían replicarse valorando mente disminuida en los pacientes
únicamente el funcionamiento "sexual" pre¬
esquizofrénicos, o que en la esquizofrenia
vio, sin los aspectos sociales y relaciónales existe una alteración nuclear, indisolublemen¬
de la sexualidad, ya que ello nos proporciona¬ te unida a la enfermedad, de la conducta
ría una idea más clara del estado fisiológico sexual. Por otra, los trabajos de los autores
de la función sexual previo a la aparición de que opinan o intentan demostrar lo contrario,
la enfermedad. Por otra parte, destaca el que afirmando que la conducta sexual de los
40
esquizofrénicos no difiere sustancialmente de habían mantenido interacciones sexuales
la del resto de los individuos. públicas, los pacientes con esquizofrenia se
hallaban subrepresentados, resultando que
3.5.1 Hiposexualidad en la esquizofrenia los pacientes con trastornos de personalidad
ejemplo de los primeros es Lillo (141), quien general: "La mayoría de los incidentes con¬
sistían en besos y abrazos entre dos pacien¬
considera que existen numerosas "inadecua¬
tes del sexo opuesto. Las relaciones sexua¬
ciones y alteraciones de la identidad sexual
les ocurrían con menos frecuencia y las
del esquizofrénico, hasta el punto de que las
homosexuales menos aún. El 66% de los
consideraciones sobre la sexualidad tanto en
incidentes ocurrían durante la tarde-noche en
pacientes neuróticos como en personas
la habitación del paciente. La mayoría de
normales, no se adecúan en absoluto al caso
estos incidentes(91%) eran descubiertos por
de aquellos". Según el autor, "estas situacio¬
enfermeras que muy frecuentemente reaccio¬
nes no sólo se presentan en situaciones de
naban enfadándose con los pacientes
brote, sino que son constitutivas de la
implicados. Esta respuesta era, según las
personalidad global del esquizofrénico, aun¬
enfermeras, correcta, porque el hecho supo¬
que encuentre en el brote su eclosión y
nía un desafío hacia su autoridad".
donde se observan sus manifestaciones más
sorprendentes". Para Lillo, "en la conducta Akhtar y Thomson (93), llevaron a cabo una
sexual real de lospacientes esquizofrénicos, revisión de la literatura relativa a la conducta
se puede observar la casi total ausencia de
sexual la
esquizofrenia, señalando que
en
prácticas sexuales"; "el paciente en realidad
algunos autores comunican una elevada
no siente ningún deseo. Simplemente imita lo
incidencia de celibato, reticencias hacia el
que se acostumbra a hacer con una mujer"; matrimonio, una frecuencia mayor de lo
"la ausencia de actividad genital plena hace
esperado de separaciones y divorcios, baja
que en muchos casos el paciente la supla fertilidad y
falta de interés y de actividad
con las manifestaciones delirantes o utilizan¬ sexual. Según los autores, esto no sería tan
do sus fantasías como elementos de reali¬ sólo debido al curso de la enfermedad, sino
dad". Sus conclusiones son: "1. Que en la también la desocialización que suponen
a las
mayoría del grupo de pacientes estudiados numerosas hospitalizaciones, déficits moti-
se observa una escasa o nula actividad vacionales y disfunciones inducidas por los
sexual; 2. Que si aparece un comportamiento fármacos. "Algunos observadores (102)
sexual, presenta tales características que se consideran la masturbación como la última
puede definir como conducta sexual imitativa; actividad sexual que seafecta por esta apa¬
3. Que el paciente toma muchas veces como tía".Según Akhtar y Tohmson, los esqui¬
reales, conductas y actividades sexuales que zofrénicos presentan inicialmente un incre¬
sólo existen en su fantasía". mento en su actividad sexual, que va dismi¬
41
Lehman (133), en la misma línea, aunque pocas dudas de que las diferencias sexuales
valorando más los aspectos sociales que entre esquizofrénicos y los otros seres huma¬
sexuales, señala que "un rasgo nuclear de la nos son fundamentales", que “estas diferen¬
habilidad para establecer y mantener relacio¬ que "los conceptos sexuales derivados del
nes interpersonales, conduciendo a un aisla¬ estudio de individuos sanosneuróticos no
y
miento social y a una conducta autista. Como pueden ser aplicados indiscriminadamente al
consecuencia, los esquizofrénicos pueden no esquizofrénico". "La sexualidad en el esqui¬
sentir la necesidad de encontrar una pareja zofrénico debe ser estudiada separadamente
sexual. Ello puede explicar la baja incidencia y en sus propios términos".
de estado marital, especialmente entre hom¬
bres, la baja fertilidad antes de la farmacote- Lyketsos y cois. (143) compararon el compor¬
rapia y la generalmente comunicada hipose- tamiento sexual de una muestra de 113
xualidad de los pacientes esquizofrénicos". pacientes esquizofrénicos crónicos hospita¬
lizados con un grupo de 106 controles. La
Un numeroso grupo de autores coincide en mayoría estaban solteros (80%), el 16%
hallar una heterosexualidad disminuida, pero estaban viudos o divorciados y sólo el 5% de
una autosexualidad aumentada. los pacientes estaban casados. Entre los
controles, el 25% estaban solteros, el 23%
Nestoros y Lehman (136) señalan que "el viudos o separados y el 52% casados. Tras
funcionamiento sexual del esquizofrénico dividir la muestra en ocho grupos según
crónico, medicado, gravemente enfermo y edad, sexo y paciente o control, analizan tres
hospitalizado es diferente del de los controles datos que consideran determinantes de la
normales en muchos aspectos de la sexuali¬ actividad sexual: el interés por la sexualidad,
dad humana". Según los autores, las diferen¬ la frecuencia de coito y la satisfacción sexual.
cias existen incluso en el estado premórbido Los grupos de controles superaron significati¬
34% de los pacientes comunicaron que no cia (menos de 5 años), tenían más relaciones
iniciaron ningún tipo de ideación o actividad sexuales, fantasías y sueños sexuales que
sexual durante el último año, mientras que los de larga estancia.
ninguno de los sujetos normales dio este tipo
de respuesta. En el estudio de Friedman y Harrison (94), el
40% de las pacientes comunicaron no tener
Los mismos autores (92), en una revisión, relaciones sexuales, frente a sólo el 6,7% de
apuntan que "de acuerdo con Rado, hay las controles. Sólo 45% de las esquizofréni-
42
cas, comparado con el 86,7% de las contro¬ No existieron diferencias en cuanto a satis¬
les, se declararon "moderadamente o muy facción en el coito, aunque la satisfacción
satisfechas acerca de sus relaciones sexua¬ sexual en general era menor entre las psicó¬
les".e incluso a otras desviaciones..." ticas.
troles, así como entre psicóticas y neuróticas. 100 pacientes depresivos. Halló que los
Esta diferencia no puede ser explicada por¬ individuos esquizofrénicos, no sólo mante¬
que haya menos psicóticas casadas, ya que nían su impulso sexual premórbido y su
en el momento del estudio la incidencia de particular dirección, sino que existía un mar¬
casadas era incluso menor en las mujeres cado incremento tanto en el deseo sexual
neuróticas que en psicóticas. como en la actividad sexual actual. La fre¬
cuencia de actividad autoerótica en los hom-
43
bresesquizofrénicos era de dos a tres veces 20, mientras que cuatro empezaron a mastur-
superior a la de los controles normales. barse a los 30 años o más tarde. Un hallazgo
Asimismo, la frecuencia de coito heterose¬ interesante fue que 3 pacientes (un hombre
xual era superior, tanto en comparación con y dos mujeres) utilizaban la masturbación
su propio nivel premórbido, como con los para contrarrestar los efectos extrapiramida¬
controles. les de los neurolépticos. Uno de ellos afirma¬
ba que era útil contra las diskinesias y dos la
Collins y Kellner (97) señalan que la contra¬ usaban contra la acatisia. Todas las mujeres
dicción los hallazgos de Lukianowicz y
en y seis de los hombres habían tenido rela¬
Nestoros son debidos a que éste estudió ciones heterosexuales, aunque dos mujeres
enfermos crónicos graves y con mal pronós¬ se confesaban homosexuales en el momento
tico, mientras que el primero estudió pacien¬ del estudio.
tes con una enfermedad de menos de dos
años de evolución. Los autores señalan que "los hallazgos sobre
la frecuencia de masturbación son muy
Skopec et al. (95), revisión sobre la
en una similares a los descritos en la población
conducta sexual en la esquizofrenia, conside¬ general, y pueden ser considerados en
ran que "muchos esquizofrénicos no son muy contradicción con la hipótesis de una inhibi¬
distintos de los individuos normales en térmi¬ ción estructural de la sexualidad en los
nos de su conducta heterosexual. Lo que es esquizofrénicos". Según Verhulst y Schneid¬
más sorprendente clínicamente, y más dis¬ man, las relaciones de pareja descritas por
tintivo del síndrome, es la forma en que el los pacientes muestran rasgos que pueden
paciente esquizofrénico expresa y usa la ser explicados por una falta de habilidades
sexualidad". Los autores consideran que la sociales. Los pacientes masculinos se hallan
sexualidad de los pacientes esquizofrénicos relativamente aislados, ya que hallan dificul¬
es "normal o reducida" cuando se compara tades en acercarse y relacionarse a parejas
con la de la
población general. Al mismo potenciales. Las pacientes esquizofrénicas
tiempo, señalan que, a pesar de que muchas responden ante sus parejas, pero son incapa¬
preocupaciones y delirios del esquizofrénico ces de mantener una relación estable y se
se centran en temas sexuales, "parece haber van aislando a medida que su atractivo dismi¬
poca disposición a actuar de acuerdo con nuye.
ellos. De hecho, a pesar de haber una inten¬
sa preocupación intelectual por estos temas, En un trabajo descriptivo en el que no se
la actividad sexual es reducida, siendo en su valora la frecuencia de relaciones sexuales,
mayor parte expresada a través de la fanta¬ sino el tipo, Modestin (145) estudia las inte¬
sía o la masturbación". racciones sexuales entre un grupo de pacien¬
44
do por cada paciente, no depende tanto del ternura.Según el autor, este tipo de compor¬
diagnóstico, como de la historia de cada tamiento "no es una expresión de libertad
paciente y de su anterior vida sexual. sexual madura". Todas las pacientes implica¬
das en este tipo de interacción habían pre¬
Tipo 1: Interacción sexual similar a la normal. sentado con anterioridad conductas sexuales
Los pacientes se conocen en el hospital, se promiscuas, mientras que los hombres,
gustan y se aproximan el uno al otro sutil¬ desde el punto de vista psicodinámico del
mente, dentro de lo que el entorno les permi¬ autor, presentan una "homosexualidad más o
te. Posteriormente, el personal ya tiene menos reprimida".
cos, que son aceptados por la comunidad y Lukoff y cois. (146), en una muestra de 16
son similares a los observados en personas pacientes ambulatorios masculinos con un
de la misma edad fuera del hospital. Conse¬ inicio reciente (menos de dos años) de su
cuentemente, la pareja busca privacidad para esquizofrenia, hallan que sólo 3 pacientes
un contacto más íntimo.
Después de tener tenían pareja estable y otros 3 no habían
contacto sexual, ambos parecen desear la tenido nunca una pareja sexual. Sin embar¬
continuación de esa relación. go, todos eran sexualmente activos. Los 16
pacientes practicaban la masturbación y ocho
Tipo 2: Interacción sexual de expansividad de ellos mantenían relaciones sexuales.
genital del desarrollo psicosexual, evitándolo psicopatología general que los abstinentes,
desde el principio siguiendo inhibiciones aunque no se encontraron diferencias en el
internas extremas". Estos individuos son nivel global de funcionamiento, número de
menos asertivos que aquellos que siguen el hospitalizaciones previas ni en las puntuacio¬
primer patrón. nes de escalas para síntomas positivos y
elección selectiva de la pareja, lo único que Parece evidente que los autores cuyos traba¬
existe en común es la búsqueda de ese tipo jos han sido llevados a cabo con pacientes
de interacción. El acto sexual se desarrolla graves, crónicos u hospitalizados de larga
sin prácticamente implicación emocional ni evolución, tienden a mostrar una cara más
45
negativa de la sexualidad que aquellos auto¬ Klaf (148), estudia las historias de 150 pa¬
res cuyos estudios han sido realizados sobre cientes esquizofrenia paranoide y las
con
una muestra de pacientes jóvenes o con una compara con 150 historias de pacientes no
corta evolución de la enfermedad. psiquiátricos, en un intento de probar la
teoría de Freud de que los síntoma psicóticos
De todos modos, tanto en los trabajos que paranoides "se desarrollan como una defensa
apoyan la hipótesis de que existe una hipose- contra los deseos homosexuales emergen¬
xualidad estructuralmente unida a la esquizo¬ tes". Halla que un 36,7% de los pacientes
frenia, los que sostienen que la
como en han tenido experiencias homosexuales pre¬
conducta sexual no se halla básicamente vias, frente a un 18,7% de los controles,
alterada en esquizofrenia, aparece clara¬
la mientras que las "preocupaciones homose¬
mente reflejado que existe, en general, una xuales" afectan al 30,7% de los pacientes y
disminución de la frecuencia de relaciones sólo al 6% de los controles. De todos modos,
heterosexuales. Más controvertido resulta el como el mismo autor señala, "algunos datos
dato de una disminución de frecuencia en la pueden estar influenciados por las impresio¬
masturbación. Numerosos autores hallan nes del examinador", por lo que considera¬
este dato aumentado respecto a población mos que la validez de los datos de este
Nos referimos a conductas minoritarias res¬ Verhulst y Schneidman (96) hallan dos muje¬
pecto al patrón imperante de actividad sexual res (en una muestra de 12) que eran homo¬
heterosexual. La más frecuente, sexuales en el momento del estudio, aunque
correspondiéndose también con una mayor en el pasado habían mantenido conductas
frecuencia en la población general, es la heterosexuales. Sobre ocho pacientes mas¬
homosexualidad, que ha sido implicada por culinos, dos admitieron conductas homose¬
las escuelas psicoanalíticas en la etiología de xuales en el pasado, aunque los dos se
algunos tipos de esquizofrenia. consideraban básicamente heterosexuales.
46
Lyketsos et al. (143), en su muestra de 113 Las dos primeras son compartidas por indivi¬
pacientes crónicos hospitalizados hallan 16 duos esquizofrénicos y normales, por lo que,
(14,1%; 6 mujeres y 10 hombres) que mante¬ en ocasiones, resulta difícil discernir hasta
nían relaciones homosexuales. dónde llega lo psicótico en este tipo de con¬
ductas. Las conductas sexuales "altamente
En la muestra, de igual tamaño que la ante¬ distorsionadas y bizarras", son, en cambio,
rior, de Rodríguez de Molina et al. (99), se "más prevalentes entre esquizofrénicos que
halla una "orientación homosexual clara" en entre la población general" (95).
el 11,1% de los hombres y el 5,5% de las
mujeres. Cuando el transexualismo es secundario al
cuadro psicótico, inscribe dentro de los
se
Finalmente, Cournos et al. (114), hallan, delirios de cambio de género y, como tal, es
sobre una muestra de 95pacientes ingresa¬ tratado en el apartado correspondiente.
dos y ambulatorios, una historia de actividad Algunos autores consideran el exhibicionismo
homosexual en los seis meses previos al como la desviación sexual más frecuente¬
estudio, en el 22% de los pacientes (el 16,3% mente asociada a la esquizofrenia, aunque
de los hombres y el 25% de las mujeres). De muchos de ellos consideran la masturbación
todos modos, todos los pacientes con historia pública como exhibicionismo, lo cual no sería
de actividad homosexual habían mantenido del todo correcto, ya que, con frecuencia,
relaciones heterosexuales pasado y,
en el este tipo de masturbación responde a una
que consideramos que es interesante men¬ sexuales en niños, concluyendo que la pe-
cionarla. Sobre 42 pacientes sexualmente dofilia era la parafilia más frecuentemente
activos, 21 (50%) participaban en dicho inter¬ asociada a la esquizofrenia.
cambio sexual, no existiendo diferencias
significativas entre hombres y mujeres. Sin Según AkhtaryTohmson, también han sido
embargo, sí había diferencias en cuanto a asociadas con la esquizofrenia "el necrosa-
"comprar" o "vender", de modo que una dismo, la zoofilia, la erotografía y otras per¬
mayoría de hombres compraba sexo, mien¬ versiones raras". No se menciona la asocia¬
tras que una mayoría de mujeres lo vendía. ción entre sadismo masoquismo y esquizo¬
o
gico. Nos referimos al transexualismo, las Entre las conductas sexuales bizarras pode¬
parafilias y las conductas sexuales bizarras. mos hallar, desde el autoerotismo desinhibi-
47
do, a manipulación destructiva que puede
la estudiado, las agresiones parecían ejecuta¬
acabar en autocastración. Según algunos das impulsivamente, implicando una violencia
autores "las lesiones genitales severas au- mínima, sin plantearse una posible captura y
toinducidas y la autocastración son casi fueron desencadenadas (según los autoinfor-
función sexual, con una terapia de reposición xuales, si se evalúan en pacientes ingresa¬
androgénica consistente en 400 mg. de dos, deberían compararse con una muestra
enantato de testosterona mensuales. de hombres en igual situación (en prisión, por
48
En el presente apartado intentaremos revisar lescencia tardía-adultez temprana para los
la prevalencia de las disfunciones sexuales controles). Los resultados respecto a las
en esquizofrénicos en general, a través de disfunciones sexuales en la etapa premórbida
estudios en los que no se valora de forma de los pacientes, comparados con la adoles¬
rencias en cuanto a frecuencia orgásmica afirmó tener erecciones frecuentes (una vez
al día o más hasta una vez cada varios
días),
(porcentaje de relaciones sexuales en que se
contra el 70% de los esquizofrénicos. El 12%
alcanza el orgasmo).
de los pacientes aseguró tener erecciones
"sólo raramente"(una vez al año o menos) en
También Verhulst y Schneidman (96) hallan
el estado premórbido, contra ninguno de los
una baja incidencia de disfunciones sexuales
controles.
no asociadas a los neurolépticos en su mues¬
presente (dentro del último año) y el pasado coito. Dos presentaban eyaculación precoz y
(estado premórbido para los pacientes; ado¬ otros dos eyaculación retardada.
49
En el estudio de Rodríguez de Molina et al. metadona que en los esquizofrénicos en
(99), sobre 113 pacientes esquizofrénicos tratamiento neurolépticos. Es posible, por
con
ingresados y medicados, se evalúan las tanto, que lo que valoramos como alteración
disfunciones sexuales por sexos, antes y en la esquizofrenia sea común a otras enfer¬
enfermedad), un 47,5% retraso orgásmico meses, con otro de 51 pacientes bajo trata¬
general. Es posible, sin embargo, que este satisfacción con su propia función sexual.
panorama sería distinto si se comparara un
grupo de esquizofrénicos con otro grupo de Los autores concluyen que los componentes
pacientes afectados por cualquier otra enfer¬ del deseo sexual se ven más afectados en
medad crónica e incapacitante. En este los pacientes tratados. Por el contrario, el
no
sentido, cabe reseñar los trabajos de Gittle- tratamiento neuroléptico se asocia con la
son y Levine (151) y de Gittleson y Dawson-
recuperación de los pensamientos sexuales
Butterworth (152), que hallaron, al comparar y la mejora del deseo, pero interfiere con la
grupos de pacientes esquizofrénicos con erección, el orgasmo y la satisfacción sexual,
otros pacientes psiquiátricos de ambos se¬ limitando su capacidad sexual a pesar de la
xos, que los primeros presentaban una me¬ mejora del impulso.
nor disminución en el interés sexual que los
segundos (37% frente a 60% en los hombres Posiblemente la conclusión de estos autores
y 61% frente a 81% entre las mujeres). En el sería la más generalizable a la vista de los
mismo sentido, se inscribe el estudio de anteriores estudios. Las disfunciones de la
Teusch et al. (153), en el que, al comparar respuesta sexual (no del impulso) antes de la
una muestra de esquizofrénicos con otra de enfermedad no los porcenta¬
parecen superar
pacientes en tratamiento con metadona, jes habituales en muestras de población
aparece una tasa de prevalencia de disfun¬ general. Nestoros y Lehman son los únicos
ciones mucho más alta en los pacientes con
que concluyen que, además del impulso, en
50
la etapa premórbida afectada la capa¬
se ve los pacientes psicóticos delirios o alucinacio¬
cidad erectiva. Sin embargo, no diferencian nes de naturaleza sexual. Desafortunada¬
claramente si el tipo de erección que se mente, no se separaron alucinaciones de
evalúa se refiere a erecciones espontáneas, delirios, y se incluyó el delirio celotípico.
coitales o en la masturbación. Cuando se
separan estos dos últimos tipos, como en el Gittleson y Levine (151) estudiaron la inciden¬
estudio de Aizenberg, aparecen problemas cia de alucinaciones y delirios de cambio
en las erecciones coitales, en dónde ya se sexual en una muestra de 70 pacientes
introduce un factor de relación social, mien¬ esquizofrénicos varones, comparados con 45
tras que no parecen haber diferencias con los controles (pacientes psiquiátricos no esquizo¬
controles en las erecciones en la masturba¬ frénicos). Hallaron que un 30% de pacientes
ción, que dan una medida más fisiológica y presentaban alucinaciones genitales, un 20%
menos psicológica del funcionamiento erecti- ideas de cambios en la forma o el tamaño de
vo. losgenitales, un 16% delirios de ser neutro o
eunuco, un 19% delirios de ser una mujer y
3.7 ALUCINACIONES Y DELIRIOS DE CON¬ un 27% delirios de cambio sexual (no seguir
La temática sexual ha estado, a lo largo de la Los autores hallaron una asociación significa¬
historia, presente en el pensamiento delirante tiva, pero no completa entre los delirios y las
de muchos pacientes esquizofrénicos. Es alucinaciones genitales. Los delirios de cam¬
posible, sin embargo, que al igual que otras bio sexual se asociaron más frecuentemente
temáticas delirantes, haya sufrido variaciones con estar soltero. Ambos cuadros, de aluci¬
según la época. Skopec (95) cita un estudio naciones y de delirios se hallaron exclusiva¬
en el que se compara la fenomenología de la mente en el grupo de esquizofrénicos, por lo
esquizofrenia en 1850 y en 1950, apreciándo¬ que los autores señalan el valor diagnóstico
se que, en el primer período, existía una que poseen.
intensa preocupación religiosa en los siste¬
mas delirantes de los pacientes esquizofréni¬ Un estudio similar fue llevado a cabo por
cos, con escaso interés hacia los temas Gittleson y Dawson-Butterworth (152), com¬
sexuales. Por el contrario, en los años 50 del parando 57 pacientes esquizofrénicas
presente siglo se había incrementado el femeninas con 79 pacientes no esquizofréni¬
interés porel sexo y minimizado el interés por cas controles. Los resultados fueron: un 44%
los temas religiosos. De ahí, el autor sugiere de las esquizofrénicas presentaban
que el contenido de los sistemas delirantes alucinaciones genitales, un 30% ideas de
del esquizofrénico puede reflejar los intereses cambios en la forma o el tamaño de los
culturales del momento, más que una genitales, un 18% delirios de ser neutra, otro
psicodinamia inherente a la enfermedad. 18% delirios de ser un hombre y un 23%
delirios de cambio sexual (no seguir siendo
3.7.1 Incidencia una mujer).
Elprimer estudio controlado sobre alucinacio¬ Aligual que en el estudio anterior, los delirios
nes y delirios de contenido sexual es de Klaf se dieron exclusivamente en el grupo de
51
delirios de cambio sexual no se asociaron hombres (el 68,5% esquizofrénicos) la temáti¬
con el estado marital. ca sexual delirante se hallaba presente en el
Los autores hallan una incidencia de este "metamorfosis sexual", un hombre con deli¬
delirio en el 33% de los hombres y en
el 56% rios de "sexualización" de movimientos y
en las mujeres. La incidencia hallada en las partes del cuerpo y una mujer con delirio de
mujeres es significativamente superior a la de embarazo.
los hombres, y significativamente superior a
la incidencia hallada en el estudio de Gitt¬ En esta misma muestra, 16 pacientes (10
leson y Dawson-Butterworth, que fue del hombres y 6 mujeres) comunicaron alucina¬
23%. Según los autores, las pacientes feme¬ ciones auditivas sexuales, 6 (todos hombres)
ninas presentan una enfermedad más florida alucinaciones visuales sexuales, 4 (3 hom¬
que los hombres y ello daría lugar a una bres y una mujer) alucinaciones cenestési-
mayor incidencia de delirios de cambio de cas, 2 alucinaciones olfatorias sexuales y un
género. hombre se quejó de orgasmos impuestos.
Connolly y Gittleson señalan que, aunque es Rinieris et al. (120), en un trabajo en el que
posible que la asociación entre ideas de estudian las hormonas sexuales en un grupo
cambio de género y alucinaciones olfatorias de 35pacientes masculinos esquizofrénicos
y gustativas puedan reflejar meramente una paranoides, hallan 17 de ellos (48,5%) con
forma más florida de enfermedad, también es "ideas delirantes de contenido homosexual".
posible que la asociación pueda representar
alguna disfunción inespecífica del lóbulo En la revisión de Akhtar y Tohmson (93), se
temporal. Los autores apuntan que se ha señala que no hay datos clínicos sobre la
hallado que la estimulación eléctrica del incidencia de alucinaciones genitales según
lóbulo temporal induce dudas acerca de la los subtipos de esquizofrenia. Los autores
propia identidad sexual. citan un estudio de Winokur et al., quienes no
hallaron diferencias en cuanto a alucinacio¬
La incidencia global en esta muestra de nes, entre esquizofrénicos hebefrénicos y
alucinaciones olfatorias fue del 34% para los paranoides.
varones, 46% para las mujeres y 39% para
los dos sexos. Las alucinacionesgustativas 3.7.2 Tipología
y olfatorias se presentaron de forma significa¬
tiva más frecuentemente en los esquizofré¬ Akhtar y Tohmson (93) sistematizan esta
nicos con delirios de cambio de género, que temática en varios apartados:
en los que no presentaban este
tipo de deli¬
rios. 1. TRASTORNOS DEL PENSAMIENTO:
52
especialmente los que se hallan en estadios homosexuales, prostitutas, promiscuos o
tempranos o los que sufren la forma hebefré- impotentes. Algunos se sienten ridiculizados
nica, parecen estar excesivamente preocupa¬ por el sexo opuesto y cometen actos extre¬
dos por temas heterosexuales, aunque no mos como la violación en forma de vengan¬
queda clara la relación entre esta preocupa¬ za. Los autores refieren una cita en la que se
ción y un verdadero aumento del deseo afirma que "el agresor sexual más temido es
sexual. el sádico sexual que es un esquizofrénico
nicadas por varios investigadores, en forma A pesar de los datos anteriores, la relación
de impulsos obsesivoides de naturaleza entre transexualismo y esquizofrenia no ha
sexual en los estadios tempranos
de la esqui¬ sido aclarada. Aunque se ha hipotetizado que
zofrenia. Obsesiones similares pueden ocurrir el transexualismo podría ser un síntoma
también en sujetos neuróticos, pero entre dentro del espectro esquizofrénico, la inci¬
esquizofrénicos son inusualmente bizarras y dencia de esquizofrenia entre transexuales
a menudo enmascaradas por preocupaciones es igual o no mucho mayor que en la pobla¬
53
DELIRIOS SOBRE LA CONDUCTA SE¬
reasignación
-
16% de esquizofrenias en transexuales Pueden creer también que están todos impli¬
femeninos. En su muestra halla un 6,9% de cados sexualmente unos con los otros. Se¬
esquizofrénicos en los pacientes masculinos. gún los autores, aquí debería incluirse tam¬
No halla, en cambio, ningún esquizofrénico bién el delirio de infidelidad conyugal.
54
2. TRASTORNOS SENSOPERCEPTIVOS. caciones. Algunos pacientes describen expe¬
riencias más complejas: una mano tocando
ALUCINACIONES AUDITIVAS CON TEMAS sus genitales o alguien invisible masturbán-
-
SEXUALES: Las "voces" oídas por los esqui¬ dolos o intentando el coito.
zofrénicos a menudo les dicen que se mas-
turben, que se exhiban, o que cometan actos -
gasmos nocturnos.
-
y van asociadas, a menudo, con delirios siguiendo a Regis y Ballet, las diferentes
sexuales. Connolly
Gittleson (155) hallaron
y condiciones en las que pueden aparecer y
estas alucinaciones significativamente más a manifestarse las ideas eróticas:
menudo entre esquizofrénicos que experi¬
mentan delirios de metamorfosis sexual que 1. "Las que
están en relación con un estado
entre los que no. Las alucinaciones olfatorias de excitación general del organismo, como el
calor, e incluso sensaciones de recibir una semen), como delirio hipocondríaco (hipocon¬
corriente eléctrica en la región anal y genital. dría genital, en que el enfermo manifiesta su
El dolor no es frecuente en estas comuni¬ preocupación por el estado o por sus funcio-
55
enamoró de un sacerdote católico. Ella "sa¬
nes genitales), como el delirio histérico o reli¬
bía" que él también la amaba, aunque no
gioso (cuyas manifestaciones consisten en
ser poseídos en estado onírico por humanos intercambiaron palabras. Ella atribuía su
o por seres sobrenaturales)". silencio a un voto de castidad, y "valoraba" el
hecho de que fuera reacio a declarar abierta¬
mente sus sentimientos verdaderos.
3. "Y en lugar los que constituyen un
último
delirio especial o una perversión caracteriza¬
da, es decir, aquellas ideas eróticas que Al volver a casa, dándose cuenta que encon¬
forman por sí solas un delirio que conforma trarse con ese hombre en un lugar público no
toda la conducta del alienado. Es la eroto- era posible, ideó otra manera de estar cerca
manía o delirio erótico propiamente dicho". de él. Cada noche, a una determinada hora,
iría a la misma tienda, y él "sentado en su
Rosenbaum (104) señala que las numerosas coche cerca de allí", le haría señales tocando
áreas de distorsiones y deficiencias que el claxon. Ella escribiría
mensajes en su
presentan los esquizofrénicos pueden tomar mano, a los que él podría contestar usando
muchas formas y relata varios casos: un su claxon. Otras personas que iban en el
hombre que "sabía" que era hermafrodita mismo grupo durante el viaje a Lourdes
porque sus pezones eran sensibles, otro describen cómo un día besó una fotografía
hombre que había cortado su pene porque de ese hombre y experimentó un "orgasmo
éste le había molestado o una mujer, cuyos biológico". Por la noche sentía como su mano
poderosos "rayos" sexuales provocaban una "era conducida" hacia las "zonas sensibles de
erección a todos los hombres del vecindario. mi cuerpo". Ella creía que esta acción estaba
fuera de su control, y tenía lugar mientras
aquél en que la persona se cree amada por pasos al caminar por la calle.
un personaje de especial relevancia social.
56
El cuadro remitió tras un mes de tratamiento Debemos concluir que los trastornos senso-
neuroléptico. perceptivos y las ideas delirantes conforman
una parte importante de la enfermedad esqui¬
57
Una dificultad añadida es que, con frecuen¬ señala que "la incidencia de disfunción sexual
cia, una disfunción sexual es la vía final asociada a los antidepresivos varía del 1,9 al
común de problemas de muy diversa índole. 92%". Según el autor, “la mayoría de estu¬
Por ello, resulta difícil distinguir hasta dónde dios que comunican incidencias no han sido
está actuando el fármaco, la enfermedad sistematizados adecuadamente"
58
quela dopamina juega un papel excitador de actuar más directamente sobre la función
muchos parámetros de la conducta sexual dopaminérgica hipotalámica. Se ha comuni¬
masculina, tanto de la excitación, como de la cado la aparición de erecciones espontáneas
actividadcopulatoria, de los reflejos erectivos tras la administración a corto plazo de cocaí¬
de erecciones en pacientes tratados con nina cerebral siguiendo una dieta libre de
apomorfina y levodopa, así como la recupe¬ triptófano y tras una destrucción selectiva de
ración de la erección en pacientes hiperpro- las neuronas serotoninérgicas del núcleo del
lactinémicos mediante la administración de rafe. Finalmente, la administración de 5-
bromocriptina, aunque no está claro si este hidroxitriptófano, precursor de la serotonina,
efecto refleja la capacidad de la bromocripti¬ produce una inhibición de la conducta sexual
na de disminuir la prolactina plasmática o de
(92). En la rata hembra, sin embargo, el 5-
59
hidroxitriptófano posee un doble efecto, Pareceprobable que la acetiicolina no juegue
estimulando la actividad sexual a través de un papel directo en la función sexual. Sin
los receptores 5-HT2 e inhibiendo la actividad embargo, puede tener una influencia impor¬
en el núcleo ventromedial, posiblemente a tante en cuanto a la modulación de las defi¬
través de los receptores 5-HT1 a y/o 5-HT3 ciencias en otros sistemas de neurotransmi-
serotonina (92). Sin embargo, existen eviden¬ 3.8.1.4 Noradrenalina. Tanto en animales
cias de que un incremento en la actividad inferiores como en humanos, la
serotonérgica puede estar asociado con inhi¬ neurotransmisión adrenérgica aparece impli¬
bición orgásmica, tanto en hombres como en cada muchos
en parámetros de la función
mujeres. Los antidepresivos serotoninérgicos sexual.
están asociados con tasas notablemente
altas de trastornos eyaculatorios y anorgas- En las ratas, la activación de la secreción de
mia y este efecto es revertido por la noradrenalina se asocia con un aumento de
ciproheptadina, un fármaco con propiedades la excitación sexual, tanto en machos como
anticolinérgicas y antiserotoninérgicas (60). en hembras y una inhibición de los reflejos
peneanos.
3.8.1.3 Acetiicolina. Los experimentos con
animales inferiores han mostrado un doble En el hombre, existen abundantes muestras
efecto del sistema colinérgico. Los agonistas delpapel que juega la noradrenalina, tanto en
muscarínicos inyectados en el ventrículo la erección
como en la eyaculación. En cuan¬
lateral o el área preóptica parecen reducir el to a la respuesta erectiva, esta evidencia
umbral eyaculatorio, precisándose menos
proviene de tres grandes cauces: (1) los
intromisiones para alcanzar la eyaculación, estudios sobre los efectos de la inyección
pero al mismo tiempo, reducen la excitación, intracavernosa de distintos fármacos blo¬
disminuyendo el número de montas y de queantes alfa adrenérgicos, como la fenoxi-
intromisiones. En la rata hembra, la acetilcoli- benzamina o la fentolamina, (2) la presenta¬
na posee un efecto estimulador sobre la ción de priapismo tras la administración de
respuesta de excitación lordótica (163). fármacos con efecto antagonista alfa adre-
En sexualidad humana ha
no se logrado nérgico y (3) las comunicaciones relativas a
demostrar el efecto de la acetiicolina sobre el alteración de la erección con fármacos que
ciclo de respuesta sexual, aunque se ha alteran la funciónadrenérgica, como algunos
comunicado un caso de orgasmos repetidos
antidepresivos, antihipertensivos y beta
tras la administración intraseptal de acetilcoli- bloqueantes (60). La transmisión adrenérgica
na en una mujer epiléptica (60). se ve también implicada de forma importante
60
los fármacos con acción
antagonista alfa mia general y las inyecciones intraventri-
en
tas alfa adrenérgicos, como la midodrina, están implicados en el control de los diversos
favorecen el mecanismo eyaculatorio, dismi¬ aspectos de la actividad sexual, tanto con un
nuyendo su latencia. papel primario o bien actuando de modulado¬
res. En algunos casos un mismo neurotrans-
61
Verhulst ySchneidman (96), hallaron en una
Akhtar y Tohmson (129), que revisan la
iteratura existente sobre disfunciones sexua¬ pequeña muestra de 12 hombres y 8 muje¬
les causadas por los antipsicóticos, consi¬ res, 4 hombres que comunicaron impulso
deran que “se ha subestimado en gran mane¬ sexual disminuido cuando tomaban antipsi¬
ra la incidencia de efectos secundarios se¬ cóticos.
3.8.2.1 Disminución del impulso sexual. Lyketsos (143) halla en su muestra de 113
Haider (165) comunica cinco casos de dismi¬ pacientes crónicos hospitalizados un 87% de
varones y un 42% de mujeres afectados por
nución del impulso sexual en ocho pacientes
disfunciones sexuales, que el entrevistador
tratados con tioridazina.
relaciona con psicofármacos. Sólo siete de
los pacientes masculinos refirieron altera¬
Kotin et al. (166) señalan que "el interés
ciones del deseo sexual.
sexual disminuido se asocia con casi, si no
todos, los tranquilizantes mayores, incluyen¬
Strauss y Gross (168), revisan en general las
do la tioridazina".
disfunciones sexuales causadas por psicofár¬
macos, señalando que los trastornos más
Akhtar y Thomson (129), en su revisión
frecuentemente hallados en relación con la
apuntan que la mayoría de los antipsicóticos
medicación son disminución del impulso y
causa una disminución ocasional del deseo
trastornos eyaculatorios.
sexual. Según los autores, este efecto ha
sido comunicado más a menudo con tioridazi¬
También Bames y Harvey (160), señalan que
na que con haloperidol. Aunque la apatía "un problema común tanto en hombres como
sexual es el efecto colateral más conocido de
en mujeres tratadas con neurolépticos es una
estos fármacos, también se han comunicado
pérdida de interés sexual. La disminución del
incrementos el deseo sexual. Akhtar y
en
impulso ha sido comunicada con fenotiazinas
Thomson citan varios trabajos en que se
y butiroferonas". Según estos autores, la
informa de un incremento del deseo sexual
retirada de los antipsicóticos puede ir asocia¬
en mujeres, pero una disminución en hom¬ da con la reaparición de la actividad sexual.
bres, con clorpromazina y haloperidol. Los
autores consideran que "la explicación de
3.8.2.2 Disfunción erectiva. Haider (165)
esta diferencia podría ser las distintas dosis
comunica cuatro casos de disfunción erectiva
administradas a cada sexo (mucho mayores
en ocho pacientes tratados con tioridazina.
en el caso de los hombres), aunque puede
haber otros factores contribuyendo a ello". Carlson y Sadoff (169) señalan como efecto
de la tioridazina la impotencia en varones.
62
Kotin et al. (166) entrevistaron a 87 pacientes debida a la muestra de este autor está
que
psiquiátricos masculinos, 77 de ellos ambula¬ compuesta únicamente por pacientes cróni¬
torios y 10 ingresados, de los cuales 75 eran cos hospitalizados.
ción han sido comunicadas con una gran fue testado antes, durante y después del
variedad de antipsicóticos, tales como tiori¬ tratamiento neuroléptico. Antes del trata¬
dazina, clorpromazina, flufenazina y haloperi¬ miento (período libre de fármaco de al menos
dol. 6 meses) fue rara la inhabilidad para eyacular
eréctil. Es posible que esta alta tasa sea de intentos con la perfenazina, al 43,6% de
63
intentos con las butiroferonas (que se halla¬ dos de disfunción eyaculatoria comunicados
ban aún en fase experimental) y una con clorpromazina, clorprotixeno,
interferencia total con la eyaculación que piperacetazina y mesoridazina.
osciló entre el 4,1% de intentos con la perfe-
nazina y el 59,1% con la butaperazina. La Lyketsos (143) halla un 28,9% de varones de
eyaculación se recuperaba a los niveles pre su muestra con dificultades eyaculatorias.
tratamiento entre 1 y 8 semanas tras cesar la
medicación. Murali et al(174) estudian las disfunciones
sexuales de 40 esquizofrénicos casados que
Carlson y Sadoff (169) señalan el efecto de habían estado recibiendo un tratamiento a
retardo del orgasmo en hombres tratados con largo plazo con fenotiazinas (excluida la
tioridazina, considerando que, aunque no tioridazina) y hallan una prevalencia de
existe una relación dosis dependiente, este eyaculación precoz del 12.5%, además de
efecto es más grave con altas dosis. una prevalencia de disfunción eréctil similar
64
Según Gitlin (161), el priapismo está asocia¬ mg./día no hubo recurrencia del priapismo,
do con neurolépticos en el 20% de los casos por lo que el autor concluye que puede haber
yatrogénicos. El priapismo inducido por un efecto dosis dependiente y que no existe
neurolépticos no parece relacionado con la relación entre la aparición del efecto secun¬
dosis o el tiempo de tratamiento. Se ha dario y la duración del tratamiento.
comunicado priapismo con neurolépticos de
65
En la muestra de Lyketsos (143), el 66,6% de
segundo punto, Collins y Kellner afirman que
"las mujeres, tal vez por presiones culturales, mujeres presentaban amenorrea y sólo una
son más reticentes a la hora de comunicar mujer refería alteraciones del deseo sexual.
Gitlin señala que
disfunciones", mientras que Esta baja incidencia podría ser debida a un
"quizás sea menos probable que las mujeres mal planteamiento de la cuestión o a un
comuniquen espontáneamente efectos sesgo de la muestra por la cronicidad de las
secundarios sexuales". pacientes.
También Barnes y Harvey (160) y Strauss y Raboch (132) no halla relación entre la dosis
Gross (168) señalan la escasez de estudios de neuroléptico administrada y la calidad de
Ayd (180) en una revisión, halla dos casos de Lyketsos (143) refiere que el 9,7% (un varón
inhibición orgásmica femenina asociados a y diez mujeres) de su muestra presentaban
neurolépticos. En uno de ellos el fármaco signos de feminización (ginecomastia o
causante de la disfunción era la trifluoperazi-
galactorrea).
na, a dosis de 15 mg. día, y la paciente
66
luteinizante y la folículo estimulante y de Gitlin (161) sistematiza los distintos mecanis¬
aumentar la prolactina. En segundo lugar, la mos en cuatro apartados: (1) efectos inespe¬
propiedad básica y común a todos los cíficos sobre el sistema nervioso central,
co, a través del bloqueo colinérgico o alfa- medicaciones pueden tener efectos múltiples,
ceptor.
Otros autores, como Richelson (182) ponen
Aldridge (181) en una revisión, cita los si¬ más acento en la interrelación entre neuro¬
Mitchell (167), señala que, a parte de las Intentaremos revisar, seguidamente, cada
explicaciones a partir de mecanismos neu- uno de estos mecanismos.
roendocrinos, otros factores, como la ganan¬
cia de peso, la sedaciónel parkinsonismo,
o
-
MECANISMOS NEUROENDOCRINOS. El
pueden ser importantes para el paciente hecho de que los mecanismos dopaminérgi¬
tratado con antipsicóticos. cos ocupen una posición estratégica entre las
receptores muscarínicos, alfa y beta adrenér- común a todos los neurolépticos, ha dado
que la molindona y la loxapina no han sido bloqueo dopaminérgico y, con ello, el aumen¬
mencionadas como causantes de disfunción to de prolactina, con la mayor o menor inci¬
67
Un sólo estudio, el de Arató et al. (183) no del sulpiride, tanto sobre la prolactina como
sobre la función sexual, es dosis dependien¬
logra establecer esta relación. Los autores,
sobre una muestra de 27 pacientes esqui¬ te. Los autores proponen que los niveles
mas sexuales y con un grupo control. Los dos • Sobre la secreción de gonadotrofinas
grupos de pacientes mostraban niveles de por su efecto sobre el sistema de con¬
prolactina más altos que el grupo control, trol opioide y catecolaminérgico.
autores hallan que los niveles de prolactina midales más severos y unos niveles más
son significativamente más altos en aquellos altos de prolactina plasmática. No hallan
pacientes masculinos con disfunciones relación, en cambio, con las dosis de neuro-
sexuales (problemas erectivos y disminución lépticos (a diferencia del estudio citado ante¬
del impulso) y concluyen que la prolactina es riormente) o de anticolinérgicos, con los años
un factor importante en la inducción de tras¬ desde la primera hospitalización, con el GAF
tornos sexuales. Los autores señalan que "el del año anterior ni con el tiempo de hospita¬
mecanismo por el que la hiperprolactinemia lización actual.
produce impotencia no está aclarado", sugi¬
riendo un "efecto inhibitorio directo de la Ghadirian et al. (170), ponen el acento en la
prolactina en los mecanismos centrales que distinta respuesta según el sexo. En su
controlan la conducta sexual, así como la estudio, las disfunciones sexuales se asocia¬
posibilidad de que este efecto inhibitorio ron a niveles altos de
prolactina en los hom¬
resulte de la interferencia de la
prolactina con bres, pero no en las mujeres. En éstas, los
los neurotransmisores clásicos (DA, 5-HT) o altos niveles de prolactina se asociaron a
peptidérgicos (ACTH-like, péptidos opiᬠirregularidades menstruales. No se halló
ceos)". correlación entre las medicaciones antiparkin-
sonianas y la disfunción sexual o las irre¬
Weizman et al. (171) en un estudio sobre el gularidades menstruales. Los autores conclu¬
efecto del sulpiride en pacientes ambulato¬ yen que los antipsicóticos inducen más
rios, hallan que los pacientes que desarrollan disfunciones sexuales en los hombres que en
problemas erectivos presentan niveles más lasmujeres, dando a este hecho dos posibles
altos de prolactina plasmática y que el efecto explicaciones: una, que los receptores
68
dopaminérgicos de las mujeres sean más lidad sexual, a pesar del tratamiento neuro-
tolerantes a los efectos antidopaminérgicos léptico, esté relacionada con altas concen¬
de la medicación, dado que los estrógenos traciones de LH en plasma.
son también antidopaminérgicos; la segunda,
lépticos en las mujeres conlleve un retorno Pollack et al.(186), señalan que, aunque los
más rápido a una vida sexual normal. neurolépticos pueden disminuir la testostero¬
na plasmática, la asociación entre neurolépti¬
Sata (185), en una revisión, enfatiza el papel cos testosterona es "inconsistente". Los
y
de la dopamina en todas las fases de la autores sugieren que la supresión de la
sexualidad masculina: deseo, erección y testosterona ocurriría por vía gonadal, más
etc.) y hormonas (p. ej. testosterona, estróge¬ los niveles de prolactina, la clozapina está
nos, prolactina, etc.). asociada con menos efectos secundarios que
los otros neurolépticos".
Algunos autores han estudiado el papel de
las gonadotrofinas, aunque los resultados En este mismo sentido expresa Safferman
se
son contradictorios. En un estudio de Brambi- (187), quién atribuye a la débil fijación sobre
lla y Penati, citado Nestoros (92) comuni¬
en los receptores D2 de la clozapina el hecho de
can que, en un grupo de 22 hombres esqui¬ que no se observen los efectos secundarios
zofrénicos crónicos tratados con haloperidol, propios de la hiperprolactinemia, como la
la secreción total urinaria de gonadotrofinas amenorrea, galactorrea y ginecomastia.
se incrementó hasta valores normales dentro
de los primeros 15 días de terapia, para -
69
bloqueo simpático han sido los trastornos Chen y Lee (178), en su comunicación de un
eyaculatorios, tanto la eyaculación retardada, caso depriapismo asociado a hepatotoxici-
como la inhibida o la retrógrada y el priapis- dad, ponen en duda la hipótesis del bloqueo
mo. alfa adrenérgico. En su opinión, las reaccio¬
nes de priapismo se deberían a un problema
te, a sus propiedades bloqueantes alfa adre- con otro fenómeno conocido de
EFECTOS ANTICOLINÉRGICOS. Se ha
ce particularmente propensa a causar eyacu¬ sugerido (92) que los neurolépticos con
lación retrógrada por fallo del cierre del esfín¬ propiedades anticolinérgicas más potentes,
ter interno. producirían menos efectos extrapiramidales
y más disfunciones sexuales. Según el autor,
Barnes y Harvey (160), sin embargo, señalan "el hallazgo de que la tioridazina que, compa¬
en su revisión que no se ha hallado evidencia rada con la clorpromazina, produce menos
de esperma en muestras de orina post efectos extrapiramidales pero provoca más
masturbación de hombres que tomaban efectos secundarios sexuales, es consistente
tioridazina y que, probablemente, la acción de con dicha hipótesis".
la tioridazina consiste en una inhibición de la
fase de emisión. Segraves (60) refiere que la disfunción erecti-
va causada por el decanoato de flufenazina,
En cuanto al priapismo, Fishbain (177) hipo- fue revertida con benzotropina, un agonista
tetiza que el bloqueo alfa adrenérgico inhibe colinérgico. "Debido a que muchos neurolép¬
la detumescencia, mediatizada por el simpáti¬ ticos, incluida la flufenazina, poseen un
co, por lo que la dominancia colinérgica efecto bloqueante adrenérgico, esta comuni¬
conlleva una prolongación de la erección. cación es consistente con el concepto de que
Esta hipótesis se apoya en el hecho de que necesario balance
es un adrenérgico-colinér-
otros fármacos con propiedades bloqueantes
gico para una función erectiva adecuada".
alfa adrenérgicas producen priapismo tras
inyección intracorpórea (189) y que estas Asimismo, Barnes y Harvey (160) señalan
erecciones pueden ser revertidas con un que "en la mujer, la disminución del impulso
agonista alfa adrenérgico como el metarami- sexual y las dificultades orgásmicas han sido
nol. atribuidas a los efectos anticolinérgicos de
los antipsicóticos. Sin embargo, el trabajo
En el mismo sentido se halla la comunicación que citan, según el cual "dos mujeres con
de Fabián (179) sobre un caso de priapismo orgasmo retardado, en tratamiento con
con flupentixol, un fármaco con una potente fenotiazinas, recuperaron su función sexual
acción bloqueante alfa adrenérgica. cuando se les cambió la medicación a loxapi-
na y flufenazina, con menor actividad anticoli-
70
nérgica antiadrenérgica", no diferencia
y co, simultáneamente reducen el impulso
entre la posibilidad de que la mejoría sea sexual a través de dos mecanismos: por
debida a la menos acción anticolinérgica o efectos directos farmacodinámicos bloquean¬
antiadrenérgica. De hecho, la flufenazina do receptores dopaminérgicos y por
los
también estaba relacionada con disfunción acción indirecta sobre el eje hipófiso-gonadal
sexual en el estudio de Segraves. induciendo niveles de prolactina anormal¬
mente altos. Esto lleva al esquizofrénico a
-
(160) discuten la posibilidad, ya citada ante¬ ción se ha visto anulado por los efectos
riormente, de una posible acción calcio anta¬ adversos de los neurolépticos sobre el fun¬
bloqueo adrenérgico no explica adecuada¬ Sin embargo, según Nestoros (92), la intro¬
mente la alta frecuencia de dificultades ducción de los neurolépticos, a principios de
eyaculatorias con la tioridazina y que una los 50, se ha asociado con un incremento de
posible explicación es su actividad calcio las tasas reproductivas de los esquizofréni¬
antagonista. Sin embargo, señalan los auto¬ cos. El autor
explica este incremento en los
res, se ha comunicado que la pimozida posee siguientes términos: "El tiempo de estancia
la misma actividad calcio antagonista y en en el hospital se ha acortado y, para los que
cambio presenta una baja incidencia de permanecen ingresados, se han visto contro¬
efectos secundarios sexuales. lados al menos algunos de los aspectos más
mejoría global del paciente y, con ella, una puedan funcionar sexualmente mejor toman¬
mejor vivencia de la sexualidad y una mayor do neurolépticos que sin ellos. En estos
Entre losprimeros se halla Lehman (133), del miedo a la intimidad física y de otros
quién señala que "mientras los modernos síntomas que interfieran con el funcionamien¬
tratamientos to sexual del paciente, pueden ser más
farmacológicos reducen los
síntomas del aislamiento social yfacilitan el significativos que los efectos secundarios
hallazgo de una pareja para el esquizofréni¬ sexuales de la medicación".
71
En el mismo sentido, Rosenbaum (104) se 3.8.3.1 Antidepresivos y disfunciones
pregunta si los neurolépticos "ayudan" o sexuales. Desgraciadamente, los antidepre¬
“dificultan". “¿Pesa más en el balance la sivos son fármacos con numerosos efectos
disminución de la excitación sexual fisiológica secundarios sexuales, que vienen a sumarse,
que el miedo a perder el pene para siempre? en estos casos, a los producidos por los
¿Va a poder más el amplio impacto beneficio¬ neurolépticos.
so de los neurolépticos en el funcionamiento
general que su efecto más restringido, sobre Los efectos secundarios más frecuentemente
el funcionamiento genital? ¿Quién es el observados son los trastornos eyaculatorios,
juez?" en forma de retardo, inhibición o eyaculación
retrógrada. Del mismo modo, las mujeres se
Rosenbaum espera que el hecho de que los ven afectadas por retardo o inhibición orgás-
neurolépticos tengan efectos secundarios mica. Con menor frecuencia se han comuni¬
sexuales, abra una puerta a una visión más cado casos de disfunción erectiva y de
directa de la sexualidad de los pacientes. disminución del impulso, así como de priapis-
Según él, no sólo debemos investigar en esta mo, asociado prácticamente a la trazodona.
área por nuestra curiosidad clínica, sino
también por nuestra responsabilidad profesio¬ Nininger (188) comunica un caso de "inhibi¬
nal. ción eyaculatoria" en un paciente de 22 años
tratado con amitriptilina. En realidad, el caso
3.8.3 Antidepresivos comunicado se trata de una eyaculación
retrógrada.
Los antidepresivos fármacos usados
no son
de forma sistemática en la esquizofrenia. Sin Comfort (193), señala que la eyaculación
embargo, existen varios cuadros clínicos que está inhibida o ausente en una "considerable
algún momento del curso de su enfermedad" na, que remiten cuando se reduce la dosis,
(191). Aunque en general se recomienda aunque ésta es distinta para cada paciente:
cautela el
empleo de antidepresivos en la
en una recupera su capacidad orgásmica con 45
esquizofrenia, por el riesgo de exacerbación mg./día, otra con 30 y otra con 15 mg./día.
de la sintomatología psicótica, en ocasiones Otros casos de anorgasmia han sido comuni¬
su uso está justificado desde el inicio del cados con amoxapina y clomipramina.
cuadro (192).
72
Barnes y Harvey (160), en una revisión, En general, existe acuerdo en que los antide¬
señalan que los antidepresivos heterocícli- presivos afectan más a la capacidad eyacula-
cos, incluyendo amitriptilina, imipramina, toria que a la capacidad erectiva. Se ha
clomipramina, afectando por igual a ambos Según Pollack (186), el priapismo inducido
sexos. por la trazodona es más probable que apa¬
rezca en los primeros 28 días de tratamiento
clomipramina (en dos hombres y dos muje¬ muestra, presentaron aumento del impulso
res) y la eyaculación dolorosa, comunicada sexual un 16,6% de pacientes tratados con
con clomipramina, desipramina, imipramina, antidepresivos. Los fármacos que tomaban
protriptilina y el IMAO tranilcipromina estos pacientes eran imipramina, desipra¬
73
ausencia de otros síntomas maníacos o inducida por antidepresivos y la alta inciden¬
cia de trastornos eyaculatorios y anorgasmia
hipomaníacos.
con los antidepresivos selectivos para la
los antidepresivos que aumentan la serotoni- gica, junto con una escasa actividad anticoli¬
na cerebral pueden producir inhibición nérgica.
orgásmica. Esta hipótesis vendría apoyada
por varios hechos: la recuperación de la 3.8.4 Ansiolíticos
capacidad orgásmica al sustituir el antidepre¬
sivo por otro con menos efecto sobre la Existen muy pocos estudios controlados
recaptación de la serotonina, la eficacia de la sobre efectos secundarios sexuales asocia¬
ciproheptadina en revertir la anorgasmia dos a benzodiacepinas. Riley y Riley (198) en
74
un estudio a doble
ciego con placebo y diaze- antiparkinsoniana. Este es el caso de Ghadi-
pan a dosis clínicas, en ocho mujeres, halló rian et al. (170), quienes no hallaron correla¬
75
e incluso, en una comunicación, con eyacu- xual, aunque en la actualidad no existen
lación precoz. Sin embargo, Gitlin (161) cita evidencias suficientes de la existencia de
hormonas sexuales es menos probable que nes sexuales, incluyendo la disfunción eréctil
esté asociado con efectos secundarios se¬ son relativamente comunes en los alcohóli¬
Peet yGillow citan, sin embargo, un estudio Aunque existen numerosas referencias a los
efectos secundarios sexuales de los neuro-
en el que se halló que los
pacientes que
tomaban carbamacepina tenían más sueños lépticos, pocos autores se adentran en el
tema de cómo evaluar adecuadamente estos
sexuales y que los pacientes sexualmente
activos que tomaban valproato eran más
efectos. Si evaluar la función sexual ya esde
por sí complejo, mucho más lo es el tener
capaces de conseguir una erección.
que discernir qué parte de este funcionamien¬
to sexual es atribuible a la propia conducta
En resumen, los fármacos anticonvulsivantes
sexual del paciente, a la enfermedad de base
inducen cambios hormonales que pueden, en
o a los fármacos con que está siendo tratado.
teoría, tener efectos sobre la conducta se¬
76
Cualquier disfunción sexual es la vía final Gitlin(161) señala que cuando un paciente
común de problemas muy diversos, tanto tratado con psicofármacos se queja de un
sociales como psicológicos u orgánicos y, por efecto secundario sexual, deben ser evalua¬
tanto, debemos ser cautos a la hora de hacer das todas las posibles de la disfun¬
causas
ticos sobre el funcionamiento sexual del tes, (5) funcionamiento sexual durante la
individuo esquizofrénico, si no tenemos una enfermedad pero antes de iniciar la medica¬
descripción clara de esta función antes del ción psicotropa y (6) contexto interpersonal
tratamiento. Para ilustrar esta cuestión recu¬ de la disfunción.
rre a un conocido chiste: "Doctor,¿podré
tocar el piano después de mi operación? Gitlin señala que las disfunciones sexuales
Desde luego que sí! Gracias, responde el pueden ser divididas en tres categorías, que
ilusionado paciente que nunca había tocado "reflejan la disrupción en aspectos secuencia-
el piano antes de su operación". El autor les de la respuesta sexual normal": (1) deseo
señala la falta de datos respecto al funciona¬ sexual, (2) excitación (incluyendo lubricación
miento sexual premórbido y expone su en la mujer y erección en el hombre) y (3)
excluyentes: (1) problemas yatrogénicos, (2) Dado que esto no siempre es posible, sea
otros problemas orgánicos (vasculares, porque no puede retirarse el fármaco o por¬
neurológicos...) y (3) problemas psicógenos. que existe un tiempo de latencia entre su
administración y la aparición de efectos
77
secundarios sexuales, se ha sugerido que psicofármacos, los mismos efectos secunda¬
"un posible abordaje para diferenciar los rios pueden ser útiles para el tratamiento de
En este sentido, Burke et al. (100), hallan que nes sexuales y, por otra, el abordaje terapéu¬
los indicadores farmacológicos del efecto tico de las disfunciones sexuales causadas
neuroléptico (efectos extrapiramidales y por los psicofármacos.
elevación de la prolactina) se relacionan
mucho más adecuadamente que las dosis de 3.8.9.1 Los psicofármacos en la terapia de
neurolépticos con las comunicaciones del las disfunciones sexuales. El conocer esta
paciente sobre su disfunción sexual. posibilidad es importante a la hora de pres¬
cribir un psicofármaco a un paciente, ya que,
Otra posibilidad, sugerida por Cooper et al. si además de la patología de base, presenta
(202), es el registro de la tumescencia pe- determinados problemas sexuales, podemos
neana nocturna (TPN). En su estudio, el
"aprovechar" sus efectos secundarios para
autor revisa la eficacia de dicha técnica y la
tratar ambos problemas, con lo que mejorare¬
emplea para evaluar los efectos de la medi¬ mos doblemente la calidad de vida del pa¬
cación (acetato de medroxyprogesterona) en
ciente.
un paciente esquizofrénico sexualmente
agresivo. Dado que los primeros efectos secundarios
descritos fueron los trastornos de la eyacula-
Schiavi (203) puntualiza que "las claves para
ción, pronto se advirtió la posibilidad de usar
evaluar la función sexual son la entrevista
los psicofármacos en el tratamiento de la
psicosexual y la historia médica y psiquiátri¬
ca". Si aún así quedan dudas, el autor propo¬ eyaculación rápida. Ya en 1966, Haider (165)
señala "la posible utilidad de la tioridazina
ne el empleo de toda la tecnología disponible
en la evaluación sexual: TPN, doppler con para tratar la eyaculación precoz y la mastur¬
bación compulsiva en pacientes psiquiátri¬
medición de índice pene/brazo, inyecciones
cos". También Carlson y Sadoff (169) consi¬
intracavemosas, cavernosometría, biotensio-
deran la tioridazina un fármaco útil en el
metría, reflejo bulbocavernoso y determina¬
ciones hormonales. tratamiento de laeyaculación precoz, "prolon¬
gando el tiempo entre la penetración y la
Estas serían, por tanto, otras opciones a eyaculación". Estos autores consideran que
utilizar en la evaluación, en los casos en que el efecto puede deberse a la disminución de
78
Sólo conocemos una comunicación (205), en ducta sexual desviada y el benperidol para
que el lorazepan fue efectivo en el tratamien¬ lograr una disminución del impulso sexual en
to de la eyaculación precoz, a dosis de 1 mg, agresores sexuales.
30 minutos antes de la relación.
Nestoros y Lehman (92) señalan que dosis
Wabrek (206) estudió el efecto de la metoclo- bajas de benperidol, una butirofenona, "inhi¬
pramida en un grupo de 12 eyaculadores bió la conducta sexual impulsiva, tanto en
precoces, sin hallar diferencias significativas neuróticos como en delincuentes, sin interfe¬
en la latencia eyaculatoria subjetiva ni en la rir con la actividad sexual normal" en 52 de
objetiva valorada por las parejas. El autor 54 agresores sexuales que cometieron exhi¬
bicionismo o abusos deshonestos.
propone una hiperfunción del sistema
simpático como posible disfunción en la
Sin embargo, Tennent et al.(208) no hallaron
eyaculación precoz, señalando la alta aso¬
ciación entre eyaculación precoz e hiperhidro- útil el benperidol para controlar la conducta
de 12 pedofílicos ingresados en un hospital
sis palmar.
psiquiátrico. Según sus resultados, "los
efectos del benperidol son probablemente
Los problemas de impulso sexual, tanto por
insuficientes para controlar formas graves de
defecto como por exceso, han sido también
sexualidad desviada antisocial, pero puede
subsidiarios de atención en los pacientes
ser útil en algunos casos en que sea benefi¬
esquizofrénicos.
ciosa una simple reducción de la frecuencia
de pensamientos sexuales".
Lovett y Huszka (207) describen una combi¬
nación farmacológica con efectos "afrodisía¬ Stein et al.
(209) comunican una buena
cos" en un estudio realizado con 7 pacientes
respuesta de las obsesiones y compulsiones
femeninas esquizofrénicas crónicas con 10 o
sexuales a los antidepresivos serotoninérgi-
más años de hospitalización. Dicha combina¬
cos, fluoxetina y clomipramina. Sin embargo,
ción consistía en un fármaco psicotropo con
los pacientes con parafilias no respondieron
actividad antiserotoninérgica y adrenolítica,
a esta medicación. Los autores sugieren que
un IMAO (fenelzina a dosis de 45
mg./día) y "tal vez las parafilias se hallen en el extremo
L-Triptófano a dosis de hasta 15 g./día. Cinco impulsivo más que compulsivo en el espectro
de las 7 pacientes mostraron un marcado
de los trastornos obsesivo compulsivos" y
incremento de su conducta sexual,
junto con que, por ello, presentan una respuesta distin¬
cambios significativos en la excreción de ta al tratamiento.
indolaminas y en la concentración de adrena¬
lina libre. Debemos señalar que actualmente las parafi¬
lias y las conductas sexuales antisociales se
Verhulst y Shneideman (96) describieron tres tratan, bien con acetato de ciproterona, bien
pacientes que se sentían extremadamente con análogos de la hormona LRH (triptorelin,
culpables por sus pensamientos sexuales 3,75 mg./mes intramuscular) que presenta
para los cuales, "el hecho de que los neuro- menos efectos secundarios que la ciprotero¬
lépticos redujeran su interés sexual fue una na y una respuesta igualmente eficaz
(210).
importante motivación para continuar el
tratamiento". Al igual Stein, Kornreich et al. (211)
que
hallan la fluoxetina útil parareducir la fre¬
Collins y Kellner (97) señalan algunos éxitos cuencia masturbatoria de un paciente esqui¬
usando la flufenazina para controlar la con¬ zofrénico con masturbación compulsiva. Los
79
autores señalan, sin embargo, que descono¬ Un punto de discusión plantea esta
que
cen si el resultado fue debido a la fluoxetina autora es si conviene advertir al
paciente con
sola o a su combinación con Haloperidol y si anticipación de la posible aparición de efec¬
se debió a su efectividad en reducir la con¬ tos secundarios sexuales. Según ella, “decir
pensar que no tendrá demasiadas alternati¬ sexuales, pero sin comunicarlos de entrada al
vas para sugerirle al paciente. Con ello, paciente y efectuar una valoración de la
muchos función sexual en posteriores entrevistas.
pacientes que sufren efectos
secundarios sexuales quedan sin tratamiento.
Pollacket al. (186) refieren que, de un grupo En elabordaje de las disfunciones sexuales
de pacientes que tomaban medicación producidas por neurolépticos, Gitlin (161)
antihipertensiva, un 10% comunicó impoten¬ propone los siguientes puntos:
cia espontáneamente, un 26% cuando se le
80
mejorar el impulso en pacientes con hiperpro- -
puede exacerbar la psicosis, aunque clínica¬ dosis efectivas están a menudo por debajo
mente es infrecuente (183). de las prescritas".
compensación del paciente. Así, las pautas Se han comunicado también estrategias
dadas por Collins y Kellner (97) incluyen: específicas para revertir los efectos secunda¬
rios inducidos por los antidepresivos. Los tres
• Revisar la medicación concomitante antídotos más comúnmente descritos son el
paciente está tomando un tiotixeno, por tricíclicos como por IMAO (161). Las
una butirofenona o una fenotiazina no dosis empleadas son de 10 a 40 mg. en
piperazínica, puede escogerse entre dosis única antes de la relación sexual o de
pueden ser su efecto sobre la transmisión tratar los efectos inducidos pos ISRS.
Gitlin(161) sugiere las siguientes "estrategias unas pocas horas antes de la relación sexual
generales" para disminuir los efectos secun¬ o bien como dosis diaria. La sedación es un
darios sexuales inducidos por los antidepresi¬ efecto secundario común, que limita frecuen¬
vos: temente su utilidad. Se han comunicado
81
mismo autor observó que la adición de bupro-
casos en la ciproheptadina ha revertido
que
también el efecto positivo del antidepresivo, pion (75 mg.) y amantadina (100 mg.) dismi¬
nuía la disfunción sexual causada por fluoxe¬
desapareciendo este efecto tras unos días de
retirar la ciproheptadina. En un caso comuni¬ tina.
la mejoría del ánimo lograda con el antidepre¬ de las disfunciones causadas por antidepresi¬
presentarse ansiedad, insomnio, polaquiuria o yohimbina (10 mg. una hora antes) o
y fatiga a altas dosis. No se han comunicado ciproheptadina (4-12 mg. 1 ó 2 horas antes),
casos de reversión de efectos por IMAOs, (3) sustituir, por ejemplo, desipramina por
aunque, teóricamente, la yohimbina podría imipramina, clomipramina o imipramina por
producir reacciones hipertensivas asociada amoxapina, o bien cualquier antidepresivo
con éstos. por bupropion.
Gitlin (161) cita también la amantadina, un Dado que no se dispone de estudios a doble
agonista dopaminérgico usado para el trata¬ ciego la efectividad superior de
que muestren
miento de los síntomas parkinsonianos, que uno u ha hallado
otro tratamiento y que no se
fue efectivo para revertir la anorgasmia indu¬ un antídoto específico para cada fármaco
82
durante 2 semanas, antes de abandonarlo y evidente que existen otras prioridades, como
cambiarlo por otro. un buen control sintomatológico, antes que la
valoración de los efectos sobre la sexualidad.
En cuanto al priapismo secundario a los Esto especialmente relevante en el caso
es
que el priapismo establecido debe ser consi¬ por su facilidad de exacerbar la sintomatolo-
derado una urgencia urológica, es preferible gía psicótica. En estos casos, algunos anti¬
remitir el paciente a un urólogo, que lo tratará depresivos con un perfil sedante, como la
mediante administración intracavernosa de amitriptilina o la paroxetina, asociados a
fármacos adrenérgicos. neurolépticos poco inductores de disfuncio¬
nes, como la perfenazina o la clozapina,
Una posibilidad, poco valorada en general por pueden ser más útiles a pesar de la relativa
los autores, es la posibilidad de que, pacien¬ capacidad de inducir disfunciones eyaculato-
tes esquizofrénicos, con disfunciones sexua¬ rias u orgásmicas. De hecho, en algunos
les secundarias proceso de base o a los
a su pacientes puede ser aprovechado este efecto
psicofármacos, puedan seguir una terapia para un mejor control eyaculatorio.
sexual. En este sentido, Rosenbaum (104)
considera que "los esquizofrénicos compen¬ En general, las pautas recomendadas sólo
sados con la medicación neuroléptica, pue¬ son un abanico de posibilidades que el clínico
den ser ayudados con las mismas técnicas debe valorar ante cada caso concreto, bus¬
que las otras parejas". En su opinión, "el peor cando el máximo equilibrio posible entre un
pronóstico se da cuando el individuo presenta buen control sintomatológico y los mínimos
una anhedonia global, más que específica¬ efectos secundarios.
mente sexual. En este caso, es difícil saber
si el problema es consecuencia del proceso 3.9 NECESIDADES SEXUALES DE LOS
de base o del tratamiento neuroléptico". ESQUIZOFRÉNICOS. EDUCACIÓN Y
REHABILITACIÓN
Finalmente, debemos señalar el reciente
desarrollo de los fármacos ¡ntracavernosos
Aunque se ha sugerido que "un aspecto
para el tratamiento de las dificultades erecti- importante de la relación social y sexual del
vas. Aunque no existen datos respecto a su esquizofrénico es que sus necesidades se
uso en pacientes esquizofrénicos, esta sería hallan a menudo en un nivel psicológico
una posibilidad interesante en casos en que
esencialmente primitivo, deseando mucho
no es posible revertir un trastorno erectivo
más a menudo intimidad y afecto más que
inducido por psicofármacos o mantenido por una relación explícitamente sexual" (95), la
mecanismos psicógenos una vez se ha realidad es que las conductas abiertamente
retirado el fármaco responsable. sexuales son, como hemos visto, frecuentes
en el paciente esquizofrénico.
3.8.10 Comentarios
83
dúo, como de su entorno. En este sentido, se han comunicado casos de descompensa¬
ción o exacerbación de los síntomas durante
Lukoff (146) señala seis razones por las que
es importante la educación sexual de los pa¬ laterapia sexual (65), consideran que éste es
cientes esquizofrénicos: un riesgo en cualquier tipo de rehabilitación
con pacientes esquizofrénicos.
• El reconocimiento de su sexualidad es
un importante de calidad de vida.
factor Otra razón en favor de la educación sexual o,
En nuestra cultura, un buen funciona¬ al menos, de la atención de las necesidades
miento sexual es un componente im¬ sexuales, es subrayada por Baguley y Broo-
portante de autoestima y bienestar. ker (110) quienes revisan el papel que jue¬
gan, tanto las necesidades como los proble¬
• La incidencia de las disfunciones se¬ mas sexuales, como elementos estresores
pueden ser graves obstáculos para su mas de educación sexual, como confinar el
Lukoff y cois, proponen el uso de terapeutas Uno de los temas más frecuentemente abor¬
sexuales sustitutas (surrogate partners) en dados, tanto por su complejidad como por la
pacientes sin pareja. Aunque reconocen que problemática que comporta, es el de la se-
84
xualidad en el ámbito hospitalario. Muchos en mujeres". En tercer lugar, están los ries¬
pacientes esquizofrénicos pasan meses o gos que hay que considerar "en vista de la
años de su vida ingresados. Aunque este evidencia de que las pacientes psiquiátricas
tiempo es cada vez menor gracias a la efica¬ están menos protegidas contraceptivamente
cia de los neurolépticos, los ingresos hospita¬ y tienen mayor número de embarazos no
larios siguen siendo necesarios, tanto para deseados que otras mujeres". En cuarto
controlar los episodios agudos, como para
lugar, hay que considerar las implicaciones
mantener a aquellos pacientes que no pue¬
legales. "Es concebible que una paciente
den sobrellevar un funcionamiento adecuado psiquiátrica, después de ser dada de alta,
en la comunidad.
emprenda cargos legales contra el hospital
alegando explotación sexual, violación y
Akhtar y cois. (142) plantean la cuestión de si embarazo ilegítimo como consecuencia del
la sexualidad en el hospital debe ser permiti¬
ingreso".
da o debe ser desaconsejada o tratada como
un síntoma psicopatológico y, en todo caso,
En cuanto a las actividades autoeróticas, los
qué pacientes deben ser tratados y a qué autores opinan que deben ser controladas
otros se les debe permitir que expresen sus con firmeza, como cualquier conducta ina¬
impulsos naturales y comprensibles. Los decuada, si se realizan de forma abierta y
autores señalan que, cuando el paciente
desinhibida, pero pueden ser aceptadas si se
intenta recuperar una sexualidad normal, es llevan cabo
a apropiada y privadamente.
el mismo médico quien no sabe qué respues¬
ta debe darle. En el mismo sentido,McEvoy (134) considera
que uno de los papeles de las unidades de
La propuesta de estos autores es la de desa¬ tratamiento hospitalario es proteger a los
consejar la actividad sexual cuando uno, o pacientes de la conducta hipersexual, tanto
los dos miembros implicados sea: (a) legal¬ de sí mismo como de los otros, durante los
mente menor, (b) un adulto que no dé su
episodios agudos desorganizados. Según el
consentimiento, (c) deficiente mental, (d) autor, "las conductas sexuales inadecuadas
delirante o gravemente desorganizado en
que ocurren durante un episodio agudo
cuanto a afectividad o conducta, (e) tomando
pueden constituir un recuerdo embarazoso
una cantidad elevada de medicación psicotro-
para los pacientes que recuperan un buen
pa, o (f) esté efectuando una actuación nivel de funcionamiento".
impulsiva ("acting out").
Algunos autores se alzan en contra de la
A continuación, los autores exponen cuatro represión sexual en los hospitales y abogan
razones en las que basan esta actitud prohi¬ por unos planteamientos más abiertos.
bitiva. En primer lugar, los actos sexuales de
85
relaciones sexuales. El autor considera que se sabía que eran sexualmente activos a
través de la masturbación o del contacto con
la sexualidad posee un valor terapéutico
innegable para cada uno, sea terapeuta o otros pacientes, no se les proporcionaban
paciente y que, "a los ojos de la institución lugares privados para estas actividades. Su
única opción era realizar actos sexuales "en
psiquiátrica, la sexualidad sigue siendo un
delito, una transgresión o una anécdota que el hueco de la escalera, detrás de matorrales
y de la ética de la anticoncepción. En este Los miembros del grupo sentían que las
sentido, el autor se pregunta: "¿Tenemos el conductas y actitudes "apropiadas" que se
derecho de obligar a un ser humano, aún les estaba intentando enseñar no eran realis¬
enfermo mental, a tomar medidas anti¬ tas dentro del hospital, ya que, por ejemplo,
conceptivas, si no es ésta su propia elec¬ pedir un preservativo a las enfermeras no era
ción?". posible, pues el personal desaprobaba las
actividades sexuales entre pacientes.
También Welch et al. (217), optan por la
apertura en la actitud hacia la sexualidad Se vio también que era innecesario enseñar¬
intrahospitalaria. Los autores consideran que les a establecer relaciones emocionales
"la vida sexual de un paciente hospitalizado íntimas y
satisfactorias con parejas sexuales,
por una enfermedad mental crónica está llena ya que muchos pacientes intercambiaban
de dificultades. A menudo el paciente no es favores sexuales por café o cigarrillos sin
mayor parte del comportamiento sexual mente prácticas y actitudes sexuales que
aberrante manifestado por los miembros del pueden ser inadecuadas fuera del hospital.
grupo. Welch et al. consideran que el hospital podría
86
sexuales responsables. Este tipo de acción didad al tener que afrontar preguntas de los
requeriría, según los autores, "una política pacientes o tener que iniciar una discusión
sensible, no sólo hacia las necesidades de sobre un tema sexual, sobre todo si el pa¬
los pacientes, sino también hacia sus estilos ciente es opuesto". Otro motivo de
del sexo
desde el punto de vista de la actitud del te, conlleve una actuación impulsiva por parte
de éste, sea en forma de masturbación o de
personal de enfermería.
proposiciones a las enfermeras".
Jacobs y Bobek (106), señalan que los profe¬
El autor
maneja el problema mediante un
sionales de la salud son, quiéranlo o no,
educadores sexuales. Según los autores, "la programa de sesiones de role-playing, tras
las cuales se establecen los siguientes pun¬
mayor parte de la educación sexual tiene
tos:
lugar espontáneamente, en respuesta a una
pregunta o a una situación específica. En -
El
profesional debe ser consciente, a la
estas interacciones juegan un importante
primera sugerencia, de que el paciente desea
papel una actitud neutra, una escucha atenta
hablar de sus necesidades sexuales y abor¬
y un lenguaje hábil. El paciente comprueba a
dar el tema inmediatamente.
menudo las respuestas de la enfermera a
temas menores, antes de mencionar una
-
87
Tal como afirman Seeman et al. (219), estos cuos durante los seis meses previos al estu¬
individuos tienen más probabilidades de dio. Éstos eran significativamente más
contraer enfermedades de transmisión sexual jóvenes que los monógamos.
“porque no mantienen relaciones estables,
son más vulnerables a los abusos sexuales, En su estudio citanprevalencia estimada
una
presentan una desinformación y una falta de consumir sustancias por vía parenteral, ser
autodisciplina que evita el uso de precaucio¬ hombre con historia de actividad homosexual,
nes adecuadas". y ser mujer con historial de compañeros
sexuales seropositivos o consumidores de
También es relevante señalar que centros drogas.
como las casas de
acogida de mendigos,
instituciones psiquiátricas y cárceles ponen Los autores hallan que la actividad sexual va
en estrecho contacto a esquizofrénicos con a menudo acompañada de conductas de
otras poblaciones de alto riesgo. riesgo para el contagio del VIH. El 93% de los
sexualmente activos no usaban preservativo
Un estudio de McDermott et al.(220) muestra o lo usaban de forma intermitente. El uso del
que los pacientes esquizofrénicos evidencian preservativo era mayor entre los más jóve¬
un conocimiento significativamente menor nes. El 50% de los activos promiscuos y el
sobre el SIDA y la infección por HIV que los 71% de los activos monógamos informaron
sujetos controles u otros pacientes psiquiátri¬ no haber usado nunca preservativos. El 45%
cos. Los autores estudiaron también la corre¬ de los activos sexualmente informaron tomar
lación entre nivel de conocimiento del SIDA y drogas durante la relación, que en la mayoría
frecuencia de conductas sexuales de riesgo. de los casos era alcohol. El 12% de los
Mientras que en el grupo control, un mayor sexualmente activos informaron haber mante¬
conocimiento de la enfermedad iba asociado nido relaciones sexuales con consumidores
a una disminución de las conductas de ries¬ de drogas inyectables, y el 50% del mismo
go, en el grupo de esquizofrénicos este grupo habían mantenido relaciones sexuales
cambio únicamente se mostró asociado a con intercambio de drogas, comida o dinero.
88
protección de las enfermedades de transmi¬ etc.,que se hallan excluidas habitualmente de
sión sexual e información acerca de los los protocolos de rehabilitación y de las
efectos de la medicación sobre la sexualidad. evaluaciones objetivas".
El autor es crítico a la hora de considerar la
actitud de muchos médicos, los cuales son Skantze apunta que "un aspecto de este
reacios plantear temas sexuales con los
a estudio quetal vez cause frustración y
pacientes por temor a desencadenar temores preocupación en todos aquellos implicados
delirantes. en la rehabilitación de pacientes esquizofréni¬
vida, mientras que la calidad de vida es la Unidas, el nivel de vida pierde su trascenden¬
evaluación subjetiva del propio paciente cia en la calidad de vida". Los autores revisan
sobre el bienestar y la satisfacción con su los diversos instrumentos de evaluación de
vida". El autor hipotetiza que, cuando los calidad de vida, tanto genéricos (para pobla¬
enfermos mentales graves han alcanzado un ción general sana o enferma) como específi¬
mínimo nivel de vida adecuado para la super¬ cos para esquizofrénicos, recomendando
vivencia, no existe correlación entre nivel de utilizar con preferencia instrumentos genéri¬
fianza, paz interior, libertad, alegría, amor, apreciamos que el concepto "función sexual"
89
sólo aparece en tres de las 17 escalas gené¬ equilibrio de un individuo esquizofrénico ante
ricas y en ninguna de las 14 escalas específi¬ determinadas necesidades y problemas
cas para esquizofrenia. sexuales.
90
4 OBJETIVOS DEL ESTUDIO 4.1 HIPÓTESIS DE TRABAJO
diagnosticados de esquizofrenia.
de fármacos o ingresos hospitalarios, los
los
4. Estudiar las
posibles diferencias en la
función sexual de los Por otra parte, nuestra hipótesis de trabajo
pacientes de la muestra
en función de los aspectos propios de la
considera que, sin la presencia de los facto¬
enfermedad esquizofrénica. resmencionados, el individuo esquizofrénico,
no sólo responde normalmente ante el estí¬
5. Formular
mulo sexual, sino que presenta unas necesi¬
hipótesis de asociación entre las
características de la esquizofrenia y la con¬ dades e impulsos sexuales similares a los de
91
5 MATERIAL Y MÉTODOS mantenían concierto con la sanidad pública y
uno, el hospital de día, era privado.
Se estudiaron 103 pacientes diagnosticados
El trabajo de campo se desarrolló entre enero
de esquizofrenia según criterios DSM-lll-R.
y julio de 1993.
Por todo ello, finalmente, una médico de referencia del paciente conjunta¬
mayoría de
mente con el examinador, de modo que
pacientes proceden de tres hospitales psi¬
sirviera de presentación de éste.
quiátricos y, aproximadamente un tercio de la
muestra, de un hospital de día y de un CAP,
todos ellos situados Los pacientes que aceptaron la entrevista
en Barcelona o su área
fueron reevaluados por el examinador para
metropolitana.
confirmar los criterios de esquizofrenia y la
De los cinco recursos asistenciales que capacidad cognitiva suficiente para proporcio¬
nar datos válidos.
constituyen la fuente de pacientes, cuatro
92
Finalmente, a los pacientes que cumplieron -
Número de hijos
-
Creencias TOS
-
religiosas
Cronicidad (ver 5.3.6, pág. 108) El DSM-lll-R (223) fue publicado en 1987,
-
Consumo de tóxicos.
tría y constituyen, junto con la Clasificación
-
D. Historia sexual:
Los criterios diagnósticos de esquizofrenia de
-
Edad de inicio y frecuencia de masturba¬ cos. Una de las diferencias a tener en cuenta
ción. es que el DSM-lll-R requiere la existencia de
-
93
El nuevo DSM-IV (1) no ha variado, en líneas mantes, mientras que la Premorbid Asocial
generales, los criterios para el diagnóstico de Adjustment Scale manifestó buena fiabilidad
esquizofrenia respecto al DSM-lll-R, aunque entre observadores y muy mala fiabilidad
ha incluido y puesto más énfasis en el con¬ entre informantes.
obtenidas del mismo paciente, mediante una 5.3.3 GAF: Escala de evaluación global del
traducción de la escala Premorbid Asociose- sujeto
xual Functioning, de Keefe et al. (138):
Fue valorada por el psiquiatra que atendía al
Esta escala es una modificación del ítem paciente.
Sociosexual Adjustment, que forma parte de
la escala Premorbid Asocial Adjustment de Esta escala considera la actividad psicológi¬
Gittelman-KIein y Klein (126) y es el único de ca, social y laboral a lo largo de un hipotético
los siete ítems de la escala para el que el continuum que va de la salud a la enferme¬
acuerdo entre informantes es adecuado. Es dad mental. No se incluyen las incapacidades
a su vez una modificación del ítem B de la debidas a limitaciones físicas (o ambienta¬
Historia Premórbida de la escala de Phillips les).
(1953), citada en este último artículo.
Las puntuaciones debían referirse a dos
En la escala de Gittelman-KIein y Klein, el períodos:
ítem de ajuste sociosexual da una puntuación
de 0 a 12, valorando el interés por el sexo 1. Actual. Nivel de actividad en el momento
opuesto y el tipo de relación, con o sin juego de la evaluación.
sexual o coito.
94
ción de la actividad psicosocial general en -
dos entre 31 y 70 y los ingresados entre 1 y La escala CGAS adaptación del GAS
es una
95
Se trata de un cuestionario de 28 ítems, con
medidas repetidas, no hallándose diferencias
en el tiempo entre observadores, ni interac¬ unapuntuación de 0 a 4, que evalúa la exis¬
ciones entre observadores y tiempo. tencia yseveridad de problemas sexuales.
Puede administrarse a parejas heterosexua¬
-
Conners en pacientes no ingresados y sugie¬ La versión piloto contenía 48 ítems para los
re que las dos escalas miden diferentes varones y 48 para las mujeres y fue aplicada
estudiantes adultos.
5.3.4 Cuestionario de orientación sexual de
cada sexo.
El cuestionario fue autoadministrado por los El GRISS se estandarizó con una muestra de
pacientes aunque, dadas las características 88 pacientes que se hallaban recibiendo tera¬
de la muestra, esta autoadministración fue pia sexual. Se obtuvieron escalas transforma¬
supervisada por el examinador. das con las que puede valorarse la existencia
96
y severidad de los problemas sexuales. La 1. Dos de los siguientes:
transformación da unas subescalas con una a) ideas delirantes;
puntuación de 1 a 9, donde una puntuación b) alucinaciones predominantes (a lo largo de
igual o superior a 5 indica la existencia de un todo el día durante muchos días o varias
problema. veces a la semana durante muchas sema¬
nas, no estando limitada cada experiencia
La fiabilidad fue muy alta para las escalas alucinatoria algunos breves momentos);
a
globales, tanto para varones como para c) incoherencia o notable pérdida de la capa¬
mujeres (0,94 y 0,87 respectivamente) y alta cidad asociativa;
para las subescalas (entre 0,61 y 0,83). d) conducta catatónica;
e) afectividad embotada o claramente inapro¬
La validación de los cuestionarios se com¬
piada;
pletó mediante su aplicación en dos grupos:
uno de pacientes con disfunciones sexuales Ideas delirantes extrañas
2. (por ejemplo,
y otro de pacientes de medicina general. Las incluyendo fenómenos que serían considera¬
puntuaciones globales obtuvieron un buen dos inverosímiles por cualquier individuo de
poder discriminatorio, así como las puntua¬ su medio cultural; por ejemplo, difusión del
ciones de las subescalas específicas referi¬ pensamiento, estar controlado por una perso¬
das a los problemas presentados por el grupo na muerta);
los terapeutas sobre la severidad del proble¬ conducta del sujeto, o dos o más voces
ma con la
puntuación de la escala global, conversando entre sí.
dando resultados significativos.
característicos en la fase activa: o 1., 2., o 3. ción global de todos los episodios de síndro¬
durante una semana como (a menos mínimo me del estado de ánimo ha sido breve en
que los síntomas hayan sido tratados satis¬ comparación con la duración total de la fase
factoriamente): activa y de la fase residual de la alteración.
97
E No puede demostrarse que una causa
Signos continuos de la alteración durante
-
D -
seis meses como mínimo. El período de seis orgánica inició y mantuvo la alteración.
meses debe incluir una fase activa (de una
semana como mínimo, o menos si los sínto¬ F - Si hay una historia de trastorno autista, el
mas han sido tratados satisfactoriamente) diagnóstico adicional de esquizofrenia sólo se
durante la cual se han presentado síntomas aplica si hay ideas delirantes o alucinaciones.
psicóticos característicos de la esquizofrenia
(síntomas del criterio A), con o sin fase
prodrómica o residual, tal como se especifica
más adelante.
98
123..--
-
Cuestionario 1
24756.3-F.B-SRaemcmhiilrueónralto
CUMPLAN ESTOS CRITERIOS (VER ANEXO).
LOS PACIENTES
DE ESTE PRIMER GRUPO QUE HAYAN MANTENIDO O MANTENGAN
RELACIONES SEXUALES, DE FORMA OCASIONAL O ESTABLE, EN EL TRANSCURSO DE
LOS ÚLTIMOS SEIS MESES, SERAN TAMBIÉN EVALUADOS MEDIANTE EL CUESTIONARIO
DE SATISFACCIÓN SEXUAL G.R.I.S.S.
A) DATOS SOCIOANAGRÁFICOS
2 . - Edad i 1 1
99.-Desconocida.
99
8.9.--TTííttuulloo
125..--AEBmnaaj
789.-.TP-NOrauotbnfecasjaión
universitario grado medio.
universitario superior.
99.-Desconocido.
12342531..--NMCBouareeyjdoin-BAtalt
laboral.
3.-Pensionista.
4.-Estudiante.
de casa.
6.-Empleado.
por cuenta propia.
liberal.
345.-ESCubcrónia
ha trabajado.
99.-Desconocida.
99.- Desconocido
100
1.23.--CICneontgnretrrsool
12.- Situación actual
45.-Ingreso u
ambulatorio.
Hospital de Día.
corta estancia (<2 meses)
media estancia (<6 meses)
1298.-DNeliro
larga estancia (>6 meses)
99.-Desconocida.
98.-No
I L I
99.- Desconocida.
99.-Desconocido.
1 (Puntuación referida
I al último año)
99.-Desconocida.
101
1298.-.S-Si,in
(Si presente, relatarlo)
C) HISTORIA MÉDICA
Si —
Si
2.-Metadona
No B A. Diario/B. Semanal/C. Mensual/D. Esporádico
Si —
Si
4.-Cannabis — A. Diario/B. Semanal/C. Mensual/D. Esporádico
No
Si
5.-Alucinógen A. Diario/B. Semanal/C. Mensual/D. Esporádico
No
Si
6.-Volátiles
No B
|—| A. Diario/B. Semanal/C. Mensual/D. Esporádico
Si
7.-Anfetamin. — A. Diario/B. Semanal/C. Mensual/D. Esporádico
No
Si i
8.-Alcohol I— A. Diario/B. Semanal/C. Mensual/D. Esporádico
No
102
i
97.98.-NOotros
99.-Desconocido.
consumo.
9231.8.7--¿¿.-NOHHOaatros
21.- Ingesta de fármacos
49.78-¿HOSaitnros
Si
2.-Antiparkinson A. Akineton / B. Artane / Otros
No
fármacos...
toma fármacos.
99.-Desconocida.
de su deseo sexual? No —
Si —
un aumento de su deseo —
sexual? No —
Si —
Si |—|
cambios.
99.-Desconocido.
103
123..--SADigeersmaadpgarreabdleable
4.-Algo
D) HISTORIA SEXUAL
956.8-C.-oNansuinca
23.- Opinión del paciente muy satisfactoria.
sobre la sexualidad y, en general,
general
en satisfactoria.
(¿Qué piensa Vd. acerca de y, en general,
la sexualidad? ¿Le parece insatisfactoria.
algo agradable o considera degradante e inmoral.
99.-Desconocida opina.
9178.-.V-DOSóetinracso d
que es más bien inmoral?) o no
la masturbación | | i
1 I I
se ha masturbado.
99.-Desconocida.
(último año) 3 .
-Alguna vez al mes.
diariamente.
mayor frecuencia.
99.-Desconocida.
No
Si
2.-Exceso de impulso sexual
No
Si
3.-Dificultades de excitación
o de erección No
Si
4.-Dificultades para alcanzar
el orgasmo o eyacular No
problemas.
o nunca autosexualidad.
Si
relaciones sexuales de
los padres u otros adultos No
Si
2.-Incesto
(¿Alguien de su familia abusó No
104
34..--AVbiuosleonscia
987.-NOotras
sexualmente
123456..--KKl203P..EPTrreaxedcndflotuomrmseivinatammeenntt ee
de Vd.?)
Si —
deshonestos
798.-.K-N6unEcxaclusivament
(¿Y alguien de fuera de la No —
familia?)
Si —
sexual
(¿Alguien se comportó con Vd. No —
han existido.
99.-Desconocido.
homosex. y
algunas veces heterosexual.
homosexual.
99.-Desconocida
relaciones sexuales | | |
coitales I 1 1
las ha habido.
99.-Desconocida
Si
2.-Trastornos de la excitación
o la erección No 1—
Si
3.-Trastornos del orgasmo
o la eyaculación No
Si
4.-Vaginismo
("Imposibilidad de efectuar No
el coito") o* (No procede)
Si
5.-Dispareunia
("Dolor al efectuar el coito" No
105
97.98.9 .--DOSetinrsacsonocida
2413..--CCSooinn
12345...---NNSuuínnccaa,,
problemas.
o nunca relaciones.
OBSERVACIONES
★ ★★★★★★★★★★★
106
Tipos de esquizofrenia: BAfectividad aplanada o claramente inapro¬
-
piada.
Los tipos se definen por el perfil del cua¬
dro clínico. Algunos son menos estables C. No cumple los criterios para el tipo catató¬
que otros y las implicaciones del pronós¬ nico.
tico y tratamiento son variables. El diag¬
nóstico de cada tipo particular deberá 295.3x Tipo paranoide:
basarse en la evaluación del cuadro clíni¬ Tipo de esquizofrenia caracterizado por:
co predominante en el momento preciso
de la valoración clínica. A. Preocupación sobre una o más ideas
delirantes sistematizadas o frecuentes aluci¬
naciones auditivas relacionadas con un tema
295.2x Tipo catatónico: único.
107
-
Cronicidad niveles de actividad, el período de tiempo
transcurrido desde el último episodio de la
Clasificación del curso. El curso de la alteración, la duración total de ésta y si se
está haciendo o no un tratamiento profilácti¬
alteración se registra con cinco dígitos:
co.
crónico que se encuentra en la fase resi¬ jas, con o sin juego o relación sexual.
dual de la alteración.
5. Interés en el otro sexo, pero nunca salió en
5. En remisión. Deberá aplicarse en el pareja.
caso de sujetos con historia de esquizo¬
108
-
Adaptación global.
cotidiana (por ejemplo, una discusión ocasional con alguno de los miembros de la
familia).
61 —- 70 Algunos síntomas leves (por ejemplo, estado de ánimo deprimido o insomnio leve). O
dificultades en la actividad social, laboral o escolar (por ejemplo, hacer novillos
41 50 Síntomas graves (por ejemplo, ideas de suicidio, rituales obsesivos graves, pequeños
robos en tiendas). O deterioro grave en la actividad social, laboral o escolar (por
ejemplo, ausencia de amigos o incapacidad para conservar el trabajo).
11 —- 20 Peligro relativo de auto o heterolesión (por ejemplo, intento de suicidio sin riesgo
probable de muerte, violencia frecuente o excitación maníaca). O abandono ocasional
de la higiene personal mínima (por ejemplo, oler mal o ir sucio). O deterioro
importante en la comunicación (por ejemplo, incoherencia o mutismo).
109
-
G.R.I.S.S.
N: Nunca
CN: Casi nunca
O: Ocasionalmente
H: Habitualmente
S: Siempre
LEA CADA PREGUNTA CON ATENCIÓN Y DECIDA LA RESPUESTA QUE DESCRIBE MEJOR
LA FORMA QUE LE HAN IDO LAS COSAS EN SU SEXUALIDAD RECIENTEMENTE (EN
EN
EL ÚLTIMO AÑO, POR EJEMPLO). LUEGO, PONGA UNA CRUZ EN EL CUADRO CORRES¬
PONDIENTE QUE ENCONTRARÁ A LA DERECHA.
NO OLVIDE CONTESTAR A TODAS LAS PREGUNTAS
110
(N:nunca; CN:casi nunca; 0:ocasionalmente;
H:habitualmente; S:siempre) N CN 0 H S
111
CUESTIONARIO SATISFACCIÓN SEXUAL G.R.I.S.S. (HOMBRE)
DE
(Golombok Rust Inventory of Sexual Satisfaction)
Golombok, John Rust
Susan
Traducción y adaptación: F.Fora
N: Nunca
CN: Casi nunca
O: Ocasionalmente
H: Habitualmente
S: Siempre
LEA CADA PREGUNTA CON ATENCIÓN Y DECIDA LA RESPUESTA QUE DESCRIBE MEJOR
LA FORMA QUE LE HAN IDO LAS COSAS EN SU SEXUALIDAD RECIENTEMENTE (EN
EN
EL ÚLTIMO AÑO,
POR EJEMPLO). LUEGO, PONGA UNA CRUZ EN EL CUADRO CORRESPON¬
DIENTE QUE ENCONTRARÁ A LA DERECHA.
112
(Nrnunca; CN:casi nunca; 0:ocasionalmente;
H:habitualmente; S:siempre) N CN 0 H S
113
5.4 TRATAMIENTO ESTADÍSTICO DE LOS con la
prueba de Levene. En el caso de
DATOS cumplirse estas condiciones de aplicación,
situación que se ha dado en pocas ocasio¬
La explotación de los datos se ha hecho con nes, cuando las variables cualitativas eran
dicotómicas se ha calculado el estadístico T
el paquete de programas SPSS Windows
versión 6.1. de Student de homogeneidad de dos medias.
Cuando las variables cualitativas tenían más
Para valorar las posibles diferencias de una posible correlación lineal con el estadístico r
variable cuantitativa función de las catego¬
en de Pearson. Prácticamente en ninguna varia¬
rías de una variable cualitativa: ble se ha cumplido la condición de normali¬
En primer lugar, se ha comprobado si las dad, por lo que habitualmente se ha medido
variables cuantitativas en los grupos forma¬ la relación calculando el estadístico r de
dos por las variables cualitativas seguían una Spearman (prueba no paramétrica). Esta
distribució normal con la prueba de misma prueba se ha realizado en el caso de
114
6 RESULTADOS
co
pertenecía a un nivel socioeconómi¬
bajo o medio-bajo, con un 35 y 35,9%,
la
6.1.2 Edad. La edad media de la muestra respectivamente, para cada uno de estos dos
niveles. El 18,4% se hallaba en el nivel
era de 42,2 años con una desviación típica
medio-alto y el 5,8% en un nivel alto. (Figura
de 13,5. El individuo más joven tenía 18 años
8, pág. 137)
y el más mayor, 72. En el intervalo de 18 a 38
años se acumula el 51,5% de la muestra.
6.1.9 Creenciasreligiosas. Se declara
(Figura 2, pág. 129)
creyente practicante el 46,6% de la muestra,
6.1.3 Zona de creyente no practicante, el 31,1% y no cre¬
procedencia. La zona de
yente el 11,7%. (Figura 9, pág. 137)
procedencia de los pacientes era de tipo
urbano en el 70,9%, semirural en el 4,9% y
rural en el 23,3%. (Figura 3, pág. 131)
6.2 DATOS REFERIDOS A LA ENFERME¬
DAD
6.1.4 Nivel de estudios. El 4,9% de la
muestra eran analfabetos. El 22,3% no ha¬
6.2.1 Tipo de esquizofrenia.El 61,2% de
bían completado estudios primarios. El
sus
34% tenían estudios primarios. El 14,6% pacientes presentaban esquizofrenia de tipo
habían completado el bachillerato superior. El paranoide; el 15,5% residual, el 13,6% desor¬
2,9% poseían un título universitario de grado ganizada, el 7,8% indiferenciada y el 1%
catatónica. (Figura 10, pág. 139)
medio y el 1,9% (2 pacientes), un título uni¬
versitario superior. (Figura 4, pág. 131)
6.2.2 Cronicidad. El 78,6% de pacientes
6.1.5 Situación laboral. El 66%
eran crónicos, el 18,4% crónicos con exacer¬
eran pensio¬
bación aguda, el 1,9% subcrónicos y el 1%
nistas, el 13,6% no habían trabajado nunca,
en remisión. (Figura 11, pág. 139)
el 7,8% estaban de baja y el 6,8% en paro.
Sólo el 2% trabajaba y el resto (3,8%) eran
6.2.3 Situación actual. El 60,2% de pacien¬
estudiantes o amas de casa. (Figura 5,pág.
tes se hallaban en situación de larga estancia
133)
(>6 meses), el 20,4% en centro u hospital de
6.1.6 Estado civil. 81 día, el 8,7% en control ambulatorio, el 3,9%
pacientes (78,6%) se
hallaban solteros, 17 (16,5%) casados, 4
en ingreso de media estancia (<6 meses) y el
2,9% en ingreso de corta estancia (<2 me¬
(3,9%) separados y 1 (1%) divorciado. (Figu¬
ra 6,pág. 133) ses). (Figura 12, pág. 141)
115
6.2.4 Edad de inicio de la enfermedad. La que se halla en el intervalo que refleja "dete¬
mediana de la muestra se halla en los 19 rioro en la evaluación de la realidad o en la
años. La edad media de inicio de la enferme¬ comunicación. O deterioro importante en
dad es de 21,5 años. (Figura 13, pág. 143) diferentes áreas, comotrabajo, escuela y
relaciones familiares,
capacidad de juicio,
La edad media de inicio de la enfermedad en pensamiento o estado de ánimo". (Figura
los varones fue de 19,4 años, mientras que 16,pág. 151)
en las mujeres fue de 23,1. (Tabla 3,
6.27Deliros
pág. 143)
-
mediana de 4, que corresponde al ítem "con¬ yor deterioro social, que los nacidos en zonas
tactos ocasionales rurales (53,9). (Tabla 12,pág. 151). Por otra
parejas, con o sin jue¬
con
go o relación sexual". (Figura 14,pág. 145) parte, la mejor adaptación social actual es
obtenida por los pacientes ambulatorios (60,6
El funcionamiento sociosexual en el GAF actual), seguidos por los ingresa¬
premórbido
fue algo peor en los varones (3,97) que en dos en hospital de día, corta o media estan¬
las mujeres (3,42). (Tabla 5, pág. 147) cia (50,7) y los ingresados de larga estancia
puntuación media del GAF actual es de 46,5 18,5% de la muestra (10,7%, delirio completo
y del GAF a un año, de 45,5. La mediana del y 7,8% delirio parcial). El 79,6% no referían
GAF actual se halla en 45, que refleja "sínto¬ delirios de contenido sexual. (Figura 17,pág.
mas graves, o deterioro grave en la actividad 157).
social, laboral o escolar) (Figura 15,pág. No se hallan diferenciassignificativas según
149). La mediana del GAF a un año es de 40, el sexo (Tabla 21,pág. 157).
116
El funcionamiento sociosexual premórbido los que no presentan) y visuales (33 años
fue ligeramente mejor en los pacientes con contra 42,1 los que no presentan). Las
delirios sexuales, sin alcanzar significación. alucinaciones cenestésicas se presentan en
(Tabla 22,pág. 157). individuos ligeramente mayores (45,8 años
contra 41,6 años los que no presentan).
Los pacientes con delirios sexuales obtienen (Tabla 29,pág. 163)
un peor GAF (36,9) que los que no presentan
33567,,ppáágg..
delirios (48,7). (Tabla 23,pág. 159). Los pacientes con trastornos sensopercepti¬
vos obtienenun GAF peor (39,7) que los que
Los delirios de contenido sexual fueron más no los presentan (47,6). (Tabla 30,pág. 163)
frecuentes entre lospacientes con esquizo¬
freniaparanoide (27%), frente a sólo el 5,3% Los trastornos sensoperceptivos de conteni¬
de los pacientes de todos los demás tipos. do sexual fueron comunicados por el 17,5%
(Tabla 24,pág. 159) de los esquizofrénicos paranoides y el 5,1%
de los demás tipos de esquizofrenia. (Tabla
Presentaban delirios sexuales el 25% de los 31,pág. 163)
no creyentes o no practicantes, frente al
10,6% de los creyentes practicantes. (Tabla 6.2.9 Síndrome de Clérambault. Se halla
167)
Las diferencias por sexo, en cuanto a las
alucinaciones auditivas y visuales fueron Todos los
pacientes con Clérambault se
poco importantes. Las cenestésicas, en inscriben en la categoría de "exclusiva o
117
Todos los pacientes con Clérambault se Las frecuencias de consumo para el canna¬
hallan en el grupo inferior de nivel de estu¬ bis 5
pacientes esporádicamente, uno
eran:
4432,,ppáágg..
La frecuencia de consumo de alcohol era:
padecido enfermedades que podían afectar cativas para el alcohol (27,9% de hombres
al funcionamiento sexual. (Figura 19,pág. vs. 12,3% de mujeres). (Tabla 40,pág. 173)
171)
Resultan significativas las diferencias de
Sólo es reseñable que los 4 pacientes que edad en cuanto al consumo de cannabis
118
La edad media de inicio de la masturbación No se hallan diferencias significativas en
fue de 14,1 años para los hombres y de 17,1 cuanto a la edad de inicio de las relaciones
para las mujeres. (Tabla 45,pág. 177) coitales, según las creencias religiosas,
aunque los creyentes practicantes las inicia¬
El 97,7% de los hombres refería haberse ron algo más tardíamente (21,1 años, frente
119
Laopinión sobre la sexualidad es significati¬ mujeres no se habían masturbado en ei
vamente más desfavorable en los pacientes último año, por sólo el 7% de hombres. (Ta¬
645,pág.
6.5.2 Orientación sexual. Se declara exclusi¬ cuencia diaria, semanal o mensual tiene una
vamente heterosexual el 82,5% de la mués edad de 32,6 años, el grupo de "alguna vez al
tra, predominantemente heterosexual el año" tiene 42,9 y el grupo que no se ha
6,8%, preferentemente heterosexual el 3,9% masturbado en el último año, 50,1. (Tabla
195)
6.5.3 Frecuencia de masturbación. El
36,9% de la muestra no había practicado la Un 62,5% de los creyentes practicantes no se
masturbación en el último año. El 10,7% masturban actualmente, frente a un 29,3% de
alguna vez al año, el 21,4% alguna vez al los no creyentes o no practicantes. (Tabla
mes, el 12,6% alguna vez a la semana, el 195)
4,9% casi diariamente y el 1% con mayor
frecuencia (Figura 24,pág. 191) La opinión sobre la sexualidad y la frecuencia
de masturbación aparecen relacionadas,
La frecuencia actual de masturbación, toman¬ aunque las diferencias no alcanzan signifi¬
do como referencia el último año, era muy cación estadística. El 20,7% de los pacientes
superior para los hombres. Mientras que el que no se masturban mantienen una opinión
76,7% de hombres se masturbaban con una negativa de la sexualidad, frente a sólo el 5%
frecuencia mínima mensual (37,2% mensual, de los que la practican con una frecuencia
25,6% semanal y 11,6% "casi diariamente"), igual o superior a la mensual. (Tabla 66,pág.
sólo el 17% de mujeres mantenía esta fre¬ 195)
cuencia. En el otro extremo, el 74,5% de las
120
La edad de inicio de la masturbación parece En los últimos 6 meses había practicado el
mantener una relación inversa con la fre¬ coito el 31,8% de los hombres y el 12,5% de
cuencia de práctica, de modo que frecuen¬
su las mujeres. (Tabla 72,pág. 201)
cias más bajas corresponden a edades de
inicio más altas. Los pacientes que no se Los 21 individuos de la muestra que sí lo
6709,,ppáágg..
habían masturbado en el último año referían practican tienen 31,6 años de edad media,
una edad de inicio de 18,5 años, frente a los contra los 44,5 de los que no lo practican.
16,2 de los que se masturbaban "alguna vez (Tabla 73,pág. 201)
al año", y
los 13,9 de los que mantenían una
frecuencia igual o superior a la mensual. Todos pacientes que practican coito
los
(Tabla 67,pág. 197) mantienen buena opinión sobre la sexua¬
una
algún tipo de relación de pareja es de 34,1 alcanzan significación estadística, son las
años, frente a los 44,7 de los que no mantie¬ halladas según las creencias religiosas y la
nen ningún tipo de relación de pareja. (Tabla existencia de experiencias traumáticas. En
cuanto a las primeras, practican coito el
199)
30,2% de los no creyentes o no practicantes,
Todos los pacientes que mantienen algún frente al 17,4% de los creyentes practicantes.
tipo de relación de pareja mantienen una (Tabla 77,pág. 205). De los pacientes que
opinión positiva de la sexualidad, frente al refirieron abusos sexuales, el 36,4% practica¬
78,8% de los que no tienen pareja. (Tabla ba el coito, frente al 19,5% del resto. (Tabla
practicantes (70,5%) la diferencia no alcanza Con anterioridad a los últimos seis meses,
significación estadística. (Tabla 71,pág. 199) manifiestan haber padecido trastornos del
impulso sexual el 4,9% de pacientes, tras¬
6.5.5 Práctica del coito. Practicó el coito en tornos de la excitación el 3,9%, trastornos del
los últimos 6 meses el 20,4% de la muestra. orgasmo el 2,9%, dispareunia el 4,9% yotras
El 76,7% no lo practicó por diversos motivos. disfunciones el 4,9%. No se comunica ningún
(Figura 26,pág. 201) caso de vaginismo. En conjunto, el 14,6% de
121
la muestra refiere haber presentado disfun¬ Las disfunciones atribuidas a la medicación
ciones anteriores. (Tabla 79,pág. 207) son referidas con mayor frecuencia por los
hombres que por las mujeres. La diferencia,
El haber padecido disfunciones con anteriori¬ en todas las disfunciones, alcanza una eleva¬
dad es referido más frecuentemente por
los da significación estadística. (Tabla 84,pág.
hombres que por las mujeres, a excepción de 211)
la dispareunia: Trastornos del impulso sexual
los refiere el 10% de hombres, frente al 2,3% Los individuos que refieren dificultades se¬
de mujeres (no significativo); trastornos de la xuales atribuidas a la medicación son de
122
los que no refieren problemas sexuales con muestra, aunque las diferencias no alcanzan
la medicación (Tabla 91,pág. 219) significación (Tabla 100,pág. 227)
problema sexual. (Tabla 92,pág. 219) autosexualidad practica el coito, mientras que
éste es practicado por el 40,9% de los que
Los problemas en la autosexualidad son refieren dificultades orgásmicas. (Tabla
referidos con más frecuencia, con una dife¬ 103,pág. 231)
rencia significativa, por los hombres que por
las mujeres (Tabla 93,pág. 221) 6.6.4 Disfunciones en las relaciones coita-
(n=21)
Los pacientes que comunican disfunciones Insatisfacción fem.: 2. N9 casos 5: 0
en la autosexualidad, las refieren asimismo
atribuidas a la medicación. (Tabla 97,pág. Evitación fem.: 2. N9 casos 5: 2
225) (Tabla 98,pág. 225) (Tabla 99,pág. 227) No sensualidad fem.: 3. N9 casos i5: 1
Vaginismo: 6. N9 casos 5: 6
Los pacientes que refieren problemas en la Anorgasmia: 2. N9 casos 5: 2
autosexualidad, mantienen una opinión sobre
la sexualidad más favorable que el resto de la
123
(Tabla 104,pág. 231) (Tabla 105,pág. Los hombres que refieren disminución del
233) (Figura 27,pág. 233) (Figura deseo sexual en la autosexualidad y
atribuido
a la medicación, obtienen una mejor puntua¬
28,pág. 235)
ción total (Tabla 121,pág. 243) y en la escala
En el perfil destaca que, con excepción del de infrecuencia. (Tabla 122,pág. 243)
mujeres (2,57), aunque la diferencia no Los hombres que refieren experiencias se¬
alcanza significación estadística. (Tabla xuales traumáticas puntúan mejor en el
significativa en la escala de impotencia peor los hombres que refieren abusos sexua¬
(Tabla 107,pág. 235) y una elevación, que no les (Tabla 128,pág. 245).
alcanza significación estadística, en la escala
de infrecuencia (Tabla 108,pág. 237) En la mujer, los abusos sexuales se asocian
a una peor puntuación en el GRISS total
Los hombres que refieren trastornos de la (Tabla 129,pág. 245) y en las escalas de
excitación en la autosexualidad o atribuidos infrecuencia (Tabla 130,pág. 247), no sen¬
a la medicación, presentan una mejor pun¬ sualidad (Tabla 131,pág. 247) y anorgasmia
tuación en la escala de eyaculación precoz (Tabla 132,pág. 247).
(Tabla 109,pág. 237)
6.7 ESQUIZOFRENIA Y SEXUALIDAD
Las mujeres que refieren trastornos orgásmi-
cos en la autosexualidad presentan una peor 6.7.1 Edad de inicio de la enfermedad y
puntuación en las escalas de anorgasmia sexualidad. La edad de inicio de la enferme¬
(Tabla 110,pág. 237), infrecuencia (Tabla dad significativamente más prematura en
es
111 ,pág. 237), insatisfacción (Tabla 112,pág.
los solteros(20,7 años) que en los casados
239) y de no comunicación (Tabla 113,pág. o separados (24,4 años). (Tabla 133,pág.
124
Los pacientes antecedentes de experien¬ 142,pág. 255), el tipo de relación actual
161.4478,,3ppSáágign..toma logía
con
cias sexuales traumáticas presentan un inicio (Tabla 143,pág. 255), la práctica del coito
de la enfermedad más precoz, aunque las (Tabla 144,pág. 257) y la existencia de
diferencias no alcanzan
significación estadís¬ disfunciones anteriores (Tabla 145, pág.
tica. Los pacientes que refieren abusos 257) .
Los individuos que practican coito iniciaron Tampoco se observan diferencias entre
su enfermedad a los 19 años, frente a los ambos grupos de pacientes en la frecuencia
22.2 de los que no lo practican (Tabla de masturbación, que practican con una
125
los no delirantes yviolencia sexual, el 16,7% (frente al 5,3%) y dispareunia (frente al
de los delirantes, frente al 7,8% de los no 6,8%). (Tabla 158,pág. 265)
delirantes. (Tabla 152,pág. 261)
No existen diferencias en cuanto a disfuncio¬
126
-
Un peor GAF correlaciona con una puntua¬ trastornos erectivos. (Tabla 176,pág. 277)
ción más patológica en la escala de no
comunicación del GRISS de las mujeres, A pesar de ello, un mayor porcentaje de
pero no con una alteración de la respuesta consumidores de alcohol practicaban coito
sexual (Tabla 169,pág. 273) (36,8% vs. 17,7%). (Tabla 177,pág. 279)
el exterior (ambulatorios y hospital de día) función del tratamiento con los principales
hallamos un 65,5% que practican la mastur¬ neurolépticos. Consignaremos, sin embargo,
bación con una frecuencia igual o superior a los perfiles básicos: los pacientes con
la mensual, por sólo el 29,4% de los ingresa¬ haloperidol presentan más disminución del
dos en larga estancia. Por otra parte, el deseo sexual, más dificultades orgásmicas y
mente masturbación, frente al 24,1% que no 178,pág. 279); los pacientes con tioridazina,
la practica de los pacientes ambulatorios y de más dificultades de excitación y orgásmicas
hospital de día. (Tabla 170,pág. 273). (Tabla 179,pág. 281); los pacientes con
levomepromazina, menos disminución del
Sólo el 8,1% de los pacientes ingresados en deseo sexual, menos dificultades de excita¬
larga estancia mantiene algún tipo de rela¬ ción y más dificultades orgásmicas (Tabla
ción de pareja, frente al 50% de los demás 180,pág. 281) y los pacientes con flufenazina,
grupos. (Tabla 171,pág. 275) menos dificultades de excitación y orgásmi¬
127
cas en la autosexualidad (Tabla 189,pág. Un porcentaje mayor de pacientes con litio
289), aunque las diferencias no alcanzan mantiene algún tipo de relación de pareja
significación estadística. (Tabla 191 ,pág. 291) y practica el coito que el
resto de la muestra, aunque en este último
128
7 RESULTADOS (Tablas y gráficos)
7.1.1 Sexo
Hombres
(59) 57,3%
Figura 1. Sexo
7.1.2Edad
25 -
23
20
16
15
13
¡pliÉl¡lili
10
2 2
0
<25a. 25-29a. 30-34a. 35-39a. 40-44a. 45-49a. 50-54a. 55-59a. 60-64a. 65-69a. > =70a.
anos
Figura 2. Edad
129
7.1.3 Zona de procedencia
131
7.1.5 Situación laboral
133
Varones Mujeres Total
n % n % n %
100
80
60
40
20
n°
135
7.1.8 Nivel socioeconómico
<1 millón
(36) 35,0%
5-10 millones
(6) 5,8%
^,-5 millones
(19) 18,4%
137
7.2 DATOS REFERIDOS A LA ENFERMEDAD
Paranoide
(14) 13,6%
7.2.2 Cronicidad
Figuran. Cronicidad
139
7.2.3 Situación actual
n X S Md Qi q3
141
7.2.4 Edad de inicio de la enfermedad
60
50
años
n X S Md Qi q3
Varones 44 19,39 4,58 18 17 20
Desconocido (1)
143
| n X S Md Qi Q3 ¡
Ambulatorio 9 23,33 6,73 22 17 30 ¡
] Hosp. dia cort.-med. est. 28 18,11 3,06 18 16 I 18,75 |
Larga estancia 61 22,18 6,79 20 18 25,5 j
Tabla 4. Edad de inicio de la enfermedad en función de la situación actual
X2= 11,88 ; p= 0,003
Desconocido (5)
35
31
30
25
20
18
16
15
15
10
10
í
7
FSSP
145
n
X S Md Qi q3
n X S Md Qi q3
n X S Md Qi q3
n r p
147
i n X S Md Qi q3
i
Otros tipos 31 3,45 1,84 4 1 5
n r P
:
Tabla 10. Correlación de la adaptación global actual con el funcionamiento socio-sexual premórbido
Interés sólo en el propio sexo (10)
Desconocido (6)
149
n
30
27
25 24
20
17
16
15
13
10
GAF
n r P
Tabla 11. Correlación de la adaptación global actual con la adaptación global último año
Desconocido (2)
n x s Md Qi Q3
Desconocido (3)
151
n X S Md Qi q3
n X S Md Qi Q3
Desconocido (2)
n r P
n X s Md Qi q3
153
n :
x ' S Md Q1 Q3
FPI o inferior 79 46,39 15,49 40 31 60
FPII o superior 21 46,81 17,83 45 32,5 63
Desconocido (3)
n X S Md Qi q3
Desconocido (7)
n r p
Tabla 19. Correlación de la edad de inicio de la enfermedad con adaptación global actual
Desconocido (3)
n X S Md Qi q3
155
7.2.7 Delirios de contenido sexual
n X S Md Qi q3
157
n X S Md Qi q3
n % n % n %
No creyente o
Creyente-practicante Total
No practicante
n % n % n %
159
7.2.8 Alucinaciones de contenido sexual
Si No Desconocido Total
n % n % n % n %
Sí No Total
n % n % n %
Sí 3 7 2 1 3,4 5 5
Auditivas 1 0,65 N.S.
No 40 93 56 96,6 96 95
Sí 1 2,3 1 1,7 2 2
Visuales 2 N.S.
No 42 97,7 57 98,3 99 98
161
Sí 5 35 8 36 27 42,5
Auditivas -1,1 N.S.
No 96 42,32 13,60 38 31 53,75
Sí 2 33 -
33 - -
n X S Md Q1 q3
n % n % n %
No creyente o
Creyente-practicante Total
No practicante
n % n % n %
165
Delirantes No delirantes Total
n % n % n %
n X S Md Qi Q3
Desconocido (13)
167
Sin pareja Con pareja Total
n % n % n %
n % n % n %
169
7.3 HISTORIA MEDICA
n %
Cocaína 1 1,0
Cannabis 7 6,8
Alucinógenos 2 1,9
Alcohol 19 18.4
Otros 22 21.4
171
Varones Mujeres Total
n % n % n %
n x S Md Q, Q3 X2 p
Sí 7 31,57 5,35 32 25 35
Cannabis, -2,3 0,02
No 94 43,22 13,58 40 31,75 55,25
Sí 2 33 2,83 33 31
Alucinóg. 2 -1,0 N.S.
No 99 42,61 13,56 39 31 54
Sí 19 35,68 8,53 33 31 40
Alcohol 3 I -2,3 : 0,02
No 81 43,91 14,06 40 32 58
7.3.3 Fármacos
n %
Neurolépticos 102 99
Antiparkinsonianos 70 68
Ansiolíticos e hipnóticos 37 35,9
Antidepresivos 9 8,7
Litio 6 5,8
173
n %
Sulpiride 1 1
Trifluoperazina 12 11,7
Clotiapina 16 15,5
Haloperidol 46 44,7
Clorpromazina 3 2,9
Pipotiazina 10 9,7
Tioridazina 37 35,9
Fiufenazina 28 27,2
Pimozida 2 1,9
Levomepromazina 36 35
Otros 12 11,7
No neurolépticos 1 1
n X S Md Qi q3
Desconocido (2)
175
7.4 HISTORIA SEXUAL
años
n x S Md Qi q3
177
Sí masturbación Nunca masturbación Total
n % n % n %
Total 63 70 27 30 90 100
n X S Md Qi q3
n x S Md Qi q3
179
7.4.2 Edad de inicio del coito
40
30
27
26
años
n X s Md Qi q3
Varones 35 20,63 5,27 19 17 23
Tabla 49. Edad de inicio de las relaciones sexuales coitales por sexo
z=-0,7 ; p= N.S.
Nunca las ha habido (32)
Desconocido (3)
181
Sí reí. sex. coitales Nunca reí. sex. coitales Total
n % n % n %
n r p
Tabla 51. Correlación de la edad con la edad de inicio de las relaciones sexuales coitales
Nunca han tenido relaciones sexuales coitales (32)
Desconocido (3)
n X S Md Qi q3
Tabla 52. Edad de inicio de las relaciones sexuales coitales en función de la zona de procedencia
z= -0,67 ; p= N.S.
Nunca las han tenido relaciones sexuales coitales (32)
Desconocido (4)
n X S Md Qi q3
Tabla 53. Edad de inicio dde las relaciones sexuales coitales en función de las creencias religiosas
z= -0,36 ; p= N.S.
Nunca han tenido relaciones sexuales coitales (32)
Desconocido (9)
183
7.4.3 Experiencias sexuales traumáticas
Si No Desconocido Total
n % n % n % n %
Sí 0 0 9 16,7 9 9,3
Violencia sexual 2 7,9 0,005
No 43 100 45 83,3 88 90,7
Sí 7 10,6 3 12 10 11
Abusos1 0,04 : N.S
No 59 89,4 22 88 81 89
Violencia Sí 6 9 3 12 9 9,8
0,19 N.S
sexual No 61 91 22 88 83
2 90,2
185
7.5 CONDUCTA SEXUAL
Muy satisfactoria
(25) 24,3%
Agradable
(50) 48,5%
Desconocida
(14) 13,6%
Degradante
(3) 2,9%
Desagradable
(11) 10,7%
n % n % n
Positiva 40 93 35 76,1 75
Negativa 3 7 11 23,9 14
n % n % n %
Positiva 48 80 23 92 71 83,5
Negativa 12 20 2 8 14 16,5
187
Positiva Negativa Total
■
X2 p
n % n % n %
Sí 2 100 0 0 2 2,4
Incesto, N.S.
No 69 84,1 13 15,9 82 97,6
Violencia Sí 4 50 4 50 8 9,4
8,21 0,004
sexual No 68
3 88,3 9 11,7 77 90,6
189
Paranoide Otros tipos Total
n % n % n %
50
40 38
30 L
22
20
13
11
10MÍIIMÍIM
5
HBÉÍ¡|| jMBHBBH 1
o
Nunca Anual Mensual Semanal Diario Más frec.
frecuencia
191
Varones Mujeres Total
n % n % n %
n X S Md Qi q3
n % n % n %
193
Bajo, medio-bajo Medio-alto, alto ,
Total
n % n % n %
Creyente- No creyente o
Total
practicante No practicante
n % n % n %
195
n X S Md Qi q3
197
n X S Md Qi q3
n % n % n %
No creyente o
Creyente-practicante Total
No practicante
n % n % n %
199
7.5.5 Práctica del coito
Sí practica
(21) 20,4%
Desconocido
(3) 2,9%
No, otros motivos
No, sin pareja
(5) 4,9%
(72) 69,9%
No, probl. pareja
(1) 1,0%
n % n % n %
n X S Md Qi q3
201
Positiva Negativa Total
n % n % n %
n X S Md Qi q3
Tabla 75. Edad de inicio de la masturbación en función de la práctica actual del coito
z= -2,20 ; p= 0,03
Nunca se han masturbado (27)
Desconocido (13)
n X S Md Qi q3
No últ. 6 meses 45 21,73 5,65 21 18 23
Tabla 76. Edad de inicio de las relaciones sexuales coitales en función de la práctica actual del coito
z= -2,37 ; p= 0,02
Nunca han tenido relaciones sexuales coitales (32)
Desconocido (5)
203
Creyente- No creyente o Total
practicante No practicante
n % n % n %
No últ. 6 Sí últ. 6
Total
meses meses
n % n % n %
205
7.6 DEFUNCIONES SEXUALES
Sí No Desconocido Total
n % n % n % n %
Sí - -
0 0 0 0
Vaginismo 4
No - -
43 : 100 43 100
Tabla 80. Disfunciones sexuales anteriores a los últimos seis meses por sexo
Desconocido (1,3,5:20, 2:19, 4:16)
207
n x s Md Oí Q3 X2 P
Sí No Total
X2 P
n % n % n %
Sí 0 0 0 0 0 0
Vaginismo 4
No 6 100 35 100 41 100
Sí 2 20 3 4,2 5 6,2
Dispareunia 5 N.S.
No 8 80 68 95,8 76 93,8
Sí 0 0 4 4,7 4 4,2
Otras 6 N.S.
No 11 100 81 95,3 92 95,8
209
7.6.2 Disfunciones atribuidas a la medicación
Si No Desconocido Total
n % n % n % n %
Aum. Sí 0 0 2 3,6 2 2
N.S.
deseo sex.
No 43 100 53 96 98
2
96,4
Otros
Sí 0 0 2 3,4 2 1,9 j N.S.
No 44 100 57 96,6 101 98,1
Tabla 84. Presencia de efectos secundarios de la medicación sobre la sexualidad por sexo
Desconocido (1,2,4:5,3:6)
211
n x S Md Q1 Q3 X2 p
Tabla 85. Edad en función de los efectos secundarios de la medicación sobre la sexualidad
Desconocido (1,3:5 ;2:6)
N.S.
deseo sex. 2
No 58 98,3 38 97,4 96 98
Tabla 86. Presencia de efectos secundarios de la medicación sobre la sexualidad en función del tipo
deesquizofrenia
Desconocido (1,2,4:5 ; 3:6)
213
Creyente- No creyente o
Tota) signific.
practicante No practicante
n % n % n % X2 P
Aum. Sí 1 50 1 50 2 2,3
•
N.S.
deseo sex. 2
No 44 51,2 42 48,8 86 ; 97,7
Tabla 87. Presencia de efectos secundarios la medicación sobre la sexualidad en función de las
creencias religiosas
Desconocido (1,2,4:15 ; 3:16)
Sí 1 100 0 0 1 1,1
Otros 4
“
N.S.
No 74 84,1 14 15,9 88 98,9
215
No Alg. vez Mensual o
Total
actualm. año más X2 p
n % n % n % n %
73,6
Aum. Sí 1 50 0 0 1 50 2 2,3
:
0,3 N.S.
deseo sex.
No 34
2 40,0 11 12,9 40 47,1 85 97,7
217
No últ. 6 Sí últ. 6
Total
meses meses
n % n % n %
Tabla 91. Práctica actual del coito y efectos secundarios de la medicación sobre la sexualidad
Desconocido (1,3:7 ; 2:8)
Si No Desconocido Total
n % n % n % n %
219
Varones Mujeres Total Significación
n % n % n % X2 P
Sí 1 2,3 1 3 2 2,6
Otros 0,0 N.S.
No 42 97,7 32 97 74 97,4
Tabla 93. Problemática con la autosexualldad entre los que practican masturbación en función del sexo
Nunca se han masturbado
(27)
Desconocido (1,3,4:9 ; 2:10)
n X S Md Qi q3 P
221
FPI FPII
Total
o inferior o superior x2
n % n % n %
223
Sí No Total
X2 P
n % n % n %
Dism. Sí 18 90 2 10 20 29,9
42,2 : <0,00001
impul. sex. No 4 8,5 43 91,5 47 70,1
Tabla 97. Disminución del deseo (efectos secundarios de la medicación sobre la sexualidad) y
problemas con la autosexualidad
Nunca se han masturbado (27)
Desconocido (9)
Sí No Total
P
n % n % n %
Dism. Sí 8 40 12 60 20 30,3
0,002
impul. sex. No 4 8,7 42 91,3 46 69,7
225
Sí No Total
X2 p
n % n % n %
Dism Sí 13 65 7 35 20 29,9
26,5 i <0,00001
impul. sex. No 3 6,4 44 93,6 47 70,1
Dism. Sí 18 90 2 10 20 31,3
0,19
impul. sex. No 41 93,2 3 6,8 44 68,8
227
Sí No Total
V2
X P
n % n % n %
Dific. Sí 2 20 11 20 13 20,0
0,0 N.S.
excitación No 8 80 44 80 52 80,0
Sí No Total
X2 p
n % n % n %
Dism. Sí 1 20 18 30 19 29,2
0,22 N.S
impul. sex. No 4 80 42 70 46 70,8
229
No últ. 6 Sí últ. 6
Total
meses meses x2 P
n % n % n %
Sí No Total
n % n % n %
No sensualidad 7 50 7 50 14 100
No comunicación 7 50 7 50 14 100
Tabla 104. Disfunciones sexuales actuales en los varones que practican coito
231
Sí No Total
n % n % n %
Tabla 105. Disfunciones sexuales actuales en las mujeres que practican coito
mediana
9
6
6 m
4,5
■
2
1,5
1
^
<? / / ^ j? r
233
mediana
9
n X S Md Qi q3
Varones 14 3,86 1,79 3,5 2 6
n X S Md Qi q3 z P
excitación
-2,39 0,02
No 9 3,19 1,49 3 2,33 4
-1,91 0,06
excitación No 11 3,51 1.59 3 2,67 5
235
n X S Md Qi q3 z p
-0,31
excitación No 11 5,36 2,98 6 3 8
n X S Md Oí q3 z P
excitación
-2,18 0,03
No 11 5,21 1,72 5,33 4 7
n X S Md Qi q3 z P
-1,03 N.S.
orgasmo No 5 2,6 2,51 2 1 4,5
n X S Md Qi q3 z P
:
-0,80 ; N.S.
orgasmo No 5 4,80 2,17 5 3 6,5
237
n S Md q3 z p
X
9.1
Probl. autosex. Sí 2 3 1,41 3 2 -
-0,62 N.S.
orgasmo No 5 2,4 1,52 2 1 4
n X S Md Qi Q3 z p
-1,61 N.S.
orgasmo No 5 5 1,41 5 4 6
n X S Md Qi q3 z P
-1,9 0,05
Dispareunia No 5 24,8 2,78 24 22,5 27,5
Tabla 114. Puntuación total GRISS en mujeres en función de dispareunia como disfunción anterior
n X S Md Qi q3 z P
Sí 2 0,71 7,5 7
Disfunc. anter. 7’5
-
:
-2 0,04
Dispareunia No 5 4.2 1,3 5 3 5
n X S Md Qi q3 z P
-0,6 N.S.
Dispareunia No 5 2,4 1,52 2 1 4
239
n x S Md Q, Q3 z p
n X S Md Q1 Q3 z P
n X S Md Q1 q3 z P
n X S Md Q1 q3 z P
0,0 N.S
Dispareunia No 5 2,8 2,39 2 1,5 4,5
241
n X S Md Qi q3 z P
Tabla 121. Puntuación total GRISS en varones en función de: efectos secundarios de la medicación
sobre el deseo sexual y problemas de impulso sexual en la autosexualidad
n X S Md Qi q3 z P
Tabla 122. Infrecuencia en varones en función de: efectos secundarios de la medicación sobre el deseo
sexual y problemas de impulso sexual en la autosexualidad
n X S Md Qi q3 z
Tabla 123. Infrecuencia en mujeres en función de efectos secundarios de la medicación sobre el deseo
sexual
n X S Md Qn O N P
Sí 3 23,33 2,08 24 21
Abusos -1,18 N.S
No 11 29,61 8,53 28 24 36
Tabla 124. Puntuación total GRISS en varones en función de los abusos sexuales
243
n x S Md Q1 Q3 z p
Sí 3 3,33 2,52 3 1
Abusos -0,56 N.S.
No 11 4,15 1,50 4 3 6
n x S Md Q1 Q3 z p
Sí 3 2 1,73 1 1
Abusos : -1,68 0,09
No 11 3,88 1,93 5 2 5,33
n x S Md Q1 Q3 z p
Sí 3 4 3,61 3 1 -
n x S Md Q1 Q3 z p
Sí 3 3 1,73 4 1 -
n x S Md Q1 Q3 z p
Sí 1 32 - - -
Abusos
No 5 28 6,67 26 23 34
Tabla 129. Puntuación total GRISS en mujeres en función de los abusos sexuales
Desconocido (1)
245
n Md Q1 Q,
Sí 1 7
Abusos
No 5 5 2,12 3,5 6,5
n X Md Qi CU
Sí 1 4
Abusos
No 5 3,4 2,88
n Md Q1
Sí 1 7
Abusos
No 5 2,6 2,5 4,5
247
7.7 ESQUIZOFRENIA Y SEXUALIDAD
n X S Md Q! q3
n r P
Tabla 134. Correlación de: edad de inicio de la masturbación y edad de inicio de las relaciones sexuales
coitales con la edad de inicio de la enfermedad
1
Nunca se han masturbado (27). Desconocido (13)
2
Nunca han tenido relaciones sexuales coitales (32). Desconocido (3)
n x S Md Qi Q3 z P
Sí 11 18,82 2,23 18 18 20
Abusos , -0,68 N.S.
No 84 21,73 6,81 19 17 25,25
249
n X S Md Qi q3
n X S Md Ql q3
No últ. 6 meses 78 22,21 6,66 20 17 25,5
Tabla 137. Edad de inicio de la enfermedad en función de la práctica actual del coito
z= -2,28 ;p= 0,02
Desconocido (4)
n X S Md Qi Q3 z P
Trast. Sí 5 19 2 18 17,5 21
-0,48 N.S
impulso sex. 1 jg0 78 21,7 6,7 19 17 23
Trast. Sí 3 19 1 19 18
-0,12 N.S
orgasmo 3 No 80 21,6 6,6 19 17 23
251
n X S Md Qi q3 z
253
7.7.2 Funcionamiento sociosexual premórbido y sexualidad
n X S Md Qi q3
n r p
Tabla 141. Correlación de la edad de inicio de relaciones sexuales coitales con el funcionamiento
socio-sexual premórbido
Interés sólo enel propio sexo (10)
Nunca han tenido relaciones sexuales coitales (32)
n X S Md Qi q3
Sí masturbación 54 3,43 1,42 4 2,75 5
n X S Md Qi q3
255
n X S Md Qi q3
Tabla 144. Funcionamiento socio-sexual premórbido en función de la práctica actual del coito
z= -0,85 ; p= N.S.
Interés sólo en el propio sexo (10)
Desconocido (7)
n X S Md Qi q3 z P
-1’0 N.S
excitación No 71
2 3,44 1,56 4 2 5
Trast. Sí 2 3 1’41 3 2 -
-0,55 N.S
orgasmo 3 No 71 3,49 1,57 4 2 5
Sí _
_ _ _ _ _
Vaginismo 4
” "
No 41 3,1 1,74 3 1 5
Sí 5 3 1,87 4 1 4,5
Dispareunia 5 -0,64 N.S
No 68 3,52 1,54 4 2,25 5
Sí 5 2,6 1,67 3 1 4
Otras 6 -1,51 N.S
No 84 i 3,7 1,51 4 3 5
n r p
257
n r P
Tabla 147. Correlación del GRISS (varones) con el funcionamiento socio-sexual premórbido
Desconocido (1)
n X S Md Qi q3
n % n % n %
n X S Md Qi q3
Delirantes 15 19,53 3,96 18 17 23
Tabla 150. Edad de inicio de relaciones sexuales coitales en función de delirios sexuales
z= -0,92 ; p= N.S.
Nunca han tenido relaciones sexuales coitales (32)
Desconocido (4)
259
n X S Md Qi q3
261
Delirantes No delirantes Total
n % n % n %
n % n % n %
n % n % n %
263
Delirantes No delirantes Total
n % n % n %
Trast. Sí 2 40 3 60 5 6,2
Trast. Sí 1 25 3 75 4 4,9
excitación No 14 64 78
2 17,9 82,1 ; 95,1
Trast. Sí 5 6,8 0 0 5 6
Sí 5 6,8 0 0 5 6
Dispareunia 4
-
No 69 93,2 9 100 78 94
265
Delirantes No delirantes Total
X2 P
n % n % n %
Dism. Sí 18 29 2 40 20 ; 29,9
0,27 N.S
impul. sex. No 44 71 i
3 60 47 j 70,1
Dific. Sí 13 21 0 0 13 j 19,4
1,30 N.S
excitación No 49 79 5 100 54 80,6
n r p
267
n x S Md Qi Q3
Positiva 73 47,18 16,23 45 33 60
n
X S Md Q1 q3
No actualmente 38 46,92 14,57 ; 42,5 40 60
n X S Md Q1 q3
Sin pareja 78 44,23 15,4 40 30 54,75
n X S Md Q1 q3
No últ. 6 meses 77 45,38 15,3 40 30,5 60
Tabla 165. Adaptación global actual en función de la práctica actual del coito
z= -1,39 N.S.
; p=
Desconocido (5)
269
n x S Md .
Q1 : Q3 z p
-0,64 N.S.
orgasmo 3 No 78 48,3 16,2 47,5 38,8 60
n X S Md Qi q3 P
Aum. Sí 1 40 -
40 - -
deseo sex.
No 95
2
45,9 15,9 40 30 60
Dific. Sí 16 48 17,6 50 30 61
N.S.
orgasmo 4 No 80 45,4 15,5 40 32 58,8
Tabla 167. Adaptación global actual en función de efectos secundarios de la medicación sobre la
sexualidad
Desconocido (1,2,4:7 ; 3:8)
271
n X S Md Qi o3 z P
n r p
Tabla 169. Correlación de las subescalas: no comunicación y anorgasmia con la adaptación global actual
(Sólo en mujeres que contestan GRISS)
273
Ambulatorio Corta-Media Larga Total
/ Hosp. día estancia estancia
n % n % n % n %
n % n % n % n %
275
Sin pareja Con pareja Total
n % n % n %
n % n % n %
277
No últ. 6 meses Sí últ. 6 meses Total
n % n % n %
Total 77 98 100
78,6 21 21,4 ;
Tabla 177. Consumo de alcohol y práctica actual del coito
X2= 3,33 ; p= 0,07
Desconocido (5)
Sí No Total
v2
X P
n % n % n %
Tabla 178. Pacientes en tratamiento con Haloperidol y efectos secundarios de la medicación sobre la
sexualidad
Desconocido (1,3:5 ; 2:6)
279
Sí No Total
p
n % n % n %
Tabla 179. Pacientes en tratamiento con Tioridazina y efectos secundarios de la medicación sobre la
sexualidad
Desconocido (1,3:5 ; 2:6)
Sí No Total
P
n % n % n %
281
Sí No Total
X2 p
n % n % n %
Tabla 181. Pacientes en tratamiento con Flufenazina y efectos secundarios de la medicación sobre la
sexualidad
Desconocido (1,3:5 ; 2:6)
Tabla 182. Tratamiento con antidepresivos y presencia de efectos secundarios de la medicación sobre
la sexualidad
Desconocido (1,3:5 ; 2:6)
283
En Tto. Sin Tto. Total
X2 p
n % n % n %
285
No actualmente Alg. vez año Mensual o más Total
n % n % n % n %
n % n % n %
287
En Tto. Sin Tto. Total
X2 P
n % n % n %
Dific. Sí 0 0 13 21 13 19,4
1,30
excitación No 5 100 49 79 54 80,6
289
No actualmente Alg. vez año Mensual o más Total
n % n % n % n %
En Tto. 1 20 1 20 3 60 5 5,6
n % n % n %
291