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sumari

Revista semestral del Col·legi Oficial de Psicòlegs


de la Comunitat Valenciana
VI etapa • núm. 102 • juliol-desembre 2011
editorial 3
Edita: Col·legi Oficial de Psicòlegs
de la Comunitat Valenciana
Equip Directiu dossier 4
Direcció:
Consuelo Claramunt Busó, Gabinet Municipal. Torrent • Intervención cognitivo-conductual en los trastornos de
Subdirecció:
Enrique Cantón Chirivella. Univ. València ansiedad: una actualización
Pedro Rafael Gil-Monte, Univ. València Antonio Cano-Vindel, Esperanza Dongil-Collado, José M. Salguero i
Miguel José Perelló del Rio, Centre d’Aplicacions Psicològiques.
València Cristina M. Wood ..................................................................................4
Equip Editorial:
Responsables de secció: • Las nuevas tecnologías en el tratamiento de los trastornos
María Cortell Alcocer, Clínica de Psicoanálisis. València
Carmel Ortolá Pastor, Gabinet Psicoteràpia Gestalt. València
de ansiedad
Irene Checa Esquiva, Teseo Centro de Psicología R.M. Baños, V. Guillén, A. García-Palacios, S. Quero i C. Botella ......28
Mª Victoria García Cuenca, Gabinet Municipal Torrent
Patricia Esteban Delgado, Gabinet Municipal Torrent • Cognición y emoción en el trastorno por ansiedad
Consuelo Martínez Valero, Centre d’Aplicacions Psicològiques. València
Comité Editorial: generalizada. Implicaciones clínicas
M. Constanza Aguilar Bustamante, Univ. de Santo Tomás, Colòmbia José M. Prados ....................................................................................47
Cristina Aguilar Giner. ALENA. Psicología Clínica i Salut. Valencia.
Francisco Alcantud Marín, Univ. València
Esther Barberá Heredia, Univ. de València
• El trastorno de pánico, con o sin agorafobia, y su tratamiento.
M. Carmen Barrachina Segura, consulta privada. València. Visión actual
Francisco Bas Ramallo, Centre de Psicologia Bertrand Russell, Madrid
Luis Benites Morales, Univ. de San Martín de Porras, Perú Consuelo Martínez Valero, Miguel J. Perelló del Río i
Vicent Bermejo Frígola, Salut Mental Infantil. Conselleria de Sanitat Miguel Hernández Viadel ....................................................................63
Javier Bou Piquer, Associació Sistèmica de València
Jesús Cabezos Fernández, consulta privada. València. • Conductas obsesivo-compulsivas en niños y adolescentes:
Amparo Cabrera Vallet, Consulta privada. València.
María José Cantero López, Univ. València un estudio descriptivo en niños españoles
José Cantón Duarte, Univ. Granada
Maite Cortés Tomás, Univ. de València
Aurora Gavino, Antonio Godoy i Raquel Nogueira ................................. 79
María Victoria del Barrio Gandara, UNED
Edelmira Doménech Llaberia, Univ. Autònoma Barcelona • Catorce años de Intervención en Adolescentes con
Begoña Espejo Tort, Univ. València Fobia Social (1997-2011)
M. Dolores Ferrando Moncholi, consulta privada. València
Enrique Garcés de los Fayos Ruiz, Univ. Murcia José Olivares .......................................................................................90
Francisco Gotzens Busquets, Ajuntament de València
Francisco Hidalgo Mena, Generalitat Valenciana
Elvira Asunción Jaime Coll. MAR. Psicologia Clínica i Jurídica, València
Anette Kreuz –Smolinski, Centre de Teràpia Familiar Fàsica. València
entrevista 110
Ángel Latorre Latorre, Univ. València
Eva León Zarceño, Univ. Miguel Hernández de Elche • Dra. Cristina López Altschwager
Wilson López López, Pontifícia Univ. Javeriana Bogotà i ABA Colòmbia per Consuelo Martínez ......................................................................110
Tomàs Josep Llopis Giménez, Univ. de València
Fernando Lluch Gutierrez, Ajuntament de Cullera
Maribel Martínez Benlloch, Univ. València
Ángel Martínez Moreno, PAINA Consultoria València
praxi 114
Carmen Mateu Marques, Univ. València
Manuel Medina Tornero, Univ. de Murcia • Orientación vocacional y tránsito a la vida activa:
Francisco Xavier Méndez Carrillo, Univ. Murcia una experiencia ilustrativa
María Vicenta Mestre Escrivá, Univ. València
Luís Valentín Montoro González, Univ. València Francisco Manuel Morales Rodríguez ...............................................114
Gonzalo Musitu Ochoa, Univ. València
María del Mar Navarro Díaz, Gabinet Municipal Torrent
José Olivares Rodríguez, Univ. de Murcia
Godoleva Rosa Ortiz Viveros, Institut d’Investigacions Psicològiques, crítica de llibres 126
Univ. Veracruzana, Mèxic
José María Peiró Silla, Univ. València • Aprender a Practicar Mindfulness. Vicente Simón, con la
Jordi Pérez Montiel. Psicólogo. Mediador
Gema Pons Salvador, Univ. de València colaboración de Christopher Germer.
Adriana Rey Anastasi, Institut de Medicina Legal, València
Jesús Rodríguez Marín, Univ. Miguel Hernández, Elche
Per Joaquín Pastor Sirera ..................................................................126
Joan Rovira i Prats, Ajuntament d’Alzira
Juan Sevilla Gascó, Centre de Teràpia de Conducta València • El trastorno obsesivo – compulsivo en niños y adolescentes.
M. Ángeles Tomás Bolos, Gabinet de Psicologia Clínica i Educativa. València
María Victoria Trianes Torres, Univ. Málaga Ana Isabel Rosa Alcázar y José Olivares Rodríguez
Javier Urra Portillo, President de la Comissió Deontològica de Madrid
Rosario Valdés Caraveo, Universidad ELPAC, Chihuahua, México Per Victoria García Cuenca i Patricia Esteban Delgado....................127
Miguel Ángel Verdugo Alonso, Univ. Salamanca
I.S.S.N. 0214-347 X - D.L. V-841-1983.
I.S.S.N. 1989-9076 novetats en... Trastornos de Ansiedad 128

1
Està inclosa en les següents bases de dades:
CINDOC, PSICODOC, LATINDEX,
DIALNET I REDALYC
summaryeditorial 3

dossier 4
• Cognitive-behavioral intervention for anxiety disorders:
an update Consell Editor:
Antonio Cano-Vindel, Esperanza Dongil-Collado, Francisco J. Santolaya Ochando (degà)
Vicenta Esteve Biot (vicedegana 1º)
José M. Salguero and Cristina M. Wood .........................................4 Concepción Sánchez Beltrán (vicedegana 2º)
• New technologies in the treatment of anxiety disorder Mar Lluch Quevedo (vicedegana 3º)
Oscar Cortijo Peris (secretari)
R.M. Baños, V. Guillén, A. García-Palacios, S. Quero Paloma Botella Marco (vicesecretaria)
and C. Botella ..................................................................................28 Miguel A. Torricos Sanchis (tresorer)
Vocals:
• Cognition and emotion in generalized anxiety Amparo Malea Fernández, Rosario Morales Moreno,
Andrea Ollero Muñoz, Manuel R. Peretó i Soriano,
disorder. Clinical implications Pilar del Pueblo López i Juan Luis Quevedo Rodríguez.
José M. Prados ...............................................................................47 Secretària de redacció:
Lidia Tena i Espada
• Panic disorder, with or without agoraphobia,
and its treatment. Present vision Disseny:
Susana Aguilar Giner
Consuelo Martínez Valero, Miguel J. Perelló del Río and
Tirada: 6.400 exemplars
Miguel Hernández Viadel................................................................63
Impressió i maquetació:
Gráficas Antolin Martínez, s.l.
• Obsessive-compulsive behavior in children C/. Barón de Herves, 8 • 46003 Valencia
and adolescents: A descriptive study in Spanish children Tel. - Fax 96 391 89 84 • www.grafamar.com
Aurora Gavino, Antonio Godoy and Raquel Nogueira ....................79 Col·legi Oficial de Psicòlegs de la
Comunitat Valenciana
• Fourteen years of research and implementation Carrer Comte d’Olocau, 1. 46003 València
www.informaciopsicologica.info
of the IAFS Program (1997-2011) revistaip@cop-cv.es
José Olivares...................................................................................90 tf: 96 392 25 95 • fax: 96 315 52 30

interview 110
• Dra. Cristina López Altschwager
by Consuelo Martínez ...................................................................110

praxi 114
• Vocational aptitude and transition to working life:
proven experience
Francisco Manuel Morales Rodríguez .......................................... 114

review of books 126


• Learning to practice mindfulness. Vicente Simon
by Joaquín Pastor Sirera ............................................................... 126
• Obsessive compulsive disorder in children and adolescents.
Ana Isabel Rosa Alcázar and José Olivares Rodríguez
by Victoria García Cuenca and Patricia Esteban Delgado ........... 127

news in… Anxiety Disorders 128

2
editorial
nº 102. Los trastornos de ansiedad
Tal como venimos anunciando, la revista Informació Psicològica está inmersa en una etapa,
marcada por la introducción de innovaciones y cambios, que esperamos sirvan para mejorar
todavía más el nivel de calidad de la revista, así como su impacto.
Nuestro interés es potenciar una publicación de carácter científico de máximo nivel que eng-
lobe la investigación académica y la práctica profesional, haciendo hincapié en este último
aspecto como seña de identidad que la diferencie de otras revistas ya existentes.
Para ello, se considera necesario efectuar una apuesta decidida para la adaptación a las nuevas
tecnologías, incorporando una gestión electrónica que permita agilizar el proceso interno que
abarca desde la recepción de los artículos, pasando por la revisión por parte del comité edito-
rial, hasta llegar a la aceptación y maquetación definitiva. Así, a lo largo del próximo año 2012
se trabajará en esta dirección, realizando las acciones oportunas para la transición a un formato
digital.
El primer cambio visible es la modificación de su periodicidad, que pasa a ser semestral, desde
este número, el 102.
En esta ocasión, el dossier está dedicado monográficamente a los trastornos de ansiedad y su
tratamiento clínico, tanto en adultos como en población infantil y adolescente. Las aportaciones
de diferentes equipos de investigadores y profesionales de la psicología permiten una actuali-
zación y una revisión de las distintas patologías incluidas en este amplio grupo de trastornos.
El equipo de la Universidad Complutense de Madrid, encabezado por Dr. Cano Vindel, pre-
senta una propuesta de protocolo de intervención para los trastornos de ansiedad, desde la
reestructuración cognitiva basada en los sesgos cognitivos, siguiendo la Teoría de los Cuatros
Factores de Eysenck.
Las nuevas tecnologías están siendo aplicadas en el tratamiento de los trastornos de ansiedad.
La simulación mediante la realidad virtual y la realidad aumentada, el uso de Internet y los
programas de tratamiento computerizados, o el uso de dispositivos móviles son revisados por
la catedrática Rosa Mª Baños, junto con un plantel de investigadores de las Universidades de
Valencia y Castellón.
El profesor Prados se centra en el trastorno por ansiedad generalizada, exponiendo sus criterios
diagnósticos, las aproximaciones teóricas, las herramientas de evaluación disponibles y los
últimos avances terapéuticos.
El trastorno de pánico, con o sin agorafobia, su epidemiología, el análisis de los criterios para
su diagnóstico en el DSM-IV y su próxima actualización en el DSM-V, junto con una revisión
de los tratamientos, constituye el tema del artículo de Martínez, Perelló y Hernández.
Para completar el dossier, los dos últimos trabajos se centran en la infancia y adolescencia. La
catedrática Aurora Gavino y su equipo de la Universidad de Málaga, presenta datos de un es-
tudio descriptivo de las conductas obsesivo-compulsivas en niños y adolescentes españoles. El
desarrollo del Programa de Intervención en Adolescentes con Fobia Social (IAFS) y los resul-
tados obtenidos en su aplicación son presentados por su autor, el catedrático José Olivares, de
la Universidad de Murcia. Por último, se incluye una entrevista a Cristina López Altschwager.
Como colofón, en este número se inaugura una nueva sección: Novetats, cuyo objetivo es
presentar libros publicados recientemente sobre un determinado tema; en este caso, hemos
incluido un total de seis publicaciones relacionadas con nuestro dossier. Con ello, pretendemos
ofrecer información actualizada sobre las novedades editoriales que pueda ser de utilidad para
el desempeño de los y las profesionales de la psicología.
Chelo Claramunt
Directora

nº 102 • juliol-desembre • pàgina 3


3
dossier
dossier
nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 4-27
INTERVENCIÓN COGNITIVO-CONDUCTUAL EN LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD: UNA ACTUALIZACIÓN

Intervención cognitivo-conductual en los


trastornos de ansiedad: una actualización
Antonio Cano-Vindel, Esperanza Dongil-Collado, José M. Salguero y Cristina M. Wood
Universidad Complutense de Madrid
Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS)

resumen/abstract:
En este artículo se expone una propuesta de protocolo sobre planificación de tratamiento para desórdenes
emocionales, centrándonos especialmente en trastornos de ansiedad, el cuál incluye las principales fases
que debe contemplar un plan de trabajo. Se expone también un modelo de intervención cognitiva basado
en el enfoque de los sesgos cognitivos, en concreto en la Teoría de los Cuatro Factores de Michael W.
Eysenck, desarrollada en los inicios de la década de los noventa. Se trata de una intervención centrada en la
reestructuración cognitiva, que se ha inspirado en la psicología cognitiva experimental, y ha encontrado una
forma de explicar y tratar los desórdenes emocionales de manera más práctica y eficaz que la intervención
cognitivo-conductual basada en los modelos tradicionales.

This article sets out a proposal for a treatment planning protocol of emotional disorders, especially focused
on anxiety disorders, which includes the main steps that should be outlined in a work plan. It also describes
a cognitive intervention model based on the cognitive bias approach, particularly Michael W. Eysenck’s Four
Factor Theory, developed in the early nineties. This is an intervention focused on cognitive restructuring,
which was inspired by experimental cognitive psychology, and has found a way to explain and treat
emotional disorders in a more practical and effective way than cognitive-behavioral interventions based on
traditional models.

palabras clave/keywords:
Ansiedad, sesgos cognitivos, trastornos de ansiedad, evaluación, tratamiento, reestructuración cognitiva.
Anxiety, cognitive biases, anxiety disorders, assessment, treatment, cognitive restructuring.

La ansiedad es una emoción que surge ante ansiedad es muy importante para nosotros
situaciones ambiguas o de resultado in- (como un examen decisivo) es posible que
cierto, en las que anticipamos un posible provoque una fuerte reacción a nivel cog-
resultado negativo o amenaza para nues- nitivo que nos ayude a pensar más deprisa,
tros intereses, preparándonos para actuar centrar la atención en el problema, o anti-
ante ellas mediante una serie de reaccio- cipar posibles escenarios; además, puede
nes cognitivas, fisiológicas y conductuales movilizar recursos energéticos mediante
(Cano-Vindel, 2004). Esta reacción natural una gran activación fisiológica (aumento
de preparación nos ayuda a movilizar re- de la tensión en los músculos, bombeo de
cursos para afrontar mejor dicha amenaza más sangre, más oxígeno, etc.); o tal vez
percibida. Así, si la situación que provoca una conducta más inquieta, ágil y rápida.

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Antonio Cano-Vindel, Esperanza Dongil-Collado, José M. Salguero y Cristina M. Wood dossier

Dicha reacción de ansiedad, por lo gene- temblor de voz, porque temen que los de-
ral, nos ayudará a responder mejor ante las más observen esta respuesta en ellos, les
demandas de la situación, cumpliendo por evalúen muy negativamente por no poder
tanto, una función de adaptación al medio. controlarla y les rechacen o les despidan
Sin embargo, en ocasiones la ansiedad no del trabajo.
facilita una mejor adaptación (Cano-Vin- En todos estos casos, por lo general, lo que
del, 2011b), pues con frecuencia surgen observamos es que estas personas, además
falsas alarmas ante posibles amenazas que de ignorar qué es la ansiedad, qué son las
realmente no lo son, e incluso muchas per- emociones, para qué sirven y cómo se re-
sonas se activan sin saber por qué, u otras gulan (Amstadter, 2008), han desarrollado
tienden a percibir reiteradamente una serie importantes sesgos cognitivos (Bar-Haim,
de amenazas magnificadas que les provo- Lamy, Pergamin, Bakermans-Kranenburg,
can niveles excesivamente altos de ansie- & van, 2007; Craske & Pontillo, 2001;
dad (i.e., malestar psicológico, alta acti- Eysenck & Derakshan, 1997), así como
vación fisiológica, inquietud motora, etc.) un proceso de aprendizaje emocional “de-
y que pueden llevar a problemas de rendi- sadaptado”, lo que les conduce en la direc-
miento (i.e., bloqueos), o problemas de sa- ción opuesta a la deseada, de manera que
lud mental (e.g., trastornos de ansiedad) o cada vez tienen menos control sobre las
física (i.e., trastornos psicofisiológicos por reacciones emocionales que les gustaría
exceso de activación). regular, pudiendo llegar a desarrollar uno
Algunas personas, cuando llevan tiempo o varios desórdenes mentales (i.e., emocio-
sometidas a un fuerte estrés (Cano-Vindel, nales), especialmente trastornos de ansie-
Dongil-Collado, & Wood, 2011), pueden dad (Asociación Americana de Psiquiatría,
presentar diferentes modos de desregula- 2001).
ción emocional: (1) miedo irracional o te- A continuación, exponemos un protoco-
mor a algunas reacciones emocionales o a lo de intervención para los trastornos de
determinados aspectos de las mismas (e.g., ansiedad y otros desórdenes emocionales
miedo a dar una respuesta asertiva por te- similares que contiene, por un lado, un es-
mor al enfado de otros, incapacidad de quema de planificación del tratamiento y,
expresar ira por temor a perder el control, por otro, un modelo de intervención me-
miedo a ciertas situaciones o a experimen- diante reestructuración cognitiva, basada
tar ansiedad por temor a las sensaciones fí- en un modelo explicativo sobre los sesgos
sicas, etc.); (2) pueden mostrar evitaciones cognitivos en los trastornos de ansiedad.
a situaciones emocionales, aunque no pue-
dan permitirse evitarlas (e.g., evitar hablar Planificación del tratamiento
en público por culpa de la ansiedad, aunque La planificación del tratamiento se podría
sea una exigencia de su trabajo, o evitar definir como un conjunto de actividades or-
viajar en avión, cuando sería lo más conve- ganizadas y estructuradas secuencialmente
niente, etc.); (3) o pueden experimentar una en fases o etapas, que nos van a ayudar a
elevada activación fisiológica en una deter- alcanzar objetivos específicos distribuidos
minada respuesta, como el rubor, el sudor, en momentos diferentes del proceso tera-
el temblor muscular de extremidades, o el péutico (i.e., evaluación pretratamiento,

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dossier INTERVENCIÓN COGNITIVO-CONDUCTUAL EN LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD: UNA ACTUALIZACIÓN

selección de técnicas de tratamiento, etc.). adaptable a casos concretos. Dicho esque-


Abarca distintos niveles de organización y ma o plan de trabajo incluye las siguientes
nos permite diseñar un protocolo que inclu- fases o apartados (ver Tabla 1): (1) evalua-
ya las diferentes actividades que se llevan a ción mediante entrevista semiestructurada;
cabo en una intervención terapéutica, como (2) elaboración de hipótesis o modelos ex-
son: evaluar, medir, describir, predecir, plicativos; (3) devolución inicial de infor-
diagnosticar, seleccionar las herramientas mación; (4) facilitar cuestionarios que pro-
o técnicas más eficaces entre una gama de fundicen en el problema (rellenar en casa,
opciones, aplicar técnicas de tratamiento, analizar en segunda sesión); (5) explorar
reevaluar, prevenir recaídas, desarrollar ha- posible diagnóstico mediante cuestionarios
bilidades, etc. de cribado y entrevista estructurada diag-
El diseño o planificación de un tratamiento nóstica; (6) selección de modelos explicati-
determinado debe elaborarse con el propó- vos; (7) consensuar objetivos terapéuticos;
sito de que nos ayude a estructurar y orga- (8) selección de técnicas de tratamiento
nizar la intervención que queremos llevar para cada objetivo; (9) devolución de infor-
a cabo. Debe ser, por tanto, una especie de mación más completa; (10) aplicación de
esquema que se puede elaborar por fases o las técnicas y entrenamiento; (11) valora-
bloques y debe tener un formato estandari- ción de logros y objetivos; (12) prevención
zado que pueda aplicarse de forma genérica de recaídas; y (13) evaluación postrata-
a todo tipo de casos, pero también debe ser miento y seguimiento.

Tabla 1: Pasos de la planificación de la Intervención

Entrevista semiestructurada.

Elaboración de hipótesis o modelos explicativos.


Devolver información inicial.
Facilitar cuestionarios que profundicen en el problema (rellenar en casa, analizar en segunda sesión).
Posible diagnóstico mediante entrevista estructurada diagnóstica.
Emplear algún(unos) modelo(s) explicativos.
Devolución de información.
Consensuar objetivos.
Asignar técnicas de tratamiento para cada objetivo.
Aplicación de técnicas en las sesiones de tratamiento.
Valoración de objetivos y logros.
Planificación de recaídas.
Evaluación postratamiento y seguimiento.

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Antonio Cano-Vindel, Esperanza Dongil-Collado, José M. Salguero y Cristina M. Wood dossier

La primera fase es la evaluación, que debe cuentes o intensas reacciones de ansiedad


ser realizada de la forma más exhaustiva ante situaciones sociales (i.e., algún temor,
posible. El abordaje del proceso de eva- activación fisiológica, evitaciones), se pue-
luación psicológica excede a los objetivos de hipotetizar o suponer que puede haber
de este artículo, por lo que sólo haremos una respuesta positiva a ciertas preguntas
alusión a las actividades esenciales de que se añaden en la entrevista (proceso in-
este proceso (Fernández-Ballesteros et al., teractivo), así como altas puntuaciones en
2001). Existen numerosos instrumentos de un inventario que evalúa ansiedad social, o
evaluación psicológica e incluso un gran incluso que pudiera haber un posible tras-
número de tipos de instrumentos (entrevis- torno de ansiedad social, que habría que
tas, cuestionarios, inventarios, escalas, au- confirmar con una entrevista estructurada
torregistros, registros fisiológicos, escalas diagnóstica.
de observación, etc.), pero se considera que Al final de la primera sesión, es muy proba-
existen tres métodos de evaluación en psi- ble que un terapeuta experimentado pueda
cología: registros fisiológicos, observación devolver ya información sobre el tipo de
y autoinforme. Es necesario resaltar que es- problema que presumiblemente afecta al
tos tres tipos de medida no deben ser con- paciente (i.e., probable trastorno de ansie-
siderados como equivalentes, ya que los dad), aunque habrá que confirmar todavía
resultados mostrados por un método no se algunos datos, por ejemplo mediante el
observan necesariamente al emplear otro. uso de unos cuestionarios que se pueden
En clínica de adultos se suele utilizar casi entregar al paciente (i.e., cuestionarios de
exclusivamente el método de autoinforme, cribado), solicitando que los rellene en casa
pero en algunos casos es imprescindible y los traiga a la segunda sesión; o bien me-
contar con otras fuentes de información. diante entrevista diagnóstica en la próxima
Toda evaluación empieza por una primera sesión.
entrevista en la que vamos a conocer, en- En esta primera devolución de información
tre otras cosas, el motivo de consulta y las es importante que el paciente reciba: (1)
quejas principales, mentales y físicas (con una representación cabal de su problema
o sin base médica), así como una serie de (tal y como se va descubriendo hasta este
cuestiones relativas a dichas quejas, como momento), con una descripción unificada
la topografía de respuestas cognitivas, fi- de todos los síntomas, quejas, respuestas,
siológicas y conductuales (normales y des- sesgos cognitivos asociados, situaciones
ajustadas), situaciones en las que se produ- en las que se producen y un modelo ex-
cen, sesgos cognitivos asociados a dichas plicativo tentativo que integre todos estos
respuestas, etc. elementos; (2) información del proceso de
Con la información obtenida, el profesio- evaluación y diagnóstico que se está reali-
nal genera hipótesis que guían el proceso zando, que debe confirmar las hipótesis de
de evaluación y diagnóstico, tanto en la trabajo; (3) información sobre el tipo de
propia entrevista como en la elección de tratamiento más eficaz para su posible pro-
nuevos instrumentos de evaluación que se- blema, con una descripción de las técnicas
rán aplicados. Por ejemplo, si hay indicios que se utilizarán si se confirma (i.e., téc-
o datos que indican que puede haber fre- nicas cognitivas, relajación y exposición);

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dossier INTERVENCIÓN COGNITIVO-CONDUCTUAL EN LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD: UNA ACTUALIZACIÓN

(4) información sobre el tipo de resultados Interpersonal, Fóbicas y Cotidianas). Este


que se pueden obtener, cuando el paciente instrumento tiene buenas propiedades psi-
adopta un papel activo en el tratamiento y cométricas (Cano-Vindel & Miguel-Tobal,
realiza todas las tareas que le asigna el te- 1999a) y permite el estudio de perfiles dife-
rapeuta (i.e., mejora sustancial en los tres renciales de los trastornos de ansiedad (Ca-
primeros meses, espaciamiento temporal no-Vindel & Espada Largo, 2003; Espada,
de sesiones, alta). Torres, Cano-Vindel, & Ochoa, 1994). Así
El siguiente paso sería buscar información mismo, el ISRA puede ser de utilidad en la
sobre posibles trastornos mentales (DSM- valoración de la eficacia del tratamiento, ya
IV), como trastornos de ansiedad, del es- que se ha mostrado altamente sensible en la
tado de ánimo, somatomorfos, consumo detección de los cambios entre evaluación
de sustancias, alimentación, sexualidad, pre y pos-tratamiento (Cáceres, Arrarás,
etc., situaciones en las que se produce el Jusue, & Zubizarreta, 1996; Herrero-Gó-
problema, actividad cognitiva relacionada mez & Cano-Vindel, 2010; Pérez-Nieto &
con el problema, especialmente posibles Cano-Vindel, 1998; Ramos Martín, 2004).
sesgos cognitivos (atención, interpretación, El IACTA es un instrumento desarrollado
memoria, atribución). Para ello podemos para evaluar qué es lo que piensan con fre-
utilizar diferentes instrumentos de medi- cuencia las personas que tienen diferentes
da, como autoinformes (autorregistros, trastornos de ansiedad (trastorno de páni-
inventarios, cuestionarios, escalas, etc.), co con agorafobia, fobia social, trastorno
entrevista semiestructurada y entrevista es- obsesivo compulsivo, trastorno por estrés
tructurada diagnóstica clínica con criterios postraumático). Se sabe, por ejemplo, que
DSM-IV (First et al., 1996). las personas que tienen un trastorno de pá-
Si se trata de un problema de ansiedad o un nico con agorafobia, dedican mucho tiem-
posible trastorno de ansiedad son especial- po a pensar en sus sensaciones físicas de
mente útiles el Inventario de Situaciones y ansiedad, a las que consideran como pro-
Respuestas de Ansiedad, I.S.R.A. (Miguel- blemas graves (i.e., infarto). Cuando se
Tobal & Cano-Vindel, 1986, 1988, 1994) pregunta al paciente qué porcentaje de su
y el Inventario de Actividad Cognitiva en tiempo cotidiano dedica a pensar en su pro-
los Trastornos de Ansiedad, IACTA (Cano- blema, suele dar cifras del orden del 90%,
Vindel, 2001). El ISRA es un instrumento lo que puede ser interpretado como una
que incluye 24 respuestas de ansiedad (7 de manifestación de un posible sesgo atencio-
tipo cognitivo, 10 de tipo fisiológico y 7 de nal. Además, otro tipo de pensamientos re-
tipo motor), así como 22 situaciones que se flejan interpretaciones magnificadas de di-
agrupan en cuatro tipos (evaluación, inter- chas sensaciones (i.e. excesiva importancia
personal, fóbicas y situaciones de la vida y gravedad), lo que nos lleva a observar un
cotidiana). Este inventario permite la eva- posible sesgo interpretativo.
luación de los tres sistemas de respuesta de Todas las personas experimentan ansiedad
ansiedad por separado (Cognitivo, Fisio- de manera más o menos cotidiana y no le
lógico y Motor), el Nivel General de An- conceden mucha importancia a sus sínto-
siedad y cuatro áreas situacionales que con mas físicos. Sin embargo, una persona que
frecuencia producen ansiedad (Evaluación, ha sufrido ataques de pánico puede volver-

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Antonio Cano-Vindel, Esperanza Dongil-Collado, José M. Salguero y Cristina M. Wood dossier

se intolerante con sus sensaciones físicas rafobia están centrados sobre todo en su
de ansiedad (que siempre ha tenido y ahora activación fisiológica. Este instrumento de
no soporta). La reestructuración cognitiva evaluación ha sido desarrollado de acuer-
consiste en cuestionar la veracidad de los do con el modelo de Michael Eysenck (que
propios pensamientos. La persona deberá veremos más adelante), y dicho modelo
aprender que, simplemente, es más de lo señala que los trastornos de ansiedad están
mismo, aunque algunos síntomas de ansie- provocados generalmente por el sesgo aten-
dad ahora sean más intensos o haya nuevos cional y el sesgo interpretativo; y estos dos
síntomas de ansiedad y no se haya tenido sesgos cognitivos están centrados en una de
la información suficiente como para saber las cuatro fuentes (los cuatro factores que
que son síntomas de una reacción emocio- producen la ansiedad), que en el caso del
nal normal (aunque sea intensa), pero que pánico es la activación fisiológica. Cuando
no tendrá otras consecuencias graves. Sin una persona está pendiente de si aumenta su
embargo, su interpretación puede llevar tasa cardiaca o aumenta cualquier otro sín-
a pensar a algunas personas que pueden toma de activación fisiológica lo que tiende
morir (cuando sólo es una taquicardia), a hacer es provocar una mayor frecuencia,
van a volverse locos (por una sensación una mayor intensidad de sus síntomas fisio-
de irrealidad), van a marearse y caerse al lógicos y, cuando además piensa que esos
suelo (sensación de mareo), o que los de- síntomas son horribles, son insoportables,
más les van a rechazar por su ansiedad (o que pueden incluso acabar con su vida, le
su falta de control o su torpeza social) y pueden llevar a perder el control, a creer
todo ello es un sesgo interpretativo, porque que pueden volverle loco, o llevarle a per-
lo que en realidad están teniendo es ansie- der la consciencia y caer al suelo mareado,
dad, sólo síntomas de ansiedad. Interpretar etc., pues eso produce todavía más ansie-
una taquicardia como un posible ataque al dad. La subescala de Pánico-agorafobia del
corazón es un sesgo interpretativo, inter- IACTA evalúa pensamientos que recogen
pretar sensaciones de mareo que produce todo este espectro de actividad cognitiva
la ansiedad como “voy a marearme y me que se ha comentado.
voy a caer al suelo”, con toda seguridad, Las personas con fobia social dedican mu-
cuando eso le lleva sucediendo desde hace cho tiempo a pensar en su conducta (i.e.,
varios años y nunca ha perdido la conscien- comportamiento social torpe, inhibición
cia, eso es un sesgo interpretativo, o pensar social), pero no observan estos datos como
que uno se está volviendo loco porque tiene manifestaciones de su ansiedad, cuya im-
mucha ansiedad y no la puede controlar o portancia tendemos a exagerar, sino que
tiene sensación de irrealidad es también un dan mucha relevancia a su conducta social,
sesgo interpretativo. les prestan mucha atención e interpretan
El IACTA evalúa con qué frecuencia se erróneamente que esas manifestaciones son
producen este tipo de pensamientos que muy graves (que provocarán el rechazo so-
claramente tienen que ver con un sesgo cial), cuando en realidad son síntomas de
atencional y con un sesgo interpretativo. ansiedad que ellos han experimentado en
Los sesgos atencionales e interpretativos otros momentos (pues siempre han tenido
para las personas que tienen pánico y ago- ansiedad antes de tener un trastorno de an-

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siedad por fobia social). La subescala de mos información y fijaremos los objetivos
Fobia Social del IACTA evalúa los pensa- terapéuticos ordenándolos de más genera-
mientos que habitualmente tienen las per- les a más específicos. La reestructuración
sonas que presentan un trastorno de fobia cognitiva debe comprender aquellos cons-
social. tructos para los que existe evidencia em-
Mediante el IACTA, se puede saber qué pírica, como son los sesgos interpretativos
pensamientos habrá que modificar en la y atencionales, pensamientos deformados,
reestructuración cognitiva. Además, po- autoinstrucciones, valoración cognitiva
demos utilizar los puntos de corte de cada (amenaza o desafío), atribuciones de cau-
subescala, lo que nos indicará si el paciente salidad, expectativas, esquemas disfuncio-
tiene o no un posible trastorno de ansiedad, nales, autoeficacia percibida, autoestima,
con una buena sensibilidad y especificidad. metacognición, ideas irracionales, etc.

Existen pruebas de cribado más cortas, Al finalizar la segunda sesión, debemos


como el PHQ (Patient Health Questionnai- llevar a cabo una devolución de informa-
re) que se suelen utilizar en Atención Pri- ción más completa, que debe incluir, como
maria (Cano-Vindel, 2011b; Cano-Vindel, mínimo, los siguientes aspectos: (1) siem-
Wood, Dongil, & Latorre, 2011) y nos per- pre que sea posible, debemos informar
miten realizar una criba del trastorno de an- sobre el problema mediante algún modelo
siedad generalizada y el trastorno de pánico explicativo, resaltando las variables que
(Spitzer, Kroenke, & Williams, 1999), lo debe aprender a controlar, por ejemplo, sus
que nos permite con muy pocos ítems dis- sesgos cognitivos; (2) explicar el tipo de
cernir entre aquellos casos en los que hay técnicas que vamos a utilizar para alcanzar
que investigar más a fondo, frente a otros los distintos objetivos, por ejemplo, le in-
en los que no es necesario. formaremos de que las técnicas cognitivas
se trabajarán a lo largo de las sesiones, las
Una vez recogida y evaluada toda la infor- técnicas de relajación mediante una gra-
mación relevante, podemos plantearnos un bación en CD que después practicará en
posible diagnóstico con pronóstico y dura- casa, las técnicas conductuales (exposición
ción del tratamiento mediante el modelo progresiva, entrenamiento de habilidades,
explicativo que mejor se adecue al desor- tareas para casa, etc.) se aplicarán cuando
den sobre el que tenemos que intervenir. haya adquirido habilidades cognitivas y de
Por ejemplo, para trastornos de ansiedad el autocontrol, etc.; (3) establecer unos lími-
modelo de los Cuatro Factores, para tras- tes claros relacionados con aspectos for-
tornos de estrés situacional el modelo de la males del tratamiento, tales como duración
Valoración de Lazarus, para estrés crónico del tratamiento, frecuencia de las sesiones,
el modelo de Selye y los Recursos Agota- etc.; (4) evitar ambigüedad de roles en la
dos (síndrome general de adaptación), para relación terapéutica, dejando implícita o
estrés laboral el modelo Demanda-control explícitamente claro que es el psicólogo
o el modelo del Desequilibrio esfuerzo- quien dirige el tratamiento; (5) informar
recompensa, para depresión el modelo de las mejoras que se producirán a corto y
Cognitivo de Beck y el modelo Conduc- medio plazo, insistiendo en que este hecho
tual (falta de actividad y de reforzadores). no es un indicador de que su problema se
Basándonos en uno de estos modelos dare-

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ha resuelto sino de haber alcanzado uno de rá que sea practicada en casa con mayor o
los primeros objetivos terapéuticos, sentir- menor frecuencia en función del caso que
se mejor, que no quiere decir exactamente estemos tratando. Como norma general, la
haber solucionado su problema; y (6) en- relajación conviene practicarla diariamen-
tender la diferencia entre adquisición de in- te en casa, la reestructuración cognitiva se
formación y desarrollo de habilidades. aplica en cada consulta y se refuerza con
Estas y otras cuestiones que podemos ir ejercicios para casa, y las técnicas conduc-
añadiendo, ayudan a reducir considera- tuales (exposición, entrenamiento en habi-
blemente la probabilidad de abandonos lidades) se practican en consulta y en casa,
espontáneos o prematuros, y la aparición pero siempre después de haber adquirido
de comportamientos ambulantes por parte un cierto control emocional mediante la
de los pacientes. Sabemos que en muchas reestructuración cognitiva. A lo largo de las
ocasiones los abandonos se producen por sesiones, preguntaremos por posibles pro-
la mejoría rápida que puede producir la in- blemas o cambios desde la última sesión,
formación adecuada basada en la evidencia intentando interpretarlo desde el modelo
científica, pero también por un estilo te- que estemos utilizando o, si fuera necesa-
rapéutico laxo o desestructurado donde el rio, haciendo uso de otros modelos que se
paciente es atendido sin un plan de trabajo ajusten al problema que estamos trabajan-
mínimamente organizado y consensuado. do o a cualquier otra dificultad que tenga el
Esto no significa -pues en la realidad no es paciente o que surja durante el tratamiento.
fácil ni es lo más recomendable- que deba- También intentaremos enseñarle a analizar
mos seguir un plan rígido e inflexible don- objetivamente la realidad, a reforzarse por
de nos ciñamos únicamente a lo que mar- los éxitos, resaltando los progresos (a veces
que el programa que estemos aplicando, el paciente no los ve). Le instruiremos para
aplazando o desatendiendo necesidades y que no se castigue por los fracasos, sino
dificultades inmediatas, sino que debemos que aprenda a corregirlos para el futuro. Si
intentar adaptar el programa a las necesida- hay algo que le preocupa especialmente, se
des del paciente, pero siempre bajo la base trata, no se pospone (porque tengamos un
de una estructura de tratamiento. Los pro- plan preestablecido).
tocolos estandarizados hay que aplicarlos Tras haber alcanzado los objetivos terapéu-
cuando se investiga, o cuando el número de ticos, es recomendable plantear la planifi-
sesiones debe ser necesariamente reducido cación de las recaídas. Aunque en principio
-por ejemplo en el tratamiento en grupo puede generar desánimo o expectativas ne-
(Camuñas et al., 2006) en un centro de Sa- gativas en cuanto al resultado final del tra-
lud Mental o Atención Primaria-, pero no tamiento, debemos tranquilizar al paciente
es lo deseable. explicándole que una posible recaída no es
En cuanto a la planificación de la inter- algo negativo, sino una oportunidad para
vención, seleccionaremos las técnicas aprender más (reinterpretar amenaza como
específicas de tratamiento (cognitivas, fi- desafío) y no supone volver a comenzar
siológicas y conductuales) para cada ob- desde cero (creencia habitual en muchos
jetivo propuesto y consensuado. Cada una pacientes), sino que sirve para matizar y re-
de ellas se aplicará en consulta y se pedi- forzar lo que se ha aprendido. Además, una

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recaída tiene la ventaja de superarse en muy históricamente ligado a una gran variedad
pocas sesiones y supone una mayor seguri- de enfoques sobre la misma realidad, así
dad contra nuevas recaídas. Por tanto, en como al abordaje multidisciplinar dentro
esta fase enseñaremos al paciente a reinter- de la ciencia. Los grandes modelos de tra-
pretar correctamente la recaída, reaccionar tamiento de los trastornos mentales (psi-
adaptativamente si sucede, repasar errores cobiológico, conductual, cognitivo, huma-
y corregirlos (e.g., haber abandonado ejer- nista) inevitablemente tienen en cuenta la
cicios,…), volver a utilizar las herramien- emoción y, especialmente, la ansiedad. Sin
tas terapéuticas: libros, relajación, sesiones embargo, cada uno de ellos ha tomado as-
en consulta, tareas para casa, etc. pectos parciales de la misma. Así, el mode-
Cuando se considera que se han cumplido lo biológico se ha centrado en la modifica-
los objetivos terapéuticos, podemos rea- ción del sustrato bioquímico que acontece
lizar una evaluación postratamiento, que en la ansiedad y en los trastornos de ansie-
consiste en volver a hacer una evaluación dad, mediante el uso de fármacos. El mode-
similar a la inicial, con los mismos ins- lo conductual se centró en la modificación
trumentos. Esta última fase nos sirve para de la conducta observable (e.g., de evita-
comprobar los logros alcanzados, analizar ción) o en la falta de habilidades sociales y
conjuntamente los resultados y el proceso asertivas, mediante la exposición o alguna
terapéutico seguido, reforzar y promover forma de aprendizaje como el entrenamien-
atribuciones internas en el paciente, animar to conductual reforzado, el modelado, etc.;
a continuar practicando las técnicas man- así como en la disminución de la activación
teniendo un estilo activo y de aprendizaje fisiológica, mediante las técnicas de relaja-
continuo, programar las tareas que deben ción. Los modelos cognitivos iniciales se
seguir haciéndose para reforzar el mante- centraron en algunos contenidos y procesos
nimiento y generalizar los logros. Finaliza- cognitivos, a veces demasiado específicos,
da la evaluación postratamiento, se puede como las creencias irracionales de Ellis,
establecer un seguimiento que debe durar o los pensamientos deformados de Beck,
como mínimo entre 3 y 6 meses. proponiendo una reestructuración o modi-
Llegados a este momento sería interesante ficación de tales contenidos y procesos, que
que nos planteáramos la planificación del posteriormente se ha ido ampliando a otros
tratamiento que hemos realizado (ver Tabla procesos cognitivos más generales (como
1), intentando analizar si las decisiones to- la atención) y sus sesgos (i.e., atenciona-
madas han sido congruentes con los resul- les). Los modelos humanistas se centraron
tados obtenidos. De esta manera tenemos en la reflexión existencial sobre el yo, su
la oportunidad de aprender de los errores, desarrollo o involución, proponiendo como
premiarnos por los aciertos y afrontar más terapia una concienciación progresiva del
hábilmente futuros retos. problema, pero no están apoyados por la
evidencia empírica.
Intervención cognitiva desde el enfo- En los últimos años, el enfoque cognitivo
que de los sesgos cognitivos ha desplazado su interés desde los conte-
El estudio de una realidad compleja, como nidos a los procesos y, más concretamente,
es el ser humano o sus trastornos, ha estado hacia los sesgos cognitivos (Arcas-Guija-

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rro & Cano-Vindel, 1999). La investiga- bios en determinados procesos cognitivos,


ción experimental ha señalado la importan- especialmente en el nivel de atención. La
cia de los factores cognitivos frente a otro ansiedad es una reacción de preparación
tipo de factores como la hiperventilación ante una alarma y, por lo tanto, está muy
(Cano-Vindel, Miguel-Tobal, González- relacionada con la atención. Por un lado, la
Ordi, & Iruarrizaga, 2007; Cano-Vindel, ansiedad se produce en función del grado
Miguel-Tobal, González-Ordi, & Iruarriza- de atención que prestemos a estímulos neu-
ga, 2009) y ha inspirado algunos modelos tros o a estímulos amenazantes. Si presta-
de intervención clínica que pueden ser uti- mos más atención a los estímulos amena-
lizados en la reestructuración cognitiva de zantes, que pueden estar presentes en una
los trastornos de ansiedad, como veremos situación, surgirá una reacción de ansiedad;
a continuación. mientras que si prestamos más atención a
los estímulos neutros de esa misma situa-
La Teoría de los Cuatro Factores ción, estaremos más tranquilos. Por otro
La Teoría de los Cuatro Factores de Mi- lado, cuando aumenta nuestro nivel de an-
chael Eysenck (Eysenck & Eysenck, siedad, cambia también nuestro patrón de
2007), toma el concepto de valoración atención. En un primer momento, al poner-
cognitiva y defiende que la experiencia de nos nerviosos nuestra atención aumenta y
la ansiedad depende de la valoración que se dirige a observar cualquier estímulo po-
hagamos (amenaza vs. no amenaza) de tencialmente amenazante, estamos hipervi-
cuatro fuentes de información: la estimula- gilantes, disminuye el umbral de la alarma,
ción ambiental, la actividad fisiológica, la y anticipamos posibles peligros aunque su
conducta y las cogniciones del individuo. nivel de amenaza sea pequeña. Si continúa
La influencia de cada una de estas fuentes nuestro estado de ansiedad y ya hemos de-
de información sobre la ansiedad que ex- tectado algún estímulo amenazante, nues-
perimentamos es modificada por sesgos tra atención se centrará prioritariamente
cognitivos (especialmente en la interpre- en este tipo de estímulos, prestando menos
tación y la atención) o tendencias erróneas atención a los que consideramos neutros o
en el procesamiento de la información. El no amenazantes.
sesgo cognitivo más importante es el sesgo El sesgo atencional nos lleva a fijarnos
interpretativo (la tendencia a interpretar la fundamentalmente en los estímulos ame-
estimulación y eventos ambiguos de forma nazantes de una situación, olvidando los
amenazante, aunque no lo sean). A su vez, estímulos neutros o positivos de la misma,
la ansiedad depende también de la atención lo que nos lleva a ponernos en alerta y au-
que prestemos a la amenaza (cuanto más mentar nuestra ansiedad (pensamientos de
tiempo dediquemos a atender y procesar temor, respuestas de activación fisiológica,
información amenazante, para las cuatro conductas nerviosas). A su vez, si conside-
fuentes de información, mayor será el nivel ramos una amenaza nuestras propias ma-
de ansiedad). nifestaciones de ansiedad o la pérdida de
La ansiedad produce una serie de mani- control sobre las mismas, nuestra atención
festaciones a nivel subjetivo, fisiológico tenderá a centrarse en dichas respuestas de
y conductual, pero también algunos cam- ansiedad.

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Cuando nuestra atención se centra priori- atendiendo estas respuestas fisiológicas, o


tariamente en amenazas potenciales, suce- los cambios que sufren (aumento de la tasa
de que nuestro pensamiento, los cambios cardiaca, dificultades para respirar, proble-
fisiológicos de nuestro cuerpo, o nuestra mas para tragar, etc.), información que es
conducta observable, comienzan a refle- interpretada erróneamente, en términos de
jar un aumento de respuestas de ansiedad. gravedad extrema.
Así, por ejemplo, prestar mucha atención a La fobia social se explica por los sesgos
ciertas respuestas fisiológicas de ansiedad cognitivos centrados en la propia conduc-
(como la taquicardia, el temblor de manos, ta que se desarrolla en situaciones sociales
el sudor, etc.) hace aumentar la tasa de es- (errores, inhibición, etc.). A la conducta so-
tas respuestas y nuestro nivel de ansiedad. cial propia se le presta demasiada atención,
El sesgo interpretativo consiste en la ten- a la vez que se considera inapropiada y va-
dencia a dar un significado de amenaza, e lorada negativamente por los demás (aun-
incluso de catástrofe, a aquellas situaciones que esta valoración atribuida a los otros es
o estímulos que podrían ser considerados en realidad una autovaloración).
como neutros o positivos. De esta manera, Las personas con trastorno obsesivo-com-
si el sesgo interpretativo es muy pronuncia- pulsivo presentarán mayor sesgo de aten-
do en una persona, ésta tenderá a ver dema- ción centrado en algunos pensamientos
siados peligros o amenazas (y por lo tanto que intentan controlar (daño a otros, sexua-
a reaccionar con más ansiedad) en muchas lidad no aprobada, contaminación, etc.),
situaciones en las que otros individuos per- de manera que dedicarán mucho tiempo a
manecen tranquilos y no disparan su res- estos pensamientos que les producen una
puesta de alarma. considerable ansiedad, debido a que dan
Tanto el sesgo atencional como el sesgo importancia al hecho de pensarlos y no
interpretativo son considerados hoy como poder controlarlos o conceden la misma
factores responsables o explicativos tanto relevancia a los pensamientos no deseados
del rasgo de ansiedad (la mayor o menor (e.g., clavar un cuchillo a un ser querido)
tendencia de las personas a reaccionar con que a poner en práctica la conducta (in-
respuestas de ansiedad), como de los tras- terpretan erróneamente esta actividad de
tornos de ansiedad. pensar en ciertas ideas que rechazan). Así,
hay pacientes con un trastorno obsesivo-
En cuatro de los principales trastornos de
compulsivo que consideran igual de grave
ansiedad (trastorno de pánico, fobia social,
el pensar algo contra alguien que hacerlo
trastorno obsesivo-compulsivo y fobia es- (sesgo fusión pensamiento-acción). Ello les
pecífica) aparece un sesgo interpretativo produce ansiedad e intentan suprimir esos
relacionado con una de las cuatro fuentes pensamientos, pero como no pueden con-
de información. seguirlo, pasan mucho tiempo pensando en
El trastorno de pánico está relacionado con lo que no quieren pensar, lo cuál les produ-
sesgos atencionales e interpretativos acerca ce mucha activación fisiológica y evitación
de alguna sensación física ansiosa (activa- de situaciones que están asociadas con los
ción fisiológica), de manera que las perso- pensamientos intrusivos (e.g., quedarse a
nas con este trastorno pasan mucho tiempo solas con su bebé).

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En el trastorno por estrés postraumático los tamiento. Esta línea se va enriqueciendo


sesgos cognitivos de atención e interpreta- progresivamente con nuevos resultados y
ción se centran en la situación traumática promete mejorar el tamaño del efecto has-
y estímulos asociados (e.g., recuerdos), lo ta ahora conseguido con las técnicas cog-
que produce temor, activación fisiológica, nitivo-conductuales, ya de por sí elevado
evitación, etc. Cuando en una situación de- (Butler, Chapman, Forman, & Beck, 2006).
terminada está presente algún estímulo re- Como muestra, véanse por ejemplo algunos
lacionado con el trauma, la atención se cen- trabajos recientes sobre algunos trastornos
tra en dicho estímulo, cuya sola presencia de ansiedad: (1) fobia social (Clark et al.,
provoca la reacción de ansiedad o miedo, 2006; Cox, Fleet, & Stein, 2004; Schultz &
como consecuencia de la interpretación que Heimberg, 2008; Vidal Fernández, Ramos-
se hace del mismo y de la experiencia pasa- Cejudo, & Cano-Vindel, 2008); (2) trastor-
da con el mismo. no de pánico (Hoffart, Sexton, Hedley, &
Martinsen, 2008; Wood, 2008; Zvolensky,
Reestructuración cognitiva Schmidt, Bernstein, & Keough, 2006); (3)
La reestructuración cognitiva debe ir más trastorno obsesivo-compulsivo (Leal Car-
allá de los modelos cognitivos de Ellis y cedo & Cano-Vindel, 2008); (4) trastorno
Beck de hace más de treinta años, pues la de estrés postraumático (Dongil-Collado,
investigación no se detiene y no ha parado 2008; Ehlers & Clark, 2000; Ehlers, Clark,
de aportar nuevos modelos que pueden ser Hackmann, McManus, & Fennell, 2005;
aplicados en la práctica clínica. Los modelos Elwood, Hahn, Olatunji, & Williams,
cognitivos iniciales se centraron en algunos 2009); (5) trastorno de ansiedad generali-
contenidos y procesos cognitivos, a veces zada (Behar, DiMarco, Hekler, Mohlman,
demasiado específicos, como las creencias & Staples, 2009; Ramos-Cejudo & Cano-
irracionales o los pensamientos deformados, Vindel, 2008; Ramos-Cejudo & Salguero,
proponiendo una reestructuración o modifi- 2010; Schmidt, Richey, Buckner, & Timpa-
cación de tales contenidos y procesos, que no, 2009).
posteriormente se ha ido ampliando a otros A pesar de que estos tratamientos psicoló-
procesos más generales, como la valoración gicos, basados en la reestructuración cog-
(Cano-Vindel & Miguel-Tobal, 1999b) o la nitiva de los sesgos cognitivos cometidos
atención (Cano-Vindel, 2002, 2004; Eys- en el procesamiento de información, están
enck & Derakshan, 1997; Eysenck & Eys- empíricamente validados y han demostrado
enck, 2007; Sandín, 1995). ser más eficaces que el tratamiento conven-
La investigación científica reciente sobre el cional para reducir o eliminar los trastornos
tratamiento de los trastornos de ansiedad ha de ansiedad, existe una brecha importante
desarrollado una línea de investigación que entre la investigación y la práctica clínica,
se centra en el desarrollo de modelos de que deberíamos intentar reducir. La pre-
vulnerabilidad cognitiva de estos trastor- sente propuesta de intervención basada en
nos, su contrastación empírica, el desarrollo la reestructuración cognitiva (pero apoya-
de una terapia de reestructuración cognitiva da también en la relajación y las técnicas
basada en dichos modelos, y la demostra- centradas en la conducta) pretende ser una
ción de la eficacia de esta técnica de tra- herramienta de ayuda para este objetivo.

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En la práctica, para desarrollar la inter- base de estas emociones, como los pensa-
vención cognitiva, se trata de identificar y mientos negativos, la valoración cognitiva,
modificar los contenidos de la experiencia los sesgos cognitivos o las atribuciones;
consciente (pensamientos, imágenes, sen- (3) identificar posibles sesgos cognitivos o
saciones, etc.), así como los procesos cog- alteraciones (atención, interpretación, me-
nitivos (atención, interpretación, memoria, moria, atribución, solución de problemas,
atribución, etc.) que supuestamente están etc.), pensamientos automáticos negati-
implicados en la reacción emocional (i.e., vos, pensamientos distorsionados, autoins-
ansiedad) o en su regulación. Este proce- trucciones erróneas, creencias irracionales
dimiento de reestructuración cognitiva im- desadaptadas, esquemas disfuncionales,
plica diferentes actividades que son útiles etc.; (4) modificarlos mediante el uso de
para ayudar a los pacientes a: (1) adquirir la información adecuada, entrenamiento en
información necesaria para que les permita autoobservación (para detectar y tener pre-
identificar las emociones específicas que sente el papel de las cogniciones sobre la
les afectan, como la ansiedad, en todas sus emoción y la conducta), fomento de habi-
manifestaciones (subjetivas, fisiológicas, lidades de razonamiento, generalización,
conductuales); (2) buscar los contenidos y reinterpretación y modificación de pensa-
procesos cognitivos que pueden estar en la mientos o autoinstrucciones (trabajando en

Figura 1: Modelo integrador de Reestructuración Cognitiva

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cada sesión con muestras de sus problemas (i.e., intentos de supresión de pensamien-
cotidianos recientes), aprendizaje de habili- tos, evitaciones), cuáles han sido las conse-
dades para contrastar posibles errores sub- cuencias de éstos (i.e., aumento de activa-
jetivos con datos de la realidad social (i.e., ción fisiológica, reforzamiento del temor a
analizar probabilidad subjetiva versus real la amenaza), etc.
de que sucedan acontecimientos amenazan- Además, esta información que se da en
tes que perturban la tranquilidad), adquisi- consulta habrá que reforzarla con toma de
ción de destrezas para el manejo y redirec- apuntes, esquemas, libros de autoayuda
ción de la atención (mediante la repetición que aclaren toda esta información, faciliten
de ejercicios de focalización de la atención ejemplos, pongan tareas, etc. (Cano-Vindel,
en estímulos neutros o positivos), reforma 2004; Peurifoy, 1993). Estos libros son de
de estilos de procesamiento de información gran ayuda si se usan como tareas de lec-
(entrenando repetidamente nuevos procedi- tura para casa que refuerzan la información
mientos de solución de problemas, nuevas que se proporciona en la consulta y sirven
formas de realizar atribuciones causales, de herramienta al paciente para descubrir y
habilidades para analizar la información o analizar sus problemas, así como para ha-
el fomento de la reflexividad frente a la im- cer práctica en ejercicios de modificación
pulsividad), etc. de pensamientos y sesgos cognitivos. Si
El modelo teórico aquí propuesto ha sido el paciente usa esta herramienta durante
utilizado como base de la reestructuración muchos meses, podrá ir integrando mucho
cognitiva aplicada en diferentes trastornos mejor la información que le damos, hacién-
de ansiedad con buenos resultados (Cano- dola suya y permitiéndole tener a mano un
Vindel, 2007; Dongil-Collado, 2008; Vidal instrumento de análisis y solución de algu-
Fernández et al., 2008) y puede esquemati- nos problemas de ansiedad que tienen su
zarse como muestra la Figura 1. origen en una actividad cognitiva alterada.
A) Información Ello le puede dar más autonomía y seguri-
dad, además de ayudarle a modificar pro-
La información que el psicólogo suministra cesos de pensamiento erróneos y a adquirir
al paciente es esencial para la comprensión nuevas habilidades cognitivo-emocionales
del problema: en qué consiste (i.e., alta an- que le serán muy útiles para aprender a
siedad de evaluación, trastorno de ansiedad manejar sus emociones y especialmente su
social, trastorno de pánico con agorafo- ansiedad.
bia), cuáles son sus manifestaciones en los
tres sistemas de respuesta, qué emociones Sin embargo, debemos tener en cuenta que,
están implicadas (e.g., ansiedad, vergüen- aunque la información es necesaria para
za, asco, culpa), cuáles son las situaciones llevar a cabo la reestructuración cognitiva,
temidas, qué cogniciones están en la base no es suficiente (Olivares, Rosa-Alcázar, &
de esas respuestas emocionales, cuáles son Olivares-Olivares, 2009). Un paciente no
los procesos cognitivos alterados, cómo se se cura sólo trabajando un par de libros, ni
pueden modificar esos sesgos cognitivos, siquiera con un par de libros y un terapeu-
si ha habido condicionamiento directo de ta que no sepa dirigir el tratamiento o no
respuestas fisiológicas, cuáles han sido los esté especializado en las relaciones entre
intentos de regulación emocional fallidos cognición y emoción. El proceso psicoedu-

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cativo es más complejo que leer un libro o emocionales más significativas vividas en
escuchar unas charlas a un psicólogo. Una la última semana, usando los modelos que
cosa es leer o escuchar información (que ya hemos explicado o que introducimos
se olvida rápidamente, si no se trabaja con para analizar cada situación (detección
ella) y otra cosa es aprender o desarrollar de valoraciones amenazantes, de sesgos
habilidades a partir de esta información. cognitivos, etc.). También debemos tener
Por ejemplo, la información necesaria para presente la posible existencia de aconteci-
aprender a conducir se podría leer en unos mientos relevantes previos que han supues-
folios, pero mejor si nos la explican dentro to un aprendizaje o cambio (cambios que se
de un coche y podemos practicar con los han producido desde entonces), como por
pedales y cambios de marchas; sin embar- ejemplo condicionamiento directo (pavlo-
go, con esto no hemos aprendido a condu- viano) de respuestas fisiológicas o haber
cir y menos aún nos hemos quitado el mie- vivido situaciones traumáticas. Cuando
do a conducir o hemos desarrollado reflejos hay condicionamiento directo o experien-
automáticos para la conducción. cias traumáticas, el aprendizaje no es sólo
B) Auto-observación cognitivo y, por lo tanto, el tratamiento va
exigir otras normas de reaprendizaje (segu-
El siguiente paso en la reestructuración
cognitiva es el entrenamiento en observa- ramente será más necesaria la exposición,
ción, que podemos llevar a cabo casi en aunque primero trabajemos la reestructura-
paralelo con el desarrollo del paso anterior. ción cognitiva).
Este entrenamiento en observación es un 2. Demostrar, con ejemplos y en la prácti-
objetivo que no se consigue simplemente ca, cómo: (a) si se cambian las cognicio-
con un autoregistro, sino que se trata de un nes (e.g., reducir la atención y la magnifi-
aprendizaje complejo que puede abarcar la cación al estímulo temido), se modifica la
adquisición y manejo de muchos construc- emoción y la conducta; (b) si se interpreta
tos cognitivos (los que necesite cada pa- el inicio de un proceso de activación fisio-
ciente), como son los sesgos interpretativos lógica como un grave problema, se dispara
y atencionales, pensamientos deformados, la ansiedad (alerta ante un problema) y au-
autoinstrucciones, valoración cognitiva menta más la activación fisiológica (efecto
(amenaza o desafío), atribuciones de cau- espiral); (c) en cambio, si queremos que no
salidad, expectativas, esquemas disfuncio- se siga haciendo más grande esa espiral e
nales, autoeficacia percibida, autoestima, invertir el proceso, es necesario reducir los
metacognición, ideas irracionales, etc. Para sesgos de atención e interpretación; (d) si se
adquirir la habilidad necesaria para obser- trabaja con una menor intensidad emocio-
var y, al menos, comenzar a manejar estos nal, se manejan mejor las cogniciones y la
constructos, se pueden utilizar diferentes conducta; (e) si se actúa con una conducta
tareas que vamos a mencionar a continua- acorde a la situación, se aprende a manejar
ción. mejor las cogniciones y la emoción; (f) si el
1. Enseñar a analizar las situaciones emo- sesgo cognitivo se centra en otra fuente de
cionales desde un enfoque cognitivo-emo- información (modelo de Eysenck) surgen
cional (modelo de la valoración, de sesgos casos diferentes al suyo (problemas que él
cognitivos,…). Se analizan las situaciones no tiene, pero comprende cómo se desarro-

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llan); (g) se han resuelto casos similares al sepamos qué hacemos mal y qué debemos
suyo y casos diferentes con valor pedagógi- cambiar, no seamos capaces de modificar-
co (porque a él no le sucede ese problema, lo inmediatamente, porque se requiera que
sino que lo domina); (h) los problemas pue- tengamos que hacer prácticas y desarrollar
den parecer más claros si utilizamos metá- habilidades complejas. Por ejemplo, para
foras adecuadas y esto nos puede motivar, una determinada persona que no es mie-
transmitir buenas expectativas y ayudarnos dosa, no es lo mismo que le digan que el
a actuar mejor. estruendo que ha oído en casa, estando a
3. Utilizar ejemplos en los cuáles el pacien- solas, ha sido un pequeño accidente (y no
te se maneja bien y son similares a aquéllos se trata de ladrones que han entrado en
en los que hay problemas: (a) analizar los casa), frente a que le digan que debe comer
modelos en los que se comporta bien (usan- un alimento que le da mucho asco, porque
do los mismos modelos de cognición-emo- lo comen otras personas y es muy nutritivo.
ción; por ejemplo, pánico vs. fobia social); En éste último caso se requerirá algo más
(b) persuadir de que se puede aprender de que información para cambiar la emoción
nuevo a manejar bien las emociones y con- y la conducta; además, probablemente los
ductas desadaptadas (como se manejaban cambios en este caso no se conseguirán in-
antes de haber desarrollado un aprendizaje mediatamente.
cognitivo-emocional erróneo), aplicando ¿Qué habilidades se pueden necesitar en la
los mismos modelos que explican el desa- reestructuración cognitiva para reducir los
rrollo del problema. principales sesgos o errores cognitivos?
4. Resaltar siempre el modo de trabajo: El paciente puede requerir el desarrollo de
(a) hay que repasar los libros de autoayu- muy diferentes habilidades, que pueden
da y los apuntes tomados en consulta (es ser entrenadas en el proceso de reestruc-
necesario repetir la información para mo- turación cognitiva: (1) entrenamiento en
dificar hábitos cognitivos erróneos, formas análisis y reevaluación cognitiva de ame-
de pensar equivocadas); (b) los modelos nazas para transformarlas en desafíos (re-
teóricos sirven de guía para la práctica; (c) valoración cognitiva); (2) entrenamiento en
la práctica conduce al desarrollo de habili- focalización de la atención (entrenamiento
dades, adquisición de seguridad y manejo en eliminación de anticipaciones negati-
de las emociones o conductas que antes se vas, entrenamiento en atención a estímulos
evitaban o eran un problema. Pero la prác- neutros o positivos y reducción de la priori-
tica en la vida cotidiana y la adquisición de zación de información negativa); (3) entre-
habilidades (i.e., sociales) también ayudan namiento en solución de problemas; y (4)
a reducir los sesgos cognitivos. entrenamiento en mejora de la seguridad,
C) Reestructuración autoeficacia percibida y autoestima (auto-
valoración).
Después de haber aprendido a observar lo
que hacemos mal pueden suceder dos co- Veamos brevemente algunas indicaciones
sas: (1) que podamos resolver en el mismo sobre cómo entrenar estos cuatro tipos de
acto el problema, cambiando automática- habilidades que permiten reducir los sesgos
mente nuestros errores; o (2) que aunque cognitivos.

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1. Desarrollo de habilidades para la reva- timaciones es un sesgo interpretativo, que


loración de la amenaza. Hay muchas for- suele ser muy grande y hay que reducir);
mas de reducir la amenaza subjetiva, pero (b) para el segundo tipo de error “¿cuáles
básicamente consisten en contrastar la per- son las consecuencias si sucede?”, se pro-
cepción del paciente con la realidad. Esto cede análogamente (valorar importancia de
se puede conseguir haciendo una serie de las consecuencias subjetivas (0-100), com-
preguntas que lleven a plantearse las con- parar con reales; un ejemplo de valoración
secuencias que realmente pueden acontecer subjetiva es “si tengo que hablar en público
si se afronta la situación amenazante. Por me muero”; cuando la consecuencia real es
ejemplo, si una persona tiene mucha ansie- “temo hacer el ridículo”; ¿cuánta importan-
dad para hablar en público y le pregunta- cia tiene para mí el ridículo?, ¿qué pierdo
mos qué sucedería si tuviese que afrontar realmente si evito?); (c) para corregir el
esta situación, es probable que su primera tercer error “¿qué puedo hacer yo frente a
respuesta sea del tipo “me muero”, cuando la amenaza?”, se debe contrastar la valora-
en realidad sólo experimentaría ansiedad, ción subjetiva de recursos para afrontar la
vergüenza, etc. A través de una serie de situación temida con los recursos que usa
preguntas adecuadas podemos conseguir en otras situaciones que no teme y en las
que piense en las consecuencias reales y las que se maneja correctamente; y (d) para
valore correctamente y no de forma catas- modificar el cuarto tipo de error, conviene
trófica. En este sentido es útil el modelo de hacer que se pregunte ¿a quién puedo pedir
Beck sobre valoración cognitiva de la ame- ayuda?, señalando que el apoyo social es
naza, que señala que en las situaciones que esencial para amortiguar los problemas.
provocan ansiedad exagerada suele haber
una percepción de amenaza poco adaptati- 2. Desarrollo de habilidades para el mane-
va, en la que se suelen cometer cuatro tipos jo de la atención. ¿Qué debe hacer un pa-
de errores: (a) sobrestimación de la proba- ciente para conseguir una reducción impor-
bilidad de ocurrencia de un suceso temido; tante del sesgo atencional? Para reducir el
(b) sobrestimación de la severidad de un su- tiempo de atención centrada en amenazas
ceso temido; (c) infraestimación de los re- es útil: (a) recordar que la atención a una
cursos de afrontamiento; y (d) infraestima- respuesta autonómica cambia la tasa de res-
ción de las posibilidades de ayuda por parte puesta, aumenta la preocupación e inicia
de otros (apoyo social). La revaloración de el proceso en espiral; (b) recordar que la
la amenaza se llevaría a cabo mediante la atención a los pensamientos negativos, las
contrastación empírica y el razonamien- preocupaciones, etc., incrementa la activa-
to de cada uno de estos cuatro errores: (a) ción fisiológica; (c) hay que intentar susti-
para reducir el primer error, “¿cuál es la tuir la atención, el repaso, la rumiación de
probabilidad de que suceda la amenaza?, se pensamientos negativos por autoinstruccio-
utiliza el razonamiento y la contrastación nes positivas, racionales; (d) realizar activi-
empírica (se lleva a cabo una valoración dades que exijan alta atención (conversar,
subjetiva de la probabilidad, valorando de o imaginar, p. ej.), que sean incompatibles
0 a 100; se estiman datos de la realidad, se con dedicar una alta atención al problema
usan datos estadísticos para calcular la pro- (activación fisiológica, la propia conducta,
babilidad real; la diferencia entre ambas es- etc.) y restar importancia a la atención re-

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sidual hacia el problema; (e) tener siempre lución perfecta, no volver atrás en la toma
presente que hay una regla de oro para re- de decisiones –regla de oro-, elaborar un
ducir el sesgo atencional, “debemos centrar plan de actuación, predecir consecuencias).
la atención en la tarea (e.g., el examen), no Fase 5. Ejecución y verificación (puesta en
en la ansiedad (los síntomas)”; (f) no em- marcha del plan de actuación, evaluación
peñarse en rechazar pensamientos intrusos, de los resultados).
sino aprender a funcionar a pesar de ellos; 4. Desarrollo de habilidades para una
es mejor restarles importancia y habituarse correcta autoevaluación (autoeficacia per-
al hecho de que puedan aparecer, sin que se cibida y autoestima). Muchos pacientes
desaten emociones. cometen algunos sesgos cognitivos en la
3. Desarrollo de habilidades para la solu- valoración de su capacidad para realizar
ción de problemas. El entrenamiento en una tarea (autoeficacia percibida) o la va-
solución de problemas (D’Zurilla y Gold- loración de sí mismo y su trayectoria en
fried, 1971) (Goldfried y Goldfried, 1975) las diversas facetas de la vida (psicológi-
sigue una serie de pautas tradicionales que ca, social, familiar, académica, profesional,
son bien conocidas. Se comienza por ex- económica, etc.). Cómo mejorar el auto-
plicar que la toma de decisiones y la solu- concepto o la autoeficacia percibida: (a) se
ción de problemas generan ansiedad, por debe favorecer la motivación para realizar
lo que conviene aprender un proceso que actividades, pues el ser humano se valora
simplifique el tiempo que tomamos para más cuando permanece activo; (b) reali-
realizar esta actividad cognitiva. La prác- zar o haber realizado múltiples actividades
tica de las cinco fases que describiremos a deseadas, nos ayuda a valorarnos mejor;
continuación generará nuevas habilidades (c) procurar hacerlas bien, pues los fraca-
de solución de problemas que sustituirán sos nos pasan factura en este sentido; (d)
al proceso que seguía habitualmente el no basta con hacer diferentes actividades y
paciente, que adolecía de algún error (i.e., hacerlas bien, sino que hay que saber va-
analizar indefinidamente las alternativas y lorar correctamente los resultados (muchas
no elegir una o volver atrás en el proceso). veces nos encontramos con sesgos valorati-
Fase 1. Definición y formulación del pro- vos hacia la baja); (e) realizar atribuciones
blema (recoger información, comprender correctas (los éxitos deben ser interpreta-
el problema, buscar causas reales que están dos en términos de atribuciones internas,
creando y manteniendo el problema, des- no externas, aunque a veces pueda influir
componer y analizar el problema, definir el algo la suerte o el apoyo social, pues es-
problema. Fase 2. Propuesta de soluciones tos factores son siempre temporales, y no-
alternativas (elaborar las posibles salidas al sotros estamos revisando la valoración de
problema, no entrar a discutirlas). Fase 3. toda una vida; (f) saber reforzarse por los
Evaluación de las alternativas (analizar los aciertos (es mejor hacer las cosas por satis-
pros y contras de cada alternativa, tener en facción o refuerzo que por obligación, sin
cuenta que las anticipaciones de problemas ningún tipo de satisfacción) y corregir los
generan ansiedad. Fase 4. Toma de decisión errores (premiarse por el esfuerzo, aunque
(elegir la alternativa “menos mala”, tener no se pueda premiar por el resultado; ana-
en cuenta que no existe una que sea la so- lizar y corregir errores de cara al futuro);

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(g) experimentar satisfacción y bienestar delos que han alcanzados los objetivos y
(algunas personas tienen temor o no saben resaltamos los factores que han conducido
experimentar satisfacción por los logros); al éxito; y (d) proporcionamos información
(h) saber generalizar a otras actividades, sobre el proceso terapéutico, resaltando los
habilidades o esfuerzos (si he realizado este logros alcanzados (por pequeños que sean)
tipo de actividad, pero no esta otra, que es y se hace ver que los logros definitivos sim-
similar, debo sentirme capaz también de plemente requieren más tiempo de entrena-
hacer esta otra, u otras tareas similares). miento. Otras herramientas que se utilizan
Para llevar a cabo correctamente todo el para mejorar la persuasión son: el diálogo
proceso de reestructuración cognitiva se socrático, la intención paradójica, la modi-
requieren algunas habilidades del terapeu- ficación de estados de ánimo y la modifica-
ta. Por ejemplo, debe tener una sólida for- ción de actitudes.
mación actualizada en las relaciones sobre Por último, señalar algo que es indiscutible:
cognición y emoción, debe tener práctica la reestructuración cognitiva no está reñida
en el manejo de esa información, poseer con el entrenamiento conductual, sino que
habilidades de análisis de los problemas, se complementa con él y forma parte de su
manejo de sus propias emociones, cier- desarrollo.
ta experiencia de vida y grandes dotes de Así, por ejemplo, en la reestructuración
persuasión. Pero el tema de las habilidades cognitiva es necesario resaltar la necesi-
del terapeuta excede los objetivos de este dad de exponerse a las situaciones temidas,
artículo, por lo que vamos a hacer sólo un acercándose a los estímulos que provocan
breve comentario sobre la persuasión. la ansiedad (bajo situación de control), todo
En la aplicación de las técnicas de reestruc- ello siguiendo el principio de aproximacio-
turación cognitiva se requiere capacidad de nes sucesivas (poco a poco) y el principio
persuasión que se puede conseguir si desa- del refuerzo (es importante premiarse por
rrollamos de varias formas el esquema “in- los éxitos, aunque sean pequeños, y corre-
formación - razonamiento - contrastación”. gir los errores ante los fracasos, en lugar de
Por un lado damos información sobre el castigarse). Al exponerse a la situación an-
tema que queremos convencer, a conti- siógena, bajo estas condiciones de control,
nuación desarrollamos una serie de razo- se produce habituación o disminución de
namientos lógicos y finalmente buscamos la respuesta de ansiedad, y se consolida el
datos en la realidad que respalden lo que proceso de reestructuración cognitiva. So-
defendemos. Este procedimiento será espe- bre este punto es necesario subrayar las di-
cialmente útil si hacemos: (a) pronóstico de ferencias teóricas y prácticas de la exposi-
mejoras (con el fin de aumentar las expec- ción entendida desde el modelo conductista
tativas de un resultado positivo en el tra- tradicional y el modelo cognitivo actual.
tamiento); (b) fijamos un límite de tiempo Así, desde el primero, se pide al paciente
para conseguir ese resultado (damos infor- que durante la exposición no deje de pen-
mación de otros casos, razonamos buscan- sar en la amenaza; mientras que desde el
do equivalencias con su caso, y finalmente segundo, se le pide que maneje su sesgo de
buscamos datos que reflejan ya alguna me- tipo atencional, justo al contrario. Para una
jora); (c) hacemos una exposición de mo- discusión sobre este tema véase el artículo

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de Dongil-Collado y Wood (2009). En resu- cuencia –una sesión cada dos semanas-, si
men, podríamos decir que muchas veces el el paciente ha adquirido ya las herramien-
tratamiento eficaz debe incluir exposición tas de entrenamiento y las practica con la
a estas situaciones que el paciente evita, regularidad deseada. Esta intervención pro-
pero la exposición por sí misma no siempre duce excelentes resultados en la práctica
cura. A veces, produce el efecto contrario y clínica, que se mantienen en el tiempo sin
sensibiliza. Para que la exposición sea efi- recaídas, como puede verse en los informes
caz, el paciente debe tener información y de casos publicados que han sido tratados
cierta sensación de control durante la expo- con este protocolo de intervención (ver pá-
sición, por lo que primero debe llevarse a rrafo siguiente), aunque se requiere investi-
cabo la reestructuración cognitiva. gación con diseños más exigentes (ensayos
Otro ejemplo, además de la reestructura- controlados aleatorizados). Lo que viene a
ción cognitiva, puede ser necesario la mo- suceder en esta intervención se explica per-
dificación de diferentes conductas y reorga- fectamente por un proceso de aprendizaje
nización del estilo de vida en personas con progresivo de la regulación emocional y un
estrés. Además de reestructurar los proce- mejor manejo cognitivo-emocional. Por el
sos cognitivos de atención, interpretación, contrario, el paciente antes de llegar a la
solución de problemas, etc., con frecuencia consulta estaba desarrollando un aprendi-
es necesario reorganizar las preocupacio- zaje que le llevaba a generar mucha ansie-
nes, las emociones, la conducta y el estilo dad, cada vez más, así como a mantenerla.
de vida, aprendiendo a: (a) marcar horarios, Digamos que estaba trabajando en la direc-
pautas de trabajo y descanso; (b) mejora de ción opuesta a sus objetivos.
la gestión del tiempo y la organización; (c) Para profundizar en la propuesta de inter-
clarificación y jerarquización de objetivos; vención que hemos realizado en este artí-
(d) reducción del perfeccionismo en el tra- culo recomendamos la lectura de algunos
bajo y en el ocio (deporte, relaciones socia- otros trabajos que describen con más de-
les), “aprender a no hacerlo todo perfecto”; talle el tratamiento de casos sobre trastor-
(e) mejora de las habilidades sociales en el nos de ansiedad y que aparecen citados en
ámbito laboral, familiar y social; y (f) me- éste (Cano-Vindel, 2007; Dongil-Collado,
jora de las habilidades de comunicación 2008; Herrero-Gómez & Cano-Vindel,
con los demás. 2010; Ramos-Cejudo & Cano-Vindel,
El tratamiento aquí descrito consiste en 2008; Vidal Fernández et al., 2008; Wood,
un aprendizaje con las técnicas cogniti- 2008). Algunos de ellos pueden encontrar-
vo-conductuales, especialmente la rees- se en la Web de la Sociedad Española para
tructuración cognitiva, desde un enfoque el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, SEAS
cognitivo-emocional. La experiencia prác- (http://www.ucm.es/info/seas/ta/trat/index.
tica nos indica que se necesita un tiempo htm).
aproximado de unos pocos meses: en los
Discusión y conclusiones
casos menos graves, a los 3 meses una gran
mejoría; a los 6 meses el alta. Lo habitual En el presente artículo se hace una propues-
es que al cabo de unas 10 sesiones, una por ta de intervención cognitivo-conductual ac-
semana, se comience a disminuir la fre- tualizada sobre los trastornos de ansiedad y

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otros desórdenes emocionales. La propues- la regulación emocional previa al desor-


ta se basa, por un lado, en nuestra expe- den, corrigiendo los sesgos cognitivos de
riencia clínica de muchos años centrada en atención e interpretación, disminuyendo la
los trastornos de ansiedad, combinada con activación fisiológica mediante técnicas de
la investigación especializada en el mismo relajación (muscular, respiración, imagina-
campo (Cano-Vindel, 2010), por otro lado, ción y sugestión) y reajustando las conduc-
en las directrices que marcan las guías de tas desadaptadas mediante un entrenamien-
práctica clínica basadas en la evidencia to por aproximaciones sucesivas y práctica
científica (NICE, 2011a, 2011b) y nuestras conductual reforzada.
propias revisiones de la misma (Cano-Vin- Esta propuesta supone una actualización,
del, 2011a). Sin embargo, sería necesario especialmente con respecto a la práctica
llevar a cabo estudios controlados aleato- clínica habitual, en la que raramente se uti-
rizados en los que se comparen la eficacia liza una reestructuración cognitiva basada
de esta propuesta con un grupo control de en los sesgos cognitivos (Eysenck & De-
tratamiento placebo. Estamos trabajando rakshan, 1997; Eysenck & Eysenck, 2007)
en ello, en un proyecto de investigación en y la regulación emocional (Leahy, Napoli-
Atención Primaria, en colaboración con el tano, & Tirch, 2011) como la que aquí se
COP y PsicoFundación, pero estamos en ha descrito y cuyas bases pueden ser con-
los inicios de este proyecto. Mientras tanto, sultadas en otra publicación (Cano-Vindel,
sólo podemos aportar los estudios de casos 2011a). También supone una actualización
ya citados, que sólo suponen una pequeña respecto al modo de entender la exposición
evidencia a favor de este protocolo de trata- y la práctica de esta técnica. El modelo
miento. Para una profundización en las ba- conductual radical, que predominaba en la
ses teóricas y apoyo empírico de esta pro- psicología científica hasta los años 80, an-
puesta remitimos al lector a una revisión tes de que tomasen fuerza los modelos cog-
sobre la intervención cognitivo-conductual nitivos (y se sigue utilizando hoy en día en
en los desórdenes emocionales, que incluye la práctica clínica de forma generalizada),
este tema (Cano-Vindel, 2011a). tuvo muchos problemas para explicar por
La lógica de la propuesta señala que si con- qué no siempre se producía la extinción de
sideramos los trastornos de ansiedad como la respuesta emocional tras la exposición
un desorden emocional aprendido en el que repetida a la situación emocional. Dife-
aparecen reacciones intensas y frecuentes, rentes intentos de explicación recurrieron
con experiencia ansiosa desagradable (i.e., a variables de tipo cognitivo, pese a que
malestar psicológico), activación fisioló- esta orientación radical del conductismo
gica intensa (i.e., respuestas autonómicas) rechazaba la posibilidad de estudiar cien-
y expresión o conducta desajustada (i.e., tíficamente las variables cognitivas. Así,
evitaciones), si adoptamos un modelo cog- durante años se estuvo defendiendo que si
nitivo (sesgos cognitivos) y conductual bien la exposición repetida a la situación
(condicionamiento directo de respuestas emocional o a los recuerdos espontáneos
fisiológicas) para explicar este aprendiza- del trauma, normalmente sería suficiente
je, entonces la intervención psicológica para extinguir las asociaciones condiciona-
debería ir encaminada a la restauración de das, la extinción dejaría de ocurrir si la per-

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sona que se estaba exponiendo trataba de investigación “Crisis de ansiedad: preva-


distraerse o bloquear los recuerdos durante lencia y factores de vulnerabilidad”, finan-
la exposición, lo que haría una exposición ciado por el Ministerio de Ciencia e Inno-
incompleta, que fallaría en su objetivo. vación, MICINN (ref. PSI 2008-05332).
De acuerdo con esta explicación (Keane,
Zimering, & Caddell, 1985), la evitación
cognitiva de los estímulos condicionados,
Referencias
ya sea a través de la distracción, el bloqueo
de los recuerdos u otras conductas, se vería Amstadter, A. (2008). Emotion regulation and anxiety di-
reforzada por una reducción en el miedo, lo sorders. Journal of Anxiety Disorders, 22, 211-221.
que llevaría al mantenimiento del trastorno Arcas-Guijarro, S., & Cano-Vindel, A. (1999). Procesos
emocional (por ejemplo el trastorno de es- cognitivos en el trastorno de ansiedad generalizada, se-
gún el paradigma del procesamiento de la información.
trés postraumático, pese a exponerse a los Psicologia.com [Online], 3, 145 párrafos. Available: http://
recuerdos traumáticos). Esta explicación ha www.psiquiatria.com/psicologia/vol143num141/art_146.
llevado a una práctica profesional contraria htm.
a los principios de la regulación emocio- Asociación Americana de Psiquiatría, A. P. A. (2001).
nal, o a los modelos de sesgos cognitivos D.S.M.-IV-TR. Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales. Texto Revisado (1a. ed.). Barcelo-
actuales, al insistir en la necesidad de ha- na: Masson.
cer exposición mientras el paciente ima-
Bar-Haim, Y., Lamy, D., Pergamin, L., Bakermans-Kranen-
gina, en todo momento, consecuencias de burg, M. J., & van, I. M. H. (2007). Threat-related attentio-
tipo catastrofista, que pueden conducir a la nal bias in anxious and nonanxious individuals: a meta-
sensibilización, así como a una alta tasa de analytic study. Psychological Bulletin, 133, 1-24.
abandono terapéutico. En realidad, según el Behar, E., DiMarco, I. D., Hekler, E. B., Mohlman, J., &
Staples, A. M. (2009). Current theoretical models of ge-
modelo de los sesgos cognitivos la expli-
neralized anxiety disorder (GAD): conceptual review and
cación de por qué no siempre funciona la treatment implications. Journal of Anxiety Disorders, 23,
extinción sería la contraria: el problema no 1011-1023.
estaría en que el paciente ha evitado cogni- Butler, A. C., Chapman, J. E., Forman, E. M., & Beck, A.
tivamente durante la exposición y se ha dis- T. (2006). The empirical status of cognitive-behavioral
therapy: a review of meta-analyses. Clinical Psychology
traído, sino que la extinción fallaría porque
Review, 26, 17-31.
el paciente, por indicación de su terapeuta,
Cáceres, J., Arrarás, J. I., Jusue, G., & Zubizarreta, B.
está centrando su atención en los estímu- (1996). Tratamiento comunitario de los trastornos de an-
los amenazantes y los está magnificando. siedad: ¿cognitivo-conductual, farmacológico o mixto?
Véase una discusión más a fondo del tema Análisis y Modificación de Conducta, 22, 753-780.
sobre la fobia a volar (Dongil-Collado & Camuñas, N., Ojeda, J., Prieto, L., Cano-Vindel, A., Irua-
Wood, 2009). Esta actualización supone rrizaga, I., & Miguel-Tobal, J. J. (2006). Intervención psi-
cológica en mujeres menopáusicas: Implantación de un
un aumento significativo de la eficacia de programa para la reducción de la ansiedad y la depre-
la intervención cognitivo-conductual en los sión. Revista Lusófona de Ciencias da Mente e do Com-
trastornos de ansiedad, como hemos podi- portamento, 8, 239-250.
do ver en las publicaciones de casos reali- Cano-Vindel, A. (2001). Inventario de Actividad Cognitiva
zadas hasta ahora. en los Trastornos de Ansiedad (IACTA).Unpublished ma-
nuscript, Madrid: Universidad Complutense de Madrid.
Agradecimientos. Este artículo ha sido Cano-Vindel, A. (2002). Técnicas cognitivas en el control
apoyado parcialmente por el proyecto de del estrés. In E. G. Fernández-Abascal & M. P. Jiménez

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dossierdossier
Las nuevas tecnologías en el tratamiento
nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 28-46
LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

de los trastornos de ansiedad


R.M. Baños,1,3, V. Guillen, 1,3, A. García-Palacios 2,3, S. Quero, 2,3 C. Botella, 2,3
1. Universidad de Valencia, Dpto. Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos.
2. Universitat Jaume I de Castellón, Dpto. Psicología Básica, Clínica y Psicobiología.
3. CIBER Fisiopatología Obesidad y Nutrición (CB06/03), Instituto Carlos III.

resumen/abstract:
Actualmente contamos con técnicas de intervención psicológica con una elevada eficacia para el tratamiento
de los trastornos de ansiedad, pero sigue siendo un reto pendiente profundizar aún más en su eficiencia
y en su diseminación. Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) se están convirtiendo en
herramientas de gran utilidad para dispensar y/o mejorar la aplicación de servicios terapéuticos, permitiendo
profundizar en el eje de la efectividad o utilidad clínica de los tratamientos psicológicos y potenciando el
poder llegar a todas las personas que lo necesiten. Las tecnologías utilizadas incluyen, fundamentalmente,
la simulación mediante realidad virtual, la realidad aumentada, el uso de Internet, o el uso de dispositivos
móviles. En este artículo resumimos algunas de las aportaciones más relevantes que hay hasta la fecha en
el uso de estas tecnologías en el campo concreto del tratamiento de los trastornos de ansiedad.

Currently we have at our disposal psychological intervention techniques with high efficacy for the treatment
of anxiety disorders, but it is still a challenge to deep even more into their efficiency and dissemination.
Communication and Information Technologies (CIT’s) are becoming useful tools in delivering and/or
improving the application of therapeutic services, allowing deepen in the effectiveness or clinical utility
axis of the psychological treatments and promoting to reach to all individuals in need. The technologies that
are being used include, mainly, virtual reality simulations, augmented reality, Internet or mobile devices.
In this article we summarize some of the most relevant contributions existing to date on the use of these
technologies in the concrete field of anxiety disorders.

palabras clave/keywords:
Trastornos de ansiedad, Realidad Virtual; Internet, Tratamientos computerizados, Ciberterapia, Tratamientos
en línea.

Anxiety Disorders, Virtual reality, Internet, Computerizaed Treatments, Cybertherapy, online treatments.

Agradecimientos:
Este trabajo ha sido subvencionado en parte por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (PSI2010-17563), por
el Programa de Investigación y Excelencia PROMETEO (Generalitat Valenciana. 2008-157), y por “El CIBER de
Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición, una iniciativa del ISCIII”.

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R.M. Baños, V. Guillen, A. García-Palacios, S. Quero, C. Botella dossier

Introducción la aplicación de servicios terapéuticos. Es-


tas herramientas se están desarrollando a
Hace ya casi dos décadas, la American
un ritmo vertiginoso y debido al enorme
Psychological Association (APA, 1993) se
potencial que ofrecen, pueden implicar el
planteó promover la aplicación y difusión
logro de mejoras en los TPE ya existentes,
de las técnicas de tratamiento psicológico
sobre todo en lo que se refiere al eje de la
que contaran con respaldo empírico, lo que
efectividad o utilidad clínica (Botella, et al.,
se denominó como Tratamientos Empíri-
2009). En este sentido, en la actualidad ya
camente Validados o Tratamientos Psico-
contamos con diversas aplicaciones de las
lógicos Eficaces (TPE). Desde entonces,
TICs que están suponiendo mejoras en los
han aparecido un número cada vez mayor
TPE como, por ejemplo, hacer que dichos
de TPEs, teniendo una representación im-
tratamientos lleguen a más personas que
portante las técnicas cognitivo-comporta-
los necesitan y que, por distintas razones
mentales (Chambles et al., 1996, 1998). En
no pueden acudir a un centro clínico en el
1995, la APA establecía además en su guía
que dichos tratamientos estén disponibles,
clínica una distinción clara entre la “efica-
o ayudar a incrementar el grado de acepta-
cia” de una intervención y su “efectividad”
ción por parte del paciente de las técnicas
o utilidad clínica. Desde entonces, se plan-
de intervención.
tea cada vez con más fuerza la necesidad
no solo de contar con tratamientos eficaces, Las tecnologías utilizadas para la aplica-
sino también eficientes, incluyendo dentro ción de los tratamientos psicológicos in-
de este segundo aspecto cuestiones tan re- cluyen, fundamentalmente, la simulación
levantes como el rango de aplicabilidad de mediante realidad virtual, la realidad au-
un tratamiento, la capacidad y disponibili- mentada, el uso de Internet, la inteligencia
dad de profesionales cualificados, el grado ambiental, la computación persuasiva y la
en que los pacientes aceptan el tratamiento, computación ubicua, o el uso de dispositi-
o la relación coste-beneficio. Por lo que res- vos móviles. En este artículo vamos a in-
pecta a los trastornos de ansiedad, actual- tentar resumir algunas de las aportaciones
mente contamos con técnicas de interven- más relevantes que hay hasta la fecha en el
ción psicológica con una elevada eficacia, uso de estas tecnologías en el campo con-
pero profundizar aún más en su eficiencia creto de los trastornos de ansiedad.
sigue siendo un reto pendiente.
El uso de la realidad virtual y la rea-
En los últimos años, el movimiento de los lidad aumentada en el tratamiento de
TPE está incorporando las Tecnologías de los trastornos de ansiedad
la Información y Comunicación (TICs)
en los programas de tratamiento. Recien- Hoy en día, la evidencia señala de manera
temente, han surgido conceptos como la clara que la exposición es una de las técni-
“Ciberterapia”, “Tratamientos compute- cas más eficaces para el tratamiento de los
rizados”, “Tratamientos online”, para re- trastornos de ansiedad. Sin embargo, y pese
ferirse a este ámbito de aplicación de las a los buenos resultados sobre su eficacia,
TICs, aludiendo, en general, al uso de la los datos indican que alrededor de un 25%
informática y de los ordenadores como de los pacientes rechazan la exposición o
herramientas para posibilitar y/o mejorar abandona este tratamiento (Marks, 1992).

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dossier LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

Una razón es lo aversivo que puede llegar esperar a que éstas sucedan en la vida real
a ser para algunos pacientes afrontar el ob- (p.ej. un supermercado lleno de gente).
jeto o situación temidos. Por ello, se hace Todas estas ventajas han propiciado que
necesario explorar nuevas formas de apli- las aplicaciones de RV en el ámbito de
car una técnica tan eficaz para reducir esos los trastornos de ansiedad hayan crecido
porcentajes de rechazo. Una alternativa es de manera importante en los últimos años
la utilización de la realidad virtual (RV). (Krijn, Emmelkamp, Olafsson, y Biemond,
La RV permite simular la realidad de forma 2004; Meyerbröker y Emmelkamp, 2010;
que el usuario se encuentra en un espacio Parsons, y Rizzo, 2008). Hoy en día existen
tridimensional en el que puede interactuar muchos estudios que avalan la eficacia de
con los elementos virtuales de una forma esta técnica en el tratamiento de diversos
similar a cómo interactúa con los elemen- trastornos de ansiedad, como fobias especí-
tos reales. La RV ofrece además una serie ficas (p.ej., Botella et al., 1998, 2004), tras-
de ventajas importantes cuando se la com- torno de pánico (p.ej., Botella et al., 2007),
para con la exposición “in vivo” (Botella trastorno por ansiedad social (p.ej., Klinger
et al., 2006). En primer lugar, el mundo et al., 2005), o trastorno por estrés post-
virtual puede controlarse totalmente, ya traumático (p.ej., Baños et al., 2009, 2011).
que está generado por un ordenador que el
terapeuta puede controlar. El hecho de que Recientemente, se está también aplicando
las situaciones no sean “reales” favorece una metodología muy cercana a la RV, de-
que los pacientes acepten mejor la exposi- nominada Realidad Aumentada (RA). La
ción (García-Palacios, Hoffman, See, Tsay, RA supone la introducción de elementos
y Botella, 2001). Permite repetir la misma virtuales en el mundo real. Se trata de ge-
tarea de exposición una y otra vez sin cam- nerar objetos, seres, imágenes, textos, etc.
biar sus parámetros. Por ejemplo, un pa- virtuales, por medio del ordenador, que
ciente con fobia a volar puede exponerse a puedan superponerse o “incluirse” en el
una situación concreta del vuelo (p.ej. des- mundo real. Esto es, el usuario está vien-
pegar) varias veces en una sola sesión, sin do el contexto “real” en el que se encuen-
cambiar los acontecimientos que suceden tra por medio de una o más cámaras y, a la
durante el despegue (p.ej., es de día y hay vez, está viendo esos elementos virtuales.
viento). Otra ventaja es que no es necesa- En el ámbito específico de los trastornos de
rio salir de la consulta para realizar tareas ansiedad, la RA está demostrando su enor-
de exposición. Por ejemplo, un paciente me potencialidad y utilidad. Nuestro grupo
agorafóbico se puede exponer a diferentes de investigación ha diseñado y puesto a
situaciones (tren, autobús, túnel) sin dejar prueba dos aplicaciones de RA para el tra-
la consulta, lo que supone un ahorro impor- tamiento de dos fobias específicas: la fobia
tante del tiempo. Este hecho también favo- a animales pequeños (arañas y cucarachas)
rece aspectos éticos como la protección de y la acrofobia (Botella et al., 2010; Juan et
la intimidad, ya que no es necesario que el al., 2005).
paciente manifieste sus síntomas en luga- El descenso en los costes que supone esta
res públicos (p. ej., un centro comercial). tecnología (tanto de la RV como de la RA),
Además, podemos graduar las situaciones junto con las potencialidades que tienen
según las necesidades del paciente y sin para los tratamientos psicológicos, hace

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R.M. Baños, V. Guillen, A. García-Palacios, S. Quero, C. Botella dossier

prever muchos desarrollos futuros que po- de atención primaria del Reino Unido. La
drán facilitar de modo importante la aplica- evidencia empírica hasta el momento indi-
ción de los tratamientos de diversos trastor- ca que el programa es eficaz, asociándose
nos de ansiedad. con mejoras significativas en la sintomato-
logía clínica, que se han mantenido en los
Programas de tratamiento compute- seguimientos (Kenwright, Marks, Gega,
rizados para los trastornos de ansie- y Mataix-Cols, 2004; Schneider, Mataix-
dad Cols, Marks, y Bachofen, 2005).
Como antes comentábamos, las técnicas El grupo de Marks también ha desarrolla-
cognitivo-comportamentales tienen una do una versión para el trastorno obsesivo
representación muy importante en el ám- compulsivo, OCFighter, un sistema autoa-
bito de los TPE, especialmente para el plicado de evaluación y tratamiento que in-
tratamiento de los trastornos de ansiedad cluye 9 módulos, un manual para pacientes
(Antony y Stein, 2009; Nathan y Gorman, (basado en la exposición y prevención de
2007, Norton y Price, 2007). En general, se respuesta) y ejercicios que se realizan a tra-
trata de protocolos que al ser estandariza- vés de un sistema interactivo de respuestas
dos y estar manualizados son susceptibles telefónicas previamente grabadas. Cuando
de ser aplicados con ayuda de un ordenador. se completan todas las sesiones, los coordi-
En esta línea, y especialmente en el campo nadores proporcionan información y apoyo
de los trastornos emocionales, destacan los al paciente para ayudarle a alcanzar metas
trabajos realizados por los grupos de Isaac más generales. Diversos estudios contrala-
Marks y Judith Proudfoot en el Reino Uni- dos apoyan la eficacia de OCFighter, consi-
do (Marks, et al., 2004, 2007; McCrone et guiendo mejorías comparables a la terapia
al., 2004; Proudfoot et al., 2004) y por el cara a cara, con un ahorro de hasta el 80%
grupo de Gavin Andrews y Nikolai Titov en tiempo de atención profesional (Greist
en Australia (Andrews y Titov, 2009, 2010; et al., 2002). Este programa también cuen-
Titov, et al., 2008 a,b; 2009, a,b,c,d; 2010). ta con versión on line (Marks, Baer, Greist,
Del grupo del Reino Unido destacan dos Park, Bachofen, et al., 1998; Bachofen,
programas de tratamiento, Fear Fighter Nakagawa, Marks, Park, et al., 1999;
(FF) y Beating the Blues (BTB). El prime- Greist, Marks, Baer, Kobak, et al., 2002).
ro, FF, consiste en un protocolo cognitivo- La otra aplicación, BTB, es un programa
comportamental en el que se ayuda al pa- auto-aplicado dirigido al tratamiento de la
ciente a planificar una exposición guiada ansiedad y la depresión de gravedad mo-
por medio del ordenador, manteniendo con- derada. Consiste en 8-10 sesiones de 50
tactos breves con el terapeuta (en persona o minutos de duración. La primera sesión en-
a través del teléfono, en función de si el FF seña al usuario cómo utilizar el programa,
se utiliza en una clínica o en casa, a través y el resto consiste en un protocolo cogni-
de Internet). El programa consta de una se- tivo-comportamental, en el que se aplican
sión de evaluación, 9 de tratamiento, tareas diversas estrategias mediante animaciones,
para casa y retroalimentación acerca de las vídeos, estudios de casos y voz en off. Se
tareas realizadas. El acceso lo proporciona ayuda al usuario a identificar los objetivos
el médico de cabecera desde los servicios del tratamiento, se le enseña reestructura-

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dossier LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

ción cognitiva y a desarrollar habilidades automático regular para los pacientes tra-
de planificación, resolución de problemas, vés de correos electrónicos, y sistemas de
exposición gradual, programación de la ac- alerta para permitir la comunicación instan-
tividad y gestión de sueño, según las nece- tánea con un médico en caso de necesidad.
sidades. El último módulo se centra en la Algunos de los contenidos se presentan en
planificación de la acción y la prevención forma de viñetas ilustradas sobre personas
de recaídas. Los módulos incluyen las ta- que padecen estos trastornos y que comien-
reas para casa al finalizar cada sesión. Los zan a superar sus síntomas con la ayuda
datos hasta el momento señalan que el del programa. Ofrecen videos de presenta-
programa es eficaz en el tratamiento de la ción, cursos para pacientes y terapeutas, y
ansiedad y la depresión. La evidencia acu- manuales protocolizados para pacientes y
mulada tanto con FF como con BTB ha terapeutas. Los autores han publicado nu-
merecido que ambos programas sean reco- merosos trabajos en los últimos años que
mendados en las guías del Instituto Nacio- ofrecen evidencia de la eficacia de todos
nal de Salud y Excelencia (NICE) en Reino sus programas para el tratamiento de los
Unido (Cavanagh y Shapiro, 2004; Fox, trastornos de ansiedad. Han llevado a cabo
Acton, Wilding y Corcoran, 2004; McCro- numerosos estudios controlados compara-
ne, Knapp, Proudfoot, Rydenet al., 2004; dos en los que comparan el programa de
Proudfoot, Ryden, Everitt, Shapiro, et al., tratamiento frente a un grupo control lista
2004). de espera, o frente al tratamiento tradicional
En Australia, el equipo de Andrews y Ti- cara a cara. Por ejemplo, el programa para
tov han desarrollado y sometido a prueba la ansiedad (The Anxiety Program) (Titov,
programas auto-aplicados para la ansiedad Andrews, Johnston, Rovinson y Spence,
(The Anxiety Program), el trastorno de pá- 2010), el programa para el pánico (The
nico (The Panic Program), la fobia social Panic Program) (Wims, Titov, Andrews, y
(The Shyness Program), el trastorno de an- Choi, 2010), el programa para combatir la
siedad generalizada (The GAD Program), timidez (The Shyness Program) (Andrews,
la preocupación ansiosa (The Worry Pro- Davies y Titov, 2011; Titov, et al., 2008
gram), el trastorno por estrés post-traumá- a,b,c, 2009, a,b,c,d), el programa para la
tico (The PTSD Program), y la depresión ansiedad generalizada (The GAD Program)
(The Sadness Program). Todos ellos son (Titov, Andrews, Kemp y Robinson, 2010),
tratamientos asistidos por ordenador com- y el programa para la preocupación excesi-
binados con el apoyo profesional (An- va (The Worry Program) (Robinson, Titov,
drews y Titov, 2009, 2010; Titov, Andrews, Andrews, McIntyre, Schwencke, y Solley,
Kemp, Robinson, 2010). Todos los progra- 2010).
mas siguen una orientación cognitivo-com- El grupo comenzó a realizar ensayos clíni-
portamental y se pueden realizar en torno cos en el año 2007 y a finales de 2010 ya
a ocho semanas. El tratamiento suele estar habían completado 22 estudios, tratando
compuesto por seis sesiones de tratamien- a más de 1400 pacientes con este tipo de
to, un resumen y la asignación de tareas al programas a través de Internet. En enero
final de cada sesión, un foro de discusión de 2011 ya había 886 profesionales y 2.555
on line para cada sesión, un recordatorio pacientes que estaban utilizando los pro-

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R.M. Baños, V. Guillen, A. García-Palacios, S. Quero, C. Botella dossier

gramas de CRUfADclinic. Estos programas ellos, “Sin miedo”·(Botella et al., 2008), es


requieren la recomendación de un clínico un programa de tratamiento auto-aplicado
del Hospital San Vicent de Sidney, de for- para la fobia a animales pequeños (ratas,
ma que cualquier persona que tenga alguno arañas y cucarachas). Este programa utiliza
de los problemas descritos puede consultar escenarios de RV desarrollados especial-
a su médico de cabecera o psicólogo y so- mente para este tipo de fobias. Simula un
licitar que se le “recete” uno de los cursos gran número de escenarios reales, de forma
de Internet de CRUfADclinic. Para obtener que el paciente puede exponerse y entrenar
la referencia (o derivación), un especialista en diversas situaciones relacionadas con el
evalúa si el tratamiento on line o cara a cara miedo a estos animales. El programa cuen-
puede ser más beneficioso para cada per- ta con un protocolo de evaluación, que per-
sona. El objetivo general que plantea este mite valorar la situación de cada persona de
grupo es construir programas que pueden forma individualizada. Apoyado en mate-
ser útiles para pacientes y profesionales de riales de autoayuda desarrollados específi-
la salud. Las personas que finalizan el tra- camente para este tratamiento, el paciente
tamiento refieren haber realizado un buen puede enfrentarse a diversas situaciones,
aprendizaje para manejar los síntomas y los obteniendo retroalimentación continua
resultados se sustentan en los periodos de y en la que a medida que son superadas,
seguimiento. El 5% recomendaría el pro- aumentan su dificultad. Diversos estudios
grama a un amigo, el 98% dice que mereció han aportado datos que demuestran la alta
la pena y 9 de cada 10 dice que están satis- eficacia de este programa (Baños, Quero,
fechos (Titov, Andrews, Johnston, Robin- Botella, y García-Palacios, 2007; Botella et
son, Spence, 2010). al., 2008).
Con el fin de mejorar las tasas de finaliza- El segundo programa que ha desarrollado
ción del programa, que generalmente no nuestro grupo es “Háblame”, dirigido al
son muy elevadas, en 2010 realizaron cam- tratamiento del miedo a hablar en público.
bios para intentar solucionar este problema La estructura del programa es similar al
y mejorar la adherencia al tratamiento, in- anterior, incluyendo psicoeducación, rees-
cluyendo estrategias como, por ejemplo, un tructuración cognitiva, exposición y tareas
contrato para pacientes, estableciendo sus para casa. Después de cada sesión el usua-
responsabilidades, un sistema de recordato- rio debe responder una serie de preguntas
rio basado en las fechas elegidas por el pro- para poder seguir adelante. Las sesiones de
pio paciente, el apoyo de correos electróni- exposición simulada forman la mayor parte
cos personalizados y mensajes dirigidos a del programa y le exigen que hable en dife-
su médico, etc. Según sus resultados, esto rentes escenarios (grabados en vídeos): una
ha generado una mejora en la adherencia clase, un examen oral, una reunión de tra-
del 53%. En estos momentos, están some- bajo y con un grupo de amigos. Se tienen
tiendo a prueba si estos niveles de adheren- en cuenta, además, distintos moduladores,
cia se pueden mantener en el tiempo. como el número de personas implicadas, el
En España, nuestro grupo ha desarrolla- género, etc. Los datos indican que el pro-
do dos programas auto-aplicados para el grama Háblame usado en formato auto-
tratamiento de dos fobias. El primero de aplicado es tan eficaz como administrado

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dossier LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

por un terapeuta, y que los cambios se intensidad de los ataques de pánico confor-
mantienen al año de seguimiento (Botella, me se incrementaban las sesiones. Además,
Guillen, García-Palacios, Gallego, Baños, los participantes informaron de que el foro
y Alcañiz, 2007; Botella, Gallego, García- y el programa les habían resultado muy
Palacios, Guillen, Baños, Quero y Alcaniz, útiles, consideraban que habían mejorado
2010, Botella, Hofmann, y Moscovitch, y sentían que podían controlar su ansiedad
2004). y enfrentarse a exposiciones temidas con
éxito. Sin embargo, las tasas de abandono
Actualmente existen otros grupos que tam-
fueron altas.
bién han desarrollado otros programas de
tratamiento asistidos por ordenador, para El grupo de Klein en Australia también ha
diversos trastornos de ansiedad. A conti- desarrollado programas para la prevención
nuación presentaremos muy brevemente de ansiedad (Online Anxiety Prevention
sus aportaciones, incluyendo sólo aquellas Program e-PASS) y el trastorno por estrés
aplicaciones que cuentan con estudios que postraumático (PTSD Online). En ellos se
analizan su eficacia. ofrece información, evaluación, diagnós-
tico y tratamiento on line. En el primero,
Para el tratamiento del trastorno de pánico, el usuario se registra y luego completa una
el grupo dirigido por Klein de la Universi- evaluación psicológica on line. La inter-
dad Swinburne (Australia) ha desarrollado vención consta de seis módulos basados
dos programas computerizados, combinan- en técnicas cognitivo-comportamentales,
do el apoyo del terapeuta con el programa que requieren que el participante realice
de ordenador. Existe evidencia sobre su los ejercicios diseñados para aprender di-
eficacia (Klein, Richards, y Austin, 2006; versas habilidades. Este programa ha sido
Klein, Shandley, Austin, y Nordin, 2008; sometido a prueba en un estudio controlado
Kiropoulos, Klein, Austin, Gilson, et al., en una muestra estudiantes universitarios,
2008; Klein, Austin, Pier, Kiropoulos, et comparado con un grupo control lista de
al., 2009; Shandley, Austin, Klein, Pier, et espera, obteniendo resultados positivos que
al., 2008). También para el tratamiento del se mantuvieron en el seguimiento a los 6
pánico, el grupo de Farvolden en Canadá meses (Kenardy, McCafferty y Rosa, 2003,
ha desarrollado una web interactiva (Panic 2006). Con respecto al programa PTSD
Center) que tiene como objetivo mejorar la Online, presentan resultados de un ensayo
comunicación entre pacientes con pánico y clínico no controlado en el que encontraron
profesionales (Farvolden, Denisoff, Selvy, mejorías significativas en las valoraciones
Bagby y Rudy, 2005). Incluye psicoeduca- de los pacientes acerca de la gravedad y
ción, un grupo de apoyo, evaluación para sintomatología de este trastorno en el post-
detectar trastornos del estado de ánimo y tratamiento y a los 3 meses de seguimiento
de ansiedad, un diario de pánico y un pro- (Klein, Mitchell, Gilson, Shandley, Aus-
grama cognitivo-comportamental que com- tin, Kiropoulos, Abbott, y Cannard, 2009;
prende 12 sesiones (opcional y el usuario se Klein, et al., 2010).
lo puede descargar). En una investigación También para el tratamiento del TEPT, el
longitudinal con una muestra de participan- grupo de Litz ha desarrollado una web,
tes que había visitado la web, encontraron DE-STRESS (Delivery of Self-Training and
mejorías significativas en la frecuencia e Education for Stressful Situations), que

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contiene un programa auto-aplicado, que MoodGYM es un programa diseñado por el


consta aproximadamente de 6 semanas de grupo de Christensen en Australia. Utiliza
duración, con 18 sesiones de tratamiento, un programa cognitivo-comportamental de
de una duración entre 15-45 minutos, junto cinco módulos, que se realizan en unos 20
con tareas para casa. Se ofrece además la a 40 minutos. Los módulos contienen infor-
posibilidad de contactar con los profesio- mación, demostraciones animadas, juegos,
nales por correo electrónico y teléfono para ejercicios y tareas. Se han llevado a cabo
proporcionar información y apoyo duran- ensayos controlados que apoyan la efica-
te todo el programa. DE- STRESS ha sido cia de MoodGYM para reducir los sínto-
comparado en su versión on-line, frente a mas de ansiedad (Christensen, Griffiths, y
asesoramiento psicológico (counseling). Korten; 2002; Christensen, Griffiths, Kor-
Ambos tratamientos muestran una reduc- ten, Brittliffe, Groves, 2004; Christensen,
ción en los síntomas de TEPT a nivel ge- Griffiths, Mackinnon, y Brittliffe, 2006;
neral, y específicamente en los síntomas de Calear, Christensen, Mackinnon, Griffiths,
evitación e hiperactivación, sin embargo, y O’Kearney, 2009; Sethi, Campbell, Ellis,
DE- STRESS logró una mayor reducción 2010).
de la sintomatología, tanto en el post-trata- Existe otro programa de tratamiento para la
miento como en el seguimiento (Litz, Wi- TAG desarrollado por el Departamento de
lliams, Wang, Bryant y Engel, 2004; Litz, Salud de Australia Occidental denominado
Engel, Bryant, y Papa, 2007). What? Worry Me? Consta de 11 módulos
El grupo de Gaynes (Gaynes et al. 2010) que proporcionan estrategias sobre cómo
ha desarrollado el “M3 screen and depres- manejar las preocupaciones y ansiedad. El
sioncheck”, diseñado para evaluar el riesgo contenido de los módulos combina la tera-
de depresión, trastorno bipolar y ansiedad pia cognitivo-comportamental tradicional
(incluye, el trastorno por estrés postraumá- con técnicas para trabajar la intolerancia
tico) a través de una breve lista de síntomas a la incertidumbre, las creencias metacog-
del estado de ánimo y de ansiedad. Está en nitivas, la aceptación y la atención. Se ha
inglés y en español. Dispone de una lista de sometido a prueba su eficacia en una serie
verificación que solo requiere unos 3 mi- de estudios de casos, encontrando que to-
nutos para completarla, después el usuario dos los participantes lograron una mejoría
recibe un informe personalizado confiden- clínicamente significativa que se mantenía
cial delineando acerca de cuánto le pueden a los 5 meses de seguimiento (Draper, Rees
estar interfiriendo los síntomas. Los resul- y Nathan, 2008).
tados quedan registrados en el programa y El equipo de Muroff ha desarrollado un
el usuario puede valorar su progreso con el programa para el tratamiento del trastorno
monitor de M3, además, pueden compartir obsesivo compulsivo (TOC). Se trata del
los resultados con su médico. Existe una H-C la Comunidad de acumuladores com-
versión para móviles, llamada depression- pulsivos (Compulsive Hoarding Communi-
check, disponible también para iPhone y ty), un grupo privado creado en Yahoo para
iPod Touch. los acumuladores con TOC. Para el trata-
Por lo que se refiere al tratamiento del miento se utiliza un programa cognitivo-
trastorno de ansiedad generalizada (TAG), conductual. Toda la información publicada

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es confidencial. Se admiten grupos de 105- éxito en comparación con un control de


115 participantes a la vez. Los nuevos soli- lista de espera. El programa logró mejorías
citantes se inscriben en una lista de espera. significativas en gravedad del trastorno y
Solo se admiten entre tres y diez nuevos en las evaluaciones funcionamiento gene-
miembros cada mes. La persona que desea ral (Spence, Holmes, March, yLipp, 2006;
ser admitida está obligada a tomar medidas March, Spence y Donovan, 2008).
activas para reducir la acumulación com- Hasta aquí, hemos hecho un resumen de al-
pulsiva en un plazo de 60 días y debe rea- gunos de los tratamientos computerizados
lizar avances con respecto a los objetivos que podemos encontrar para abordar diver-
conductuales que se haya fijado (p. ej., acu- sos trastornos de ansiedad, escogiendo sólo
dir a una tienda y no comprar). Los miem- en esta revisión los que cuentan en este
bros de esta comunidad se apoyan mutua- momento con respaldo empírico. Todos
mente y pueden comunicarse entre ellos a estos tratamientos son susceptibles de ser
través del chat. Los datos ofrecidos en un aplicados vía on line, y de hecho la mayo-
estudio cuasi-experimental (Muroff, Steke- ría de ellos así se aplican. A continuación,
tee, Himle, Frost, 2010) indican la eficacia haremos un resumen de otros recursos que
de la H-C, ya que sus integrantes informa- podemos encontrar en la red para el trata-
ron de mejorías a los 6 meses de estar en miento de los trastornos de ansiedad.
el grupo, en comparación con los del grupo
control lista de espera. Internet en el tratamiento de los
Finalmente, destacaremos un programa trastornos de ansiedad
para el tratamiento de la ansiedad en la in- En la actualidad, Internet es un instrumen-
fancia denominado BRAVE, que también to de gran utilidad en la promoción, pre-
utiliza técnicas cognitivo-comportamen- vención e intervención en el ámbito de la
tales. Hay dos versiones disponibles, una salud en general, y de la salud mental en
para niños de entre 8 y 12 años y otra para particular, ofreciendo recursos muy valio-
adolescentes entre 13 y 17. El objetivo es sos, como el correo electrónico, los instant
desarrollar habilidades para manejar la an- messaging (mensajes instantáneos), la vi-
siedad. Las sesiones para los padres preten- deoconferencia, web sites (páginas web),
den enseñarles a ayudar a sus hijos a ma- las listas de servidores de subscriptores
nejar la ansiedad. Se ha sometido a prueba múltiples y los bulletin boards (paneles de
en dos ensayos clínicos aleatorizados en noticias), páginas privadas de teleservicios
muestras de niños, y se ha comparado su sanitarios, guías de autoayuda, aplicación
eficacia cuando se aplica de forma tradi- de cuestionarios, servicios para profesio-
cional o en la versión en Internet (la mitad nales, etc. Son muchos los pacientes que
de las sesiones en la clínica y la otra mitad pueden beneficiarse de una “terapia a dis-
on line), no encontrando diferencias entre tancia”, especialmente aquellos que tienen
los dos tipos de intervención y obtenien- dificultades para acudir a la consulta de un
do reducciones significativas en ansiedad, profesional, por enfermedad médica, pro-
que se mantuvieron a los 6 y 12 meses. La blemas geográficos, falta de tiempo, etc.,
versión completa BRAVE Online para ni- pero también a aquellos cuyos problemas
ños también se ha sometido a prueba, con les impiden inicialmente acudir a la consul-

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ta del profesional (p.ej. agorafobia, fobia sería la telefónica, que puede resultar más
social, etc.), o que desean mantenerse en cercana a la psicoterapia presencial, debido
el anonimato, tratando de evitar el estig- a que la interacción se establece a través de
ma asociado a la enfermedad mental (p.ej., comunicación oral, lo que favorece la flui-
problemas sexuales). También utilizan es- dez y espontaneidad en el establecimiento
tos recursos las personas que están ya muy del vínculo. Actualmente, y gracias a de-
familiarizadas con esta tecnología y que la terminados recursos (p.ej., las líneas 906),
usan en otros muchos ámbitos de su vida el uso del teléfono como instrumento tera-
(p. ej. adolescentes). Estas personas se sue- péutico está teniendo una mayor difusión.
len acomodar fácilmente a relaciones tera- Además, también pueden hacerse a través
péuticas “hiperpersonales” (Walther 1996), de programas de Internet para llamadas te-
lo que incrementa su motivación al cambio, lefónicas (p.ej., Skype), abaratando costes y
su adhesión a la terapia y su percepción de facilitando la llamada desde cualquier parte
autoeficacia. A continuación, resumiremos del mundo. Otra modalidad sincrónica es
las herramientas disponibles en la actuali- la consulta a través del Chat, que permite
dad para el tratamiento a través de Internet, una interacción también directa y fluida,
para luego centrarnos específicamente en lo pero sólo verbal. Para mantener el contacto
hecho hasta ahora en el campo de los tras- entre sesiones se puede combinar con el co-
tornos de ansiedad. rreo electrónico, especialmente para el en-
En primer lugar, nos encontramos con la vío y devolución de material de evaluación
consulta psicológica a través del correo (auto-registros, cuestionarios, etc.), para
electrónico (mailing), un claro ejemplo de aclarar dudas sobre las tareas para casa o
comunicación “asincrónica”, en la que los para profundizar algún aspecto de la sesión
contactos se realizan en diferido, sin ne- anterior. La consulta a través de videocon-
cesidad de que paciente y terapeuta deban ferencia también evita desplazamientos,
conectarse al mismo tiempo. En esta mo- pero sin perder el contacto “cara a cara”,
dalidad, lo más frecuente es que se ofrezca y pudiendo además intercambiar documen-
asesoramiento o consejo (counseling), y no tos de forma inmediata. En esta modalidad,
suele dispensarse un tratamiento estructu- pueden utilizarse programas de Internet
rado. Es un modo útil para que el paciente como Skype, Gmail, etc.
obtenga en un periodo breve de tiempo el En las modalidades expuestas hasta aquí,
punto de vista de un profesional, que puede el tratamiento se suele desarrollar de la
ayudarle a resolver su problema. Además, siguiente forma. El terapeuta ofrece infor-
el contacto por e-mail permite elaborar mación general acerca de los trastornos
los contenidos de forma más reflexiva por psicológicos para los que ofrece consejo o
ambas partes, ya que pueden expresarse tratamiento. El usuario que quiere contra-
emociones, estados de ánimo o describir si- tar el servicio cumplimenta una serie de
tuaciones de forma precisa, en el momento cuestionarios con información biográfica
en que cada parte lo desee y dedicándole el y clínica. Si se trata de un problema que
tiempo y la extensión que se considere. el terapeuta está capacitado para tratar, se
Dentro de las modalidades “sincrónicas”, proporciona información acerca de la es-
la consulta psicológica más “tradicional” tructura y condiciones de la terapia (dura-

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ción, tiempo de cada consulta, honorarios, dolo a sus necesidades. Internet también
etc.). Si el paciente está de acuerdo con las favorece el aumento de la frecuencia de
condiciones, y una vez contratado el servi- contacto terapéutico. No es preciso que se
cio (siempre previo pago, a diferencia de la limite a unas citas predeterminadas, sino
consulta tradicional), comienza la fase de que pueden establecerse comunicaciones
evaluación, y posteriormente el tratamiento más frecuentes (por ejemplo, diarias) con
y seguimiento. facilidad, si se prescriben. O simplemente
Son muchas las ventajas de la terapia a tra- emplear el correo electrónico como instru-
vés de Internet, y no solo no reemplaza a la mento de contacto entre citas presenciales
terapia “tradicional”, sino que puede ayu- más demoradas.
dar incluso a animar a los pacientes a bus- El uso de Internet también puede suponer
car ayuda que de otra forma no harían. Es una reducción significativa de costes, eco-
decir, Internet puede llegar a un sector de nómicos y de tiempo, tanto para pacientes
población que de ninguna otra forma con- y para terapeutas. El coste económico es
sentiría acudir a un psicólogo en persona. menor en las terapias on line, lo que pue-
La red ofrece confidencialidad, lo cual es de facilitar el acceso a personas con tras-
importante debido al estigma que se sigue tornos de alta prevalencia, pero de menor
asociando a contactar con los servicios de gravedad, como por ejemplo las fobias es-
salud mental. El contacto con el terapeu- pecíficas, quienes habitualmente no buscan
ta puede ocurrir desde la tranquilidad del tratamiento por la relación coste-beneficio.
hogar del usuario, y éste puede explorar Según diversos estudios realizados en Aus-
información acerca de las alternativas de tralia (McCrone et al. 2004; Mihalopoulos
tratamiento, y realizarla en ese momento et al. 2005; Christensen y Griffiths 2007;
o pensarlas con la posibilidad de aplicar- Shandley et al. 2009), los servicios de sa-
las más adelante. Por otro lado, la “invi- lud mental on line son hasta 50 veces más
sibilidad” del terapeuta en algunos casos rentables que los servicios de salud mental
puede favorecer la autorrevelación. El pa- tradicionales. En este sentido, también hay
ciente puede verse así menos tenso, aver- que destacar que Internet es muy útil para
gonzado o atemorizado, que al exponerse consultas sencillas, aclaraciones, asesora-
ante la consulta cara a cara de una psico- miento y consejo psicológico. A menudo los
terapia tradicional. Los pacientes escriben pacientes únicamente buscan información
sus problemas de forma similar a “como relevante para su problema. Una respuesta
si estuviesen escribiendo en un diario”. clara y acertada, acompañando manuales o
Otra ventaja de Internet es la flexibilidad, guías de interés o sugiriendo bibliografía,
tanto geográfica como de tiempo. El con- puede ser un modo adecuado de orientar a
tacto puede realizarse desde el lugar que se un paciente sobre su problema.
desee, a cualquier hora del día. Se evita el Ejemplo claro de estas estrategias en el
desplazamiento y las barreras geográficas, campo concreto de los trastornos de an-
tanto para el paciente como para el terapeu- siedad son los trabajos llevados a cabo en
ta. Además, el paciente no tiene que adap- Holanda por el grupo de Alfred Lange, de
tarse a los horarios de una consulta clásica la Universidad de Amsterdam. Este grupo
y puede realizar el tratamiento adaptán- ha desarrollado un programa para el trata-

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miento del TEPT, que denominan Interapy. aplicaciones para el tratamiento en general
Consta de 10 sesiones de escritura a lo largo de problemas de salud mental y física en
de 5 semanas, con una duración de 45 mi- http://beacon.anu.edu.au.
nutos. Por medio de Internet se proporciona
al paciente, paso a paso, la información es- Limitaciones
crita y las instrucciones para ir avanzando a Como hemos visto, se ha producido un no-
lo largo de la terapia. Para poder acceder al table crecimiento del uso de las TICs en el
programa, se requiere la prescripción de un campo de los tratamientos psicológicos. A
facultativo. Hasta el momento, la eficacia pesar de estos avances, queremos también
de este programa se ha evaluado en tres en- subrayar las limitaciones e inconvenientes
sayos controlados aleatorizados, mostrando que pueden tener estos programas.
que proporciona mejoras significativas en
En primer lugar, es necesario que el pacien-
los síntomas de TEPT en comparación con
te tenga garantías acerca del profesional
los controles de lista de espera (Lange, et
que lo está tratando. Además, en el caso
al., 2000; Lange, et al., 2001; Lange, Rie-
de que se trate de un profesional cualifica-
tdijk, Hudcovicova, van de Ven, Schrieken,
do, se ha de proporcionar garantías de que
y Emmelkam, 2003; Lange, van de Ven, y
el tratamiento lo está aplicando el mismo
Schrieken, 2003; Knaevelsrud y Maercker,
profesional todo momento, a lo largo del
2007; Knaevelsrud y Maercker, 2010).
tratamiento. Relacionado con esto, está la
http://www.beacon.anu.edu.au/websites/ incertidumbre acerca de “quién está al otro
link/197/3. Este mismo grupo ha desarro- lado”, desde el punto de vista tanto del te-
llado un programa para el tratamiento del rapeuta, como del cliente. Otra dificultad
trastorno de pánico Interapy-Pánico, que proviene del establecimiento de la rela-
contiene 7 módulos para ser trabajados a ción terapéutica, especialmente cuando la
lo largo de, aproximadamente, 11 semanas. comunicación sólo es verbal, lo que suele
Los resultados de un ensayo controlado conllevar problemas en la espontaneidad y
aleatorizado, donde se comparó Intera- naturalidad de la relación. Además, esto se
py frente a un grupo de control en lista de puede agravar cuando todo se hace por es-
espera, muestran que los participantes del crito, ya que es difícil de transmitir sesiones
grupo de tratamiento mejoraron significati- completas de tratamiento por escrito. Rela-
vamente más y los efectos fueron aún más cionado con esto, se encuentra el problema
pronunciados en el seguimiento a los tres de la asincronía en la terapia mediante el
años (Ruwaard, Broeksteeg, Schrieken, intercambio de mensajes de correo elec-
Emmelkamp, y Lange, 2010). trónico. A menudo los pacientes prefieren
Hasta aquí hemos hecho un rápido reco- respuestas inmediatas a sus problemas y
rrido por las aplicaciones computarizadas no aceptan demoras excesivas en el correo.
y on line que podemos encontrar para el Además, el hecho de no disponer de infor-
tratamiento de los trastornos de ansiedad. mación no-verbal del paciente puede restar
Aunque existen muchas más, hemos elegi- cierta fiabilidad y validez al diagnóstico.
do sólo las que cuentan con respaldo em- Otra de las dificultades importantes en este
pírico. El lector interesado podrá encon- tipo de tratamientos son los problemas re-
trar un listado mucho más exhaustivo de lacionados con la seguridad y la confiden-

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cialidad de la información. En el Journal de estas herramientas así como los equipos


of the American Medical Informatics Asso- necesarios para poder utilizarlas, no siem-
ciation: “Guidelines for the Clinical Use pre están al alcance de todos los terapeutas
of Electronic Mail withPatients” (Kane, y todas las instituciones.
Daniel y Sands, 1998) se presentan instruc-
ciones y recomendaciones respecto del co- Líneas futuras
rreo electrónico con pacientes en relación
En este trabajo hemos hablado de los de-
con aspectos legales, éticos, confidenciali-
sarrollos tecnológicos que las aplicaciones
dad y seguridad de la comunicación. Estos
criterios pueden hallarse en http://www. están teniendo en la actualidad. Sin embar-
amia.org/pubs/pospaper/positio2.htm y en go, el avance y progresión de las TICs es
http://www.amia.org/pubs/pospaper/posi- realmente impresionante, por lo que el fu-
tio2.htm. El Colegio Oficial de Psicólogos turo más inmediato ya está aguardando con
de Barcelona, también ha creado un foro de otros desarrollos tecnológicos que pueden
discusión y debate acerca de los tratamien- ser de gran utilidad en el campo de los tra-
tos on line (terapiaonline@listserv.cop.es) tamientos psicológicos. Así, otras posibles
http://www.cop.es/colegiados/gr03126/lis- y valiosas TICs para nuestro campo son los
ta/ dispositivos que integran la Computación
Ubicua y la Computación Persuasiva. El
Otro grupo de problemas proviene de las
primer término fue acuñado por Weiser en
elevadas tasas de abandonos que tienen to-
davía muchos programas aplicados por me- 1991 como un paradigma de interacción en
dio de Internet, siendo una de las mayores el cual el ordenador se “distribuye e inte-
barreras de los tratamientos on line. Buen gra” en el entorno del sujeto, tratando de
ejemplo son los trabajos del grupo de An- ocultar su presencia mediante la distribu-
drews y Titov en Australia y los esfuerzos ción de pequeños y diversos dispositivos
que están llevando a cabo para resolver esta que permiten la interacción. Implica la tec-
dificultad. Se necesitan estudios que ana- nología de lo casi invisible, pequeños siste-
licen las causas de estos abandonos y que mas que se comunican de forma espontánea
generen estrategias adecuadas para poder y con cualidades que les permiten integrar-
superar esta importante limitación. Rela- se en una gran cantidad de objetos. Es la
cionado con esto se encuentran las dificul- tendencia de la informatización y conexión
tades en la implementación de este tipo de en red de nosotros mismos con múltiples
tratamiento, como por ejemplo, potenciar dispositivos en nuestro entorno. Ejemplos
la motivación de los pacientes, realizar el de la implementación de esta tecnología
seguimiento de las tareas que lleven a cabo, los encontramos en los nuevos teléfonos
aplicar algunas técnicas como relajación, o móviles “inteligentes” (smart phones), con
mindfulness, etc. conexión a Internet y vía Bluetooth que
Por último, habría que señalar el problema permiten comunicarse con otros dispositi-
de los costes, aún algo elevados de algunas vos de forma muy natural y sin necesidad
tecnologías, como la RV o la RA. Aunque de cables. El objetivo claro al cual apun-
han disminuido de forma muy notable en tan estos desarrollos es permitir un acce-
los últimos años, el coste de los desarrollos so flexible y libre a la información desde

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cualquier lugar y en cualquier momento. en el usuario se está convirtiendo en la ten-


Mattern, Ortega & Lorés (2001) consideran dencia hacia la cual se dirigen las TICs en
que, a largo plazo, esta continua tendencia el siglo XXI. En este sentido, queremos su-
tecnológica puede dar lugar a la fusión del brayar que el rápido avance en el desarro-
ordenador con los objetos que utilizamos llo de TICs, y la creciente investigación de
de manera cotidiana en nuestra vida diaria. sus aplicaciones en psicología clínica nos
Por su parte, la Computación Persuasiva es permitirá contar con un número cada vez
un área de investigación reciente en la in- mayor de herramientas terapéuticas que
teracción hombre-máquina. El término fue pueden ayudar a mejorar los tratamientos
introducido por Fogg en 1999 para referirse psicológicos de elección en la actualidad
a los sistemas computacionales, dispositi- para el tratamiento de numerosos trastor-
vos o aplicaciones, diseñados intencional- nos psicológicos.
mente para cambiar determinados compor- Año tras año, los avances tecnológicos que
tamientos. Su uso en el campo de la salud estamos presenciando, están haciendo que
se ha dirigido a persuadir a las personas los tratamientos psicológicos apoyados por
para la adopción de hábitos saludables en el TICs se estén convirtiendo en una herra-
cuidado de la salud y la prevención respec- mienta del futuro inmediato. En concreto,
to a determinados problemas. La computa- los tratamientos y la ayuda on line está
ción persuasiva intenta seguir fundamen- impulsando y facilitando que las personas
talmente tres directrices: “Justo a tiempo” puedan acceder a este tipo de ayuda. Nues-
(mensajes disponibles justo en el momento tra obligación ética como psicólogos clíni-
en que se tiene que tomar una decisión), cos es intentar ofrecer tratamientos y ayuda
“Simulación de experiencias” (simulacio- eficaz, del mejor modo posible, al mayor
nes que permiten vivir experiencias útiles número de personas que lo necesiten. Sin
en la toma de decisiones) y “Personaliza- embargo, se estima que en la actualidad el
ción (envío de información personalizada modelo de asistencia sanitaria imperante en
para captar e incrementar la atención del los países desarrollados sólo llega al 40%
usuario). El dispositivo más utilizado tan- de las personas, es decir, el 60% aproxima-
to en el campo de la computación ubicua damente de las personas con problemas de
como en el de la computación persuasiva salud mental no tienen acceso a tratamiento
son los teléfonos móviles inteligentes. Su profesional (Meadows y Burgess, 2009).
rápida integración en nuestra vida y activi- En España, al igual que otros países (Reino
dades cotidianas ha motivado la creciente Unido, Australia, etc.) tenemos altísimos
utilización de este dispositivo en el campo costes en salud, pero sin embargo no se cu-
de la salud. bren adecuadamente las necesidades de los
La inserción de las nuevas tecnologías en ciudadanos. Como antes señalábamos, los
el campo de los tratamientos psicológicos, e-servicios de salud mental pueden ser has-
y que puede hacerse extensible al campo de ta 50 veces más rentables que los servicios
la salud en general, apunta cada vez más de salud mental tradicionales (McCrone et
a tecnologías de mayor facilidad de uso, al. 2004; Mihalopoulos et al.2005; Chris-
portátiles y personalizadas, por lo que po- tensen y Griffiths 2007). Algunos países
dríamos afirmar que la tecnología centrada ya han empezado a hacer planteamientos

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en este sentido. La estrategia australiana todos y de romper algunos de los estigmas


(Christensen, et al, 2011) prevista para los existentes en torno a ellos.
próximos 10 años, indica que se prevé que
convivan dos planes de salud mental, un
modelo de servicios tradicional junto con
Referencias
e-servicios que complemente y mejoren las
carencias de los actuales servicios de salud American Psychological Association (APA) (1993). Task
mental. En la actualidad, están trabajando force on promotion and dissemination of psychological
procedures. A report to the Division 12 board of the Ame-
en la construcción de una plataforma tec- rican Psychological Association. Washington, D.C: APA
nológica (portal web) para prestar servicios American Psychological Association Task force on Psy-
de salud mental. chological Intervention Guidelines (1995). Template for
developing guidelines: Interventions for mental disorders
En una entrevista reciente realizada a Alan and psychological aspects of physical disorders. Wash-
Kazdin en la revista “Time”, este prestigio ington, D. C.: American Psychological Association.
autor mantenía que a pesar de que los trata- Andrews, G., Davies, M., y Titov, N. (2011). Effectiveness
mientos para los problemas de salud men- randomized controlled trial of face to face versus Inter-
net cognitive behaviour therapy for social phobia. The
tal han dado grandes pasos en las últimas
Australian and New Zealand Journal of Psychiatry, 41,
décadas, el problema importante es que 95-114.
los TPE no están llegando a las personas Andrews, G., y Titov, N. (2009) Hit and Miss: Innovation
que los necesitan. Kazdin alegaba que esto and dissemination of evidence based psychological
se debía a que el campo de la salud men- treatments. Behaviour Research and Therapy, 47:974-
979.
tal sigue dependiendo en gran medida de la
Andrews, G., y Titov, N. (2010) Is Internet treatment ready
psicoterapia individual, y no está preparado for prime time? MJA; 192 (11): S45-S47.
para ayudar a la gran mayoría de los pa-
Antony, M.M. y Stein M.B. (2009) (Eds.) Oxford handbook of
cientes. Kazdin decía “… es como la situa- anxiety and related disorders New York: Oxford.
ción del emperador con su traje nuevo. Los Aydos, L., Titov, N., y Andrews, G. (2009). Shyness 5: the
terapeutas - incluyéndome a mí - hace- clinical effectiveness of Internet-based clinician-assist-
mos ensayos controlados muy caros, pero ed treatment of social phobia. Australian and New Zea-
land Journal of Psychiatry, 17(6), 488-492.
sin embargo vemos que la mayoría de las
Bachofen, M., Nakagawa, A., Marks, I.M., Park, J-M.,
personas no están recibiendo el tratamien- et al. (1999). Home self-assessment and self-treatment
to. Algo está tremendamente, drásticamen- of obsessive-compulsive disorder using a manual and a
te equivocado”. computer conducted telephone interview: Replication of
a U.K.-U.S. study. Journal of Clinical Psychiatry, 60,545-
Las TICs están demostrando que tienen 549.
grandes ventajas en el ámbito de los tra- Baños, R., Guillén, V., Quero, S., García-Palacios, A., Al-
tamientos psicológicos, pero todavía se cañiz. M., Botella, C. (2011) “A virtual reality system for
encuentran con el reto de subsanar algu- the treatment of stress-related disorders: a preliminary
analysis of efficacy compared to a standard cognitive
nas limitaciones en su uso terapéutico. En behavioral program” International Journal of Computer
cualquier caso, su uso lo que pretende es Studies, 69, 602-613
facilitar el trabajo de los psicólogos y la in- Baños, R.M., Botella, C., Guillén, V., Garcia-Palacios, A.,
tegración de los pacientes en el proceso te- Quero.S. Bretón-López, J., Alcaniz, M. (2009) An adap-
tive display to treat stress-related disorders: the EMMA’s
rapéutico. Se trata de hacer los tratamientos world. British Journal of Guidance and Counselling,
psicológicos mucho más accesibles para 37:3,347 — 356

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R.M. Baños, V. Guillen, A. García-Palacios, S. Quero, C. Botella dossier

Baños, R.M., Quero, S., Botella, C., y García-Palacios, A. Christensen, H. y Griffiths, K. (2007). Internet-based men-
(2007) Internet y los tratamientos psicológicos: dos pro- tal health programs: A powerful tool in the rural medical
gramas de auto-ayuda para fobias específicas Cuader- kit. Australian Journal of Rural Health, 15(2), 81-7.
nos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace Christensen, H., Griffiths, K. M., y Korten, A. (2002). Web-
Botella, C., Baños, R.M., Perpiñá, C., Villa, H., Alcañiz, M. based cognitive behavior therapy: analysis of site usage
y Rey, B. (1998). Virtual reality treatment of claustropho- and changes in depression and anxiety scores. Journal
bia: a case report. Behaviour Research and Therapy, 36, of Medical Internet Research, 4(1), e3.
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Fecha de recepción: 25/10/2011


Fecha de aceptación: 16/12/2011

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dossier
dossier
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José Mª. Prados

Cognición y emoción en el trastorno por


ansiedad generalizada.
Implicaciones clínicas
José Mª. Prados
Departamento de Psicología Básica II (Procesos Cognitivos),
Universidad Complutense de Madrid.

resumen/abstract:
El actualmente denominado trastorno por ansiedad generalizada (TAG), al que algunos expertos consideran
que habría que cambiarle el nombre para la quinta versión del DSM, parece ser uno de los problemas
psicológicos más frecuentes, con un índice de prevalencia vital en torno al 2,8%. Pese a su elevada
frecuencia, la comprensión sobre la naturaleza de este trastorno es todavía escasa, porque hasta 1980 no fue
considerado una categoría diagnóstica con entidad propia y porque aún no ha generado tanta investigación
como lo han hecho otros trastornos. No obstante, esta situación empieza a cambiar y cada vez son más los
investigadores centrados en el TAG, especialmente los que estudian los procesos cognitivos y emocionales
implicados en el trastorno. Objetivo. El objetivo de este trabajo es exponer, de la forma más sintética posible,
parte del conocimiento acumulado hasta ahora sobre el TAG, respecto a sus criterios diagnósticos, las
aproximaciones teóricas, las herramientas de evaluación disponibles y los últimos avances terapéuticos.

Generalized anxiety disorder (GAD), label which some experts want to change for DSM-5, is one of the most
prevalent psychological disorders, with a life prevalence of 2.8%. Despite its high frequency GAD is still little
known, because until 1980 it was not considered as an independent clinical category, and because research
on GAD is not yet as much as on others psychological disorders. Nevertheless situation is changing and
cognitive and emotional processes related to this disorder are been discovered by an increasing number of
specialized researchers. Objective. The main purpose of this work was to synthesize actual knowledge about
diagnostic criteria, theoretical perspectives, assessment tools and treatment advances on GAD.

palabras clave/keywords:
Trastorno por ansiedad generalizada, preocupación, sesgos cognitivos, resolución de problemas, regulación
emocional.

Generalized anxiety disorder, worry, cognitive bias, problem solving, emotional regulation.

1. Introducción del Manual Diagnóstico y Estadístico de


El actualmente denominado trastorno por los Trastornos Mentales (DSM-5) (An-
ansiedad generalizada (TAG), al que al- drews et al., 2010), parece ser uno de los
gunos expertos consideran que habría que problemas psicológicos más frecuentes y
cambiarle el nombre para la quinta versión uno de los que mayor número de consul-

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dossier COGNICIÓN Y EMOCIÓN EN EL TRASTORNO POR ANSIEDAD GENERALIZADA. IMPLICACIONES CLÍNICAS

tas médicas genera (Gordon y Heimberg, los síntomas de ansiedad están presentes la
2011; Tyrer y Baldwin, 2006; Wittchen, mayor parte de los días. Y, además, existe:
2002). En concreto, según el Estudio Epi- 1. Aprensión (preocupación por calami-
demiológico Europeo de los Trastornos dades, sentirse “al límite”, etc.)
Mentales (ESEMeD, 2004), se estima que
su prevalencia anual se sitúa entre el 1 y el 2. Tensión muscular (agitación e inquie-
2% de la población, y su prevalencia vital tud psicomotora, cefaleas, temblor, in-
en el 2,8%. capacidad para relajarse, etc.)
Pese a su elevada frecuencia, la compren- 3. Hiperactividad vegetativa (mareo, su-
sión sobre la naturaleza del TAG es todavía doración, taquicardia o taquipnea, mo-
escasa, porque hasta 1980 no fue conside- lestias epigástricas, vértigo, sequedad
rado una categoría diagnóstica con entidad de boca, etc.)
propia (Rickels y Rynn, 2001), y porque Por su parte, para el DSM-IV-TR (APA,
aún no ha generado tanta investigación 2000), se exige que:
como lo han hecho otros trastornos (Dugas,
1. La ansiedad y preocupación (expecta-
2000). De todas formas, es evidente que la
ción ansiosa) que se experimenta ante
situación comienza a cambiar y cada vez
una amplia gama de acontecimientos
es mayor el número de investigadores in-
teresados en este trastorno y especialmen- y actividades sea excesiva y difícil de
te en sus procesos cognitivo-emocionales controlar.
(Dupuy y Ladouceur, 2008; Fisher y Wells, 2. Existan al menos tres de los siguientes
2009; Gentes y Ruscio, 2011; Heimberg, síntomas: tensión muscular, dificultad
Turk y Mennin, 2004; Prados, 2008, 2011). de concentración, irritabilidad, inquie-
El objetivo de este trabajo es exponer, de tud o impaciencia, fatiga y alteraciones
la forma más sintética posible, parte del del sueño. En niños, al menos se re-
conocimiento acumulado hasta ahora sobre quiere uno de estos síntomas.
el TAG, respecto a sus criterios diagnós- 3. La duración sea de seis meses como
ticos, las aproximaciones teóricas, las he- mínimo, en contraste con versiones an-
rramientas de evaluación disponibles y los teriores, en las que sólo se requería un
últimos avances terapéuticos. mes. Esta mayor exigencia ha contri-
buido a reducir los índices de prevalen-
2. Criterios diagnósticos actuales cia, que llegaban incluso al 20% (Lieb,
Tanto para la Organización Mundial de la Becker y Altamura, 2005; Wittchen y
Salud (OMS), como para la Asociación de Hoyer, 2001).
Psiquiatría Americana (APA), la principal
4. Constituya un problema para la perso-
característica del TAG es una ansiedad ex-
na o interfiera con su funcionamiento
cesiva y perturbadora no centrada en nin-
normal. Es decir, que haya una pérdida
gún tema en particular. Más en concreto,
de calidad de vida o de productividad
en la décima versión de la Clasificación
Internacional de las Enfermedades (CIE- socio-laboral.
10), publicada por la OMS (WHO, 1992), 5. Se excluyan otros trastornos, enfer-
se considera que en este trastorno (F41.1) medades o efectos de sustancias. Para

48 nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 47-62


José Mª. Prados dossier

hacer el diagnóstico diferencial, la el trabajo (o los estudios), el dinero y


preocupación no debe estar circunscri- la salud (Becker, Goodwin, Holting,
ta a ningún tema en particular, como Hoyer y Margraf, 2003). Y esta aparen-
ocurre en la fobia social, la anorexia, te “normalidad” de temas contribuye a
etc. Y no se debe confundir con el tras- que el TAG suela pasar bastante des-
torno adaptativo, el síndrome de fatiga apercibido, tanto para los profesionales
crónica, o enfermedades como la feo- de la salud, como para los propios afec-
cromocitona o las alteraciones del ti- tados ya que sólo el 10% solicita ayuda
roides, entre otras. profesional (Lieb et al., 2005).
Aunque la persona con TAG pueda tener 2. Las personas con TAG parecen tener
diversos síntomas (tensión, inquietud, agi- tendencia a imaginar fácilmente su-
tación, cefaleas, temblores, sequedad de cesos indeseados o calamidades (Ma-
boca, molestias epigástricas, taquicardia, cLeod, 1994), aunque lo que se anticipa
sudoración, vértigo, mareos, etc.), el DSM- no sea siempre muy concreto (Stöber,
IV-TR sólo exige los más específicos. Al- 1998; Stöber y Borkovec, 2002).
gunas investigaciones señalan que éstos
3. Las personas con TAG parecen cen-
son la tensión muscular (Hazlett, McLeod
trarse en los problemas y tienden a
y Hoehn-Saric, 1994; Pluess, Conrad y
exagerarlos. De hecho, muestran una
Wilhelm, 2009), que se relaciona con el
mayor activación cortical, al menos un
cansancio crónico, y las alteraciones del
mayor consumo de glucosa, a la hora
sueño, que se relacionan con la irritabili-
de realizar diversas tareas; y un simple
dad (Aldao, Mennin, Linardatos y Fresco,
2010). Y sobre estas alteraciones, se ha ob- problema matemático les puede gene-
servado tanto insomnio como reducción de rar más activación eléctrica cerebral
la eficiencia del sueño, aunque la latencia (menos ondas alpha en el lóbulo parie-
del sueño REM parece normal (vid. Nutt, tal), en comparación con un grupo con-
2001). Pero, como característica central, trol (vid. Nutt, 2001).
tanto la OMS como la APA exigen lo que 4. Las personas con TAG pueden pasar
denominan “aprensión” o “preocupación”, más del 60% del día preocupándose,
respectivamente. Ambos términos se refie- casi todos los días. Por ello, algunos
ren a la anticipación de sucesos indeseados autores sugieren que para el DSM-5
o sus consecuencias. Afortunadamente, se rebautice la categoría diagnóstica
la investigación empieza a delimitar las como “trastorno por preocupación ge-
características de dicha anticipación en el neralizada” (Andrews et al., 2010).
caso de las personas con TAG. Por ejem-
5. Como consecuencia, la persona siente
plo, sabemos que:
difícil poder controlar tanta actividad
1. Se realiza, incluso, por cosas sin im- mental, lo que constituye un motivo
portancia y con sucesos muy impro- adicional de preocupación. Algunos
bables. No obstante, lo usual es que la autores proponen que es, precisamente,
persona con TAG se preocupe por sus la preocupación por la preocupación la
asuntos cotidianos, especialmente de la característica más definitoria del TAG
familia, las relaciones interpersonales, (Wells, 1995, 2005).

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6. Esa tendencia a la preocupación pue- Heath y Eaves, 1992), lo que no quiere de-
de surgir ya en la niñez, y parece estar cir que se herede el trastorno, sino el fun-
relacionada con las experiencias vita- cionamiento anómalo de un conjunto de
les, con el estilo de crianza y el tipo de genes sobre el que actúan después influen-
apego (Muris, Meesters, Merckelbach cias diversas. El resultado es, por un lado,
y Hülsenbeck, 2000). El TAG infantil un desequilibrio de los neurotransmisores
presenta altos porcentajes de comor- necesarios para una correcta autorregula-
bilidad, en torno al 75% con otros ción, y por otro, ciertos cambios anatómi-
trastornos de ansiedad, y el 56% con cos.
los trastornos depresivos (Masi et al.,
Entre los neurotransmisores que parecen
2004), cifras que se mantienen en po-
desempeñar un papel relevante en el TAG
blación adulta, porque según algunos
están la serotonina, la noradrenalina y, en
estudios, entre un 50% y un 80% de los
menor medida, el ácido gamma-aminobutí-
casos clínicos presentan además otros
rico (vid. Nutt, 2001). Entre las estructuras
desórdenes psicológicos (como los de-
cerebrales en las que se han detectado cam-
presivos, los somatoformes, el trastor-
bios están la amígdala, el tálamo y el cór-
no de pánico, o la fobia social) y enfer-
tex prefrontal dorsomedial (DeBellis et al.,
medades (Beesdo et al., 2009; Drews y
Hazlett-Stevens, 2008; Hettema, 2008; 2000; Etkin, Prater, Schatzberg, Menon y
Starcevic y Bogojevic, 1999). Greicius, 2009; Schienle, Ebner y Schäfer,
2011; Sinha, Mohlman y Gorman, 2004).
7. A diferencia de otros trastornos, el
TAG aumenta con la edad hasta llegar 3.2. Correlatos psicológicos
a ser uno de los trastornos psicológi- Las diversas aproximaciones psicológicas
cos más frecuentes en la adultez tardía. se podrían agrupar en dos grupos, aquellas
Algunos sugieren que la edad media que han subrayado los sesgos presentes en
de aparición son los 31 años (Kessler, el procesamiento de la información y aque-
Chiu, Demler y Walters, 2005). llas que enfatizan los fallos a la hora de re-
solver problemas o de autorregularse.
3. Aproximaciones teóricas
Aunque son varias las explicaciones teóri- 3.2.1. Sesgos en el procesamiento de la informa-
cas que se han propuesto del TAG, lo cier- ción
to es que muchas de ellas son extremada- En el TAG se han identificado sesgos
mente parciales, al centrarse sólo en algún atencionales e interpretativos (Bradley,
aspecto diferencial, al tiempo que no dan Mogg, Millar y White, 1995; Eysenck,
cuenta ni de la génesis del trastorno, ni de 1997; Friedman, Thayer y Borkovec, 2000;
su evolución (para una revisión crítica más Hazlett-Stevens y Borkovec, 2004; Kos-
extensa, véase Prados, 2008). ter, Crombes, Verschuere, Van Damme y
Wiersema, 2006). Centrándonos en estos
3.1. Correlatos biológicos últimos, aunque las personas con TAG no
Muchos autores piensan que en el TAG difieren de un grupo control en su juicio
podría existir una cierta vulnerabilidad ge- probabilístico acerca de su propia preocu-
nética heredada (Kendler, Neale, Kessler, pación (Craske, Rapee, Jackel y Barlow,

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1989), sí creen que determinados sucesos personas preocupadizas tardaron más en


negativos (como perder la salud, tener un afirmar la ausencia de la letra buscada que
accidente o que algún familiar lo tenga, ser un grupo control, y estas diferencias no se
robado, ser criticado o despreciado, tener produjeron cuando la tarea consistió en de-
problemas económicos, no saber asumir tectar la presencia de dicha letra (vid. Tallis
responsabilidades, no saber desenvolverse y Eysenk, 1994).
socialmente, o no saber razonar adecuada- ¿Pero por qué ocurren estos fallos a la hora
mente) son más probables, y aducen más de solucionar problemas? Por un lado, se
razones por las que éstos pudieran ocurrir ha postulado que la razón estriba en la so-
(MacLeod, 1994). brecarga cognitiva que experimentan las
Entre las explicaciones que se han dado so- personas con TAG (Barlow, 1988; Barlow
bre ese resultado, destaca la de que la per- y Durand, 2003). Pero, por otro, se ha en-
sona preocupadiza puede estar guiándose contrado una relación causal con la falta de
por su propio estado emocional y por una confianza de la persona para solucionar sus
regla implícita de generar tantas conse- problemas (Davey, Jubb y Cameron, 1996).
cuencias negativas como sea posible, con Además, se ha apuntado que si las perso-
el objetivo de prevenir o evitar situaciones nas con TAG anticipan de una forma más
problemáticas que no cree poder solventar abstracta (del tipo “puede que me meta en
(Davey, 2006). un lío”), es más difícil encontrar soluciones
Otra explicación a los sesgos observados que si lo hicieran de forma más concreta.
en el TAG está relacionada con la intole- De hecho, la terapia cognitivo-conductual
rancia a la incertidumbre que exhiben estas parece corregir esa tendencia (Stöber y
personas (Dugas et al., 1998, 2005; Gentes Borkovec, 2002).
y Ruscio, 2011; Tan, Moulding, Nedeljko-
3.2.3. Fallos en la regulación emocional
vic y Kyrios, 2010). Por esta expresión se
entiende la “predisposición a reaccionar Además de los sesgos cognitivos y de los
negativamente ante una situación incierta, fallos a la hora de solucionar problemas,
independientemente de su probabilidad de en el TAG parece darse un fallo en la re-
ocurrencia y de sus consecuencias asocia- gulación emocional (McLaughlin, Mennin
das” (Ladouceur, Gosselin y Dugas, 2000, y Farach, 2007; Mennin, Heimberg, Turk y
p. 937). Fresco, 2005).
Las explicaciones a esta observación han
3.2.2. Fallos en la resolución de problemas
sido diversas. Por ejemplo, se ha postula-
Se ha observado que la frecuencia de la do que en el TAG no hay un procesamiento
preocupación se asocia con el tiempo em- adecuado de la estructura cognitivo-afec-
pleado en resolver los problemas diarios y tiva del miedo porque la naturaleza de la
que las personas que se consideran preocu- propia preocupación es más verbal que
padizas son peores solucionando proble- imaginativa, y aunque sirva inicialmente
mas que un grupo control, especialmente como un “inhibidor” de la respuesta cardio-
cuando son complejos; por ejemplo, en un vascular ante determinadas imágenes men-
experimento se encontró que ante una tarea tales amenazantes, a largo plazo es pertur-
de búsqueda de letra en un ordenador, las badora (Borkovec, Alcaine y Behar, 2004).

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Otra explicación avalada por diversas in- res que la persona tenga, pero el proceso
vestigaciones es que cuando las preocupa- termina con una estimulación alternativa
ciones que se experimentan son excesiva- que requiera la participación del ejecutivo
mente frecuentes y duraderas se generan central (Hirsch, Hayes y Mathews, 2009).
creencias negativas acerca de la propia Si no es así, y se intenta controlar evitan-
preocupación, lo que conlleva la aparición do pensar o suprimir lo que se está pen-
de la preocupación por la preocupación sando, se puede producir un efecto rebote.
(meta-preocupación, como la denomina Y cuando fallan los intentos de control, la
Wells, 1994). Y si, se intenta suprimir, se persona puede empezar a preocuparse por
produce un efecto rebote y con ello una su propia preocupación, y aparecer el fallo
exacerbación de la experiencia emocional de regulación emocional (Fisher y Wells,
(Fisher y Wells, 2009; Montorio, Wetherell 2009; Menin et al. 2005).
y Nuevo, 2006; Nuevo, Montorio y Borko-
vec, 2004; Wells, 1995, 2005). 4. Herramientas de evaluación
En los últimos años han aparecido nume-
3.3. Hacia un modelo integrador
rosos procedimientos de evaluación aplica-
En resumen, podríamos decir que el TAG bles al TAG, entre ellos varios formatos de
se produce como resultado de la interac- entrevista que facilitan la tarea diagnóstica,
ción entre una tendencia a la preocupa- así como escalas e inventarios, que contri-
ción previa y un sentimiento continuado buyen a especificar los parámetros de cada
de estrés que no logra regularse de forma uno de los síntomas.
satisfactoria. La tendencia a la preocupa-
ción previa es debida a cierta vulnerabili- 4.1. Entrevistas generales
dad biológica y la experiencia psico-social
que se haya tenido (Akiskal, 1998; Hudson La Anxiety Disorders Interview Schedu-
y Rapee, 2004), y se caracteriza por haber le (ADIS-IV; Brown, DiNardo y Barlow,
adquirido determinados esquemas y creen- 1994), es un protocolo de entrevista, funda-
cias que inducen a experimentar sesgos en mentado en los criterios del DSM-IV, con
el procesamiento de la información. Ello un índice de coincidencia diagnóstica de
explicaría por qué las personas con TAG hasta un 80% para el TAG (Brown et al.,
tienen exacerbada su percepción de riesgo, 2001). Además, resulta útil, dada la elevada
definen los sucesos ambiguos como ame- comorbilidad de este trastorno, a la hora de
nazantes, creen probable que ciertos su- realizar el diagnóstico diferencial.
cesos negativos sucedan, y se ven menos
capaces de afrontar los problemas (Prados, 4.2. Cuestionarios específicos que facili-
2008). Pero el TAG aparecerá cuando se tan el diagnóstico
produzca un problema persistente que no se El Generalized Anxiety Disorder Question-
logra solucionar o un periodo prolongado naire (GADQ-IV; Newman et al., 2002;
de estrés que no se consigue regular. Bajo Rodebaugh, Holaway, y Heimberg, 2008),
un punto de vista cognitivo, un episodio también se basa en los criterios del DSM-
de preocupación conlleva la anticipación IV, pero es un cuestionario específico, cu-
de un suceso indeseable, o de sus conse- yas preguntas se refieren a si las preocu-
cuencias, en función de las metas y valo- paciones suponen un problema, si son

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excesivas, si interfieren con la actividad o, simplemente, no quiera continuar.


psico-social, si son controlables, y el tipo Aunque esta técnica supone un buen inicio
de síntomas que se experimentan. para explorar los motivos de preocupación,
Con un formato muy similar, también es puede tener el efecto negativo de generar
útil el Worry and Anxiety Questionnaire confusión o descrédito debido a tanta repe-
(WAQ; Dugas et al., 2001; Ibañez et al., tición.
2000; Nuevo, 2005), cuyas preguntas ex- b) ¿Con qué frecuencia te preocupa?
ploran las preocupaciones más frecuentes
de la persona, y evalúan su intensidad, su Aunque la frecuencia puede entenderse
tanto como el número de veces que aparece
frecuencia, la dificultad para controlarlas,
cada preocupación por unidad de tiempo, o
la interferencia que producen y la severidad
como el número total de veces que ocurre,
de los seis síntomas físicos propuestos por
esta es una variable de interés que puede
el DSM-IV (todo ello en una escala visual
completarse con algunos de los instrumen-
de cinco puntos).
tos apuntados en el apartado 4.4.
Más breve es la GAD-7 (Spitzer, Kroenke,
c) ¿Desde cuándo te preocupa eso?
Williams y Löwe, 2006), que utiliza una
escala de cuatro puntos para evaluar la fre- Esta pregunta es relevante porque el abor-
cuencia de ansiedad, preocupación, inquie- daje de las preocupaciones pasajeras puede
tud e irritabilidad en las dos últimas sema- ser diferente al de las más duraderas. Un
nas. procedimiento que nosotros empleamos es
la denominada “revisión evolutiva de las
4.3. Sugerencias para una entrevista en preocupaciones”, que consiste en rastrear
profundidad las diferentes preocupaciones que la per-
Según hemos propuesto en otro lugar (Pra- sona ha ido teniendo a lo largo de su vida
dos, 2008), algunas preguntas o técnicas (vid. Prados, 2008). Esta técnica, igual que
de evaluación a emplear pueden ser las si- la de la flecha descendente, puede ser tanto
guientes: evaluativa como terapéutica.
a) ¿Qué es lo que te preocupa? d) ¿Por qué crees que te preocupa eso?
Dado que las preocupaciones tienen un Aunque los motivos reales de preocupa-
origen más profundo de lo que parece, ción pueden no ser muy conscientes, una
una posibilidad interesante a utilizar es la entrevista en profundidad debería sondear
llamada “técnica de la flecha descenden- las razones que ofrece la persona.
te”. Por ejemplo, cuando una persona dice
e) ¿Qué consecuencias crees que tiene
preocuparse de sus exámenes, se le puede
preocuparse por eso?
preguntar a continuación: “¿Y qué es lo que
te preocupa exactamente de suspender los Esta pregunta es relevante dado que las
exámenes?” De igual forma, ante su res- personas tienen creencias positivas o nega-
puesta, se le puede volver a preguntar: “¿Y tivas acerca de la preocupación (Dugas et
qué es lo que te preocupa de eso?” Y así al., 1998; Wells, 1995). Esta cuestión pue-
hasta que la persona no dé más respuestas, de completarse con algunas de las escalas
repita una contestación tres veces seguidas mencionadas en el apartado 4.4, y con la

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Structured Interview on Beliefs About Wo- puntuación total oscila entre los 16 y los 80
rry (SIBAW; Francis y Dugas, 2004). puntos, siendo 60 el punto de corte clínico.
f) ¿Qué haces para dejar de preocuparte? Pero aunque este instrumento parece dis-
tinguir entre el TAG y otros trastornos de
Es importante evaluar las estrategias que ansiedad, no distingue entre dicho trastorno
utiliza la persona a la hora de intentar con- y el trastorno depresivo mayor (Starcevic,
trolar sus estados de preocupación. 1995).
4.4. Escalas e inventarios Los datos psicométricos obtenidos en di-
En los últimos años han aparecido instru- ferentes muestras han sido excelentes. Por
mentos específicos en torno a la preocupa- ejemplo, se han obtenido valores de con-
ción (vid. revisión crítica más completa en sistencia interna entre 0,80 y 0,93, y la co-
Prados, 2008). Por un lado, existen instru- rrelación test-retest ha llegado a 0,92 (vid.
mentos que evalúan los temas concretos de Prados, 2008, pp. 85-87).
preocupación, por ejemplo el Worry Do-
5. Avances terapéuticos
mains Questionnaire (WDQ; Tallis, Eys-
enck y Mathews, 1992), o la Worry Scale 5.1. Farmacoterapia
(WS; Wisocki y Handen, 1983; citado en
Aunque las benzodiacepinas (BZP) puedan
Wisocki, Handen y Morse, 1986).
ser útiles a corto plazo frente al TAG, en
Por otro, también han aparecido instrumen- especial cuando lo que se pretende es es-
tos que evalúan las consecuencias percibi- tabilizar los síntomas de ansiedad, según
das de la preocupación, como el Why Worry los estudios revisados no parecen mejor
(WW; Freeston, Rhéame, Letarte, Dugas y que el placebo, ni en adultos (Power et al.,
Ladouceur, 1994; González, Bethencourt, 1989, 1990), ni en niños (Simeon, Fergu-
Fumero y Fernández, 2006), el Conse- son y Knott, 1992). De igual modo, la ad-
quences of Worry Scale (COWS; Davey, ministración adicional de BZP no mejora la
Tallis y Capuzzo, 1996), el Metacognitions eficacia alcanzada por la terapia cognitivo-
Questionnaire (Cartwright-Hatton y Wells, conductual (Power et al., 1990), lo cual,
1997; Wells y Cartwright-Hatton, 2004), o unido a su riesgo de dependencia (Ashton,
el Inventario de Consecuencias Percibidas 2005), explicaría por qué ya no se conside-
de Preocupación (ICPP; Prados, 2007). ran la primera elección terapéutica frente al
Una descripción más detallada merece el TAG.
Penn State Worry Questionnaire (PSWQ; Otras sustancias que se están utilizando
Meyer et al., 1990), por el gran impacto in- son el pregabalin (Bandelow, Wedekind, y
ternacional que ha tenido y sus versiones Leon, 2007; Owen, 2007), o la buspirona
para la infancia y la adultez tardía. Sus 16 (Kranzler, 1988), que no presenta efectos
ítems intentan evaluar la frecuencia, inten- sedantes, no produce dependencia, no alte-
sidad y dificultad de controlar la preocupa- ra las funciones cognitivas, ni provoca in-
ción, sin hacer referencia a temas concre- teracciones farmacocinéticas significativas,
tos. Como su formato de respuesta tiene lo que la hace especialmente indicada en
cinco posibilidades (de 1 = no es típico ancianos y en personas con antecedentes de
en mí, a 5 = muy típico en mí), el rango de abuso de drogas.

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Pero, sobre todo, la primera elección en la 5.2.1. Terapia de conducta


actualidad son tanto los llamados inhibido- Los primeros terapeutas de conducta, como
res selectivos de la recaptación de la sero- Joseph Wolpe, pensaban que la “ansie-
tonina (ISRS), como la fluoxetina, paroxe- dad por todas partes” característica de este
tina, escitalopram, o sertralina (Mogg et al., trastorno ha tenido que ser “condicionada
2004; Rynn, Siqueland y Rickels, 2001), a propiedades constantes del ambiente” y
como los inhibidores selectivos de la recap- que podría ser contracondicionada median-
tación de la serotonina y la noradrenalina, te la desensibilización sistemática (Wolpe,
entre los que se encuentran la mirtazapina, 1958/1981, p. 83). Pero aunque la desen-
la nefazodona, la duloxetina (Carter y Mc- sibilización sistemática y algunas de sus
Cormack, 2009), y la venlafaxina (Silvers-
derivaciones, como la desensibilización en
tone y Salinas, 2001). Esta última se suele
afrontamiento, se han aplicado con cierto
comercializar en una fórmula de liberación
éxito en personas diagnosticadas de TAG
prolongada que permite una sola dosis dia-
(Borkovec y Mathews, 1988), esta técnica
ria y genera, por tanto, menos efectos se-
cundarios que otros fármacos. Según un no es más eficaz que la aplicación de la rela-
estudio reciente, la eficacia terapéutica de jación progresiva sola y el entrenamiento en
la venlafaxina no mejora tras añadir terapia biofeedback electromiográfico (LeBouf y
cognitiva (Crits-Christoph et al., 2011). Lodge, 1980; Raskin, Bali y Peeke, 1980).
Lo mismo sucede con el llamado Entre-
5.2. Psicoterapia clásica namiento en el manejo de la ansiedad
Según diversos meta-análisis, la terapia (EMA), especialmente diseñado para per-
cognitivo-conductual es la psicoterapia sonas diagnosticadas de TAG, pero que no
más eficaz frente al TAG (Durham y Allan, parece más eficaz que la terapia cognitiva
1993; Gould, Otto, Pollack y Yap, 1997; estándar (Lindsey, Gamsu, MacLaughlin,
Mitte, 2005). Entre las menos eficaces es- Hood y Espie, 1987).
tán las no directivas y las de corte psico- Dentro de los enfoques más actuales, como
dinámico (Durham et al., 1994). Y aunque, la terapia de aceptación y compromiso
en los últimos años, están apareciendo nue- (Hayes, Strosahl y Wilson, 1999), se han
vos enfoques que integran elementos psi- producido intervenciones en casos de TAG
codinámicos con elementos interpersonales con notable éxito (Huerta, Gómez, Mo-
(Crits-Christoph, 2002), aún está por verifi- lina y Luciano, 1998; Roemer y Orsillo,
car su eficacia. 2002; Roemer, Orsillo y Salters-Pedneault,
Aunque la psicoterapia cognitivo-conduc- 2008), pero aún debe realizarse más inves-
tual es efectiva, como también lo señalan tigación comparada.
diversos estudios de caso (Alario, 1989;
5.2.2. Terapia cognitiva
Bados y Bach, 1997; Benedito y Botella,
1992), la mayoría de estudios no encuen- Ante el TAG, un protocolo habitual de in-
tran diferencias entre la terapia cogniti- tervención cognitiva es el siguiente (vid.
va, por un lado, y la terapia de conducta, Öst y Breitholtz, 2000):
por otro (Barlow, Rapee y Brown, 1992; a) Se muestra el papel de los pensamien-
Borkovec y Costello, 1993; Borkovec y tos anticipatorios en la emoción y en la
Mathews, 1988; Öst y Breitholtz, 2000). conducta.

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b) Se identifican los pensamientos y para niños (Kendall, 1994; Orgilés, Mén-


creencias disfuncionales subyacentes, dez, Rosa e Inglés, 2003), y para ancianos
o al menos se intenta. (Montorio, Losada, Márques y Nuevo,
c) Se cuestiona cada uno de dichos pen- 2000; Nuevo y Montorio, 2005; Stanley,
samientos buscando hechos que los Diefenbach y Hopko, 2004).
contradigan. Algunos de estos programas (vid. revisión
d) Se generan pensamientos alternativos, crítica más extensa en Prados, 2008) tienen
más acordes con los hechos. por objetivo un mayor control de la preocu-
pación, mientras que otros se centran en
e) Se enseñan diversas técnicas de afron- intentar modificar las creencias asociadas
tamiento.
a las consecuencias de la preocupación o
Pero es llamativo que este tipo de terapia, promover un cambio de variables persona-
dada la naturaleza del TAG, no consiga ser les.
más eficaz que la terapia de conducta, y ni
a) Controlar la preocupación
siquiera supere a la relajación (Mitte, 2005;
Öst y Breitholtz, 2000). Una primera expli- Se ha propuesto que la persona intente pos-
cación de ello podría ser que la terapia cog- tergar su preocupación a un momento y a
nitiva, en algunos casos, conllevara algún un lugar prefijados por ella misma, y du-
tipo de efecto contraproducente; en concre- rante ese periodo se escriban las preocupa-
to, pudiera ser que la persona con este tipo ciones y se busque una solución. Borkovec
de terapia intente controlar aún más sus et al., (1983) observaron que este procedi-
pensamientos, desencadenando un paradó- miento consigue una reducción significa-
jico efecto rebote (para descripción de un tiva de preocupación frente a la relajación
caso, véase Prados, 2008, p. 133). Además, progresiva en análogos clínicos.
a la persona preocupada le cuesta hacer b) Reinterpretar las consecuencias percibi-
introspección, y sobre todo reevaluación;
das de preocuparse
la persona puede reconocer que es muy
difícil que ocurra algo pero aun así seguir Otros autores han propuesto intentar modi-
preocupándose. De hecho, Dugas y Ladou- ficar, con cuestionamiento socrático y prue-
ceur (2000) creen que este objetivo sólo es bas de realidad, tanto la evaluación positiva
aplicable a preocupaciones que involucren inicial de la preocupación, si la hay, como
sucesos altamente improbables. la evaluación negativa final (Wells, 1995,
2005). Con diez casos diagnosticados de
Ello ha llevado a buscar nuevas vías de in-
tervención, que sean más específicas que TAG, Wells y King (2006) han observado
las formas tradicionales de terapia. una recuperación inicial de casi el 88%, y
del 75% al año.
5.3. Nuevas propuestas Por otro lado, intentar modificar la evalua-
En los últimos años, se han diseñado pro- ción negativa que se hace de la preocupa-
cedimientos de intervención para adultos ción es coherente con el énfasis actual de
(Borkovec, Wilkinson, Folensbee y Ler- otros procedimientos terapéuticos frente al
man, 1983; Dugas y Ladouceur, 2000; TAG, basados en la aceptación (Roemer y
Wells, 1995, 2005; Wells y King, 2006), Rosillo, 2002; Roemer et al., 2008).

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c) Modificar variables personales relevantes Basándonos en nuestro trabajo clínico e in-


Entre estos enfoques destaca el programa vestigador, hemos propuesto un programa
de Michel Dugas y su grupo, para quienes de ocho sesiones semanales, de una hora y
si la propia incertidumbre es la principal media de duración (vid. Prados, 2008). La
amenaza para alguien con TAG, el prin- intervención persigue alcanzar tres objeti-
cipal objetivo terapéutico deberá dirigirse vos fundamentales: una mayor reflexión,
a dicha variable, además de la exposición un mejor control, y, hasta cierto punto, una
mediante la imaginación (en el caso de reorganización personal. Los primeros re-
preocupaciones improbables), y el entre- sultados parecen prometedores para reducir
namiento en solución de problemas (en el la puntuación en el PSWQ, incluso compa-
caso de problemas inmediatos). rando el programa con la terapia cognitiva
clásica y la relajación. A continuación pre-
En un primer estudio, Dugas y Ladou- sentamos una breve descripción de los ob-
ceur (2000) aplicaron este procedimiento jetivos perseguidos y las técnicas concretas
a cuatro personas durante 16 sesiones se- utilizadas.
manales de una hora duración, dos de las
cuales diagnosticadas de TAG. Se observó, a) Entrenamiento reflexivo
además de una reducción del porcentaje de Nuestro programa intenta propiciar la re-
preocupación, una reducción de la intole- flexión de la persona en torno a los objetos
rancia a la incertidumbre. En un segundo y motivos de su preocupación, lo que re-
estudio, el procedimiento se mostró eficaz quiere a su vez reflexionar sobre las pro-
frente a un grupo control (Ladouceur et al., pias metas y valores. Conocer qué motiva
2000). la preocupación es el primer paso para po-
der anticipar soluciones (D’Zurilla, 1993),
5.3.1. Hacia un programa global y sistemático de pero conocer las metas y valores implica-
intervención dos nos lleva a una mejor aceptación de
Según expusimos en el apartado 3.3, el nuestras propias preocupaciones (Roemer
TAG puede entenderse como una perturba- et al., 2008).
ción crónica, caracterizada por una tenden- Para lograrlo, utilizamos la “técnica de la
cia exagerada a la preocupación y una falta flecha descendente”, y la “revisión evo-
de control ante situaciones que se perciben lutiva de las preocupaciones personales”.
como estresantes, bien porque no se con- Esta última, además, contribuye a desafiar
siga solucionar el problema, bien porque la idea de que la preocupación sea útil en
no se consiga regular el estrés. Pero ni es algún sentido (Wells, 1995; Ladouceur
fácil intentar modificar dicha tendencia a et al., 2008), y a reevaluar la gravedad de
la preocupación, porque conlleva conocer los sucesos que se han anticipado, una vez
previamente cómo se ha formado y qué ac- pasado cierto tiempo (Beck, Rush, Shaw y
titudes la mantienen, ni es fácil aumentar el Emery, 1983).
control frente al estrés. Además, en función
de la persona y de sus síntomas concretos, b) Estrategias de control y neutralización
habría que incluir también otros procedi- Entre la principal técnica utilizada para
mientos comportamentales e interpersona- conseguir este objetivo está la postergación
les. temporal de la preocupación (Borkovec

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dossier
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Martínez Valero, Consuelo; Perelló del Río, Miguel J.; Hernández Viadel, Miguel

El trastorno de pánico, con o sin


agorafobia, y su tratamiento. Visión actual
Martínez Valero, Consuelo 1; Perelló del Río, Miguel J. 1; Hernández Viadel, Miguel 2
1
Centro de Aplicaciones Psicológicas de Valencia
2
Servicio Psiquiatría Hospital Clínico Valencia

resumen/abstract:
En este trabajo nos hemos centrado en los avances sobre el trastorno de pánico y la agorafobia. Hemos
tenido en cuenta no sólo las investigaciones sobre el tratamiento, sino también aspectos relacionados con la
comprensión y clasificación de estos trastornos.
Con la llegada del DSM-V, se plantean nuevos horizontes que pretenden facilitar la investigación y el
tratamiento de estos trastornos, así como una mejor práctica por parte de los profesionales responsables de
su tratamiento, que sirva de ayuda a los gestores encargados de la financiación de la salud, al poder disponer
de tratamientos más eficaces, eficientes y efectivos.
Se presenta un resumen del conocimiento científico actual sobre el trastorno del pánico, con énfasis en
los aspectos epidemiológicos, los criterios diagnósticos para el trastorno de pánico y la agorafobia, y los
tratamientos psicológicos más eficaces y eficientes que son la terapia conductual y la terapia cognitiva focal.

In this work we have focused on progress about panic disorder and agoraphobia. We have taken into account
not only the research on treatment, but also aspects related to understanding and classification of these
disorders.
With the coming of DSM-V, new horizons arise intended to facilitate research and treatment of these
disorders, as well as best practice by professionals responsible for their treatment. It is also expected that it
will help the managers responsible for health financing.
We present a summary of current scientific knowledge on panic disorder, with emphasis on epidemiology,
diagnostic criteria for panic disorder and agoraphobia, and psychological treatments more effective and
efficient than are behavioral therapy and cognitive therapy focus.

palabras clave/keywords:
Trastorno de pánico; agorafobia; tratamientos eficaces y eficientes.

Panic disorder; Agoraphobia; Effective and efficient treatments.

Introducción tenido, con algunas variaciones, hasta la


actualidad en el DSM-IV.
Muchas de las investigaciones clínicas so-
bre las crisis de pánico se iniciaron a raíz Desde entonces, el trastorno de pánico y la
de la inclusión del trastorno de pánico y la agorafobia han sido objeto de numerosos
agorafobia en el DSM III, en 1980, lo que estudios, centrados en mejorar los modelos
suponía contar con criterios diagnósticos explicativos, la eficacia de los tratamientos
objetivos y consensuados que se han man- y en clarificar cuestiones tan importantes

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dossier EL TRASTORNO DE PÁNICO, CON O SIN AGORAFOBIA, Y SU TRATAMIENTO. VISIÓN ACTUAL

como el diagnóstico diferencial del pánico rafobia tienden a buscar tratamiento antes
y de la agorafobia con otros problemas de y a una edad más tempranana. La dura-
salud física y mental, cuya similar sintoma- ción, discapacidad, deterioro y síntomas de
tología puede facilitar errores en su diag- pánico, así como la comorbilidad con los
nóstico y tratamiento. Ejes I y II también es mayor que los que
tienen un diagnóstico de ataques de pánico
Epidemiología sin agorafobia. Estos resultados evidencian
Estudios comunitarios a gran escala han que los trastornos de pánico con agorafobia
mostrado que alrededor de un 10% de la son una variedad más grave dentro de los
trastornos de pánico. El hecho de que haya
población general adulta ha experimenta-
una mayor prevalencia y de que se busque
do alguna crisis de angustia, aunque en la
tratamiento de forma más temprana parece
mayoría de casos no llega a desarrollarse
apoyar su mayor gravedad. Por otro lado,
el trastorno de pánico (Robins, et al, 1984).
la baja representación de los diagnostica-
En cuanto al trastorno de pánico, un exten- dos de agorafobia sin historia de ataques de
so estudio realizado en diez países, mues- pánico pone en duda la existencia de esta
tra que el porcentaje de individuos de la categoría.
población general que lo padece en algún
momento de su vida, oscila entre el 1,4% y Diagnóstico
el 2,9% (Weissman et al, 1997). La distri- Hasta los años 80, las crisis de pánico so-
bución por sexos es de un hombre por cada lían considerarse como una complicación
dos mujeres en el pánico sin agorafobia, y de la agorafobia. En el DSM-III (APA,
de un hombre por cada tres mujeres en la 1980) se consideró por primera vez el pá-
agorafobia. nico como un trastorno con entidad propia.
En un estudio epidemiológico (Grant, et En el DSM-III-R (APA, 1987) se dio un
al. 2006) realizado con población ameri- paso más en la consideración del trastorno
cana sobre prevalencia de los trastornos de pánico como trastorno primario, al re-
de pánico, según el DSM-IV, se encontró conocer que la agorafobia suele derivarse
que la prevalencia del trastorno de pánico de él. Por el contrario, la CIE-10 (OMS,
sin agorafobia era de un 1,6% en los últi- 1992) considera como principal trastorno
mos 12 meses, y a lo largo de la vida de a la agorafobia, diferenciando entre ago-
un 4,0%. Las tasas del trastorno de páni- rafobia sin ataques de pánico y agorafobia
co con agorafobia fueron superiores en un con ataques de pánico. Con estos criterios
0,6% en los últimos 12 meses y un 1,1% se incrementa el número de casos diagnos-
a lo largo de la vida. Las tasas de los últi- ticados como agorafobia, con respecto al
mos 12 meses y a lo largo de la vida para DSM-III-R o al DSM-IV, ya que se diag-
la agorafobia sin historia de ataques de nostican como agorafobia todos los casos
pánico fueron muy bajas, de un 0,05% y que presentan síntomas mixtos, de pánico y
0,17%. Ser mujer, americana, de mediana agorafobia, mientras que sólo se diagnosti-
edad, estar separado, viudo o divorciado, y can como trastorno de pánico los casos de
tener bajos ingresos aumentaba el riesgo “pánico puro” sin agorafobia.
para sufrir alguno de estos trastornos. Las En el DSM-IV podemos encontrar tres en-
personas con trastorno de pánico con ago- tidades diagnósticas relacionadas con el

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Martínez Valero, Consuelo; Perelló del Río, Miguel J.; Hernández Viadel, Miguel dossier

pánico: las crisis de angustia o ataques de el DSM V sí que será codificable como en-
pánico, el trastorno de pánico y la agora- tidad propia. En el DSM IV la Agorafobia
fobia. Al comparar al DSM-IV con sus an- no era codificable, se tenía que diagnosticar
tecesores (DSM-III y DSM-III-R) observa- como trastorno de angustia con agorafobia.
mos que, aunque sigue las mismas pautas En la propuesta del DSM V sí que aparece
generales, también presenta una serie de como codificable y se puede diagnosticar
novedades. El DSM-IV considera que las agorafobia con entidad propia.
crisis de angustia aparecen con frecuencia Los criterios diagnósticos para la agorafo-
en otros trastornos de ansiedad y, por ello, bia, que aparecen en la tabla 2, como no-
separa los criterios diagnósticos de las cri- vedad resaltan la duración que debe ser de
sis de angustia de los del trastorno de páni- 6 meses; la respuesta desproporcionada de
co. Para clarificar esta cuestión, distingue ansiedad ante las situaciones, teniendo en
entre 3 tipos de crisis: 1) las inesperadas, cuenta el contexto sociocultural específico
no relacionadas con estímulos situaciona- de la persona; y el deterioro significativo en
les, 2) las situacionales, desencadenadas la vida de la persona.
por estímulos ambientales y 3) aquellas La aportación más relevante que hace el
cuya ocurrencia es más probable si el suje- DSM V es poder diagnosticar el trastorno
to se expone a ciertos estímulos ambienta- de angustia y la agorafobia como entidades
les, siendo éstas especialmente frecuentes separadas, dando la opción de que exista
en el trastorno de pánico, aunque también comorbilidad, es decir que podamos diag-
pueden aparecer en otros trastornos de an- nosticar trastorno de angustia y agorafobia
siedad. a la vez.
En el borrador del DSM V (APA, 2011)
Diagnóstico diferencial
dentro de los trastornos de ansiedad se han
eliminado de la lista al trastorno de angus- Abuso y abstinencia de sustancias
tia sin agorafobia y la agorafobia sin his- Por lo que se refiere al diagnóstico diferen-
toria de trastorno de angustia, quedando el cial con el abuso de sustancias (cocaína,
trastorno de angustia y la agorafobia como anfetaminas, cannabis, vasoconstrictores,
entidades separadas. Los criterios diagnós- broncodilatadores, et.); o con la retirada
ticos en el DSM V para los trastornos de de otras sustancias (alcohol o ansiolíticos)
angustia propuestos en el DSM V aparecen Hay que tener en cuenta que se pueden pro-
en la Tabla 1. ducir síntomas de ansiedad aguda, simila-
Estos criterios se corresponden, en parte, res a los que se dan en una crisis de pánico.
con los que en el DSM IV hacían referen- En los casos dudosos, se considera más
cia al trastorno de angustia sin agorafobia, probable que se trate de ansiedad provoca-
con la salvedad de que en el DSM V son da por sustancias si se observan síntomas
necesarios los criterios A y B, a diferencia atípicos durante las crisis (p. ej., vértigo
del DSM IV que sólo requería la presencia verdadero, pérdida de la conciencia o del
de uno de los dos. Asimismo el trastorno control de esfínteres, dolores de cabeza o
de angustia se codificaba en función de que amnesia) o si el cuadro se inicia después de
apareciera o no agorafobia, mientras que en los 45 años. En cambio, es más probable

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dossier EL TRASTORNO DE PÁNICO, CON O SIN AGORAFOBIA, Y SU TRATAMIENTO. VISIÓN ACTUAL

que los síntomas de ansiedad correspondan Diagnóstico diferencial con la


a un trastorno de pánico si reúnen las carac- depresión
terísticas siguientes: 1) si persisten durante Según el DSM-IV, entre el 50% y el 65% de
un periodo demasiado largo tras haber re- pacientes con trastorno de pánico presentan
mitido la fase aguda de intoxicación o abs- comorbilidad con otros trastornos, como la
tinencia de la sustancia sospechosa de ser depresión mayor. En muchos casos la de-
responsable de los síntomas; 2) si los sínto- presión es una consecuencia del pánico,
mas son claramente excesivos para el tipo pero también hay casos en que el problema
o cantidad de sustancia utilizada; o 3) si principal es la depresión y se dan crisis de
el paciente ha sufrido anteriormente otros pánico ocasionales que pueden producir al-
trastornos de ansiedad primarios. gún grado de temor anticipatorio. Cuando
el diagnóstico diferencial entre estos dos
Otros trastornos de ansiedad
trastornos es dudoso, se recomienda: 1)
Según el DSM-IV, con frecuencia se dan analizar cuál de los dos problemas apareció
crisis de pánico en otros trastornos como antes -ya que el primero en aparecer suele
la fobia social o las fobias específicas, ser el problema principal- y qué ocurre en
cuando el paciente se expone al estímulo los periodos de mejoría o empeoramiento
temido. - si recae o empeora la depresión como
En los casos dudosos, hay que tener en consecuencia de experimentar una o varias
cuenta: 1) el objeto del temor, consideran- crisis, 2) si la depresión es severa, abordar
do que siempre que el objeto de temor haga primero la depresión, y 3) si la sintomato-
referencia a las sensaciones internas o al logía depresiva lo permite se puede aclarar
miedo a experimentar una crisis se trataría qué es lo que más preocupa al paciente, las
de trastorno de pánico, 2) el tipo y número crisis o la depresión.
de crisis, teniendo en cuenta que en el tras-
torno de pánico tiene que haber, por defi- Diagnóstico diferencial de la
nición, crisis que no estén desencadenadas hipocondría
por estímulos externos temidos, y 3) el nú- El DSM-IV define la hipocondría como
mero o tipo de situaciones evitadas, que en “preocupación y miedo a tener (o creen-
el trastorno de pánico suelen ser diversas, cia de que se padece) una enfermedad gra-
ya que lo que realmente se evita es la posi- ve, que se basa en la malinterpretación de
bilidad de tener otra crisis. ciertas señales corporales benignas y que
Por último, dentro de los trastornos de persiste a pesar de las exploraciones y ex-
ansiedad, hay que considerar el diagnós- plicaciones médicas apropiadas”.Así pues,
tico diferencial entre la ansiedad genera- los pacientes que sufren hipocondría se
lizada y el trastorno de pánico, teniendo parecen a muchos pacientes con pánico en
en cuenta que la ansiedad generalizada que tienden a malinterpretar ciertas señales
puede presentar sensaciones internas si- corporales benignas, como indicadores de
milares a las que se experimentan en el enfermedad física o mental grave.
pánico, pero en forma menos intensa y sin Las principales diferencias entre el pánico
interpretaciones catastrofistas acerca de y la hipocondría se refieren al tipo de señal
las mismas. corporal malinterpretada: en el pánico son

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sensaciones relacionadas con la ansiedad (o centrado en teorías biológicas que permi-


similares) en la hipocondría, la señal corpo- tieron el desarrollo de tratamientos farma-
ral que se malinterpreta como amenaza de cológicos (Sánchez-Meca, 2010). Pero des-
enfermedad; y al momento en que se espera de que el trastorno de pánico aparece con
que ocurra el desenlace temido: en el pánico entidad diagnóstica propia en el DSM-III-
se trata de una amenaza inminente y en la R (1980), la investigación se ha dedicado
hipocondría se trata de enfermedades cuyo a examinar la eficacia de las diferentes in-
desenlace fatal se prevé a más largo plazo. tervenciones psicológias y farmacológicas
para mejorar la sintomatologia del pánico.
Diagnóstico diferencial de la agorafobia
La revisión de las publicaciones sobre in-
Existen varios cuadros que, a nivel super- vestigaciones dirigidas a evaluar la eficacia
ficial, pueden confundirse con la agorafo- de los tratamientos, así como los estudios
bia porque también presentan evitación de de meta-análisis, han mostrado claramente
situaciones. Entre ellos destacan: la fobia que la terapia cognitivo-conductual es alta-
social, las fobias específicas, el trastorno mente eficaz en el tratamiento del trastorno
por ansiedad de separación grave, y el tras- de pánico con o sin agorafobia (Margraf,
torno delirante (cuando los afectados evitan et al, 1993; Michelson y Marchione, 1990;
situaciones a causa de su delirio). En estos Wolfe y Máser, 1994).
casos, el paciente evita situaciones pero
su principal temor no es que aparezcan las Los estudios controlados indican que la
sensaciones internas temidas. En la tabla 3 terapia cognitivo-conductual es superior a
aparece un resumen del diagnóstico dife- otros tratamientos para el pánico. Alrede-
rencial entre el pánico y algunas enferme- dor del 85% de pacientes están libres de
dades orgánicas. síntomas al finalizar el tratamiento y esos
resultados se mantienen en los seguimien-
Comorbilidad tos (Goldberg C., 1998).
Según el Instituto de Salud Mental de Esta- Entre los tratamientos con eficacia bien es-
dos Unidos (Consensus Development Con- tablecida incluimos las dos formas de tra-
ference Statement, 1991), más del 70% de tamiento que se consideran más eficaces y
pacientes con trastorno de pánico presenta que cuentan con más investigaciones que
alguna otra psicopatología asociada, como avalan dicha eficacia: la terapia cogniti-
la depresión (entre el 50% y el 60% según vo-conductual de Barlow (Barlow, 1997;
el DSM-IV), los trastornos de personalidad Barlow y Craske, 1993; Barlow y Brown,
(25% al 60 %), y otros trastornos de ansie- 1995; Barlow, et al, 1984; Barlow, et al,
dad, como la fobia social (15% al 30%) 1985; Barlow, et al, 1989; Craske y Bar-
o el trastorno obsesivo-compulsivo (8% al low, 1993), y la terapia cognitiva focal de
10%) entre otros. Clarck y Salkovskis (Clarck 1995; Clarck y
Salkovskis 1996). En la práctica, estos dos
Tratamientos enfoques de tratamiento son muy similares,
aunque el primero de ellos enfatiza la ex-
Tratamientos psicológicos posición a sensaciones interoceptivas y el
Hasta 1980 el estudio de la etiología y tra- segundo la reestructuración cognitiva (Sán-
tamiento del trastorno de pánico se había chez-Meca, 2010). No obstante, tienden a

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dossier EL TRASTORNO DE PÁNICO, CON O SIN AGORAFOBIA, Y SU TRATAMIENTO. VISIÓN ACTUAL

considerar que su principal componente es Son numerosos los estudios que ha mostra-
la modificación de la conducta mediante do claramente la eficacia de la TCF (Sokol
la exposición a sensaciones y situaciones y Beck (1986); Margraf et al., (1989). Y ha
antes evitadas (estímulos condicionados), demostrado ser más eficaz EN compara-
con el objetivo de lograr la desaparición de ción con otros tratamientos: como imipra-
las respuestas condicionadas de ansiedad o mina (Clarck et al., 1991); imipramina, au-
miedo a través del mecanismo de habitua- toexposición y relajación aplicada (Clarck
ción. et al., 1993); técnicas cognitivas, combi-
La investigación ha mostrado claramente la nadas con exposición en vivo y exposición
eficacia de la TCC de Barlow (Barlow, et interoceptiva, (Sokol y Beck, 1989).
al, 1989; Klosko, et al, 1990; Telch, et al., En un estudio sin grupos de control, Sokol
1993) y también ha demostrado que es más y Beck (1989) trataron a 25 pacientes con
eficaz que otros tratamientos como la re- técnicas cognitivas, combinadas con ex-
lajación aplicada (Barlow y Brown, 1995; posición en vivo y con exposición intero-
Craske, 1996), la combinación con Alpra- ceptiva, durante una media de 17 sesio-
zolan (Klosko, et al, 1990). En general se nes individuales. Las conductas de pánico
considera que la TCC de Barlow (y otras desaparecieron en los 17 pacientes que no
similares), eliminan las conductas de páni- tenían el diagnóstico añadido de trastorno
co en alrededor del 80% de pacientes (Bou- de personalidad. Estos resultados se mante-
chard, et al, 1996). nían un año después.
Por otro lado, la terapia cognitiva focal Un informe preliminar de Margraf et al.,
(TCF) para el tratamiento del TP ha sido (1989) sugirió que las estrategias cogniti-
desarrollada a partir de los planteamientos vas, aplicadas sin procedimientos de expo-
de Beck (1988) y ha sido adaptada como sición, también son muy eficaces en el tra-
terapia específica para el pánico por Clarck tamiento del pánico. En 1991, Salkovskis
y Salkovskis (Clarck y Salkovskis, 1996). et al. publicaron otra serie de casos en que
El tratamiento se dirige a que el paciente se mostraba cómo se lograba una importan-
se cuestione las interpretaciones catastro- te reducción de las CP con un tratamiento
fistas de determinadas sensaciones intero- muy breve, de sólo 2 horas, y puramente
ceptivas, las ponga a prueba y finalmente cognitivo, sin ningún tipo de exposición.
las modifique, siguiendo las pautas básicas Clarck et al. (1991), compararon la eficacia
de la terapia cognitiva de Beck con: apren- de la TCF, la relajación aplicada, la imipra-
dizaje guiado, diálogo socrático y experi- mina y un grupo control en lista de espera.
mentos conductuales diseñados para probar Todos los tratamientos redujeron significa-
hipótesis acerca de las creencias disfuncio- tivamente la ansiedad general, la evitación
nales; pero centrándose en las creencias agorafóbica y la frecuencia de CP, pero en
distorsionadas típicas del pánico. Por eso diferente grado. La TCF resultó superior a
se la conoce como terapia cognitiva focal las otras intervenciones, al finalizar el tra-
o focalizada, para diferenciarla de otras in- tamiento y al año de seguimiento, en todas
tervenciones cognitivas que no se centran las variables evaluadas (frecuencia de páni-
específicamente en la reestructuración de co, pensamientos catastrofistas, miedo a las
estas interpretaciones catastrofistas. sensaciones corporales, evitación y ansie-

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dad general). El porcentaje de pacientes li- temidas o evitadas, que no difieren signifi-
bres de pánico y el índice de mejoría global cativamente en cuanto a su eficacia y que
también fueron mejores en el grupo tratado pueden agruparse en: a) exposición gra-
con TCF. dual y prolongada a cada situación con la
El estudio más relevante para considerar compañía y apoyo del terapeuta, permane-
esta forma de tratamiento como empírica- ciendo en la misma hasta que la ansiedad
mente validado, se llevó a cabo por Clarck se reduce. b) autoexposición gradual con
et al. (1994). En él se compararon las con- posibilidad de escape temporal a un lugar
diciones siguientes: a) 12 sesiones de te- seguro, si la ansiedad es muy elevada. El
rapia cognitiva, b) relajación aplicada, c) paciente registra el tiempo pasado fuera y
imipramina y d) grupo control en lista de vuelve a la situación lo antes posible, y c)
espera. Al finalizar el tratamiento, la pro- práctica programada: exposición prolonga-
porción de pacientes libres de pánico en los da y gradual con la presencia y apoyo del
4 grupos era del 90%, 50%, 55% y 7% res- cónyuge o un amigo. El terapeuta mantiene
pectivamente. contacto semanal o quincenal con el pa-
ciente, que lleva un diario de sus prácticas
Botella y Ballester realizaron una adapta- y utiliza un manual de autoayuda.
ción del tratamiento de Clarck y Salkovskis
con el que obtuvieron resultados positivos La exposición o autoexposición en vivo
en varios estudios llevados a cabo en nues- es una técnica bien establecida que se ha
tro ámbito (Ballester y Botella, 1992). mostrado claramente superior en diferentes
estudios a los grupos de control (p. ej., lista
Entre los tratamientos probablemente efica- de espera) en ansiedad y evitación agora-
ces para el pánico se encuentra la relajación fóbica.
aplicada (Öst et al., 1993) y la exposición.
Los tratamientos basados en la exposición Una revisión de los protocolos de trata-
miento utilizados en los estudios sobre re-
pueden referirse a dos aspectos principales:
sultados de tratamientos del trastorno de
la exposición a las sensaciones internas te-
pánico, revela que la mayoría utilizan rees-
midas (exposición interoceptiva) y la expo-
tructuración cognitiva focalizada y exposi-
sición a actividades o situaciones evitadas,
ción, y que ambas técnicas aparecen como
especialmente relevante en la agorafobia.
los ingredientes más eficaces de los trata-
Por lo que se refiere a la exposición intero- mientos. Sin embargo existe controversia
ceptiva, Craske, et al, (1997) encontraron acerca de cual de ellas es más eficaz, y /
que añadir exposición interoceptiva a una o cual es el elemento crucial (exposición
combinación de reestructuración cognitiva o reestructuración cognitiva) por el que
y exposición en vivo, fue más eficaz que se producen los cambios terapeúticos. Los
añadir entrenamiento en respiración, tanto estudios que han comparado la eficacia de
en el postratamiento, en medidas de pánico, la exposición y la restructurción congniti-
interferencia y severidad, como en el segui- va no han hallado diferencas significativas
miento a los 6 meses en ansiedad fóbica, (Margraf y Schneider, 1991; Bouchard, et
pánico, interferencia y ansiedad general. al 1996).
Se han propuesto varias modalidades de Las teorías del aprendizaje sostienen que la
exposición en vivo, a lugares y situaciones reestructuración cognitiva y la exposición

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dossier EL TRASTORNO DE PÁNICO, CON O SIN AGORAFOBIA, Y SU TRATAMIENTO. VISIÓN ACTUAL

pueden operar a través de un mismo meca- bida y potenciales interacciones con otros
nismo: el aprendizaje (Davey, 1992). fármacos.
Durante muchos años, la clomipramina, un
Tratamientos farmacológicos
ATC con importante acción serotoninérgica
El principal objetivo del tratamiento far- se consideró el fármaco más potente para el
macológico en el trastorno de pánico es: tratamiento del trastorno de pánico. (Jeffer-
bloquear la aparición de crisis de angustia, son, 1997).
neutralizar la ansiedad anticipatoria y redu-
cir la evitación fóbica. Los fármacos uti- En la actualidad, los ISRS e IRSN presen-
lizados para conseguir estos objetivos son tan un perfil de efectos secundarios más
(Ayuso, 2010): favorable y mayor seguridad en caso de so-
bredosis, por lo que son la mejor elección
1 Antidepresivos tricíclicos (ATC) e inhi- inicial para la mayoría de los pacientes con
bidores de la monoaminooxidasa (IMAO) trastorno de pánico. (APA, 2009; Hollander
introducidos en las décadas de los años 60 y Simeon, 2010).
y 70.
Los IMAO aunque han demostrado su efi-
2. Benzodiazepinas, en particular benzo- cacia en el trastorno de pánico (Ballenger,
diazepinas de alta potencia, como alprazo-
2003), hoy son muy poco utilizados por los
lam y clonazepam, introducidas en los 80.
médicos. Esto es debido a la necesidad del
3. Inhibidores selectivos de la recaptación paciente de seguir una dieta restringida y el
de serotonina (ISRS), que aparecen en la peligro de presentar una crisis hipertensiva
década de los 90 y antidepresivos inhibi- si ésta no se sigue adecuadamente.
dores de la recaptación de serotonina y no-
Las benzodiazepinas pueden ser útiles en
radrenalina (IRSN), de uso más reciente,
combinación con antidepresivos para el tra-
como la venlafaxina y duloxetina.
tamiento de síntomas residuales de ansie-
Todos los fármacos citados anteriormente dad ó preferidas por pacientes con síntomas
han demostrado su eficacia en numerosos muy molestos ó deteriorantes y que de-
estudios controlados y son recomendados mandan un control rápido de los síntomas.
para el tratamiento del trastorno de pá- El beneficio de una respuesta rápida con
nico (Bakker A, et al. 2002; Bradwejn et benzodiazepinas debe balancearse con la
al. 2005; APA, 2009). Otros fármacos con posibilidad de posibles efectos secundarios
menos apoyo empírico (mirtazapina, anti- (sedación) ó dependencia fisiológica que
convulsivantes como gabapentina, prega- puede conllevar dificultades para interrum-
balina ó algunos antipsicóticos) pueden ser pir la medicación (APA, 2009; Hollander y
alternativas terapéuticas cuando han fraca- Simeon, 2010).
sado varios tratamientos estándar o por cir-
cunstancias individuales. Tratamientos combinados
La elección de un fármaco como tratamien- Aunque frecuentemente se emplean tra-
to inicial dependerá de las preferencias del tamientos en los que se combinan los
paciente, evaluación de riesgo-beneficio fármacos y la psicoterapia, los estudios
para cada paciente, historial de tratamien- disponibles indican que esta forma de trata-
tos previos, presencia de patología comór- miento no siempre es adecuada; sobre todo

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si, como ocurre la mayoría de las veces, jorar la eficacia del tratamiento cognitivo-
se utilizan benzodiacepinas (Roca y Roca, conductual del pánico; mientras que, por el
1998). contrario, la administración de BZD tiende
La mayoría de estudios sobre tratamientos a reducirla.
combinados de fármacos más psicoterapia Marcks (1991) halló que las dosis de BZD
muestran que las benzodiacepinas pueden equivalentes a 10 mgrs. diarios de Diace-
reducir los efectos beneficiosos de la te- pam interferían con la exposición; es decir,
rapia cognitivo-conductual. Parece lógico impedían o reducían sus efectos beneficio-
deducir que lo mismo debe ocurrir con la sos. Este efecto indeseable no se constata-
terapia cognitivo-conductual utilizada en ba si las dosis eran menores. Sin embargo,
el tratamiento del pánico. De hecho, algu- otros autores encuentran que la utilización
nos estudios preliminares así como nuestra de BZD en forma continuada, aunque sea
experiencia clínica indican que los ansiolí- a dosis mínimas, interfiere negativamente
ticos dificultan la buena marcha de la tera- con la terapia cognitivo-conductual (San-
pia, a menos que sean retirados en una fase derson y Wetzler, 1993).
temprana de ésta.
La mayoría de estudios realizados sobre
El uso de las benzodiacepinas (BZD) puede este tema indican que los ansiolíticos, re-
interferir en los logros terapéuticos por el ducen las ganancias obtenidas con la expo-
mecanismo del “aprendizaje dependiente
sición, a medio y largo plazo (Van Balkom,
del estado” que consiste en que lo que se ha
et al., 1996; Fava et al., 1994; Marks et al.,
aprendido bajo los efectos de una droga, no
1993; Echeburúa et al., 1993; Meadows y
se generaliza a momentos en que ya no se
Zinbag, 1991; Marks y O´Sullivan, 1992;
está bajo su efecto. Así, en la experimenta-
De Beurs et al., 1995, y Hegel et al., 1994).
ción con animales se ha observado que las
Pero algunos estudios indican que el alpra-
conductas aprendidas bajo sedación, a me-
nudo no se transfieren cuando al animal se zolam (Trankimazin) administrado duran-
le deja sin medicación (Miller, 1964). te un periodo breve de tiempo, no incide
negativamente en la eficacia de la terapia
Otra explicación sobre los efectos negati- cognitivo-conductual.
vos de los ansiolíticos en los resultados de
la exposición, es que estos fármacos pue- En cambio, los antidepresivos y la terapia
den interferir en los procesos de memoria cognitivo-conductual parecen más compa-
a largo plazo, y dificultar así el proceso de tibles, y en algunos estudios se ha obser-
habituación (Echeburúa y Corral, 1991). vado que añadir fluvoxamina en la exposi-
ción a las sensaciones internas, mejoraba la
Podría pensarse que se trata de un proble-
eficacia de esta forma de exposición en el
ma de atribución por parte del paciente, al
tratamiento del pánico.
responsabilizar de su mejoría al fármaco;
pero éste no parece ser el mecanismo res- También se ha investigado la utilización de
ponsable ya que, cuando se administra un la terapia cognitivo-conductual con pacien-
placebo y el paciente responde favorable- tes que no mejoran con fármacos, y su utili-
mente a él, no se observa la misma interfe- zación como apoyo al tratamiento farmaco-
rencia. De hecho, según diversos estudios, lógico, para facilitar su retirada. En ambos
la administración de placebos parece me- casos se ha mostrado eficaz.

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dossier EL TRASTORNO DE PÁNICO, CON O SIN AGORAFOBIA, Y SU TRATAMIENTO. VISIÓN ACTUAL

Según Roca y Roca (1998) los investiga- ahora con estos fármacos. Gould et al.,
dores de orientación farmacológica defien- (1995) publicaron un metaanálisis de los
den que los fármacos, especialmente los resultados de diversos estudios, llevados
antidepresivos inhibidores selectivos de la a cabo en las dos décadas anteriores, para
recaptación de serotonina (ISRS), son el comparar la eficacia de los fármacos y la
tratamiento más eficaz, superando incluso terapia cognitivo conductual. Llegaron a la
a la terapia cognitivo-conductual. Además, conclusión de que el tratamiento más eficaz
consideran que son más ventajosos por su es el cognitivo-conductual con exposición
rapidez de acción y porque son mucho más y reestructuración cognitiva, siendo inclu-
fáciles de cumplimentar. so más eficaz que los tratamientos com-
Por su parte, los investigadores del campo binados de terapia cognitivo-conductual
de las psicoterapias defienden la superio- más fármacos. También hallaron que las
ridad de la terapia cognitivo-conductual, intervenciones con mejor relación eficacia-
destacando algunas de sus ventajas como la coste eran la imipramina y la terapia cogni-
ausencia de efectos secundarios y los me- tivo-conductual en grupo.
jores resultados a largo plazo. Unos y otros
consideran que los estudios que muestran Conclusiones
la superioridad del enfoque contrario están Referente al diagnóstico de los trastornos
mal hechos y que, por tanto, no son fiables. de pánico no parece haber un acuerdo, se-
La forma de evaluar la ausencia de sínto- gún los diferentes manuales (DSM y CIE),
mas en los seguimientos, también puede entre separar o diferenciar los trastornos de
llevar a errores. Por tanto, no hay un claro angustia y la agorafobia, dando uno más
acuerdo acerca de cuál de estos tratamien- importancia a los trastornos de angustia y
tos es el más recomendable. otro a la agorafobia. Creemos que a la hora
Por lo que se refiere al tratamiento psico- de considerar la relación entre el pánico y
lógico, el problema tradicional del mayor la agorafobia existe una tercera posición
coste de la terapia se ha reducido enorme- que es la de considerar a ambos trastornos
mente con los actuales enfoques que permi- como los dos extremos de un continuo, en
ten tratamientos eficaces, muy breves, para el que la mayoría de casos incluirían sínto-
este trastorno, y con los materiales de au- mas de pánico y agorafobia, algunos pre-
toayuda. Los estudios llevados a cabo para sentarían sólo pánico y finalmente otros
valorar el coste a largo plazo y el perfil de presentarían sólo agorafobia. Parece que
coste beneficio de la TCC para el trastorno el DSM V realiza esta separación entre los
de pánico son más favorables que la farma- polos del continuo y da la opción de la co-
coterapia (Mchugh et al., 2007, Otto et al, morbilidad para aquellos casos que tienen
2000). síntomas de pánico y agorafobia, no viene
a esclarecer la polémica pero sí a facilitar el
Los problemas del tratamiento farmacoló-
diagnóstico.
gico son los efectos secundarios y las re-
caídas al dejarlo, aunque ambos se reducen Aunque la polémica sigue abierta, nosotros
con los ISRSs (Mc Nally, 1996.). En cual- nos adscribimos a la posición que consi-
quier caso faltan más estudios que confir- dera que, al menos en la gran mayoría de
men los buenos resultados hallados hasta casos, la agorafobia es una complicación

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del pánico. Nos basamos en los siguientes las diferentes clasificaciones diagnósticas,
argumentos: 1) creemos que los casos que como ha pasado con la desaparición en el
experimentan crisis de pánico de síntomas DSM V de la categoría agorafobia sin his-
limitados -menos de cuatro síntomas- de- toria de ataques de pánico por su baja pre-
ben equipararse a aquellos que presentan valencia.
crisis completas -cuatro o más síntomas-, En cuanto a los tratamientos eficaces para
ya que esa diferencia es irrelevante para el trastorno de pánico con o sin agorafobia,
la configuración total del trastorno y para existe consenso en considerar que los trata-
su tratamiento; 2) en la práctica es difícil mientos que incluyen la exposición tanto a
hallar casos de agorafobia sin historia de estímulos externos como internos y la rees-
crisis de pánico; 3) incluso aquellos po- tructuración congnitiva son claramente los
cos pacientes con agorafobia que niegan más eficaces. Y respecto a su combinación
en principio haber experimentado crisis con tratamientos farmacológicos (ansiolí-
o temor a las sensaciones típicas de estas, ticos y antidepresivos) nuestra experiencia
suelen recordarlas cuando llevamos a cabo clínica nos indica que realizando una buena
algún ejercicio de inducción de sensacio- programación de su retirada en función del
nes, por ejemplo, el experimento de hiper- momento terapéutico pueden ser recomen-
ventilación; y 4) la idea de que existía un dables en determinados tipo de pacientes.
elevado número de pacientes con agorafo- Otra cuestión a tener en cuenta es la inter-
bia y sin pánico, estaba basada en estudios ferencia de las benzodiacepinas con las téc-
epidemiológicos que han sido cuestionados nicas de exposición.
recientemente al considerar como agorafo-
bia casos que no lo eran. Podemos concluir, por tanto que el trata-
miento de elección para los trastornos de
El DSM-V, al igual que su antecesor, sigue pánico son los tratamientos psicológicos,
sin tener en cuenta que, generalmente, los quedando como facilitador en algunos ca-
pacientes con pánico evitan determinadas sos el tratamiento farmacológico. Siendo
actividades como hacer ejercicio, tomar la evidencia empírica concluyente a este
café, etc., que pueden considerarse como un respecto, en la práctica no es así, porque lo
estadio intermedio entre el pánico y la ago- habitual es que el tratamiento de elección
rafobia. Esta es una cuestión de gran interés, para los trastornos de pánico sea farma-
tanto para comprender el mantenimiento del cológico y administrado por el médico de
trastorno como para planificar la terapia. atención primaria, ya que es el primer lugar
Los estudios sobre la incidencia del páni- donde se busca ayuda. El tratamiento far-
co han ayudado a tomar conciencia del alto macológico como primera línea de actua-
coste económico que supone este trastorno ción puede provocar la cronicidad de los
para la sociedad, por el absentismo laboral trastornos de pánico y un excesivo uso de
y la baja productividad ligada a ellos, así recursos sanitarios y farmacológicos, que
como por el elevado consumo de recursos podrían evitarse con la figura del psicólogo
sanitarios que conlleva. Esto ha facilitado en atención primaria. Por todo esto, consi-
que, cada vez más, se financien investiga- deramos que los gestores sanitarios debe-
ciones para hallar tratamientos eficaces. rían hacer esfuerzos por acercar la realidad
También ha contribuido a que se revisen a estos resultados.

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Tabla 1: Criterios Diagnóstico del DSM-V para el trastorno de angustia

Los criterios diagnósticos en el DSM V para las Crisis de Angustia son:


A. Crisis de angustias recurrentes e inesperadas.
B. Al menos una de las crisis se ha seguido durante 1 mes (o más) de uno o ambos de los siguientes síntomas:
1. Inquietud persistente o preocupación ante la posibilidad de tener más crisis o sus consecuencias (por
ej., perder el control, sufrir un infarto de miocardio, “volverse loco”).
2. Cambio significativo maladptativo del comportamiento relacionado con las crisis (por ej., conductas dirigi-
das a evitar tener un ataque de pánico como evitar hacer ejercicio físico o evitar situaciones desconocidas).
C. Las crisis de angustia no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos)
o una enfermedad médica (p. ej., hipertiroidismo).
D. Las crisis de angustia no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental, como por ejemplo
fobia social (p. ej., aparecen al exponerse a situaciones sociales temidas), fobia específica (p. ej., el exponerse a
situaciones fóbicas específicas), trastorno obsesivo-compulsivo (p. ej., al exponerse a la suciedad cuando la obse-
sión versa sobre el tema de la contaminación), trastorno por estrés postraumático (p. ej., respuesta a estímulos
asociados a situaciones traumáticas), o trastorno por ansiedad de separación (p. ej., al estar lejos de casa o de los
seres queridos).

Tabla 2: Criterios diagnósticos del DSM-V para la Agorafobia

Los criterios diagnósticos propuestos para la Agorafobia son:


A. Marcado miedo o ansiedad al menos en dos situaciones agorafóbicas, como las siguientes: 1) estar fuera de
casa a solas; 2) viajar en transporte público (por ejemplo: viajar en autobuses, trenes, barcos, aviones; 3) espacios
abiertos (por ejemplo, estacionamientos, supermercados); 4) estar en tiendas, teatros o cines; 5) hacer cola.
B. Los temores y/o las conductas de evitación aparecen cuando escapar puede resultar difícil o, en el caso de que
aparezcan síntomas similares al pánico no se pueda recibir ayuda.
C. Las situaciones agorafóbicas constantemente provocan miedo o ansiedad.
D. Las situaciones agorafóbicas que se evitan, requieren estar acompañado de un conocido, o se experimentan con
miedo o ansiedad intensa.

E. El miedo o la ansiedad son desproporcionados en relación con el peligro real que plantea la situación agorafóbi-
ca. NOTA: la desproporción tiene que ser considerada en su contexto sociocultural.
F. La duración tiene que ser al menos de 6 meses.
G. El miedo, la ansiedad y la evitación provocan un malestar clínicamente significativo o deterioro en el área social,
ocupacional, u otra área importante de funcionamiento.
H. El miedo, la ansiedad y la evitación no se limitan a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejem-
plo, una droga de abuso, un medicamento) o una enfermedad médica (por ejemplo, trastornos cardio-pulmonar).
I. El miedo, la ansiedad y la evitación no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental, como
por ejemplo fobia específica (p. ej., el exponerse a situaciones fóbicas específicas). Fobia social (p. ej., aparecen al
exponerse a situaciones sociales temidas), trastorno obsesivo-compulsivo (p. ej., al exponerse a la suciedad cuan-
do la obsesión versa sobre el tema de la contaminación), trastorno por estrés postraumático (p. ej., en respuesta
a estímulos asociados a situaciones traumáticas), o trastorno por ansiedad por separación (p. ej., al estar lejos de
casa o de los seres queridos).

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Tabla 3: Diagnóstico diferencial entre el pánico y algunas enfermedades orgánicas

Enfermedad orgánica Síntomas similares al pánico Diferencias con el pánico

Crisis Hipoglucémicas Sudor, palpitaciones, debilidad, ma- En las crisis hipoglucémicas es frecuente la sen-
reos, sensación de desmayo, tem- sación de hambre intensa; los síntomas mejoran al
blores. ingerir alimentos, y el análisis de sangre muestra
hipoglucemia.

Hipertiroidismo Agitación, temblor, sensación de falta En el hipertiroidismo se observan: temblor fino, pal-
de aire, palpitaciones o taquicardia. mas de las manos calientes y rosadas, pérdida de
peso con apetito normal, intolerancia al calor, y ta-
quicardia que no desaparece con el sueño. Además,
la tiroxina en sangre está aumentada. En cambio, en
el pánico se da temblor intenso, las palmas de las
manos están frías y húmedas y el ritmo cardíaco de-
crece con el sueño.

Hipoparatiroidismo El descenso de calcio en la sangre En el hipoparatiroidismo hay bajos niveles de calcio


y otras causas de hipocalce- produce sensaciones similares a las en sangre.
mia de un ataque de pánico.

Feocromocitoma Ansiedad intensa, palpitaciones. En el feocromocitoma hay cefalea y dolores intensos,


abdominales o torácicos, asociados a elevación de la
tensión arterial (que puede ser normal una vez que
pasa el episodio agudo), coincidiendo con un incre-
mento considerable de catecolaminas y de sus meta-
bolitos en sangre y orina.

Epilepsia del Sudor, palpitaciones, desrealización, En las crisis epilépticas de este tipo, a veces se
lóbulo temporal episodios de inicio y resolución muy producen: conductas agresivas, estado alterado de
recortados. El miedo puede ser el conciencia, alucinaciones, micción y amnesia al aca-
único síntoma en ciertas crisis epi- bar la crisis. El EEG puede mostrar las alteraciones
lépticas. Después de las crisis puede típicas de esta enfermedad.
darse evitación de estímulos asocia-
dos a ellas.

Trastornos Mareos, sensación de vértigo, sensa- En los trastornos audiovestibulares suele producirse
audiovestibulares ción de desmayo e inestabilidad. vértigo real con sensación de que los objetos giran
alrededor. También pueden detectarse anomalías
neurológicas.

Prolapso válvula Dolor precordial, palpitaciones, dolor En el PVM se halla soplo sistólico a la auscultación.
mitral (PVM) de cabeza, mareos y fatiga.

Taquicardia Aceleración del ritmo cardiaco y an- En la TPS se alcanzan de 140 a 220 pulsaciones por
paroxística siedad. minuto, mientras que en el trastorno de pánico, aun-
supraventricular que se dé un aumento de pulsaciones, no llegan a ser
tan elevadas.
(TPS)

Intestino Náuseas, molestias intestinales. En el intestino irritable no existe una relación tan di-
irritable recta con los episodios de ansiedad aguda.

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dossier EL TRASTORNO DE PÁNICO, CON O SIN AGORAFOBIA, Y SU TRATAMIENTO. VISIÓN ACTUAL

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Fecha de recepción: 07/11/2011


Fecha de aceptación: 16/12/2011

78 nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 63-78


dossier
dossier
nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 79-89
Aurora Gavino, Antonio Godoy y Raquel Nogueira

Conductas obsesivo-compulsivas en niños


y adolescentes: un estudio descriptivo en
niños españoles *

Aurora Gavino, Antonio Godoy y Raquel Nogueira


Universidad de Málaga
*
La presente investigación ha estado subvencionada por la Junta de Andalucía, Proyecto de Investigación P06-HUM-01548.

resumen/abstract:
La presente investigación describe qué obsesiones y qué compulsiones tienden a darse, bien ocasionalmente,
bien de forma habitual, en una muestra representativa de niños y adolescentes de la provincia de Málaga, de
entre 10 y 17 años, así como qué forma (pensamientos, imágenes, impulsos, etc.) adquieren las obsesiones en
la infancia y la adolescencia y qué estrategias se utilizan con más frecuencia para controlarlas. Los resultados
muestran que las obsesiones más frecuentes son las relacionadas con causar daño (a sí mismo o a otros) y
las de orden/simetría; que las compulsiones más frecuentes son también las de orden; que las obsesiones
adquieren habitualmente la forma de imágenes mentales o de sensaciones o sentimientos difusos y pocas
veces la forma de ideas o impulsos; y que las estrategias de control de las obsesiones más utilizadas son las
de re-emplazar la obsesión por algún otro pensamiento y la de distraerse con cosas de alrededor. Se termina
discutiendo la posible importancia de estos resultados para la comprensión del trastorno obsesivo-compulsivo
en general y, de forma especial, en niños y adolescentes.

This paper describes the most frequent obsessions and compulsions in a representative sample of children
and teenagers 10-17 year old of Malaga province, as well as the form (thoughts, images, impulses, etc.)
of obsessions in childhood and adolescence, and the type of strategies more frequency used to control
obsessions. Results show that most frequent obsessions are those related with causing harm and order;
that the most frequent compulsion is also order; and that obsessions usually have the form of mental images
or diffuse feelings. The strategies most used to control obsessions are replacing obsessions by some other
thought, and distracting by paying attention to the surroundings. The paper finishes discussing the importance
of these results for the understanding of obsessive-compulsive disorder in general and, especially, in children
and teenagers.

palabras clave/keywords:
Comportamientos obsesivo-compulsivos, niños, adolescentes, estrategias de control del pensamiento
Obsessive-compulsive behavior, children, adolescents, thought control strategies.

El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) et al., 2003), puede comenzar a edades tan


en la infancia ha sido poco investigado, a tempranas como los 4 años (Chowdbury,
pesar de saberse que muchos adultos afec- Frampton y Heyman, 2004) y suele aso-
tados por este problema lo arrastraban des- ciarse a importantes consecuencias acadé-
de su niñez o adolescencia (Eichstedt y Ar- micas, sociales y familiares (Valderhaug
nold, 2001; Rapoport, 1986). El TOC se da e Ivarsson, 2005). La principal razón para
entre un 1 y un 4% de niños (Canals, Do- investigar el TOC infantojuvenil, pues,
menech, Carbajo y Blade, 1997; Heyman, no es la de que se da en muchos niños y

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adolescentes, sino la de que produce gra- et al., 2009). Por otra parte, aunque se ha
ves consecuencias sobre la vida diaria y estudiado qué tipo de síntomas obsesivo-
porque aumenta la probabilidad de padecer compulsivos son más frecuentes en la po-
un TOC en la vida adulta (Fullana et al., blación general adulta, en niños únicamen-
2009). Además, sabemos que los proble- te se han estudiado muestras clínicas y, de
mas que comienzan en la infancia suelen nuevo, los resultados vuelven a ser bastante
acompañarse en la vida adulta de mayor inconsistentes. Así, en tanto que Apter, et
comorbilidad y de peor funcionamiento al. (1996) encuentran que sólo el 14% de
global (Coles y Schofield, 2008), así como los niños con TOC presentaba algún tipo
de mayor gravedad y de peor respuesta al de obsesión, Ivarsson y Valderhaug (2006)
tratamiento (Grant, et al., 2007). encuentran que esto ocurre en el 58%, y
Debido a los pocos conocimientos reunidos Hanna (1995) que sólo las obsesiones de
agresión se presentan en más del 70% de
sobre el TOC infantojuvenil, suele supo-
los niños con TOC.
nerse que sus características son las mis-
mas que en los adultos. Sin embargo, esta Ante esta situación, que hace imposible ex-
suposición parece gratuita, ya que existen traer conclusiones firmes, parece necesario
pocas comparaciones entre el TOC infan- investigar directamente en qué consiste el
til y el adulto y, además, con resultados TOC infantojuvenil y qué tipo de obsesio-
contradictorios. Así, por ejemplo, de los nes y compulsiones resultan más frecuen-
cuatro trabajos localizados sobre cómo se tes. Esto es importante porque algunos
estructuran las obsesiones y compulsio- tipos de síntomas parecen asociarse a un
nes infantiles, dos concluyen que lo hacen mayor deterioro de la vida diaria (Storch et
de forma semejante a lo que ocurre en los al., 2010) y a ser especialmente refracta-
adultos (Stewart, et al., 2007; Storch, et al., rios al tratamiento (Mataix, et al., 2002b).
2007), y dos (Ivarsson y Valderhaug, 2006; El presente estudio pretende rellenar esta
McKay, et al., 2006) de forma muy diferen- laguna en nuestros conocimientos. Es un
te. Algo semejante ocurre con los trabajos trabajo descriptivo realizado en población
destinados a averiguar si se producen cam- española en el que se ha recogido infor-
bios en los síntomas obsesivo-compulsivos mación de los tipos de intrusiones más
conforme pasa el tiempo. En tanto que Ma- frecuentes; sobre qué obsesiones se unen a
taix, et al. (2002) han encontrado bastan- qué compulsiones; qué forma adquieren las
te estabilidad temporal de los síntomas de obsesiones infantiles y con qué estrategias
adultos, en niños los cambios parecen ser las intenta controlar el niño. La finalidad
frecuentes (Hanna, 1995). Incluso la sim- de este estudio, pues, no es la de averiguar
ple pregunta sobre qué tipo de síntomas qué obsesiones y qué compulsiones se pre-
obsesivo-compulsivos es más frecuente en sentan con más frecuencia en los niños y
los niños, resulta difícil de contestar basán- adolescentes diagnosticados de TOC, sino
donos en los estudios con adultos, ya que cuáles son más frecuentes en la población
existen grandes diferencias de un estudio general, lo que aún no se ha investigado
a otro en el tamaño y el tipo de muestra en la población infantojuvenil, aunque sí
utilizada (compárense, por ejemplo, los re- en los adultos. Esto puede ser importante
sultados de Foa et al., 1995, y de Fullana porque, como han encontrado Fullana, et

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al. (2009), entre un 20-25% de adultos de se ha presentado durante el mes anterior) a


la población general presentan síntomas 3 (se ha presenta con muchísima frecuen-
obsesivo-compulsivos, que no adquieren cia), ya que esta forma de proceder se ha
el umbral del trastorno pero que interfieren mostrado fiable y especialmente válida
fuertemente en su vida. De igual forma, los para la finalidad que pretendemos (véase
síntomas que aparecen en la niñez se aso- Wu, Watson y Clark, 2007): averiguar con
cian a otros problemas psicológicos y a un qué frecuencia y en qué grado se da cada
TOC claramente desarrollado en la vida tipo de síntoma. Los tipos de obsesiones y
adulta (Fullana, et al., 2009). compulsiones evaluados por la CY-BOCS
pueden verse en la Tabla 1. En el presente
Método estudio, el alfa de Cronbach de la Lista de
Síntomas ha sido de 0,78.
Participantes
La muestra utilizada ha estado formada por Cognitive Intrusions Questionnaire (CIQ;
1627 estudiantes de Educación Primaria y Freeston, Ladouceur, Thibodeau y Gag-
Secundaria de institutos y colegios de Má- non, 1992; adaptación española de Rome-
laga y provincia, de 10 a 17 años, siendo la ro, Godoy, Gavino y Anarte, 2005). Este
edad media de 13 años (D.T = 1,87). De instrumento permite evaluar la forma que
ellos, el 51% eran chicas. Todos participa- adquieren las obsesiones (pensamientos,
ron voluntariamente, previa autorización imágenes, etc.) y las estrategias cognitivas
de sus tutores legales y del director de su empleadas para controlarlas. Se respon-
centro. La muestra, elegida de forma es- de en una escala tipo Likert que va de 0
tratificada y por cohortes (aulas escolares), (nada) a 3 (muchísimo). La consistencia
es representativa de los estudiantes de esta interna y validez del instrumento es ade-
edad de la provincia de Málaga en sexo, cuada (Freeston y Ladouceur, 1997; Ro-
edad y lugar de residencia. mero, et al., 2005). En la presente muestra
el alfa de Cronbach ha sido de 0,79 (For-
Instrumentos ma de la obsesión) y 0,94 (Estrategias de
Children’s Yale–Brown Obsessive-Com- control).
pulsive Scale (CY-BOCS ; Scahill, et al.,
1997; adaptación española de Godoy, et Procedimiento
al., 2011). El CY-BOCS es un instrumen- El pase de la CY-BOCS y del CIQ lo rea-
to fiable y válido para evaluar obsesiones lizaron psicólogas especialistas y tuvo lu-
y compulsiones. Consta de una Lista de gar en el aula de los alumnos/as, tras haber
Síntomas y de una Escala de Severidad. pedido el consentimiento informado de los
En el presente estudio únicamente se em- directores de centro y de los tutores legales.
plea la Lista de Síntomas, tal como han he- Todos participaron voluntariamente, con-
cho otros estudios con el mismo objetivo signando su sexo y edad y sin que ninguno
(v.g., Hanna, 1995; Ivarsson y Valderhaug, se negara a hacerlo.
2006). Sin embargo, a diferencia de la ma-
yoría de los estudios previos, la Lista de Análisis de datos
Síntomas se ha respondido en una escala Las pruebas que quedaron con algún ítem
tipo Likert puntuada de cero (el síntoma no sin rellenar no se han procesado, sin que

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ello haya afectado a la representatividad de Resultados


la muestra.
Como puede observarse en la tabla 1, las
La presente investigación intenta dar res- obsesiones con una frecuencia media más
puesta a las siguientes preguntas. (1) Qué
alta son las relacionadas con causar daño,
obsesiones y compulsiones se dan con
con orden, y con las de tipo somático; y las
más frecuencia en niños y adolescentes.
Para ello, dado que no todos los tipos de menos frecuentes, las relacionadas con la
obsesiones y compulsiones se evalúan con sexualidad. Si se atiende al porcentaje de
el mismo número de ítems, la suma de las sujetos extremos (véase la última columna
puntuaciones dadas por el niño en cada de la tabla 1), de nuevo las obsesiones re-
tipo de obsesión o compulsión se dividió lacionadas con causar daño y de orden son
por el número de ítems. Sobre la puntua- las que se dan de forma excesiva o pro-
ción resultante se calculó la frecuencia blemática en más niños. Sin embargo, las
media de cada tipo de obsesión y com- de tipo somático, aunque también experi-
pulsión, comparándose entre sí mediante
mentadas de forma ocasional por muchos
la prueba no paramétrica de Friedman.
Adicionalmente, se halló el porcentaje de niños, aparecen de forma extrema en po-
niños que habían contestado con la pun- cos. Cabe destacar, además, que las obse-
tuación máxima posible. Debe tenerse en siones relacionadas con la contaminación,
cuenta que ambos índices, la frecuencia ni resultan frecuentes ni se dan de forma
media y el porcentaje de sujetos extremos, extrema. Por su parte, las compulsiones
dan información diferente. En tanto la fre- que presentan una frecuencia media más
cuencia media indica qué es lo más usual alta son las relacionadas con el orden, la
en la muestra estudiada, el porcentaje in- comprobación y la limpieza; y la menos
dica cuántos sujetos están experimentando
frecuente, la de tipo mágico. Si se atien-
ese tipo de obsesión o compulsión de for-
de al porcentaje de individuos extremos,
ma extrema. (2) Qué tipo de obsesiones y
compulsiones tienden a asociarse más es- sin embargo, las compulsiones de orden
trechamente entre sí. Esto se ha realizado y acumulación parecen ser problemáticas
correlacionando (Pearson) la puntuación para más niños que las de contaminación
de cada tipo de obsesión con cada tipo o comprobación, que aparecen de forma
de compulsión. (3) Cuál es la forma más extrema en muy pocos. Aunque todas las
frecuente con que se presentan las obse- medias son bastante bajas con respecto al
siones. En este caso se ha procedido igual valor máximo de 3 que podían alcanzar, la
que para calcular la frecuencia media de
diferencia entre las obsesiones (Friedman:
cada tipo de obsesiones y compulsiones,
χ2[1627; 8] = 5777,33; p < 0,01) y entre
así como el porcentaje de sujetos extre-
mos. (4) Por último, lo mismo se ha hecho las compulsiones (Friedman: χ2[1627; 8]
para averiguar qué estrategias de control = 5858,23; p < 0,01) es estadísticamente
de las obsesiones se utilizan. significativa.

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Tabla 1. Frecuencia media, desviación típica y porcentaje de obsesiones, compulsiones, forma de las obsesiones
y estrategias de control.

Obsesiones evaluadas por la CY-BOCS Media D.T. %


Contaminación/limpieza 0,73 0,61 0,1
Daño .98 0,72 10,5
Sexuales .30 0,54 0,5
Acumulación .85 0,80 3,2
Mágicas .60 0,72 1,2
Somáticas .91 0,84 3,9
Religiosas .68 0,80 3,1
Orden/simetría .91 1,02 10,9
Miscelánea de obsesiones .60 0,60 0,2
Compulsiones evaluadas por la CY-BOCS
Lavado/limpieza .98 0,79 2,1
Comprobación 1.01 0,79 2,2
Repetición .74 0,79 2,7
Contar .74 0,95 7,6
Orden/Simetría 1.20 1,02 15,1
Acumular/guardar .81 1,01 10,0
Mágicas/supersticiones .39 0,64 1,2
Rituales que implican a otras personas .51 0,82 4,6
Miscelánea de compulsiones .55 0,52 0,1
Forma de las obsesiones (CIQ)
Idea .80 0,95 8,1
Imagen .98 1,05 12,1
Impulso .78 1,01 9,1
Duda .90 1,01 9,8
Sensación .90 1,04 11,7
Estrategias de control de las obsesiones (CIQ)
No hacer nada .84 1,10 14,9
Me tranquilizo a mí mismo .78 1,00 9,6
Buscar que alguien me tranquilice .49 0,87 5,7
Buscar un pensamiento o acción para neutralizar el pensamiento .71 0,96 7,5
Me concentro en el pensamiento .63 0,94 7,3
Intentar reemplazar el pensamiento por otro .99 1,01 14,4
Distraerme con cosas de mi alrededor .94 1,05 11,4
Centrarme en una actividad atractiva .71 0,96 7,6
Decir stop .69 1,00 9,2
Otras cosas 0,49 0,87 5,9
Notas: En negrita, las frecuencias medias más elevadas. La media (y la desviación típica) hace referencia a la
frecuencia media con que la obsesión, la compulsión, la forma o la estrategia se dan entre los participantes. La
última columna (%) expresa el porcentaje de sujetos que habitualmente padecen la obsesión o compulsión, en los
que la obsesión adquiere una u otra forma, o que tienden a utilizar una determinada estrategia de control en casi
todas las ocasiones.

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En la tabla 2 aparecen las correlaciones en- y repetición. En tercer lugar, que las com-
tre las obsesiones y las compulsiones. El pulsiones de comprobación se relacionan
primer resultado que destaca es que todas con casi cualquier tipo de obsesiones. Por
las obsesiones se relacionan de forma sig- el contrario, las compulsiones consisten-
nificativa, aunque baja o moderadamente, tes en contar se asocian poco con todo tipo
con todas las compulsiones. En segundo de obsesiones. Por su parte, ordenar, acu-
lugar, que las obsesiones sobre contamina-
mular y las compulsiones de tipo mágico
ción no sólo se relacionan con las compul-
únicamente se asocian de forma importante
siones de lavado, sino también con las de
con las obsesiones de la misma naturaleza.
comprobación y repetición. De la misma
forma, las obsesiones de daño no solo se Por último, las compulsiones de la catego-
relacionan con las compulsiones de com- ría “miscelánea” tienden a asociarse a casi
probación, sino también con las de lavado cualquier tipo de obsesiones.

Tabla 2. Correlaciones obsesiones-compulsiones

Contami- Acumu- Mági- Somáti- Miscelá-


Daño Sexual Religiosas Orden
nación lación co cas nea
Lavado .48 .45 .25 .34 .33 .31 .35 .37 .41
Comprobación .50 .56 .30 .43 .40 .34 .44 .41 .51
Repetición .42 .41 .25 .41 .39 .32 .38 .35 .51
Contar .26 .32 .19 .30 .32 .24 .28 .25 .37
Orden .35 .38 .16 .33 .23 .25 .30 .50 .30
Acumulación .27 .30 .21 .38 .31 .22 .30 .27 .34
Mágico .30 .32 .34 .34 .49 .29 .34 .23 .48
Otras personas .29 .28 .25 .31 .27 .27 .31 .24 .41
Miscelánea .44 .49 .38 .46 .48 .40 .45 .34 .64
Nota: En negrilla, los índices de correlación más elevados. Debido a la amplitud de la muestra, todas las correlacio-
nes son estadísticamente significativas con p = 0,01.

Como puede observarse en la tabla 1, tanto las estrategias de control. Como puede ver-
si se atiende a la frecuencia media con que se, lo más usual es intentar reemplazar el
se dan como si se atiende al porcentaje de pensamiento indeseado por otro, así como
niños que las experimentan de forma extre- intentar distraerse (Friedman: χ2[1627;8] =
ma, las obsesiones tienden a ser fundamen- 475,73; p < 0,01).
talmente imágenes, sensaciones y dudas, y,
A pesar de que no hacer nada cuando apa-
en menor medida, impulsos, pensamientos
rece el pensamiento es una estrategia que
o ideas (Friedman: χ2[1627;4] = 59,22; p < ocasionalmente utilizan bastantes niños,
0,01). pocos la emplean asiduamente. Buscar
Al final de la tabla 1 aparecen las frecuen- tranquilizarse hablando con otras personas
cias medias de utilización de cada una de no parece que sea una estrategia utilizada

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por muchos, y sólo una exigua minoría niños (entre un 10-15%). Ni las obsesiones
tiende a hacerlo habitualmente. ni las compulsiones extremas relacionadas
con la limpieza y el lavado tienden a darse
Discusión y conclusiones en un porcentaje apreciable de niños. Esto
Una de las finalidades del presente estu- es, ocurren en bastantes niños, pero sólo de
dio era investigar qué tipo de obsesiones y forma ocasional. Por otra parte, la mayoría
compulsiones se da, aunque sea de forma de los niños y adolescentes no suelen pre-
ocasional, en la población infantojuvenil sentar ni obsesiones sexuales ni compulsio-
general, así como cuáles tienden a dar- nes de tipo mágico o supersticioso y, entre
se habitualmente en un mayor porcentaje aquellos en que se presentan, generalmente
de niños. Como ha podido comprobarse, lo hacen de forma esporádica.
ni las obsesiones ni las compulsiones son El presente estudio también pretendía ave-
especialmente frecuentes en la población riguar cómo tienden a asociarse los distin-
general de niños y adolescentes. Las obse- tos tipos de obsesiones con los diferentes
siones más usuales son las relacionadas con tipos de compulsiones. En general, los re-
causar daño (a sí o a otros), con el orden/ sultados han sido los esperados y son co-
simetría, y con aspectos corporales, lo que herentes, al menos parcialmente, con lo en-
coincide en gran parte con lo encontrado contrado en estudios previos (v.g., Ivarsson
por Hanna (1995) en jóvenes aquejados de y Valderhaug, 2006; McKay et al., 2006;
TOC. Sin embargo, únicamente las de daño Stewart et al., 2007; Storch et al., 2007).
y orden/simetría parecen darse con una alta Así, las obsesiones de contaminación y
frecuencia en un porcentaje apreciable de daño correlacionan de forma apreciable
niños. Las somáticas, aunque son expe- con las compulsiones de lavado, compro-
rimentadas ocasionalmente por bastantes bación y repetición. De forma semejante,
niños, sólo parecen ocurrir con una alta las obsesiones de orden y de tipo mágico
frecuencia en muy pocos. Por su parte, las correlacionan, respectivamente, con las
compulsiones que con más frecuencia apa- compulsiones de orden y de tipo mágico.
recen entre este tipo de población son las Cabe destacar, no obstante, que las com-
de orden, las de comprobación y las de la- pulsiones de comprobación correlacionan
vado. No obstante, lavado y comprobación con casi cualquier tipo de obsesiones, al
sólo parecen darse de forma ocasional, en igual que las compulsiones de la categoría
tanto que las que aparecen habitualmente miscelánea, aunque en este último caso,
entre un porcentaje apreciable de niños son por la heterogeneidad de dicha categoría,
las de orden y las de acumulación. En re- las correlaciones son poco interpretables.
sumen, aunque las obsesiones somáticas y Por último, los rituales cognitivos, tales
las compulsiones de lavado/limpieza y de como contar, no parecen relacionarse es-
comprobación tienden a presentarse oca- trechamente con ningún tipo de obsesiones.
sionalmente en muchos niños, únicamen- Una tercera finalidad del presente estudio
te las obsesiones de daño y orden, y las era averiguar qué forma adquieren las ob-
compulsiones de orden/simetría y de acu- sesiones en los niños y adolescentes. Los
mulación tienden a presentarse de forma resultados muestran que las obsesiones in-
extrema en un porcentaje significativo de fantojuveniles adquieren fundamentalmen-

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te la forma de imágenes, sensaciones y du- sobre población infantojuvenil, no se ha


das, y en menor medida de pensamientos, pretendido averiguar qué tipos de obse-
ideas o impulsos. La carencia de estudios siones y compulsiones son más frecuentes
previos en población infantil nos impide en los niños y adolescentes que, tras haber
comparar nuestros resultados con otros. Sí acudido a consulta, han sido diagnostica-
cabe reseñar que lo que ocurre a este res- dos de TOC. El presente ha sido un estudio
pecto en la población infantojuvenil no pa- más epidemiológico, destinado a averiguar
rece diferenciarse de lo que ocurre en los qué ocurre en la población general. Como
adultos (Wells y Morrison, 1994). es bien sabido, los individuos con TOC que
acuden a la consulta psicológica o psiquiá-
Por último, el presente trabajo también
trica poseen características que los diferen-
pretendía investigar qué tipo de estrategias
cian de aquellos que no acuden, aun cuan-
de control tienden a utilizar con más fre-
do padezcan los mismos problemas y con
cuencia los niños y adolescentes de nuestro
la misma intensidad (para una revisión de
medio. En este sentido, las dos estrategias
este asunto, véase Gibbs, 1996). De hecho,
más comunes parecen ser las de intentar
parece ser que el TOC es un trastorno fuer-
reemplazar el pensamiento por otro y la
temente subdiagnosticado (Heyman, et al.,
de distraerse con las cosas de alrededor. A 2003) y que en torno a la mitad de los niños
este respecto, conviene señalar que la es- y adolescentes a los que se puede aplicar
trategia de distraerse prestando atención a el diagnóstico de TOC nunca ha acudido a
las cosas de alrededor o pensando en otra consulta (Chowdbury, et al., 2004).
cosa, por los resultados de estudios previos
con adultos, es una estrategia adaptativa y En segundo lugar, aunque la muestra utili-
de las más frecuentemente utilizadas (v.g., zada ha sido muy amplia y, además, repre-
Coles y Heimberg, 2005). Por otra parte, el sentativa de los niños y adolescentes de en-
no hacer nada cuando aparece la obsesión, tre 10 y 17 años de Málaga y provincia, los
aunque no utilizado con frecuencia por la resultados aquí encontrados no pretender
ser representativos de lo que pueda ocurrir
mayoría de los niños, sí es una estrategia
con los niños de otras provincias, y menos
a la que habitualmente recurre una mino-
aún de otras regiones. Si los resultados de
ría (en torno al 15%). Tampoco en el caso
los que aquí se informa son o no genera-
de las estrategias de control poseemos da-
lizables a otros lugares sólo se puede ave-
tos de estudios previos. Sin embargo, los
riguar realizando estudios adicionales. En
resultados presentes difieren de lo encon-
tercer lugar, al interpretar los datos de este
trado por Legerstee, Garnefski, Verhulst y
estudio hay que tener presente que todos
Utens (2011) en niños y adolescentes con
ellos proceden de autoinformes realizados
trastornos de ansiedad, cuya estrategia más
por niños y adolescentes. En este sentido
frecuente es la de centrarse en los pensa-
debe notarse que, aunque las compulsio-
mientos o acontecimientos problemáticos nes, en principio, pueden ser públicamente
experimentados (rumiaciones). observables, las obsesiones no. Por ello, la
Los resultados del presente estudio de- única forma actualmente disponible para
ben interpretarse a la luz de las siguientes recabar información sobre las obsesiones
consideraciones y limitaciones. Primero, a es preguntarle directamente al propio niño,
diferencia de estudios previos realizados o bien, de forma más indirecta, preguntar-

86 nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 79-89


Aurora Gavino, Antonio Godoy y Raquel Nogueira dossier

le a alguien cercano, a quien el niño haya Con estas consideraciones en mente, cree-
podido confesarle que las padece. Con res- mos que los resultados del presente estudio
pecto a las compulsiones hay que tener en contribuyen a aumentar nuestros conoci-
cuenta lo siguiente. Por una parte, que con mientos acerca de la sintomatología obse-
frecuencia quien las padece tiende a ocul- sivo-compulsiva en la población general
tarlas, especialmente ante quienes no per- infantil y juvenil. Futuros estudios deberán
tenecen a su núcleo familiar más cercano, establecer qué importancia para la vida y
lo que hace el empleo de observadores ex- el futuro de niños y adolescentes tiene el
ternos altamente problemático, ya que pre- que se padezcan en mayor o menor medida
sumiblemente provoca una alta reactividad. unos u otros síntomas; que las obsesiones,
Por otra parte, no todas las compulsiones frecuentes u ocasionales, adquieran una u
tienden a darse en todo tipo de ambientes otra forma; o que se recurra con más o me-
y situaciones, por lo que los observadores nos frecuencia a ciertas formas de contro-
participantes (v.g., padres, profesores) úni- larlas. De lo que no cabe duda es de que
camente podrían informar de lo que ocurre el conocimiento del TOC infantojuvenil
en el tipo de situaciones en que ellos están resulta absolutamente necesario, no sólo
presentes. Por ejemplo, no es probable que para saber qué características adquiere en
un profesor pueda observar los rituales dia- niños y adolescentes, sino también para
rios del niño al ducharse o vestirse; o que comprender en general esta patología, ya
los padres puedan informar con precisión que en torno al 50% de los adultos con di-
de los rituales del niño al utilizar los lava- cho tipo de trastorno, comenzaron a tenerlo
bos del colegio durante su horario escolar antes de los 15 años (v.g., Rapoport, 1986).
(excepto por lo que el propio niño pueda
comentarles). Únicamente el niño puede
saber qué rituales, y no digamos ya qué ob-
Referencias
sesiones, se producen en las distintas situa-
ciones en las que transcurre su vida diaria. Apter, A., Fallon, T. J., King, R. A., Zohar, A. H., Binder,
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rácter oculto que suele adquirir el TOC, ha Inflated Responsibility Beliefs Scale. Behavior Therapy,
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influido en que durante mucho tiempo se
Chowdhury, U., Frampton, I., y Heyman, I. (2004). Clinical
considerara que la frecuencia del TOC era characteristics of young people referred to an obsessive
muy escasa en edades anteriores al final de comulsive disorder clinic in the United Kingdom. Clinical
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Fecha de recepción: 06/10/2011


Fecha de aceptación: 16/12/2011

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dossierdossier
Catorce años de Intervención en
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CATORCE AÑOS DE INTERVENCIÓN EN ADOLESCENTES CON FOBIA SOCIAL (1997-2011)

Adolescentes con Fobia Social (1997-2011)


José Olivares
Universidad de Murcia

resumen/abstract:
La Fobia social/Trastorno de ansiedad social se delimita como un miedo intenso y duradero caracterizado por
las respuestas de escape/evitación de/ante situaciones sociales, la elevada interferencia en el desarrollo de
la actividad cotidiana y el malestar clínicamente significativo. Se trata de un problema de salud pública que
por su prevalencia se sitúa tras la depresión mayor y la dependencia del consumo de alcohol.
El objetivo del presente trabajo es presentar y discutir los resultados de 14 años de investigación y
aplicación del Programa IAFS, en la población infanto-juvenil con fobia social generalizada, en el contexto de
un Plan de Detección e Intervención Temprana.

Social phobia or social anxiety disorder is defined as an intense and lasting fear of one or more social
situations in which the person is exposed to being observed by others and experiences fear of doing
something or behaving in a humiliating or embarrassing way. It is distinguished from other disorders by the
fear and avoidance of interpersonal situations and a high level of interference in subjects’ daily lives. It is a
serious public health problem and its prevalence is situated only after major depression and dependency on
alcohol consumption.
The object of this paper is to present and discuss the results of 14 years of research and implementation of
the IAFS Program, in the child and adolescent population within the context of a community plan (in schools)
for the early detection and intervention of children and adolescents with generalized social phobia.

palabras clave/keywords:
Fobia social generalizada; Trastorno de ansiedad social; Niños y adolescentes; Detección e intervención
temprana; Centros educativos; Programa IAFS, evaluación y tratamiento.

Generalized social phobia; Social anxiety disorder; Children and adolescents; Early detection and
intervention; Schools; IAFS Program; Assessment and treatment.

Introducción la evaluación resulte negativa y en conse-


La Fobia Social (FS en adelante) se define cuencia humillante o embarazosa.
como un miedo intenso y duradero a una o En el ámbito epidemiológico, la FS es el
más situaciones sociales en las que la per- tercer trastorno psicológico con mayor pre-
sona se expone al escrutinio de otros, ex- valencia, tras la depresión mayor y la de-
perimentando un miedo desproporcionado pendencia del consumo de alcohol (APA,
a mostrarse/relacionarse de tal manera que 2000); puede decirse que el 4,5% de las

A todos los que han hecho posible el desarrollo de esta línea de investigación: participantes, investigadores,
colaboradores, equipos directivos de centros educativos y asociaciones de padres.

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José Olivares dossier

personas adultas sufren fobia social y que La distribución por sexos sitúa la propor-
el 9,5% la padecen o la han padecido en al- ción en 2:1-3:2, a favor del sexo femenino
guna época de su vida (Bados, 2001; p. 9). (APA, 2000; Bados, 2009; Bragado, Ca-
La investigación sobre la evaluación y el rrasco, Sánchez, y Bersabé, 1996)
tratamiento de la FS en población adulta se Las consecuencias negativas de la FS
incrementó de forma sobresaliente desde pueden llegar a interferir de manera muy
su consideración como entidad diagnósti- significativa en la vida de los niños y los
ca (APA, 1980). Comparativamente, en el adolescentes al menos en tres contextos:
campo de la infancia y la adolescencia son el psicopatológico, el académico y el de
todavía pocos los estudios realizados (véa- la psicología de la salud (véase Olivares,
se Olivares, 2009), pese a que, como recor- Rosa y García-López, 2004). Así, en pri-
daban Ollendick y King (2008), el estudio mer lugar, en el ámbito académico rehuyen
de ansiedad en este tramo de la vida sea una la participación en clase, la presentación
de las áreas en las que la psicología aplica- en público de trabajos y preguntar dudas al
da ha mostrado avances más significativos. profesor, tanto en público como en privado.
Esta diferencia contrasta con los datos con La evitación/escape de estas tareas produce
los que contamos desde hace ya tiempo so- generalmente calificaciones muy por deba-
bre su inicio y prevalencia. Así, ya en 1994 jo de sus posibilidades reales, cuando no
los datos derivados del National Institute termina llevando al abandono completo de
of Mental Epidemiologic Catchment Area los estudios (Amerigen, Mancini y Farvor-
Program situaban la edad media de inicio
den, 2003). En segundo lugar, en el contex-
entre los 14 y los 16 años en los Estados
to psicopatológico, los datos confirman una
Unidos de América del Norte (Kessler et
elevada comorbilidad con otros trastornos
al., 1994), y estudios posteriores realizados
de ansiedad y del estado ánimo (Beidel y
tanto en los EEUU (véase Beidel y Turner,
Turner, 2005; Kessler, Chiu, Demler y Wal-
2005 o Kessler et al., 2005) como en Euro-
ters, 2005). Por su relevancia hay que des-
pa (véase por ejemplo Olivares, Piqueras y
tacar que los estados del ánimo depresivos
Rosa, 2006) ponen de manifiesto una edad
de inicio mucho más temprana. pueden llegar a poner en peligro la vida o
incluso terminar con ella (véase Beidel,
Respecto de su prevalencia puntual en ni- Turner y Morris, 1999 o Stein et al., 2001),
ños y adolescentes, la tasa en muestra co- siendo esto tanto más probable cuanto más
munitaria informada por Olivares (2005) temprano se inicia el trastorno (Giaconia et
para adolescentes se sitúa en el 8,2% (ran- al., 1994; Lecrubier, 1998).
go: 14-17 años), en La Región de Murcia
y el sur de la Provincia de Alicante. Este Por último, en el ámbito de la salud se
dato difiere del 4% hallado en población constata mayor riesgo de presentar conduc-
adolescente alemana (Wittchen, Stein y tas adictivas (véase Clark et al., 1995; Mo-
Kessler, 1999), pero es similar al recogido rris, Steward y Ham, 2005 o Zimmerman
por Beidel y Turner (2005), que sitúa la FS et al., 2003) y trastornos alimentarios (así
entre los trastornos de mayor prevalencia Fernández et al., 2003, Irurtía, Arias, Oli-
en este tramo evolutivo (Albano y Detwei- vares-Olivares, Olivares y Fuentes, 2006 o
ler, 2001). Swinbourne y Touyz, 2007).

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dossier CATORCE AÑOS DE INTERVENCIÓN EN ADOLESCENTES CON FOBIA SOCIAL (1997-2011)

El programa intervención en necesidades y prestación de servicios. Esta


adolescentes con fobia social última fue la que nos llevó a sopesar en qué
medida podríamos concretar una actuación
Inicio específica en el terreno de la FS durante la
En 1997 no se contaba con tanta informa- adolescencia. Los fundamentos se halla-
ción como hoy respecto de la FS, pero ob- ban en los estudios epidemiológicos cuyos
servando el deterioro personal, laboral y primeros resultados ya ponían de manifies-
social de los adultos que cumplían los crite- to no sólo datos respecto a su prevalencia
rios para el diagnóstico de este trastorno no e interferencia que resultaban altamente
resultaba difícil entender los beneficios que preocupantes, sino también un incremento
podría tener un programa para su detección brusco en su frecuencia de ocurrencia en-
e intervención temprana en el ámbito co- tre los 14 y los 16 años, así como una gran
munitario. Además, desde nuestro punto demora en la petición de ayuda psicológica
de vista esta estrategia se presentaba y se que, por otra parte, era muy reducida en re-
presenta como la opción potencialmente lación con la prevalencia informada por los
más eficiente (véase Nardi, 2005). Esta po- mismos estudios.
sición se fundamentaba en la oportunidad Nuestra respuesta a tal estado de cosas fue
que supone intervenir cuando aún no se ha
indagar en qué medida y cómo podíamos
consolidado ni generalizado en exceso el
intentar hacer algo ante tal situación.
trastorno, hecho que podía brindarnos mu-
chas posibilidades para reducir/eliminar su La búsqueda nos puso en contacto con los
impacto en la infancia y la adolescencia. dos únicos equipos que estaban trabajando
Por otro lado, a ello le añadíamos que es- y publicando sobre la evaluación y el tra-
tas intervenciones en el marco comunitario tamiento de niños y adolescentes con FS
se pueden desarrollar en los centros educa- en aquellos momentos. Uno capitaneado
tivos, en horario lectivo, como una parte por los entonces profesores de la Medical
más del quehacer de la institución, con las University of South Carolina, Samuel Tu-
ventajas que ello conlleva (véase Saldaña, ner y Deborah Beidel, autores de la Social
2002). Effectiviness Therapy for Children (SET-C;
La detección e intervención tempranas que Beidel, Turner y Morris, 1998), que había
defendemos se insertan dentro del contexto sido aplicado a niños entre los 9 y los 12
ideológico que sirve de soporte a la Psico- años. El otro comandado por la profesora
logía conductual comunitaria. Esta for- Anne Marie Albano, miembro del equi-
ma de entender la Psicología científica se po de Richard Heimberg, del Child Study
asienta en el reconocimiento de la necesi- Center del Medical Center de la Univer-
dad de (i) concretar en actuaciones especí- sidad de Nueva York, que había adaptado
ficas el incremento de la sensibilidad de la el programa de Heimberg para adultos co-
psicología ante las necesidades reales de la nocido como Cognitive-Behacioral Group
comunidad y (ii) cambiar el estilo de pres- Therapy (CBGT) transformándolo en la
tación de servicios, por parte de tales ins- Cognitive- Behavioral Group Therapy for
tituciones, pasando de una actitud pasivo- Adolescent with Social Phobia (CBGT-A;
receptiva a otra de búsqueda, detección de Albano, Marten y Holt, 1991).

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José Olivares dossier

Desarrollo llásemos un instrumento propio: la Escala


Gracias a la generosidad intelectual de para la Detección de la Ansiedad Social
nuestros colegas norteamericanos, y al te- (EDAS; Olivares y García-López, 1998a
són del doctor D. Luis Joaquín García Ló- -véase Olivares, Piqueras y Sánchez-Gar-
pez, entonces doctorando y hoy profesor de cía, 2004; Piqueras, Olivares, Hidalgo, Ve-
la Universidad de Jaén, pudimos disponer ra-Villarroel y Marzo, en prensa; Piqueras,
de los originales y proceder a la traducción, Olivares, Vera-Villarroel, Marzo y Kune,
adaptación y validación de sus protocolos en prensa; Vera-Villarroel et al., 2007).
de tratamiento. Ello nos permitió confec- El DSM-IV-TR (APA, 2000) contempla
cionar dos nuevos programas: la Social dos subtipos dentro de la categoría diag-
effectiviness Therapy for Adolesdents, ver- nóstica “Fobia Social”: específico y gene-
sión española (SET-Asv; Olivares, García- ralizado. Nosotros optamos por trabajar
López, Turner y Beidel, 1998) y el que ve- con el generalizado (Fobia Social Genera-
nimos denominando como diseño inicial de lizada; FSG, en adelante) porque, desde el
la Intervención en Adolescentes con Fobia primer momento, quisimos poner a prue-
Social (IAFS; Olivares y García-López, ba la intervención que diseñásemos en las
1998b). condiciones más exigentes.
El rango de edad sobre el que comenzamos La elección del tratamiento se realizó tras
a intervenir nos fue dado por los estudios
valorar la eficacia y eficiencia de las dos
epidemiológicos. Si entre los 14 y los 17
modalidades de intervención citadas que,
años se presentaban los datos de mayor
junto con la CBGT-A, fueron puestas a
prevalencia, entonces ésta debía de ser la
prueba por primera vez en la investigación
franja de edad en la que sería más proba-
que se diseñó para realizar la tesis doctoral
ble hallar adolescentes con este trastorno,
de D. Luis Joaquín García López (García-
cuando todavía estaba poco generalizado y
consolidado, es decir, para desarrollar una López, 2000), de la que resultó más eficien-
estrategia de detección e intervención tem- te la versión inicial del IAFS (Olivares, y
prana. Los criterios de exclusión serían los García-López, 1998b), cuyos resultados
propios de quienes no pueden beneficiarse fueron publicados por García-López et al.
de un tratamiento en grupo y/o pueden in- (2002) y Olivares et al. (2002).
terferir de modo significativo su desarrollo. El tamaño del grupo también resultaba una
Respecto de las estrategias e instrumentos cuestión de primer orden por la naturaleza
de evaluación optamos por la traducción, del trastorno –escapar/evitar la actuación/
adaptación y validación de los que eran/son relación social– y los peligros que conlle-
usados con más frecuencia por la comuni- va en estos casos el tratamiento en grupo
dad científica para este trastorno, porque (véase Olivares, Rosa, García-López, Ber-
ello nos permitía/permite comparar y dis- mejo y Palomares, 2005). A ella respondi-
cutir nuestros resultados con los obtenidos mos con el diseño de la investigación para
por otros equipos de investigación que es- la tesis doctoral de doña Juana Ruiz Marín
tudiaban/estudian la eficacia de sus trata- (Ruiz, 2003), concluyendo de la misma que
mientos en este rango de edad. Ahora bien, el tamaño más eficiente era el que incluía
ello no fue óbice para que también desarro- entre 8 y 10 participantes.

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dossier CATORCE AÑOS DE INTERVENCIÓN EN ADOLESCENTES CON FOBIA SOCIAL (1997-2011)

A partir de la investigación realizada para to en habilidades y destrezas para hablar


esta segunda tesis doctoral procedimos a en público. En general los participantes
dar forma escrita a los bosquejos iniciales no presentan problemas de habilidades so-
de la IAFS, resultando el manual del Pro- ciales, pero su entrenamiento es la excusa
grama que habría de preservar la integridad para que los terapeutas puedan administrar
de su aplicación (véase Olivares, 2005). la exposición durante los procesos de ac-
El Programa IAFS incluye dos grandes tuación y relación que se programan, en el
apartados. En el primero, el relativo a su marco ideal que supone el contexto grupal.
descripción, se aborda su delimitación con- (iii) Exposición. Es el elemento central. En
ceptual, a la que sigue un breve repaso de torno a ella giran casi todas las actividades
su evolución y fundamentos. A continua- que se planifican para el entrenamiento du-
ción nos centramos en la descripción de rante las sesiones de tratamiento. Así, por
aspectos relacionados estrictamente con ejemplo, para la exposición a situaciones
el Programa (objetivos, contenidos y acti- como iniciar y mantener conversaciones
vidades), para tratar en los dos apartados con personas del mismo o distinto sexo
siguientes sus componentes principales y se emplean chicos y chicas de la misma o
algunos de los aspectos básicos relaciona- mayor edad que los participantes, quienes
son desconocidos para éstos y han sido pre-
dos con su aplicación. En el segundo, se
viamente entrenados para tal fin, actuando
describe pormenorizadamente el desarrollo
como cómplices de los terapeutas; todo
del Protocolo, en cada una de 12 sesiones
ello de acuerdo con un plan previamente
de 90 minutos de duración, detallando tan-
diseñado y estructurado. (iv) Técnicas de
to el quehacer de los terapeutas como las
reestructuración cognitiva. Se utiliza la
actividades a realizar por éstos y los parti-
Terapia Cognitiva de Beck, siguiendo las
cipantes, el uso de los materiales de traba-
etapas educativa, de entrenamiento y de
jo, tiempos de referencia para realizar cada
aplicación, y el formato A-B-C de Ellis
una de las actividades, etc. La periodicidad
para discutir pensamientos automáticos e
de las sesiones es semanal. Los componen-
irracionales en el marco de la Terapia Ra-
tes principales del programa son cuatro: (i)
cional Emotiva.
Componente Educativo o de transmisión de
información (psicoeducativo). Se informa El IAFS incluye tareas para casa, acordes
acerca de los contenidos del tratamiento, se con el entrenamiento recibido, que conlle-
presenta un modelo explicativo de la FS, se van exposiciones en vivo a situaciones re-
planifican y jerarquizan las conductas que lativas a los contenidos entrenados. Estas
se fijan individualmente como objetivo y se tareas tienen como finalidad consolidar y
evalúan las expectativas que tiene cada par- generalizar los contenidos, habilidades y
ticipante, tanto en relación con cada una de destrezas ensayados en el contexto clínico
las conductas-meta como respecto del tra- y con el formato grupal.
tamiento. (ii) Entrenamiento en Habilida- Los participantes disponen de horario de
des Sociales. Integra contenidos tales como consulta presencial y telefónica, opcional
iniciar y mantener conversaciones, asertivi- e individual, para planificar con el terapeu-
dad, dar y recibir cumplidos, establecer y ta tareas de autoexposición relativas a las
mantener amistades así como entrenamien- conductas-meta acordadas, así como para

94 nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 90-109


José Olivares dossier

clarificar o ahondar tanto en los contenidos rimentar ansiedad y deseos de emitir res-
explicados en las sesiones de grupo como puestas de evitación/escape, así como ins-
en cualquier otra cuestión. El horario de tu- trucciones específicas para la prevención
toría es opcional y de dos horas semanales, de recaídas. También se analizan las situa-
distribuidas según un horario flexible que ciones sociales que aún producen respues-
se articula en función del número de parti- tas de ansiedad y se discute la importancia
cipantes que la solicitan. de continuar exponiéndose a ellas, recor-
En su última sesión el Programa incluye el dándose el modo de realizarse la exposi-
entrenamiento en estrategias para la detec- ción para que resulte efectiva. En la Tabla 1
ción y análisis de situaciones de alto riesgo, se recogen los contenidos de las unidades o
en las que los participantes pueden expe- sesiones de entrenamiento.

Tabla 1. Contenidos sesión a sesión de la Intervención en Adolescentes con Fobia Social (IAFS)

SESIÓN CONTENIDOS OBJETO DE ENTRENAMIENTO


1 Modelo explicativo del constructo FS. Presentación del programa y sus normas.
2 Reestructuración cognitiva (Terapia cognitiva de Beck y Terapia Racional Emotiva de Ellis)
3 Iniciar y mantener conversaciones.
4 Atender y recordar. Iniciar y mantener conversaciones (continuación)
5 Entrenamiento en Asertividad (I)
6 Entrenamiento en Asertividad (II). Exposición a iniciar y mantener conversaciones.
7 Recibir y dar(se) cumplidos. Establecer y mantener amistades.
8 Exposición a relacionarse con personas del sexo opuesto. Entrenamiento en asertividad (III).
9 Hablar en público I: Habilidades verbales y no verbales. Exposición. Uso del videofeedback
Hablar en público II. Exposición a preparar el inicio, desarrollo y conclusión de una charla apoyán-
10
dose en notas. Uso del videofeedback

Hablar en público III. Exposición a iniciar, desarrollar, concluir una charla apoyándose en notas.
11
Uso del videofeedback

Hablar en público IV. Exposición a iniciar, desarrollar y concluir una charla improvisada. Detección
12 de situaciones potencialmente peligrosas y prevención de recaídas

El proceso de aplicación del Programa centro(s) educativo(s) con edades compren-


IAFS se desarrolla en tres fases: detección, didas entre los 14 y los 17 años: The Social
diagnóstico y tratamiento. Veámoslas bre- Anxiety Scale for Adolescents (SAS-A; La
vemente. Greca y López, 1998; Olivares et al., 2005)
Primera fase: Detección de participan- y The Social Phobia and Anxiety Inventory
tes. Administramos dos pruebas de cribado (SPAI; Turner, Beidel, Dancu y Stanley,
a la totalidad de los adolescentes del(los) 1989; Olivares, García-López, Hidalgo,

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dossier CATORCE AÑOS DE INTERVENCIÓN EN ADOLESCENTES CON FOBIA SOCIAL (1997-2011)

Turner y Beidel, 1999). Una vez exclui- se cursa invitación, a través de otro escrito
dos quienes han cumplimentado inadecua- distinto, remitido por la dirección del centro
damente los autoinformes se seleccionan educativo, para que quienes lo deseen pue-
aquellos cuyas puntuaciones cumplen la dan asistir a una reunión en la que nuestro
doble condición de obtener una puntuación equipo, en presencia de los representantes
para el SPAI≥ 97 y para la SAS-A ≥ 57. Los del centro, explican pormenorizadamente
puntos de corte nos permiten maximizar la en qué consiste el diagnóstico de FS y que
probabilidad de excluir falsos positivos y implicaciones tiene su curso. Terminada
minimizan la de seleccionar falsos negati- la explicación se les ofrece la posibilidad
vos (véase Olivares, García-López, Turner, de adscribirse gratuitamente al Programa
La Greca y Beidel, 2002), así como de que IAFS, del que se hace una presentación de
los seleccionados cumplan los criterios re- sus objetivos, estructura, normas que lo ri-
queridos para el diagnóstico del FS con una gen, contenidos, número y duración de las
elevada probabilidad. sesiones, etc.
Segunda fase: Diagnóstico. Los partici- La inclusión de un adolescente en un grupo
pantes seleccionados son citados para ser de tratamiento requiere tanto su consenti-
evaluados individualmente mediante la en- miento como al menos el de uno sus padres
trevista The Anxiety Disorders Interview por escrito, en el que se da la conformidad a
Schedule for Children (ADIS-IV C; Silver- las normas de aplicación del Programa (que
man y Albano, 1997). La entrevista clínica también les son presentadas en un escrito y
nos permite excluir a quienes no cumplen explicadas en vivo pormenorizadamente).
los criterios requeridos y agrupar a quienes La exclusión de un aspirante se realiza
los cumplen en dos grupos: grupo de Fobia cuando éste ha recibido o esté recibiendo
Social Específica (FSE) y de Fobia Social tratamiento psicológico, psicofarmaco-
Generalizada (FSG). Como hemos indica- lógico o ambos, así como cuando tras la
do, en la fase de validación del Programa entrevista clínica se pueda constatar que
siempre se ha trabajado con adolescentes presenta un trastorno que, con una alta
que cumplen los criterios para el diagnós- probabilidad, le impedirá beneficiarse del
tico de FSG, según la operacionalización entrenamiento en grupo. Tal sería el caso,
propuesta por Olivares (véase Olivares y por ejemplo, del Trastorno límite de perso-
Caballo, 2003; Piqueras, Olivares y López- nalidad (DSM-IV: 301.83) de tipo impul-
Pina, 2008), salvo en la investigación que sivo (CIE: F60.30), de la Esquizofrenia de
sirvió de base a la tesis doctoral del pro- Tipo Paranoide (295.3/ F20.0) o los que
fesor de Universidad Miguel Hernández de presenten un historial de Abuso continuado
Elche, Dr. D. José Antonio Piqueras Rodrí- y generalizado del consumo de sustancias
guez, en la que incluimos también un grupo tóxicas (no se excluye si mantiene un con-
de FSE (Piqueras, 2005). sumo ocasional y asociado a las situaciones
El último paso de esta fase es informar pri- sociales temidas/evitadas).
vadamente a todos los adolescentes y a sus En todo caso, tanto los aspirantes exclui-
padres de los resultados de la evaluación. dos como quienes deciden voluntariamente
Este paso incluye la remisión de un escri- no participar, una vez diagnosticados, son
to en el que se comunican los resultados y remitidos a su médico de familia al que se

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José Olivares dossier

le informa de los resultados del proceso Resultados


de evaluación y el diagnóstico, mediante
En relación con los instrumentos de evalua-
escrito que se porta en sobre cerrado, en ción, en la Tabla 2 recogemos tanto los re-
ámbito del secreto profesional, para que sultados relativos al proceso de traducción,
éste, si lo estima pertinente, pueda trami- adaptación y validación como nuestra pro-
tar la recepción de ayuda psicológica en la pia contribución a lo largo del desarrollo de
unidad de salud mental del centro de salud esta línea de investigación.
correspondiente.
En la Tabla 3 presentamos las tesis docto-
Tercera fase: Evaluación específica y rales en las que hasta ahora se ha estudiado
aplicación del tratamiento. En esta fase el efecto del Programa IAFS, bajo distintas
evaluamos correlatos como la autoestima circunstancias.
(Rosenberg, 1965; Martín-Albo, Núñez, En el total de aplicaciones realizadas con el
Navarro y Grijalbo, 2007), la adaptación Programa IAFS desde su inicio, incluidas
al medio social (Echeburúa, Corral y Fer- las investigaciones que han servido de base
nández-Montalvo, 2000), las dificultades a nuestras tesis doctorales, se han testado/
interpersonales (Inglés, Méndez e Hidalgo, cribado 28.251 alumnos, 25.320 con eda-
2001), etc., así como la percepción que tie- des comprendidas entre los 14-17 años y
nen profesores y padres del comportamien- 2.931 entre 10 y 13 años, matriculados en
to de los adolescentes, porque su cuantifi- centros de ESO, Bachillerato y Formación
cación nos permite obtener medidas de la profesional, públicos y privados, de la Re-
validez social de los cambios producidos gión de Murcia y el sur de la Provincia de
por la aplicación del Programa. Este grupo Alicante. De éstos, cumplieron el criterio
de medidas de autoinforme siempre ha es- para el diagnóstico de FS 2.260 (62% FSE
tado acompañado por la cuantificación de y 38% FSG). De los 859 que presentaron
la duración del contacto ocular, obtenida a FSG: 636 (74%) aceptaron participar en el
partir de una prueba observacional. En esta Programa IAFS, 13 (2%) abandonaron por
distintos motivos y 623 (98%) terminaron
prueba observacional cada participante in-
el tratamiento. De estos últimos: 480 (77%)
teractúa con un adulto desconocido dialo-
presentaron en el postest remisión com-
gando sobre sus expectativas respecto del
pleta del número de situaciones sociales
tratamiento (prestest), la valoración perso-
temidas, informadas en el pretest, es decir,
nal de la utilidad del entrenamiento (pos- dejaron de cumplir los criterios requeridos
test) y las dificultades y valoración de los para el diagnóstico de FS; 87 redujeron el
efectos de la exposición (seguimientos a número de situaciones sociales temidas/
1, 3, 6 y12 meses). Esta última cuestión, la evitadas entre el 75% y el 99%, 37 entre el
valoración de los efectos en el tiempo, nos 50% y el 74% y 19 entre 1% y 49%. Solo
permite detectar a quienes teniendo proble- uno de los participantes que terminaron el
mas no nos solicitan ayuda ni aplican ade- tratamiento mostró empeoramiento en el
cuadamente las estrategias para prevenir postest respecto del pretest. En la medida
recaídas. En estos casos se aplican “dosis de seguimiento obtenida a los 12 meses del
de recuerdo” ad hoc. término del tratamiento se localizaron y

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dossier CATORCE AÑOS DE INTERVENCIÓN EN ADOLESCENTES CON FOBIA SOCIAL (1997-2011)

Tabla 2. Algunos de los estudios realizados con los instrumentos y estrategias de evaluación utilizados en el desarro-
llo del Programa IAFS

Autores Estudio

The Social Phobia and Anxiety Inventory: Reliability and validity in


Olivares, García-López, Hidalgo, Turner y Beidel (1999)
an adolescent Spanish population.

Psychometric properties of the social phobia and anxiety inven-


tory, the social anxiety scales for adolescent, the fear of negative
García-López, Olivares, Hidalgo, Beidel y Turner (2001).
evaluation scale and the social avoidance and distress scale in an
adolescent Spanish speaking sample.

The social phobia scale and the social interaction anxiety scale:
Olivares, García-López e Hidalgo (2001) Factor structure and reliabiability in a Spanish-speaking popula-
tion.

A pilot study on normative data for two social anxiety measures:


Olivares, García-López, Turner, La Greca y Beidel, (2002) The Social Phobia and Anxiety Inventory and the Social Anxiety
Scale for Adolescents.
Relations among social anxiety measures and their invariance: A
Olivares, García-López, Hidalgo y Caballo (2004)
confirmatory factor analysis.
Escala para la detección de la ansiedad social (EDAS). Estructura
Olivares, Piqueras y Sánchez-García (2004) factorial y fiabilidad en una muestra de adolescentes entre 14 y
18 años.
Piqueras, Olivares, Rosa y Sánchez-García (2004). Pruebas de observación y cambio terapéutico de la fobia social.

Olivares, Hidalgo, García-López, Sánchez-García y Piqueras Versión abreviada de la Escala de Ansiedad y Fobia Social (SPAI-
(2004) B).

Olivares, Ruiz, Hidalgo, García-López, Rosa y Piqueras Social Anxiety Scale for Adolescents (SAS-A): Psychometric pro-
(2005) perties in a Spanish-speaking population.

Validez social de la intervención en adolescentes con fobia social:


Olivares-Olivares, Rosa y Olivares (2007)
padres frente a profesores.

Vera-Villarroel, Olivares, Kuhne, Rosa-Alcázar, Santibáñez Propiedades psicométricas de la escala para la detección de la
y López-Pina (2007) ansiedad social (EDAS) en una muestra de adolescentes chilenos

Brief Form of the Social Phobia and Anxiety Inventory (SPAI-B) for
García-López, Hidalgo, Beidel, Olivares y Turner (2008)
Adolescents.

Olivares, Sánchez-García y López-Pina (2009) The Liebowitz Social Anxiety Scale for Children and Adolescents.
Psychometric Properties of the Social Phobia and Anxiety Inven-
Olivares, Sánchez-García, López-Pina y Rosa (2010)
tory for Children in a Spanish Sample.

Piqueras, Olivares, Hidalgo, Vera-Villarroel y Marzo (en Psychometric update of the Social Anxiety Screening Scale (EDAS)
prensa) in a Spanish adolescent population.

Piqueras, Olivares, Vera-Villarroel, Marzo y Kuhne (en pren- Invarianza factorial de la Escala para la Detección de Ansiedad
sa) Social (EDAS) en adolescentes españoles y chilenos.

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José Olivares dossier

Tabla 3. Tesis doctorales en las que se ha estudiado el Programa IAFS1

Año Estudio Doctorando2,3

Un estudio de la eficacia entre tres modalidades de tratamiento para D. Luis Joaquín


2000
población adolescente con fobia social García López2
Estudio de las relaciones entre eficacia y eficiencia de la Intervención
2003 Dª. Juana Ruiz Marín2
en Adolescentes con Fobia Social en función del tamaño del grupo.
Efecto del grado de generalización del empleo del feedback audiovi-
2004 D. Victoriano Ramos Linares2
sual en la eficacia de la Intervención en Adolescentes con Fobia Social

Análisis de la Eficacia de la Intervención en Adolescentes con Fobia


D. José Antonio
2005 Social en función de una nueva propuesta de subdivisión y operaciona-
Piqueras Rodríguez2
lización del subtipo generalizado

Intervención en Adolescentes con Fobia Social Generalizada frente a


2005 D. Antonio Vallés Arándiga3
los Grupos de Control Activo y Lista de Espera.

Efectos de la Tutoría en el Tratamiento de Adolescentes con Fobia So- D. Antonio


2006
cial Generalizada mediante el Programa IAFS Palomares Carrascosa2
Efectos de la eliminación de los componentes de reestructuración cog-
2006 Dª. Maravillas Amorós Boix3
nitiva y focalización de la atención en la eficacia de la IAFS

Intervención en adolescentes con fobia social frente a la transmisión


2006 D. José Luis Hernández Juan3
de información y grupo de control pasivo

Eficacia de la intervención en adolescentes con fobia social, con y sin


2008 Dª. Raquel Sánchez García2
reestructuración cognitiva, entre los 10 y los 14 años.

Efectos del Programa IAFS en función de una operacionalización del D. Pablo José
2011
grado experto en el ejercicio de la psicología clínica. Olivares Olivares2

1
Defendidas en la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia.
2
Director: José Olivares Rodríguez.
3
Codirectores: José Olivares Rodríguez y Ana I. Rosa Alcázar.

fueron evaluados 566 participantes (89%); Todo ello ha permitido que, en el contex-
543 (96%) mantenían sus beneficios. De to de esta línea de investigación, se hayan
estos últimos, 497 (87,8%) seguían sin realizado y publicado 52 artículos en revis-
cumplir ninguno de los criterios requeridos tas nacionales e internacionales que inclu-
para el diagnóstico de FS, 16 presentaban yen todos nuestros hallazgos en el ámbito
una reducción entre el 75% y el 99% del empírico y experimental sobre la eficacia
número de situaciones sociales temidas/ y eficiencia del IAFS (véase tabla 4), así
evitadas en el pretest, 13 entre el 50% y el como una propuesta empírica de operacio-
74%, y 17 entre el 1% y el 49%. nalización del constructo FS formulado por

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dossier CATORCE AÑOS DE INTERVENCIÓN EN ADOLESCENTES CON FOBIA SOCIAL (1997-2011)

Tabla 4. Algunas publicaciones en revistas científicas en las que se han dado a conocer los efectos del Programa IAFS1
Autores Publicación
Olivares, J., García-López, L. J., Turner, Results at long-term among three psychological treatments for
S., Beidel, D., Albano, A. M e Hidalgo, adolescents with social phobia (I): Statistical significance. Psicología
M.D. (2002) Conductual, 10 (1), 147-164
García-López, L. J., Olivares, J., Beidel, Results at long-term among three psychological treatments for ado-
D., Turner, S., Albano, A. M. y Sánchez, lescents with social phobia (II): Clinical significance and effect size.
J. (2002) Psicología Conductual, 10 (2), 371-385
Olivares, J., Rosa, A. I. y Vera-Villarroel, Efectos de la aplicación del protocolo IAFS en una muestra de adoles-
P. E. (2003) centes. Terapia Psicológica, 21 (2), 153-162
Olivares, J., Rosa, A. I. y Piqueras, J. Detección temprana y tratamiento de adolescentes con fobia social.
(2005) Psicothema, 17 (1), 1-8
García-López, L. J., Olivares, J., Beidel, Efficacy of three treatment protocols for adolescents with social
D., Albano, A. M., Turner, S. y Rosa, A. anxiety disorder: A 5-year follow-up assessment. Journal of Anxiety
I. (2006) Disorders, 20, 175-191
Relevancia de la atención individualizada en el tratamiento en grupo
Olivares, J., Rosa, A. I. y Olivares-
de adolescentes con fobia social generalizada. International Journal
Olivares, P. J. (2006)
of Clinical and Health Psychology, 6 (3), 565-580
Olivares-Olivares, J. P., Rosa, A. I. y Validez social de la intervención en adolescentes con fobia social:
Olivares, J. (2007) padres frente a profesores. Terapia Psicológica, 25, 63-71
Papel de la planificación de la interacción en el tratamiento de ado-
Rosa, A. I., Olivares, J. y Olivares-Oliva-
lescentes con fobia social generalizada. Terapia Psicológica ,25(2),
res, P. J. (2007)
205-212
Eficacia clínica en la fobia social de los adolescentes. Tratamiento en
Vallés, A., Olivares, J. y Rosa, A. I. (2007)
el contexto escolar. Revista Peruana de Psicología,1, 114-131
Does individual attention improve de effect of group treatment of
Olivares-Olivares, P. J., Rosa, A. I. y
adolescents with social phobia?. International Journal of Clinical and
Olivares, J. (2008)
Health Psychology, 8 (2), 465-481
Transmisión de información cualificada frente a tratamiento psico-
Olivares, J., Rosa, A. I. y Olivares-
lógico estructurado de adolescentes con fobia social generalizada.
Olivares, P. J. (2009)
International Journal of Clinical and Health Psychology, 9 (2), 241-258
Rosa, A. I., Olivares-Olivares, P. J. y Papel de los efectos inespecíficos en el tratamiento psicológico de
Olivares, J. (2009) adolescentes con fobia social. Anuario de Psicología, 40 (1),43-61
Effectiveness of a program for early detection/intervention in
Sánchez-García, R. y Olivares, J. (2009a) children/adolescents with generalized social phobia. Anales de
Psicología, 25 (2), 241-249
Intervención Temprana en Niños y Adolescentes con Fobia Social.
Sánchez-García, R. y Olivares, J. (2009b)
Anuario de Psicología, 40 (1), 75-88
Papel de la focalización de la atención en el tratamiento de la fobia
Amorós, M., Rosa, A. I. y Olivares-Oliva-
social generalizada en adolescentes. Anales de Psicología, 27
res, P. J. (2011)
(3),718-728

Rosa, A., Amorós, M. y Olivares-Oliva- Aportaciones de la reestructuración cognitiva en el tratamiento de la


res, P. J. (aceptado para su publicación) fobia social generalizada en adolescentes. Psicología Conductual,

Por orden cronológico de publicación


1

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la APA (2000) que se incluyó en un modelo 98% terminó el tratamiento. La relevancia


teórico tentativo sobre el particular (Oliva- de este último dato se manifiesta cuando
res y Caballo, 2003), el manual escrito del se compara con lo que ocurre en población
Programa IAFS (Olivares, 2005) y un libro adulta, donde el porcentaje de abandonos
monográfico sobre la fobia social en este se sitúa entre el 30% y el 35% (Bados,
tramo evolutivo (Olivares, Rosa y García- Balaguer y Saldaña 2007), probablemente
López, 2004) . debido a los efectos negativos de la croni-
Así mismo, en el contexto del intercam- cidad y de la alta comorbilidad. De hecho,
bio de información científica que suponen la dificultad del tratamiento de adultos con
los congresos, jornadas, simposia, etc., en FS la recordaba Moscovich (2009) cuando
el ámbito internacional hemos participado concluía que “The fact is that a significant
con 5 conferencias, 7 ponencias, 4 simpo- proportion of individuals who complete
sia, 7 mesas redondas, 57 comunicaciones empirically supported therapy for social
y 50 carteles/posters. phobia remain symptomatic at the end of
therapy, with an even higher percentage ex-
Por último, hemos de indicar que el Progra-
hibiting symptoms at follow-up” (p. 123).
ma IAFS también ha sido aplicado con éxi-
Estas diferencias con nuestros resultados
to por un equipo independiente con buenos
las atribuimos fundamentalmente a cuatro
resultados (Gil-Bernal, 2009; Gil-Bernal y
razones: (i) intervenimos cuando el trastor-
Hernández-Guzmán, 2009).
no está poco consolidado y generalizado,
Discusión de resultados, mientras que generalmente la solicitud de
conclusiones, limitaciones y líneas ayuda no suele realizarse hasta que el tras-
futuras de la investigación torno no interfiere de modo significativo
en el desarrollo de la actividad cotidiana,
Los datos ponen de manifiesto que, tal o es detectado en el curso de la solicitud
como se había supuesto inicialmente, la de- de ayuda médica por causas distintas a la
tección e intervención temprana de la FSG ansiedad social; (ii) informamos a los tu-
resulta altamente rentable desde distintos tores legales del curso del desarrollo y de
puntos de vista: eficacia clínica, costes los efectos del mantenimiento trastorno a
en términos de padecimiento subjetivo en medio y largo plazo cuando no se trata, así
quien la presenta y en sus familiares, costes como de la eficacia mostrada previamente
económicos, etc. (véase Nardi, 2005). por el Programa IAFS en su reducción/eli-
Desde el punto de vista de la eficacia/efi- minación; (iii) el medio educativo facilita
ciencia clínica hay que subrayar que el 77% la asistencia de los participantes, como una
de los participantes dejaron de cumplir los actividad educativa más (sin costes econó-
criterios diagnósticos en el postest, de los micos para ellos y sin que suponga “pérdi-
que en el seguimiento a los 12 meses se das” de tiempo), (iv) nuestros participantes
volvió a evaluar al 89%, constatándose que son voluntarios y (v) la mayor parte del tra-
el 96% de éstos mantenían sus beneficios. tamiento se contextualiza en el marco de un
A ello hay que añadir el elevado control de entrenamiento en habilidades sociales que,
la mortalidad experimental que permite la como se ha indicado, nos sirve de excusa
intervención en los centros educativos: el para trabajar la exposición.

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dossier CATORCE AÑOS DE INTERVENCIÓN EN ADOLESCENTES CON FOBIA SOCIAL (1997-2011)

Para poder valorar lo que supone la detec- didas de seguimiento (1, 3, 6 y 12 meses);
ción e intervención temprana, en el marco en estos casos se retoman explicaciones,
comunitario, basta con recordar que el gra- datos de registros históricos, contenidos y
do de cronicidad (consolidación y generali- estrategias que se aplican como “dosis de
zación) de la FS se asocia con altas tasas de recuerdo” ad hoc.
comorbilidad, fundamentalmente con otros En relación con los avances post-tratamien-
trastornos de ansiedad y depresión, pero to, del total de los participantes que no lo-
también con el consumo de sustancias tóxi- graron la remisión de la FS en el postest,
cas y los llamados trastornos de la perso- un 2% mostró avances en la remisión/eli-
nalidad, que se enmarcan en un rango que minación del trastorno a los 12 meses de
unos investigadores sitúan entre el 40% y terminado el tratamiento; curiosamente el
el 80% (Kessler, Chiu, Demler y Walters, mismo dato que se ha hallado respecto de
2005) y otros entre el 69% y el 92% (véase los retrocesos. Es un dato coherente tanto
García-López, Piqueras, Diaz-Castela e In- con lo que nuestro equipo ha ido obser-
glés, 2008), dependiendo de la edad de la vando en las distintas investigaciones rea-
muestra, el contexto sociocultural en el que lizadas como con lo informado por otros
se desarrolla/mantiene, la edad de inicio investigadores como Rapee (1993) o Hunt
del trastorno, etc. Además, los resultados y Andrews (1998) quienes en un segui-
de esta línea de investigación, fundamenta- miento realizado 20 meses después de ter-
da en la detección e intervención temprana, minado el tratamiento hallaron que el 23%
discrepan abiertamente de los informados de los pacientes tratados había mejorado.
por Alfano et al. (2009), quienes indican Lo que pone de manifiesto la relevancia
que las tasas de remisión completa en el del entrenamiento: cuando un ser humano
tratamiento de niños y adolescentes con FS entiende lo que le sucede y se le entrena
van desde el 40% al 70% y las de abando- para que lo afronte, los frutos del entrena-
no se sitúan entre el 20% y el 30%, valo- miento “siguen realizando su trabajo” una
res no solo muy próximos a los hallados vez concluida la fase de aprendizaje de las
en la población adulta sino que, además, habilidades y destrezas necesarias para en-
también incluyen los propios de la Fobia frentarse a tales situaciones.
Social Específica. Este dato resulta todavía
más relevante si tenemos en cuenta que el Nuestros resultados también ponen de ma-
abandono de un tratamiento disminuye la nifiesto la relevancia los efectos del Progra-
probabilidad de éxito futuro para un trata- ma IAFS en la reducción/eliminación de
miento similar (Delsignore et al., 2008) y la costes en términos de padecimiento subje-
elevada estabilidad/cronocidad que mues- tivo, tanto en quien presenta la FS como en
tra cuando no se trata (García-López, Pi- sus familiares, además de los que se produ-
queras, Díaz-Castella e Inglés, 2008). Aho- cirían en el futuro, con una alta probabili-
ra bien, en este contexto de discusión no dad, debido a los efectos de la cronicidad
debemos de olvidar que nuestros resultados en el ámbito del desarrollo personal, social
también son fruto de nuestra estrategia de y económico. Es decir, los datos de remi-
prevención de recaídas: el Programa IAFS sión y mejora que avalan esta estrategia de
contempla la prestación de de ayuda a quie- detección e intervención temprana son más
nes la solicitan o son detectados en las me- relevantes, si cabe, por la elevada prevalen-

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José Olivares dossier

cia del trastorno, por su interferencia en el 2005; Pine, Cohen, Gurley, Brook y Ma,
desarrollo social y personal, en la calidad 1998),
de vida y en el desarrollo socio-afectivo de Concluyendo podemos afirmar que el IAFS
quienes lo presentan (así Fehm, Beesdo, Ja- ha probado ser eficaz (beneficioso en in-
cobi, y Fiedler, 2008; La Greca y Lopez, vestigaciones controladas) en un núme-
1998; Stein y Kean, 2000 o Storch, Massia- ro significativo de trabajos en los que, no
Warner, Crips y Klein, 2005), por su rela- sólo se han comparado sus efectos frente
ción las conductas adictivas y los trastornos a otros tratamientos y grupos de control
en la alimentación (así Behar, 2010; Fer- activos y pasivos, incluida la transmisión
nández et al., 2003; Regier, Rae, Narrow, de información, sino que también se ha
Kaelber y Schatzberg, 1998; Sonntag, Witt- estudiado el peso de algunos de sus com-
chen, Höfler, Kessler y Stein, 2000; Swin- ponentes a través de su desmantelamien-
bourne y Touyz, 2007 o Zubeidat, 2005), to parcial (véanse, por ejemplo, Amorós,
así como por sus efectos sobre el desarrollo Rosa y Olivares-Olivares, 2011; Olivares-
laboral que, en el mejor de los casos, solo Olivares, Rosa y Olivares, 2008; Paloma-
queda limitado, pero que en otros muchos res, 2005 o Sánchez-García, 2008). Así
lo impide cuando requiere de la relación mismo, puede concluirse que el IAFS es
o actuación con/ante otros. En este último un tratamiento eficiente porque ha mostra-
caso la intensidad de la interferencia en el do mayores beneficios con menores costes
ámbito laboral se acompaña generalmente que otros que persiguen el mismo fin (Oli-
de un elevado padecimiento que acarrea, en vares et al., 2002; Olivares et al., 2003 o
relación con la población general, un incre- Rosa, Olivares-Olivares e Iniesta, 2009) y
mento tanto del número de horas de trabajo con apoyo empírico bien establecido (véase
perdidas por bajas laborales como de los Gil-Bernal, 2009; Gil-Bernal y Hernández-
costes derivados del consumo de psicofár- Guzmán, 2009; Hernández, 2006 o Vallés,
macos para paliar los efectos de la ansiedad 2005).
social y los de los trastornos comórbidos
Nuestro trabajo también presenta limita-
(Nardi, 2005; Waghorn, Chant, White y
ciones que es preciso tener en cuenta. Así,
Whiteford, 2005). Añádase a todo ello el
entre éstas se hallan el hecho de que los
sufrimiento que genera tanto para quien
participantes en nuestras investigaciones
presenta el trastorno como para su familia
hayan sido voluntarios, que contaran con
(Blanchard, Gurka y Blackman, 2006). En
el consentimiento y ánimo de sus tutores
términos económicos, los costes para los
legales, y que los terapeutas hayan sido for-
sistemas de salud pública fueron estimados
mados en la aplicación del Programa. Todo
por Greenberg et al. (1999), en los EEUU
ello constituyen limitaciones a la validez
de Norteamérica, en más de 42 millones de
externa de nuestra línea de trabajo. Otro
dólares/año.
tanto ocurre con el hecho de que nuestros
En síntesis, el valor de estos resultados de- participantes pertenezcan solo a una zona
bería contextualizarse en la reducción/eli- geográfica española (Sur de la Provincia de
minación de las repercusiones que el tras- Alicante y Región de Murcia), fuesen estu-
torno acarrea en el anclaje social del hoy diantes y en su inmensa mayoría se inscri-
niño/adolescente y mañana adulto (Nardi, ban en el rango 14-17 años de edad.

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dossier CATORCE AÑOS DE INTERVENCIÓN EN ADOLESCENTES CON FOBIA SOCIAL (1997-2011)

Por otra parte, como es sabido, los trata- Así mismo, hemos de indicar que, el hecho
mientos además de estar bien establecidos de no haber podido contar con espacios
y ser eficaces (beneficiosos en investiga- equivalentes en iluminación, mobiliario,
ciones controladas), también han de ser volumen, disponibles en las mismas fran-
eficientes, es decir, que logren mayores be- jas horarias, etc., en los que desarrollar la
neficios con menores costes que otros (así aplicación del Programa IAFS ello puede
Pérez-Álvarez, Fernández, Fernández y haber afectado a nuestro trabajo y consti-
Amigo, 2003) y efectivos (útiles en la prác- tuye una amenaza a la validez interna. Otro
tica habitual). Entendemos que, a la luz de tanto ocurre con las respuestas de escape/
la evidencia disponible, el Programa IAFS evitación en el sistema cognitivo.
cumple la condición de “bien establecido”, En relación con el trabajo futuro, el esta-
las de eficacia y eficiencia, pero tiene pen- do de nuestra investigación requiere más
diente probar su efectividad en la práctica réplicas, realizadas por profesiones de la
habitual de los psicólogos que realizan sus Psicología de distinto sexo, solos y en pa-
tareas profesionales en los centros educa- rejas, con mayores tamaños de la muestra,
tivos. en zonas geográficas distintas, con distinto
También constituye una limitación el dise- nivel socio-económico-cultural, a edades
ño de las condiciones que regulan actual- más tempranas, utilizando la nuevas tec-
mente la adhesión inicial a la participación nologías, añadiendo componentes de reali-
en el Programa. Todavía es muy elevado dad virtual, entrenando a paraprofesionales
número de adolescentes que deciden no ad- para que actúen como co-terapetuas, etc.
herirse, pese a cumplir los criterios clínicos Con este fin nos ponemos a disposición de
para el diagnóstico de Fobia Social Genera- cualquier profesional o equipo de investi-
lizada, ser gratuito y aplicarse en el marco gación interesado: contarán con toda nues-
del horario del lectivo del centro donde es- tra infraestructura y experiencia en este
tudian (generalmente aprovechando horas ámbito. El contacto se puede establecer uti-
libres o los tiempos destinados a tutorías). lizando el correo electrónico que figura en
En ocasiones este número ronda el 50%. el inicio de este trabajo o por cualquier otro
Desde nuestro punto de vista ello se debe, medio que pueda resultar eficaz.
al menos, tanto a la propia naturaleza del Nota: El desarrollo de esta línea de inves-
trastorno como al hecho de que, al hallar- tigación ha contado con el apoyo del Pro-
se el trastorno todavía en su estado inicial, yecto SEJ2004-01471/PSIC del Ministe-
muchos padres no encuentran indicios su- rio de Educación y Ciencia, entre 2004 y
ficientes que justifiquen la inclusión de su 2007.
hijo en un programa de esta naturaleza.
Otra limitación deviene de los tamaños de
los grupos de tratamiento. Como es sabido,
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grupo de tratamiento que habría de situarse Albano, A.M. y Detweiler, M.F. (2001). The developmental
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entrevistaentrevista
Entrevista a Cristina López Altschwager
ENTREVISTA A CRISTINA LÓPEZ ALTSCHWAGER

Por Consuelo Martínez

Cristina López Altschwager es doctora Treating a Storm Phobia”, publicado en el


en Psicología. Ha sido colaboradora de PsychNology Journal, 2006, 4, 2, pp 129 –
investigación en el instituto Max-Planck 144. La ventaja adicional es que, gracias a
de Psiquiatría de Munich y hasta 2008 ha que todos tenemos a disposición algunos
sido Profesora Titular en la Universidad de los medios necesarios (ordenadores, TV,
de Valencia. videojuegos o similares), podemos elegir
los estímulos máximamente adecuados al
P. Podría comentar cuál es, en su cliente, sin tener que comprar aparatos es-
opinión, lo más significativo de la peciales y costosos.
evolución que ha tenido el abordaje
de los Trastornos de Ansiedad (TA) P. ¿Podemos hablar de modas en el
en las últimas décadas en España. tratamiento de los TA o sólo se trata
R. Me consta, puesto que en mi primer de muy diversos enfoques en su
caso tratado con desensibilización siste- tratamiento?
mática ya lo hice, que desde antes de 1970 R. Siempre ha habido modas, tanto en la
se han utilizado imágenes grabadas, en fo- medicina, como en psicología. En el caso
tos, diapositivas y películas, para apoyar el de los trastornos de ansiedad, aún dentro
tratamiento de los trastornos de ansiedad. del entorno cognitivo conductual hay dis-
Sin embargo, el avance tecnológico e infor- cusiones acerca de qué método es mejor o
mático ha introducido una variable enor- más eficaz. Hoy, en España han vuelto a
memente versátil al permitir la incorpora- imponerse en muchos centros de tratamien-
ción de la llamada “realidad virtual” a los to los métodos más alejados de la psicolo-
tratamientos de TA. Antes, con el cliente gía científica, hay un interés especial por
se tenía que pasar de presentar imágenes, métodos provenientes de técnicas orien-
a un enfrentamiento en la vida real, salto tales y combinaciones, a veces, algo eso-
que en ocasiones es difícil de hacer en la téricas. Sin embargo, los que me conocen
medida en que los estímulos ansiógenos saben que nunca me ha parecido una bue-
(aviones, tormentas, ciertos animales, por na idea que el psicólogo clínico se limite a
ejemplo), no están siempre a disposición un enfoque o a una técnica. Considero que
del terapeuta. Hoy en día, cuando no re- el terapeuta debe conocer y, en lo posible,
sulta conveniente o fácil el enfrentamiento dominar, los “muy diversos enfoques en el
real, se puede echar mano de esa realidad tratamiento”, para combinarlos de manera
virtual tridimensional, eligiendo el momen- adecuada según el cliente, sus condicionan-
to más adecuado para presentar los estímu- tes, sus posibilidades. Lo importante, como
los, controlando totalmente su intensidad y diría Hans Westmeyer, es la justificación
duración. En mi opinión, éste es el avance de cada paso terapéutico, es decir, que no
más significativo, como ilustra, por ejem- sea la moda o mi “firme creencia” lo que
plo, el artículo de Cristina Botella y cols. determine el tratamiento, sino más bien la
“Using a Flexible Virtual Environment for correcta evaluación y diagnóstico del pro-

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por Consuelo Martínez entrevista

blema, así como los efectos previsibles de Registros de Conducta y, finalmente, la


cada elemento terapéutico en ese caso con- aplicación del Análisis Funcional de Con-
creto. Lo “más eficiente” varía mucho, aún ducta, para ordenar los datos. Evidente-
con el mismo diagnóstico de base. mente, estos pasos pueden ser simultáneos
o sucesivos y se puede saltar alguno si se
P. ¿Han aparecido TA nuevos a considera que ya se tiene toda la informa-
consecuencia de la crisis o del ción necesaria. Nuevamente, se trata de no
uso de las nuevas tecnologías, por quedarse con un sistema de diagnóstico,
ejemplo? sino de elegir los adecuados para alcanzar
la meta terapéutica... (estoy segura que un
R. En mi experiencia personal, no han apa-
psicoanalista ortodoxo no elegiría mi siste-
recido nuevos trastornos, simplemente, el
ma diagnóstico en la medida que su con-
contenido concreto, o los estímulos ansió-
cepto de diagnóstico es diferente.)
genos concretos, pueden ir variando según
las condiciones de vida de la persona, pero
P. La aportación más relevante que
dentro de los mismos parámetros ya esta-
blecidos por las diversas categorizaciones
hace el DSM V es poder diagnosticar
diagnósticas. Esta es una pregunta de epi- el trastorno de angustia y la agorafobia
demiología, a la que sólo puedo responder como entidades separadas, dando la
desde mi experiencia personal, puesto que opción de que exista comorbilidad,
no me he dedicado a seguir los últimos es- es decir que podamos diagnosticar
tudios de este tipo. trastorno de angustia y agorafobia
a la vez. ¿En qué medida cree usted
P. ¿Cree que los TA están bien que esto contribuye a facilitar a los
diagnosticado o quizá existe profesionales el diagnóstico de los
demasiada laxitud a la hora de TA?
hacerlo? ¿Que recomendaría desde R. Como ya dije anteriormente, afinar un
su experiencia? diagnóstico al máximo, adecuarlo a la per-
R. De forma genérica, esta pregunta no tie- sona y a la meta terapéutica siempre es
ne respuesta. Depende del o los métodos bueno. Pero para decidir acerca de una pro-
diagnósticos que utilice cada terapeuta, gramación terapéutica no basta una clasifi-
así como del tipo de diagnóstico que de- cación, por buena que sea. No olvidemos
see obtener. En mi experiencia y, dado que que DSM es, más que nada, una forma de
trabajo principalmente con técnicas cogni- entendernos entre profesionales, para saber
tivo-conductuales, para determinar el trata- a qué nos estamos refiriendo cuando utili-
miento óptimo en cada caso el diagnóstico zamos un “rótulo”. A partir de ahí se inicia
debe hacerse en varias etapas: primero, la el diagnóstico más individualizado y, a mi
entrevista no estructurada, con un esque- entender, indispensable. No olvidaré nunca
ma similar al de la terapia centrada en el el consejo de mi profesor de Psiquiatría In-
cliente, luego, los instrumentos diagnóstico fantil, que nos recordaba una y otra vez que
estandarizados y los inventarios específicos “en Psicología, una vaca no es una vaca, es
(como el “Inventario de Situaciones y Res- sólo “un animal en la línea de lo vacuno””.
puestas de Ansiedad”), luego, entrevistas Han pasado décadas, el consejo sigue es-
con el cliente y otras personas significati- tando vigente: cada ser humano es diferen-
vas para afinar lo obtenido, acompañadas te a los otros, no se pueden meter en ca-
eventualmente por observación directa y/o tegorías absolutas de ningún tipo. Por otra

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entrevista ENTREVISTA A CRISTINA LÓPEZ ALTSCHWAGER

parte, y si se me permite la digresión, eso si comparamos las publicaciones españolas


es lo que hace tan fascinante la profesión de los últimos años, es decir, de este siglo,
del psicólogo clínico, ¿verdad? con las publicaciones europeas y america-
nas, vemos una gran similitud en cuanto a
P. La investigación sobre los TA es temas y técnicas tratadas. Por ejemplo, en
muy prolífica, ¿en qué medida ha los libros de E. G. Fernández-Abascal &
contribuido esta investigación al M. P. Jiménez Sánchez (Eds.): Control del
tratamiento profesional de estos Estrés (UNED, 2002); de A.Cano-Vindel,
trastornos? A. La ansiedad. Claves para vencerla. (Ar-
guval, 2004); de C.S.Sosa y J.Capafons:
R. Toda investigación bien hecha contribu- Estrés post-traumático (Síntesis, 2005); de
ye al desarrollo de la disciplina en que se A.Bados López: Tratando pánico y agorafo-
centra. De hecho, creo que hay muy poca, bia (Pirámide, 2006); o de Cano-Vindel, A.,
y no demasiada, investigación centrada en & Serrano Beltrán, M. : Para no enfermar de
el tratamiento profesional de los trastor- estrés. Cómo combatir la ansiedad laboral
nos psicológicos, sobre todo en cuanto a (Recoletos Grupo de Comunicación, 2006),.
su eficiencia y eficacia diferencial. Lo que También hay similitud en las publicaciones
sucede es que tal investigación es difícil y en revistas, para las cuales no cito ejemplos
costosa de hacer, tanto a nivel económico, por no alargar demasiado la respuesta. Otra
como por los planteamientos éticos que ta- similitud está en los libros de autoayuda:
les investigaciones pueden suscitar. desde que Hahn y Hennenhofer publicaron
en 1984 el libro “Angst Überwinden”, que
P. ¿Existen diferencias en el se tradujo como “Vencer el Miedo” (Mensa-
tratamiento de los problemas jero, 1987) y se vendió hasta en las librerías
de ansiedad en nuestro país en del Corte Inglés, se han publicados numero-
comparación con otros países sísimos libros, de mayor o menor calidad,
europeos? dedicados a los que padecen trastornos de
R. Aquí tenemos un problema: lo que se ansiedad, en todos los idiomas y países. Per-
publica generalmente está dentro del con- sonalmente, creo que sólo sirven cuando un
texto de una Universidad o de Centros de terapeuta ayuda a la persona a aplicar a su
Investigación. Los terapeutas que ejercen la propio problema lo escrito en el libro, pero
profesión sin estar vinculados a tales entida- sin duda pueden ser un instrumento de apo-
des no suelen publicar sus resultados, ni ir a yo válido para la terapia, y una buena guía
Congresos. Con lo cual, el conocimiento de de inicio para el terapeuta más novato (se
lo que hacen, o dejan de hacer, sólo puede sobreentiende que sólo aquéllos escritos por
adquirirse de primera mano, por contactos profesionales serios).
personales. Por esta razón, sólo puedo res-
ponder con real conocimiento de causa com- P. La evidencia empírica es
parando Alemania y España. Por lo que sé, concluyente en cuanto a considerar
en ambos países se aplican mayoritariamen- el tratamiento de elección para los
te métodos cognitivo-conductuales, pero en TA a los tratamientos psicológicos,
Alemania se trabaja más frecuentemente de quedando como facilitador en
forma multimodal, es decir, combinando va- algunos casos el tratamiento
rios enfoques y aún, varios tipos de profe- farmacológico. Sin embargo en la
sionales (por ejemplo: neurólogo, asistente práctica el tratamiento de elección
social, endocrinólogo, etc.). Por otra parte, para los trastornos de pánico es

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por Consuelo Martínez entrevista

farmacológico y administrado por el más de dar una adecuada educación sexual,


médico de atención primaria. ¿Por muchos de nosotros nos quedaríamos sin
qué cree que sucede esto? Y ¿qué clientes. Creo firmemente que la solución
tendría que pasar para que esto está en la prevención, lo que implica una
cambiara? información temprana y adecuada antes de
que surjan los problemas. Si los niños y
R. ¿Por qué en España se tratan todos los los padres aprenden pronto que el psicólo-
trastornos psicológicos en primera instan- go no es sólo para los niños problemáticos
cia, o prioritariamente, con fármacos? Creo (o los “locos”), que pueden acudir a él con
que ésa es la pregunta correcta. Y la res- sus “problemas normales”, esto ayudaría
puesta es tristemente pragmática: porque es mucho a paliar los errores de tratamiento.
lo más fácil de conseguir, a través de la Se- Pero, claro, en el momento en que esta-
guridad Social, del farmacéutico amigo, de mos, hablar de ampliar institucionalmente
la amiga o amigo “que tiene lo mismo”, etc. el rol del psicólogo en Escuelas, Institutos,
Además, es más barato, produce con fre- o Centros de Salud, es decir, invertir dinero
cuencia un alivio rápido (aunque efímero) en ello, es casi una utopía - o sin el “casi”.
y no exige esfuerzo por parte del cliente, Está claro que se ahorraría mucho en medi-
salvo tragar la pastilla. En cuanto a cómo cación si la primera intervención fuera psi-
cambiar esta situación creo que estamos en cológica y no farmacológica, pero me temo
ello, con los últimos logros conseguidos en que esto sólo lo tenemos claro nosotros...
materia de leyes y reconocimiento del pa-
pel del psicólogo (por ejemplo, la Ley Ge- P. ¿Considera usted que existe
neral de Salud Pública, BOE 5.10). una red pública suficientemente
P. ¿Cree que la población general dotada para tratar los problemas
conoce lo que es un problema de an- de ansiedad de manera eficaz y
siedad y cuál es el profesional más eficiente?
indicado para tratarlo? R. Rotundamente, no. Desde mi actual si-
R. Tal como comenta José Ma.Sanchez tuación privilegiada de jubilada, puedo dar-
Monge en la Revista Infocop de Noviem- me el lujo de pasar horas hablando acerca
bre-Diciembre 2011, pese a la incidencia del tema (directamente o por internet) con
de enfermedad mental en nuestro país, el las personas y profesionales de mi entor-
tratamiento psicológico se sigue conside- no, así como de entornos más lejanos. No
rando en muchas ocasiones “un extra”. Lo creo que exista ni de lejos esa red pública
que este autor comenta para la enfermedad suficientemente dotada. Más bien, existen
mental en general, vale también, quizás aún muchos profesionales muy sacrificados que
más, para los problemas de ansiedad. La entregan horas de más, poco o no remune-
población general no suele estar capacita- radas, a ayudar en los Centros en que tra-
da para distinguir cuándo un trastorno de bajan, en sus Consultas, etc., sin recibir un
ansiedad puede superarse - o no, con “po- apoyo oficial de ninguna clase.
ner voluntad”, con medicación o con ayuda
de un psicólogo especializado. Desde hace
muchas décadas que algunos de nosotros
opinamos, medio en broma, medio en se-
rio, que si en las tutorías de los colegios
se enseñara correctamente relajación, con-
trol de estrés y comunicación positiva, ade-

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praxi praxi
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ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y TRÁNSITO A LA VIDA ACTIVA: UNA EXPERIENCIA ILUSTRATIVA

Orientación vocacional y tránsito a la vida


activa: Una experiencia ilustrativa
Francisco Manuel Morales Rodríguez
Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Universidad de Málaga.
Doctor en Psicología y Licenciado en Ciencias del Trabajo.
E-mail: framorrod@uma.es

resumen/abstract:
El objetivo de este estudio es presentar la estructura y características fundamentales del Programa
de Experiencias Mixtas de Formación y Empleo (EMFE) cuyo objetivo general fue introducir a jóvenes y
adolescentes que viven en núcleos rurales en el mundo laboral, proporcionándoles las actividades formativas
necesarias para ello. Tras una introducción respecto a la orientación vocacional y otros aspectos que están
en la base de este tipo de programas, se aportan los resultados del Cuestionario Actitudes e intereses hacia
Internet como recurso empleado para facilitar el proceso de inserción sociolaboral así como una evaluación
del impacto y satisfacción que determinadas actividades educativas ha tenido en el alumnado participante
en dicho programa como verdaderos protagonistas del proceso de enseñanza/aprendizaje. Los participantes
fueron 40 alumnos, con edades comprendidas entre 16 y 24 años de edad (53.33% mujeres y el 46.67%
restante hombres), de ámbito rural, de la provincia de Málaga, sin empleo anterior y sin cualificación
profesional, alguno de los cuales presentan Necesidades Educativas Especiales y déficits en habilidades
sociales. Los datos demuestran que el Programa ha sido una experiencia exitosa que ha contribuido a
facilitar la inserción sociolaboral del alumnado participante, que el alumnado muestra actitudes positivas
y buena predisposición hacia el uso de las nuevas Tecnologías como Internet para facilitar su aprendizaje y
que la mayoría de las actividades realizadas les ha resultado muy satisfactoria, útiles e interesantes. Estos
resultados indican que el Programa EMFE fue una experiencia exitosa que facilitó la inserción sociolaboral
de este colectivo desfavorecido socioculturalmente.

The aim of this study is presenting the structure and fundamental characteristics of the Program of Mixed
Experiences of Formation and Employment (EMFE) whose general objective was to introduce teenagers
who live in rural areas into the labour world, providing them the necessary formative activities. This study
shows a review of some definitions, characteristics and introductory aspects of the vocational guidance that
are very important in these programs, the results of the questionnaire “Attitudes and Interests to Internet”
are contributed to facilitate the integral guidance of the participant, as well as an evaluation of the impact
and satisfaction that some educational activities have had, especially, in the participants of this program,
they have been the main characters of the teaching/learning process. Participants were 40 persons ranging
in age from 16 to 24 years old (53.33% women and 46.67% man), teenagers who live in rural areas of
Málaga without previous employment and without professional qualification, some of them presents Special
Educational Necessities and deficits in social abilities. The data demonstrate that the Program has been
a successful experience that has contributed to facilitate the integral guidance of the participant and the
data also show attitudes positive and good bias toward the use of the new Technologies like Internet to
facilitate their learning. The most of the activities that have been realized were very satisfactory, useful
and interesting for them. These results indicate that the Program EMFE was a successful experience that
facilitated the sociolaboral insert of this socioculturally disadvantage collective.

palabras clave/keywords:
Orientación vocacional, Internet, actividades educativas, jóvenes, inserción sociolaboral.
Vocational Guidance, Internet, educational activities, teenagers, sociolaboral insert.

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Francisco Manuel Morales Rodríguez praxi

Introducción obtener en la medida de lo posible un grado


de empleabilidad superior al que hasta ese
En los tiempos que nos toca vivir, en plena
momento poseían por un lado, y por otro
adaptación al Espacio Europeo de Educa-
lado, se les dio a conocer las técnicas y ten-
ción Superior es necesario ser más cons-
dencias más novedosas e innovadoras en
cientes que nunca de la importancia de una
las profesiones que se han impartido. Los
adecuada orientación vocacional, así como
objetivos específicos del Programa EMFE
de las enormes ventajas que este tipo de
fueron los siguientes: 1) Contribuir a que
iniciativas y programas tiene sobre la po-
el alumnado de este proyecto adquiriera los
blación, en especial, sobre aquellos colecti-
conocimientos y prácticas necesarias para
vos desfavorecidos socioculturalmente que
que accedan a cualquiera de las fórmulas
en época de crisis son aún más vulnerables.
de autoempleo o empleo por cuenta ajena
El Programa EMFE constituye un progra- existentes; 2) Proporcionar una formación
ma exitoso que de algún modo corrobora integral de los alumnos/as compaginando
cómo las políticas públicas deben orientar- los conocimientos teóricos sobre estas es-
se precisamente hacia el fomento de pro- pecialidades formativas y las técnicas para
gramas de este tipo en una doble dirección: desarrollar trabajo productivo a través de
Por un lado, mejorar mediante la formación actividades prácticas; 3) Determinar los
como la impartida en el presente programa recursos, las perspectivas de empleo, los
la preparación para la vida activa. Por otro intereses, la situación sociolaboral, moti-
lado, establecer otras medidas orientadas a vación, cualificación, capacidades, cono-
facilitar la inserción sociolaboral como el cimientos y habilidades del alumnado, que
fomento de las tutorías, actividades educa- fue la base para el proyecto de inserción so-
tivas, seguimiento y atención personalizada ciolaboral; 4) Realizar y planificar durante
impulsada en este programa durante el de- toda la duración del programa actividades
sarrollo de las prácticas profesionales. de orientación para facilitar la inserción
A continuación, se considera necesario, se- socio-laboral del alumnado participante;
ñalar el objetivo general y específicos del realizando el plan de inserción laboral más
programa implementado. En este programa adecuado para cada alumno/a de forma per-
la teoría se alternó con la práctica en cada sonal, relacionándolo con el mercado de
módulo, de manera que al finalizar el cur- trabajo para concretar su objetivo profesio-
so el alumno logró los conocimientos y la nal. Una vez determinado éste se siguió un
práctica suficiente para comenzar a ejercer itinerario para conseguir la meta propuesta;
la profesión aprendida. De modo que el ob- 5) Potenciar la utilización de los recursos
jetivo general del Programa fue introducir locales compatibles con la mejora del en-
a jóvenes y adolescentes que viven en nú- torno urbano, los servicios a la comunidad
cleos rurales de la provincia de Málaga en y el medio ambiente; 6) Generar valor aña-
el mundo laboral, dándoles una visión lo dido en el medio rural.
más completa posible tanto del medio físi- Una reflexión importante en este ámbito de
co como de la problemática actual del em- la orientación educativa (congruente con la
pleo y que obtengan un mejor posiciona- importancia que se viene dando actualmen-
miento frente al mercado de trabajo, y así te al mencionado modelo de intervención a

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praxi ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y TRÁNSITO A LA VIDA ACTIVA: UNA EXPERIENCIA ILUSTRATIVA

través de medios tecnológicos) es la refe- de enseñanza/aprendizaje así como cuáles


rida a las relaciones entre formación, em- han sido las principales actividades y lo-
pleo y nuevas tecnologías. Son muchas las gros de inserción sociolaboral alcanzados.
ventajas y aportaciones que las tecnologías
digitales pueden tener para el mundo de la Método
orientación en la actualidad. En esta línea,
Participantes
un aspecto a destacar es que el acceso ma-
sivo a las Tecnologías de la Información y El total de alumnos participantes en el pro-
de la Comunicación (TIC) está cambiando grama fue de 40, con un total de tres espe-
nuestra concepción del tiempo. Uno de los cialidades formativas con edades compren-
elementos importantes en el proceso de in- didas entre los 16 y los 24 años de edad y
tegración de las TIC en este programa es de ámbito rural, de la provincia de Málaga.
conocer precisamente las opiniones y acti- Entre las características de los participantes
tudes del alumnado respecto al uso de las están el hecho de ser jóvenes menores de 25
TIC en su proceso de aprendizaje e inser- años, sin empleo anterior y sin cualificación
ción (De Pablos, 2009; Martínez y Agua- profesional. Como datos estadísticos gene-
ded, 2004; Trujillo, 2005). Concretamente, rales respecto a la variable sexo se extraen
en este estudio se analizaron los resultados los siguientes: el 46.67% son alumnos y el
del cuestionario “Actitudes e intereses ha- 53.33% son alumnas. Hay algunos jóvenes
cia las TIC” que fue contestado por los par- con Necesidades Educativas Especiales y,
ticipantes en este programa. en algunos de estos jóvenes, en especial en
los chicos, se puede detectar cierto déficit
Por todo lo anterior, el objetivo general del en habilidades sociales. Con respecto a las
presente estudio ha sido ofrecer la estructu- características de los participantes podemos
ra y características fundamentales del exi- destacar que todos ellos poseen como nivel
toso Programa de Experiencias Mixtas de de estudios el certificado de estudios pri-
Formación y Empleo (EMFE) cuyo objeti- marios, EGB sin título o Bachiller elemen-
vo general fue introducir a jóvenes y ado- tal, tienen ya 16 años cumplidos y además
lescentes que viven en núcleos rurales en el están desmotivados académicamente para
mundo laboral. Con vistas a la consecución continuar sus estudios en Educación Regla-
de dicho objetivo general, se aportan los re- da. Puede destacarse que la composición de
sultados del cuestionario actitudes e intere- la muestra está equilibrada según el sexo
ses hacia las TIC cumplimentado por parte y que la mayoría de los participantes tie-
del alumnado participante en el Programa nen edades comprendidas entre los 17 y 20
EMFE como un elemento importante antes años. Los criterios utilizados para la selec-
de hacer uso de distintos medios tecnológi- ción fueron los siguientes: cumplir con los
cos para facilitarles el proceso de inserción requisitos mínimos de edad (16-24 años)
laboral en coherencia con al actual mode- dado que a partir de los 25 sí podían incor-
lo tecnológico. Asimismo, se presenta una porarse a otro tipo de talleres o escuelas
evaluación del impacto y satisfacción que taller de empleo; tener el nivel de estudios
han tenido las actividades educativas en el señalado, con respecto a sus conocimientos
alumnado participante en dicho programa profesionales ser Demandantes de Primer
como auténticos protagonistas del proceso Empleo menores de 25 años (inscritos en el

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Francisco Manuel Morales Rodríguez praxi

Servicio de Empleo correspondiente). En nuevas tecnologías ya no sólo en cada una


este programa se realizó una selección del de las especialidades sino, por ejemplo, In-
alumnado participante considerando inte- ternet para la búsqueda de empleo, sobre
reses, expectativas, necesidades educativas todo considerando el carácter especialmen-
así como otros indicadores sobre riesgo y te motivante de este recurso tecnológico
vulnerabilidad ante la exclusión social. Se para el alumnado de estas edades. De ahí la
consideró prioritaria la participación de necesidad de utilizar este cuestionario para
colectivos desfavorecidos sociocultural- evaluar dichos aspectos.
mente que tienen menores oportunidades
“Evaluación Fin de Acción Formativa”:
para formarse que fueron becados por el
Además del seguimiento y evaluación con-
Servicio Andaluz de Empleo para su parti-
tinua indagando en detalles tanto del con-
cipación en dicho programa. De hecho, las
tenido como de la situación de formación,
condiciones preferentes fueron las de ser
se realizó una “Evaluación Fin de Acción
personas inmigrantes, personas discapaci-
Formativa” al final de la docencia de los
tadas, víctimas de la violencia de género,
módulos así como para la evaluación del
minorías étnicas o pertenecer a familias
desarrollo del período de prácticas profe-
desestructuradas o en situaciones de mayor
sionales. Concretamente, en este trabajo
riesgo de exclusión social.
se ha utilizado el Inventario de Evaluación
Instrumentos del curso y del Formador (Finkbeiner, La-
throp y Schuelger, 1973). Este instrumento
Cuestionario “Actitudes e intereses hacia
está formado por 42 ítems para contestar
las TIC”: Este instrumento fue elaborado
en una escala de 5 escalones (Totalmen-
por el grupo de investigación HUM 378 del
te de acuerdo, De acuerdo, Neutral, En
PAI andaluz. Presenta adecuadas propie-
desacuerdo y Totalmente en desacuerdo).
dades psicométricas y se viene utilizando
Aunque en este estudio solo se presentan
en numerosos estudios e investigaciones
como las realizadas por Morales, Infante los resultados más relevantes y significa-
y Galindo (2003). Fue contestado por los tivos respecto a los ítems del mismo, este
participantes en este programa. Las cues- cuestionario permite evaluar cinco factores
tiones que refleja el cuestionario hacen re- tales como: actitud general hacia el curso,
ferencia a los conocimientos que se tienen actitud hacia los exámenes, actitud hacia
a nivel informático, hasta qué punto los jó- el método, relación formador/alumnado y
venes consideran útil Internet, desde dónde actitud hacia la carga de trabajo. Este ins-
suelen acceder, con qué frecuencia lo hacen trumento se ha empleado en numerosas
y hasta qué punto consideran útil la utiliza- investigaciones y presenta adecuadas pro-
ción del visionado de vídeos, Power point, piedades psicométricas, fiabilidad y validez
etc en su proceso de aprendizaje e inserción (Cohen, 1981; Marsh, Overall y Kesler,
sociolaboral así como numerosas cuestio- 1979). Con respecto a dicha “evaluación
nes en las que se les pregunta cuáles son final del Programa EMFE” se consideraron
las funciones que Internet puede llegar a conocimientos, procedimientos y actitudes.
tener en el contexto educativo, en especial, Por último, para la evaluación de período
para facilitarles su inserción sociolaboral. de prácticas en el desarrollo de los progra-
Se utilizaron en la medida de lo posible mas de experiencias mixtas de formación y

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praxi ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y TRÁNSITO A LA VIDA ACTIVA: UNA EXPERIENCIA ILUSTRATIVA

empleo” también se llevó a cabo una eva- En ambos cursos la metodología docente se
luación cualitativa por medio de entrevistas adaptó a cada uno de los módulos del curso
presenciales y telefónicas de los docentes en función de las destrezas, conocimientos
y alumnado del curso. Para ello se les pi- y habilidades pertinentes, es decir, propor-
dió también a los docentes que evalúen cionando el feedback en el momento ade-
al alumnado del curso acerca de aspectos cuado a la vez que se mejoró la motivación
tales como: a) Capacidades técnicas: Por de todos los implicados en los mismos.
ejemplo, si el alumnado es capaz de reali- Se accedió a Webs específicas tanto para
zar las actividades encomendadas; b) Ca- la búsqueda de empleo relacionada con la
pacidades organizativas: Por ejemplo, si especialidad como para completar los con-
asiste puntualmente al centro de trabajo; tenidos en función del caso. En cualquier
c) Capacidades relacionales: Por ejemplo, caso, siempre se dieron instrucciones plani-
si pide información y ayuda cuando la ne- ficadas, sistemáticas y dirigidas.
cesita; d) Capacidades de respuesta a las
contingencias: Por ejemplo, si aporta solu- Resultados
ciones e ideas a los problemas, etc.
Actitudes e intereses hacia las TIC: A con-
Procedimiento tinuación se muestran los resultados más
significativos del cuestionario empleado
Para la cumplimentación de los cuestiona-
para conocer las actitudes e intereses hacia
rios, se informó a los jóvenes sobre la pri-
el uso de las TIC en las actividades educa-
vacidad de la información y la necesidad de
tivas de formación y orientación sociolabo-
contestar de modo individual y de forma
ral realizadas en este programa (Tabla 1).
anónima en el tiempo que cada chico/a
necesitase estas pruebas para evaluar su Podemos ver en la Tabla 1 que la mayor
grado de satisfacción respecto al desarrollo parte del alumnado participante en el Pro-
del Programa. Para la administración de las grama EMFE conoce Internet. Así mismo,
diversas pruebas (cuestionarios, entrevista ante la pregunta de ¿Cómo lo conocieron?
telefónica, etc) se informó a la familia y a El 40% de los participantes afirman que lo
los alumnos sobre el carácter voluntario de conocieron a través del colegio y el resto a
la participación, garantizando en todo mo- través de sus amigos, de la familia y a través
mento la confidencialidad de los datos, me- de la televisión. La mayoría no dispone de
diante su tratamiento global. La aplicación ordenador personal y no dispone de página
fue desarrollada por un orientador que ex- web. Los servicios más usados de Internet
plicó los objetivos al profesorado dando las cuando se accede a la red son por orden de
instrucciones adecuadas al alumnado. Los uso: correo electrónico (50,40%); buscado-
cuestionarios se pasaron de forma colecti- res (30,00%); chats (17,83%); foros (1%).
va en las distintas especialidades siguiendo La gran mayoría (91,00%) consideran que
el mismo orden de administración de las Internet pude ser utilizado como recurso
pruebas. didáctico. Respecto al grado en que con-
sideran útil el uso de visionado de vídeos
Análisis de datos para facilitar su aprendizaje y proceso de
El programa se llevó a cabo durante los cur- inserción sociolaboral la puntuación media
sos académicos: 2002/2003 y 2003/2004. obtenida siguiendo una escala de 0-10 fue

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Francisco Manuel Morales Rodríguez praxi

de 9,57. Asimismo otorgan una puntuación les gusta la utilización del mismo. Según
de 8,9 al grado en que consideran útil el uso afirman dichos participantes, en términos
del Power Point en las clases teóricas así generales, sus conocimientos de informáti-
como una puntuación de 9,2 el grado en que ca son a nivel de usuario en cuanto a pro-

Tabla 1. Actitudes e intereses hacia Internet en los participantes (EMFE).

¿Sabes qué es Internet? No 15%


Sí 85%
Lo conociste a través de: Amigos 30%
Colegio 40%
Familia 10%
Televisión 19%

Otros medios 1%
¿Dispones de ordenador? Sí 8,00%

No 92,00%
Accedes desde: Instituto 3,76%
Facultad 0,00%
Cibercafé 4,76%
Casa 61,90%

Trabajo u otros 5,00%


Frecuencia en que lo usas: 1 ó + veces/día 92%

1 ó + veces/sem 8%
Servicios: Correo electrónico 50,40%
Chat 17,83%
Foros 1,00%
Buscadores 30,77%

Otros 0,00%
Tienes página Web: Sí 0,00%
No 100,00%
¿Internet puede crear adicción? Sí 60%

No 40,00%
¿Se puede utilizar como recurso didáctico? Sí 91,00%
No 9,00%

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praxi ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y TRÁNSITO A LA VIDA ACTIVA: UNA EXPERIENCIA ILUSTRATIVA

cesadores de texto, bases de datos, hojas de midos con los porcentajes correspondientes
cálculo e Internet; mientras que afirman no sobre algunos de dichos conocimientos de
poseer conocimientos sobre diseño gráfico, los participantes en el programa EMFE se
animación y programación. Los datos resu- presentan en la Tabla 2:

Tabla 2. Conocimientos generales a nivel informático.

% que consideran nivel


No poseen Nivel usuario Alto

Procesadores de Texto 0 93 7

Bases de datos 48,22 51,78 0

Hojas de Cálculo 60,48 39,52 0

Internet 0 100 0

Diseño Gráfico 100 0 0

Animación 100 0 0

Programación 100 0 0

A continuación se presentan los resultados Programa EMFE resultaron un recurso tec-


más significativos sobre las funciones de nológico especialmente motivante para los
las TIC en el contexto educativo obteni- participantes en el programa tanto para el
dos a partir de la escala tipo likert sobre el alumnado como para el profesorado. Se im-
grado de acuerdo con ciertas afirmaciones partieron módulos con las nociones básicas
(ver Tabla 3). Estos datos permiten concluir de alfabetización informática para que el
respecto a la importancia del uso de las TIC alumnado informatice su currículum vitae,
en el proceso de enseñanza/aprendizaje su carta de presentación, etc y se facilitó y
así como las posibles ventajas e inconve- orientó para el acceso a distintas páginas
nientes que tiene su utilización tanto por webs tanto de carácter más general como
parte del profesorado como por el alum- otras más especializadas para la búsqueda
nado de este programa y en el ámbito de de empleo. De hecho, a algunos alumnos
la formación no reglada de modo que ayu- lo llamaron desde empresas de trabajo tem-
de a adquirir la competencias y objetivos poral para incorporarse al mundo laboral
planificados. Concretamente, Internet y el precisamente de algunos de esos empleos
uso de visionado de vídeos utilizados en el que habían demandado y solicitado a través

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Francisco Manuel Morales Rodríguez praxi

Tabla 3. Funciones de las TIC en el contexto educativo (%).

Nada Poco Bastante Mucho

1. Internet se puede usar para enseñar 0 0 74,18 25,82

2. Internet puede sustituir la función del profesor 32,46 67,54 0 0

3. Internet sólo saben utilizarlo los alumnos con mayor nivel inte-
35,71 42,86 21,43 0
lectual

4. Internet puede sustituir la función de los libros y las pizarras 14,28 57,14 28,57 0

5. Internet puede compaginarse con las explicaciones que el pro-


0 7,14 78,57 14,28
fesor realiza en pizarra
6. Sería más útil, divertido y provechoso aprender a través de In-
0 25,81 61,00 13,39
ternet

7. Se transmiten valores positivos en Internet 8,29 74,28 17,43 0

8. Internet solo puede utilizarse actualmente en zonas socioeco-


6,93 52,41 30,86 9,80
nómicamente favorecidas
9. El nivel socioeconómico de las familias influyen en que conoz-
0 0 61,00 39,00
camos Internet

10. Internet favorece la capacidad para relacionarse con los demás 0 51,47 48,53 0

11. Favorece el uso de otros idiomas 0 43,69 56,31 0

12. No colabora en la mejora de la relación entre los miembros de


12,29 58,45 29,26 0
la Comunidad Educativa

13. Con Internet se pierde la relación profesor/a-alumno/a 11,58 34,69 53,73 0

14. Con el uso de Internet se pierde la relación entre compañeros/


6,97 40,27 52,76 0
as

15. El uso de Internet ayuda a hacer nuevos amigos/as 0 39,00 51,14 9,86

16. El uso de Internet aísla a las personas de su entorno 0 40 51,22 8,78

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praxi ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y TRÁNSITO A LA VIDA ACTIVA: UNA EXPERIENCIA ILUSTRATIVA

dichas páginas webs a las que se accedió cluir que la inmensa mayoría de los partici-
durante los módulos de orientación laboral. pantes tanto docentes (100%) como alum-
nado (99%) mostraban un muy alto grado
Impacto y satisfacción con de satisfacción respecto al programa y opi-
las principales actividades de naban que les gustaría seguir en el mismo.
orientación sociolaboral realizadas Además son muy significativos los logros y
en el programa EMFE aprendizajes alcanzados en cada una de las
especialidades. A partir de este momento
A continuación se presentan los resultados
empezaron a buscar trabajo y poco después
de análisis descriptivo realizado a partir de
muchos se plantearon trabajos remunera-
la interesante información proporcionada
dos relacionados con la especialidad sobre
por las entrevistas y sondeos de opinión todo en talleres de carpintería de la locali-
realizados respecto a los principales lo- dad así como el autoempleo, por lo que se
gros de inserción sociolaboral así como al puede decir que se produjo un importante
impacto y satisfacción con las principales porcentaje de inserción laboral como se
actividades de orientación sociolaboral comenta en el apartado siguiente. A con-
realizadas en el programa EMFE. En este tinuación en las tablas 4 y 5 se muestran
sentido, es importante señalar que el son- algunos de los muchos datos que se pueden
deo de opinión, entrevistas y cuestionarios extraer referidos al impacto y satisfacción
realizados para conocer aspectos positivos que ha tenido el programa en el alumnado
y negativos del programa nos permitió con- participante.

Tabla 4. Grado de satisfacción (%) del alumnado participante en algunas de las actividades realizadas en el Programa
de Experiencias Mixtas de Formación y Empleo.

Nada satisfactorio Algo satisfactorio Bastante satisfactorio Muy satisfactorio


% % % %
Viajes formativos 0 0 5 95
Webs empleo 0 0 28 72
Conferencias 0 0 29 71
Actividades grupales 0 0 16 84
Visionado vídeo 0 0 24 76
Orientación 0 0 0 100
Tutorías 0 0 0 100

Tabla 5. Grado de satisfacción (%) del alumnado participante en el Programa de Experiencias Mixtas de Formación y
Empleo, en términos generales.

Nada satisfactorio Algo satisfactorio Bastante satisfactorio Muy satisfactorio


% % % %
0 0 3 97

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Francisco Manuel Morales Rodríguez praxi

En términos generales, de la evaluación ceso principal al mercado laboral con ma-


cualitativa y cuantitativa realizada se des- yores garantía de estabilidad en el empleo.
prende que se trató de una experiencia exi- Por ello, son muchas las jóvenes del curso
tosa, necesaria y satisfactoria para todos los de Alfarero Ceramista que no dudaron en
participantes, docentes, alumnado, fami- intentar hacer del autoempleo su trabajo
lias de los participantes y para el entorno por cuenta propia como forma de acceder
en el que se desarrolló. De las técnicas de a su primer empleo con las consecuentes
investigación cualitativa, entre otros mu- ventajas tan matizadas durante el módulo
chos, por ejemplo, se obtienen los siguien- de Orientación Laboral. El alumnado está
tes resultados: En relación con el curso sumamente satisfecho con su participación
de carpintería los participantes desde que en el Programa, tal y como lo demuestran
acabaron el curso trabajaron en Talleres los sondeos de opinión realizados, tanto
de Carpintería de la localidad de mayor o por la Entidad como por los otros cuestio-
menor duración en función de la demandas narios/pruebas/instrumentos utilizados por
de la localidad. También ampliaron su for- la Consejería.
mación para seguir familiarizándose y pro-
fundizando en la especialidad a la vez que Discusión y conclusiones
agilizaron o analizaron los trámites perti- En este estudio se ha presentado la estruc-
nentes para la inminente puesta en marcha tura y características fundamentales del
de una cooperativa en la localidad. Los par- exitoso Programa EMFE. Asimismo se
ticipantes realizaron prácticas profesiona- analizan cuáles son las actitudes e intere-
les en ocupaciones más o menos relaciona- ses hacia las TIC por parte del alumnado
das con el aprendizaje del curso valorando participante en el Programa EMFE como
de forma excelente la contribución, apoyo un elemento importante antes de hacer
y motivación que les supuso la realización uso de distintos medios tecnológicos para
del curso manifestando el impacto impor- facilitarles el proceso de inserción labo-
tantísimo que ha tenido las competencias ral. También se aporta una evaluación del
socio-emocionales aprendidas en el módu- impacto y satisfacción de las principales
lo de Orientación Laboral para la consecu- actividades educativas realizadas en este
ción de su primer empleo, aunque sea en Programa. Posteriormente, se exhiben, en
ocupaciones no directamente relacionadas términos generales, los principales logros
con la profesión aprendida. Desde el prin- de inserción sociolaboral alcanzados que
cipio nuestros jóvenes sabían que una de se desprenden de los datos cuantitativos y
sus principales salidas laborales podía ser cualitativos recogidos al respecto.
el autoempleo, centrándose la formación y
Uno de los elementos que en la actualidad
orientación laboral que se les impartió tam-
se considera relevante en este tipo de pro-
bién en tal aspecto. De hecho, las entrevis-
gramas es la consecución de los objetivos
tas telefónicas realizadas a los seis meses
de planificación estratégica general (obje-
de finalización del curso permiten reseñar
tivo, seguimiento y control). En ese senti-
que el 99,49% consideran la formación y
do, con la celebración de este programa se
el autoempleo como elementos muy impor-
contribuyó, tal como se había previsto en
tantes (ante una escala de 1=Nada, 2=Algo,
los objetivos previos de planificación, a
3=Bastante y 4=Mucho) como vía de ac-

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praxi ORIENTACIÓN VOCACIONAL Y TRÁNSITO A LA VIDA ACTIVA: UNA EXPERIENCIA ILUSTRATIVA

que el alumnado de este curso adquiriera rias por el alumnado, el profesorado y las
los conocimientos, destrezas y habilidades familias de los participantes beneficiados
necesarias para desarrollar el proceso de que se muestran especialmente agradecidas
inserción laboral. Aunque en este terreno, por la orientación sociolaboral y apoyos re-
como se refleja frecuentemente en la lite- cibidos. Además los logros y amplio por-
ratura sobre Psicología Educativa, de los centaje de inserción sociolaboral alcanzado
Recursos Humanos y de las Organizacio- avalan la eficacia y eficiencia de este im-
nes (Gallego, 1999) no poseemos varitas portante programa.
mágicas, es importante evaluar como se Son muchos los participantes en este tipo
consideró en este programa aspectos tales de programas, incluso los más brillantes
como los recursos, los intereses, la situa- intelectualmente, no solo aquellas personas
ción sociolaboral, la motivación, la cuali- en desventaja social sea del tipo que sea,
ficación, las capacidades, conocimientos y los que necesitan asesoramiento y ayuda
habilidades sociales del alumnado (Rivas, respecto a la elaboración del currículum y
1993; Sanchis, Pastor, Campos e Ibáñez, preparación para la superación de entrevis-
2002; Santana y Alvarez, 1996). tas de trabajo, estrategias de estudio, reali-
Durante el desarrollo del Programa EMFE zación de pruebas, formas de presentar la
se ha hecho uso y aplicación de las nuevas información, etc. Con esa ayuda se facili-
tecnologías para facilitar la inserción so- tó el aprendizaje del alumnado a los que
ciolaboral ya que se trata de recursos tec- se apoyó en función de sus conocimientos
nológicos especialmente motivantes para previos y de sus potencialidades, sin olvidar
el alumnado de estas edades, siendo muy que las actividades de orientación sociola-
útil incluso para el aprendizaje de determi- boral deben ser diseñadas cuidadosamente
nados valores importantes para facilitar el para ayudar al alumnado a conocerse a sí
proceso de inserción sociolaboral (Javaloy, mismos, sus intereses, valores, habilidades,
Espelt y Cornejo, 2001; Morales, Infante y identificación y facilitándoles la resolución
Galindo, 2003). Así, se utilizaron ordena- de problemas.
dores para introducirnos en páginas webs Desde la perspectiva psicoeducativa man-
tanto para completar los contenidos como tenida en este programa, se evaluaron las
para otras de búsqueda de empleo. En este características del déficit de determinadas
sentido, se utilizaron distintos programas personas (por ejemplo, existen determina-
informáticos (estrategia de dinamización das características que suelen estar presen-
de recursos tecnológicos). Como se en- te en determinadas personas con discapa-
cuentra en estudios actuales es relevante te- cidad) pero ante todo, se trató conocer al
ner conocimientos sobre el uso de los orde- individuo ante el cual estamos asesorando,
nadores y actitudes hacia las TIC como los puesto que cada uno es diferente y requiere
que se han obtenido en este trabajo en es- una atención y tutorización personalizada.
tudiantes de estas edades (Ademola, 2009). Resumiendo, puede destacarse que este
Con respecto a la evaluación del impacto programa contribuyó a la búsqueda de so-
y satisfacción de las actividades de orien- luciones satisfactorias, eficientes y eficaces
tación laboral realizadas, las mismas son al proceso de socialización e integración
percibidas como muy útiles y satisfacto- sociolaboral, a través de un uso del tiempo

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Francisco Manuel Morales Rodríguez praxi

más enriquecedor para el individuo y so- De Pablos, J. (2009). Tecnología educativa. La formación
del profesorado en la era de Internet. Málaga: Aljibe.
cialmente más útil en este proceso de rela-
Gallego, S. (1999). Cómo planificar el desarrollo profe-
ción de ayuda. Para ello se intentó de algún
sional. Barcelona: Laertes.
modo el ajuste entre las características per-
Javaloy, F., Espelt, E. y Cornejo, J. M. (2001). Internet y
sonales del joven (capacidades, intereses, movimientos sociales: un enfoque psicosocial. Anuario
personalidad, etc) y las variadas exigencias de Psicología, 32 (2), 31-37.
del mundo laboral considerando el puesto Marsh, H. W., Overall, J. V. y Kesler, S. P. (1979). Validity
de trabajo, tareas, funciones y la actividad of Studentes evaluations of instructional effetiveness: A
comparison of Faculty Self-Evaluations and Evaluations
profesional como aspectos o características by their Students. Journal of Educational Psychology, 71,
fundamentales a identificar y analizar, los 149-160.
cuáles se acentúan más o menos en función Martínez, T. y Aguaded, J. (2004). El uso de las TIC en
del enfoque de asesoramiento subyacente. alumnos principiantes de las universidades españolas.
Granada: GEU.
Finalmente, puede concluirse que se trata Morales, F. M., Infante, L. y Galindo, A. (2003). Actitudes
de un programa pionero que reportó nu- e intereses hacia Internet en una muestra de estudiantes
de Secundaria. Encuentros en Psicología Social, 1(3), 3-6.
merosos beneficios y oportunidades so-
ciolaborales a jóvenes desempleados, en Rivas, F. (1993). Psicología Vocacional. Enfoques del ase-
soramiento. Madrid: Ediciones Morata, S. L.
situaciones de riesgo de exclusión social,
Sanchis, P., Pastor, J., Campos, V. e Ibáñez, J. J. (2002).
desmotivados académicamente y que no se Curso de Formación para Agentes de Inserción Socio-
podían incorporar fácilmente a otro tipo de laboral. Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Valencia: Centro Alzira.
programas.
Santana, L y Alvarez, P. (1996). Orientación y educación
La continua demanda social de programas sociolaboral. Una perspectiva curricular. Madrid: EOS.
de este tipo en el actual contexto de crisis Trujillo, A. (2005). Nuevas tecnologías y psicología. Una
económica avala su necesidad de continui- perspectiva actual. Apuntes de Psicología, 23(3), 321-335.
dad y su coherencia para ofrecer ayuda y
apoyo a la juventud en su proceso de inser- Fecha de recepción: 09/06/2011
ción sociolaboral. Fecha de aceptación: 04/07/2011

Agradecimientos: Este programa fue fi-


nanciado por la Junta de Andalucía y con
Fondo Europeo de Desarrollo Regional
(FEDER).

Referencias
Ademola, R. (2009). Influencia de la ansiedad ante los or-
denadores y el conocimiento de su uso en estudiantes
de secundaria. Electronic Journal of Research in Educa-
tional Psychology, 19, 7(3), 1269-1288.
Cohen, P. A. (1981). Students ratings of instruction and
Student achievement: A meta-analysis of multisection
validity studies. Review of Educational Research, 51, 281-
309.

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crítica de llibres
novetats
Es un hecho que mindfulness (atención plena) está de
moda. Hemos observado en los últimos años el desarro- Aprender a practicar
EN ANSIEDAD

Mindfulness
llo de un interés creciente en los enfoques basados en
mindfulness, con centenares de artículos y decenas de li-
bros que aparecen constantemente sobre el tema. Aunque
no lo veamos ahora claramente, creo que habrá sin duda
un declive y un final para esta burbuja de publicaciones
contemplativas.
No obstante, pienso que estamos ante un libro que está
destinado a perdurar, o a mantener el interés, por diver-
sas razones. En primer lugar, mindfulness posee una evi-
dencia clínica y neurobiológica de su utilidad y eficacia
de la que carecen muchos enfoques clásicos y diversas
teorías novedosas en psicoterapia. Mindfulness no es una
moda pasajera new age, como se pretende en ocasiones,
sino una sólida práctica basada en la investigación que
puede mejorar la salud y bienestar de forma consistente
y perdurable.
En este libro, Vicente Simón nos ofrece un marco de
introducción a la práctica de mindfulness explicando
de forma sencilla un esquema de actuación muy eficaz
para la regulación de las emociones difíciles que tiene
relevancia clínica y personal para terapeutas, pacientes
y público en general. Se realiza una exposición breve
pero profunda de lo necesario para comprender, iniciarse
y adentrarse si uno lo desea, en la meditación. El autor
sintetiza gran parte de la investigación clínica y neuro- Autores: Vicente Simón, con la colaboración de
biológica relevante documentada con referencias a neu- Christopher Germer.
rocientíficos como Daniel Siegel, Richard Davidson o Sello Editorial, Barcelona, 2011.
Joseph Ledoux, pero también por los insights de poetas/
filósofos como Pessoa o Spinoza y de monjes budistas El capítulo 5 (compasión y autocompasión), escrito con
como Ajahn Chah o Pema Chödron. Christopher Germer, aclara ideas erróneas sobre el con-
El libro está estructurado en siete capítulos. cada capítulo cepto de autocompasión de forma esclarecedora, su nece-
se cierra con la transcripción de una meditación guiada. sidad e implicaciones. Termina con la meditación de dar y
recibir, inspirada en la práctica tibetana del Tonglen.
En el capitulo 1(qué entendemos por mindfulness) , se
abordan los conceptos fundamentales y las circunstan- El capítulo 6 (la presencia) trata sobre un estado de con-
cias más propicias para la meditación formal, tanto en ciencia que es fruto de la práctica, especialmente rele-
cuanto a postura, momento del día y condiciones para vante para el desarrollo de los clínicos, ilustrado con su-
practicar. Culmina con la meditación guiada del sonido gerentes metáforas. Da paso a la meditación del espacio
y el silencio. y de la luz.
El capítulo 2 (la instrucción fundamental) se adentra en El cápítulo 7 (recomendaciones finales) se centra en
proporcionar al lector un soporte teórico para adentrar- otros temas de interés para profundizar en la práctica,
se en la experiencia de forma fundamentada y anticipar los obstáculos que se presentarán inevitablemente y la
aquello con lo que va a encontrarse y qué es posible ob- forma más apropiada de darles respuesta. Finaliza con
servar. Termina con la meditación del cuerpo. algunos comentarios sobre la conveniencia de los retiros,
El capítulo 3 (la actitud apropiada) constituye el centro los grupos de práctica y la incorporación de mindfulness
del libro y explica la naturaleza de la aceptación, el pre- en la vida cotidiana.
sente y la disposición con que hemos de aproximarnos a Este libro tiene el potencial de convertirse en un recur-
la realidad fenomenológica que aparece con la práctica
so práctico importante. Aunque está dirigido al público
de la meditación. Se cierra con la meditación de la res-
en general, será de gran provecho para los clínicos y sus
piración.
consultantes. Pero también para cualquier persona que
El capítulo 4 (las emociones) presenta de forma sucin- quiera acercarse con curiosidad y una actitud abierta a la
ta la función adaptativa de las emociones y un esquema práctica de mindfulness que encontrará en él todo lo que
práctico para su regulación basado en mindfulness que necesita para empezar.
denomina “los siete peldaños del equilibrio emocional”.
Termina con la meditación de las emociones. Por Joaquín Pastor Sirera

126 nºnº102
102••juliol-desembre
juliol-desembre2011
2011••pàgines
pàgines126-127
128-130
crítica de llibres
novetats
La detección temprana del trastorno obsesi-
vo compulsivo es un predictor muy impor-
El trastorno obsesivo-
tante de una evolución positiva. Pero, de compulsivo en niños y
adolescentes
acuerdo a los autores del libro, por miedo al
etiquetaje precoz, nuestros manuales diag-
nósticos siguen considerándolo de inicio en
la edad adulta. Sin embargo, cuando en en-
trevista hablamos con el paciente con TOC,
con mucha frecuencia refieren la presencia
de síntomas en la infancia. Desde esta ne-
cesidad de diagnóstico y, sobre todo, inter-
vención del TOC desde su aparición, surge
el libro El trastorno obsesivo – compulsivo
en niños y en adolescentes, de Ana Isabel
Rosa Alcázar y José Olivares Rodríguez.

Estos profesores de la Universidad de Mur-


cia (junto con otros colaboradores de la
misma institución) repasan de una forma
amena, clara y muy práctica, aquello que
se debe saber al enfrentarnos a un niño con Autores: Ana Isabel Rosa Alcázar y José Olivares Ro
Ro-
obsesiones y compulsiones. dríguez.

La primera parte del libro ubica el trastorno Una vez finalizado el diagnóstico, se nos
dentro de su marco teórico: comienza deli- detallan posibles intervenciones desde tres
mitando el concepto y haciendo un breve enfoques diferentes: el farmacológico, el
recorrido histórico por las distintas concep- psicológico (tanto psicodinámico como
ciones, desde corrientes demonológicas a cognitivo – conductual, en el que se cen-
las más cognitivas. Tras esta introducción, tran con mayor detalle) y el mixto.
se establece la caracterización clínica, el
curso y pronóstico; y las explicaciones a su Para finalizar, y a modo de resumen y apli-
aparición desde distintas concepciones. cación final, el manual nos presenta cinco
casos prácticos con su proceso diagnóstico
En la segunda parte, el libro adopta una y la intervención más recomendable para
perspectiva mucho más práctica. En pri-
cada uno de ellos.
mer lugar, y a modo general, nos recuerda
cuáles son las características con las que Nos encontramos ante otro manual similar
debería contar un psicoterapeuta infantil, a los publicados por Ojos Solares: sencillo,
así como las fases del proceso terapéutico. práctico (especialmente en cuanto a evalua-
Pasamos a continuación a concretar esta ción y diagnóstico) y de fácil lectura. Re-
práctica en cómo diagnosticar el TOC: los comendable.
autores aportan un considerable abanico de
variables a evaluar, con su correspondien-
te batería de instrumentos (encontramos Por Victoria GarcíaC uencay
aquí la mayor aportación de este manual). Patricia Esteban Delgado

126-127
nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 128-130 127
novetats novetats
novetats en... Trastornos de Ansiedad
nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 128-130
EN ANSIEDAD

TECNO ESTRÉS
José María Martínez Selva. (Barcelona, 2011. Ed. Paidós)

El catedrático de la Universidad de Murcia, José María Martínez


Selva, define el tecnoestrés como el impacto negativo en nuestra
salud física y mental de la implantación de las nuevas tecnologías
en nuestras vidas. Mediante esta obra, el autor pretende ayudar a
superar los problemas que puede causar en muchas personas la in-
mersión obligatoria en un mundo tecnológico, tanto a nivel profe-
sional como social. También dirige a los diseñadores y comercia-
lizadores de este tipo de material, algunos consejos para dar a las
nuevas tecnologías un papel más constructivo.

EDUCAR SIN ESTRÉS


Para formar niños bondadosos y responsables sin cachetes, castigos ni sobornos.
Judy Arnall . (Barcelona, 2011. Ed. Médici.)

La terapeuta Judy Arnall nos propone, en este nuevo libro una gran
variedad de estrategias y herramientas para afrontar con éxito si-
tuaciones desafiantes con niños de 0 a 19 años. Desde la defensa
de la disciplina positiva, y mediante múltiples ejemplos prácticos,
se nos expone cómo llegar a través de la acción, conversación y
negociación, a mejorar las relaciones paterno – filiales.

TOC. OBSESIONES Y
COMPULSIONES
Amparo Belloch, Elena Cabedo y Carmen Carrió. (Madrid, 2011. Ed. Alianza Editorial)

La catedrática Amparo Belloch y las psicólogas clínicas Elena Ca-


bedo y Carmen Carrió, nos aportan en este interesante manual su
perspectiva y experiencia en la aplicación de tratamientos cogniti-
vos para el TOC. Las obsesiones y compulsiones son condiciones
clínicas heterogéneas, que difieren en tratamiento de otros trastor-
nos de ansiedad. La aplicación de técnicas cognitivas que debiliten
interpretaciones disfuncionales cuenta ya con una amplia eficacia
probada.

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novetats

CONVIVIR CON NIÑOS Y


ADOLESCENTES CON ANSIEDAD
C. Soutullo y A. Figueroa. (Madrid, 2011. Ed. Médica Panamericana)

Los doctores especialistas en Psiquiatría Infantil y Adolescente César


Soutullo y Ana Figueroa, centran su manual en tres bloques diferenciados
relacionados con el tema. En primer lugar, delimitan de forma sencilla la
etiología y características definitorias del trastorno. En el segundo bloque
describen el deterioro real originado por la patología en el desarrollo del
niño. Finalizan con la descripción detallada de la intervención necesaria
para abordar esta problemática, desde una perspectiva que combina el
tratamiento farmacológico y el terapéutico.

COMPRENDER LA ANSIEDAD,
LAS FOBIAS Y EL ESTRÉS
Juan Rojo Moreno (Coord.) (Madrid, 2011. Ed. Pirámide)

El doctor en psiquiatría y profesor titular de Psiquiatría en la Universidad


de Valencia, Juan Rojo Moreno, dirige su obra a formar e informar a los
lectores sobre cómo es el mundo de la persona que padece estas enferme-
dades para que pueda tomar una actitud correcta ante estas situaciones y
comprender mejor a la persona que las padece. Con un lenguaje cercano
y mediante casos clínicos se explican las diversas maneras en las que se
presenta la ansiedad y se destaca la importancia de la distinción entre an-
siedad reactiva y ansiedad endógena para explicar porqué la ansiedad y
el estrés, padecimientos que todos podemos sufrir, no a todos nos afectan
como enfermedad

CÓMO SOBREPONERSE A
LA ANSIEDAD: Un manual práctico para que la ansiedad deje de controlar tu vida
Izabela Zych. (Madrid, 2011. Ed. Pirámide)

Con un lenguaje psicológico pero cercano, la doctora en psicología y


profesora de la Universidad de Huelva, Izabela Zych, nos aporta un
interesante acercamiento a la intervención en ansiedad. La autora nos
plantea la ansiedad como una señal de alarma que hemos de aprender
a interpretar: puede sernos muy útil pero hemos de saber controlarla
cuando no lo es. Con el objetivo de enseñarnos a ‘aprender a desa-
prender’ se plantean múltiples ejercicios prácticos que guían un tra-
bajo hacia la racionalización de nuestros pensamientos.

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normes de publicació
novetats EN ANSIEDAD
Informació Psicològica aceptará para su publicación trabajos de orientación científico-profesional
los diversos ámbitos de aplicación de la Psicología.
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Se podrán presentar un máximo de seis gráficas en tinta negra (formato 9x12 o múltiplo) numeradas como figuras.
Se incluirá el título, un resumen y palabras clave en el idioma del artículo y en inglés.
Las referencias bibliográficas, las citas de libros, artículos y páginas web seguirán las normas internacionales
de la APA. Ejemplos:
Bayes, R. (2001) Psicología del sufrimiento y de la muerte. Barcelona: Martínez Roca.
Calvete, E. y Villa, A. (2000) Burnout y síntomas psicológicos. Modelo de medida y relaciones estructurales.
Ansiedad y Estrés, 6 (1), 117-130.
Burns, L.H. (1999) Sexual Counseling and Infertility. En L. H. Burns (Ed) Infertility counseling: A comprensive
handbook for clinicians. New York: Parthenon Publishing Group.
Alizade, A. M. (2006) El final del complejo de Edipo en la mujer (de la duplicación a la individuación)
Recuperado el 15 de febrero de 2006, de www.psicomundo.com/foros/genero/edipo.htm
Por su parte, en la sección Praxis tienen cabida un rango heterogéneo de trabajos como son: casos clínicos específi-
cos, exposición de técnicas terapéuticas, descripción de métodos de trabajo, revisión de prácticas clínicas e incluso
otros contenidos que tengan como finalidad comunicar un saber práctico o aplicado.

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de investigación, experiencias piloto, programas preventivos o comunitarios, series clínicas de suficiente interés,
etc. y que requieran de una rápida difusión.
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luación por pares (externos y anónimos)-. Los evaluadores son miembros del Comité Editorial, expertos en
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