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Està inclosa en les següents bases de dades:
CINDOC, PSICODOC, LATINDEX,
DIALNET I REDALYC
summaryeditorial 3
dossier 4
• Cognitive-behavioral intervention for anxiety disorders:
an update Consell Editor:
Antonio Cano-Vindel, Esperanza Dongil-Collado, Francisco J. Santolaya Ochando (degà)
Vicenta Esteve Biot (vicedegana 1º)
José M. Salguero and Cristina M. Wood .........................................4 Concepción Sánchez Beltrán (vicedegana 2º)
• New technologies in the treatment of anxiety disorder Mar Lluch Quevedo (vicedegana 3º)
Oscar Cortijo Peris (secretari)
R.M. Baños, V. Guillén, A. García-Palacios, S. Quero Paloma Botella Marco (vicesecretaria)
and C. Botella ..................................................................................28 Miguel A. Torricos Sanchis (tresorer)
Vocals:
• Cognition and emotion in generalized anxiety Amparo Malea Fernández, Rosario Morales Moreno,
Andrea Ollero Muñoz, Manuel R. Peretó i Soriano,
disorder. Clinical implications Pilar del Pueblo López i Juan Luis Quevedo Rodríguez.
José M. Prados ...............................................................................47 Secretària de redacció:
Lidia Tena i Espada
• Panic disorder, with or without agoraphobia,
and its treatment. Present vision Disseny:
Susana Aguilar Giner
Consuelo Martínez Valero, Miguel J. Perelló del Río and
Tirada: 6.400 exemplars
Miguel Hernández Viadel................................................................63
Impressió i maquetació:
Gráficas Antolin Martínez, s.l.
• Obsessive-compulsive behavior in children C/. Barón de Herves, 8 • 46003 Valencia
and adolescents: A descriptive study in Spanish children Tel. - Fax 96 391 89 84 • www.grafamar.com
Aurora Gavino, Antonio Godoy and Raquel Nogueira ....................79 Col·legi Oficial de Psicòlegs de la
Comunitat Valenciana
• Fourteen years of research and implementation Carrer Comte d’Olocau, 1. 46003 València
www.informaciopsicologica.info
of the IAFS Program (1997-2011) revistaip@cop-cv.es
José Olivares...................................................................................90 tf: 96 392 25 95 • fax: 96 315 52 30
interview 110
• Dra. Cristina López Altschwager
by Consuelo Martínez ...................................................................110
praxi 114
• Vocational aptitude and transition to working life:
proven experience
Francisco Manuel Morales Rodríguez .......................................... 114
2
editorial
nº 102. Los trastornos de ansiedad
Tal como venimos anunciando, la revista Informació Psicològica está inmersa en una etapa,
marcada por la introducción de innovaciones y cambios, que esperamos sirvan para mejorar
todavía más el nivel de calidad de la revista, así como su impacto.
Nuestro interés es potenciar una publicación de carácter científico de máximo nivel que eng-
lobe la investigación académica y la práctica profesional, haciendo hincapié en este último
aspecto como seña de identidad que la diferencie de otras revistas ya existentes.
Para ello, se considera necesario efectuar una apuesta decidida para la adaptación a las nuevas
tecnologías, incorporando una gestión electrónica que permita agilizar el proceso interno que
abarca desde la recepción de los artículos, pasando por la revisión por parte del comité edito-
rial, hasta llegar a la aceptación y maquetación definitiva. Así, a lo largo del próximo año 2012
se trabajará en esta dirección, realizando las acciones oportunas para la transición a un formato
digital.
El primer cambio visible es la modificación de su periodicidad, que pasa a ser semestral, desde
este número, el 102.
En esta ocasión, el dossier está dedicado monográficamente a los trastornos de ansiedad y su
tratamiento clínico, tanto en adultos como en población infantil y adolescente. Las aportaciones
de diferentes equipos de investigadores y profesionales de la psicología permiten una actuali-
zación y una revisión de las distintas patologías incluidas en este amplio grupo de trastornos.
El equipo de la Universidad Complutense de Madrid, encabezado por Dr. Cano Vindel, pre-
senta una propuesta de protocolo de intervención para los trastornos de ansiedad, desde la
reestructuración cognitiva basada en los sesgos cognitivos, siguiendo la Teoría de los Cuatros
Factores de Eysenck.
Las nuevas tecnologías están siendo aplicadas en el tratamiento de los trastornos de ansiedad.
La simulación mediante la realidad virtual y la realidad aumentada, el uso de Internet y los
programas de tratamiento computerizados, o el uso de dispositivos móviles son revisados por
la catedrática Rosa Mª Baños, junto con un plantel de investigadores de las Universidades de
Valencia y Castellón.
El profesor Prados se centra en el trastorno por ansiedad generalizada, exponiendo sus criterios
diagnósticos, las aproximaciones teóricas, las herramientas de evaluación disponibles y los
últimos avances terapéuticos.
El trastorno de pánico, con o sin agorafobia, su epidemiología, el análisis de los criterios para
su diagnóstico en el DSM-IV y su próxima actualización en el DSM-V, junto con una revisión
de los tratamientos, constituye el tema del artículo de Martínez, Perelló y Hernández.
Para completar el dossier, los dos últimos trabajos se centran en la infancia y adolescencia. La
catedrática Aurora Gavino y su equipo de la Universidad de Málaga, presenta datos de un es-
tudio descriptivo de las conductas obsesivo-compulsivas en niños y adolescentes españoles. El
desarrollo del Programa de Intervención en Adolescentes con Fobia Social (IAFS) y los resul-
tados obtenidos en su aplicación son presentados por su autor, el catedrático José Olivares, de
la Universidad de Murcia. Por último, se incluye una entrevista a Cristina López Altschwager.
Como colofón, en este número se inaugura una nueva sección: Novetats, cuyo objetivo es
presentar libros publicados recientemente sobre un determinado tema; en este caso, hemos
incluido un total de seis publicaciones relacionadas con nuestro dossier. Con ello, pretendemos
ofrecer información actualizada sobre las novedades editoriales que pueda ser de utilidad para
el desempeño de los y las profesionales de la psicología.
Chelo Claramunt
Directora
resumen/abstract:
En este artículo se expone una propuesta de protocolo sobre planificación de tratamiento para desórdenes
emocionales, centrándonos especialmente en trastornos de ansiedad, el cuál incluye las principales fases
que debe contemplar un plan de trabajo. Se expone también un modelo de intervención cognitiva basado
en el enfoque de los sesgos cognitivos, en concreto en la Teoría de los Cuatro Factores de Michael W.
Eysenck, desarrollada en los inicios de la década de los noventa. Se trata de una intervención centrada en la
reestructuración cognitiva, que se ha inspirado en la psicología cognitiva experimental, y ha encontrado una
forma de explicar y tratar los desórdenes emocionales de manera más práctica y eficaz que la intervención
cognitivo-conductual basada en los modelos tradicionales.
This article sets out a proposal for a treatment planning protocol of emotional disorders, especially focused
on anxiety disorders, which includes the main steps that should be outlined in a work plan. It also describes
a cognitive intervention model based on the cognitive bias approach, particularly Michael W. Eysenck’s Four
Factor Theory, developed in the early nineties. This is an intervention focused on cognitive restructuring,
which was inspired by experimental cognitive psychology, and has found a way to explain and treat
emotional disorders in a more practical and effective way than cognitive-behavioral interventions based on
traditional models.
palabras clave/keywords:
Ansiedad, sesgos cognitivos, trastornos de ansiedad, evaluación, tratamiento, reestructuración cognitiva.
Anxiety, cognitive biases, anxiety disorders, assessment, treatment, cognitive restructuring.
La ansiedad es una emoción que surge ante ansiedad es muy importante para nosotros
situaciones ambiguas o de resultado in- (como un examen decisivo) es posible que
cierto, en las que anticipamos un posible provoque una fuerte reacción a nivel cog-
resultado negativo o amenaza para nues- nitivo que nos ayude a pensar más deprisa,
tros intereses, preparándonos para actuar centrar la atención en el problema, o anti-
ante ellas mediante una serie de reaccio- cipar posibles escenarios; además, puede
nes cognitivas, fisiológicas y conductuales movilizar recursos energéticos mediante
(Cano-Vindel, 2004). Esta reacción natural una gran activación fisiológica (aumento
de preparación nos ayuda a movilizar re- de la tensión en los músculos, bombeo de
cursos para afrontar mejor dicha amenaza más sangre, más oxígeno, etc.); o tal vez
percibida. Así, si la situación que provoca una conducta más inquieta, ágil y rápida.
Dicha reacción de ansiedad, por lo gene- temblor de voz, porque temen que los de-
ral, nos ayudará a responder mejor ante las más observen esta respuesta en ellos, les
demandas de la situación, cumpliendo por evalúen muy negativamente por no poder
tanto, una función de adaptación al medio. controlarla y les rechacen o les despidan
Sin embargo, en ocasiones la ansiedad no del trabajo.
facilita una mejor adaptación (Cano-Vin- En todos estos casos, por lo general, lo que
del, 2011b), pues con frecuencia surgen observamos es que estas personas, además
falsas alarmas ante posibles amenazas que de ignorar qué es la ansiedad, qué son las
realmente no lo son, e incluso muchas per- emociones, para qué sirven y cómo se re-
sonas se activan sin saber por qué, u otras gulan (Amstadter, 2008), han desarrollado
tienden a percibir reiteradamente una serie importantes sesgos cognitivos (Bar-Haim,
de amenazas magnificadas que les provo- Lamy, Pergamin, Bakermans-Kranenburg,
can niveles excesivamente altos de ansie- & van, 2007; Craske & Pontillo, 2001;
dad (i.e., malestar psicológico, alta acti- Eysenck & Derakshan, 1997), así como
vación fisiológica, inquietud motora, etc.) un proceso de aprendizaje emocional “de-
y que pueden llevar a problemas de rendi- sadaptado”, lo que les conduce en la direc-
miento (i.e., bloqueos), o problemas de sa- ción opuesta a la deseada, de manera que
lud mental (e.g., trastornos de ansiedad) o cada vez tienen menos control sobre las
física (i.e., trastornos psicofisiológicos por reacciones emocionales que les gustaría
exceso de activación). regular, pudiendo llegar a desarrollar uno
Algunas personas, cuando llevan tiempo o varios desórdenes mentales (i.e., emocio-
sometidas a un fuerte estrés (Cano-Vindel, nales), especialmente trastornos de ansie-
Dongil-Collado, & Wood, 2011), pueden dad (Asociación Americana de Psiquiatría,
presentar diferentes modos de desregula- 2001).
ción emocional: (1) miedo irracional o te- A continuación, exponemos un protoco-
mor a algunas reacciones emocionales o a lo de intervención para los trastornos de
determinados aspectos de las mismas (e.g., ansiedad y otros desórdenes emocionales
miedo a dar una respuesta asertiva por te- similares que contiene, por un lado, un es-
mor al enfado de otros, incapacidad de quema de planificación del tratamiento y,
expresar ira por temor a perder el control, por otro, un modelo de intervención me-
miedo a ciertas situaciones o a experimen- diante reestructuración cognitiva, basada
tar ansiedad por temor a las sensaciones fí- en un modelo explicativo sobre los sesgos
sicas, etc.); (2) pueden mostrar evitaciones cognitivos en los trastornos de ansiedad.
a situaciones emocionales, aunque no pue-
dan permitirse evitarlas (e.g., evitar hablar Planificación del tratamiento
en público por culpa de la ansiedad, aunque La planificación del tratamiento se podría
sea una exigencia de su trabajo, o evitar definir como un conjunto de actividades or-
viajar en avión, cuando sería lo más conve- ganizadas y estructuradas secuencialmente
niente, etc.); (3) o pueden experimentar una en fases o etapas, que nos van a ayudar a
elevada activación fisiológica en una deter- alcanzar objetivos específicos distribuidos
minada respuesta, como el rubor, el sudor, en momentos diferentes del proceso tera-
el temblor muscular de extremidades, o el péutico (i.e., evaluación pretratamiento,
Entrevista semiestructurada.
se intolerante con sus sensaciones físicas rafobia están centrados sobre todo en su
de ansiedad (que siempre ha tenido y ahora activación fisiológica. Este instrumento de
no soporta). La reestructuración cognitiva evaluación ha sido desarrollado de acuer-
consiste en cuestionar la veracidad de los do con el modelo de Michael Eysenck (que
propios pensamientos. La persona deberá veremos más adelante), y dicho modelo
aprender que, simplemente, es más de lo señala que los trastornos de ansiedad están
mismo, aunque algunos síntomas de ansie- provocados generalmente por el sesgo aten-
dad ahora sean más intensos o haya nuevos cional y el sesgo interpretativo; y estos dos
síntomas de ansiedad y no se haya tenido sesgos cognitivos están centrados en una de
la información suficiente como para saber las cuatro fuentes (los cuatro factores que
que son síntomas de una reacción emocio- producen la ansiedad), que en el caso del
nal normal (aunque sea intensa), pero que pánico es la activación fisiológica. Cuando
no tendrá otras consecuencias graves. Sin una persona está pendiente de si aumenta su
embargo, su interpretación puede llevar tasa cardiaca o aumenta cualquier otro sín-
a pensar a algunas personas que pueden toma de activación fisiológica lo que tiende
morir (cuando sólo es una taquicardia), a hacer es provocar una mayor frecuencia,
van a volverse locos (por una sensación una mayor intensidad de sus síntomas fisio-
de irrealidad), van a marearse y caerse al lógicos y, cuando además piensa que esos
suelo (sensación de mareo), o que los de- síntomas son horribles, son insoportables,
más les van a rechazar por su ansiedad (o que pueden incluso acabar con su vida, le
su falta de control o su torpeza social) y pueden llevar a perder el control, a creer
todo ello es un sesgo interpretativo, porque que pueden volverle loco, o llevarle a per-
lo que en realidad están teniendo es ansie- der la consciencia y caer al suelo mareado,
dad, sólo síntomas de ansiedad. Interpretar etc., pues eso produce todavía más ansie-
una taquicardia como un posible ataque al dad. La subescala de Pánico-agorafobia del
corazón es un sesgo interpretativo, inter- IACTA evalúa pensamientos que recogen
pretar sensaciones de mareo que produce todo este espectro de actividad cognitiva
la ansiedad como “voy a marearme y me que se ha comentado.
voy a caer al suelo”, con toda seguridad, Las personas con fobia social dedican mu-
cuando eso le lleva sucediendo desde hace cho tiempo a pensar en su conducta (i.e.,
varios años y nunca ha perdido la conscien- comportamiento social torpe, inhibición
cia, eso es un sesgo interpretativo, o pensar social), pero no observan estos datos como
que uno se está volviendo loco porque tiene manifestaciones de su ansiedad, cuya im-
mucha ansiedad y no la puede controlar o portancia tendemos a exagerar, sino que
tiene sensación de irrealidad es también un dan mucha relevancia a su conducta social,
sesgo interpretativo. les prestan mucha atención e interpretan
El IACTA evalúa con qué frecuencia se erróneamente que esas manifestaciones son
producen este tipo de pensamientos que muy graves (que provocarán el rechazo so-
claramente tienen que ver con un sesgo cial), cuando en realidad son síntomas de
atencional y con un sesgo interpretativo. ansiedad que ellos han experimentado en
Los sesgos atencionales e interpretativos otros momentos (pues siempre han tenido
para las personas que tienen pánico y ago- ansiedad antes de tener un trastorno de an-
siedad por fobia social). La subescala de mos información y fijaremos los objetivos
Fobia Social del IACTA evalúa los pensa- terapéuticos ordenándolos de más genera-
mientos que habitualmente tienen las per- les a más específicos. La reestructuración
sonas que presentan un trastorno de fobia cognitiva debe comprender aquellos cons-
social. tructos para los que existe evidencia em-
Mediante el IACTA, se puede saber qué pírica, como son los sesgos interpretativos
pensamientos habrá que modificar en la y atencionales, pensamientos deformados,
reestructuración cognitiva. Además, po- autoinstrucciones, valoración cognitiva
demos utilizar los puntos de corte de cada (amenaza o desafío), atribuciones de cau-
subescala, lo que nos indicará si el paciente salidad, expectativas, esquemas disfuncio-
tiene o no un posible trastorno de ansiedad, nales, autoeficacia percibida, autoestima,
con una buena sensibilidad y especificidad. metacognición, ideas irracionales, etc.
ha resuelto sino de haber alcanzado uno de rá que sea practicada en casa con mayor o
los primeros objetivos terapéuticos, sentir- menor frecuencia en función del caso que
se mejor, que no quiere decir exactamente estemos tratando. Como norma general, la
haber solucionado su problema; y (6) en- relajación conviene practicarla diariamen-
tender la diferencia entre adquisición de in- te en casa, la reestructuración cognitiva se
formación y desarrollo de habilidades. aplica en cada consulta y se refuerza con
Estas y otras cuestiones que podemos ir ejercicios para casa, y las técnicas conduc-
añadiendo, ayudan a reducir considera- tuales (exposición, entrenamiento en habi-
blemente la probabilidad de abandonos lidades) se practican en consulta y en casa,
espontáneos o prematuros, y la aparición pero siempre después de haber adquirido
de comportamientos ambulantes por parte un cierto control emocional mediante la
de los pacientes. Sabemos que en muchas reestructuración cognitiva. A lo largo de las
ocasiones los abandonos se producen por sesiones, preguntaremos por posibles pro-
la mejoría rápida que puede producir la in- blemas o cambios desde la última sesión,
formación adecuada basada en la evidencia intentando interpretarlo desde el modelo
científica, pero también por un estilo te- que estemos utilizando o, si fuera necesa-
rapéutico laxo o desestructurado donde el rio, haciendo uso de otros modelos que se
paciente es atendido sin un plan de trabajo ajusten al problema que estamos trabajan-
mínimamente organizado y consensuado. do o a cualquier otra dificultad que tenga el
Esto no significa -pues en la realidad no es paciente o que surja durante el tratamiento.
fácil ni es lo más recomendable- que deba- También intentaremos enseñarle a analizar
mos seguir un plan rígido e inflexible don- objetivamente la realidad, a reforzarse por
de nos ciñamos únicamente a lo que mar- los éxitos, resaltando los progresos (a veces
que el programa que estemos aplicando, el paciente no los ve). Le instruiremos para
aplazando o desatendiendo necesidades y que no se castigue por los fracasos, sino
dificultades inmediatas, sino que debemos que aprenda a corregirlos para el futuro. Si
intentar adaptar el programa a las necesida- hay algo que le preocupa especialmente, se
des del paciente, pero siempre bajo la base trata, no se pospone (porque tengamos un
de una estructura de tratamiento. Los pro- plan preestablecido).
tocolos estandarizados hay que aplicarlos Tras haber alcanzado los objetivos terapéu-
cuando se investiga, o cuando el número de ticos, es recomendable plantear la planifi-
sesiones debe ser necesariamente reducido cación de las recaídas. Aunque en principio
-por ejemplo en el tratamiento en grupo puede generar desánimo o expectativas ne-
(Camuñas et al., 2006) en un centro de Sa- gativas en cuanto al resultado final del tra-
lud Mental o Atención Primaria-, pero no tamiento, debemos tranquilizar al paciente
es lo deseable. explicándole que una posible recaída no es
En cuanto a la planificación de la inter- algo negativo, sino una oportunidad para
vención, seleccionaremos las técnicas aprender más (reinterpretar amenaza como
específicas de tratamiento (cognitivas, fi- desafío) y no supone volver a comenzar
siológicas y conductuales) para cada ob- desde cero (creencia habitual en muchos
jetivo propuesto y consensuado. Cada una pacientes), sino que sirve para matizar y re-
de ellas se aplicará en consulta y se pedi- forzar lo que se ha aprendido. Además, una
recaída tiene la ventaja de superarse en muy históricamente ligado a una gran variedad
pocas sesiones y supone una mayor seguri- de enfoques sobre la misma realidad, así
dad contra nuevas recaídas. Por tanto, en como al abordaje multidisciplinar dentro
esta fase enseñaremos al paciente a reinter- de la ciencia. Los grandes modelos de tra-
pretar correctamente la recaída, reaccionar tamiento de los trastornos mentales (psi-
adaptativamente si sucede, repasar errores cobiológico, conductual, cognitivo, huma-
y corregirlos (e.g., haber abandonado ejer- nista) inevitablemente tienen en cuenta la
cicios,…), volver a utilizar las herramien- emoción y, especialmente, la ansiedad. Sin
tas terapéuticas: libros, relajación, sesiones embargo, cada uno de ellos ha tomado as-
en consulta, tareas para casa, etc. pectos parciales de la misma. Así, el mode-
Cuando se considera que se han cumplido lo biológico se ha centrado en la modifica-
los objetivos terapéuticos, podemos rea- ción del sustrato bioquímico que acontece
lizar una evaluación postratamiento, que en la ansiedad y en los trastornos de ansie-
consiste en volver a hacer una evaluación dad, mediante el uso de fármacos. El mode-
similar a la inicial, con los mismos ins- lo conductual se centró en la modificación
trumentos. Esta última fase nos sirve para de la conducta observable (e.g., de evita-
comprobar los logros alcanzados, analizar ción) o en la falta de habilidades sociales y
conjuntamente los resultados y el proceso asertivas, mediante la exposición o alguna
terapéutico seguido, reforzar y promover forma de aprendizaje como el entrenamien-
atribuciones internas en el paciente, animar to conductual reforzado, el modelado, etc.;
a continuar practicando las técnicas man- así como en la disminución de la activación
teniendo un estilo activo y de aprendizaje fisiológica, mediante las técnicas de relaja-
continuo, programar las tareas que deben ción. Los modelos cognitivos iniciales se
seguir haciéndose para reforzar el mante- centraron en algunos contenidos y procesos
nimiento y generalizar los logros. Finaliza- cognitivos, a veces demasiado específicos,
da la evaluación postratamiento, se puede como las creencias irracionales de Ellis,
establecer un seguimiento que debe durar o los pensamientos deformados de Beck,
como mínimo entre 3 y 6 meses. proponiendo una reestructuración o modi-
Llegados a este momento sería interesante ficación de tales contenidos y procesos, que
que nos planteáramos la planificación del posteriormente se ha ido ampliando a otros
tratamiento que hemos realizado (ver Tabla procesos cognitivos más generales (como
1), intentando analizar si las decisiones to- la atención) y sus sesgos (i.e., atenciona-
madas han sido congruentes con los resul- les). Los modelos humanistas se centraron
tados obtenidos. De esta manera tenemos en la reflexión existencial sobre el yo, su
la oportunidad de aprender de los errores, desarrollo o involución, proponiendo como
premiarnos por los aciertos y afrontar más terapia una concienciación progresiva del
hábilmente futuros retos. problema, pero no están apoyados por la
evidencia empírica.
Intervención cognitiva desde el enfo- En los últimos años, el enfoque cognitivo
que de los sesgos cognitivos ha desplazado su interés desde los conte-
El estudio de una realidad compleja, como nidos a los procesos y, más concretamente,
es el ser humano o sus trastornos, ha estado hacia los sesgos cognitivos (Arcas-Guija-
En la práctica, para desarrollar la inter- base de estas emociones, como los pensa-
vención cognitiva, se trata de identificar y mientos negativos, la valoración cognitiva,
modificar los contenidos de la experiencia los sesgos cognitivos o las atribuciones;
consciente (pensamientos, imágenes, sen- (3) identificar posibles sesgos cognitivos o
saciones, etc.), así como los procesos cog- alteraciones (atención, interpretación, me-
nitivos (atención, interpretación, memoria, moria, atribución, solución de problemas,
atribución, etc.) que supuestamente están etc.), pensamientos automáticos negati-
implicados en la reacción emocional (i.e., vos, pensamientos distorsionados, autoins-
ansiedad) o en su regulación. Este proce- trucciones erróneas, creencias irracionales
dimiento de reestructuración cognitiva im- desadaptadas, esquemas disfuncionales,
plica diferentes actividades que son útiles etc.; (4) modificarlos mediante el uso de
para ayudar a los pacientes a: (1) adquirir la información adecuada, entrenamiento en
información necesaria para que les permita autoobservación (para detectar y tener pre-
identificar las emociones específicas que sente el papel de las cogniciones sobre la
les afectan, como la ansiedad, en todas sus emoción y la conducta), fomento de habi-
manifestaciones (subjetivas, fisiológicas, lidades de razonamiento, generalización,
conductuales); (2) buscar los contenidos y reinterpretación y modificación de pensa-
procesos cognitivos que pueden estar en la mientos o autoinstrucciones (trabajando en
cada sesión con muestras de sus problemas (i.e., intentos de supresión de pensamien-
cotidianos recientes), aprendizaje de habili- tos, evitaciones), cuáles han sido las conse-
dades para contrastar posibles errores sub- cuencias de éstos (i.e., aumento de activa-
jetivos con datos de la realidad social (i.e., ción fisiológica, reforzamiento del temor a
analizar probabilidad subjetiva versus real la amenaza), etc.
de que sucedan acontecimientos amenazan- Además, esta información que se da en
tes que perturban la tranquilidad), adquisi- consulta habrá que reforzarla con toma de
ción de destrezas para el manejo y redirec- apuntes, esquemas, libros de autoayuda
ción de la atención (mediante la repetición que aclaren toda esta información, faciliten
de ejercicios de focalización de la atención ejemplos, pongan tareas, etc. (Cano-Vindel,
en estímulos neutros o positivos), reforma 2004; Peurifoy, 1993). Estos libros son de
de estilos de procesamiento de información gran ayuda si se usan como tareas de lec-
(entrenando repetidamente nuevos procedi- tura para casa que refuerzan la información
mientos de solución de problemas, nuevas que se proporciona en la consulta y sirven
formas de realizar atribuciones causales, de herramienta al paciente para descubrir y
habilidades para analizar la información o analizar sus problemas, así como para ha-
el fomento de la reflexividad frente a la im- cer práctica en ejercicios de modificación
pulsividad), etc. de pensamientos y sesgos cognitivos. Si
El modelo teórico aquí propuesto ha sido el paciente usa esta herramienta durante
utilizado como base de la reestructuración muchos meses, podrá ir integrando mucho
cognitiva aplicada en diferentes trastornos mejor la información que le damos, hacién-
de ansiedad con buenos resultados (Cano- dola suya y permitiéndole tener a mano un
Vindel, 2007; Dongil-Collado, 2008; Vidal instrumento de análisis y solución de algu-
Fernández et al., 2008) y puede esquemati- nos problemas de ansiedad que tienen su
zarse como muestra la Figura 1. origen en una actividad cognitiva alterada.
A) Información Ello le puede dar más autonomía y seguri-
dad, además de ayudarle a modificar pro-
La información que el psicólogo suministra cesos de pensamiento erróneos y a adquirir
al paciente es esencial para la comprensión nuevas habilidades cognitivo-emocionales
del problema: en qué consiste (i.e., alta an- que le serán muy útiles para aprender a
siedad de evaluación, trastorno de ansiedad manejar sus emociones y especialmente su
social, trastorno de pánico con agorafo- ansiedad.
bia), cuáles son sus manifestaciones en los
tres sistemas de respuesta, qué emociones Sin embargo, debemos tener en cuenta que,
están implicadas (e.g., ansiedad, vergüen- aunque la información es necesaria para
za, asco, culpa), cuáles son las situaciones llevar a cabo la reestructuración cognitiva,
temidas, qué cogniciones están en la base no es suficiente (Olivares, Rosa-Alcázar, &
de esas respuestas emocionales, cuáles son Olivares-Olivares, 2009). Un paciente no
los procesos cognitivos alterados, cómo se se cura sólo trabajando un par de libros, ni
pueden modificar esos sesgos cognitivos, siquiera con un par de libros y un terapeu-
si ha habido condicionamiento directo de ta que no sepa dirigir el tratamiento o no
respuestas fisiológicas, cuáles han sido los esté especializado en las relaciones entre
intentos de regulación emocional fallidos cognición y emoción. El proceso psicoedu-
cativo es más complejo que leer un libro o emocionales más significativas vividas en
escuchar unas charlas a un psicólogo. Una la última semana, usando los modelos que
cosa es leer o escuchar información (que ya hemos explicado o que introducimos
se olvida rápidamente, si no se trabaja con para analizar cada situación (detección
ella) y otra cosa es aprender o desarrollar de valoraciones amenazantes, de sesgos
habilidades a partir de esta información. cognitivos, etc.). También debemos tener
Por ejemplo, la información necesaria para presente la posible existencia de aconteci-
aprender a conducir se podría leer en unos mientos relevantes previos que han supues-
folios, pero mejor si nos la explican dentro to un aprendizaje o cambio (cambios que se
de un coche y podemos practicar con los han producido desde entonces), como por
pedales y cambios de marchas; sin embar- ejemplo condicionamiento directo (pavlo-
go, con esto no hemos aprendido a condu- viano) de respuestas fisiológicas o haber
cir y menos aún nos hemos quitado el mie- vivido situaciones traumáticas. Cuando
do a conducir o hemos desarrollado reflejos hay condicionamiento directo o experien-
automáticos para la conducción. cias traumáticas, el aprendizaje no es sólo
B) Auto-observación cognitivo y, por lo tanto, el tratamiento va
exigir otras normas de reaprendizaje (segu-
El siguiente paso en la reestructuración
cognitiva es el entrenamiento en observa- ramente será más necesaria la exposición,
ción, que podemos llevar a cabo casi en aunque primero trabajemos la reestructura-
paralelo con el desarrollo del paso anterior. ción cognitiva).
Este entrenamiento en observación es un 2. Demostrar, con ejemplos y en la prácti-
objetivo que no se consigue simplemente ca, cómo: (a) si se cambian las cognicio-
con un autoregistro, sino que se trata de un nes (e.g., reducir la atención y la magnifi-
aprendizaje complejo que puede abarcar la cación al estímulo temido), se modifica la
adquisición y manejo de muchos construc- emoción y la conducta; (b) si se interpreta
tos cognitivos (los que necesite cada pa- el inicio de un proceso de activación fisio-
ciente), como son los sesgos interpretativos lógica como un grave problema, se dispara
y atencionales, pensamientos deformados, la ansiedad (alerta ante un problema) y au-
autoinstrucciones, valoración cognitiva menta más la activación fisiológica (efecto
(amenaza o desafío), atribuciones de cau- espiral); (c) en cambio, si queremos que no
salidad, expectativas, esquemas disfuncio- se siga haciendo más grande esa espiral e
nales, autoeficacia percibida, autoestima, invertir el proceso, es necesario reducir los
metacognición, ideas irracionales, etc. Para sesgos de atención e interpretación; (d) si se
adquirir la habilidad necesaria para obser- trabaja con una menor intensidad emocio-
var y, al menos, comenzar a manejar estos nal, se manejan mejor las cogniciones y la
constructos, se pueden utilizar diferentes conducta; (e) si se actúa con una conducta
tareas que vamos a mencionar a continua- acorde a la situación, se aprende a manejar
ción. mejor las cogniciones y la emoción; (f) si el
1. Enseñar a analizar las situaciones emo- sesgo cognitivo se centra en otra fuente de
cionales desde un enfoque cognitivo-emo- información (modelo de Eysenck) surgen
cional (modelo de la valoración, de sesgos casos diferentes al suyo (problemas que él
cognitivos,…). Se analizan las situaciones no tiene, pero comprende cómo se desarro-
llan); (g) se han resuelto casos similares al sepamos qué hacemos mal y qué debemos
suyo y casos diferentes con valor pedagógi- cambiar, no seamos capaces de modificar-
co (porque a él no le sucede ese problema, lo inmediatamente, porque se requiera que
sino que lo domina); (h) los problemas pue- tengamos que hacer prácticas y desarrollar
den parecer más claros si utilizamos metá- habilidades complejas. Por ejemplo, para
foras adecuadas y esto nos puede motivar, una determinada persona que no es mie-
transmitir buenas expectativas y ayudarnos dosa, no es lo mismo que le digan que el
a actuar mejor. estruendo que ha oído en casa, estando a
3. Utilizar ejemplos en los cuáles el pacien- solas, ha sido un pequeño accidente (y no
te se maneja bien y son similares a aquéllos se trata de ladrones que han entrado en
en los que hay problemas: (a) analizar los casa), frente a que le digan que debe comer
modelos en los que se comporta bien (usan- un alimento que le da mucho asco, porque
do los mismos modelos de cognición-emo- lo comen otras personas y es muy nutritivo.
ción; por ejemplo, pánico vs. fobia social); En éste último caso se requerirá algo más
(b) persuadir de que se puede aprender de que información para cambiar la emoción
nuevo a manejar bien las emociones y con- y la conducta; además, probablemente los
ductas desadaptadas (como se manejaban cambios en este caso no se conseguirán in-
antes de haber desarrollado un aprendizaje mediatamente.
cognitivo-emocional erróneo), aplicando ¿Qué habilidades se pueden necesitar en la
los mismos modelos que explican el desa- reestructuración cognitiva para reducir los
rrollo del problema. principales sesgos o errores cognitivos?
4. Resaltar siempre el modo de trabajo: El paciente puede requerir el desarrollo de
(a) hay que repasar los libros de autoayu- muy diferentes habilidades, que pueden
da y los apuntes tomados en consulta (es ser entrenadas en el proceso de reestruc-
necesario repetir la información para mo- turación cognitiva: (1) entrenamiento en
dificar hábitos cognitivos erróneos, formas análisis y reevaluación cognitiva de ame-
de pensar equivocadas); (b) los modelos nazas para transformarlas en desafíos (re-
teóricos sirven de guía para la práctica; (c) valoración cognitiva); (2) entrenamiento en
la práctica conduce al desarrollo de habili- focalización de la atención (entrenamiento
dades, adquisición de seguridad y manejo en eliminación de anticipaciones negati-
de las emociones o conductas que antes se vas, entrenamiento en atención a estímulos
evitaban o eran un problema. Pero la prác- neutros o positivos y reducción de la priori-
tica en la vida cotidiana y la adquisición de zación de información negativa); (3) entre-
habilidades (i.e., sociales) también ayudan namiento en solución de problemas; y (4)
a reducir los sesgos cognitivos. entrenamiento en mejora de la seguridad,
C) Reestructuración autoeficacia percibida y autoestima (auto-
valoración).
Después de haber aprendido a observar lo
que hacemos mal pueden suceder dos co- Veamos brevemente algunas indicaciones
sas: (1) que podamos resolver en el mismo sobre cómo entrenar estos cuatro tipos de
acto el problema, cambiando automática- habilidades que permiten reducir los sesgos
mente nuestros errores; o (2) que aunque cognitivos.
sidual hacia el problema; (e) tener siempre lución perfecta, no volver atrás en la toma
presente que hay una regla de oro para re- de decisiones –regla de oro-, elaborar un
ducir el sesgo atencional, “debemos centrar plan de actuación, predecir consecuencias).
la atención en la tarea (e.g., el examen), no Fase 5. Ejecución y verificación (puesta en
en la ansiedad (los síntomas)”; (f) no em- marcha del plan de actuación, evaluación
peñarse en rechazar pensamientos intrusos, de los resultados).
sino aprender a funcionar a pesar de ellos; 4. Desarrollo de habilidades para una
es mejor restarles importancia y habituarse correcta autoevaluación (autoeficacia per-
al hecho de que puedan aparecer, sin que se cibida y autoestima). Muchos pacientes
desaten emociones. cometen algunos sesgos cognitivos en la
3. Desarrollo de habilidades para la solu- valoración de su capacidad para realizar
ción de problemas. El entrenamiento en una tarea (autoeficacia percibida) o la va-
solución de problemas (D’Zurilla y Gold- loración de sí mismo y su trayectoria en
fried, 1971) (Goldfried y Goldfried, 1975) las diversas facetas de la vida (psicológi-
sigue una serie de pautas tradicionales que ca, social, familiar, académica, profesional,
son bien conocidas. Se comienza por ex- económica, etc.). Cómo mejorar el auto-
plicar que la toma de decisiones y la solu- concepto o la autoeficacia percibida: (a) se
ción de problemas generan ansiedad, por debe favorecer la motivación para realizar
lo que conviene aprender un proceso que actividades, pues el ser humano se valora
simplifique el tiempo que tomamos para más cuando permanece activo; (b) reali-
realizar esta actividad cognitiva. La prác- zar o haber realizado múltiples actividades
tica de las cinco fases que describiremos a deseadas, nos ayuda a valorarnos mejor;
continuación generará nuevas habilidades (c) procurar hacerlas bien, pues los fraca-
de solución de problemas que sustituirán sos nos pasan factura en este sentido; (d)
al proceso que seguía habitualmente el no basta con hacer diferentes actividades y
paciente, que adolecía de algún error (i.e., hacerlas bien, sino que hay que saber va-
analizar indefinidamente las alternativas y lorar correctamente los resultados (muchas
no elegir una o volver atrás en el proceso). veces nos encontramos con sesgos valorati-
Fase 1. Definición y formulación del pro- vos hacia la baja); (e) realizar atribuciones
blema (recoger información, comprender correctas (los éxitos deben ser interpreta-
el problema, buscar causas reales que están dos en términos de atribuciones internas,
creando y manteniendo el problema, des- no externas, aunque a veces pueda influir
componer y analizar el problema, definir el algo la suerte o el apoyo social, pues es-
problema. Fase 2. Propuesta de soluciones tos factores son siempre temporales, y no-
alternativas (elaborar las posibles salidas al sotros estamos revisando la valoración de
problema, no entrar a discutirlas). Fase 3. toda una vida; (f) saber reforzarse por los
Evaluación de las alternativas (analizar los aciertos (es mejor hacer las cosas por satis-
pros y contras de cada alternativa, tener en facción o refuerzo que por obligación, sin
cuenta que las anticipaciones de problemas ningún tipo de satisfacción) y corregir los
generan ansiedad. Fase 4. Toma de decisión errores (premiarse por el esfuerzo, aunque
(elegir la alternativa “menos mala”, tener no se pueda premiar por el resultado; ana-
en cuenta que no existe una que sea la so- lizar y corregir errores de cara al futuro);
(g) experimentar satisfacción y bienestar delos que han alcanzados los objetivos y
(algunas personas tienen temor o no saben resaltamos los factores que han conducido
experimentar satisfacción por los logros); al éxito; y (d) proporcionamos información
(h) saber generalizar a otras actividades, sobre el proceso terapéutico, resaltando los
habilidades o esfuerzos (si he realizado este logros alcanzados (por pequeños que sean)
tipo de actividad, pero no esta otra, que es y se hace ver que los logros definitivos sim-
similar, debo sentirme capaz también de plemente requieren más tiempo de entrena-
hacer esta otra, u otras tareas similares). miento. Otras herramientas que se utilizan
Para llevar a cabo correctamente todo el para mejorar la persuasión son: el diálogo
proceso de reestructuración cognitiva se socrático, la intención paradójica, la modi-
requieren algunas habilidades del terapeu- ficación de estados de ánimo y la modifica-
ta. Por ejemplo, debe tener una sólida for- ción de actitudes.
mación actualizada en las relaciones sobre Por último, señalar algo que es indiscutible:
cognición y emoción, debe tener práctica la reestructuración cognitiva no está reñida
en el manejo de esa información, poseer con el entrenamiento conductual, sino que
habilidades de análisis de los problemas, se complementa con él y forma parte de su
manejo de sus propias emociones, cier- desarrollo.
ta experiencia de vida y grandes dotes de Así, por ejemplo, en la reestructuración
persuasión. Pero el tema de las habilidades cognitiva es necesario resaltar la necesi-
del terapeuta excede los objetivos de este dad de exponerse a las situaciones temidas,
artículo, por lo que vamos a hacer sólo un acercándose a los estímulos que provocan
breve comentario sobre la persuasión. la ansiedad (bajo situación de control), todo
En la aplicación de las técnicas de reestruc- ello siguiendo el principio de aproximacio-
turación cognitiva se requiere capacidad de nes sucesivas (poco a poco) y el principio
persuasión que se puede conseguir si desa- del refuerzo (es importante premiarse por
rrollamos de varias formas el esquema “in- los éxitos, aunque sean pequeños, y corre-
formación - razonamiento - contrastación”. gir los errores ante los fracasos, en lugar de
Por un lado damos información sobre el castigarse). Al exponerse a la situación an-
tema que queremos convencer, a conti- siógena, bajo estas condiciones de control,
nuación desarrollamos una serie de razo- se produce habituación o disminución de
namientos lógicos y finalmente buscamos la respuesta de ansiedad, y se consolida el
datos en la realidad que respalden lo que proceso de reestructuración cognitiva. So-
defendemos. Este procedimiento será espe- bre este punto es necesario subrayar las di-
cialmente útil si hacemos: (a) pronóstico de ferencias teóricas y prácticas de la exposi-
mejoras (con el fin de aumentar las expec- ción entendida desde el modelo conductista
tativas de un resultado positivo en el tra- tradicional y el modelo cognitivo actual.
tamiento); (b) fijamos un límite de tiempo Así, desde el primero, se pide al paciente
para conseguir ese resultado (damos infor- que durante la exposición no deje de pen-
mación de otros casos, razonamos buscan- sar en la amenaza; mientras que desde el
do equivalencias con su caso, y finalmente segundo, se le pide que maneje su sesgo de
buscamos datos que reflejan ya alguna me- tipo atencional, justo al contrario. Para una
jora); (c) hacemos una exposición de mo- discusión sobre este tema véase el artículo
de Dongil-Collado y Wood (2009). En resu- cuencia –una sesión cada dos semanas-, si
men, podríamos decir que muchas veces el el paciente ha adquirido ya las herramien-
tratamiento eficaz debe incluir exposición tas de entrenamiento y las practica con la
a estas situaciones que el paciente evita, regularidad deseada. Esta intervención pro-
pero la exposición por sí misma no siempre duce excelentes resultados en la práctica
cura. A veces, produce el efecto contrario y clínica, que se mantienen en el tiempo sin
sensibiliza. Para que la exposición sea efi- recaídas, como puede verse en los informes
caz, el paciente debe tener información y de casos publicados que han sido tratados
cierta sensación de control durante la expo- con este protocolo de intervención (ver pá-
sición, por lo que primero debe llevarse a rrafo siguiente), aunque se requiere investi-
cabo la reestructuración cognitiva. gación con diseños más exigentes (ensayos
Otro ejemplo, además de la reestructura- controlados aleatorizados). Lo que viene a
ción cognitiva, puede ser necesario la mo- suceder en esta intervención se explica per-
dificación de diferentes conductas y reorga- fectamente por un proceso de aprendizaje
nización del estilo de vida en personas con progresivo de la regulación emocional y un
estrés. Además de reestructurar los proce- mejor manejo cognitivo-emocional. Por el
sos cognitivos de atención, interpretación, contrario, el paciente antes de llegar a la
solución de problemas, etc., con frecuencia consulta estaba desarrollando un aprendi-
es necesario reorganizar las preocupacio- zaje que le llevaba a generar mucha ansie-
nes, las emociones, la conducta y el estilo dad, cada vez más, así como a mantenerla.
de vida, aprendiendo a: (a) marcar horarios, Digamos que estaba trabajando en la direc-
pautas de trabajo y descanso; (b) mejora de ción opuesta a sus objetivos.
la gestión del tiempo y la organización; (c) Para profundizar en la propuesta de inter-
clarificación y jerarquización de objetivos; vención que hemos realizado en este artí-
(d) reducción del perfeccionismo en el tra- culo recomendamos la lectura de algunos
bajo y en el ocio (deporte, relaciones socia- otros trabajos que describen con más de-
les), “aprender a no hacerlo todo perfecto”; talle el tratamiento de casos sobre trastor-
(e) mejora de las habilidades sociales en el nos de ansiedad y que aparecen citados en
ámbito laboral, familiar y social; y (f) me- éste (Cano-Vindel, 2007; Dongil-Collado,
jora de las habilidades de comunicación 2008; Herrero-Gómez & Cano-Vindel,
con los demás. 2010; Ramos-Cejudo & Cano-Vindel,
El tratamiento aquí descrito consiste en 2008; Vidal Fernández et al., 2008; Wood,
un aprendizaje con las técnicas cogniti- 2008). Algunos de ellos pueden encontrar-
vo-conductuales, especialmente la rees- se en la Web de la Sociedad Española para
tructuración cognitiva, desde un enfoque el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, SEAS
cognitivo-emocional. La experiencia prác- (http://www.ucm.es/info/seas/ta/trat/index.
tica nos indica que se necesita un tiempo htm).
aproximado de unos pocos meses: en los
Discusión y conclusiones
casos menos graves, a los 3 meses una gran
mejoría; a los 6 meses el alta. Lo habitual En el presente artículo se hace una propues-
es que al cabo de unas 10 sesiones, una por ta de intervención cognitivo-conductual ac-
semana, se comience a disminuir la fre- tualizada sobre los trastornos de ansiedad y
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resumen/abstract:
Actualmente contamos con técnicas de intervención psicológica con una elevada eficacia para el tratamiento
de los trastornos de ansiedad, pero sigue siendo un reto pendiente profundizar aún más en su eficiencia
y en su diseminación. Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) se están convirtiendo en
herramientas de gran utilidad para dispensar y/o mejorar la aplicación de servicios terapéuticos, permitiendo
profundizar en el eje de la efectividad o utilidad clínica de los tratamientos psicológicos y potenciando el
poder llegar a todas las personas que lo necesiten. Las tecnologías utilizadas incluyen, fundamentalmente,
la simulación mediante realidad virtual, la realidad aumentada, el uso de Internet, o el uso de dispositivos
móviles. En este artículo resumimos algunas de las aportaciones más relevantes que hay hasta la fecha en
el uso de estas tecnologías en el campo concreto del tratamiento de los trastornos de ansiedad.
Currently we have at our disposal psychological intervention techniques with high efficacy for the treatment
of anxiety disorders, but it is still a challenge to deep even more into their efficiency and dissemination.
Communication and Information Technologies (CIT’s) are becoming useful tools in delivering and/or
improving the application of therapeutic services, allowing deepen in the effectiveness or clinical utility
axis of the psychological treatments and promoting to reach to all individuals in need. The technologies that
are being used include, mainly, virtual reality simulations, augmented reality, Internet or mobile devices.
In this article we summarize some of the most relevant contributions existing to date on the use of these
technologies in the concrete field of anxiety disorders.
palabras clave/keywords:
Trastornos de ansiedad, Realidad Virtual; Internet, Tratamientos computerizados, Ciberterapia, Tratamientos
en línea.
Anxiety Disorders, Virtual reality, Internet, Computerizaed Treatments, Cybertherapy, online treatments.
Agradecimientos:
Este trabajo ha sido subvencionado en parte por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (PSI2010-17563), por
el Programa de Investigación y Excelencia PROMETEO (Generalitat Valenciana. 2008-157), y por “El CIBER de
Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición, una iniciativa del ISCIII”.
Una razón es lo aversivo que puede llegar esperar a que éstas sucedan en la vida real
a ser para algunos pacientes afrontar el ob- (p.ej. un supermercado lleno de gente).
jeto o situación temidos. Por ello, se hace Todas estas ventajas han propiciado que
necesario explorar nuevas formas de apli- las aplicaciones de RV en el ámbito de
car una técnica tan eficaz para reducir esos los trastornos de ansiedad hayan crecido
porcentajes de rechazo. Una alternativa es de manera importante en los últimos años
la utilización de la realidad virtual (RV). (Krijn, Emmelkamp, Olafsson, y Biemond,
La RV permite simular la realidad de forma 2004; Meyerbröker y Emmelkamp, 2010;
que el usuario se encuentra en un espacio Parsons, y Rizzo, 2008). Hoy en día existen
tridimensional en el que puede interactuar muchos estudios que avalan la eficacia de
con los elementos virtuales de una forma esta técnica en el tratamiento de diversos
similar a cómo interactúa con los elemen- trastornos de ansiedad, como fobias especí-
tos reales. La RV ofrece además una serie ficas (p.ej., Botella et al., 1998, 2004), tras-
de ventajas importantes cuando se la com- torno de pánico (p.ej., Botella et al., 2007),
para con la exposición “in vivo” (Botella trastorno por ansiedad social (p.ej., Klinger
et al., 2006). En primer lugar, el mundo et al., 2005), o trastorno por estrés post-
virtual puede controlarse totalmente, ya traumático (p.ej., Baños et al., 2009, 2011).
que está generado por un ordenador que el
terapeuta puede controlar. El hecho de que Recientemente, se está también aplicando
las situaciones no sean “reales” favorece una metodología muy cercana a la RV, de-
que los pacientes acepten mejor la exposi- nominada Realidad Aumentada (RA). La
ción (García-Palacios, Hoffman, See, Tsay, RA supone la introducción de elementos
y Botella, 2001). Permite repetir la misma virtuales en el mundo real. Se trata de ge-
tarea de exposición una y otra vez sin cam- nerar objetos, seres, imágenes, textos, etc.
biar sus parámetros. Por ejemplo, un pa- virtuales, por medio del ordenador, que
ciente con fobia a volar puede exponerse a puedan superponerse o “incluirse” en el
una situación concreta del vuelo (p.ej. des- mundo real. Esto es, el usuario está vien-
pegar) varias veces en una sola sesión, sin do el contexto “real” en el que se encuen-
cambiar los acontecimientos que suceden tra por medio de una o más cámaras y, a la
durante el despegue (p.ej., es de día y hay vez, está viendo esos elementos virtuales.
viento). Otra ventaja es que no es necesa- En el ámbito específico de los trastornos de
rio salir de la consulta para realizar tareas ansiedad, la RA está demostrando su enor-
de exposición. Por ejemplo, un paciente me potencialidad y utilidad. Nuestro grupo
agorafóbico se puede exponer a diferentes de investigación ha diseñado y puesto a
situaciones (tren, autobús, túnel) sin dejar prueba dos aplicaciones de RA para el tra-
la consulta, lo que supone un ahorro impor- tamiento de dos fobias específicas: la fobia
tante del tiempo. Este hecho también favo- a animales pequeños (arañas y cucarachas)
rece aspectos éticos como la protección de y la acrofobia (Botella et al., 2010; Juan et
la intimidad, ya que no es necesario que el al., 2005).
paciente manifieste sus síntomas en luga- El descenso en los costes que supone esta
res públicos (p. ej., un centro comercial). tecnología (tanto de la RV como de la RA),
Además, podemos graduar las situaciones junto con las potencialidades que tienen
según las necesidades del paciente y sin para los tratamientos psicológicos, hace
prever muchos desarrollos futuros que po- de atención primaria del Reino Unido. La
drán facilitar de modo importante la aplica- evidencia empírica hasta el momento indi-
ción de los tratamientos de diversos trastor- ca que el programa es eficaz, asociándose
nos de ansiedad. con mejoras significativas en la sintomato-
logía clínica, que se han mantenido en los
Programas de tratamiento compute- seguimientos (Kenwright, Marks, Gega,
rizados para los trastornos de ansie- y Mataix-Cols, 2004; Schneider, Mataix-
dad Cols, Marks, y Bachofen, 2005).
Como antes comentábamos, las técnicas El grupo de Marks también ha desarrolla-
cognitivo-comportamentales tienen una do una versión para el trastorno obsesivo
representación muy importante en el ám- compulsivo, OCFighter, un sistema autoa-
bito de los TPE, especialmente para el plicado de evaluación y tratamiento que in-
tratamiento de los trastornos de ansiedad cluye 9 módulos, un manual para pacientes
(Antony y Stein, 2009; Nathan y Gorman, (basado en la exposición y prevención de
2007, Norton y Price, 2007). En general, se respuesta) y ejercicios que se realizan a tra-
trata de protocolos que al ser estandariza- vés de un sistema interactivo de respuestas
dos y estar manualizados son susceptibles telefónicas previamente grabadas. Cuando
de ser aplicados con ayuda de un ordenador. se completan todas las sesiones, los coordi-
En esta línea, y especialmente en el campo nadores proporcionan información y apoyo
de los trastornos emocionales, destacan los al paciente para ayudarle a alcanzar metas
trabajos realizados por los grupos de Isaac más generales. Diversos estudios contrala-
Marks y Judith Proudfoot en el Reino Uni- dos apoyan la eficacia de OCFighter, consi-
do (Marks, et al., 2004, 2007; McCrone et guiendo mejorías comparables a la terapia
al., 2004; Proudfoot et al., 2004) y por el cara a cara, con un ahorro de hasta el 80%
grupo de Gavin Andrews y Nikolai Titov en tiempo de atención profesional (Greist
en Australia (Andrews y Titov, 2009, 2010; et al., 2002). Este programa también cuen-
Titov, et al., 2008 a,b; 2009, a,b,c,d; 2010). ta con versión on line (Marks, Baer, Greist,
Del grupo del Reino Unido destacan dos Park, Bachofen, et al., 1998; Bachofen,
programas de tratamiento, Fear Fighter Nakagawa, Marks, Park, et al., 1999;
(FF) y Beating the Blues (BTB). El prime- Greist, Marks, Baer, Kobak, et al., 2002).
ro, FF, consiste en un protocolo cognitivo- La otra aplicación, BTB, es un programa
comportamental en el que se ayuda al pa- auto-aplicado dirigido al tratamiento de la
ciente a planificar una exposición guiada ansiedad y la depresión de gravedad mo-
por medio del ordenador, manteniendo con- derada. Consiste en 8-10 sesiones de 50
tactos breves con el terapeuta (en persona o minutos de duración. La primera sesión en-
a través del teléfono, en función de si el FF seña al usuario cómo utilizar el programa,
se utiliza en una clínica o en casa, a través y el resto consiste en un protocolo cogni-
de Internet). El programa consta de una se- tivo-comportamental, en el que se aplican
sión de evaluación, 9 de tratamiento, tareas diversas estrategias mediante animaciones,
para casa y retroalimentación acerca de las vídeos, estudios de casos y voz en off. Se
tareas realizadas. El acceso lo proporciona ayuda al usuario a identificar los objetivos
el médico de cabecera desde los servicios del tratamiento, se le enseña reestructura-
ción cognitiva y a desarrollar habilidades automático regular para los pacientes tra-
de planificación, resolución de problemas, vés de correos electrónicos, y sistemas de
exposición gradual, programación de la ac- alerta para permitir la comunicación instan-
tividad y gestión de sueño, según las nece- tánea con un médico en caso de necesidad.
sidades. El último módulo se centra en la Algunos de los contenidos se presentan en
planificación de la acción y la prevención forma de viñetas ilustradas sobre personas
de recaídas. Los módulos incluyen las ta- que padecen estos trastornos y que comien-
reas para casa al finalizar cada sesión. Los zan a superar sus síntomas con la ayuda
datos hasta el momento señalan que el del programa. Ofrecen videos de presenta-
programa es eficaz en el tratamiento de la ción, cursos para pacientes y terapeutas, y
ansiedad y la depresión. La evidencia acu- manuales protocolizados para pacientes y
mulada tanto con FF como con BTB ha terapeutas. Los autores han publicado nu-
merecido que ambos programas sean reco- merosos trabajos en los últimos años que
mendados en las guías del Instituto Nacio- ofrecen evidencia de la eficacia de todos
nal de Salud y Excelencia (NICE) en Reino sus programas para el tratamiento de los
Unido (Cavanagh y Shapiro, 2004; Fox, trastornos de ansiedad. Han llevado a cabo
Acton, Wilding y Corcoran, 2004; McCro- numerosos estudios controlados compara-
ne, Knapp, Proudfoot, Rydenet al., 2004; dos en los que comparan el programa de
Proudfoot, Ryden, Everitt, Shapiro, et al., tratamiento frente a un grupo control lista
2004). de espera, o frente al tratamiento tradicional
En Australia, el equipo de Andrews y Ti- cara a cara. Por ejemplo, el programa para
tov han desarrollado y sometido a prueba la ansiedad (The Anxiety Program) (Titov,
programas auto-aplicados para la ansiedad Andrews, Johnston, Rovinson y Spence,
(The Anxiety Program), el trastorno de pá- 2010), el programa para el pánico (The
nico (The Panic Program), la fobia social Panic Program) (Wims, Titov, Andrews, y
(The Shyness Program), el trastorno de an- Choi, 2010), el programa para combatir la
siedad generalizada (The GAD Program), timidez (The Shyness Program) (Andrews,
la preocupación ansiosa (The Worry Pro- Davies y Titov, 2011; Titov, et al., 2008
gram), el trastorno por estrés post-traumá- a,b,c, 2009, a,b,c,d), el programa para la
tico (The PTSD Program), y la depresión ansiedad generalizada (The GAD Program)
(The Sadness Program). Todos ellos son (Titov, Andrews, Kemp y Robinson, 2010),
tratamientos asistidos por ordenador com- y el programa para la preocupación excesi-
binados con el apoyo profesional (An- va (The Worry Program) (Robinson, Titov,
drews y Titov, 2009, 2010; Titov, Andrews, Andrews, McIntyre, Schwencke, y Solley,
Kemp, Robinson, 2010). Todos los progra- 2010).
mas siguen una orientación cognitivo-com- El grupo comenzó a realizar ensayos clíni-
portamental y se pueden realizar en torno cos en el año 2007 y a finales de 2010 ya
a ocho semanas. El tratamiento suele estar habían completado 22 estudios, tratando
compuesto por seis sesiones de tratamien- a más de 1400 pacientes con este tipo de
to, un resumen y la asignación de tareas al programas a través de Internet. En enero
final de cada sesión, un foro de discusión de 2011 ya había 886 profesionales y 2.555
on line para cada sesión, un recordatorio pacientes que estaban utilizando los pro-
por un terapeuta, y que los cambios se intensidad de los ataques de pánico confor-
mantienen al año de seguimiento (Botella, me se incrementaban las sesiones. Además,
Guillen, García-Palacios, Gallego, Baños, los participantes informaron de que el foro
y Alcañiz, 2007; Botella, Gallego, García- y el programa les habían resultado muy
Palacios, Guillen, Baños, Quero y Alcaniz, útiles, consideraban que habían mejorado
2010, Botella, Hofmann, y Moscovitch, y sentían que podían controlar su ansiedad
2004). y enfrentarse a exposiciones temidas con
éxito. Sin embargo, las tasas de abandono
Actualmente existen otros grupos que tam-
fueron altas.
bién han desarrollado otros programas de
tratamiento asistidos por ordenador, para El grupo de Klein en Australia también ha
diversos trastornos de ansiedad. A conti- desarrollado programas para la prevención
nuación presentaremos muy brevemente de ansiedad (Online Anxiety Prevention
sus aportaciones, incluyendo sólo aquellas Program e-PASS) y el trastorno por estrés
aplicaciones que cuentan con estudios que postraumático (PTSD Online). En ellos se
analizan su eficacia. ofrece información, evaluación, diagnós-
tico y tratamiento on line. En el primero,
Para el tratamiento del trastorno de pánico, el usuario se registra y luego completa una
el grupo dirigido por Klein de la Universi- evaluación psicológica on line. La inter-
dad Swinburne (Australia) ha desarrollado vención consta de seis módulos basados
dos programas computerizados, combinan- en técnicas cognitivo-comportamentales,
do el apoyo del terapeuta con el programa que requieren que el participante realice
de ordenador. Existe evidencia sobre su los ejercicios diseñados para aprender di-
eficacia (Klein, Richards, y Austin, 2006; versas habilidades. Este programa ha sido
Klein, Shandley, Austin, y Nordin, 2008; sometido a prueba en un estudio controlado
Kiropoulos, Klein, Austin, Gilson, et al., en una muestra estudiantes universitarios,
2008; Klein, Austin, Pier, Kiropoulos, et comparado con un grupo control lista de
al., 2009; Shandley, Austin, Klein, Pier, et espera, obteniendo resultados positivos que
al., 2008). También para el tratamiento del se mantuvieron en el seguimiento a los 6
pánico, el grupo de Farvolden en Canadá meses (Kenardy, McCafferty y Rosa, 2003,
ha desarrollado una web interactiva (Panic 2006). Con respecto al programa PTSD
Center) que tiene como objetivo mejorar la Online, presentan resultados de un ensayo
comunicación entre pacientes con pánico y clínico no controlado en el que encontraron
profesionales (Farvolden, Denisoff, Selvy, mejorías significativas en las valoraciones
Bagby y Rudy, 2005). Incluye psicoeduca- de los pacientes acerca de la gravedad y
ción, un grupo de apoyo, evaluación para sintomatología de este trastorno en el post-
detectar trastornos del estado de ánimo y tratamiento y a los 3 meses de seguimiento
de ansiedad, un diario de pánico y un pro- (Klein, Mitchell, Gilson, Shandley, Aus-
grama cognitivo-comportamental que com- tin, Kiropoulos, Abbott, y Cannard, 2009;
prende 12 sesiones (opcional y el usuario se Klein, et al., 2010).
lo puede descargar). En una investigación También para el tratamiento del TEPT, el
longitudinal con una muestra de participan- grupo de Litz ha desarrollado una web,
tes que había visitado la web, encontraron DE-STRESS (Delivery of Self-Training and
mejorías significativas en la frecuencia e Education for Stressful Situations), que
ta del profesional (p.ej. agorafobia, fobia sería la telefónica, que puede resultar más
social, etc.), o que desean mantenerse en cercana a la psicoterapia presencial, debido
el anonimato, tratando de evitar el estig- a que la interacción se establece a través de
ma asociado a la enfermedad mental (p.ej., comunicación oral, lo que favorece la flui-
problemas sexuales). También utilizan es- dez y espontaneidad en el establecimiento
tos recursos las personas que están ya muy del vínculo. Actualmente, y gracias a de-
familiarizadas con esta tecnología y que la terminados recursos (p.ej., las líneas 906),
usan en otros muchos ámbitos de su vida el uso del teléfono como instrumento tera-
(p. ej. adolescentes). Estas personas se sue- péutico está teniendo una mayor difusión.
len acomodar fácilmente a relaciones tera- Además, también pueden hacerse a través
péuticas “hiperpersonales” (Walther 1996), de programas de Internet para llamadas te-
lo que incrementa su motivación al cambio, lefónicas (p.ej., Skype), abaratando costes y
su adhesión a la terapia y su percepción de facilitando la llamada desde cualquier parte
autoeficacia. A continuación, resumiremos del mundo. Otra modalidad sincrónica es
las herramientas disponibles en la actuali- la consulta a través del Chat, que permite
dad para el tratamiento a través de Internet, una interacción también directa y fluida,
para luego centrarnos específicamente en lo pero sólo verbal. Para mantener el contacto
hecho hasta ahora en el campo de los tras- entre sesiones se puede combinar con el co-
tornos de ansiedad. rreo electrónico, especialmente para el en-
En primer lugar, nos encontramos con la vío y devolución de material de evaluación
consulta psicológica a través del correo (auto-registros, cuestionarios, etc.), para
electrónico (mailing), un claro ejemplo de aclarar dudas sobre las tareas para casa o
comunicación “asincrónica”, en la que los para profundizar algún aspecto de la sesión
contactos se realizan en diferido, sin ne- anterior. La consulta a través de videocon-
cesidad de que paciente y terapeuta deban ferencia también evita desplazamientos,
conectarse al mismo tiempo. En esta mo- pero sin perder el contacto “cara a cara”,
dalidad, lo más frecuente es que se ofrezca y pudiendo además intercambiar documen-
asesoramiento o consejo (counseling), y no tos de forma inmediata. En esta modalidad,
suele dispensarse un tratamiento estructu- pueden utilizarse programas de Internet
rado. Es un modo útil para que el paciente como Skype, Gmail, etc.
obtenga en un periodo breve de tiempo el En las modalidades expuestas hasta aquí,
punto de vista de un profesional, que puede el tratamiento se suele desarrollar de la
ayudarle a resolver su problema. Además, siguiente forma. El terapeuta ofrece infor-
el contacto por e-mail permite elaborar mación general acerca de los trastornos
los contenidos de forma más reflexiva por psicológicos para los que ofrece consejo o
ambas partes, ya que pueden expresarse tratamiento. El usuario que quiere contra-
emociones, estados de ánimo o describir si- tar el servicio cumplimenta una serie de
tuaciones de forma precisa, en el momento cuestionarios con información biográfica
en que cada parte lo desee y dedicándole el y clínica. Si se trata de un problema que
tiempo y la extensión que se considere. el terapeuta está capacitado para tratar, se
Dentro de las modalidades “sincrónicas”, proporciona información acerca de la es-
la consulta psicológica más “tradicional” tructura y condiciones de la terapia (dura-
ción, tiempo de cada consulta, honorarios, dolo a sus necesidades. Internet también
etc.). Si el paciente está de acuerdo con las favorece el aumento de la frecuencia de
condiciones, y una vez contratado el servi- contacto terapéutico. No es preciso que se
cio (siempre previo pago, a diferencia de la limite a unas citas predeterminadas, sino
consulta tradicional), comienza la fase de que pueden establecerse comunicaciones
evaluación, y posteriormente el tratamiento más frecuentes (por ejemplo, diarias) con
y seguimiento. facilidad, si se prescriben. O simplemente
Son muchas las ventajas de la terapia a tra- emplear el correo electrónico como instru-
vés de Internet, y no solo no reemplaza a la mento de contacto entre citas presenciales
terapia “tradicional”, sino que puede ayu- más demoradas.
dar incluso a animar a los pacientes a bus- El uso de Internet también puede suponer
car ayuda que de otra forma no harían. Es una reducción significativa de costes, eco-
decir, Internet puede llegar a un sector de nómicos y de tiempo, tanto para pacientes
población que de ninguna otra forma con- y para terapeutas. El coste económico es
sentiría acudir a un psicólogo en persona. menor en las terapias on line, lo que pue-
La red ofrece confidencialidad, lo cual es de facilitar el acceso a personas con tras-
importante debido al estigma que se sigue tornos de alta prevalencia, pero de menor
asociando a contactar con los servicios de gravedad, como por ejemplo las fobias es-
salud mental. El contacto con el terapeu- pecíficas, quienes habitualmente no buscan
ta puede ocurrir desde la tranquilidad del tratamiento por la relación coste-beneficio.
hogar del usuario, y éste puede explorar Según diversos estudios realizados en Aus-
información acerca de las alternativas de tralia (McCrone et al. 2004; Mihalopoulos
tratamiento, y realizarla en ese momento et al. 2005; Christensen y Griffiths 2007;
o pensarlas con la posibilidad de aplicar- Shandley et al. 2009), los servicios de sa-
las más adelante. Por otro lado, la “invi- lud mental on line son hasta 50 veces más
sibilidad” del terapeuta en algunos casos rentables que los servicios de salud mental
puede favorecer la autorrevelación. El pa- tradicionales. En este sentido, también hay
ciente puede verse así menos tenso, aver- que destacar que Internet es muy útil para
gonzado o atemorizado, que al exponerse consultas sencillas, aclaraciones, asesora-
ante la consulta cara a cara de una psico- miento y consejo psicológico. A menudo los
terapia tradicional. Los pacientes escriben pacientes únicamente buscan información
sus problemas de forma similar a “como relevante para su problema. Una respuesta
si estuviesen escribiendo en un diario”. clara y acertada, acompañando manuales o
Otra ventaja de Internet es la flexibilidad, guías de interés o sugiriendo bibliografía,
tanto geográfica como de tiempo. El con- puede ser un modo adecuado de orientar a
tacto puede realizarse desde el lugar que se un paciente sobre su problema.
desee, a cualquier hora del día. Se evita el Ejemplo claro de estas estrategias en el
desplazamiento y las barreras geográficas, campo concreto de los trastornos de an-
tanto para el paciente como para el terapeu- siedad son los trabajos llevados a cabo en
ta. Además, el paciente no tiene que adap- Holanda por el grupo de Alfred Lange, de
tarse a los horarios de una consulta clásica la Universidad de Amsterdam. Este grupo
y puede realizar el tratamiento adaptán- ha desarrollado un programa para el trata-
miento del TEPT, que denominan Interapy. aplicaciones para el tratamiento en general
Consta de 10 sesiones de escritura a lo largo de problemas de salud mental y física en
de 5 semanas, con una duración de 45 mi- http://beacon.anu.edu.au.
nutos. Por medio de Internet se proporciona
al paciente, paso a paso, la información es- Limitaciones
crita y las instrucciones para ir avanzando a Como hemos visto, se ha producido un no-
lo largo de la terapia. Para poder acceder al table crecimiento del uso de las TICs en el
programa, se requiere la prescripción de un campo de los tratamientos psicológicos. A
facultativo. Hasta el momento, la eficacia pesar de estos avances, queremos también
de este programa se ha evaluado en tres en- subrayar las limitaciones e inconvenientes
sayos controlados aleatorizados, mostrando que pueden tener estos programas.
que proporciona mejoras significativas en
En primer lugar, es necesario que el pacien-
los síntomas de TEPT en comparación con
te tenga garantías acerca del profesional
los controles de lista de espera (Lange, et
que lo está tratando. Además, en el caso
al., 2000; Lange, et al., 2001; Lange, Rie-
de que se trate de un profesional cualifica-
tdijk, Hudcovicova, van de Ven, Schrieken,
do, se ha de proporcionar garantías de que
y Emmelkam, 2003; Lange, van de Ven, y
el tratamiento lo está aplicando el mismo
Schrieken, 2003; Knaevelsrud y Maercker,
profesional todo momento, a lo largo del
2007; Knaevelsrud y Maercker, 2010).
tratamiento. Relacionado con esto, está la
http://www.beacon.anu.edu.au/websites/ incertidumbre acerca de “quién está al otro
link/197/3. Este mismo grupo ha desarro- lado”, desde el punto de vista tanto del te-
llado un programa para el tratamiento del rapeuta, como del cliente. Otra dificultad
trastorno de pánico Interapy-Pánico, que proviene del establecimiento de la rela-
contiene 7 módulos para ser trabajados a ción terapéutica, especialmente cuando la
lo largo de, aproximadamente, 11 semanas. comunicación sólo es verbal, lo que suele
Los resultados de un ensayo controlado conllevar problemas en la espontaneidad y
aleatorizado, donde se comparó Intera- naturalidad de la relación. Además, esto se
py frente a un grupo de control en lista de puede agravar cuando todo se hace por es-
espera, muestran que los participantes del crito, ya que es difícil de transmitir sesiones
grupo de tratamiento mejoraron significati- completas de tratamiento por escrito. Rela-
vamente más y los efectos fueron aún más cionado con esto, se encuentra el problema
pronunciados en el seguimiento a los tres de la asincronía en la terapia mediante el
años (Ruwaard, Broeksteeg, Schrieken, intercambio de mensajes de correo elec-
Emmelkamp, y Lange, 2010). trónico. A menudo los pacientes prefieren
Hasta aquí hemos hecho un rápido reco- respuestas inmediatas a sus problemas y
rrido por las aplicaciones computarizadas no aceptan demoras excesivas en el correo.
y on line que podemos encontrar para el Además, el hecho de no disponer de infor-
tratamiento de los trastornos de ansiedad. mación no-verbal del paciente puede restar
Aunque existen muchas más, hemos elegi- cierta fiabilidad y validez al diagnóstico.
do sólo las que cuentan con respaldo em- Otra de las dificultades importantes en este
pírico. El lector interesado podrá encon- tipo de tratamientos son los problemas re-
trar un listado mucho más exhaustivo de lacionados con la seguridad y la confiden-
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resumen/abstract:
El actualmente denominado trastorno por ansiedad generalizada (TAG), al que algunos expertos consideran
que habría que cambiarle el nombre para la quinta versión del DSM, parece ser uno de los problemas
psicológicos más frecuentes, con un índice de prevalencia vital en torno al 2,8%. Pese a su elevada
frecuencia, la comprensión sobre la naturaleza de este trastorno es todavía escasa, porque hasta 1980 no fue
considerado una categoría diagnóstica con entidad propia y porque aún no ha generado tanta investigación
como lo han hecho otros trastornos. No obstante, esta situación empieza a cambiar y cada vez son más los
investigadores centrados en el TAG, especialmente los que estudian los procesos cognitivos y emocionales
implicados en el trastorno. Objetivo. El objetivo de este trabajo es exponer, de la forma más sintética posible,
parte del conocimiento acumulado hasta ahora sobre el TAG, respecto a sus criterios diagnósticos, las
aproximaciones teóricas, las herramientas de evaluación disponibles y los últimos avances terapéuticos.
Generalized anxiety disorder (GAD), label which some experts want to change for DSM-5, is one of the most
prevalent psychological disorders, with a life prevalence of 2.8%. Despite its high frequency GAD is still little
known, because until 1980 it was not considered as an independent clinical category, and because research
on GAD is not yet as much as on others psychological disorders. Nevertheless situation is changing and
cognitive and emotional processes related to this disorder are been discovered by an increasing number of
specialized researchers. Objective. The main purpose of this work was to synthesize actual knowledge about
diagnostic criteria, theoretical perspectives, assessment tools and treatment advances on GAD.
palabras clave/keywords:
Trastorno por ansiedad generalizada, preocupación, sesgos cognitivos, resolución de problemas, regulación
emocional.
Generalized anxiety disorder, worry, cognitive bias, problem solving, emotional regulation.
tas médicas genera (Gordon y Heimberg, los síntomas de ansiedad están presentes la
2011; Tyrer y Baldwin, 2006; Wittchen, mayor parte de los días. Y, además, existe:
2002). En concreto, según el Estudio Epi- 1. Aprensión (preocupación por calami-
demiológico Europeo de los Trastornos dades, sentirse “al límite”, etc.)
Mentales (ESEMeD, 2004), se estima que
su prevalencia anual se sitúa entre el 1 y el 2. Tensión muscular (agitación e inquie-
2% de la población, y su prevalencia vital tud psicomotora, cefaleas, temblor, in-
en el 2,8%. capacidad para relajarse, etc.)
Pese a su elevada frecuencia, la compren- 3. Hiperactividad vegetativa (mareo, su-
sión sobre la naturaleza del TAG es todavía doración, taquicardia o taquipnea, mo-
escasa, porque hasta 1980 no fue conside- lestias epigástricas, vértigo, sequedad
rado una categoría diagnóstica con entidad de boca, etc.)
propia (Rickels y Rynn, 2001), y porque Por su parte, para el DSM-IV-TR (APA,
aún no ha generado tanta investigación 2000), se exige que:
como lo han hecho otros trastornos (Dugas,
1. La ansiedad y preocupación (expecta-
2000). De todas formas, es evidente que la
ción ansiosa) que se experimenta ante
situación comienza a cambiar y cada vez
una amplia gama de acontecimientos
es mayor el número de investigadores in-
teresados en este trastorno y especialmen- y actividades sea excesiva y difícil de
te en sus procesos cognitivo-emocionales controlar.
(Dupuy y Ladouceur, 2008; Fisher y Wells, 2. Existan al menos tres de los siguientes
2009; Gentes y Ruscio, 2011; Heimberg, síntomas: tensión muscular, dificultad
Turk y Mennin, 2004; Prados, 2008, 2011). de concentración, irritabilidad, inquie-
El objetivo de este trabajo es exponer, de tud o impaciencia, fatiga y alteraciones
la forma más sintética posible, parte del del sueño. En niños, al menos se re-
conocimiento acumulado hasta ahora sobre quiere uno de estos síntomas.
el TAG, respecto a sus criterios diagnós- 3. La duración sea de seis meses como
ticos, las aproximaciones teóricas, las he- mínimo, en contraste con versiones an-
rramientas de evaluación disponibles y los teriores, en las que sólo se requería un
últimos avances terapéuticos. mes. Esta mayor exigencia ha contri-
buido a reducir los índices de prevalen-
2. Criterios diagnósticos actuales cia, que llegaban incluso al 20% (Lieb,
Tanto para la Organización Mundial de la Becker y Altamura, 2005; Wittchen y
Salud (OMS), como para la Asociación de Hoyer, 2001).
Psiquiatría Americana (APA), la principal
4. Constituya un problema para la perso-
característica del TAG es una ansiedad ex-
na o interfiera con su funcionamiento
cesiva y perturbadora no centrada en nin-
normal. Es decir, que haya una pérdida
gún tema en particular. Más en concreto,
de calidad de vida o de productividad
en la décima versión de la Clasificación
Internacional de las Enfermedades (CIE- socio-laboral.
10), publicada por la OMS (WHO, 1992), 5. Se excluyan otros trastornos, enfer-
se considera que en este trastorno (F41.1) medades o efectos de sustancias. Para
6. Esa tendencia a la preocupación pue- Heath y Eaves, 1992), lo que no quiere de-
de surgir ya en la niñez, y parece estar cir que se herede el trastorno, sino el fun-
relacionada con las experiencias vita- cionamiento anómalo de un conjunto de
les, con el estilo de crianza y el tipo de genes sobre el que actúan después influen-
apego (Muris, Meesters, Merckelbach cias diversas. El resultado es, por un lado,
y Hülsenbeck, 2000). El TAG infantil un desequilibrio de los neurotransmisores
presenta altos porcentajes de comor- necesarios para una correcta autorregula-
bilidad, en torno al 75% con otros ción, y por otro, ciertos cambios anatómi-
trastornos de ansiedad, y el 56% con cos.
los trastornos depresivos (Masi et al.,
Entre los neurotransmisores que parecen
2004), cifras que se mantienen en po-
desempeñar un papel relevante en el TAG
blación adulta, porque según algunos
están la serotonina, la noradrenalina y, en
estudios, entre un 50% y un 80% de los
menor medida, el ácido gamma-aminobutí-
casos clínicos presentan además otros
rico (vid. Nutt, 2001). Entre las estructuras
desórdenes psicológicos (como los de-
cerebrales en las que se han detectado cam-
presivos, los somatoformes, el trastor-
bios están la amígdala, el tálamo y el cór-
no de pánico, o la fobia social) y enfer-
tex prefrontal dorsomedial (DeBellis et al.,
medades (Beesdo et al., 2009; Drews y
Hazlett-Stevens, 2008; Hettema, 2008; 2000; Etkin, Prater, Schatzberg, Menon y
Starcevic y Bogojevic, 1999). Greicius, 2009; Schienle, Ebner y Schäfer,
2011; Sinha, Mohlman y Gorman, 2004).
7. A diferencia de otros trastornos, el
TAG aumenta con la edad hasta llegar 3.2. Correlatos psicológicos
a ser uno de los trastornos psicológi- Las diversas aproximaciones psicológicas
cos más frecuentes en la adultez tardía. se podrían agrupar en dos grupos, aquellas
Algunos sugieren que la edad media que han subrayado los sesgos presentes en
de aparición son los 31 años (Kessler, el procesamiento de la información y aque-
Chiu, Demler y Walters, 2005). llas que enfatizan los fallos a la hora de re-
solver problemas o de autorregularse.
3. Aproximaciones teóricas
Aunque son varias las explicaciones teóri- 3.2.1. Sesgos en el procesamiento de la informa-
cas que se han propuesto del TAG, lo cier- ción
to es que muchas de ellas son extremada- En el TAG se han identificado sesgos
mente parciales, al centrarse sólo en algún atencionales e interpretativos (Bradley,
aspecto diferencial, al tiempo que no dan Mogg, Millar y White, 1995; Eysenck,
cuenta ni de la génesis del trastorno, ni de 1997; Friedman, Thayer y Borkovec, 2000;
su evolución (para una revisión crítica más Hazlett-Stevens y Borkovec, 2004; Kos-
extensa, véase Prados, 2008). ter, Crombes, Verschuere, Van Damme y
Wiersema, 2006). Centrándonos en estos
3.1. Correlatos biológicos últimos, aunque las personas con TAG no
Muchos autores piensan que en el TAG difieren de un grupo control en su juicio
podría existir una cierta vulnerabilidad ge- probabilístico acerca de su propia preocu-
nética heredada (Kendler, Neale, Kessler, pación (Craske, Rapee, Jackel y Barlow,
Otra explicación avalada por diversas in- res que la persona tenga, pero el proceso
vestigaciones es que cuando las preocupa- termina con una estimulación alternativa
ciones que se experimentan son excesiva- que requiera la participación del ejecutivo
mente frecuentes y duraderas se generan central (Hirsch, Hayes y Mathews, 2009).
creencias negativas acerca de la propia Si no es así, y se intenta controlar evitan-
preocupación, lo que conlleva la aparición do pensar o suprimir lo que se está pen-
de la preocupación por la preocupación sando, se puede producir un efecto rebote.
(meta-preocupación, como la denomina Y cuando fallan los intentos de control, la
Wells, 1994). Y si, se intenta suprimir, se persona puede empezar a preocuparse por
produce un efecto rebote y con ello una su propia preocupación, y aparecer el fallo
exacerbación de la experiencia emocional de regulación emocional (Fisher y Wells,
(Fisher y Wells, 2009; Montorio, Wetherell 2009; Menin et al. 2005).
y Nuevo, 2006; Nuevo, Montorio y Borko-
vec, 2004; Wells, 1995, 2005). 4. Herramientas de evaluación
En los últimos años han aparecido nume-
3.3. Hacia un modelo integrador
rosos procedimientos de evaluación aplica-
En resumen, podríamos decir que el TAG bles al TAG, entre ellos varios formatos de
se produce como resultado de la interac- entrevista que facilitan la tarea diagnóstica,
ción entre una tendencia a la preocupa- así como escalas e inventarios, que contri-
ción previa y un sentimiento continuado buyen a especificar los parámetros de cada
de estrés que no logra regularse de forma uno de los síntomas.
satisfactoria. La tendencia a la preocupa-
ción previa es debida a cierta vulnerabili- 4.1. Entrevistas generales
dad biológica y la experiencia psico-social
que se haya tenido (Akiskal, 1998; Hudson La Anxiety Disorders Interview Schedu-
y Rapee, 2004), y se caracteriza por haber le (ADIS-IV; Brown, DiNardo y Barlow,
adquirido determinados esquemas y creen- 1994), es un protocolo de entrevista, funda-
cias que inducen a experimentar sesgos en mentado en los criterios del DSM-IV, con
el procesamiento de la información. Ello un índice de coincidencia diagnóstica de
explicaría por qué las personas con TAG hasta un 80% para el TAG (Brown et al.,
tienen exacerbada su percepción de riesgo, 2001). Además, resulta útil, dada la elevada
definen los sucesos ambiguos como ame- comorbilidad de este trastorno, a la hora de
nazantes, creen probable que ciertos su- realizar el diagnóstico diferencial.
cesos negativos sucedan, y se ven menos
capaces de afrontar los problemas (Prados, 4.2. Cuestionarios específicos que facili-
2008). Pero el TAG aparecerá cuando se tan el diagnóstico
produzca un problema persistente que no se El Generalized Anxiety Disorder Question-
logra solucionar o un periodo prolongado naire (GADQ-IV; Newman et al., 2002;
de estrés que no se consigue regular. Bajo Rodebaugh, Holaway, y Heimberg, 2008),
un punto de vista cognitivo, un episodio también se basa en los criterios del DSM-
de preocupación conlleva la anticipación IV, pero es un cuestionario específico, cu-
de un suceso indeseable, o de sus conse- yas preguntas se refieren a si las preocu-
cuencias, en función de las metas y valo- paciones suponen un problema, si son
Structured Interview on Beliefs About Wo- puntuación total oscila entre los 16 y los 80
rry (SIBAW; Francis y Dugas, 2004). puntos, siendo 60 el punto de corte clínico.
f) ¿Qué haces para dejar de preocuparte? Pero aunque este instrumento parece dis-
tinguir entre el TAG y otros trastornos de
Es importante evaluar las estrategias que ansiedad, no distingue entre dicho trastorno
utiliza la persona a la hora de intentar con- y el trastorno depresivo mayor (Starcevic,
trolar sus estados de preocupación. 1995).
4.4. Escalas e inventarios Los datos psicométricos obtenidos en di-
En los últimos años han aparecido instru- ferentes muestras han sido excelentes. Por
mentos específicos en torno a la preocupa- ejemplo, se han obtenido valores de con-
ción (vid. revisión crítica más completa en sistencia interna entre 0,80 y 0,93, y la co-
Prados, 2008). Por un lado, existen instru- rrelación test-retest ha llegado a 0,92 (vid.
mentos que evalúan los temas concretos de Prados, 2008, pp. 85-87).
preocupación, por ejemplo el Worry Do-
5. Avances terapéuticos
mains Questionnaire (WDQ; Tallis, Eys-
enck y Mathews, 1992), o la Worry Scale 5.1. Farmacoterapia
(WS; Wisocki y Handen, 1983; citado en
Aunque las benzodiacepinas (BZP) puedan
Wisocki, Handen y Morse, 1986).
ser útiles a corto plazo frente al TAG, en
Por otro, también han aparecido instrumen- especial cuando lo que se pretende es es-
tos que evalúan las consecuencias percibi- tabilizar los síntomas de ansiedad, según
das de la preocupación, como el Why Worry los estudios revisados no parecen mejor
(WW; Freeston, Rhéame, Letarte, Dugas y que el placebo, ni en adultos (Power et al.,
Ladouceur, 1994; González, Bethencourt, 1989, 1990), ni en niños (Simeon, Fergu-
Fumero y Fernández, 2006), el Conse- son y Knott, 1992). De igual modo, la ad-
quences of Worry Scale (COWS; Davey, ministración adicional de BZP no mejora la
Tallis y Capuzzo, 1996), el Metacognitions eficacia alcanzada por la terapia cognitivo-
Questionnaire (Cartwright-Hatton y Wells, conductual (Power et al., 1990), lo cual,
1997; Wells y Cartwright-Hatton, 2004), o unido a su riesgo de dependencia (Ashton,
el Inventario de Consecuencias Percibidas 2005), explicaría por qué ya no se conside-
de Preocupación (ICPP; Prados, 2007). ran la primera elección terapéutica frente al
Una descripción más detallada merece el TAG.
Penn State Worry Questionnaire (PSWQ; Otras sustancias que se están utilizando
Meyer et al., 1990), por el gran impacto in- son el pregabalin (Bandelow, Wedekind, y
ternacional que ha tenido y sus versiones Leon, 2007; Owen, 2007), o la buspirona
para la infancia y la adultez tardía. Sus 16 (Kranzler, 1988), que no presenta efectos
ítems intentan evaluar la frecuencia, inten- sedantes, no produce dependencia, no alte-
sidad y dificultad de controlar la preocupa- ra las funciones cognitivas, ni provoca in-
ción, sin hacer referencia a temas concre- teracciones farmacocinéticas significativas,
tos. Como su formato de respuesta tiene lo que la hace especialmente indicada en
cinco posibilidades (de 1 = no es típico ancianos y en personas con antecedentes de
en mí, a 5 = muy típico en mí), el rango de abuso de drogas.
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intentar fijar un límite horario razonable Ashton, H. (2005). The diagnosis and management of ben-
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antes de empezar a preocuparse. Esta téc- 18(3), 249-255.
nica no conlleva el posible efecto rebote de Bados, A., y Bach, L. (1997). Intervención psicológica con
la “parada de pensamiento”, que utilizan una paciente con trastorno de ansiedad generalizada.
otros autores, y también facilita tanto la Análisis y Modificación de Conducta, 23, 85-107.
aceptación emocional como la búsqueda de Bandelow, B., Wedekind, D., & Leon, T. (2007). Pregabalin
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resumen/abstract:
En este trabajo nos hemos centrado en los avances sobre el trastorno de pánico y la agorafobia. Hemos
tenido en cuenta no sólo las investigaciones sobre el tratamiento, sino también aspectos relacionados con la
comprensión y clasificación de estos trastornos.
Con la llegada del DSM-V, se plantean nuevos horizontes que pretenden facilitar la investigación y el
tratamiento de estos trastornos, así como una mejor práctica por parte de los profesionales responsables de
su tratamiento, que sirva de ayuda a los gestores encargados de la financiación de la salud, al poder disponer
de tratamientos más eficaces, eficientes y efectivos.
Se presenta un resumen del conocimiento científico actual sobre el trastorno del pánico, con énfasis en
los aspectos epidemiológicos, los criterios diagnósticos para el trastorno de pánico y la agorafobia, y los
tratamientos psicológicos más eficaces y eficientes que son la terapia conductual y la terapia cognitiva focal.
In this work we have focused on progress about panic disorder and agoraphobia. We have taken into account
not only the research on treatment, but also aspects related to understanding and classification of these
disorders.
With the coming of DSM-V, new horizons arise intended to facilitate research and treatment of these
disorders, as well as best practice by professionals responsible for their treatment. It is also expected that it
will help the managers responsible for health financing.
We present a summary of current scientific knowledge on panic disorder, with emphasis on epidemiology,
diagnostic criteria for panic disorder and agoraphobia, and psychological treatments more effective and
efficient than are behavioral therapy and cognitive therapy focus.
palabras clave/keywords:
Trastorno de pánico; agorafobia; tratamientos eficaces y eficientes.
como el diagnóstico diferencial del pánico rafobia tienden a buscar tratamiento antes
y de la agorafobia con otros problemas de y a una edad más tempranana. La dura-
salud física y mental, cuya similar sintoma- ción, discapacidad, deterioro y síntomas de
tología puede facilitar errores en su diag- pánico, así como la comorbilidad con los
nóstico y tratamiento. Ejes I y II también es mayor que los que
tienen un diagnóstico de ataques de pánico
Epidemiología sin agorafobia. Estos resultados evidencian
Estudios comunitarios a gran escala han que los trastornos de pánico con agorafobia
mostrado que alrededor de un 10% de la son una variedad más grave dentro de los
trastornos de pánico. El hecho de que haya
población general adulta ha experimenta-
una mayor prevalencia y de que se busque
do alguna crisis de angustia, aunque en la
tratamiento de forma más temprana parece
mayoría de casos no llega a desarrollarse
apoyar su mayor gravedad. Por otro lado,
el trastorno de pánico (Robins, et al, 1984).
la baja representación de los diagnostica-
En cuanto al trastorno de pánico, un exten- dos de agorafobia sin historia de ataques de
so estudio realizado en diez países, mues- pánico pone en duda la existencia de esta
tra que el porcentaje de individuos de la categoría.
población general que lo padece en algún
momento de su vida, oscila entre el 1,4% y Diagnóstico
el 2,9% (Weissman et al, 1997). La distri- Hasta los años 80, las crisis de pánico so-
bución por sexos es de un hombre por cada lían considerarse como una complicación
dos mujeres en el pánico sin agorafobia, y de la agorafobia. En el DSM-III (APA,
de un hombre por cada tres mujeres en la 1980) se consideró por primera vez el pá-
agorafobia. nico como un trastorno con entidad propia.
En un estudio epidemiológico (Grant, et En el DSM-III-R (APA, 1987) se dio un
al. 2006) realizado con población ameri- paso más en la consideración del trastorno
cana sobre prevalencia de los trastornos de pánico como trastorno primario, al re-
de pánico, según el DSM-IV, se encontró conocer que la agorafobia suele derivarse
que la prevalencia del trastorno de pánico de él. Por el contrario, la CIE-10 (OMS,
sin agorafobia era de un 1,6% en los últi- 1992) considera como principal trastorno
mos 12 meses, y a lo largo de la vida de a la agorafobia, diferenciando entre ago-
un 4,0%. Las tasas del trastorno de páni- rafobia sin ataques de pánico y agorafobia
co con agorafobia fueron superiores en un con ataques de pánico. Con estos criterios
0,6% en los últimos 12 meses y un 1,1% se incrementa el número de casos diagnos-
a lo largo de la vida. Las tasas de los últi- ticados como agorafobia, con respecto al
mos 12 meses y a lo largo de la vida para DSM-III-R o al DSM-IV, ya que se diag-
la agorafobia sin historia de ataques de nostican como agorafobia todos los casos
pánico fueron muy bajas, de un 0,05% y que presentan síntomas mixtos, de pánico y
0,17%. Ser mujer, americana, de mediana agorafobia, mientras que sólo se diagnosti-
edad, estar separado, viudo o divorciado, y can como trastorno de pánico los casos de
tener bajos ingresos aumentaba el riesgo “pánico puro” sin agorafobia.
para sufrir alguno de estos trastornos. Las En el DSM-IV podemos encontrar tres en-
personas con trastorno de pánico con ago- tidades diagnósticas relacionadas con el
pánico: las crisis de angustia o ataques de el DSM V sí que será codificable como en-
pánico, el trastorno de pánico y la agora- tidad propia. En el DSM IV la Agorafobia
fobia. Al comparar al DSM-IV con sus an- no era codificable, se tenía que diagnosticar
tecesores (DSM-III y DSM-III-R) observa- como trastorno de angustia con agorafobia.
mos que, aunque sigue las mismas pautas En la propuesta del DSM V sí que aparece
generales, también presenta una serie de como codificable y se puede diagnosticar
novedades. El DSM-IV considera que las agorafobia con entidad propia.
crisis de angustia aparecen con frecuencia Los criterios diagnósticos para la agorafo-
en otros trastornos de ansiedad y, por ello, bia, que aparecen en la tabla 2, como no-
separa los criterios diagnósticos de las cri- vedad resaltan la duración que debe ser de
sis de angustia de los del trastorno de páni- 6 meses; la respuesta desproporcionada de
co. Para clarificar esta cuestión, distingue ansiedad ante las situaciones, teniendo en
entre 3 tipos de crisis: 1) las inesperadas, cuenta el contexto sociocultural específico
no relacionadas con estímulos situaciona- de la persona; y el deterioro significativo en
les, 2) las situacionales, desencadenadas la vida de la persona.
por estímulos ambientales y 3) aquellas La aportación más relevante que hace el
cuya ocurrencia es más probable si el suje- DSM V es poder diagnosticar el trastorno
to se expone a ciertos estímulos ambienta- de angustia y la agorafobia como entidades
les, siendo éstas especialmente frecuentes separadas, dando la opción de que exista
en el trastorno de pánico, aunque también comorbilidad, es decir que podamos diag-
pueden aparecer en otros trastornos de an- nosticar trastorno de angustia y agorafobia
siedad. a la vez.
En el borrador del DSM V (APA, 2011)
Diagnóstico diferencial
dentro de los trastornos de ansiedad se han
eliminado de la lista al trastorno de angus- Abuso y abstinencia de sustancias
tia sin agorafobia y la agorafobia sin his- Por lo que se refiere al diagnóstico diferen-
toria de trastorno de angustia, quedando el cial con el abuso de sustancias (cocaína,
trastorno de angustia y la agorafobia como anfetaminas, cannabis, vasoconstrictores,
entidades separadas. Los criterios diagnós- broncodilatadores, et.); o con la retirada
ticos en el DSM V para los trastornos de de otras sustancias (alcohol o ansiolíticos)
angustia propuestos en el DSM V aparecen Hay que tener en cuenta que se pueden pro-
en la Tabla 1. ducir síntomas de ansiedad aguda, simila-
Estos criterios se corresponden, en parte, res a los que se dan en una crisis de pánico.
con los que en el DSM IV hacían referen- En los casos dudosos, se considera más
cia al trastorno de angustia sin agorafobia, probable que se trate de ansiedad provoca-
con la salvedad de que en el DSM V son da por sustancias si se observan síntomas
necesarios los criterios A y B, a diferencia atípicos durante las crisis (p. ej., vértigo
del DSM IV que sólo requería la presencia verdadero, pérdida de la conciencia o del
de uno de los dos. Asimismo el trastorno control de esfínteres, dolores de cabeza o
de angustia se codificaba en función de que amnesia) o si el cuadro se inicia después de
apareciera o no agorafobia, mientras que en los 45 años. En cambio, es más probable
considerar que su principal componente es Son numerosos los estudios que ha mostra-
la modificación de la conducta mediante do claramente la eficacia de la TCF (Sokol
la exposición a sensaciones y situaciones y Beck (1986); Margraf et al., (1989). Y ha
antes evitadas (estímulos condicionados), demostrado ser más eficaz EN compara-
con el objetivo de lograr la desaparición de ción con otros tratamientos: como imipra-
las respuestas condicionadas de ansiedad o mina (Clarck et al., 1991); imipramina, au-
miedo a través del mecanismo de habitua- toexposición y relajación aplicada (Clarck
ción. et al., 1993); técnicas cognitivas, combi-
La investigación ha mostrado claramente la nadas con exposición en vivo y exposición
eficacia de la TCC de Barlow (Barlow, et interoceptiva, (Sokol y Beck, 1989).
al, 1989; Klosko, et al, 1990; Telch, et al., En un estudio sin grupos de control, Sokol
1993) y también ha demostrado que es más y Beck (1989) trataron a 25 pacientes con
eficaz que otros tratamientos como la re- técnicas cognitivas, combinadas con ex-
lajación aplicada (Barlow y Brown, 1995; posición en vivo y con exposición intero-
Craske, 1996), la combinación con Alpra- ceptiva, durante una media de 17 sesio-
zolan (Klosko, et al, 1990). En general se nes individuales. Las conductas de pánico
considera que la TCC de Barlow (y otras desaparecieron en los 17 pacientes que no
similares), eliminan las conductas de páni- tenían el diagnóstico añadido de trastorno
co en alrededor del 80% de pacientes (Bou- de personalidad. Estos resultados se mante-
chard, et al, 1996). nían un año después.
Por otro lado, la terapia cognitiva focal Un informe preliminar de Margraf et al.,
(TCF) para el tratamiento del TP ha sido (1989) sugirió que las estrategias cogniti-
desarrollada a partir de los planteamientos vas, aplicadas sin procedimientos de expo-
de Beck (1988) y ha sido adaptada como sición, también son muy eficaces en el tra-
terapia específica para el pánico por Clarck tamiento del pánico. En 1991, Salkovskis
y Salkovskis (Clarck y Salkovskis, 1996). et al. publicaron otra serie de casos en que
El tratamiento se dirige a que el paciente se mostraba cómo se lograba una importan-
se cuestione las interpretaciones catastro- te reducción de las CP con un tratamiento
fistas de determinadas sensaciones intero- muy breve, de sólo 2 horas, y puramente
ceptivas, las ponga a prueba y finalmente cognitivo, sin ningún tipo de exposición.
las modifique, siguiendo las pautas básicas Clarck et al. (1991), compararon la eficacia
de la terapia cognitiva de Beck con: apren- de la TCF, la relajación aplicada, la imipra-
dizaje guiado, diálogo socrático y experi- mina y un grupo control en lista de espera.
mentos conductuales diseñados para probar Todos los tratamientos redujeron significa-
hipótesis acerca de las creencias disfuncio- tivamente la ansiedad general, la evitación
nales; pero centrándose en las creencias agorafóbica y la frecuencia de CP, pero en
distorsionadas típicas del pánico. Por eso diferente grado. La TCF resultó superior a
se la conoce como terapia cognitiva focal las otras intervenciones, al finalizar el tra-
o focalizada, para diferenciarla de otras in- tamiento y al año de seguimiento, en todas
tervenciones cognitivas que no se centran las variables evaluadas (frecuencia de páni-
específicamente en la reestructuración de co, pensamientos catastrofistas, miedo a las
estas interpretaciones catastrofistas. sensaciones corporales, evitación y ansie-
dad general). El porcentaje de pacientes li- temidas o evitadas, que no difieren signifi-
bres de pánico y el índice de mejoría global cativamente en cuanto a su eficacia y que
también fueron mejores en el grupo tratado pueden agruparse en: a) exposición gra-
con TCF. dual y prolongada a cada situación con la
El estudio más relevante para considerar compañía y apoyo del terapeuta, permane-
esta forma de tratamiento como empírica- ciendo en la misma hasta que la ansiedad
mente validado, se llevó a cabo por Clarck se reduce. b) autoexposición gradual con
et al. (1994). En él se compararon las con- posibilidad de escape temporal a un lugar
diciones siguientes: a) 12 sesiones de te- seguro, si la ansiedad es muy elevada. El
rapia cognitiva, b) relajación aplicada, c) paciente registra el tiempo pasado fuera y
imipramina y d) grupo control en lista de vuelve a la situación lo antes posible, y c)
espera. Al finalizar el tratamiento, la pro- práctica programada: exposición prolonga-
porción de pacientes libres de pánico en los da y gradual con la presencia y apoyo del
4 grupos era del 90%, 50%, 55% y 7% res- cónyuge o un amigo. El terapeuta mantiene
pectivamente. contacto semanal o quincenal con el pa-
ciente, que lleva un diario de sus prácticas
Botella y Ballester realizaron una adapta- y utiliza un manual de autoayuda.
ción del tratamiento de Clarck y Salkovskis
con el que obtuvieron resultados positivos La exposición o autoexposición en vivo
en varios estudios llevados a cabo en nues- es una técnica bien establecida que se ha
tro ámbito (Ballester y Botella, 1992). mostrado claramente superior en diferentes
estudios a los grupos de control (p. ej., lista
Entre los tratamientos probablemente efica- de espera) en ansiedad y evitación agora-
ces para el pánico se encuentra la relajación fóbica.
aplicada (Öst et al., 1993) y la exposición.
Los tratamientos basados en la exposición Una revisión de los protocolos de trata-
miento utilizados en los estudios sobre re-
pueden referirse a dos aspectos principales:
sultados de tratamientos del trastorno de
la exposición a las sensaciones internas te-
pánico, revela que la mayoría utilizan rees-
midas (exposición interoceptiva) y la expo-
tructuración cognitiva focalizada y exposi-
sición a actividades o situaciones evitadas,
ción, y que ambas técnicas aparecen como
especialmente relevante en la agorafobia.
los ingredientes más eficaces de los trata-
Por lo que se refiere a la exposición intero- mientos. Sin embargo existe controversia
ceptiva, Craske, et al, (1997) encontraron acerca de cual de ellas es más eficaz, y /
que añadir exposición interoceptiva a una o cual es el elemento crucial (exposición
combinación de reestructuración cognitiva o reestructuración cognitiva) por el que
y exposición en vivo, fue más eficaz que se producen los cambios terapeúticos. Los
añadir entrenamiento en respiración, tanto estudios que han comparado la eficacia de
en el postratamiento, en medidas de pánico, la exposición y la restructurción congniti-
interferencia y severidad, como en el segui- va no han hallado diferencas significativas
miento a los 6 meses en ansiedad fóbica, (Margraf y Schneider, 1991; Bouchard, et
pánico, interferencia y ansiedad general. al 1996).
Se han propuesto varias modalidades de Las teorías del aprendizaje sostienen que la
exposición en vivo, a lugares y situaciones reestructuración cognitiva y la exposición
pueden operar a través de un mismo meca- bida y potenciales interacciones con otros
nismo: el aprendizaje (Davey, 1992). fármacos.
Durante muchos años, la clomipramina, un
Tratamientos farmacológicos
ATC con importante acción serotoninérgica
El principal objetivo del tratamiento far- se consideró el fármaco más potente para el
macológico en el trastorno de pánico es: tratamiento del trastorno de pánico. (Jeffer-
bloquear la aparición de crisis de angustia, son, 1997).
neutralizar la ansiedad anticipatoria y redu-
cir la evitación fóbica. Los fármacos uti- En la actualidad, los ISRS e IRSN presen-
lizados para conseguir estos objetivos son tan un perfil de efectos secundarios más
(Ayuso, 2010): favorable y mayor seguridad en caso de so-
bredosis, por lo que son la mejor elección
1 Antidepresivos tricíclicos (ATC) e inhi- inicial para la mayoría de los pacientes con
bidores de la monoaminooxidasa (IMAO) trastorno de pánico. (APA, 2009; Hollander
introducidos en las décadas de los años 60 y Simeon, 2010).
y 70.
Los IMAO aunque han demostrado su efi-
2. Benzodiazepinas, en particular benzo- cacia en el trastorno de pánico (Ballenger,
diazepinas de alta potencia, como alprazo-
2003), hoy son muy poco utilizados por los
lam y clonazepam, introducidas en los 80.
médicos. Esto es debido a la necesidad del
3. Inhibidores selectivos de la recaptación paciente de seguir una dieta restringida y el
de serotonina (ISRS), que aparecen en la peligro de presentar una crisis hipertensiva
década de los 90 y antidepresivos inhibi- si ésta no se sigue adecuadamente.
dores de la recaptación de serotonina y no-
Las benzodiazepinas pueden ser útiles en
radrenalina (IRSN), de uso más reciente,
combinación con antidepresivos para el tra-
como la venlafaxina y duloxetina.
tamiento de síntomas residuales de ansie-
Todos los fármacos citados anteriormente dad ó preferidas por pacientes con síntomas
han demostrado su eficacia en numerosos muy molestos ó deteriorantes y que de-
estudios controlados y son recomendados mandan un control rápido de los síntomas.
para el tratamiento del trastorno de pá- El beneficio de una respuesta rápida con
nico (Bakker A, et al. 2002; Bradwejn et benzodiazepinas debe balancearse con la
al. 2005; APA, 2009). Otros fármacos con posibilidad de posibles efectos secundarios
menos apoyo empírico (mirtazapina, anti- (sedación) ó dependencia fisiológica que
convulsivantes como gabapentina, prega- puede conllevar dificultades para interrum-
balina ó algunos antipsicóticos) pueden ser pir la medicación (APA, 2009; Hollander y
alternativas terapéuticas cuando han fraca- Simeon, 2010).
sado varios tratamientos estándar o por cir-
cunstancias individuales. Tratamientos combinados
La elección de un fármaco como tratamien- Aunque frecuentemente se emplean tra-
to inicial dependerá de las preferencias del tamientos en los que se combinan los
paciente, evaluación de riesgo-beneficio fármacos y la psicoterapia, los estudios
para cada paciente, historial de tratamien- disponibles indican que esta forma de trata-
tos previos, presencia de patología comór- miento no siempre es adecuada; sobre todo
si, como ocurre la mayoría de las veces, jorar la eficacia del tratamiento cognitivo-
se utilizan benzodiacepinas (Roca y Roca, conductual del pánico; mientras que, por el
1998). contrario, la administración de BZD tiende
La mayoría de estudios sobre tratamientos a reducirla.
combinados de fármacos más psicoterapia Marcks (1991) halló que las dosis de BZD
muestran que las benzodiacepinas pueden equivalentes a 10 mgrs. diarios de Diace-
reducir los efectos beneficiosos de la te- pam interferían con la exposición; es decir,
rapia cognitivo-conductual. Parece lógico impedían o reducían sus efectos beneficio-
deducir que lo mismo debe ocurrir con la sos. Este efecto indeseable no se constata-
terapia cognitivo-conductual utilizada en ba si las dosis eran menores. Sin embargo,
el tratamiento del pánico. De hecho, algu- otros autores encuentran que la utilización
nos estudios preliminares así como nuestra de BZD en forma continuada, aunque sea
experiencia clínica indican que los ansiolí- a dosis mínimas, interfiere negativamente
ticos dificultan la buena marcha de la tera- con la terapia cognitivo-conductual (San-
pia, a menos que sean retirados en una fase derson y Wetzler, 1993).
temprana de ésta.
La mayoría de estudios realizados sobre
El uso de las benzodiacepinas (BZD) puede este tema indican que los ansiolíticos, re-
interferir en los logros terapéuticos por el ducen las ganancias obtenidas con la expo-
mecanismo del “aprendizaje dependiente
sición, a medio y largo plazo (Van Balkom,
del estado” que consiste en que lo que se ha
et al., 1996; Fava et al., 1994; Marks et al.,
aprendido bajo los efectos de una droga, no
1993; Echeburúa et al., 1993; Meadows y
se generaliza a momentos en que ya no se
Zinbag, 1991; Marks y O´Sullivan, 1992;
está bajo su efecto. Así, en la experimenta-
De Beurs et al., 1995, y Hegel et al., 1994).
ción con animales se ha observado que las
Pero algunos estudios indican que el alpra-
conductas aprendidas bajo sedación, a me-
nudo no se transfieren cuando al animal se zolam (Trankimazin) administrado duran-
le deja sin medicación (Miller, 1964). te un periodo breve de tiempo, no incide
negativamente en la eficacia de la terapia
Otra explicación sobre los efectos negati- cognitivo-conductual.
vos de los ansiolíticos en los resultados de
la exposición, es que estos fármacos pue- En cambio, los antidepresivos y la terapia
den interferir en los procesos de memoria cognitivo-conductual parecen más compa-
a largo plazo, y dificultar así el proceso de tibles, y en algunos estudios se ha obser-
habituación (Echeburúa y Corral, 1991). vado que añadir fluvoxamina en la exposi-
ción a las sensaciones internas, mejoraba la
Podría pensarse que se trata de un proble-
eficacia de esta forma de exposición en el
ma de atribución por parte del paciente, al
tratamiento del pánico.
responsabilizar de su mejoría al fármaco;
pero éste no parece ser el mecanismo res- También se ha investigado la utilización de
ponsable ya que, cuando se administra un la terapia cognitivo-conductual con pacien-
placebo y el paciente responde favorable- tes que no mejoran con fármacos, y su utili-
mente a él, no se observa la misma interfe- zación como apoyo al tratamiento farmaco-
rencia. De hecho, según diversos estudios, lógico, para facilitar su retirada. En ambos
la administración de placebos parece me- casos se ha mostrado eficaz.
Según Roca y Roca (1998) los investiga- ahora con estos fármacos. Gould et al.,
dores de orientación farmacológica defien- (1995) publicaron un metaanálisis de los
den que los fármacos, especialmente los resultados de diversos estudios, llevados
antidepresivos inhibidores selectivos de la a cabo en las dos décadas anteriores, para
recaptación de serotonina (ISRS), son el comparar la eficacia de los fármacos y la
tratamiento más eficaz, superando incluso terapia cognitivo conductual. Llegaron a la
a la terapia cognitivo-conductual. Además, conclusión de que el tratamiento más eficaz
consideran que son más ventajosos por su es el cognitivo-conductual con exposición
rapidez de acción y porque son mucho más y reestructuración cognitiva, siendo inclu-
fáciles de cumplimentar. so más eficaz que los tratamientos com-
Por su parte, los investigadores del campo binados de terapia cognitivo-conductual
de las psicoterapias defienden la superio- más fármacos. También hallaron que las
ridad de la terapia cognitivo-conductual, intervenciones con mejor relación eficacia-
destacando algunas de sus ventajas como la coste eran la imipramina y la terapia cogni-
ausencia de efectos secundarios y los me- tivo-conductual en grupo.
jores resultados a largo plazo. Unos y otros
consideran que los estudios que muestran Conclusiones
la superioridad del enfoque contrario están Referente al diagnóstico de los trastornos
mal hechos y que, por tanto, no son fiables. de pánico no parece haber un acuerdo, se-
La forma de evaluar la ausencia de sínto- gún los diferentes manuales (DSM y CIE),
mas en los seguimientos, también puede entre separar o diferenciar los trastornos de
llevar a errores. Por tanto, no hay un claro angustia y la agorafobia, dando uno más
acuerdo acerca de cuál de estos tratamien- importancia a los trastornos de angustia y
tos es el más recomendable. otro a la agorafobia. Creemos que a la hora
Por lo que se refiere al tratamiento psico- de considerar la relación entre el pánico y
lógico, el problema tradicional del mayor la agorafobia existe una tercera posición
coste de la terapia se ha reducido enorme- que es la de considerar a ambos trastornos
mente con los actuales enfoques que permi- como los dos extremos de un continuo, en
ten tratamientos eficaces, muy breves, para el que la mayoría de casos incluirían sínto-
este trastorno, y con los materiales de au- mas de pánico y agorafobia, algunos pre-
toayuda. Los estudios llevados a cabo para sentarían sólo pánico y finalmente otros
valorar el coste a largo plazo y el perfil de presentarían sólo agorafobia. Parece que
coste beneficio de la TCC para el trastorno el DSM V realiza esta separación entre los
de pánico son más favorables que la farma- polos del continuo y da la opción de la co-
coterapia (Mchugh et al., 2007, Otto et al, morbilidad para aquellos casos que tienen
2000). síntomas de pánico y agorafobia, no viene
a esclarecer la polémica pero sí a facilitar el
Los problemas del tratamiento farmacoló-
diagnóstico.
gico son los efectos secundarios y las re-
caídas al dejarlo, aunque ambos se reducen Aunque la polémica sigue abierta, nosotros
con los ISRSs (Mc Nally, 1996.). En cual- nos adscribimos a la posición que consi-
quier caso faltan más estudios que confir- dera que, al menos en la gran mayoría de
men los buenos resultados hallados hasta casos, la agorafobia es una complicación
del pánico. Nos basamos en los siguientes las diferentes clasificaciones diagnósticas,
argumentos: 1) creemos que los casos que como ha pasado con la desaparición en el
experimentan crisis de pánico de síntomas DSM V de la categoría agorafobia sin his-
limitados -menos de cuatro síntomas- de- toria de ataques de pánico por su baja pre-
ben equipararse a aquellos que presentan valencia.
crisis completas -cuatro o más síntomas-, En cuanto a los tratamientos eficaces para
ya que esa diferencia es irrelevante para el trastorno de pánico con o sin agorafobia,
la configuración total del trastorno y para existe consenso en considerar que los trata-
su tratamiento; 2) en la práctica es difícil mientos que incluyen la exposición tanto a
hallar casos de agorafobia sin historia de estímulos externos como internos y la rees-
crisis de pánico; 3) incluso aquellos po- tructuración congnitiva son claramente los
cos pacientes con agorafobia que niegan más eficaces. Y respecto a su combinación
en principio haber experimentado crisis con tratamientos farmacológicos (ansiolí-
o temor a las sensaciones típicas de estas, ticos y antidepresivos) nuestra experiencia
suelen recordarlas cuando llevamos a cabo clínica nos indica que realizando una buena
algún ejercicio de inducción de sensacio- programación de su retirada en función del
nes, por ejemplo, el experimento de hiper- momento terapéutico pueden ser recomen-
ventilación; y 4) la idea de que existía un dables en determinados tipo de pacientes.
elevado número de pacientes con agorafo- Otra cuestión a tener en cuenta es la inter-
bia y sin pánico, estaba basada en estudios ferencia de las benzodiacepinas con las téc-
epidemiológicos que han sido cuestionados nicas de exposición.
recientemente al considerar como agorafo-
bia casos que no lo eran. Podemos concluir, por tanto que el trata-
miento de elección para los trastornos de
El DSM-V, al igual que su antecesor, sigue pánico son los tratamientos psicológicos,
sin tener en cuenta que, generalmente, los quedando como facilitador en algunos ca-
pacientes con pánico evitan determinadas sos el tratamiento farmacológico. Siendo
actividades como hacer ejercicio, tomar la evidencia empírica concluyente a este
café, etc., que pueden considerarse como un respecto, en la práctica no es así, porque lo
estadio intermedio entre el pánico y la ago- habitual es que el tratamiento de elección
rafobia. Esta es una cuestión de gran interés, para los trastornos de pánico sea farma-
tanto para comprender el mantenimiento del cológico y administrado por el médico de
trastorno como para planificar la terapia. atención primaria, ya que es el primer lugar
Los estudios sobre la incidencia del páni- donde se busca ayuda. El tratamiento far-
co han ayudado a tomar conciencia del alto macológico como primera línea de actua-
coste económico que supone este trastorno ción puede provocar la cronicidad de los
para la sociedad, por el absentismo laboral trastornos de pánico y un excesivo uso de
y la baja productividad ligada a ellos, así recursos sanitarios y farmacológicos, que
como por el elevado consumo de recursos podrían evitarse con la figura del psicólogo
sanitarios que conlleva. Esto ha facilitado en atención primaria. Por todo esto, consi-
que, cada vez más, se financien investiga- deramos que los gestores sanitarios debe-
ciones para hallar tratamientos eficaces. rían hacer esfuerzos por acercar la realidad
También ha contribuido a que se revisen a estos resultados.
E. El miedo o la ansiedad son desproporcionados en relación con el peligro real que plantea la situación agorafóbi-
ca. NOTA: la desproporción tiene que ser considerada en su contexto sociocultural.
F. La duración tiene que ser al menos de 6 meses.
G. El miedo, la ansiedad y la evitación provocan un malestar clínicamente significativo o deterioro en el área social,
ocupacional, u otra área importante de funcionamiento.
H. El miedo, la ansiedad y la evitación no se limitan a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejem-
plo, una droga de abuso, un medicamento) o una enfermedad médica (por ejemplo, trastornos cardio-pulmonar).
I. El miedo, la ansiedad y la evitación no pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental, como
por ejemplo fobia específica (p. ej., el exponerse a situaciones fóbicas específicas). Fobia social (p. ej., aparecen al
exponerse a situaciones sociales temidas), trastorno obsesivo-compulsivo (p. ej., al exponerse a la suciedad cuan-
do la obsesión versa sobre el tema de la contaminación), trastorno por estrés postraumático (p. ej., en respuesta
a estímulos asociados a situaciones traumáticas), o trastorno por ansiedad por separación (p. ej., al estar lejos de
casa o de los seres queridos).
Crisis Hipoglucémicas Sudor, palpitaciones, debilidad, ma- En las crisis hipoglucémicas es frecuente la sen-
reos, sensación de desmayo, tem- sación de hambre intensa; los síntomas mejoran al
blores. ingerir alimentos, y el análisis de sangre muestra
hipoglucemia.
Hipertiroidismo Agitación, temblor, sensación de falta En el hipertiroidismo se observan: temblor fino, pal-
de aire, palpitaciones o taquicardia. mas de las manos calientes y rosadas, pérdida de
peso con apetito normal, intolerancia al calor, y ta-
quicardia que no desaparece con el sueño. Además,
la tiroxina en sangre está aumentada. En cambio, en
el pánico se da temblor intenso, las palmas de las
manos están frías y húmedas y el ritmo cardíaco de-
crece con el sueño.
Epilepsia del Sudor, palpitaciones, desrealización, En las crisis epilépticas de este tipo, a veces se
lóbulo temporal episodios de inicio y resolución muy producen: conductas agresivas, estado alterado de
recortados. El miedo puede ser el conciencia, alucinaciones, micción y amnesia al aca-
único síntoma en ciertas crisis epi- bar la crisis. El EEG puede mostrar las alteraciones
lépticas. Después de las crisis puede típicas de esta enfermedad.
darse evitación de estímulos asocia-
dos a ellas.
Trastornos Mareos, sensación de vértigo, sensa- En los trastornos audiovestibulares suele producirse
audiovestibulares ción de desmayo e inestabilidad. vértigo real con sensación de que los objetos giran
alrededor. También pueden detectarse anomalías
neurológicas.
Prolapso válvula Dolor precordial, palpitaciones, dolor En el PVM se halla soplo sistólico a la auscultación.
mitral (PVM) de cabeza, mareos y fatiga.
Taquicardia Aceleración del ritmo cardiaco y an- En la TPS se alcanzan de 140 a 220 pulsaciones por
paroxística siedad. minuto, mientras que en el trastorno de pánico, aun-
supraventricular que se dé un aumento de pulsaciones, no llegan a ser
tan elevadas.
(TPS)
Intestino Náuseas, molestias intestinales. En el intestino irritable no existe una relación tan di-
irritable recta con los episodios de ansiedad aguda.
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resumen/abstract:
La presente investigación describe qué obsesiones y qué compulsiones tienden a darse, bien ocasionalmente,
bien de forma habitual, en una muestra representativa de niños y adolescentes de la provincia de Málaga, de
entre 10 y 17 años, así como qué forma (pensamientos, imágenes, impulsos, etc.) adquieren las obsesiones en
la infancia y la adolescencia y qué estrategias se utilizan con más frecuencia para controlarlas. Los resultados
muestran que las obsesiones más frecuentes son las relacionadas con causar daño (a sí mismo o a otros) y
las de orden/simetría; que las compulsiones más frecuentes son también las de orden; que las obsesiones
adquieren habitualmente la forma de imágenes mentales o de sensaciones o sentimientos difusos y pocas
veces la forma de ideas o impulsos; y que las estrategias de control de las obsesiones más utilizadas son las
de re-emplazar la obsesión por algún otro pensamiento y la de distraerse con cosas de alrededor. Se termina
discutiendo la posible importancia de estos resultados para la comprensión del trastorno obsesivo-compulsivo
en general y, de forma especial, en niños y adolescentes.
This paper describes the most frequent obsessions and compulsions in a representative sample of children
and teenagers 10-17 year old of Malaga province, as well as the form (thoughts, images, impulses, etc.)
of obsessions in childhood and adolescence, and the type of strategies more frequency used to control
obsessions. Results show that most frequent obsessions are those related with causing harm and order;
that the most frequent compulsion is also order; and that obsessions usually have the form of mental images
or diffuse feelings. The strategies most used to control obsessions are replacing obsessions by some other
thought, and distracting by paying attention to the surroundings. The paper finishes discussing the importance
of these results for the understanding of obsessive-compulsive disorder in general and, especially, in children
and teenagers.
palabras clave/keywords:
Comportamientos obsesivo-compulsivos, niños, adolescentes, estrategias de control del pensamiento
Obsessive-compulsive behavior, children, adolescents, thought control strategies.
adolescentes, sino la de que produce gra- et al., 2009). Por otra parte, aunque se ha
ves consecuencias sobre la vida diaria y estudiado qué tipo de síntomas obsesivo-
porque aumenta la probabilidad de padecer compulsivos son más frecuentes en la po-
un TOC en la vida adulta (Fullana et al., blación general adulta, en niños únicamen-
2009). Además, sabemos que los proble- te se han estudiado muestras clínicas y, de
mas que comienzan en la infancia suelen nuevo, los resultados vuelven a ser bastante
acompañarse en la vida adulta de mayor inconsistentes. Así, en tanto que Apter, et
comorbilidad y de peor funcionamiento al. (1996) encuentran que sólo el 14% de
global (Coles y Schofield, 2008), así como los niños con TOC presentaba algún tipo
de mayor gravedad y de peor respuesta al de obsesión, Ivarsson y Valderhaug (2006)
tratamiento (Grant, et al., 2007). encuentran que esto ocurre en el 58%, y
Debido a los pocos conocimientos reunidos Hanna (1995) que sólo las obsesiones de
agresión se presentan en más del 70% de
sobre el TOC infantojuvenil, suele supo-
los niños con TOC.
nerse que sus características son las mis-
mas que en los adultos. Sin embargo, esta Ante esta situación, que hace imposible ex-
suposición parece gratuita, ya que existen traer conclusiones firmes, parece necesario
pocas comparaciones entre el TOC infan- investigar directamente en qué consiste el
til y el adulto y, además, con resultados TOC infantojuvenil y qué tipo de obsesio-
contradictorios. Así, por ejemplo, de los nes y compulsiones resultan más frecuen-
cuatro trabajos localizados sobre cómo se tes. Esto es importante porque algunos
estructuran las obsesiones y compulsio- tipos de síntomas parecen asociarse a un
nes infantiles, dos concluyen que lo hacen mayor deterioro de la vida diaria (Storch et
de forma semejante a lo que ocurre en los al., 2010) y a ser especialmente refracta-
adultos (Stewart, et al., 2007; Storch, et al., rios al tratamiento (Mataix, et al., 2002b).
2007), y dos (Ivarsson y Valderhaug, 2006; El presente estudio pretende rellenar esta
McKay, et al., 2006) de forma muy diferen- laguna en nuestros conocimientos. Es un
te. Algo semejante ocurre con los trabajos trabajo descriptivo realizado en población
destinados a averiguar si se producen cam- española en el que se ha recogido infor-
bios en los síntomas obsesivo-compulsivos mación de los tipos de intrusiones más
conforme pasa el tiempo. En tanto que Ma- frecuentes; sobre qué obsesiones se unen a
taix, et al. (2002) han encontrado bastan- qué compulsiones; qué forma adquieren las
te estabilidad temporal de los síntomas de obsesiones infantiles y con qué estrategias
adultos, en niños los cambios parecen ser las intenta controlar el niño. La finalidad
frecuentes (Hanna, 1995). Incluso la sim- de este estudio, pues, no es la de averiguar
ple pregunta sobre qué tipo de síntomas qué obsesiones y qué compulsiones se pre-
obsesivo-compulsivos es más frecuente en sentan con más frecuencia en los niños y
los niños, resulta difícil de contestar basán- adolescentes diagnosticados de TOC, sino
donos en los estudios con adultos, ya que cuáles son más frecuentes en la población
existen grandes diferencias de un estudio general, lo que aún no se ha investigado
a otro en el tamaño y el tipo de muestra en la población infantojuvenil, aunque sí
utilizada (compárense, por ejemplo, los re- en los adultos. Esto puede ser importante
sultados de Foa et al., 1995, y de Fullana porque, como han encontrado Fullana, et
Tabla 1. Frecuencia media, desviación típica y porcentaje de obsesiones, compulsiones, forma de las obsesiones
y estrategias de control.
En la tabla 2 aparecen las correlaciones en- y repetición. En tercer lugar, que las com-
tre las obsesiones y las compulsiones. El pulsiones de comprobación se relacionan
primer resultado que destaca es que todas con casi cualquier tipo de obsesiones. Por
las obsesiones se relacionan de forma sig- el contrario, las compulsiones consisten-
nificativa, aunque baja o moderadamente, tes en contar se asocian poco con todo tipo
con todas las compulsiones. En segundo de obsesiones. Por su parte, ordenar, acu-
lugar, que las obsesiones sobre contamina-
mular y las compulsiones de tipo mágico
ción no sólo se relacionan con las compul-
únicamente se asocian de forma importante
siones de lavado, sino también con las de
con las obsesiones de la misma naturaleza.
comprobación y repetición. De la misma
forma, las obsesiones de daño no solo se Por último, las compulsiones de la catego-
relacionan con las compulsiones de com- ría “miscelánea” tienden a asociarse a casi
probación, sino también con las de lavado cualquier tipo de obsesiones.
Como puede observarse en la tabla 1, tanto las estrategias de control. Como puede ver-
si se atiende a la frecuencia media con que se, lo más usual es intentar reemplazar el
se dan como si se atiende al porcentaje de pensamiento indeseado por otro, así como
niños que las experimentan de forma extre- intentar distraerse (Friedman: χ2[1627;8] =
ma, las obsesiones tienden a ser fundamen- 475,73; p < 0,01).
talmente imágenes, sensaciones y dudas, y,
A pesar de que no hacer nada cuando apa-
en menor medida, impulsos, pensamientos
rece el pensamiento es una estrategia que
o ideas (Friedman: χ2[1627;4] = 59,22; p < ocasionalmente utilizan bastantes niños,
0,01). pocos la emplean asiduamente. Buscar
Al final de la tabla 1 aparecen las frecuen- tranquilizarse hablando con otras personas
cias medias de utilización de cada una de no parece que sea una estrategia utilizada
por muchos, y sólo una exigua minoría niños (entre un 10-15%). Ni las obsesiones
tiende a hacerlo habitualmente. ni las compulsiones extremas relacionadas
con la limpieza y el lavado tienden a darse
Discusión y conclusiones en un porcentaje apreciable de niños. Esto
Una de las finalidades del presente estu- es, ocurren en bastantes niños, pero sólo de
dio era investigar qué tipo de obsesiones y forma ocasional. Por otra parte, la mayoría
compulsiones se da, aunque sea de forma de los niños y adolescentes no suelen pre-
ocasional, en la población infantojuvenil sentar ni obsesiones sexuales ni compulsio-
general, así como cuáles tienden a dar- nes de tipo mágico o supersticioso y, entre
se habitualmente en un mayor porcentaje aquellos en que se presentan, generalmente
de niños. Como ha podido comprobarse, lo hacen de forma esporádica.
ni las obsesiones ni las compulsiones son El presente estudio también pretendía ave-
especialmente frecuentes en la población riguar cómo tienden a asociarse los distin-
general de niños y adolescentes. Las obse- tos tipos de obsesiones con los diferentes
siones más usuales son las relacionadas con tipos de compulsiones. En general, los re-
causar daño (a sí o a otros), con el orden/ sultados han sido los esperados y son co-
simetría, y con aspectos corporales, lo que herentes, al menos parcialmente, con lo en-
coincide en gran parte con lo encontrado contrado en estudios previos (v.g., Ivarsson
por Hanna (1995) en jóvenes aquejados de y Valderhaug, 2006; McKay et al., 2006;
TOC. Sin embargo, únicamente las de daño Stewart et al., 2007; Storch et al., 2007).
y orden/simetría parecen darse con una alta Así, las obsesiones de contaminación y
frecuencia en un porcentaje apreciable de daño correlacionan de forma apreciable
niños. Las somáticas, aunque son expe- con las compulsiones de lavado, compro-
rimentadas ocasionalmente por bastantes bación y repetición. De forma semejante,
niños, sólo parecen ocurrir con una alta las obsesiones de orden y de tipo mágico
frecuencia en muy pocos. Por su parte, las correlacionan, respectivamente, con las
compulsiones que con más frecuencia apa- compulsiones de orden y de tipo mágico.
recen entre este tipo de población son las Cabe destacar, no obstante, que las com-
de orden, las de comprobación y las de la- pulsiones de comprobación correlacionan
vado. No obstante, lavado y comprobación con casi cualquier tipo de obsesiones, al
sólo parecen darse de forma ocasional, en igual que las compulsiones de la categoría
tanto que las que aparecen habitualmente miscelánea, aunque en este último caso,
entre un porcentaje apreciable de niños son por la heterogeneidad de dicha categoría,
las de orden y las de acumulación. En re- las correlaciones son poco interpretables.
sumen, aunque las obsesiones somáticas y Por último, los rituales cognitivos, tales
las compulsiones de lavado/limpieza y de como contar, no parecen relacionarse es-
comprobación tienden a presentarse oca- trechamente con ningún tipo de obsesiones.
sionalmente en muchos niños, únicamen- Una tercera finalidad del presente estudio
te las obsesiones de daño y orden, y las era averiguar qué forma adquieren las ob-
compulsiones de orden/simetría y de acu- sesiones en los niños y adolescentes. Los
mulación tienden a presentarse de forma resultados muestran que las obsesiones in-
extrema en un porcentaje significativo de fantojuveniles adquieren fundamentalmen-
le a alguien cercano, a quien el niño haya Con estas consideraciones en mente, cree-
podido confesarle que las padece. Con res- mos que los resultados del presente estudio
pecto a las compulsiones hay que tener en contribuyen a aumentar nuestros conoci-
cuenta lo siguiente. Por una parte, que con mientos acerca de la sintomatología obse-
frecuencia quien las padece tiende a ocul- sivo-compulsiva en la población general
tarlas, especialmente ante quienes no per- infantil y juvenil. Futuros estudios deberán
tenecen a su núcleo familiar más cercano, establecer qué importancia para la vida y
lo que hace el empleo de observadores ex- el futuro de niños y adolescentes tiene el
ternos altamente problemático, ya que pre- que se padezcan en mayor o menor medida
sumiblemente provoca una alta reactividad. unos u otros síntomas; que las obsesiones,
Por otra parte, no todas las compulsiones frecuentes u ocasionales, adquieran una u
tienden a darse en todo tipo de ambientes otra forma; o que se recurra con más o me-
y situaciones, por lo que los observadores nos frecuencia a ciertas formas de contro-
participantes (v.g., padres, profesores) úni- larlas. De lo que no cabe duda es de que
camente podrían informar de lo que ocurre el conocimiento del TOC infantojuvenil
en el tipo de situaciones en que ellos están resulta absolutamente necesario, no sólo
presentes. Por ejemplo, no es probable que para saber qué características adquiere en
un profesor pueda observar los rituales dia- niños y adolescentes, sino también para
rios del niño al ducharse o vestirse; o que comprender en general esta patología, ya
los padres puedan informar con precisión que en torno al 50% de los adultos con di-
de los rituales del niño al utilizar los lava- cho tipo de trastorno, comenzaron a tenerlo
bos del colegio durante su horario escolar antes de los 15 años (v.g., Rapoport, 1986).
(excepto por lo que el propio niño pueda
comentarles). Únicamente el niño puede
saber qué rituales, y no digamos ya qué ob-
Referencias
sesiones, se producen en las distintas situa-
ciones en las que transcurre su vida diaria. Apter, A., Fallon, T. J., King, R. A., Zohar, A. H., Binder,
De hecho, existe evidencia de que los au- M., Weizman, A., Leckman, J. F., et al. (1996). Obsessi-
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son tanto o más válidas que las proporcio- Canals, J., Domenech, E., Carbajo, G., y Blade, J. (1997).
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Probablemente, la mayor confianza deposi- rapy and Research, 29, 47-56.
tada por los investigadores en los informes Coles, M. E., y Schofield, C. a. (2008). Assessing the deve-
dados por padres y profesores, unido al ca- lopment of inflated responsibility beliefs: the Pathways to
rácter oculto que suele adquirir el TOC, ha Inflated Responsibility Beliefs Scale. Behavior Therapy,
39, 322-35.
influido en que durante mucho tiempo se
Chowdhury, U., Frampton, I., y Heyman, I. (2004). Clinical
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resumen/abstract:
La Fobia social/Trastorno de ansiedad social se delimita como un miedo intenso y duradero caracterizado por
las respuestas de escape/evitación de/ante situaciones sociales, la elevada interferencia en el desarrollo de
la actividad cotidiana y el malestar clínicamente significativo. Se trata de un problema de salud pública que
por su prevalencia se sitúa tras la depresión mayor y la dependencia del consumo de alcohol.
El objetivo del presente trabajo es presentar y discutir los resultados de 14 años de investigación y
aplicación del Programa IAFS, en la población infanto-juvenil con fobia social generalizada, en el contexto de
un Plan de Detección e Intervención Temprana.
Social phobia or social anxiety disorder is defined as an intense and lasting fear of one or more social
situations in which the person is exposed to being observed by others and experiences fear of doing
something or behaving in a humiliating or embarrassing way. It is distinguished from other disorders by the
fear and avoidance of interpersonal situations and a high level of interference in subjects’ daily lives. It is a
serious public health problem and its prevalence is situated only after major depression and dependency on
alcohol consumption.
The object of this paper is to present and discuss the results of 14 years of research and implementation of
the IAFS Program, in the child and adolescent population within the context of a community plan (in schools)
for the early detection and intervention of children and adolescents with generalized social phobia.
palabras clave/keywords:
Fobia social generalizada; Trastorno de ansiedad social; Niños y adolescentes; Detección e intervención
temprana; Centros educativos; Programa IAFS, evaluación y tratamiento.
Generalized social phobia; Social anxiety disorder; Children and adolescents; Early detection and
intervention; Schools; IAFS Program; Assessment and treatment.
A todos los que han hecho posible el desarrollo de esta línea de investigación: participantes, investigadores,
colaboradores, equipos directivos de centros educativos y asociaciones de padres.
personas adultas sufren fobia social y que La distribución por sexos sitúa la propor-
el 9,5% la padecen o la han padecido en al- ción en 2:1-3:2, a favor del sexo femenino
guna época de su vida (Bados, 2001; p. 9). (APA, 2000; Bados, 2009; Bragado, Ca-
La investigación sobre la evaluación y el rrasco, Sánchez, y Bersabé, 1996)
tratamiento de la FS en población adulta se Las consecuencias negativas de la FS
incrementó de forma sobresaliente desde pueden llegar a interferir de manera muy
su consideración como entidad diagnósti- significativa en la vida de los niños y los
ca (APA, 1980). Comparativamente, en el adolescentes al menos en tres contextos:
campo de la infancia y la adolescencia son el psicopatológico, el académico y el de
todavía pocos los estudios realizados (véa- la psicología de la salud (véase Olivares,
se Olivares, 2009), pese a que, como recor- Rosa y García-López, 2004). Así, en pri-
daban Ollendick y King (2008), el estudio mer lugar, en el ámbito académico rehuyen
de ansiedad en este tramo de la vida sea una la participación en clase, la presentación
de las áreas en las que la psicología aplica- en público de trabajos y preguntar dudas al
da ha mostrado avances más significativos. profesor, tanto en público como en privado.
Esta diferencia contrasta con los datos con La evitación/escape de estas tareas produce
los que contamos desde hace ya tiempo so- generalmente calificaciones muy por deba-
bre su inicio y prevalencia. Así, ya en 1994 jo de sus posibilidades reales, cuando no
los datos derivados del National Institute termina llevando al abandono completo de
of Mental Epidemiologic Catchment Area los estudios (Amerigen, Mancini y Farvor-
Program situaban la edad media de inicio
den, 2003). En segundo lugar, en el contex-
entre los 14 y los 16 años en los Estados
to psicopatológico, los datos confirman una
Unidos de América del Norte (Kessler et
elevada comorbilidad con otros trastornos
al., 1994), y estudios posteriores realizados
de ansiedad y del estado ánimo (Beidel y
tanto en los EEUU (véase Beidel y Turner,
Turner, 2005; Kessler, Chiu, Demler y Wal-
2005 o Kessler et al., 2005) como en Euro-
ters, 2005). Por su relevancia hay que des-
pa (véase por ejemplo Olivares, Piqueras y
tacar que los estados del ánimo depresivos
Rosa, 2006) ponen de manifiesto una edad
de inicio mucho más temprana. pueden llegar a poner en peligro la vida o
incluso terminar con ella (véase Beidel,
Respecto de su prevalencia puntual en ni- Turner y Morris, 1999 o Stein et al., 2001),
ños y adolescentes, la tasa en muestra co- siendo esto tanto más probable cuanto más
munitaria informada por Olivares (2005) temprano se inicia el trastorno (Giaconia et
para adolescentes se sitúa en el 8,2% (ran- al., 1994; Lecrubier, 1998).
go: 14-17 años), en La Región de Murcia
y el sur de la Provincia de Alicante. Este Por último, en el ámbito de la salud se
dato difiere del 4% hallado en población constata mayor riesgo de presentar conduc-
adolescente alemana (Wittchen, Stein y tas adictivas (véase Clark et al., 1995; Mo-
Kessler, 1999), pero es similar al recogido rris, Steward y Ham, 2005 o Zimmerman
por Beidel y Turner (2005), que sitúa la FS et al., 2003) y trastornos alimentarios (así
entre los trastornos de mayor prevalencia Fernández et al., 2003, Irurtía, Arias, Oli-
en este tramo evolutivo (Albano y Detwei- vares-Olivares, Olivares y Fuentes, 2006 o
ler, 2001). Swinbourne y Touyz, 2007).
clarificar o ahondar tanto en los contenidos rimentar ansiedad y deseos de emitir res-
explicados en las sesiones de grupo como puestas de evitación/escape, así como ins-
en cualquier otra cuestión. El horario de tu- trucciones específicas para la prevención
toría es opcional y de dos horas semanales, de recaídas. También se analizan las situa-
distribuidas según un horario flexible que ciones sociales que aún producen respues-
se articula en función del número de parti- tas de ansiedad y se discute la importancia
cipantes que la solicitan. de continuar exponiéndose a ellas, recor-
En su última sesión el Programa incluye el dándose el modo de realizarse la exposi-
entrenamiento en estrategias para la detec- ción para que resulte efectiva. En la Tabla 1
ción y análisis de situaciones de alto riesgo, se recogen los contenidos de las unidades o
en las que los participantes pueden expe- sesiones de entrenamiento.
Tabla 1. Contenidos sesión a sesión de la Intervención en Adolescentes con Fobia Social (IAFS)
Hablar en público III. Exposición a iniciar, desarrollar, concluir una charla apoyándose en notas.
11
Uso del videofeedback
Hablar en público IV. Exposición a iniciar, desarrollar y concluir una charla improvisada. Detección
12 de situaciones potencialmente peligrosas y prevención de recaídas
Turner y Beidel, 1999). Una vez exclui- se cursa invitación, a través de otro escrito
dos quienes han cumplimentado inadecua- distinto, remitido por la dirección del centro
damente los autoinformes se seleccionan educativo, para que quienes lo deseen pue-
aquellos cuyas puntuaciones cumplen la dan asistir a una reunión en la que nuestro
doble condición de obtener una puntuación equipo, en presencia de los representantes
para el SPAI≥ 97 y para la SAS-A ≥ 57. Los del centro, explican pormenorizadamente
puntos de corte nos permiten maximizar la en qué consiste el diagnóstico de FS y que
probabilidad de excluir falsos positivos y implicaciones tiene su curso. Terminada
minimizan la de seleccionar falsos negati- la explicación se les ofrece la posibilidad
vos (véase Olivares, García-López, Turner, de adscribirse gratuitamente al Programa
La Greca y Beidel, 2002), así como de que IAFS, del que se hace una presentación de
los seleccionados cumplan los criterios re- sus objetivos, estructura, normas que lo ri-
queridos para el diagnóstico del FS con una gen, contenidos, número y duración de las
elevada probabilidad. sesiones, etc.
Segunda fase: Diagnóstico. Los partici- La inclusión de un adolescente en un grupo
pantes seleccionados son citados para ser de tratamiento requiere tanto su consenti-
evaluados individualmente mediante la en- miento como al menos el de uno sus padres
trevista The Anxiety Disorders Interview por escrito, en el que se da la conformidad a
Schedule for Children (ADIS-IV C; Silver- las normas de aplicación del Programa (que
man y Albano, 1997). La entrevista clínica también les son presentadas en un escrito y
nos permite excluir a quienes no cumplen explicadas en vivo pormenorizadamente).
los criterios requeridos y agrupar a quienes La exclusión de un aspirante se realiza
los cumplen en dos grupos: grupo de Fobia cuando éste ha recibido o esté recibiendo
Social Específica (FSE) y de Fobia Social tratamiento psicológico, psicofarmaco-
Generalizada (FSG). Como hemos indica- lógico o ambos, así como cuando tras la
do, en la fase de validación del Programa entrevista clínica se pueda constatar que
siempre se ha trabajado con adolescentes presenta un trastorno que, con una alta
que cumplen los criterios para el diagnós- probabilidad, le impedirá beneficiarse del
tico de FSG, según la operacionalización entrenamiento en grupo. Tal sería el caso,
propuesta por Olivares (véase Olivares y por ejemplo, del Trastorno límite de perso-
Caballo, 2003; Piqueras, Olivares y López- nalidad (DSM-IV: 301.83) de tipo impul-
Pina, 2008), salvo en la investigación que sivo (CIE: F60.30), de la Esquizofrenia de
sirvió de base a la tesis doctoral del pro- Tipo Paranoide (295.3/ F20.0) o los que
fesor de Universidad Miguel Hernández de presenten un historial de Abuso continuado
Elche, Dr. D. José Antonio Piqueras Rodrí- y generalizado del consumo de sustancias
guez, en la que incluimos también un grupo tóxicas (no se excluye si mantiene un con-
de FSE (Piqueras, 2005). sumo ocasional y asociado a las situaciones
El último paso de esta fase es informar pri- sociales temidas/evitadas).
vadamente a todos los adolescentes y a sus En todo caso, tanto los aspirantes exclui-
padres de los resultados de la evaluación. dos como quienes deciden voluntariamente
Este paso incluye la remisión de un escri- no participar, una vez diagnosticados, son
to en el que se comunican los resultados y remitidos a su médico de familia al que se
Tabla 2. Algunos de los estudios realizados con los instrumentos y estrategias de evaluación utilizados en el desarro-
llo del Programa IAFS
Autores Estudio
The social phobia scale and the social interaction anxiety scale:
Olivares, García-López e Hidalgo (2001) Factor structure and reliabiability in a Spanish-speaking popula-
tion.
Olivares, Hidalgo, García-López, Sánchez-García y Piqueras Versión abreviada de la Escala de Ansiedad y Fobia Social (SPAI-
(2004) B).
Olivares, Ruiz, Hidalgo, García-López, Rosa y Piqueras Social Anxiety Scale for Adolescents (SAS-A): Psychometric pro-
(2005) perties in a Spanish-speaking population.
Vera-Villarroel, Olivares, Kuhne, Rosa-Alcázar, Santibáñez Propiedades psicométricas de la escala para la detección de la
y López-Pina (2007) ansiedad social (EDAS) en una muestra de adolescentes chilenos
Brief Form of the Social Phobia and Anxiety Inventory (SPAI-B) for
García-López, Hidalgo, Beidel, Olivares y Turner (2008)
Adolescents.
Olivares, Sánchez-García y López-Pina (2009) The Liebowitz Social Anxiety Scale for Children and Adolescents.
Psychometric Properties of the Social Phobia and Anxiety Inven-
Olivares, Sánchez-García, López-Pina y Rosa (2010)
tory for Children in a Spanish Sample.
Piqueras, Olivares, Hidalgo, Vera-Villarroel y Marzo (en Psychometric update of the Social Anxiety Screening Scale (EDAS)
prensa) in a Spanish adolescent population.
Piqueras, Olivares, Vera-Villarroel, Marzo y Kuhne (en pren- Invarianza factorial de la Escala para la Detección de Ansiedad
sa) Social (EDAS) en adolescentes españoles y chilenos.
Efectos del Programa IAFS en función de una operacionalización del D. Pablo José
2011
grado experto en el ejercicio de la psicología clínica. Olivares Olivares2
1
Defendidas en la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia.
2
Director: José Olivares Rodríguez.
3
Codirectores: José Olivares Rodríguez y Ana I. Rosa Alcázar.
fueron evaluados 566 participantes (89%); Todo ello ha permitido que, en el contex-
543 (96%) mantenían sus beneficios. De to de esta línea de investigación, se hayan
estos últimos, 497 (87,8%) seguían sin realizado y publicado 52 artículos en revis-
cumplir ninguno de los criterios requeridos tas nacionales e internacionales que inclu-
para el diagnóstico de FS, 16 presentaban yen todos nuestros hallazgos en el ámbito
una reducción entre el 75% y el 99% del empírico y experimental sobre la eficacia
número de situaciones sociales temidas/ y eficiencia del IAFS (véase tabla 4), así
evitadas en el pretest, 13 entre el 50% y el como una propuesta empírica de operacio-
74%, y 17 entre el 1% y el 49%. nalización del constructo FS formulado por
Tabla 4. Algunas publicaciones en revistas científicas en las que se han dado a conocer los efectos del Programa IAFS1
Autores Publicación
Olivares, J., García-López, L. J., Turner, Results at long-term among three psychological treatments for
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Olivares, J. (2007) padres frente a profesores. Terapia Psicológica, 25, 63-71
Papel de la planificación de la interacción en el tratamiento de ado-
Rosa, A. I., Olivares, J. y Olivares-Oliva-
lescentes con fobia social generalizada. Terapia Psicológica ,25(2),
res, P. J. (2007)
205-212
Eficacia clínica en la fobia social de los adolescentes. Tratamiento en
Vallés, A., Olivares, J. y Rosa, A. I. (2007)
el contexto escolar. Revista Peruana de Psicología,1, 114-131
Does individual attention improve de effect of group treatment of
Olivares-Olivares, P. J., Rosa, A. I. y
adolescents with social phobia?. International Journal of Clinical and
Olivares, J. (2008)
Health Psychology, 8 (2), 465-481
Transmisión de información cualificada frente a tratamiento psico-
Olivares, J., Rosa, A. I. y Olivares-
lógico estructurado de adolescentes con fobia social generalizada.
Olivares, P. J. (2009)
International Journal of Clinical and Health Psychology, 9 (2), 241-258
Rosa, A. I., Olivares-Olivares, P. J. y Papel de los efectos inespecíficos en el tratamiento psicológico de
Olivares, J. (2009) adolescentes con fobia social. Anuario de Psicología, 40 (1),43-61
Effectiveness of a program for early detection/intervention in
Sánchez-García, R. y Olivares, J. (2009a) children/adolescents with generalized social phobia. Anales de
Psicología, 25 (2), 241-249
Intervención Temprana en Niños y Adolescentes con Fobia Social.
Sánchez-García, R. y Olivares, J. (2009b)
Anuario de Psicología, 40 (1), 75-88
Papel de la focalización de la atención en el tratamiento de la fobia
Amorós, M., Rosa, A. I. y Olivares-Oliva-
social generalizada en adolescentes. Anales de Psicología, 27
res, P. J. (2011)
(3),718-728
Para poder valorar lo que supone la detec- didas de seguimiento (1, 3, 6 y 12 meses);
ción e intervención temprana, en el marco en estos casos se retoman explicaciones,
comunitario, basta con recordar que el gra- datos de registros históricos, contenidos y
do de cronicidad (consolidación y generali- estrategias que se aplican como “dosis de
zación) de la FS se asocia con altas tasas de recuerdo” ad hoc.
comorbilidad, fundamentalmente con otros En relación con los avances post-tratamien-
trastornos de ansiedad y depresión, pero to, del total de los participantes que no lo-
también con el consumo de sustancias tóxi- graron la remisión de la FS en el postest,
cas y los llamados trastornos de la perso- un 2% mostró avances en la remisión/eli-
nalidad, que se enmarcan en un rango que minación del trastorno a los 12 meses de
unos investigadores sitúan entre el 40% y terminado el tratamiento; curiosamente el
el 80% (Kessler, Chiu, Demler y Walters, mismo dato que se ha hallado respecto de
2005) y otros entre el 69% y el 92% (véase los retrocesos. Es un dato coherente tanto
García-López, Piqueras, Diaz-Castela e In- con lo que nuestro equipo ha ido obser-
glés, 2008), dependiendo de la edad de la vando en las distintas investigaciones rea-
muestra, el contexto sociocultural en el que lizadas como con lo informado por otros
se desarrolla/mantiene, la edad de inicio investigadores como Rapee (1993) o Hunt
del trastorno, etc. Además, los resultados y Andrews (1998) quienes en un segui-
de esta línea de investigación, fundamenta- miento realizado 20 meses después de ter-
da en la detección e intervención temprana, minado el tratamiento hallaron que el 23%
discrepan abiertamente de los informados de los pacientes tratados había mejorado.
por Alfano et al. (2009), quienes indican Lo que pone de manifiesto la relevancia
que las tasas de remisión completa en el del entrenamiento: cuando un ser humano
tratamiento de niños y adolescentes con FS entiende lo que le sucede y se le entrena
van desde el 40% al 70% y las de abando- para que lo afronte, los frutos del entrena-
no se sitúan entre el 20% y el 30%, valo- miento “siguen realizando su trabajo” una
res no solo muy próximos a los hallados vez concluida la fase de aprendizaje de las
en la población adulta sino que, además, habilidades y destrezas necesarias para en-
también incluyen los propios de la Fobia frentarse a tales situaciones.
Social Específica. Este dato resulta todavía
más relevante si tenemos en cuenta que el Nuestros resultados también ponen de ma-
abandono de un tratamiento disminuye la nifiesto la relevancia los efectos del Progra-
probabilidad de éxito futuro para un trata- ma IAFS en la reducción/eliminación de
miento similar (Delsignore et al., 2008) y la costes en términos de padecimiento subje-
elevada estabilidad/cronocidad que mues- tivo, tanto en quien presenta la FS como en
tra cuando no se trata (García-López, Pi- sus familiares, además de los que se produ-
queras, Díaz-Castella e Inglés, 2008). Aho- cirían en el futuro, con una alta probabili-
ra bien, en este contexto de discusión no dad, debido a los efectos de la cronicidad
debemos de olvidar que nuestros resultados en el ámbito del desarrollo personal, social
también son fruto de nuestra estrategia de y económico. Es decir, los datos de remi-
prevención de recaídas: el Programa IAFS sión y mejora que avalan esta estrategia de
contempla la prestación de de ayuda a quie- detección e intervención temprana son más
nes la solicitan o son detectados en las me- relevantes, si cabe, por la elevada prevalen-
cia del trastorno, por su interferencia en el 2005; Pine, Cohen, Gurley, Brook y Ma,
desarrollo social y personal, en la calidad 1998),
de vida y en el desarrollo socio-afectivo de Concluyendo podemos afirmar que el IAFS
quienes lo presentan (así Fehm, Beesdo, Ja- ha probado ser eficaz (beneficioso en in-
cobi, y Fiedler, 2008; La Greca y Lopez, vestigaciones controladas) en un núme-
1998; Stein y Kean, 2000 o Storch, Massia- ro significativo de trabajos en los que, no
Warner, Crips y Klein, 2005), por su rela- sólo se han comparado sus efectos frente
ción las conductas adictivas y los trastornos a otros tratamientos y grupos de control
en la alimentación (así Behar, 2010; Fer- activos y pasivos, incluida la transmisión
nández et al., 2003; Regier, Rae, Narrow, de información, sino que también se ha
Kaelber y Schatzberg, 1998; Sonntag, Witt- estudiado el peso de algunos de sus com-
chen, Höfler, Kessler y Stein, 2000; Swin- ponentes a través de su desmantelamien-
bourne y Touyz, 2007 o Zubeidat, 2005), to parcial (véanse, por ejemplo, Amorós,
así como por sus efectos sobre el desarrollo Rosa y Olivares-Olivares, 2011; Olivares-
laboral que, en el mejor de los casos, solo Olivares, Rosa y Olivares, 2008; Paloma-
queda limitado, pero que en otros muchos res, 2005 o Sánchez-García, 2008). Así
lo impide cuando requiere de la relación mismo, puede concluirse que el IAFS es
o actuación con/ante otros. En este último un tratamiento eficiente porque ha mostra-
caso la intensidad de la interferencia en el do mayores beneficios con menores costes
ámbito laboral se acompaña generalmente que otros que persiguen el mismo fin (Oli-
de un elevado padecimiento que acarrea, en vares et al., 2002; Olivares et al., 2003 o
relación con la población general, un incre- Rosa, Olivares-Olivares e Iniesta, 2009) y
mento tanto del número de horas de trabajo con apoyo empírico bien establecido (véase
perdidas por bajas laborales como de los Gil-Bernal, 2009; Gil-Bernal y Hernández-
costes derivados del consumo de psicofár- Guzmán, 2009; Hernández, 2006 o Vallés,
macos para paliar los efectos de la ansiedad 2005).
social y los de los trastornos comórbidos
Nuestro trabajo también presenta limita-
(Nardi, 2005; Waghorn, Chant, White y
ciones que es preciso tener en cuenta. Así,
Whiteford, 2005). Añádase a todo ello el
entre éstas se hallan el hecho de que los
sufrimiento que genera tanto para quien
participantes en nuestras investigaciones
presenta el trastorno como para su familia
hayan sido voluntarios, que contaran con
(Blanchard, Gurka y Blackman, 2006). En
el consentimiento y ánimo de sus tutores
términos económicos, los costes para los
legales, y que los terapeutas hayan sido for-
sistemas de salud pública fueron estimados
mados en la aplicación del Programa. Todo
por Greenberg et al. (1999), en los EEUU
ello constituyen limitaciones a la validez
de Norteamérica, en más de 42 millones de
externa de nuestra línea de trabajo. Otro
dólares/año.
tanto ocurre con el hecho de que nuestros
En síntesis, el valor de estos resultados de- participantes pertenezcan solo a una zona
bería contextualizarse en la reducción/eli- geográfica española (Sur de la Provincia de
minación de las repercusiones que el tras- Alicante y Región de Murcia), fuesen estu-
torno acarrea en el anclaje social del hoy diantes y en su inmensa mayoría se inscri-
niño/adolescente y mañana adulto (Nardi, ban en el rango 14-17 años de edad.
Por otra parte, como es sabido, los trata- Así mismo, hemos de indicar que, el hecho
mientos además de estar bien establecidos de no haber podido contar con espacios
y ser eficaces (beneficiosos en investiga- equivalentes en iluminación, mobiliario,
ciones controladas), también han de ser volumen, disponibles en las mismas fran-
eficientes, es decir, que logren mayores be- jas horarias, etc., en los que desarrollar la
neficios con menores costes que otros (así aplicación del Programa IAFS ello puede
Pérez-Álvarez, Fernández, Fernández y haber afectado a nuestro trabajo y consti-
Amigo, 2003) y efectivos (útiles en la prác- tuye una amenaza a la validez interna. Otro
tica habitual). Entendemos que, a la luz de tanto ocurre con las respuestas de escape/
la evidencia disponible, el Programa IAFS evitación en el sistema cognitivo.
cumple la condición de “bien establecido”, En relación con el trabajo futuro, el esta-
las de eficacia y eficiencia, pero tiene pen- do de nuestra investigación requiere más
diente probar su efectividad en la práctica réplicas, realizadas por profesiones de la
habitual de los psicólogos que realizan sus Psicología de distinto sexo, solos y en pa-
tareas profesionales en los centros educa- rejas, con mayores tamaños de la muestra,
tivos. en zonas geográficas distintas, con distinto
También constituye una limitación el dise- nivel socio-económico-cultural, a edades
ño de las condiciones que regulan actual- más tempranas, utilizando la nuevas tec-
mente la adhesión inicial a la participación nologías, añadiendo componentes de reali-
en el Programa. Todavía es muy elevado dad virtual, entrenando a paraprofesionales
número de adolescentes que deciden no ad- para que actúen como co-terapetuas, etc.
herirse, pese a cumplir los criterios clínicos Con este fin nos ponemos a disposición de
para el diagnóstico de Fobia Social Genera- cualquier profesional o equipo de investi-
lizada, ser gratuito y aplicarse en el marco gación interesado: contarán con toda nues-
del horario del lectivo del centro donde es- tra infraestructura y experiencia en este
tudian (generalmente aprovechando horas ámbito. El contacto se puede establecer uti-
libres o los tiempos destinados a tutorías). lizando el correo electrónico que figura en
En ocasiones este número ronda el 50%. el inicio de este trabajo o por cualquier otro
Desde nuestro punto de vista ello se debe, medio que pueda resultar eficaz.
al menos, tanto a la propia naturaleza del Nota: El desarrollo de esta línea de inves-
trastorno como al hecho de que, al hallar- tigación ha contado con el apoyo del Pro-
se el trastorno todavía en su estado inicial, yecto SEJ2004-01471/PSIC del Ministe-
muchos padres no encuentran indicios su- rio de Educación y Ciencia, entre 2004 y
ficientes que justifiquen la inclusión de su 2007.
hijo en un programa de esta naturaleza.
Otra limitación deviene de los tamaños de
los grupos de tratamiento. Como es sabido,
Referencias
la Task Force (1995) sugería un tamaño por
grupo de tratamiento que habría de situarse Albano, A.M. y Detweiler, M.F. (2001). The developmental
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resumen/abstract:
El objetivo de este estudio es presentar la estructura y características fundamentales del Programa
de Experiencias Mixtas de Formación y Empleo (EMFE) cuyo objetivo general fue introducir a jóvenes y
adolescentes que viven en núcleos rurales en el mundo laboral, proporcionándoles las actividades formativas
necesarias para ello. Tras una introducción respecto a la orientación vocacional y otros aspectos que están
en la base de este tipo de programas, se aportan los resultados del Cuestionario Actitudes e intereses hacia
Internet como recurso empleado para facilitar el proceso de inserción sociolaboral así como una evaluación
del impacto y satisfacción que determinadas actividades educativas ha tenido en el alumnado participante
en dicho programa como verdaderos protagonistas del proceso de enseñanza/aprendizaje. Los participantes
fueron 40 alumnos, con edades comprendidas entre 16 y 24 años de edad (53.33% mujeres y el 46.67%
restante hombres), de ámbito rural, de la provincia de Málaga, sin empleo anterior y sin cualificación
profesional, alguno de los cuales presentan Necesidades Educativas Especiales y déficits en habilidades
sociales. Los datos demuestran que el Programa ha sido una experiencia exitosa que ha contribuido a
facilitar la inserción sociolaboral del alumnado participante, que el alumnado muestra actitudes positivas
y buena predisposición hacia el uso de las nuevas Tecnologías como Internet para facilitar su aprendizaje y
que la mayoría de las actividades realizadas les ha resultado muy satisfactoria, útiles e interesantes. Estos
resultados indican que el Programa EMFE fue una experiencia exitosa que facilitó la inserción sociolaboral
de este colectivo desfavorecido socioculturalmente.
The aim of this study is presenting the structure and fundamental characteristics of the Program of Mixed
Experiences of Formation and Employment (EMFE) whose general objective was to introduce teenagers
who live in rural areas into the labour world, providing them the necessary formative activities. This study
shows a review of some definitions, characteristics and introductory aspects of the vocational guidance that
are very important in these programs, the results of the questionnaire “Attitudes and Interests to Internet”
are contributed to facilitate the integral guidance of the participant, as well as an evaluation of the impact
and satisfaction that some educational activities have had, especially, in the participants of this program,
they have been the main characters of the teaching/learning process. Participants were 40 persons ranging
in age from 16 to 24 years old (53.33% women and 46.67% man), teenagers who live in rural areas of
Málaga without previous employment and without professional qualification, some of them presents Special
Educational Necessities and deficits in social abilities. The data demonstrate that the Program has been
a successful experience that has contributed to facilitate the integral guidance of the participant and the
data also show attitudes positive and good bias toward the use of the new Technologies like Internet to
facilitate their learning. The most of the activities that have been realized were very satisfactory, useful
and interesting for them. These results indicate that the Program EMFE was a successful experience that
facilitated the sociolaboral insert of this socioculturally disadvantage collective.
palabras clave/keywords:
Orientación vocacional, Internet, actividades educativas, jóvenes, inserción sociolaboral.
Vocational Guidance, Internet, educational activities, teenagers, sociolaboral insert.
empleo” también se llevó a cabo una eva- En ambos cursos la metodología docente se
luación cualitativa por medio de entrevistas adaptó a cada uno de los módulos del curso
presenciales y telefónicas de los docentes en función de las destrezas, conocimientos
y alumnado del curso. Para ello se les pi- y habilidades pertinentes, es decir, propor-
dió también a los docentes que evalúen cionando el feedback en el momento ade-
al alumnado del curso acerca de aspectos cuado a la vez que se mejoró la motivación
tales como: a) Capacidades técnicas: Por de todos los implicados en los mismos.
ejemplo, si el alumnado es capaz de reali- Se accedió a Webs específicas tanto para
zar las actividades encomendadas; b) Ca- la búsqueda de empleo relacionada con la
pacidades organizativas: Por ejemplo, si especialidad como para completar los con-
asiste puntualmente al centro de trabajo; tenidos en función del caso. En cualquier
c) Capacidades relacionales: Por ejemplo, caso, siempre se dieron instrucciones plani-
si pide información y ayuda cuando la ne- ficadas, sistemáticas y dirigidas.
cesita; d) Capacidades de respuesta a las
contingencias: Por ejemplo, si aporta solu- Resultados
ciones e ideas a los problemas, etc.
Actitudes e intereses hacia las TIC: A con-
Procedimiento tinuación se muestran los resultados más
significativos del cuestionario empleado
Para la cumplimentación de los cuestiona-
para conocer las actitudes e intereses hacia
rios, se informó a los jóvenes sobre la pri-
el uso de las TIC en las actividades educa-
vacidad de la información y la necesidad de
tivas de formación y orientación sociolabo-
contestar de modo individual y de forma
ral realizadas en este programa (Tabla 1).
anónima en el tiempo que cada chico/a
necesitase estas pruebas para evaluar su Podemos ver en la Tabla 1 que la mayor
grado de satisfacción respecto al desarrollo parte del alumnado participante en el Pro-
del Programa. Para la administración de las grama EMFE conoce Internet. Así mismo,
diversas pruebas (cuestionarios, entrevista ante la pregunta de ¿Cómo lo conocieron?
telefónica, etc) se informó a la familia y a El 40% de los participantes afirman que lo
los alumnos sobre el carácter voluntario de conocieron a través del colegio y el resto a
la participación, garantizando en todo mo- través de sus amigos, de la familia y a través
mento la confidencialidad de los datos, me- de la televisión. La mayoría no dispone de
diante su tratamiento global. La aplicación ordenador personal y no dispone de página
fue desarrollada por un orientador que ex- web. Los servicios más usados de Internet
plicó los objetivos al profesorado dando las cuando se accede a la red son por orden de
instrucciones adecuadas al alumnado. Los uso: correo electrónico (50,40%); buscado-
cuestionarios se pasaron de forma colecti- res (30,00%); chats (17,83%); foros (1%).
va en las distintas especialidades siguiendo La gran mayoría (91,00%) consideran que
el mismo orden de administración de las Internet pude ser utilizado como recurso
pruebas. didáctico. Respecto al grado en que con-
sideran útil el uso de visionado de vídeos
Análisis de datos para facilitar su aprendizaje y proceso de
El programa se llevó a cabo durante los cur- inserción sociolaboral la puntuación media
sos académicos: 2002/2003 y 2003/2004. obtenida siguiendo una escala de 0-10 fue
de 9,57. Asimismo otorgan una puntuación les gusta la utilización del mismo. Según
de 8,9 al grado en que consideran útil el uso afirman dichos participantes, en términos
del Power Point en las clases teóricas así generales, sus conocimientos de informáti-
como una puntuación de 9,2 el grado en que ca son a nivel de usuario en cuanto a pro-
Otros medios 1%
¿Dispones de ordenador? Sí 8,00%
No 92,00%
Accedes desde: Instituto 3,76%
Facultad 0,00%
Cibercafé 4,76%
Casa 61,90%
1 ó + veces/sem 8%
Servicios: Correo electrónico 50,40%
Chat 17,83%
Foros 1,00%
Buscadores 30,77%
Otros 0,00%
Tienes página Web: Sí 0,00%
No 100,00%
¿Internet puede crear adicción? Sí 60%
No 40,00%
¿Se puede utilizar como recurso didáctico? Sí 91,00%
No 9,00%
cesadores de texto, bases de datos, hojas de midos con los porcentajes correspondientes
cálculo e Internet; mientras que afirman no sobre algunos de dichos conocimientos de
poseer conocimientos sobre diseño gráfico, los participantes en el programa EMFE se
animación y programación. Los datos resu- presentan en la Tabla 2:
Procesadores de Texto 0 93 7
Internet 0 100 0
Animación 100 0 0
Programación 100 0 0
3. Internet sólo saben utilizarlo los alumnos con mayor nivel inte-
35,71 42,86 21,43 0
lectual
4. Internet puede sustituir la función de los libros y las pizarras 14,28 57,14 28,57 0
10. Internet favorece la capacidad para relacionarse con los demás 0 51,47 48,53 0
15. El uso de Internet ayuda a hacer nuevos amigos/as 0 39,00 51,14 9,86
dichas páginas webs a las que se accedió cluir que la inmensa mayoría de los partici-
durante los módulos de orientación laboral. pantes tanto docentes (100%) como alum-
nado (99%) mostraban un muy alto grado
Impacto y satisfacción con de satisfacción respecto al programa y opi-
las principales actividades de naban que les gustaría seguir en el mismo.
orientación sociolaboral realizadas Además son muy significativos los logros y
en el programa EMFE aprendizajes alcanzados en cada una de las
especialidades. A partir de este momento
A continuación se presentan los resultados
empezaron a buscar trabajo y poco después
de análisis descriptivo realizado a partir de
muchos se plantearon trabajos remunera-
la interesante información proporcionada
dos relacionados con la especialidad sobre
por las entrevistas y sondeos de opinión todo en talleres de carpintería de la locali-
realizados respecto a los principales lo- dad así como el autoempleo, por lo que se
gros de inserción sociolaboral así como al puede decir que se produjo un importante
impacto y satisfacción con las principales porcentaje de inserción laboral como se
actividades de orientación sociolaboral comenta en el apartado siguiente. A con-
realizadas en el programa EMFE. En este tinuación en las tablas 4 y 5 se muestran
sentido, es importante señalar que el son- algunos de los muchos datos que se pueden
deo de opinión, entrevistas y cuestionarios extraer referidos al impacto y satisfacción
realizados para conocer aspectos positivos que ha tenido el programa en el alumnado
y negativos del programa nos permitió con- participante.
Tabla 4. Grado de satisfacción (%) del alumnado participante en algunas de las actividades realizadas en el Programa
de Experiencias Mixtas de Formación y Empleo.
Tabla 5. Grado de satisfacción (%) del alumnado participante en el Programa de Experiencias Mixtas de Formación y
Empleo, en términos generales.
que el alumnado de este curso adquiriera rias por el alumnado, el profesorado y las
los conocimientos, destrezas y habilidades familias de los participantes beneficiados
necesarias para desarrollar el proceso de que se muestran especialmente agradecidas
inserción laboral. Aunque en este terreno, por la orientación sociolaboral y apoyos re-
como se refleja frecuentemente en la lite- cibidos. Además los logros y amplio por-
ratura sobre Psicología Educativa, de los centaje de inserción sociolaboral alcanzado
Recursos Humanos y de las Organizacio- avalan la eficacia y eficiencia de este im-
nes (Gallego, 1999) no poseemos varitas portante programa.
mágicas, es importante evaluar como se Son muchos los participantes en este tipo
consideró en este programa aspectos tales de programas, incluso los más brillantes
como los recursos, los intereses, la situa- intelectualmente, no solo aquellas personas
ción sociolaboral, la motivación, la cuali- en desventaja social sea del tipo que sea,
ficación, las capacidades, conocimientos y los que necesitan asesoramiento y ayuda
habilidades sociales del alumnado (Rivas, respecto a la elaboración del currículum y
1993; Sanchis, Pastor, Campos e Ibáñez, preparación para la superación de entrevis-
2002; Santana y Alvarez, 1996). tas de trabajo, estrategias de estudio, reali-
Durante el desarrollo del Programa EMFE zación de pruebas, formas de presentar la
se ha hecho uso y aplicación de las nuevas información, etc. Con esa ayuda se facili-
tecnologías para facilitar la inserción so- tó el aprendizaje del alumnado a los que
ciolaboral ya que se trata de recursos tec- se apoyó en función de sus conocimientos
nológicos especialmente motivantes para previos y de sus potencialidades, sin olvidar
el alumnado de estas edades, siendo muy que las actividades de orientación sociola-
útil incluso para el aprendizaje de determi- boral deben ser diseñadas cuidadosamente
nados valores importantes para facilitar el para ayudar al alumnado a conocerse a sí
proceso de inserción sociolaboral (Javaloy, mismos, sus intereses, valores, habilidades,
Espelt y Cornejo, 2001; Morales, Infante y identificación y facilitándoles la resolución
Galindo, 2003). Así, se utilizaron ordena- de problemas.
dores para introducirnos en páginas webs Desde la perspectiva psicoeducativa man-
tanto para completar los contenidos como tenida en este programa, se evaluaron las
para otras de búsqueda de empleo. En este características del déficit de determinadas
sentido, se utilizaron distintos programas personas (por ejemplo, existen determina-
informáticos (estrategia de dinamización das características que suelen estar presen-
de recursos tecnológicos). Como se en- te en determinadas personas con discapa-
cuentra en estudios actuales es relevante te- cidad) pero ante todo, se trató conocer al
ner conocimientos sobre el uso de los orde- individuo ante el cual estamos asesorando,
nadores y actitudes hacia las TIC como los puesto que cada uno es diferente y requiere
que se han obtenido en este trabajo en es- una atención y tutorización personalizada.
tudiantes de estas edades (Ademola, 2009). Resumiendo, puede destacarse que este
Con respecto a la evaluación del impacto programa contribuyó a la búsqueda de so-
y satisfacción de las actividades de orien- luciones satisfactorias, eficientes y eficaces
tación laboral realizadas, las mismas son al proceso de socialización e integración
percibidas como muy útiles y satisfacto- sociolaboral, a través de un uso del tiempo
más enriquecedor para el individuo y so- De Pablos, J. (2009). Tecnología educativa. La formación
del profesorado en la era de Internet. Málaga: Aljibe.
cialmente más útil en este proceso de rela-
Gallego, S. (1999). Cómo planificar el desarrollo profe-
ción de ayuda. Para ello se intentó de algún
sional. Barcelona: Laertes.
modo el ajuste entre las características per-
Javaloy, F., Espelt, E. y Cornejo, J. M. (2001). Internet y
sonales del joven (capacidades, intereses, movimientos sociales: un enfoque psicosocial. Anuario
personalidad, etc) y las variadas exigencias de Psicología, 32 (2), 31-37.
del mundo laboral considerando el puesto Marsh, H. W., Overall, J. V. y Kesler, S. P. (1979). Validity
de trabajo, tareas, funciones y la actividad of Studentes evaluations of instructional effetiveness: A
comparison of Faculty Self-Evaluations and Evaluations
profesional como aspectos o características by their Students. Journal of Educational Psychology, 71,
fundamentales a identificar y analizar, los 149-160.
cuáles se acentúan más o menos en función Martínez, T. y Aguaded, J. (2004). El uso de las TIC en
del enfoque de asesoramiento subyacente. alumnos principiantes de las universidades españolas.
Granada: GEU.
Finalmente, puede concluirse que se trata Morales, F. M., Infante, L. y Galindo, A. (2003). Actitudes
de un programa pionero que reportó nu- e intereses hacia Internet en una muestra de estudiantes
de Secundaria. Encuentros en Psicología Social, 1(3), 3-6.
merosos beneficios y oportunidades so-
ciolaborales a jóvenes desempleados, en Rivas, F. (1993). Psicología Vocacional. Enfoques del ase-
soramiento. Madrid: Ediciones Morata, S. L.
situaciones de riesgo de exclusión social,
Sanchis, P., Pastor, J., Campos, V. e Ibáñez, J. J. (2002).
desmotivados académicamente y que no se Curso de Formación para Agentes de Inserción Socio-
podían incorporar fácilmente a otro tipo de laboral. Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Valencia: Centro Alzira.
programas.
Santana, L y Alvarez, P. (1996). Orientación y educación
La continua demanda social de programas sociolaboral. Una perspectiva curricular. Madrid: EOS.
de este tipo en el actual contexto de crisis Trujillo, A. (2005). Nuevas tecnologías y psicología. Una
económica avala su necesidad de continui- perspectiva actual. Apuntes de Psicología, 23(3), 321-335.
dad y su coherencia para ofrecer ayuda y
apoyo a la juventud en su proceso de inser- Fecha de recepción: 09/06/2011
ción sociolaboral. Fecha de aceptación: 04/07/2011
Referencias
Ademola, R. (2009). Influencia de la ansiedad ante los or-
denadores y el conocimiento de su uso en estudiantes
de secundaria. Electronic Journal of Research in Educa-
tional Psychology, 19, 7(3), 1269-1288.
Cohen, P. A. (1981). Students ratings of instruction and
Student achievement: A meta-analysis of multisection
validity studies. Review of Educational Research, 51, 281-
309.
Mindfulness
llo de un interés creciente en los enfoques basados en
mindfulness, con centenares de artículos y decenas de li-
bros que aparecen constantemente sobre el tema. Aunque
no lo veamos ahora claramente, creo que habrá sin duda
un declive y un final para esta burbuja de publicaciones
contemplativas.
No obstante, pienso que estamos ante un libro que está
destinado a perdurar, o a mantener el interés, por diver-
sas razones. En primer lugar, mindfulness posee una evi-
dencia clínica y neurobiológica de su utilidad y eficacia
de la que carecen muchos enfoques clásicos y diversas
teorías novedosas en psicoterapia. Mindfulness no es una
moda pasajera new age, como se pretende en ocasiones,
sino una sólida práctica basada en la investigación que
puede mejorar la salud y bienestar de forma consistente
y perdurable.
En este libro, Vicente Simón nos ofrece un marco de
introducción a la práctica de mindfulness explicando
de forma sencilla un esquema de actuación muy eficaz
para la regulación de las emociones difíciles que tiene
relevancia clínica y personal para terapeutas, pacientes
y público en general. Se realiza una exposición breve
pero profunda de lo necesario para comprender, iniciarse
y adentrarse si uno lo desea, en la meditación. El autor
sintetiza gran parte de la investigación clínica y neuro- Autores: Vicente Simón, con la colaboración de
biológica relevante documentada con referencias a neu- Christopher Germer.
rocientíficos como Daniel Siegel, Richard Davidson o Sello Editorial, Barcelona, 2011.
Joseph Ledoux, pero también por los insights de poetas/
filósofos como Pessoa o Spinoza y de monjes budistas El capítulo 5 (compasión y autocompasión), escrito con
como Ajahn Chah o Pema Chödron. Christopher Germer, aclara ideas erróneas sobre el con-
El libro está estructurado en siete capítulos. cada capítulo cepto de autocompasión de forma esclarecedora, su nece-
se cierra con la transcripción de una meditación guiada. sidad e implicaciones. Termina con la meditación de dar y
recibir, inspirada en la práctica tibetana del Tonglen.
En el capitulo 1(qué entendemos por mindfulness) , se
abordan los conceptos fundamentales y las circunstan- El capítulo 6 (la presencia) trata sobre un estado de con-
cias más propicias para la meditación formal, tanto en ciencia que es fruto de la práctica, especialmente rele-
cuanto a postura, momento del día y condiciones para vante para el desarrollo de los clínicos, ilustrado con su-
practicar. Culmina con la meditación guiada del sonido gerentes metáforas. Da paso a la meditación del espacio
y el silencio. y de la luz.
El capítulo 2 (la instrucción fundamental) se adentra en El cápítulo 7 (recomendaciones finales) se centra en
proporcionar al lector un soporte teórico para adentrar- otros temas de interés para profundizar en la práctica,
se en la experiencia de forma fundamentada y anticipar los obstáculos que se presentarán inevitablemente y la
aquello con lo que va a encontrarse y qué es posible ob- forma más apropiada de darles respuesta. Finaliza con
servar. Termina con la meditación del cuerpo. algunos comentarios sobre la conveniencia de los retiros,
El capítulo 3 (la actitud apropiada) constituye el centro los grupos de práctica y la incorporación de mindfulness
del libro y explica la naturaleza de la aceptación, el pre- en la vida cotidiana.
sente y la disposición con que hemos de aproximarnos a Este libro tiene el potencial de convertirse en un recur-
la realidad fenomenológica que aparece con la práctica
so práctico importante. Aunque está dirigido al público
de la meditación. Se cierra con la meditación de la res-
en general, será de gran provecho para los clínicos y sus
piración.
consultantes. Pero también para cualquier persona que
El capítulo 4 (las emociones) presenta de forma sucin- quiera acercarse con curiosidad y una actitud abierta a la
ta la función adaptativa de las emociones y un esquema práctica de mindfulness que encontrará en él todo lo que
práctico para su regulación basado en mindfulness que necesita para empezar.
denomina “los siete peldaños del equilibrio emocional”.
Termina con la meditación de las emociones. Por Joaquín Pastor Sirera
126 nºnº102
102••juliol-desembre
juliol-desembre2011
2011••pàgines
pàgines126-127
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crítica de llibres
novetats
La detección temprana del trastorno obsesi-
vo compulsivo es un predictor muy impor-
El trastorno obsesivo-
tante de una evolución positiva. Pero, de compulsivo en niños y
adolescentes
acuerdo a los autores del libro, por miedo al
etiquetaje precoz, nuestros manuales diag-
nósticos siguen considerándolo de inicio en
la edad adulta. Sin embargo, cuando en en-
trevista hablamos con el paciente con TOC,
con mucha frecuencia refieren la presencia
de síntomas en la infancia. Desde esta ne-
cesidad de diagnóstico y, sobre todo, inter-
vención del TOC desde su aparición, surge
el libro El trastorno obsesivo – compulsivo
en niños y en adolescentes, de Ana Isabel
Rosa Alcázar y José Olivares Rodríguez.
La primera parte del libro ubica el trastorno Una vez finalizado el diagnóstico, se nos
dentro de su marco teórico: comienza deli- detallan posibles intervenciones desde tres
mitando el concepto y haciendo un breve enfoques diferentes: el farmacológico, el
recorrido histórico por las distintas concep- psicológico (tanto psicodinámico como
ciones, desde corrientes demonológicas a cognitivo – conductual, en el que se cen-
las más cognitivas. Tras esta introducción, tran con mayor detalle) y el mixto.
se establece la caracterización clínica, el
curso y pronóstico; y las explicaciones a su Para finalizar, y a modo de resumen y apli-
aparición desde distintas concepciones. cación final, el manual nos presenta cinco
casos prácticos con su proceso diagnóstico
En la segunda parte, el libro adopta una y la intervención más recomendable para
perspectiva mucho más práctica. En pri-
cada uno de ellos.
mer lugar, y a modo general, nos recuerda
cuáles son las características con las que Nos encontramos ante otro manual similar
debería contar un psicoterapeuta infantil, a los publicados por Ojos Solares: sencillo,
así como las fases del proceso terapéutico. práctico (especialmente en cuanto a evalua-
Pasamos a continuación a concretar esta ción y diagnóstico) y de fácil lectura. Re-
práctica en cómo diagnosticar el TOC: los comendable.
autores aportan un considerable abanico de
variables a evaluar, con su correspondien-
te batería de instrumentos (encontramos Por Victoria GarcíaC uencay
aquí la mayor aportación de este manual). Patricia Esteban Delgado
126-127
nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 128-130 127
novetats novetats
novetats en... Trastornos de Ansiedad
nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 128-130
EN ANSIEDAD
TECNO ESTRÉS
José María Martínez Selva. (Barcelona, 2011. Ed. Paidós)
La terapeuta Judy Arnall nos propone, en este nuevo libro una gran
variedad de estrategias y herramientas para afrontar con éxito si-
tuaciones desafiantes con niños de 0 a 19 años. Desde la defensa
de la disciplina positiva, y mediante múltiples ejemplos prácticos,
se nos expone cómo llegar a través de la acción, conversación y
negociación, a mejorar las relaciones paterno – filiales.
TOC. OBSESIONES Y
COMPULSIONES
Amparo Belloch, Elena Cabedo y Carmen Carrió. (Madrid, 2011. Ed. Alianza Editorial)
COMPRENDER LA ANSIEDAD,
LAS FOBIAS Y EL ESTRÉS
Juan Rojo Moreno (Coord.) (Madrid, 2011. Ed. Pirámide)
CÓMO SOBREPONERSE A
LA ANSIEDAD: Un manual práctico para que la ansiedad deje de controlar tu vida
Izabela Zych. (Madrid, 2011. Ed. Pirámide)
trabajos originales
Todos los artículos deberán ser inéditos.
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Se incluirá el título, un resumen y palabras clave en el idioma del artículo y en inglés.
Las referencias bibliográficas, las citas de libros, artículos y páginas web seguirán las normas internacionales
de la APA. Ejemplos:
Bayes, R. (2001) Psicología del sufrimiento y de la muerte. Barcelona: Martínez Roca.
Calvete, E. y Villa, A. (2000) Burnout y síntomas psicológicos. Modelo de medida y relaciones estructurales.
Ansiedad y Estrés, 6 (1), 117-130.
Burns, L.H. (1999) Sexual Counseling and Infertility. En L. H. Burns (Ed) Infertility counseling: A comprensive
handbook for clinicians. New York: Parthenon Publishing Group.
Alizade, A. M. (2006) El final del complejo de Edipo en la mujer (de la duplicación a la individuación)
Recuperado el 15 de febrero de 2006, de www.psicomundo.com/foros/genero/edipo.htm
Por su parte, en la sección Praxis tienen cabida un rango heterogéneo de trabajos como son: casos clínicos específi-
cos, exposición de técnicas terapéuticas, descripción de métodos de trabajo, revisión de prácticas clínicas e incluso
otros contenidos que tengan como finalidad comunicar un saber práctico o aplicado.
artículos breves
En esta sección se publican artículos que presenten resultados originales preliminares o parciales sobre trabajos
de investigación, experiencias piloto, programas preventivos o comunitarios, series clínicas de suficiente interés,
etc. y que requieran de una rápida difusión.
El artículo deberá ser comprensible en su totalidad sin necesidad de tener que recurrir a otras fuentes.
La presentación deberá cumplir con las mismas normas de contenido y con el estándar de rigor científico de
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proceso de aceptación de los originales
La Revista sigue un proceso de evaluación acreditado y regular con cada trabajo que llega a la redacción –eva-
luación por pares (externos y anónimos)-. Los evaluadores son miembros del Comité Editorial, expertos en
el tema tratado e independientes, que emiten su revisión sobre el estado del trabajo mediante un protocolo de
actuación. Finalmente, la Dirección de la Revista juzga sobre la conveniencia de su publicación, propuesta de
modificación o, en su caso, rechazo del original, lo cual es comunicado al autor/es por escrito.
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crítica de artículos, revistas y libros
La Revista publicará reseña crítica de los libros recibidos que considere oportunos.
Una vez publicada la crítica se enviará ejemplar de la misma al autor o dirección de la editorial.
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130 nº 102 • juliol-desembre 2011 • pàgines 128-130