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INTRODUCCION:

La marihuana es una mezcla de hojas, tallos, semillas y flores secas y


picadas de la planta conocida como cáñamo (Cannabis sativa), y puede ser
de color verde, café o gris. Otros términos que las personas usan para la
marihuana son: mota, hierba, mafú, pasto, maría, monte, moy etc. En los
Estados Unidos existen más de 200 nombres callejeros para describir a la
marihuana.

La "sin semilla", el hachís, y el aceite de hachís son las variaciones más


potentes de la marihuana.

En todas sus modalidades, la marihuana afecta la mente. Es decir, que


altera la función normal del cerebro porque contiene THC (delta-9-
tetrahidrocanabinol), su principal ingrediente químico activo llamado.
Además, la planta de la marihuana contiene otras 400 sustancias químicas
adicionales.

Los efectos de la marihuana dependen de la cantidad de THC que


contiene. La potencia de la marihuana (contenido de THC) ha seguido
aumentando desde la década de los setenta.
DESARROLLO:
a sentencia de la SCJN la cual permite a cuatro miembros de la Sociedad
Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante, la producción, la
posesión y el consumo personal de mariguana, es un primer paso de un
largo proceso para lograr la legalización completa de algunas drogas
blandas, entre ellas la mariguana.
Es un primer paso, porque los consumidores aún tienen que sortear una
serie de obstáculos legales e institucionales para consumir mariguana de
manera legal, entre otras cosas, deben hacer una solicitud formal a la
Cofepris, que se las niegue, tramitar un amparo, que les otorguen el
mismo, conseguir las semillas de manera “legal” (en caso de que ello sea
posible), esperar a que crezcan las plantas y exponerse a un arresto,
porque con los actuales métodos de la Policía, suena lógico que los suban a
la patrulla a pesar de los alegatos y que los terminen soltando un par de
días después, cuando se den cuenta de que el mentado amparo que dijo el
ciudadano que tenía, era real.
Lo que se requiere en realidad es que la resolución de la SCJN detone un
debate en el Congreso, que lleve a legalización de algunas de las drogas
blandas, de no ser así, cualquier medida intermedia es mejor que el estado
actual, pero insuficiente para generar cambios socialmente positivos.
Hay muchas personas que con justa razón ven peligros inherentes en la
legalización de la mariguana y otras drogas, por ello, tomaron con recelo la
decisión de la SCJN, sin embargo, aún para quienes no somos
consumidores, dicha resolución podría tener efectos positivos en caso de
que se permita no sólo el cultivo y consumo para uso personal, sino
también la libre comercialización.
Para entender mejor la afirmación anterior, tenemos que partir de una
realidad, producir drogas es muy barato, pero los riesgos inherentes al
comercio ilegal generan distorsiones en los precios de mercado, al grado
que los márgenes de ganancia pueden ser hasta un 1000% superiores al
precio de producción.
Dicho lo anterior en palabras sencillas, la prohibición le da a las
organizaciones criminales acceso a un caudal gigantesco de dinero, con el
cual pueden corromper autoridades y comprar armas para realizar otras
actividades delictivas.
Lo que propiciaría la legalización es la desaparición de las distorsiones de
mercado. No sólo acabas con el oligopolio en la producción y permites que
otros puedan ofrecer un producto a un precio menor y con mayor calidad.
Sino que además, como el precio disminuiría de manera abrupta, le
estaríamos quitando una importante fuente de ingresos a las
organizaciones criminales, es decir, tendrían menos dinero para corromper
funcionarios y para armar a sus sicarios.

A lo anterior debemos agregar que desde hace varios años se observa una
tendencia de consumo a la baja en EU y Canadá existe de la mariguana
producida en México, ya que ésta ha sido sustituida por la producción
interna.
El surgimiento de leyes que permiten el consumo medicinal y recreativo en
varios Estados, así como el hecho de que la DEA haya sacado de sus
prioridades el combate a la mariguana, ha provocado la proliferación de
miles de sembradíos lícitos e ilícitos, en donde se pueden producir cepas de
mayor calidad que las que se cultivan en México.

Es decir, que en EU y Canadá la regulación de los mercados y la libertad de


producción de facto terminaron por desplazar al producto mexicano. En
palabras simples, las organizaciones criminales de nuestro país ya no
pudieron competir ni en precio, ni en calidad.

Por ello, si extrapolamos la experiencia de Estados Unidos y Canadá a


nuestro país y permitimos la libre producción, consumo y venta, es
previsible que los usuarios le compren a productores legales, que además
les venderán el producto a menor costo, mayor calidad y con menos riesgo.

A pesar lo anterior y a manera de colofón, se tiene que reconocer que la


completa legalización de la mariguana no es la panacea y la misma
tampoco constituirá un golpe fatal a los ingresos de las organizaciones
criminales ya que los mermaría, pero aún tendrían muchas entradas
monetarias, como la venta de otras drogas, en especial la cocaína, opio y
metanfetaminas, así como en menor medida las extorsiones, secuestros o
robo de hidrocarburos.

También es importante mencionar que el consumo de mariguana se


elevaría al menos en los primeros años. Cuando el precio de un producto
disminuye, la venta del mismo tiende a elevarse, pero la experiencia de
otras regiones como Holanda o Colorado nos indica que el incremento en
el número de usuarios no es exponencial y es manejable.
CONCLUCION:
La legalización de la marihuana en México ha generado intenso debate. La
complejidad del fenómeno merece que se
expongan detalladamente los puntos a favor y en contra de la legalización
de una tercera sustancia adictiva aparte del
alcohol y el tabaco. Entre los pros más relevantes se encuentran el control
de comercialización, calidad y producción de
la marihuana; y la posibilidad de incrementar el conocimiento
epidemiológico y científico para mejorar la prevención de
adicciones y la investigación de usos médicos mediante ensayos clínicos.
Entre los contras, se mencionan el potencial
riesgo para la salud del consumidor y los daños a terceros por conducir
bajo el influjo de la marihuana con las subsecuentes
alteraciones en habilidades motoras, así como cambios emocionales, por
ejemplo, agresividad y modificación
de la conducta. Lo realmente relevante, independientemente de la decisión
consensuada es conducir la discusión con
información de calidad y enfrentar este problema de manera satisfactoria y
sin prejuicios.

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