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CARLOS R. PEREYRA Ex-Profesor Regular Adjunto de la Facultad de Medicina dela U.N.B.A. Jefe Fundador del Servicio de Peicapatologfa del Hospital tallano SEMIOLOGIA y psicopatologia de los procesos de la esfera intelectual EDITORIAL Way ae SALERNO BUENOS AIRES f 24 CARLOS ratty tiono toda In apariencia del discurso correcto; frases enteras conser- van su sentido al Iado de los més grandes dislates, La sintesis del conjunto exprosado no permite adivinar la maa minima intencién. ‘Los giros rebuseados 0 caprichosos alternan con las expresiones naturales y a cada instante se quiebra un tema a mitad del desarro- Ho, no wigue con otro, 0 se retorna sorpresivamente, sin elasticidad, nj encadenamiento, En forma bruaca, saltona e inesperada. La luci- doz y la rolativa indemnidad intelectual probada en los cuestiona- rios aislados complotan ol contraste con las demas formas de incohe- roncia, Debe advertiree sin embargo que eventualmente los exquizofiré- nicos exeitados, @ intensamente alucinados ae hallan también confu- sos. Entoncos mus parlamentos se caractorizan por la participacién de atnbos trastornos incoheroncia confusional y disgregacién esqui- zolr6nica, no siendo extrafio que predominon los s{ntomas comunes @ In confunién, excitacién a oniriamo, Semiotecia Pe WW Esten imerecteac ‘ 'TRASTORNOS DEL CONTENIDO DEL PENSAMIENTO ‘hos modos del conocimiento, - I julcio, ol razonamiento, 1a intuicién, In dluda, fe, convicei6n. - Ideas falsas, menti- ius 0 sobrovaloradas. - Ideas dolirantes, - cd J6gica del pensar (veros{miles). - Ido “Ideas delirentes mégicas, - Mecaniemo: Zcospectiva, intuitive, onfrico, imaginati- b delirantan: expansivas, dep: ‘ploitistas, reivindicadoras, ‘Necesaria diferenciacién del tono jistematizacién y poliformismo. intorpretativo, ireecién afective a Alguion ha dicho, con raz6n, que psicolégicamente hablando, todos los juicios son asertdricos. Con maa o menos rigor metodolégico ogi el objeto y los propios materiales del conocimiento, se llega a tuna afirmacién de algo que resulta de una relacién entre dos o més conceptos, sea esta conclusién afirmativa o negativa. De este modo te hace on juicio, Un sinntimero de juicios han ido sedimentando en otros tantos conceptos que conatituyen el acervo cultural y el saber experiencial (ya hemos dicho que para la psicologia no existe concep- to tin juicio previo) de cada individuo, Cuando las circunstancias lo exigen: importancia de la conclusién, significacién afectiva del re- sultado, o adn sin demanda especial alguna, se busca la verdad mediante un proceso discursivo que onlaza varios juicios entre ef, y ge llega también a una conclusién cuyo resultado es, necesariamen- te, la consecuencia de los contenidos y enlaces anteriores. Entonces se habla de razonainiento, Pero el juicio y el razonamiento no son las Uinicas formas de shber, Muchas voces cl psiquisme ae satiaface con una aprehensién inmediata de los objetos del conocimiento, Trétase entonces de una intuicién; acto simple del espiritu en virtud del cual ge capta una realidad ideal, segtin la definicién de Garefa Morente. S PoOPTCLECIA Me Los Motes 216 CARLOS. PEREYRA ‘La conciencia relac : {a sonsoncarelacionant,xtabece sltamente ane_Frovitoria que acept,y que puede ono er chjota de ac tone 8 la imaginacién, en cuanto erén, ostebinr se elaciones, i ai relaciones, adelanta hipdteney don onta también verdadon. he ests Cu hate prsh pans de un, saber reflexivo, e] nea logia, por induccién o Por deduccic bi ae rece menos expueat las ae en 5 juiri liar intuicién ate ae mediante la intuicién y leis va pa su ratificacién, ise analizan la infin ” Yilides siren un eujete nadurs eee pensamiento aprehen- formacién de su experienc gicas. Muy poco: juici ican Muy Peoot A usu levados a una ratific tun convicstones han suigencina de valides dela légien, Muchas de wasn rtando lan pruebas del rigor ofons ira parte de wu material conceptual dimana detntacones out Sea elaciones casuales, frutos de Bacay Jona Personal, no siempre igusimente vélidas pasn el costae Perea Quiere esto decit a : esto decir que a cus nae) ‘su objeto sea la captactin i nto al error, pero una mii én conciente, ios del penaar aon tal ones range me, iene e de esa realidad o: ‘ cng an ame eee er s ra polanianta de subrayar que ik to general ee pees + un! hombre, tomado al azar, admite, reemglidad, una infinidad de icons fala pectaniearemtre da ma ao fen a magicas, intuiciones, conceptog ‘al de conocimientos que siendo Bubje in menos abundantes ¢: aa - el eonocimionto téenica 9 a, margen para las ideas falsas, que constituye el conocimien. 217 -TRASTORNOS DE. CONTENIDO DEL PENSAMIENTO. normal, entendiendo aqui por normal, la inmensa mayorfa de los Foresy noel término medio, ideal y escaso, de los hombres. Partiendo de esta base, se comprenderé hasta qué punto necesitard ser cauto, 1 que investigue, para considerar los eontenidos del pensamiento y Somoresultard de dificil a veces, sino imposible, sefialar el limite que ‘separa lo normal de lo patolégico. ‘Ademds, eada contenido, no decide por af el cardcter anormal y ha de saber verse siempre la funcién de la total estructura indivi- dual, tanto en lo congénito como en lo adquirido, "A'un hombre inculto le estén permitidas ciertas convicciones que le han sido legadas tradicionalmente, del mismo modo que eran ‘ienigibles en tiempos pasados, algunas ideas ya hoy anacr6nicas. De la formalidad del discurso deriva también la singularidad de los ‘contenidos. La superficialidad imaginativa y ol natural apartamien- to de la realidad, del histérico obligaré a concederle valor es: como propio de su modalidad, a ciertas ideas. La ligereza di conclusiones del excitado constitucional hipomanfaco, debe también gor valorada en relacién con sa volubilidad. Tales errores no sera sdmisibles, en cambio, como errores intrascendentes, en él razona- jniento inductivo y deductive agotante y minucioso del paranoico; en. Fin, la personalidad toda en cuanto tiene de heredado y de inducido por el medio ambiente, ha de cotejarse con la idea para deducir de ello au valor como expresin patolégice. Ni que advertirse tiene, que los temas abstractos, metafisicos, religioos, politicos, inaccosibles a Ia demostracion cientifica, dardn tun emplio margen a las ospeculaciones de Ins gentes y que de su Nignificacién intrinseca, no podria deducirse nunca la normelidad anormalidad de la idea; aun mismo en el terreno de lo probable, lo. nuevo y anticipado a la época, plantea dudas sobre el alcance de la iden, Bn todos estos casos, ella es o no patolégica seguin quien la suatente, Lutoro hizo historia al iniciar la reforma protestante; C pérnico rovolucioné la ciencia al destruir el sistema de Ptolome Pasteur deacubrié un mundo invisible de influencias insospechadas; pero de entonces a aqu{ cudntos “émulos” han albergado los manico- mios. ‘La miema duda que sugiere lo cientificamente indemostrable, dejard lo que técnicamente no esté en el dominio de quien investiga; més que nunca, serd necosario prevenirse y establecer las relaciones necesarias entra lo expresado y quien lo expres. ‘Si los conceptos varian extraordinariamente en cuanto 2 su 218 CARLOS R, PERRYRA coineidencia con lo resi, tiene también muy distinto vigor y arraigo enla mente de quien los alberga. Eto depende en primer lugar de los, ‘modos del conocimiento: reflexivo, intuitive, En segundo ugar de las neceridades del sujeto, Segiin us actividador, clertas ideas funda. das las mds de las vecea on la experiencia, apoyadas por la reflexion, deben ser claras, inequivocas y tener el valor de conviccionas irrefi- tables; otras indiferentes para el individuo pueden ser vagas, impre- cisas sin decidirlo siquiera a una creencia més o menos sostenida. En tercer lugar laa tendencias afectivas, resuelven el vigor en ciortas ideas prescindiendo do la reflexién. La fe, ciertas creencias tradicionales, algunas supersticiones, coincidencias de hechos suce- sivos que se vinculan como causa y efecto a pesar de las contradiccio- nes légicas, por la experiencia individual, etc. Tales conceptos influ- yen, alternativamente, y de muy distinto modo, en el paiquismo y en Ja dotorminacién de la conducta. Enel psiquismo equilibrado y en circunstancias normales, cada ‘uno de estos conceptoa ae acompaiia de un claro estado de conciencia acerca de su validex universal y se refleja adecuadamente en la con- duceién de los actos. Las creencias implican una aprobatividad, una acoptacién del espiritu fundada en meres apariencias gnoseol6gicas 0 en oscuras inclinaciones sentimentales, que el individuo reserva para sf. El que las tiene, lo sabe y s6lo en circunstancias de excepeién puodon determinar Ia imposicién a terceros, Por el contrario, suaten- tada anormalmente, cobra un poder inusitado y decide la accién. La dude es la falta de inclinacién definida, es lo contrario de toda creencia y Ia expresién de una cooxistencia valorativa de conte- nidos on equivalencia, Su resonancia paiquica puede ser nula, apli- cada a los objetos indiferentes, e insoportabie frente alas situaciones ‘aliosas. Hn todo caso reporcute en la conducta como una suspension de Jos actos volitivos. ‘La fe, ala inversa, entrafia una confianza y una seguridad que determine a la accién a pesar de su carécter irreflexivo y de au origen sentimental. Del mismo modo a veces actéian las supersticiones y las faluas relacionos cauaales fundadas en la experiencia individual. ‘La conviceién, afirmativa o nogativa tiene el consenso pleno de Ja personalidad, por su origen claramente reflexive y razonante y orienta definidamente y en todo momento la conducts, Para nada tiene que ver que la razén equivoque su curso y se aparte deo real, ni tampoco, que las determinantos afectivas de ia conclusién razonada, se halle anticipada a la conciencia por inclinaciones sentimentale: 219 ticipacion de su ora siempre 1a Pp El sujeto obra por eae ves 08, reflexivos, intuitivos jon anidan en ol pensamiento humaco sin suena sn pata, eat nena, tga Han tg gu ort nme Gis Skdegn gener ora ea ca fe a6 en tanto Bea rectificable. “Ya hemos Vi nA Se ee scone nuestras opiniones. ‘La mentira a Saran sf te se tts amare a sri egao cme oe ln ch Re Aare an hecho veridico, que resiste ala eons a crue ante er ale otafisicos o cientificos sf anes Setting einen de ter Epercusién afectiva de la idea, on 18 roracién o an el cardcter i iva dein idea, ‘aloracién o en el car it forzado de la misma. : cbvigatosiamente fo ontaido del ponaamion on one ia, no como simples lic a juntipreniados en, ONTE ogo mim personalidad 10h ‘nel ig den obnosiva ent los eae ee nos inelina considers? sin nit oe al Gintenido del pensamiento, free de las ideas fijs jas ideas delirantes, malgrado sus diferen' o sontimentales: IDEA OBSESIVA Le iden obsesiva, desde ln definicién de Wootphal B71 coe a don cbsoeit. Sere los irastornos del curso del Pen tombe ner dene gins cme Ho ea ar Br ee a lee a aig a po iden que por prosesos PCE ent cualidad do dosviet ere anion on 6 OnE berg ou importance no raaion ono fel penaamiento, Bin 20 2 CARLOS R. PRRHYRA, fon au contenido, Ms que ona idea ij, dice Jane, interes of ile onsen obaoiv yaad: feu snsanido merece hehe tra atencién pues 6] jooya un rol importante on ln evolucion enfermedad” (Los Obseasios ot La Prychiastenie.P. Janat, varia ‘Ante todo, Ie obsesin, dis mam 108, jn, dista de ser un fenémei intelectual y por conaiguest exede en Tnucho dele Waiter dela fetividad dal penaamionto, Hato no cbetante lo que ma ig cantata 4a o# le singularidad de ia idea. A ella se vincula it ordinetie trantornog nats don onferavolitivay dln eafera afectiva. Tel Inn impulsiones, Jon eremoniaieg, Jon acion dfensivon, Ine Indes ,1ag emociones, las angustias y las fobina por sina et btetin on un fonémeno subjetivamente activo, no cara saa pore renpriin conan sinnpertana de detrsinaton pon. farienion ques acompesen orl general do une cara conn. cia den faledad o por lo manos de au absolut intiidad, que Sion enferea por conguients, por deans, sin corigtiriay Pe cardeter extrafioy a menudo absurde, aie nena la atin impreign de qu no ragneany a oriene a profundo desu pslaaae na ree acientes, In padecon en el wa expan en el mas alto sentido de la expr 1un consideran desde el primer instante como petals cin nte, pueden sceptaree sus contenidos, come reales ¢ provenientes de una intim: sears de oa 1a anomalfa que los justifique, Hato lleva al n con menancién d in de i salentarsubjetv le privacién de libertad, a le erit cade ai Wen auna nocién goneral de enfermedad ae aad ai dela den obsesiva el prototipe dela idea pardsite, Sus license ofr fonémenas ue agua al curt y conten del pentane ifn au erencaa, arin rs au condiciones enpelaen a lun F io de obsesiones fii! 2 Halon rfisténdno a cloraefemenos quo ete ae a iprobar en nosotros mis: ficipo com: Prensibl de I obsosén verdadera, Se refer eato ula parsistonca {ena en la concienca de una imagen gencorial bet agen sonada, I ete de an vero, un oti o una agen ‘lsual Due ante un empo, ett represeataciones pura peraen to ni motivo que as justifiquen y luego desaparecen, an dar Ii He tiguno, a ostadon emocionalee nim aeriaa proseupacienen jas preocupaciones, -TRASTORNOS DEL CONTENIDO DBL. PBNSAMIENTO 2 Bl mismo cardcter comdn de representacién no justificada, tiene om Bi a ces y on los fatigados, 1a repeticién obstinada de acontect- 10m inal dia, frawes, escenas, que se Tepiten incesantemente, eqvt, Patton el carécter de lo verdaderamente inoportuno, jnnecesario, provocando una sensacién de malestar. ‘Ni uno ni otro de estos fenémenos es asimilable a le obsosion on nuestra opinién. Hn ambos so trata de une exageracin do una oh sae eraeverativa que como se sabe es peicolégica. Normalmente dence Ne fjacién, la automatizaciOn, la reproduccién y la asociacién facie dpresentaciones. Bn el primer eso lo que impregna el pei. Guiamo ni siquiera molosta y sobre todo se manifiesta a6'o on ocasion qaiamoluta libertad y dospreocupacion del espiritu. Cuslquier te de sbecliquier aplicaciOn esforzada y voluntaria de ln atencién, Ias Tekibe, y las anule por completo, sin dar lugar a que importunon. ‘Hie gl segundo caso, subjetivamente molesto, de insomnes, sobrematinadon febriles, etc, el trastorno tiene los earacteres de! Sobrfiame. El tema de lo representado, & pesar de que persevers, os mene circunscripto que la idea obsesiva; os con frecuentie mien eifieado y fandamentalmente reproductor. Es decir, son hechog eer tual, qué nada tienen que ver con una aceién future, que no Hlantean una duda, ni entrafian una accién responsable, Ee como 6 vaartraviera obligado a ver interminablemente una cinta que no Ae oaeme, Bi el aujeto se aflige y se angustia, os primordialmente, por jatfompacidad de apartario de su conciencia y no por la significacién Ja ineaPitonido, Hate tltimo carécter de monopolio de la conciencia, oi as socuelas afectivo exocionales, establecen el punto de contacto, 9 eta obsesién y explica que puedan hallarse fenémenos de trénsito, $ nan, que Chaslin, considerara el mentismo coro exclusive de Ja hheurastenia psiquice (psiquiastenia). ‘pana la Kies obaesiva, es ante todo una idea, no en el sentido de de una imagen mnémica, sino en el més amplio sen bensamiento activo: {Qué ocurriria ai esto fuera de tal o cual oe we 1Qué pasa con las estrellae que so apagan? LA donde van las see (quenia de profundizar), (Habré hecho mal las cosns? ZA quié® anttieard? (ada y eserépulo de lo hecho). {Qué decision tomar4?, Faué pasard luego? (dude del futuro). {Si dejo esto como eot4. Ae Laue Bastiuno? (eondencin coercitiva al acto y fobia), ete. He verdad ue en ciertas impulaiones o agitaciones forzadas, mentales y o/s ae Como las llamna Janet: necesidad de pensar en hechos banslee, cos coe conter, impulaién a arrojarse al agua o al vacio, etc., los sanimenoe parecen mas olementales y primitivos que los de una idea una reprosentacién, m propiamente dicha, apareciendo més como un impulso irresistible, pero siempre difiere de Ia mera representacin y estan ligados més que nunca a la accién, se vinculan a la perspectiva inmediata del individuo y evan en #f miamo el contonido emocional, o lo suscitan, ‘81 no on satisfechos, En todo caso la idea obsesiva e8 algo activo 0 que determina a la accién, positiva o negativa, y éata o8 le diferencia ésencial, a mi ver, con el fenémeno del mentismo, Por la misma razén nos parecen discutibles las representacio- nes obeesivas a que se refieren otros autores, Por ejemplo, la singu- ar persiatencia de un recuerdo que molesta aunque haya perdido ya su originaria significacién afectiva; la muerte de un ser préximo, una escena més o menos impresionante. Son todos hechos representati- yor que en tanto sean principalmente mnésicos o reproductorea no entran, por su pasividad en la categoria de las obsesiones patol6gi- cas. Son perseverancias, representaciones prevalentes con una ade- cuada justificacién psicolégica, ‘La idoa obsesiva aunque se refiera al pasado, se vincula al futuro, nace en un espiritu dudoso, incierto, eno de escripulo y de responsabilidad, que busca sin saberlo, la perfeccién e inimputabili- dad de sus actos y de sus pensamientos. Por estas mismas razones debe verse accién, en la idea que por contraste, es inhibitoria, puesto que lo perfecto rara vez se logra, nunca hay decisién bastante para hacer nada. ‘La idea obsesiva, surge con una cnergia tiranizante ¢ irrampe en ol curso del penaamiento, aunque és0 nada tenga que ver y earez~ ‘ca de rolacién légica con el tema de que se trata: Yo no pensaba en esto, acostumbran decir los enformos, estaba preocupado en otra cosa sin relacién ninguna y aparece, Da la sensaci6n subjetiva de que viene con tal pujanaa que lo domina todo y obliga a pensar on ella cualquiera sea su contenido. Esta forma ilégica de irrumpir, cata falta de rolacién con el propio discurso es lo que la diferencia funda- mentalmente de la idea fija, ya lo que le da el cardcter de extrafa. Extrafia on el sentido de andmala, pero no de extrafia a s{ mismo, el ‘onfermo siente que surge de 61, que no le es impuesta por nadie ni por nada, y que emerge de lo més profundo, de 1o més intimo, puesto que aparece en su razén cuando su raz6n no la busca ni la quiere. ‘Cuando el contenido de la ides es relativamente inocuo para el individuo: manfa de profundizar, metafisica, origen del mundo y del hombre; certidumbre de la esencia de las cosas, otc., os decir, mien- tras por su contenido la idea, no entrafia la duda de} propio yo moral JenoS DAL CONTEND dea surgida de lo sntimo 79 jente, Todo 8e sublet pentimientos del pacion’ Todo 4g fisico, esta sonancion subjetie de i pert re ia 10] ortunidad, le egclavi- cone tang er amine gol ie ja obligact je disct 2 a ide autem ea en oe i a golpear en sug conas me e One a ios, vies sn obsceni Satin eee ener el“deseo: de: su muerte”) el ane pt nes de cometer irreverencias aa Fy reputacion de ‘honestidad y 8° extravios sexual einfinic ces la critica ave siempre cet ‘Le idea por absurda, ridfeula como: cualquiera sin 0¥ivo 2770 se tigna tontacio- ere gue aa renpete 1 enpeta; a que est a von m8 desbordados: a repre estructura Y ‘ered éata i indole”, 5 dro malas 3 al ‘con angusti aa rgeaba por preguntarse Co tn nord in ae Roni insistirertios, con 0 Geserapulony 3 Prion aoe 1 ae ee gl paciente Jun obsesion anni mds {dcilmente Puede Chrno, ACO sin impulaione Oo epg ton sino RODE pate seften Op angustin dole egaclon 30) cbaesion ‘dndone do le Marre ene importancis 36) cone dea en fl, POT: valores. De tora, nos hemos estado Saxgando de ar 3 también Jo que € fo maa caractertetico Y ey ae tn mno es por lo gener! poy Sneustin par el Omer pried rasormon aeshvO8Y 8 como go ha dicho Te ian acomparian 0188 H67— apighra 108 cash vos que las precede’ pte respecte en eDOrme og tipas clini Ta cana go a att a oti sn vad, tare deca en a ea writ camente pueden Preset gobiea; con lo que se FT io o del bouren peli oy a tandonca mate Hvslunlal © revalente de le idem afecto. mainando 204 CARLOS R.PEREYRA El elemento comin es 1a natural it i nat a naturaleza coercitive, obligada e inde- pendlente dela propia volunted. La angustia scompane general ‘mente a determinados momentos del proceso pafquico, a veces como tna secuela, otray como un fondo difuno y originaro, ‘Los actos son jambién primitivos o secundarios. Si en ocasiones la idea, como re prosentacén intelectual es logue parece dominer, en otras p 1 ario, entimiento, o ample impulaién, do af que lo mds a ¥ alsin, rue I aprovind para le designacién de cate complejo fentmenc’ sea ia de vivencia obsesiva que resume en af todas laa posibil ‘ tastes Re enas Sone ed OBSESION IDEATIVA 0 PROPIAMENTE DICHA Aqui se trata de un pensamiento cli i head ; nie laramente surgido en Is - concn’ eyo contenido puad sr pr lo deme variable. Bats os hecho primitive, Si ae trata de una mera representacién: m Lodi, serene eae tot meee mut de todo afecto, ya hemos m in que ivi oe iron Drelament ee pasividad no entra en los fenémenos Si le idea reaparece por su potencial afectivo, acor psiquismo de] sujeto: Episodio desgraciado; iiulsnaeees cor a yee a suscitados a favor de un clima humoral del mismo tono lepresién); tampoco se trata de idea obsesiva. Es preciso que ell: nen importunayy de entrada se reconozca eu caréctor ubeurdo.o cua do menos su absoluta inut i an} solute inutilidad o desmesurada magnitud valorati- Ein tl antigo ontran como fentmenos cbsoivoridstivon pr marion la manfa de profandizar, Il sajeto se . paion 1s manta de o ne pregunta incesunte- seit attain eects oi primoros; in exiatonsi do otros mundos; a oalidad dl interno, at Todo eato le sin embargo, absolutamente indiferente como legiti- ma tendonci opoculativa, No protonde ger un fof; le interosa is teologia, nile tafiate; 8 una imperioge nocosidad de pensar elo ein onjoto natist, ai proveche proplo, an fn conti, Es Gecir, no onan sf mismo una preocupacién, como frato material do gus arintaciones, gino que acabe por preocupar por mu crcte px rasitaroyneuparador, dol too oxtrafo a sus Telos donoos. De nate no sabe de la esterilidad del esfuerzo, pero en vano se agota por “TRASTORNOS DEL. CONTHNIDO DEL PENSAMIENTO ns dosecharlo. Hl tema es circunacripto y esto es lo que masa diferencia sore Tendmenoe del mentismo, alos que sin embargo més #e aprox spor et relativa inocuidad sentimental. St a posteriori el sulet0 °° Tmgustia es por su impotencia y esclavitud y no por la significacion Gove ides ex ef misma, desprovista de aparente afectividad. Stee os el caso, cuando la idea obsesiva recae sobre un hecho mds 6 menos cierto’y de significacién valiosa para el pacionte, El Rifete no puede apartar #a pensamionto de un defecto desmesurada- save valorizado: a votes recke sobre el fisico: es demasiado bajo © Tito; Io cabeza no tiene las proporciones ordinarias, les faccioncs alton risa y le crean na inferioridad social; otros atafien a 10 Tuquico! no os bastante inteligente, es menos valerogo que los de: eect carece de simpatia, otc, Aqui la idea obsesiva limita con a idee ja 0 eobrevalorada, El punto de partida es un hecho més omens rei g por lo menos, de un acontecimiento aceptado en alguns medi, eee nenp cierto por la propia experiencia, El paciente puede ser alto 0 ceorén, au actuacién pasade puede haberle dejado comparativa capac, ana desaz6n, por sus exigencias de propia perfeccién. Pero Ton ast difiere de la idea fija. En esta ultima el hecho os totelmente ateptado. Se impone naturaimente como una verdad a la suma de seonteelmientos y determina una conducta y un sentimiento adecus Seen La iden obsesiva, aunque incida sobre un hecho con une ratz cette, suscita In critica de quien la padece por eu desmesurada pro; Sireién, El sujeto advierte que esto puede eer asf pero la magnitud rire le ha dado al defecto, lx repercusién afectivay el tone angustiose ae lo acompatian, dentincian su cardcter patoldgico. Luche contra Sia y on discuraos inagotables arriba a conclusiones salvadoras, 1a Sonerha como a una calumnia, ae serena pero una y otra vex vuelve, {noportuna, cbstinada, y con la angustia, pronde la duds desespe- ante sobre el propio valer. ‘Préximo & ella y dentnciando un mismo origen estructurel se hhallon las obsesiones antagénicas. Come hemos visto més arriba, tiles representan la antitesis del propio ideal: atefsmo y concupis~ canein on loa religiosos; feminidad en los que radican todo en la Fombrfa; sensualismo, licencia, obscenidad, en los puritanos; ocu- vontlas quo so presentan como degeos desastrosos para los seres Tide queridos 0 vespetados. No puede escapar al andlisia, que osta Tiase do ideas tiene un estrecho nexo con las anteriores. Bs verdad Gque no se trata aqui de ningdn hecho verosfmil, sino de un surgir Wrgeco precisamente contrario a toda norma o costumbre, Pero la 26 CARLOS R, FBREYRA similitud radica en que la idea contiene algo valiouo ¢ insoportable para el que la padece, de todo punto de vista incompatible en ambos casos con el ideal de existencia. Uno exagera hasta ln monatruonidad para caer precisamente en lo contrario de lo que aspira; el otro, in ratz visible llega de golpe a idéntica situacién, Pero si se abonda un poco, ge advierte, que toda idea cuanto mds importante, més lleva implicita la contraria como algo latonte. El que ama a Dios por sobre todas las cosas, teme no servirle con bastante fervor; la madre que ansfa la salud y la felicidad do au hijo, precave constantemente de la enfermedad y la dosgracia; ol desco desmesurado de parecer bien anté los demés, se nutre constantemente de una aparienciadesdorosa. ‘Tales ideas, no surgen en realidad como algo insolito, del todo nuevo ¢ inexplicable psicolégicamente, Son el reverso constante de todo querer, coexisten con tanto mds vigor cuanto mAs caro es el senti- miento positiyo que lo engendra. ‘La sujecién a esta clase de ideas y sentimientos es la norma y silenciosamente orientan con utilidad hacia los propésitos claramente definidos, como el mal ejemplo, es lo no querido, lo odiado olo temido, Io que hay que prevenir y evitar. Sélo un desequilibrio circunstan- vial, que desarrolla en un espfritu dudoso de sf mismo, le saca de plano profundo y pasivo y le lleva con inusitado vigor a la luz de la conciencia. Aparece ontonces como una monstruosidad. ‘Como se ve no es del todo nueva, la idea ya existia en 61; como la raiz.cierta del obseso que exagera st defecto, este escrupuloso que wfa Ia porfeccidn, exagera necesariamente la duda de su propia impureza. No os aceptable, al menos para estos casos, como soatiene el freudismo, que la obsesién tenga un sentido que radica en deseos reprimidos, pues ello oquivaldrfa a darle validez a estos espsreos y contradictorios sentimientos que conspiran contra el ideal ético de los seres mda exigentes consigo mismo. Tal conclusién ser‘a también dosoladora o injusta. En todos existe en potencia lo opuesto y lo contrario, aélo la rotura de un equilibrio Iabil, permite su prevalen- cia o ocasiona su tortura, Las dudas ocupan un lugar de trénsito, La idea aparece en un primer plano, pero mueve casi de inmediato ala accién. En si misma a idea no lleva, como en otros casos, sus elementos impulsivos, pero por su contenido insoportable determina In necesidad de verifica- cin. Casi siempre, as{ se trate de dudas aparentemente banales, ellas comprometen de un modo u otro la responsabilidad, No ee trata tanto del perjuicio personal directo, sino de las consecuenciaa irrepa- PENSAMIENTO. mm rables de dafios sobre terceros; donde so denuncia una ver. mds el feserupuloso exigente de sf miamo, temeroso ante todo del concept y de su desompoao ante Ja sociedad: Si ge hubiera dejado la llnve del ses abierta y ocasiona In deagracia de alguien; si alg nifio se enve- ena con un t6xico o un remedio dejado al aleance; #i por au culpa en el desompofio de sus tareas burocrétican, alguien se porjudion avons- mmicamiente; si ge ha prescripto una dosia letal en una receta; una y otra vex el escrupuloso que por serlo, pone en cada acto, por insignifi- cante que sea, un cuidado especial, se ve precisado sin embargo, a Volver sobre sus pasos y ratificar lo hecho. Desandando constante- mente en su labor, jamds esté satisfecho, a pesar de todas las precau- ciones y 6i las circunstancias no le permiten comprobar la correcci6n Ge sus actos, la angustia se apodera de 61 llega hasta el paroxismo. Otras veces la relacién paroce més ligada a los propios interoses. ‘Una de mis enfermas, por lo demés crénica, tenfa necesidad de revi- sar cuidadosamente sus ropas y las de su hijo, porque no hubiera nada que no fuera de su pertenencia, y nunca estaba cierta de que lo que encontraba era de su propiedad realmente. Evocuba la fecha y el Tugar de la compra, revisaba las boletas cuidadosamente guardadas, ote,, porque no ae creyera que pod{a haberlo robado. Esto era estpi- do, pero no pod{a remediazlo, Los objotos brillantes particularmento la desquiciaban, obligéndole una y otra vez a asegurarae que no era una alhaja o una piedra preciosa ajena y que comprometiera su ropu- tacién. En todos los casos al dudoso aunque le asalto la idea de au perjuicio, piensa mAs que en su roputacién que en el propio dao material, Cuando ge trata de un vuelto, siempre teme equivocarse en contra de los demas y si 61 es el damnificado, el hecho adquiere importancia, sélo si tiene que rendir cuentas a alguien, Siempre esta presente ol yo desmosurademente sensible y on cierto modo hipertréfico en una oterna rendicién de cuentas ante la sociedad, OBSESION IMPULSIVA Elimpulso puede ser la primera vivencia del paciente. Frente a una ventana, arrojarge por ella; a la visa de un arma, usarla contra Jos seres més queridos; destruir, incendiar, etc. Como se comprende todo esto no pasa de ser una tentacién, el eabozo de un deseo mibito, de hacer algo horripilante que felizmente jamas desemboca on la accién. 28 CARLOS, PEREYRA Pero el que lo padece no eaté tan soguro de su inocuidad. Los impulsos de esta naturaleza son también antagénicos en cuanto a la legitimidad de los deseos, y por ello van acompafiados de un estado emocional intenso. Secundariamente se instala el temor de la pérdi- da de todo control y el sujeto elude las situaciones que de un modo u otro puedan provocarlos: acercarse a una ventana, aun arma cortan- te frente a un ser querido, subir a las alturas, etc. Esto puede parecer una fobia, pero en realidad arranca de una primitiva representacién de un acto, en s{ mismo nocivo o contradictorio, La impulsién a hacer se concreta en actos s6lo cuando éstos carecen de trascondencia para los demas, El desmesurado escrépulo del psiquiasténico es una absoluta garantia y representa un poten cial ms efectivo que todas las tentaciones, Por eso que esta clase de enfermos no incurren en realidad en orfmenes, incendios, robos, ete., no siéndole imputables los casos diversos de agresionos, piromanta, cleptomania, ete. Del mismo modo reprimen en sociedad actos, cuys, realizacién invtil los consumen en la intimidad del hogar. Por el contrario, cuando la impulsién no involucra la comisién de un delito, y cuando au significacién no pasa de una rareza o extra- vagancia ociosa, s6lo perjudicial para 61 mismo, el impulsivo resiste mal o cae vencido por la impulsién. Entonces la ejecucién del acto adquiere las proporciones de lo irresistible y ai no se ejecutan, provo- can un estado de inquietud, que frecuentemonte llega a la ansiedad. De este modo puede verse al compulsivo, esclavizado por innumera- bles y estériles extravagancias y dominado por el imperio de resliza- ciones infruct{feras. ‘Algunas se aproximan a las impulsiones més puras, sin que pueda advertirse su conexién con ideas definidas, comparables como los actos de ciertos chicos: caminar sobre una hilera de baldonas; tocar todas las puertas; dar vueltas alredodor de un punto; volver insistontemente sobre 1a marcha en ciertua circunstanclaa, ete. En otros casos, el nexo entre el acto y una idea es inde visible, adn cuando ésta tampoco sea muy concreta, Kritran aqui ciertas “cdba- las” y necesidades de conjurar peligros o desgracias, que emanan de una exaltada incertidumbre sobre el porvenir: Para que no ocurra nada; para que todo salga bien; etc.: Golpear tres veces sobre la mesa; dar vueltas a un objeto; nombrar cinco veces a una persons; tocar sisteméticamente ciertas partes de los muebles, o de la escale- ra; poner él pan hacia arriba, abstenerse de hablar o de actuar en determinados momentos; ete. Las posibilidades de este orden son 29 numéricamente enormes y por otro lado tan difundidas que casi no son una rareza, sobre todo, parecen ser comunes a todos los seros colocados en situaciones azarosas: mesa de juego, deportes, prueba de competencia. Ello prueba que como las supersticiones, con las que guarda estrecha relaciOn, se hallan latentes en el fondo de la natura- Joza humana, como expresién constante del temor del més allé, de lo incierto, y pertenocen en esencia, al “inconsciente colectivo” (Jung). (Bl yoy lo inconaciente"), Los actos determinados por esta incertidumbre cobran verda- dero sentido patolégico, cuando por su frecuencia y nimero, acosan & diario al individuo fuera de toda situacién valiosa y con mAs imporio adn que el ordinario: Uno de mis pacientes evitaba ver toda cifra impresa en grandes caracteres porque estaba obligado a sacar, papel en mano, todos los miltiplos y submiltiplos (aritmomanta). Otro debfa bajar apresuradamente del tranvia a comprar un diario para ver en él la silueta de un barco, pues hab{a visto dos, en el mismo peri6dico de otros pasajeros, y en determinadas circunstancias debfa siempre completar tres. Si ol acto no se satisfacta sobrevenfa angus- tia, pero una determinada relacién con acontecimientos funestos, no existia, ‘El impulso es menos primordial en la determinacién de los ac- tos, cuando éstos suceden a una clara representacién. Entonces s¢ trata en realidad, y antes quo nada de cualquiera de las formas ya tratadas de ideas obsesivas: Obscenidades, coprolalia en un lugar respetable; nocesidad de reir en un velorio, Obsesiones antagénicas engendradas en el contradictorio juego del deseo y el temor; volver sobre lo hecho: cerrar varias veces una puerta, comprobar si estan bien las direcciones una y cien veces, acudir al testimonio forzado de los otros, sobre lo que uno ha visto y ofdo nftidamento, ote, Necesidad de verificacién nacida de la duda obsesiva; arreglar los cuadros, 0 distintos objetos; repasar incangablemente los detalles de la toilette, etc., manfa de perfaccién, Fondo de escrdpulo y de duda, Hacer tal cosa para que no pase esta otra, tics de defensa que tionden a la sistematizacién y se reproduce siempre el mismo en identidad de circunstancias. Los actos realizados o suspendidos, tienon todavia una mas clara situacién de dependencia con vivencias anteriores cuando se trata de laa Ilamadas fobias, Entonces el hecho significative es una, emocién inexplicable frente a una circunstancia banal. Secundaria- mente la accién transita por la vertiente del temor. 2 ze CARLOS R. PEREYRA, OBSESION FOBICA En ; inngeyel femer morboso designado por las fubias se abare Siandmare de fenémenoe préximos onta a pero no iguales, El tector tone momentid ea fa prima leads soda mire .cién, 1a idea, ;pulsién, Pero co: gue esa partieipacién el afesto es grande on eualguiere de lon tnm foros ya consicerados, rnulta voces ‘ian sutllese diniapets eon ides cbneniva, do una impulsin o do una fbia rat acdere" 26a el impulo airarse, neceualamento engendra a fotia alae lure, La fiude def mismo y el sentimiento do responsabilided rater he jos cambios o todas las situaciones nuevan, Li of sia antaginicn leva un gran de impulion (per erp oer ierevorencin on un lugar sagrado) y socundariamente org is {obi ante todas Jee creunatancias qe pundan susciara transl te de un a otro fnmene os verdaderaments inn ble. Adoméa el diveridad de process nla doteravnasion dee ohigg ne sided de pr rminacién de las fob dnaoet mote tomer a a musieded), a eomiae ad eater dade), a erectofobia(aruborzar) Ia zoofobia (temor a los anima. le) es, Henen um aubstracto com, que recongcen tna ie ivo, malgrado la Proper. sn dao aactivo rete ato pram as sony, tL gontrari en la agorafobia (tomor a los expec ton elaurtrofoia (alos cerzados),panofoia amor itso, nied tener miedo), oe la en atifiatvavamplomente precedent, 20 spares Reducidown td enaperonci, priniiva vivercla so opresin, ia en una situaci6n da Jeque tal ve induce a Schneider aconsiderar certs dasa on olnombre de fobias, solamente sls Yomisiones cbse iad priate 2s peronalidados prcopAtcan, pg. 93) nino sac ‘0 obstante, si con Ia expresiGn, no i coma gue prepoerancia do lo afecivo, ae Sinton eon int ing, dende qua el término cor ! ieipactén de todos cevariag, dda que el termini comprande Ia partiopacion 8 atorios, volitivon y sentimentalo mais Jado aon paicolégicameate indivisibles Melgreda a usiaauta emociones, ni ideas, ni impulsiones puras, Hn dltima instance, aunque aa m0’ prosenten a la coneionela de quien lan patos ak -TRASTORNOS DIL CONTENIDO DEI. PHNSAMTENTO a andlisis de los hechos revela concomitancias y lazos.inadvertids- asset coprendidos de otran situaciones originarias, Bs said qe rare catia, ve un sentido en las fobias que necessriamente los 2 earoa vivencies comaplejas del pasado hundido en el inconscients daeeofobia serfa un ejemplo.un tanto simplista de estas relaciones, rae onde lavatae incesantamento, habria algo més que la ides de en ecdad fie, alcansando el valor de un simbolo extendido » !o ‘a sutiegin acudit a este génoro de interpretaciones sisteméti morelsriamente tortuosas en el ajuste & cada enslo, lon hechos be seceeesian a vecos con bastante claridad. Uno de mis onfermos Dro; oe caetva fobia exclusiva ante los grandes expacios abovedados, Je were hizo eeloniOn por primera vex al pretender realizar une QPOs: ai on una inetitucién bancaria, Sin que pensara on nada y aDerea- cién orto tranquile, se vio acometido erfticamente por opresién ¥ an- fintin-con sonsecién de muerte inminente, Hubo de retinarse y Te aaa ipar a au intento, repitiéndose el proceso cuuntas vecos lo acon'e- numiiuelunente fuvo que dar un poder para resolver la situaeién, Ho, Simamnesis encrupulosa puso al deacubierto que durante largo, Hompoy al final de su jornada de trabajo, era experado en e| hall de Hehe da ntacion forroviaria por un allegado a sa familia, quien te Watonaba dia n dia de In dolorosa mache de un proceso cuyo deseo: prtonsideraba fatal, Cuando se aproximabs al luger, ao desperia: ts anguatiosn expectativa, racionalmente vinculada ala ides cons eastn de lo que debia ocurrir. Cuando esto tuvo luger, los hechos crete currievon sin otra alternativa que la pena comprensible, A po wrange que el suceso era de honda repercusién on su vide, habla tae arido ol Hiempo suficiente para Ja atenuacién de su recuerdo franec\pargo, de una manera definitiva y por lazoa estrictamente ctnctivos, hebian quedado vinculados ol ambiente (gran espacio eu; stn yeu emocion angustiante, en una suerte de experioncia vits) caajunta, de relacién por contighidad o si se profiore de uns Sica com ova. Al reaparecer como estimmulo ino de los términoe, el em facio abovedado, el olro ao suscitaba nutométion einconsclentemen- aacoro oato ya no era paicolégicamente comprensible par el pacien= to, pus no estaba vineblado a ningdn acontecimiento actual, o tenia Wregente ni ontableefa ym noxo con el recuerdo de gu pasnda torsyre "En renlidad, como sostiene Bumke, lor vinculos afectivos mds perdurables y sdlidos que los lazos légicos, permiten con frecuoncis eprpsurgimionto de relaciones que han existido como tales, pore due tee Biry no Ins reconoce, 1a razén no las comprende y adquieren 2 ____cantosn rmavn -qtasTORNOS Dil, CONTERIDO DBL FENSAMIENTO By gn situaciones valiosas o en sujoton pulailénimes, proporciones osti,jnasble y anaroso: Los impulaos y las inbibiciones, os oye, mantento,de ol : ee Ine angustias sin caus, las preocupeciones obseiant ss ‘Un intento de clasificaciOn de Ins distintas fobias resulta banal, alte ee eae todo orden, ao ofrecen en tumulto de vivencies, Mate porque toda iden por insignificante o complicada que parezca, puede cxabr upton eo Gnctinados al ennuofio y Le ambicion, que no Fen comprenderla, De ahf que los términos un tanto presuntuosos con tor, Jos por estes tragedies, Bn esa. edad las obseniones 16 Tero que se pretonde rotularias, no tengan objeto. Importante ea sefial a eeecién neurética, Sin embargo, parece ser cior” rus ones navlo aa yer 640s CRE fobla suasae's Fer oscmplacseer aoe torque en a eecpetda en el desequilibrio afectivo y en el o bien alterna o comparte con cualquiera de las manifestaciones toy ate ante ede opie do los neurSticos, Hasta qué punto os os. attapirag gimme, aang nan ids dled yuo ptrom: efecto close eate modo de ser del adulto, es problema que ‘hay que ‘un momento dado una determinada vivencia parece acapari ren cada caso pero puede transcurrir un lapso Warlablernants inrgolyel ea at I ai no degenera de ordinario en iden deliran- bia o se sustituye en importancia en el suceder del tiempo. Esto tos ethlenindemmne y naturalmente exalted, la rechane: 900 subraya un hecho capital: Las obsesiones, los impulsos y las fobias se cos seman utiado puede creer on ella (obsesiones ants- te dan, generalmente, en | aah ; saccesionalment ner oreo cazon que contra: BE e, en los mismos sujetos, predispuestos a padecer eas), Sin embargo, los autores han deseripto ca a indistintamente divereidad de trastornos. Ellas tienen entre a, por a en regle. Pitres y Regis (Las obsesiones y loa impulsos, por N. consiguionte, ademés de las semejanzas formales 1 6 y siguientes), historiando estos g mnzas formales ya consideradas, Aa Hogis, J., 1910, pag. 265 y siguientes), un factor comtin, quo os el terreno en cuel nacen. Sin dudu ésta es la Pitre eee gue el Congreso de Francia de 1889 scent Tat comprobacién més interesante y dil, La idea la impulsi6n y la fobia hechos ree de la memoria do M. J. Falret en el sentido de ane as no son en af miamo nada y sus diferencias tampoco aon aignificativa: ceaetjones no terminan en locura, Todos estaban acordes,y Megnan ‘Su importancia radica on que son el trasunto, las mds de las 0 tein eata opiniGn anotando (pég, 278): "Pero es un Sateen ne Ai laden grange ee liar grado extremo a las influencias ambientales, ambicioga, timida ¢ ficacién del afndrome, el cual permanece siempre semejante a si imaginativa por compensacién, con altos ideales éticos, hipercritica icoeno. No evoluciona, no se transforma, jamés llega & producir un ¢ inhibida, que oufre inexorablemente en contacto con Ia realidad mismo, Nigpiamente dicho" ... ete, Meynert, Schater Fille, por la hiperestesia de un yo incierto, que tan pronto se exalta como se qenrieghaus, Kraepelin, Wernicke, Tuetesk, Morse, Friedmann deprime. Estos caracteres generales convienen a los que Janet o aa ita, Hetos enfermos cafan & ct vienen a los - elo, sostienen la hipétesis opus 6 como Psiquiastenia. Y en realidad aon aise vevinantéclecs vain fostierrma de delitio parancico”. Seglas la comparto la mayor parte de los que experimentan estos trastornos; pero aquf Jeeptando la frecuente derivacién hacia delirios Thipocondriacos ¥ on procigo agregar, quo evontualmentey en el curso demu evolucién seeios aistemdticos de persecuciones, etc. Ma: al individuo humino ao aproxima naturalmente a este condieisn i aioe Regis, encuentran después de historier 400 casos, © oe psiquica, Es propio de Ia pubortad y la adolesconcia, ain sin una pricosia indudable y conciuyen en que (pég. 277) “os resultados de estructura predisponente, la inestabilidad, la incertidumbre y las ‘stas observaciones nos parece bastante ‘significativos y podemos conatantes oscilaciones valoretivas del yo, frente a un mundo nuevo, cuted obedience que, en ciertos casos, la obsesion verdaders ‘puede pleno de prome de revelaciones y también de i i , de ravelacion én de responsabilidad: convertivse en enajenacién mental”. Aternan onl auficienci yin cobarta ia tendonete especslative one gt dice haber aislado on au casuistica, 29 cagon que 907-000 a manta do profundisar, las preguntas ocionasrobre ol sentido de las en ml tte anatosa, fobins, estados paranoicos y delirio de perse- se forjan ides esmnesurados y la magra realidad inmediata cucién, etc., lo que le permite hablar de la peicastenia delirante. feancargadelaayrofundas docepeiones, que ncarronn la minuavala, ete ctnente, algunos de e508 psicasténicos eran osautso- el deagano y la abulia. Hasta que la madurez no es suficiente, el frénicos como se despre ‘de do la atenta lecture de sus historias, equilibrio no ge restablece, La duda del propio valer crea un mundo fri comoe en esto sontido a la opinién dada al respec:o por Dide y 26 (CARLOS &, PEREYRA Guiraud, Bl deslinde cada vox més euidadoso y el mojor conocimiento do las enfermedades mentales permite tal vez hoy arrojar mayor luz sobre el particular. Los procesos obsesivos, hasta donde éstos pue- den considerarse puros no degeneran jamés on verdaderos delirios; volvemos ast a la opinién de los antiguos, Otra cosa es que un gran zcimero de afecciones puedan tener un comienzo psiquiasteniforme, pero un examen minucioso deacubre casi siempre le distinta natura: Ieza do la enfermedad. La eaquizofrenia sobre todo, se inicia a menu- do de esta manera e induce fécilmonte a error prondstico, El hecho comprenaible, porque dada la edad en quo frecuentementese instaura la afeccién, el paciente responde con los medios propios de un psi- quismo juvenil; tan préximo en su inestabilidad, en su duda, en au retrafda timidez o en sus impulsiones sibitas, a la modalidad psiquiasténica, Sin embargo, como creo haberlo hecho notar en mi ‘Tesis, siempre hay s{ntomas de diferenciacién. La insolente e insipi- ds majaderfa; ol carécter saltén y desconcertante de las oscilaciones humorales; la inadecuatién de los actos y de los contenides del pen- aamiento y el desprendimiento profundo de los bienes materiales; la impormeabilidad sentimental en el contacto humano y sobre todo, la insuficiencia real de lo volitivo, orientan hacia el grave diagnéstico de la esquizofrenia, El esquizofrénico obsedado expone con frialdad, dice y da la impresiGn de que no oye a su interlocutor. En los melancélicos, particularmente ansiosos, las ideas mon6- tonas y persistentes, acompafiadas de angustia, antes de que el cua. dro alcance eu plenitud, pueden simular le obsesin, pero aqut o muds fécil adn despistarias. La constancia del humor, la falta de alternativas on el curso del dfa, la incapacitacién real de lo pragmé- tico, la falta de esperanza, etc., aon otros tantos elementos valorati- vos de Ia psicosis, En mi experiencia, no he visto derivar le obsosién a ninguno de estos cuadros, s6lo un error de aprociacién en el comienzo pudo ha- cernos dudar que fuera psiquiastenia lo que en realidad era una paicosis enmascarada de tal modo. Jamés por otro lado he podide comprobar que una idea obsesiva se transforme en delirante, No hay que olvidar cudn diffcil os, 2 veces, diferenciarla de ciertas ideas fijas ingrataa al paciente, verdadera matriz de los delirios. Ya hoy no se discute que 1a obsesi6n se instala sobre un fondo comtin, dudoso, inestable y escrupuloso, trétase de un estado transi- torio, pubortad, adolescencia, convalecencia; o definitive y estructu- FRASTORNOS DEL CONTIINIDO DEL PENSAMIENTO. 25 ral porsonalidad neurética, Esto ex lo més importante a extracr del sintoma: que alterna generalmente y a veces toma caractores de persistente uniformidad, o por el contrario, surge como un acceso Gnico en le vide del sujeto, ¥ Bl concepto de psiquiastenia impuesto por Janet, involucra la mayor parte de los obsesos, pero los hay también episédicon que responden alas causns ya invocadas sin. que él terreno deje de toner trarisitoria similitud, ‘La obseaign fue considerada en sus comienzos como fendmeno esencialmente intelectual bajo las mAs diversas y a veces confusus denominaciones: “obsesiones, ideas fijas, miedos enfermos, fobies, impulsiones conscientes" (Pitres y Regis, Loc. Cit.). Tal sintoma se adscribfa a las psicopatias: mania sin delirio (Falrot), monomanfa (Esquirol), locura Iicida (Trelat), locura con conciencia (Falre Baillarger, Ritti), paranoia rudimentaria (Arndt, Morselli), mono- ‘manta abortiva (Spitzka). Magnan y au escuela Jo reconocieron como sintomatologia degenerative. i Lo capital del fendmeno se hacfa radicar en la idea do la cual depend{a todo, Las emociones y los impulsos serfan manifestaciones secundariaa en todos los casos. La definicién de Westphal (1877) ala ‘que adhirioron la mayor parte de log autores, contribuyé eficazmen- te ala afirmacién de este concepto, #1 decfa: "Comprendo por repre- jentaciones obsesivas aquellas que, con una inteligencia intacta, por Jo demés, y sin estar condicionadas por un estado sentimental 0 afectivo, se prosentan en ol primer plano de la conciencia, en contra de la voluntad del aujeto afectado, que no se dejan ahuyentar, que impiden o dificultan el curso normal de las representaciones y que el paciente reconoce siempre como anémalas y extrafias a él y a las cuales se opone con una conciencia sana, i ] estudio analitico que de Ia misma hacen Bumke y Schneider, 1a destruyen totalmente, En el curso de este capitulo hemos visto que roalmente fo afective nunca esté ausente en la obsesiGn verdadera, que el fenémeno es siempre complejo y no se deja desmembrar, oxis- tiendo toda clase de transiciones de lo que parece una simple idea a una ungustin difusa y més o menos pura; que por otro lado el pacien- te no la considera extrafia a él, lo que eupondrfa una procedencia externa, como ocurre con lee ideas de influencia de los esquizofréni- cos, sino que aiendo de él, son extrafias a su voluntad, a su duseo y sobre todo a sus idenles éticos 2 CARLOS, PEREYRA Sin embargo tal modo de apreciar las cosas preyalecié durante cierto tiempo, a posar de que Morel (1866) habfa reconocido la obae. sion como una enfermedad emotiva y In calificé delirio emotivo, sin dojar de ver que componfa una forma de neurosis y no una psicosis, Pitres y Regis, retinen en su trabajo sobre la materia, todas las opiniones que rebaten a la teorfa intelectual y que on lo fundamental radican el fenémeno en las perturbaciones de la emotividad, asi: ‘Berger (1878) yala consideraba una neurosis emocional; Friedenreich decfa que Ja emocién era el hecho primitivo; Hans Koon conaidera la angustia “como el punto de partida necesario de la idea que obsesio- na”; Feré sostiene que las ideas se originan en la emotividad morbo. ‘sn; Segias sostiene que “la obsesién ae hace siempre en un fondo de emotividad patol6gica”, ete. Los autores mencionados apoyados en la hipétesis de Ribot sobre la primacia de la afectividad sobre toda otra manifestacién psfquica, componen su teorfa emocional, como base oxplicativa dela obsesién. Por au parte Froud y Hecker, crean la “angstnourose”, neurosis de anguatia, como una entidad aparte vinculéndola ala represién de contenidos sexuales, Con Janet se abre paso la tercera teorfa, la teorfa dela eatructu- a paiquiaaténica, como substractum necesario y comprensible de Ie obsesién. Refuta hébilmente las hipStesis precedentes fundadas en la existencia de fendmenos aparentemente puros de uns y otra nat. raleza, emocional e intelectual; en la coexiatencia, sucesiGn y substi. tucién de los mismos, en el curso del tiempo en un miemo enfermo; la ausencia, ora de una idea concreta, ora de un sentimiento emocional perceptible, en obsesiones innegables; el efrculo frecuente, idea, emo- ci6n, sin que pueda establecerse nitidamente, qué precede a qué (ereutofobia); y en fin, Ia naturaleza variada y compleja de los fend- ‘menos que no permiten la explicacién acabada de ioe miamos deade un punto de vista unilateral sea éate intelectual o afectivo, Arriba au concepelén (pag. 479) *., un poco mAs precisa y un poco més completa, quo explica la angustin y In emotividad ast como 108 otros fondmenos’, En lugar de partir de Ia idea o de la emocién, de tan variable participacién en ¢l trastornio, guiado por los estieman poive»|sleos, considera el fondo pafqutico en el cual las obsesiones nacen y el cual persiste en sus modalidades a peanr de la ausencia er(tica do loa fendmenos, Al estudiarlo encuentra en é] caracterfaticas conatantes de esta dobilidad patcolégtca singular, que en Francia eran designados de- 0 DEL. PENSAMIENTO at “TRASTORNOS DEL CONTE tirant saracteres ados y en Alemania neuraaténicos delirantes, Los caracleres Ze responsabilidad, sonsiblidad o imaginacién exagerados, sents, faiente de “incomplotude” » deiveaidnd ee, aon ol onde coms 3 io para este clase de manifestaciones, pero allan secede una alteraci6n dela jerarquia de as operaciones patgasts, de ia que depende el sentido de o realy do Ie foneidenlg dat ign psicolégica, t6rmino creado por Janet, a act ene age permite ta uniieacion ¥ concentracén que eomprende cl Timers y 1a maea de fenémenos que forma parte de miimero y la masa lida del as aeacen 0 de a tensién psicolégics, scarreando a perdida de is laieea explicacién de los et jos psiquiastén 5 sentido at airgul do eat pare hpodticn dei fnelén defo : fuel de ol dabitamiento de Te tension palgucn y le nocign, nso i que se ajustan m 3 alte de eninica, queda on pie, doado Janet, y de una ate asien- fndlacutible, que 6! terreno en que estos fenémence seien- Tenet lo nico consiante y la rafa clerta de esta multiformidad de athifestaciones obsesivas, que al final no tionen otra cosa da coms. Files nacen de un fondo de ineeguridad y eserdpulo, que unido a une ce ae ead + sea pe toloride fundamental a le personal oxquisita sensibilidad, nedatica, : ‘ dad psicasténice o anni poe ere jeamos qu, ai ]as més de Ina voces jarran ca den connineldn, puode engondvarse no cago del visa fondo ly iridas y ain més, es con ugar a las formas adquiri sarenti on ta ovolucion el psiquismo. real, fala paicologia eaquizofréni DEAS FIJAS O SOBREVALORADAS: ‘Una inauficiente distincién entre la idea fija y la idea obsesiva ° {vocos, ha ado stunt nt lame antaio, a Tne dons oboeiva: fijas, Gi todavia Bleuler, aunque diserimtnando bien eu nat 1 rouer fe jus, a las ideas obnesivas, ni ET [ Gemasia on todos sus Bre on oioa, porque no se Giga, porgue Do to EGtTe que 61 tiene potion, Porro propenso siempre a creer que see sefialan 082 i ademés hechos 0 actit- impert impepindan, tal vex por su propia duda; ua as CARLOS 8. PRRYRA dos han ido jalonai i des an do jatoando au vided aontacimiantos aye denuncian wo meoia idea quote doupara'y aubordina mz donducte, ae fale © enar ta Bleep igualimente patoldgca soseraiaies Seis aa ‘os orrores que a consecuencia de condic i pean Atte agape dat sotrsada edlaste oslfos Fecionn’ ‘ cid, ve Inna denoinan eas delirartow dive aden; potanale casa ol al viteriogustentado por Bumke, ambos ‘uscriben aaa opinion do Xrmaplincoands fre a0 reflres Sotoundad de folio" de ian permonalindan peneoloe ex dalle él podia diferencia te per su orige larmonto morbos, de las otras que adn eronease Sin embargo, n 0, no puede menos que otena datniciones’ dada Ia fndole de te iden deliante mola absrean : indol totalnente, Tne renuaven Taal tocnln EAeHeRRS al ae lien surge del concurs de mucha factores rane isico ejomplo del reivindicador o querul: i. deun pletoy que aunque inielaiments hayeltonido rad, doasrvol uactvidudmics raconraiedaan storiadon del pale ab ai tod omins pect ear arson 20 trata pues de un error polo que state jis, nad un demerured valor para lo drethos Tonionadoa de a pera | Ia que determinan la irrenunciable posi eso insntios on que aiden dlizante ox ecuralente fan: Busda See Sees inndmeras laedad o juicio, pero esto ya no esi idea, es Tgunlmente definisl wal ‘la, porque ella nace de “condiciones previ potolifiet noes telara uname, Mee une doe delvar. comienzo una idon fa. os lon cere bron {Osando, pun, sobre immo orreno,enabloceraaa i cond cién preva patolgioa? Adonis, on, cava sasapetonies, tidesien eu maanifestacién de la onfermedad quo se deaurroll. Entonces caput act gu lle Slt a snorbormonte one nada’, Una petiidn de principio reel a condicén prev 5 inforoncin © bien, hay quo ndmitir un oxtado aaeaial peeve quai os demostrabe deed qe ico eto abo se demunee por ieee iden gue se quiere investigar, Del : than werdadon cn ice hoy cme ou exber In hundad ofan pera nidad, eran pera -TRASTORNOS DAL CONTENIDO DEL Pa Servet y Galileo, fueron consi- gu tiempo delirio: Copérnico y Colén, "jos més no es necesariamente Gerados ilusos o herejes. La opinién de fortgta y nuestra sociedad, que los juagn hoy, moe ‘ba de estar 18 date do errores, La iden delirante como ls don, $6 jnabarcable en oxen He icidn, ai menos ta] definiciéa, no puede comprender su infinite variedad. ‘Mucho més ffcil y también més dtil y modesto comprender al que deliva, A esto tiende nuestro esfuerzo Pract, ‘Qué es lo que un aiijeto dice es aélo una parte; quién lo dice oe ‘el complemento indis- maeable, que nos cxtoriza, i méa de las voros 8 calificar tal o cual Vion do verdaderamente delirante, IDEAS DELIRANTES VEROS{MILES Sistas so desarrollan segiin 1a formalidad Iégica del pensar. Fl paciente llega a sus conclusiones usando la dedueci6n y a inducci6n. Baverdad que casi siempre, el resultado obtenido estaba anticipado por su afecto, que'do un modo u otre concluye en Jo que presentia ¥ je ajustarse a los hechos. Pero de todos que esto dista por lo general ag 6] no deadena los medios de que la raz6n se ‘yale para conocer Ys antes que eso, abusa de In lgica, gue eso) Nanoico sensitive, eafdo secundariaments dopre- sién, nebveeatimado pero timido, después de on fre ‘bregar consigue anarse el sustento en une casa de comers, ‘Al principio desarroll6 ven iabor meritoria que Je vale ascensos & satisfacci6n, Pero el pa- wagh algo mezquino, especula con su labor! dad, le acumula tareas que no remunera bastante y 8 pesar de 62 cortesia, ae advierte que aoe e de éi como un tonto. La situacién de fexplotado comienza & abuse f insufrible, Una empleada joven y bonita, Pots inservible, 8 Spjeto de toda clase de atonciones.Al princinit mde #u odio hacia objeto ay iuogo advierto que es una “pobre chloe’ ¥ torre él explota- Ge. pues paga, innegablemente, con favores ‘privados, las atenciones de’que e8 objeto, La piedad y protoceién ‘paternal eustituye ala antl- atin, que may luego, se sransforma on up Heme ‘sentimiento amoro- Pattee de confesnr, Un tamuléo de pasiones hen alterado para oo rey m tranquilidad, Los colos se unen al soe so de someti- oral par que un vergonzoso sentimiento de propia culpa, do, Peerpetuo sobresalto. Hasta aqui un drama volgar y compren- Tile. Pero desde entonces comienzan us CARLOS R. PERRYRA trén, advertido, trata de disminuirlo ante el personal para provocar su renuncia, con lo que privaré del pan a su mujer y a sus hijos; si le envian un empleado para que aprenda, es por que piensa sustituirlo con él; hay menosprecio en la forma de tratarle; se hacen alusiones entre los subalternos, que él no puede entender, pero que se refieren sin duda, a su equivoca situacién; 1a chica debe haber confesado algo (a pesar de que nada ocurri6) esto ae infiere de una llamada teleféni- ca extemporénea, soguido de una prolongada entrevista que la ma- dre tuvo con el patrén, Las preocupaciones ya no le dan sosiego, no duerme, no come, su conducta extrafa a todos en la casa, donde no halla tranquilidad; en la calle se le sigue. Es necesario resolver este agunto. Racionaliza; El hambre y el deshonor es inevitable y de todo ello tiene lu culpa su patrén que es ahora el prototipo de la ruindad y In sordidez. De este modo llega a le comisién de un hecho delictuoso, cuidadosamente preparado, que desemboca en un atentado contra su antiguo protector. Este enfermo después de alternativas varias curé, haciendo una plena rectificacién... Partiendo de promisas tal vez ciertas, pero exageradas, hace deducciones falsas. Més tarde, ya puesto en marcha, induce, y en todos los fendmenos ve causas, que ai estdn anticipadas por el temor, 61 no Jo advierte, pues llega a ellas razonando, En ningiin momento abandona un sistema silogistico. Busca pruebas y contra pruebas, disoute, espfa, investiga y arriba a conclusiones, que estan dadas por la razén, No se trata de saberlo sin poderlo explicar; no es tampoco una intuicién; una revelacién sobrenatural; una adquiaicién por me- dios insélitos, Todo ex légico y la materia de que #e trata, necesari mente puede acaecer, ea natural y propio del mundo cireundanti La bibliografia, muy abundanto, registra una cantidad de his- torias que por lo general oncuadran dentro de los caracteres de los delirios crénicos e irreducibles. Ya se designan como delirio sistema- tizado interpretative de Serieux y Capgras o paranoias en el sentido restringido de delirio, sistematizado, no alucinstorio, que le asigna Kraepelin. De todos modos, tal abundancia bibliogréfica, podr hacor creer on au frecuencia y esto no es exacto. Una minima parte de los delirios desenvueiven toda la vida bajo tales caractoros. Algunos como ol enao antes citado, si bien se inician bajo Ins mismas apariencias, pueden desembocar en el absurdo y hasta on ol polimorfismo, a favor de los componentes sensitivos y también histéricos que le acompafian (pa- ranoja sensitiva). Siondo su suerte varia y dependiente del predomi- ‘TRASTORNOS DHL CONTIINIDO DEL. PENSAMIRNTO 21 nio estructural, més paranoico 6 mAs sensitivo. La mayorfa de las ideas delirantes, no tienen por consiguiente tal verosimilitud, gon lo bastante groseras y chocantes como para hacer el diagnéstico mas fécil de lo que las discusiones teéricas permiten previ ‘Una revisién de las ideas veros{milea delirantes, es tan instil, como aorfa repasar las ideas en af: Celoa, inventos, descubrimientos, persecucién, perjuicio, desposesién, enfermedades (hipocondria), misticismo, ete,, pueden ser la materia del delirio, Lo importante es recalcar que todas estas ideas apoyan de un modo u otro en circuns- tancias posibles de la vida, que eso obliga a una prueba meticulosa de os hechos, ai existen, y més que esto, a la confrontacién escrupulosa de Ia personalidad. El caso antes citado, en sus comionzos estaba asistido por bue- na parte de raz6n, puos se le explotabs sin duda alguna. He conocido un sujeto afectado de una parancia indudable, que desarrollé un delirio celoso y que en verdad era traicionado por su mujer, Mas el delirio y lox hechos no marchaban parejos. Lo invocado nada tenia que ver con In realidad felizmente ignorada, y su personalidad sobreestimada y soberbia, daba cuenta de sus multiples interpreta- ciones falsa: i “Estas ideas son siempre pasionales y de acuerdo a su renlismo se viven dramAticamente. Exceptuando las ideas eréticas que en’ agin momento por la misma estulta vanidad do que tratan, pueden dar cierta ouforia, y as misticas que exaltan, todas son dolorosas, ¥ antes de ser aceptadaa en eu torrible amplitud provocan una sorda ucha; un deveo de expulaarias yuna discusi6n, en cuyo punto la iden fija y ia iden delirante contactan. Su desagrado es le énica sem} zn con Ja idea obsesiva de la cual difieren en absoluto, porque oxtn ‘iltima no es jamés aceptada como veros{mil. DFAS DELIRANTES ABSURDAB ‘Acsta categorfa pertenecon la mayor parte de Jos delirios. Aun- que las conclusiones puedan ser las mismas que en los casos anterio- fea: 60 lee poruigiue, so les dada, robs o engafia, otc., lon testimoniog Go que se valen 3 la forma de conocer las circunstancias, se apnrtan diametralmente de la 16gica, Por esto mismo y con frecuencin, sus afirmaciones para nada tienen en cuenta la realidad de la vide. Un paralitico general, afirma mibitamente, que es duefo de todos los us CARLOS R. PERERA sqaasToaNoS DAL CONTBSIDO DEL FENSAMUNTO 249 bancos de Inglaterra y que le pertenecen todos los b i mngue absurdas, son més fan le pertenecen todos los barcos que surcan fo de in enfermedad las ideas delirantes, aunque al "mons no eonforme con oto, au desbordado afin de ‘iaquesaa le lleva to do In en gr intTuye a distancia, no soles deja penser, se dif 4 verne a a{ mismo hecho de oro y protonde quo admiren Ia majestad aor se intimas operaciones, se lo inculcan pensamientos, #0 fe su miembro viril. Las més elocuentes contradicciones carecen de tan eufsan o roban sentimsentos. Todad eon ideas de infuencis, Got valor. Afirman las cosas con convicci6n; se disfruta de ellas como frasuntan el vano intento de los enfermos, pars explicar su horrible erdades plonas do felicidad, pero se arriba a esta concluaign, porque rae nee ge privacién de libertad, de incomprension del mundo, de 5; Porque es asi, sn que por asomo aparezce el més minimo intento Fete de plenitud de sus propios actos y pensamicntos a tilgfatie. Todo os como si Ia oufora primitive, fraguara idens sin de lori gon también absurdas por lo general en los parafréni on ni son, La idea no es mds que una formacin de au alegre cos pero aguf hay un intonto de explicacién. 8 von clfatimente la tiatoza patolgicn augiere a veces onormidaden, Sr rt onfermos soatiene que e) raundo entero depends ¥ Un Gotard contra ‘ode ovidencia ue considera muerto;o par el con sufre las infiuencias de tres aujetos #los que conoeey dae aiprincipio io, es inmortal. Se ha secado por completo, no tiene ya sesos © are erseguidores. De tal modo, al denunciar sus actoe perdido la ultima gota de sangre; no puede digerit porque el eatorme, cra ate evakpar que se dofiende nalve In bumanidad, dons te go es més pequefio que un punto, o bien, padece un tumor tan desco- our ate Ia inseparable mogalomanta de estos pacientes. Suinfluen- smunal que amenasa invadi el mando ideas de inmortalidad, enor cia es a distancia, por onda, por espinitiems 0 Pere pane, desea ridad, infinite pequefiez, de negacién, etc., a las cuales el pa Gndemostrable, pero el onfermo, en 80, szriba kin ningsn epoyo légico, Todo lo més pueden alesse aa quiere jtrar alos domés de estan “vordades”, Au manera rear relaciones inmediates entre su cenestesia desagradable y la inter. compenstvvarte To que dice #u diseureo es sensato y respeta lea 20r- pretacién sobre la marcha de los érganos, pero éata es también del gn buone Pea del entendimionto, Lo abmurdo y chocante de) conten todo antajadisa y absurda, Tans ner pase do su deli, contrasta precieamente con 9 one scavriva, ¥ es que en tales casos ol modo esencial de Los eaquizofrénicos a menudo dicen cosas incre‘bl 8 ticen cosas incretbles, pero aqui ral oapacidad dis n i a al absurdo, o afade Ia incomprensién del interlocutor, Ecos casos late caeanea en 1a intuici6n, Bl espiritu capta una rea eee ‘hay una concordancia entre e] estado de énimo, alegre o fided, de un modo inmediato, que tiene, las més de las veces, el inte, y las simplozas que lo airven de oxteriorizacién, Por lo gone- des. gr de une revelaciOn En tal punto, la diferencia con ¢! Pateds ral, tales ligazones no pueden sor establecidas en esta clase de enfer cor iteofrénico no es quiz4 rotunda, pero luego este saver No de nas, Ya hemor vito cudntos trastornos, inherentes al curso del pen. sy afirmacion desnude, sino que desarrolla €> un intnto exp miento, pueden hacer del toc igi ieaas aoe fisfruta, por lo 4 il, de todos los atributos de la io ininteligible sus ideas, pero inde. cativo, que disfruta, por lo inverontini) 26 etc Cento infantil, pendientemente de esto, en los casos en que se alcanza el sentido de ‘El absurdo es asf una mara i lo que se dice, se adviorte con frecuencia que la idea deli a suporcheria 0 una novels inereiie, PATO velacién que nunea, dasprecia la iogion del pensas Les ideee dene aed tna. gronges jaca on ezoncia ot un aaber mégico, Una rovalec™ cardoter do primitivas o ya fraguadas como dice Gruhle, Por ningiin Som efata do los fenémenos ligada inconsciontemente jalmundeies ‘ado puede verse un nexo entre premisas y conclusiones. Ven, oyen o To aobrenatural. Lo que estd en potencia en, 1a paicalogia de todo ser ton algo y lo relacionan con significados atrabiliarios, que com Jo sobrene\s7 jena ol nfo, asf pienas el hombre modern 9° OF contonidos totals, aparecen aibitamente en au concande. Aa as ae an orvuites y éate es el Tiode habitual de conocimionto de asedo un peligro de muerte porque el eabo pasé par el lado inquier- os pueblos primitives. ‘| 1a mAs préxima ala dene le acunn do podoranta porque In gente ro, anita ouvgey ean ucblos primfrenia fantéstiea, forma clinica ta més préxima a 6 Jas grandes dostinos porque a sus pies cayé una hoja soca: ex ceaquizoftenia, el absurdo adquiere proparciones descomanest lenguaje de Dios, etc. El egocentrismo es lo maa comprensible del sear cazonantos y los propésites de persussién son menos Viforo- niicleo de sus ideas, todo lo que ocurre t ; jue ocurre Hene que ver con ellos, par : bien o para mal, pero una explicaeién de esto es imposible. Aleoraien: 806. ss dons delirantes de los dementes en general son también 250 CARLOS R. PEREYRA abeurdas. Un sonil sostiene que por Ins nochos se Je ultraja, 90 Te viola, se le envenena oe lo mata y durante el dfa vive tranguilsinen- te, Contra toda evidencia un arterioesclerdtice hipocondrfaco se atric buye enfermedades mortales, que viene soportando sin embargo hace afios ¢ inventa los atatomas, a los que radicn en fenémenos inaignifi antes: manchas de In piel, dificultad de evacuacién, parestosiaa, ote, Los mayores contrasentidos caben en el pensamiento de un paralitico general lo mismo se halle euférico que reprimido, En todos ‘estos casos lo mAs notable no os ain embargo lo absurdo de la idea, siné su puerilidad. La pobreza del contenido, la falta de frondosidad, la nifierfa de tos argumentos que denuncian la indigencia total de au intelecto, Cuando el trastorno global todavia no es muy pronunciado, clertos contrastes, mds que las mismas ideas delirantes orientan al exami nador. Un P, G, P, ldeido exeitado, con una répida agociacién expresa vinouladas a lo politico y a lo social, Es corredor de comercio en el interior de In provincia de Buenos Aires; todos los de su gremio le votardn porque os el més virtuoso, el més fuerte y més talentoso, dirigird la economfa y las finanzas del pais; por eso ha vonido a la ciudad. Se le pregunta sobre su salario, el tiempo que leva de desempefio en el puesto, si ext contento con sus patrones y a todo contesta con la misma alegria, y formula proyectos de modesta prosporidad. Si se porta bien, ganaré 10 020 pesos mas dentro de seis ‘moses, tal vez redondee 350 pesos mensuales, etc., y esta escudlida realidad os absolutamente compatible con su desproporeionada gran- deza, sin que le incomode ni note lo chocante del contraste. En sus concepciones caben todas las contradicciones imagina- bles: son millonarios, pero piden un cigarrillo porque hace varios dias no tienen para fumar; mandan todas las fuerzas armadas del mundo y ruegan que se les deje salir al patio a tomar un poco de sol; estén mortalmente enfermos, no tienen ya osperanza do salvacién, pero no quieren bafiarse porque ge van a resfriar, etc. En los procesos agudos t6xicos, infecciosos; en los episodios en que ol delirio es una manifestacién de otra enfermedad, histeria opilepsia, las ideas suelen ser absurdas. Pero lo més notable en ell es su variabilidad, eu falta de sostenimiento en el tiempo, como que responden « hondas ‘vivencias circunstanciales y deserrollan en lo gue aparece como un fondo de ensuefio, La conciencia més 0 menos turbia, estados crepusculares, onfricos o confusionales, estén a la vista, Las ideas eurgen como expresiones sueltas, mal iladas y eun- que evan una direecién definida y ésta sen persistente, al menos on sus matices sentimentales (terror, misticiemo, erotismo, defenss, etc.), no ae eslebonan en un discurso congruente, De su falta de claridad y de su tumulto, es el mejor testimonio la relativa amnesia consecutiva, Los pacientes conservan méa que nada el recuerda de su sabor sentimental: estaban exaltados, invadidos de una sensa- cién de potencia de fucilitacién y de dominio o por el contrario atorzo~ rizados, impedidos o inminentemente amenazados por las causas més extrafias. Nada de esto desarrolla on un plano légico y su evoca- cién fiel resulta dificil; al quererle traducir a un lenguaje universal mente comprensible, no se encuentran més que pobres vocablos fal- tos de elocuencia, Lo que se dice es un misoro resto de lo que se vivi6. El pensamiento légico resulta un molde muy estrecho y por todos Jado rebalsa y desborda la emocién de lo vivido, como algo inconteni- ble y sin posible traduccién. La grandeza, el misterio, el terror que tras de af dejan estas insospechades revelaciones del alma humana, persisten @ veces en el estado vigil, como un volver de algo, que amplfa los cireunscriptos Ifmites de le conciencia y como un residuo persiaten en los espiritus débiles en forma de delirio post-on{rico, post-crepuacular o simplemente, como una creoncia que no se inten ta probar, pero que obliga a una intima participacién. Tales ideas residuales son frecuentes en las histéricas que han vivido un episo- dio de exaltaciGn m{stica o erética; en los estadoa climatéricos y no con poca frecuencia, on las bouffées de los débiles mentales, en donde por lo general el contenido es menos grato tomando tintes persecuto- ios, de dafio o de perjuicio. Por excepeién, en los estados agudos 0 sub-agudos, Ine ideas delirantes pueden aparecer claramente expuestas, con cierta yerosi- militud y persistencia. Dentro de esta eategorfa entran las alucino- de los alemanes y las colotipias alcohdlicas, formas clinicas del alcoholismo crénico, capaces de engendrar un delirio ldcido y con- gruonte de cardeter persecutorio 0 coloso, que desarrolla con apoyo de testimonios y acontecimientos reales, més o menos deformados por las falsas interpretaciones o las perturbaciones sensoriales. Hin tales enfermos hay aue reconocor casi siempre que el factor andégeno (conatitucién paranoica) juega un papel preponderante al lado del tdxico. ¥ que ello explica ia lucidez y la claridad del delirio, como si el alcohol a6lo hubiera puesto en marcha un mecaniamo ya montado, Las ideas se acerean entonces a lo verosimil 352 (CARLOS R. PERHYRA IDEAS DELIRANTES MAGICAS, Generalmente las ideas mégicas son también absurdas, en tal sentido la distincién apenas tiene valor. Lo importante en ellas es que pueden padecerse sin que necesariamente impliquen, como en buena parte de las absurdas, una necesaria decadencia global del Paiquiemo, sea ésta transitoria o permanente, Elias revelan en suma, uno de los tantos modos del pensar humano: imaginativo, intuitivo y fantaseoso, Todas las circunstancias que apocan el juicio, exaltan la imaginacién y aumentan la emocién, propenden a ello, restdndole posibilidades a la critica para desecharlas y a la voluntad para inbibirlas. Se trata como hemos visto, de algo en potencia que azarosamente en cualquier momento puede surgir, pero que en el delirio es levado al primer plano de la conciencia, intentando a veces racionalizarlo y obligando a la total participacién del psiquismo. Los afanes por conciliar esta clase de ideas, con el pensamiento légico procurando hacerlas accesibles a los demés, alcanza su més alto grado on las parafrenias; en la que so observa esa curiosa dicotomia de la personalidad, por un lado pragmética y cefiida a la razén, por el otro imaginativa, desbordada e insensata, creyendo en Ia novela mas inverosimi No siempre, el que padece tales ideas puede participarlas o desea hacerlo, lo inasible del tema, lo fantascoao de In ocurrencia, le hacen por otro iado diffeil, pero so vive igualmente en ellas, tal ocurre con algunas parafrenias fantdsticas y numerosas ideas esquizofr6- nicas, Lo earacteristico en cada caso es el substractum de la idea. Nace con cierta espontaneidad, aparentemente desligada de tada realidad 0 cuando menos sin verdadero vinculo de causalidad con ella. Tiene la pujanza y Ia fuerza de una revélacién que hacen intiti- Jen todas las prucbas en contra, y exaltan ol esp{ritu dejando una seneaci6n de videncia, de penetracién, que al poner alas al pens! miento, le despegun de sus ataduras racionales, Los histéricos, los misticon, los mitémanos en general, pagan. un pesado tributo, rover Inndo con ello simplemente, su estructura y eu modalidad habituada a desdeniar La légica y las relacionos de causalidad y de identidad de os aucesos reales, Por otras razones de necesidad de alejamionto de uuna insoportable realidad, también toman este colorido magico las psoudologias fantaseosas de los encarcelndos de los sindromes de Ganser y de las paeudo-demencias, Los delirios climatéricos, parti- cularmente femeninos, se nutren por lo general con ideas mégicas, 253 -TRASTORNOS DEL CONTENIDO DBL PENSAMIBNTO ‘ado de onirismo que les acom- més 0 menos incongruentes, segin ol gr es acm pata, Entre los débiles Isles yan. nto la gente est, fin borlo, e8 frecuente observar esta clase de i estelion pio ® Aqui el curso del delirio esté anticipado por - ri aoe a ny na prno'un aaber arcoico y coloctvo we contin a través del individuo, cor reportancia dela comprobacion de esta slase do iene ce Hea pues, en que exterioriza de un 10 dol desarrollo de un delirio, radica pues, en que * iodo w ot una modalidad, una mentalided o una estructura, ‘La idea absurda desprovista de imaginacién, trasunte dect- dencin es propa del demente Le dea vero, sortenidn con 4, fo de razones atendibles, nos habla del vigor donc st te el producto do ia imagineria, traduce debilidad de los enlaces Togicos y la facil exaltacién del pensamiento por las emociones, #i que esto suponga siempre escaso vigor intelectual. -MECANISMOS DE LAS IDEAS DELIRANTES mecanismos de los delirios Acostdmbraso a considerar como mecanismos de los elirion aquellos fendmenos ostensibies o aquellos procesos segtin los cuales be producen lan ideas delirantes, Asfse habla de mecanismo alucinn, torio, interpretativo, intuitivo, imaginative, retrospective (falacis de la memoria), onirico, ete. Bn realidad tal dstincion slo tene w> co, de ningrin modo puede pretenderse que de eg pt, ene de Pt oe ey vordaderor engondradores dl delvio, EI dlirio nace de una malt Heldad de factores complejos, que involueran y comprome Pertiuomo todo y lo que se tienen por mecanismos gonerales, no eb modo de expresién. : mds gabler on otra pata de lay alteraionessonso-percptiva pabler © e epivan ‘ato que lua alucinaciones, por ejemplo, no son por lo ger i ‘pacionte ya en delirio, capta sengorialmente, lo ze coma un contenido manifieato oembora, sigue. Bn su enorme mayorfa, estos fendme sensopocepiven pertenscen alan paeude-afucnasions 3 elias jon casa, sino que resultan de una actividad peiquica anémala, Con sor eftdnd ge comprende que ei un delirio ae fragua a partir de por ¢] contrario, el que de un mado u otro exit 254 CARLOS R. PEREYRA recuerdo falaz, delirio palignéstico o retrospectivo, no es cuestién de considerar la adulteracién de la memoria como causa del delitio, La fragilidad de los recuerdos y su insuficiente fidelidad ordinaria, ox- pondrfa constantemente a intorpretaciones delirantes. Todo lo max que puedo admitirse es que el enfermo exhuma un recuerdo y lo altera en Ia medida de au neceaidad deliranto, Frecuentemente, los delitios bien sistematizados se oxtienden al pasado y apoyan en los recuerdos, por clerto més facil de adulterar que el presente, Le inter- pretacién, modo nico de ciertas formas delirantes, no falia en nin- guna otra clase de delirio, El alucinado interpreta, es decir, por me- dios discursivos trata de arribar a conclusiones e infiere de los fend- menos que le aquejan, causas que no son oxtra(das por capricho, sino por la aparente fuerza incontrastable de la razén y de los hechos, La interprotacién, en verdad, no est4 ausente ni en las formas intuiti- vas, post-oniricas ni imaginativas, Todo se reduce a que ella no os la nica manera de saber, a que otros medios son mée importantes 0 més convincentes para la mentalidad del enfermo, y que el proceso discursive es secundario, en vez de tinico y primitivo. Con todo, tales mecanismos a condicién de no considerarlos exclusives y concediéndoles s6lo el valor formal de captacién de la realidad de una mente ya desequilibrada, conservan su extraordina- ia importancia y sirven para la caracterizaciOn del delirante, No 86lo del punto de viata nosogréfico: Delirio interpretativo; alucinato- rio; imaginativo; post-onfrico; sino también del punto de vista es tructural de la personalidad que lo sustenta, Ello es inequtvoco en Jas formas netamente predominantes: El interpretador sugiere a ln personalided paranoica, Se vale del medio ordinario del conocimien- to, abusa de la raz6n y por ello sus ideas son goneralmente veros{mi- Jes y vinculadas a la realidad que le circunda; desdefia otros medio del conccimiento, es eritico y analitico. Su pasién ie antepone premi- sas falsas y cuando 61 cree que induco de los fenémenos a las caunas, esté coleccionando hechos con arreglo a una causa preestablecida, mis o menos inconsciente. De todos modos no se aparta de la l6gica del saber y su espiritu se opone a toda clase de verdades que no tengan una envoltura razonable Fl nlucinado, dada In infinite variedad de causas que determi nan ese estado, no puede ser igualmente identificndo por la natura- leza del fenémeno. Pero los casos crOnicos son altamente sugestivos en el sentido, tal vez de una mayor gravedad y profundidad de los trastornos, Ya no es deducir, concebir, es tomar la prueba inobjetable, 55 “RASTORNOS DBI. CONTENIDO DB, PENSAMIENTO 2 robatida por los fe al-mismo tiempo, no puede ser rebat irreducible ae gn condicin estructural paranoic t V4. 20. ir pte ote tr nn ee Serigusy CaDErtspulento, ofugcaiéno extravo, uae aluentste Piss ber of I ci intorpretan conatante- ast lado, fos alucinados erénicos interp! ant Y uo Po ot eacrratacionen no ae refiezen alo sua lucinacio: ante, tue gon la forma de expresién de muchas de sua icons Telirantes, Otro ex el caso de lox proven agador yantanidot a ely parece rosultar do fondmenos t6xicos, av patan de todo Bernt de perturbaciones dela conciencin, Hn tales cases frecnen eytopico ao 1a alucinaciOn, como modio de eaptacién (eh, 1 aera realidad, es altamont significative, pues denuncia, 99> FBuzsoncia, eae proco aabyacent de ataqus ¢innults a C0 Ajeoholiamo; psicosis sintométicas, O bien of Be nernt Malice de ur onaligo pelttico eh une onructre cone a statoriame, epilepsia, esquizofrenia, ete. eae der bier jl Baraca Genoral some elemplas para 82 we gue 8 el delirio intuitive, Se funda ite cunt a tS aS etna ney ete ai embargo, esto es un mal ejemplo que atenta nai rss conten le erarguta de a inti co ato dl entendinintn nunftieo general, en tales casos, e8 ante een, ay pasaitcn general or ace ala manore de na intuiidn paicolég- TinGGnte comprenable. Caben an 61, tanto las manifeuacionen 0, pont everidas y éatas pueden ser ast mismo cont Piemarcernceret Hive puede acoptarae ia intuicién, ‘orias, 86i0 en un sentido peyorstivo P sntacion. Sictorin. Se iyo al menos ona aspect epic ¥ mde préxio Io dette dmrante eaequible debe reunir otras condicions;remultar Poe pede eaptacién inmediata de une realidad, pero tun Ae a ate girresctible, como la mAs Isboriasa adquisicén; cree crrello con la sensacién de 1a agudoza, la penetracion de lo "tt | Bre Gon we he sorprendido una verdad, en une apretada entesi, ratir que 8e ne ina intima conviceién, Esta semblanza paicolégics To ue me «a la de umn peralitico general. Comprende por et no Pade a phos delranten sion om paren Jo paris ontrario, fs Jrofpénicos, en ocesionce lov miaticos, lon pueden de, To ecto di cuenta", "me fue revolado entoncos” su re vgcloa de Tenémeno que aliments su delirio, Hene todos 1 exPcteres do una vordadera intuicién.

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