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Cap 57 Semiologia
Cap 57 Semiologia
57 Introducción
Dolor abdominal
Grandes síntomas o síntomas Vómito
capitales Hematemesis
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CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
Los síntomas capitales o grandes síntomas −dolor ab- Otros síntomas de este grupo son tan imprecisos y
dominal, vómito y hematemesis−, cobran a su vez un particulares en su semiogénesis que sobre ellos no se
gran valor semiológico si concurren simultáneamente en puede pretender hacer subclasificación alguna. La náu-
la anamnesis de un paciente con trastornos digestivos. sea como síntoma aislado (no seguido de vómito), el sal-
La presencia simultánea en un enfermo, de estos tres to epigástrico, así como la sensación de presión, de
grandes síntomas, se conoce como la gran tríada diges- vacuidad, etc., son síntomas imprecisos que también
tiva, que con mucha frecuencia corresponde a una le- hemos incluido en este grupo de pequeños síntomas, para
sión orgánica del estómago o del duodeno. La gran tríada tratar de estudiarlos del mejor modo posible.
sintomática de las afecciones gástricas, citada por la es- Repitamos también aquí, como dijimos en capítulos
cuela francesa, orienta fuertemente al diagnóstico de una anteriores, que algunos de estos síntomas del segmento
úlcera, un cáncer u otra lesión orgánica avanzada del gástrico pudieran ser incluidos dentro de una clasifica-
estómago, con participación del orificio esfinteriano del ción neoanatómica o fisiológica, como correspondientes
píloro. La presencia en el enfermo, de solo dos de estos al segmento yuxtacardial. Son ellos: la aerofagia y la
tres síntomas aunque disminuye el valor señalado, conti- regurgitación gástrica, cuyas relaciones semiogenéticas
núa orientando hacia esa posibilidad. La presencia de uno con la disfagia baja, la pituita y la pirosis (síntomas ya
solo de estos síntomas capitales, exige un mayor análisis estudiados en el segmento bucofaringoesofágico) son bien
semiográfico para poder encuadrarlo en un órgano en evidentes, expresando todos de conjunto la alteración
particular. neurogénica de la zona supracardial e infracardial.
Como decíamos antes, los síntomas del segundo gru-
po, llamados síntomas dispépticos, son denominados tam-
bién síntomas discinéticos. Este término de discinético GRANDES SÍNTOMAS O SÍNTOMAS CAPITALES
es bien correcto, como ya explicamos en los capítulos
anteriores dedicados al sistema digestivo, particularmen- Los grandes síntomas o síntomas capitales son:
te en el de fisiopatología general. Estos síntomas, de na-
turaleza motora, se deben en su mayor parte a alteraciones − Dolor abdominal.
funcionales que dependen de la perturbación de la − Vómito.
motilidad gastroduodenal, del tonus, o de la peristalsis. − Hematemesis.
Estos fenómenos discinéticos pueden obedecer a múlti-
ples causas que pueden radicar en el propio segmento DOLOR ABDOMINAL
digestivo alto o a mayor distancia del mismo.
Hemos considerado la conveniencia de unificar el do-
En el cuadro sinóptico que inicia este capítulo, hemos
lor epigástrico y el dolor no epigástrico en un solo acápite
hecho una enumeración general de estos pequeños sín-
con el término de dolor abdominal, ya que su fisiopatología
tomas, sin hacer ninguna subclasificación definitiva de
los mismos. Es oportuno que digamos aquí, que en las general es común.
obras más o menos clásicas de semiología digestiva se Consideraciones preliminares
suelen clasificar estos síntomas dispépticos o discinéticos
en hiperesténicos e hiposténicos. Se señalan como El organismo, a pesar de su unidad, presenta un pro-
hiperesténicos aquellos síntomas a los cuales se les su- fundo metamerismo, por lo que puede considerarse divi-
pone, de algún modo, en su mecanismo de producción o dido en una serie de segmentos, cada uno derivado de un
semiogénesis, cierto aumento o irritabilidad paradójica par de somitas embrionarios. Cada somita, al evolucio-
de las funciones gástricas alteradas, y se clasifican como nar, se diferencia en tres porciones (Hamilton; Boyd):
hiposténicos, aquellos otros que se han considerado como una externa o dermatoma, que dará lugar al corion dér-
resultantes de una disminución o atenuación patológica mico y del que tomará su inervación la piel procedente
de las funciones del estómago. del ectodermo; otra interna o miotoma, de la que proce-
Si bien esto se comprueba en cierto grado, en muchas
den los músculos esqueléticos, y otra media o escle-
ocasiones no ocurre siempre, y se puede encontrar un
mismo síntoma, digamos la presencia de náuseas, llenura rotoma, origen de los huesos, cartílagos y otras
gástrica u otro de estos síntomas, unido indistintamente estructuras del esqueleto. El dermatoma, el miotoma y
a fenómenos de hiperestenia o hipostenia gástricas. Se el esclerotoma procedentes de un mismo somita reciben
comprueba en ocasiones una hiperclorhidria química la inervación sensitiva de una misma raíz nerviosa
(examen del jugo gástrico) en sujetos portadores de sín- posterior procedente del correspondiente segmento
tomas dispépticos hiposténicos y lo contrario, es decir, neurológico. El miotoma recibe, además, una raíz mo-
hipoclorhidria en dispépticos hiperesténicos. tora.
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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
La distribución segmentaria de los dermatomas se tanto, existe la doble inervación vagosimpática citada, en
observa mejor en el tórax y en el abdomen, donde se relación íntima con los plexos gástricos propiamente di-
distribuyen en estrechas bandas circulares alrededor del chos (Auerbach, Meissner, etcétera).
tronco. No obstante, también en los brazos, si estos se Esta inervación constituye la vía eferente (del centro a
mantienen horizontales, se observa que los dermatomas la periferia) integrada por elementos eferentes
corren paralelos desde dentro hacia fuera, y lo mismo preganglionares que, procedentes de la médula, atravie-
ocurre en las extremidades inferiores, aun cuando en estas san la raíz anterior y el rami comunicante blanco, para
la distribución está enmascarada por la subsiguiente ro- llegar al ganglio, y elementos eferentes posganglionares
tación que sufren durante el desarrollo embrionario, de que van desde dichos ganglios autónomos hasta el inte-
tal manera que siguen un curso espiral alrededor del miem- rior del estómago. A su vez, citemos también como vía
bro, desde arriba hacia abajo y desde afuera hacia dentro eferente la del neumogástrico.
en la cara anterior, y desde dentro hacia fuera en la cara La vía aferente (de la periferia al centro) parte de la
posterior. víscera gástrica y atraviesa los ganglios autónomos a ni-
Las vísceras no se desarrollan a partir de los somitas.
vel de los plexos, pero sin hacer sinapsis de contacto
No obstante, su inervación sensitiva se hace al igual que
con sus neuronas. Esta vía aferente, a través del nervio
en las estructuras somáticas, por fibras procedentes de
esplácnico, alcanza la médula, en asociación con las fi-
las raíces posteriores, aunque le llegan a través de los
bras aferentes somáticas (sistema nervioso central) a ni-
rami comunicantes blancos simpáticos, por todo lo cual
vel de los mismos nervios. Ambas fibras nerviosas,
las vísceras muestran también, a través de su inervación,
una cierta distribución segmentaria. viscerales (del estómago) y somáticas (de las zonas
parietales del abdomen superior) establecen conexiones
Concepto reflejas con las neuronas del sistema autónomo en la
Podríamos definir el dolor abdominal como la mani- médula.
festación subjetiva, siempre desagradable, más o menos La vía aferente, como decíamos, atraviesa a partir de
intensa, desde solo una sensación penosa hasta a veces la víscera el ganglio autónomo sin conectarse, también
algo desesperante, percibida por el enfermo en cualquier atraviesa la cadena del simpático sin conexión alguna;
sitio del abdomen. sigue por el rami comunicante blanco, viaja con el nervio
raquídeo en dirección a la médula, y es a nivel del ganglio
Semiogénesis o fisiopatología raquídeo dorsal donde realiza la sinapsis con la raíz dor-
Como todo dolor, el dolor abdominal es un síntoma de sal sensitiva del sistema nervioso central, allí se reúne
naturaleza neurógena que exige para su producción o con las fibras de los nervios sensitivos periféricos, sigue
patogenia la presencia de: después una vía común hacia los centros (a través de la
médula), alcanza los núcleos de Goll y Burdach (donde
1. Una espina irritativa o factor de estímulo.
realiza sinapsis) y continúa por la cinta de Reil hasta el
2. Un sistema local receptor. tálamo (verdadero centro del dolor). Cuando la intensi-
3. Vías nerviosas para alcanzar las zonas receptoras cen- dad del estímulo es mayor, este llega a la corteza cerebral
trales (tálamo, corteza cerebral posrolándica). haciéndose consciente la sensación dolorosa (fig. 57.1).
Las teorías patogénicas del dolor abdominal epigástrico Los impulsos de respuesta van hacia la periferia siguien-
son múltiples e inexactas, y antes de analizarlas nos pa- do las vías eferentes ya descritas. Citemos también, por
rece conveniente recordar los conceptos referentes a las otra parte, la vía aferente vagal o parasimpática a partir
zonas metaméricas. del estómago, de mucho menor importancia.
Recordemos los datos de anatomía y fisiología apli- La revisión anatómica que hemos hecho, la cual de-
cadas, indispensables para comprender la fisiopatología. muestra la íntima conexión del sistema autónomo, parti-
El estómago, el duodeno y las otras vísceras del abdo- cularmente la vía simpática con el sistema nervioso
men superior se hallan inervadas por el vago o cerebromedular, es esencial para comprender el reflejo
neumogástrico, que representa el sistema parasimpático, viscerosensitivo, de Mackenzie, una de las teorías
y por los nervios esplácnicos, que acarrean fibras del patogénicas más importantes del dolor epigástrico.
gran simpático, particularmente el esplácnico mayor, que De igual modo, hemos recordado mediante la anato-
corresponde al segmento medular D5-D9 y termina en el mía, las conexiones directas, somáticas, del peritoneo
ganglio semilunar. De este ganglio, las fibras pasan al visceral con el sistema nervioso central, dato que tam-
plexo solar, centro de la inervación simpática y sitio don- bién será utilizado cuando expliquemos las teorías
de se realiza la sinapsis. En la víscera gástrica, por lo patogénicas del dolor epigástrico.
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CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
Circunvolución
postrolándica
Proyecciones
talamocorticales difusas
Lóbulo temporal
Sistema
reticular
Mesencéfalo activador Piel
Porción
inferior del
bulbo raquídeo
Músculo
Fascículo Fibras
espinotalámico aferentes
lateral
Estómago
Fascículo
espinotalámico
anterior
Médula Cadena
cervical simpática Intestino
n
Fig. 57.1 Vías del dolor somático o referido y del dolor visceral o verdadero.
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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
Cadena simpática
Raíz Segmento
dorsal de médula dorsal
Ganglio
raquídeo
(aferente)
Ganglio simpático
Nervio raquídeo
(hacia los vasos
y glándulas de la piel)
Nervio esplácnico
Rami comunicante
gris
Nervio
vago
Vísceras
Ganglio celiaco
(prevertebral)
Ganglio simpático
CLAVE
Ganglio Fibras simpáticas
mesentérico
superior Preganglionares
(prevertebral) Posganglionares
Fibras parasimpáticas
Preganglionares
Posganglionares
Fibras aferentes
Fibras antidrómicas
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CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
de su propio medio: distensión producida al tratar de ven- visceral, se añadirán impulsos aferentes más intensos,
cer una resistencia, espasmos, irritaciones químicas y en grado tal, que además de la propagación por vía sim-
acciones mecánicas ejercidas sobre el órgano hiperémico. pática, sean capaces de crear un foco de irritación
medular mucho más marcado, excitando las neuronas
Teoría del reflejo peritoneosensitivo, de Morley secundarias de la médula y reflejándose a los planos
La teoría de Morley trata de negar las concepciones superficiales, produciéndose el dolor referido (epicrí-
patogénicas anteriormente descritas. Combate la existencia, tico): agudo, intenso, más localizado, etc. con equiva-
tanto del dolor referido o viscerosensitivo como del do- lentes sensitivos y motores en la metámera correspondiente
lor visceral puro. Morley niega la intervención de las vías o en otras metámeras asociadas.
autonómicas aferentes señaladas por Mackenzie y dice A partir del componente motor visceral primario co-
que el dolor referido se origina solo por la irritación de mún, puede por extensión lesional neurónica visceral y
los nervios somáticos del peritoneo parietal o del mesen- por el contacto con el peritoneo o mesenterio, determi-
terio, y que la sensación dolorosa se refiere al área del narse el dolor somático, semejante a cualquier dolor de la
mismo segmento. Para este autor, así se explica que el vida de relación: dolor orgánico y migratorio con los
peritoneo o los mesos sean sensibles a los distintos estímu- movimientos de la víscera, de carácter exteriorizante tal
los mientras que la víscera en sí no lo sea. Para Morley el como lo plantea Morley.
dolor es un reflejo peritoneosensitivo. Señalemos también el papel que desempeñan los va-
sos en la iniciación del reflejo doloroso. En los casos de
Teoría de la trasmisión vagal del reflejo espasmos o inflamación de la pared arterial, como cita
También se ha señalado la conducción a los centros, Bockus, se establece un reflejo doloroso, intenso, cre-
de reflejos dolorosos a partir del estómago o de una vís- ciente, a veces agonizante, como ocurre en muchos ca-
cera enferma, por la vía vagal o neumogástrica, pero sos de cólico hepático, que hace recordar el mecanismo
parece que esto se lleva a efecto con mucha menor posi- de los dolores anginosos por alteración coronaria. Algo
bilidad (Cannon). similar sucede cuando el dolor parte de un conducto es-
trecho como el colédoco. Estos conocimientos
Mecanismo íntimo o inicio visceral del reflejo doloroso fisiopatológicos serán de gran utilidad cuando estudie-
Ya señalamos al hablar del reflejo visceral o simpático mos la semiografía del dolor especialmente en relación
puro, la necesidad de un estímulo adecuado generado en con la calidad e intensidad.
la propia víscera. Hurst, de la escuela inglesa, demostró Más adelante, a partir de los trabajos de Vanei en 1970,
con sus experimentos que existe un fenómeno de ten- se abrieron otros horizontes que tienden a profundizar en
sión visceral (distensión) como factor primario en el el mecanismo íntimo del dolor. Este autor demostró que
nacimiento del dolor. No es puramente el fenómeno de ciertas sustancias antiinflamatorias no esteroideas, como
contractura lo que genera el reflejo doloroso, sino que la aspirina y la indometacina, inhiben la síntesis de algu-
parece ser necesaria la incapacidad de relajación o acalasia, nas prostaglandinas y sus metabolitos. Esto hace pensar
o la obstrucción espástica del esfínter vecino. Estas alte- que la prostaglandina pudiera actuar aumentando la sen-
raciones motoras son semejantes a las citadas con moti- sibilidad de los receptores nerviosos y de este modo fa-
vo de la fisiopatología de la disfagia baja y de la pirosis. cilitar o producir el inicio de este síntoma.
Estos fenómenos motores iniciales del reflejo dolo- En síntesis, deben aceptarse los tres tipos de dolor: el
roso pueden considerarse siempre presentes en ma- dolor visceral puro (reflejo viscerosimpático), el dolor
yor o menor grado y comunes a cualquiera de las referido (reflejo viscerosensitivo o simpaticomedular) y
teorías de propagación del dolor que hemos expuesto el dolor somático puro (reflejo peritoneosensitivo o
previamente, aunque resultan en particular indispen- cerebrospinal); se llama la atención al semiólogo, que de
sables como estímulo adecuado, cuando se explica la los tres es el dolor referido de Mackenzie con sus refe-
teoría del dolor viscerosimpático puro. rencias metaméricas directas o asociadas, el que más
interesa, como veremos más adelante, desde el punto de
Teoría patogénica ecléctica vista semiográfico, caracterológico o de la valoración del
En algunos casos es aceptable que a partir del fenó- dolor epigástrico en la clínica diaria.
meno motor visceral primario, solo se establezca el dolor Finalmente, señalemos otros factores accesorios que
visceral puro si existe una discreta irritación neuronal a también influyen en la patogenia del dolor epigástrico y
nivel del ganglio raquídeo con la intervención de las fi- que son: la pared abdominal, el umbral doloroso y el fac-
bras simpáticas únicamente, produciéndose un dolor tor psicosomático, así como la existencia de zonas
(protopático): funcional, sordo, difuso, pobre, etc. En viscerales silentes. Todos ellos tienen importancia en la
otras circunstancias, a partir del propio fenómeno motor valoración clínica.
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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
En términos generales, las enfermedades en las cuales afortunada que permite hacer prácticamente un diag-
el semiólogo debe pensar, frente a la existencia de un nóstico, el cual puede ser confirmado por los demás
dolor epigástrico subjetivo, son extraordinariamente nu- recursos complementarios, como sucede, por ejemplo,
merosas. Debemos repetir, sin embargo, que de acuerdo en muchos casos de úlcera duodenal o de colecistitis
con la ley de la distancia de las espinas irritativas y de la calculosa.
concepción del órgano efector, es más lógico que frente Este concepto obliga a estudiar en detalle la semiografía
a una epigastralgia pensemos preferentemente en una del dolor, su caracterología o estudio clínico, que se re-
enfermedad gastroduodenal o de un órgano vecino del sume en 11 caracteres semiográficos, enumerados en el
abdomen superior: hígado, vías biliares, páncreas, etc., cuadro 57.1.
pero también deberán pasar por nuestra mente las enfer-
medades del resto del sistema digestivo: yeyuno, íleon, Cuadro 57.1
colon, peritoneo, mesos, apéndice, etcétera.
A su vez, tendremos presentes las enfermedades Caracteres semiográficos del dolor abdominal
extradigestivas de la propia pared abdominal, respirato-
rias, circulatorias, renales, de los órganos hemato- 1. Localización
2. Irradiación
poyéticos, del sistema endocrino, de la nutrición, del
3. Periodicidad
sistema neurovegetativo, del sistema nervioso central, de 4. Ritmo u horario
la columna vertebral y las propias enfermedades de la 5. Intensidad
psique (psicopatías y psiconeurosis). 6. Calidad o carácter
La semiogénesis del dolor abdominal no epigástrico es 7. Modo de comienzo
similar a la citada anteriormente para el dolor epigástrico. 8. Modo de calmarse
Sin embargo, debemos recordar, en el orden de la anato- 9. Variación según cambios de posición
mía y fisiología clínicas, que la inervación parasimpática 10. Síntomas asociados
se realiza en el intestino a través del neumogástrico hasta 11. Curso
la mitad del colon transverso, y desde este nivel hasta el
recto inclusive, a través del nervio pélvico o erector, el Los factores más indispensables a analizar dentro de
cual emerge del segundo, el tercero y el cuarto segmen- este estudio son:
tos sacros. La inervación simpática se realiza en el intes-
tino y en los segmentos lumbocolónicos a partir de los 1. Localización. En relación con el dolor ubicado en la
plexos mesentéricos, y a niveles inferiores, a partir del región epigástrica debemos entender como tal, aquel
plexo hipogástrico, por el nervio presacro, establecién- que refiere el enfermo, del xifoides al ombligo y más o
dose los mismos reflejos que en los niveles superiores a menos central (triángulo de Labbe y zona dolorosa de
través de los rami comunicantes (fig. 57.3). Mendel, de los anatomistas). Es muy útil para el diag-
Las metámeras correspondientes al intestino comien- nóstico, considerar, tal como lo hacen muchas veces
zan aproximadamente en D9, incluyen el resto de la mé- los enfermos, el dolor epigástrico alto, mediano, bajo,
dula dorsal y continúan con las metámeras lumbares y así como también localizaciones más a la derecha o
sacras. más a la izquierda. Por excepción, sin sentir dolor an-
Las lesiones del intestino actuando como espinas terior o epigástrico propiamente dicho, a veces los
irritativas se encuentran, por lo tanto, a niveles inferiores enfermos refieren dolor posterior, a nivel de la colum-
de los citados para el dolor epigástrico, pero los fenóme- na dorsolumbar, más o menos correspondiente al ni-
nos reflexógenos son iguales, se producen los mismos vel de la altura del epigastrio. Estos detalles de locali-
reflejos viscerosensitivo, visceral puro, peritoneosensitivo, zación deben ser analizados por su alto valor
a partir de la propia alteración motora visceral, como semiológico.
ocurre en la producción del dolor epigástrico. En la
Para analizar la localización del dolor abdominal ubi-
fisiopatología del dolor abdominal no epigástrico, final-
cado en las otras regiones del abdomen que no son el
mente también desempeñan un papel los factores acce-
epigastrio debemos recordar la proyección anatómica
sorios: reflejo parietal, umbral doloroso, zonas silentes y
de cada región (fig. 57.4) y considerar las metámeras
factor psicosomático. correspondientes al yeyuno bajo, íleon, colon y recto,
Semiografía y semiodiagnóstico con los distintos niveles reflexógenos. Los distintos
segmentos del intestino delgado y grueso tienen los
siguientes niveles metaméricos de proyección doloro-
La anotación a secas, en el interrogatorio de un enfer- sa (según ha sido comprobado por Jones al distender
mo digestivo, de un dolor abdominal o una epigastralgia bruscamente el intestino a distintos niveles, mediante
orientará poco o nada en el diagnóstico; sin embargo, la la introducción de balones por la boca o por el ano)
anotación cuidadosa de sus caracteres es a veces tan (figs. 57.5, 57.6 y 57.7).
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CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
Nervios Nervios
vagos vagos
Nervios
Cadena esplácnicos
simpática
Ganglio
1
celiaco
2 o mesentérico
3 superior
4 Ganglio
5 celiaco
6
7 CLAVE
8
Simpático
9
preganglionar
10
11 Nervios Simpático
mesentéricos posganglionar
12
1
viajan con los Parasimpático
Ganglio vasos sanguíneos preganglionar
mesentérico
superior Parasimpático
posganglionar
Ganglio Aferentes
52 mesentérico
3 inferior
Mesenterio
Nervios pélvicos
Serosa
Músculo
longitudinal
Plexo
mientérico
Músculo
circular
Plexo
submucoso
Muscularis mucosae
Mucosa
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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
Úlcera duodenal
perforada
Pancreatitis
Úlcera duodenal
perforada
Colecistitis
Cólico nefrítico
Cólico biliar
Úlcera duodenal Pancreatitis,
Dolor del cólico nefrítico
intestino delgado
Apendicitis Lesiones rectales
(localización más común)
Dolor colónico
Cólico ureteral
a b
Fig. 57.4 Áreas del dolor referido más comunes: a, pared anterior; b, pared posterior.
Yeyuno proximal Yeyuno bajo Íleon superior Íleon medio Íleon terminal
Fig. 57.5 Puntos de referencia de dolores producidos experimentalmente por la distensión del yeyuno y del íleon.
Ciego Colon ascendente Ángulo hepático Colon transverso derecho Colon transverso medio
Fig. 57.6 Puntos de referencia de dolores producidos experimentalmente por la distensión del colon derecho.
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CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
Colon transverso izquierdo Ángulo esplénico Colon descendente superior Sigmoide Rectosigmoide
Fig. 57.7 Puntos de referencia de dolores producidos experimentalmente por la distensión del colon izquierdo.
Detrás: D12 a L5
Delante: debajo del ombligo
Yeyuno (quizás más a la derecha) gestivas, particularmente de tipo psicovegetativo y
neurológico (tabes, etc.), que producen esta
Detrás: L3 a L5
Ciego o íleon Delante: fosa iliaca derecha,
modalidad de localización por ser la más frecuente e
terminal ombligo y epigastrio inespecífica.
c) Dolor epigástrico bajo o yuxtaumbilical superior.
Colon Detrás: L1 a L3
Delante: a ombligo, derecha
Esta modalidad hace pensar en las enfermedades de
ascendente y
epigastrio e izquierda las porciones distales del duodeno y del ángulo
duodenoyeyunal, así como en algunas alteraciones
Detrás: L1 a L3 del yeyuno, del íleon y particularmente de la región
Delante: hemiabdomen iz-
Colon transverso ileocecal, como ha podido comprobar Jones
quierdo, línea media
de hipogastrio a epigastrio mediante distensiones experimentales con balones.
d)Dolor posterior (espalda). El semiólogo debe tener
Detrás: L1 a L5
en su mente la posibilidad de que un dolor de espalda
Delante: hemiabdomen iz-
Colon descendente sea la única manifestación de un reflejo doloroso
quierdo e hipogastrio
(equivalente al epigástrico), dependiente de causas
Detrás: L3 a L5 similares. Efectivamente, un dolor de espalda a nivel
Colón sigmoides Delante: hipogastrio, fosa
variable dentro del segmento dorsolumbar (D7 a L2)
iliaca izquierda y periné
puede no obedecer a lesiones del tórax, ni tampoco
Detrás: hasta el cóccix debe ser considerado como expresión de una
Recto y ano Delante: hipogastrio bajo y psiconeurosis, sino ser causado por enfermedades del
periné
abdomen superior. Por ejemplo, algunos tipos de
úlceras yuxtapilóricas y del bulbo duodenal
En cuanto a la localización y su semiodiagnóstico, el
perforantes en páncreas, lesiones del páncreas, hernia
dolor puede ser:
del hiatus diafragmático, etcétera.
a)Dolor epigástrico alto. Esta localización debe Berk, Chauffard y otros, han insistido en la
corresponder a lesiones esofágicas bajas, importancia semiológica del dolor posterior en los
lesiones gástricas altas y, en general, altera- tumores del páncreas (fig.57.8). Desde luego, que el
ciones funcionales o discinesias yuxtacardiales, médico debe también pensar que lo primero es
tanto intrínsecas como extrínsecas. Finalmente, descartar las múltiples enfermedades extradi-gestivas
debemos pensar también en lesiones de la que lógicamente producen dolor de espalda, como
son: alteraciones de columna vertebral, traumatismos,
coronaria de la aorta.
tumores, afecciones sistémicas, afecciones neurológicas, etc., que
b) Dolor epigástrico mediano. Se observa en le- rebasan los límites de la semiología digestiva.
siones gástricas más o menos vecinas al píloro y e) Dolor epigástrico derecho y de hipocondrio de-
en enfermedades hepatovesiculares y pancreáti- recho. El dolor de localización en el cuadrante
cas. Otras veces, el dolor epigástrico central y superior derecho del abdomen (topografía anglo-
mediano obedece a procesos apendiculares (re- sajona), hace pensar preferentemente en enfermedades
flejo apendicular epigástrico), afecciones extradi- hepatobiliares, colitis angulares, así como en otras
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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
Tronco vagal
DIX
Zonas clásicas
del dolor pancreático
Ganglios celiacos
Arteria
esplénica
Tronco
celiaco
Ganglio
y plexo
mesentérico
superior
Arteria mesentérica
superior
Esquema
CLAVE de la inervación
nerviosa
Simpático intrínseca
preganglionar
Simpático
posganglionar
Parasimpático
preganglionar
Parasimpático
posganglionar
Aferente
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CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
afecciones parietales a ese nivel (neuritis, fibrositis, como posibles causas: las úlceras pépticas
etc.), algunas nefropatías y algunos procesos de postoperatorias (dolor más bien a la izquierda)
la pleura y diafragma derechos, entre otros. El cerca del ombligo, fenómeno explicado por la pro-
aspecto que analizaremos con mayor detalle será yección anatómica de la boca anastomótica; algu-
el de las afecciones hepatobiliares. nas hernias del hiatus y las lesiones del páncreas
Podemos distinguir, en ocasiones, tres modalida- (del cuerpo y de la cola). Como veremos, con
des de este tipo de dolor hepatobiliar: motivo del dolor abdominal no epigástrico, esta
− Dolor vesicular puro. De localización en epi- modalidad de dolor puede obedecer también a otras
gastrio, con orientación derecha, corresponde enfermedades del segmento intestinal o a las en-
aparentemente a la alteración pura vesicular; en fermedades del riñón, corazón, pleura izquierda y
él interviene el reflejo patogénico visceral puro las afecciones esplénicas con periesplenitis.
por hiperpresión intravesicular. Se presenta g) Hipocondrio derecho. Los dolores de esta región
en las colecistopatías litiásicas y en las no fueron parcialmente estudiados cuando nos refe-
litiásicas o discinéticas. rimos al dolor epigástrico y al dolor hepático
− Dolor biliar (vesícula, colédoco, etc.). De lo- parenquimatoso. Sin embargo, es necesario enfa-
calización epigástrica e hipocondrio derecho, tizar que existen dolores bien limitados al
con grandes irradiaciones que siguen fundamen- hipocondrio derecho, correspondientes a cole-
talmente el nervio frénico. El paciente con sus cistitis, pericolecistitis, empiema y hepatopatías
gestos, como señala Gutmann, le indica al mé- propiamente dichas ya señaladas, como el hígado
dico cómo el dolor, saliendo del epigastrio, va al cardiaco, las neoplasias del hígado, la esteatosis
hipocondrio derecho y a la región lumbar as- hepática, el absceso hepático, etc. También debe-
cendiendo por detrás hasta el espacio interesca- mos incluir algunas pancreatopatías de localiza-
pulovertebral y la región anterior del pecho, y ción particular en la cabeza, las duodenitis, las afec-
alcanza a menudo, el hombro y brazo derecho ciones yuxtadiafragmáticas derechas y, por último,
(fig. 57.9). A veces se difunde por de bajo,al no deben olvidarse las patologías renales.
resto del abdomen. Una orientación neta a la h) Hipocondrio izquierdo. El dolor aquí hace pensar
izquierda, siempre hace pensar en participación en las afecciones del bazo, las colitis angulares
pancreática. izquierdas, las pancreatopatías, las afecciones re-
− Este tipo de dolor, que se identifica fácilmente nales y suprarrenales de ese lado y de la zona
por el médico y por muchos enfermos como diafragmática vecina y las afecciones neuromus-
un cólico hepático o cólico biliar (como se dice culares de la región. Paradójicamente en ocasio-
con mayor corrección patogénica), correspon- nes, las afecciones biliares pueden producir dolor
de por lo general a litiasis biliar o, con menor en esta zona.
probabilidad, a procesos de otra naturaleza, pero i) Mesogastrio o región umbilical. Corresponde a
participando no solo la vesícula, sino el resto enfermedades del yeyuno y el íleon, desde el án-
del tracto biliar, especialmente el conducto gulo duodenoyeyunal hasta la válvula ileocecal:
colédoco. En este dolor debe aceptarse el me- yeyunitis e ileítis. También señalemos algunas
canismo del reflejo viscerosensitivo de colonopatías del transverso, las aortitis abdomi-
Mackenzie, con gran bombardeo, digamos con nales, las neuralgias de los plexos mesentéricos,
énfasis, a través del simpático, sobre el foco de así como los colocos saturninos y la tabes. Estos
últimos procesos pueden determinar también do-
irritación medular y aun el mecanismo de
lores del abdomen superior, que abarcan en cintu-
Morley, aceptando una alteración peritoneal con
rón toda esta zona.
reflejo de tipo somático o cerebrospinal.
j) Vacío o flanco izquierdo. Los dolores de esta zona
− Dolor hepático parenquimatoso. De locali- corresponden a las colitis izquierdas o del descen-
zación, solo en el hipocondrio derecho; de poca dente y a la patología urinaria de ese lado: se seña-
amplitud, sordo, generalmente producido por re- lan posibilidades paralelas a las citadas para el flanco
flejo a partir de la distensión de la cápsula derecho.
perihepática de Glisson. Corresponde a las
k ) Fosa iliaca derecha. Los dolores son producidos
hepatopatías propiamente dichas: hepatitis de
curso agudo o crónica, tumores del hígado, abs- por apendicitis, tiflitis, ileítis, tuberculosis
ceso hepático: hígado cardiaco, etcétera. ileocecal, tumores del íleon y ciego, perivisceritis,
f) Dolor epigástrico izquierdo. Entre las enfermeda- tanto congénitas (banda de Lane y divertículo de
des del abdomen superior debemos tener presente Meckel) como perivisceritis adquiridas y
835
PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
DVIII
DVIII DVIII
DIX
DIX DIX
DX Nervio esplácnico
mayor izquierdo
Nervio esplácnico mayor derecho DX DX
Nervio frénico derecho
Tronco vagal posterior Tronco vagal anterior
Diafragma
Ganglio frénico
Ganglios celiacos
Arteria esplénica
Plexo hepático anterior
Plexo hepático posterior
Aorta
Nervio gastroduodenal
Plexo
CLAVE gastroduodenal
Simpático
preganglionar
Simpático
posganglionar
Parasimpático
preganglionar Ramificación de las fibras
nerviosas alrededor
Parasimpático de pequeñas ramas
posganglionar de la arteria hepática
Aferente
836
CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
posoperatorias. Señalamos también las afecciones ¿Su dolor es fijo en la boca del estómago, o se le
urinarias, las neuralgias regionales, las afecciones corre?
retroperitoneales de la región, las psoítis y las En este caso, ¿hacia dónde se le corre?
anexitis en la mujer. En el caso particular de la
apendicitis aguda –afección frecuente y esencial- Analicemos las distintas posibilidades de la irradiación
mente quirúrgica– el dolor generalmente es de del dolor epigástrico:
comienzo epigástrico, gira alrededor del ombligo
y se instala en la fosa iliaca derecha, con irradia- a) Hacia arriba, en dirección al tórax. De tipo
ción posible al muslo. anginoso, corresponde a lesiones bajas del esófa-
go y altas del estómago, yuxtacardiales (úlceras),
l) Hipogastrio. El dolor corresponde a la ileítis, las
del diafragma (hernia). Señalemos también las al-
sigmoiditis, las afecciones de la vejiga urinaria y
teraciones de la coronaria.
de la próstata y a las metropatías en la mujer.
b) Hacia la izquierda, al hipocondrio de ese lado. Las
m) Fosa iliaca izquierda. En esa región el dolor debe
lesiones del páncreas, especialmente del cuerpo y
corresponder a las colitis izquierdas bajas, las
de la cola, tienen esta irradiación.
sigmoiditis, las afecciones genitourinarias de ese
lado, las afecciones del psoas, sin descontar las c) Hacia la derecha. Corresponde como hemos se-
neuralgias regionales. ñalado al tratar del dolor de localización derecha, a
las afecciones hepatovesiculares y a las duodenitis.
n) Localización difundida a todo el vientre. Final-
mente, el dolor abdominal presenta esta ubicación, d) Hacia abajo, como hacia el ombligo o resto del
o sea, que varía de sitio, con una verdadera tradi- vientre. Tengamos en mente la epigastralgia de las
ción a lo largo del intestino en el sentido de la cir- apendicitis agudas y de las lesiones de la región
cunferencia, para el intestino delgado, o siguiendo ileocecal, dolores que en definitiva se fijan en la
el marco cólico, asociado o no al deseo de defe- fosa iliaca derecha. Volveremos sobre este tipo de
car. Este dolor denominado por el vulgo “retorti- dolor al estudiar el dolor abdominal no epigástrico.
jón”, “retorcijón” o “cólico” propiamente dicho, En algunos casos de úlcera perforada (curvatura
corresponde a una hiperperistalsis violenta del in- menor o cara anterior del bulbo duodenal) la irra-
testino delgado o más frecuentemente del grueso, diación puede ser también a la fosa iliaca derecha.
que se observa en procesos inflamatorios del in- En general, las alteraciones duodenales distales y
testino, particularmente en colitis y enterocolitis las yeyunales proximales, podrán dar este tipo de
agudas, algunos tumores, etcétera. irradiación. Puede también apreciarse esta irradia-
ción en los prolapsos de la mucosa gástrica a tra-
Aunque el dolor de las regiones lumbares bajas y co-
vés del píloro, sobre todo cuando existe inflama-
lumna lumbosacra no corresponde, generalmente, a
ción (gastritis) de dicha mucosa.
una patología digestiva, resulta interesante señalar que
dicho dolor posterior bajo puede corresponder tam- e) Hacia detrás, hacia la columna y los espacios
bién a ciertos tipos de enteropatías, tumores interescapulovertebrales. Corresponde a ciertas úl-
retroperitoneales, ileítis y algunas pancreatopatías. Ya ceras, de la pequeña curvatura, de contacto poste-
citamos el valor semiológico del dolor posterior de lo- rior (D5 a D10), úlceras duodenales (D9 a L2), y
calización más alta, cuando nos referimos al dolor procesos pancreáticos; ya hemos visto con motivo
epigástrico. del estudio de la localización, que a veces no existe
2. Irradiación. Como ocurre con todos los caracteres la epigastralgia, sino solo el dolor posterior.
del dolor abdominal, la irradiación y la localización pue- f) Finalmente, la irradiación puede ser universal,
den ser narradas espontáneamente en la anamnesis de amplia. Abarca, como señala el enfermo, distintas
un paciente inteligente y observador. El paciente regiones vecinas a partir del epigastrio. Esto ocu-
gesticula y se lleva la mano y los dedos a una parte rre en los casos de perivisceritis a partir del estó-
precisa del abdomen, así como señala la dirección de mago, duodeno, vesícula, etc., ya primitivas o se-
la irradiación a las regiones vecinas. Por el contrario, cundarias. En estos casos, el dolor va arriba, a
en la mayor parte de los casos, el médico se ve obliga- ambos hombros, al resto del vientre, desesperan-
do a formular las preguntas adecuadas para obtener la do al enfermo. En la tabes se señala la irradiación
mayor y mejor información. En este aspecto las pre- en faja o cinturón, alrededor del vientre a partir del
guntas más útiles son: epigastrio. También se señala la irradiación uni-
¿Puede señalarme con su mano dónde siente usted el versal en las peritonitis y pancreatitis agudas. En
dolor? los procesos del yeyuno en general, la irradiación
837
PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
parte del mesogastrio y se orienta hacia arriba y a epigástrico producido por las úlceras gástricas y
la izquierda. Los dolores del íleon tienen la tenden- duodenales. Los períodos dolorosos en estos ca-
cia a irradiarse hacia abajo y a la derecha o a la sos duran dos o tres semanas, o con menor fre-
izquierda, según la localización del asa afectada. cuencia cuatro, y hasta dos meses en los casos
Los procesos del íleon terminal, el ciego y el apén- de excepción. Se comprueban períodos de cal-
dice, localizados generalmente en la fosa iliaca de- ma o de remisión intercalados, tan netos, que el
recha, se irradian hacia el ombligo y el epigastrio. enfermo se cree totalmente curado (fig. 57.10).
También se observa la irradiación hacia el muslo Es interesante hacer notar también, que los pe-
derecho o hacia la pierna derecha. El dolor del co- ríodos de actividad dolorosa en las úlceras se
lon ascendente tiende a irradiarse hacia la izquierda. presentan particularmente durante los meses de
Los del colon transverso, hacia abajo y también a la primavera y otoño. Estas recaídas estacionales
izquierda. Todo dolor sigmoideo se irradia hacia se observan más en la úlcera duodenal.
abajo y a la izquierda, hacia la región crural y por la La ausencia de periodicidad del dolor epigástrico
línea media. Como hacia el recto y el periné, a cuya o la marcada prolongación de un período doloro-
región se irradian los dolores de génesis rectal. Los so, no niega la posible existencia de una úlcera,
dolores abdominales de tipo neurítico o neurálgico
bien por atipicidad, bien por existir alguna compli-
tienen la tendencia a irradiarse como los dolores
cación: estenosis pilórica o profundización de una
intercostales, esto es en sentido metamérico. El dolor
úlcera que llega al peritoneo; estas alteraciones
se identifica en los puntos de emergencia parietal.
orgánicas anulan el carácter de periodicidad.
Por la extensión del intestino y sus múltiples
A su vez, la periodicidad de un dolor epigástrico,
incurvaciones, estos señalamientos significan más
que una pauta dadas las múltiples variantes. por típica que sea, no debe considerarse exclusiva
de las úlceras del estómago y del duodeno. Con
3. Periodicidad. Se entiende por periodicidad del dolor mucha frecuencia se deben señalar los dolores pe-
abdominal, la relación o evolución de este síntoma den- riódicos típicos en algunas gastritis, en ciertos
tro de un tiempo determinado, generalmente referido
síndromes piloroduodenales no ulcerosos, y en las
como mínimo a un año. Así conocemos una modali-
duodenitis, que constituyen el síndrome pseu-
dad del dolor, que dentro del año se le presenta al pa-
doulceroso.
ciente una o dos veces, durante un período de activi-
dad, digamos de dos o tres semanas de dolor, más o b) Dolores periódicos atípicos de períodos más o
menos diario, alternando con un período más o me- menos cortos, de días (fig. 57.11). Los dolores
nos largo (generalmente meses) de calma o remisión. periódicos atípicos, se caracterizan por ser los
A su vez, los períodos de actividad o períodos doloro- más breves, durar solo dos o tres días y estar
sos se caracterizan por ser de duración limitada y se- separados por intervalos de varias semanas o
parados por períodos de calma generalmente de ma- meses. La comprobación en el interrogatorio de
yor duración que aquellos de actividad. A este tipo de este tipo de dolor periódico hace pensar en pro-
dolor se le llama dolor periódico. Por el contrario, existe cesos hepatobiliares. Estos dolores se presentan
otra modalidad de dolor, que se comporta a lo largo
también bruscamente, en especial, en la litiasis
del año de un modo totalmente distinto. Los enfermos
biliar originando el llamado cólico biliar; se des-
presentan su dolor de un modo más o menos constan-
te, sin ninguna característica de alternancia, ni fases encadenan por un cambio de régimen (dieta so-
de calma más o menos intercaladas. A esta segunda brecargada de grasas), un viaje accidentado o
modalidad, se le llama dolor constante o no periódico. una emoción por disgusto. Con mayor frecuen-
Desde luego, que podrán existir ejemplos de dolor, que cia se observan en las mujeres y en relación con
no se comportan claramente ni en un sentido, ni en sus reglas, lactancia, embarazo u otra crisis ge-
otro, identificándoseles como dolores de periodicidad nital, lo que demuestra la influencia hormono-
atípica o constancia relativa. metabólica en estos procesos.
En resumen, podemos decir que de acuerdo con su c) Dolores no periódicos:
periodicidad los dolores pueden ser:
− Dolores con permanencia regular a través de
a) Dolores periódicos típicos. De períodos más o todo el año. Estos dolores, que son reportados
menos largos, de semanas. El dolor abdominal por los pacientes como constantes, que los su-
de periodicidad más típico corresponde al dolor fren a través de años a partir de un momento
838
CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
b
a c
Enero Diciembre
Semanas
Fig. 57.10 Concepción esquemática (“año gástrico”) de los dolores perió-
dicos típicos de las úlceras gástricas y especialmente de las duodenales:
a, período de actividad dolorosa; b, crisis dolorosa durante el período;
c, fase de calma o ausencia de dolor.
b d
c
a
Enero Diciembre
Semanas
Fig. 57.11 Concepción esquemática (“año biliar”) de los dolores periódicos
atípicos de las colecistopatías especialmente por litiasis (cólicos biliares):
a, período doloroso; b, crisis dolorosa; c, fase de calma; d, crisis dolorosa.
a) Dolor epigástrico con ritmo, horario y relación ultratardíos acompañados de vómitos de evacua-
prandial: ción. En el ulceroso, el dolor puede ir acompaña-
do de sensación de hambre (hambre dolorosa o
− Dolor precoz o posprandial precoz. Es aquel que gastralgocenosis). El hecho de ceder tras una nueva
se presenta casi inmediatamente después de haber ingesta lo separa claramente del dolor prandial, que
comido el paciente. Este come y aparece el dolor se desencadena al ingerir alimentos. Después, debe
durante un tiempo determinado, el dolor puede des- pensarse en colecistopatías, en cuyo caso el dolor
aparecer y reaparecer en circunstancias similares es generalmente más tardío que en la úlcera
después de otra comida. El dolor precoz estático duodenal.
(casi siempre se produce a causa de lesiones or-
El cólico hepático, cuya expresión de localiza-
gánicas), puede corresponder a las gastritis y se
ción, irradiación y periodicidad ya conocemos,
presenta al contacto de los alimentos con una
tiene un horario de comienzo, en la madrugada
mucosa inflamada, en los casos de prolapso de la
(1:00-2:00 a.m.) para las personas que comen
mucosa gástrica a través del píloro, en los tumo-
entre 7:30 y 8:00 p.m.; esto es, su aparición
res u otros procesos orgánicos que reducen la
tardía es de 6-8 h después de la comida de la
capacidad gástrica y también pueden originarse por
tarde, ya que no es frecuente en relación con la
el estiramiento de los plexos solares en aquellos
casos de ptosis u otras anomalías de la forma y la comida del mediodía, o sea, nuestro almuerzo
posición (dolicogastrias). (12:00 m.-1:00 p.m.).
El ulceroso duodenal presenta también un dolor
− Dolor tardío o posprandial tardío. Es aquel que se
nocturno que se alivia con la ingestión de alimen-
presenta de 1-5 h o más después de la terminación
tos. Terminaremos el estudio del tipo de dolor
de la comida. El enfermo come, se siente muy
epigástrico con ritmo u horario prandial más o
bien, y dentro del período digestivo, más o menos
tarde, comienza a sentir dolor, que se prolonga menos definido, con la exposición de los ritmos
más que el tipo de dolor precoz. El mecanismo de ulcerosos especiales (cuadro 57.2), descritos por
producción del dolor tardío es esencialmente Moyniham, cirujano inglés, pionero de estos estu-
fisiopatológico o dinámico y está relacionado ínti- dios, aunque actualmente se aceptan solo como
mamente con la peristalsis, la motilidad y el vacia- orientación.
miento del estómago. En general, los dolores tar-
Cuadro 57.2
díos se calman al vaciar el estómago o comer otra
vez, en oposición a los dolores precoces que se Ritmo a cuatro tiempos de la úlcera gástrica
exacerban ingiriendo más alimentos. Es también
el dolor tardío la expresión de una función motora 1. Alimento
alterada, de la lucha del estómago contra un obs- 2. Calma del dolor
táculo más o menos permanente que impide su 3. Reaparición temprana del dolor
4. Nueva calma (espontánea) del dolor
normal evacuación. Es un dolor, en síntesis, esen-
cialmente gástrico, digestivo. Ritmo a tres tiempos de la úlcera duodenal
− Estas consideraciones fisiopatológicas sobre el do-
lor tardío facilitan la comprensión de su valor diag- 1. Alimento
nóstico. Los dolores tardíos corresponden a úlce- 2. Calma del dolor
ras del estómago y del duodeno (yuxtapilóricas). 3. Reaparición tardía del dolor
− Aunque en las úlceras, especialmente vecinas al
píloro, el ritmo doloroso tardío que se presenta a
la tercera o cuarta hora es muy frecuente, debe- b) Dolor epigástrico sin ritmo y sin relación prandial
mos también pensar que este ritmo doloroso pue- definida. Constituye el dolor continuo y el dolor
irregular, dentro del ciclo de 24 h o día gástrico:
de también ocurrir en cualquier otro proceso
yuxtapilórico y a veces hasta en procesos aleja- − Dolor epigástrico de tipo continuo. En realidad
dos. De todos modos, frente a un dolor tardío no es un dolor gástrico, ni siquiera digestivo, sino
pensaremos preferentemente en úlceras de locali- extradigestivo. Es un dolor somático, por reflejo
zación baja, particularmente del bulbo duodenal, de tipo peritoneosensitivo de Morley con partici-
en cuyo caso el dolor se presenta de 3-5 h des- pación directa del sistema cerebrospinal. Los pa-
pués de las comidas, salvo en los casos de obs- cientes refieren que sufren el dolor horas tras ho-
trucción pilórica, que a veces producen dolores ras, a través de todo el día y de la noche, con una
840
CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
permanencia que a veces los desespera; este dolor esplénico o descendente), a veces nocturno. En
se exacerba en ocasiones. El ejemplo más típico general, estos dolores abdominales son a veces de
del dolor continuo es el producido por las carácter intermitente.
perivisceritis correspondientes a úlceras o tumo-
res que infiltran el peritoneo, así como también a b) Dolor sin ritmo u horario, ni relación prandial.
cualquier proceso ubicado en las metámeras del Son los más frecuentes, ya que las causas determi-
epigastrio que afecte las estructuras nerviosas nantes nada tienen que ver con el ciclo de ingestión
somáticas de la región; lesiones radiculares, alimentaria. En este grupo cae la mayor parte de los
medulares, vertebrales, de la pared anterior, etcé- dolores abdominales. Todos los factores inflama-
tera. torios, neoplásicos, reflexógenos, etc., por lo ge-
− Dolor irregular. Se presenta en el curso de las 24 h, neral son permanentes dentro del día, presentándo-
en las cuales el enfermo puede referirlo lo mismo se a cualquier hora y sin relación prandial necesaria,
por la mañana que por la tarde o por la noche; aunque puede ser motivo de exacerbación del lleno
dura minutos u horas; puede tener relación o no gástrico.
con las comidas; en fin, es un dolor de curso ca- En particular podemos citar como dolores perma-
prichoso en el “día gástrico”.
nentes dentro del día, aquellos producidos por los
Este tipo de dolor corresponde fundamentalmente tumores malignos, las perivisceritis, las radiculitis.
a las discinesias dolorosas de causa psicovegetativa
También son constantes dentro del día, aunque de
y se observa en las psiconeurosis y en las distonías
modo caprichoso, los dolores abdominales de las
neurovegetativas.
discinesias de origen psiconeurovegetativo.
Al referirnos al ritmo u horario del dolor en las otras
regiones del abdomen que no es el epigastrio, este no Para facilitar la mejor información en cuanto a la
sigue pautas tan ricas, pero exige, sin embargo, un periodicidad y ritmo del dolor epigástrico especial-
buen análisis, lo cual redunda en su valor diagnóstico. mente si la anamnesis espontánea no es suficiente,
Debemos hacer el esfuerzo para reconstruir el “día veamos la forma habitual de nuestras preguntas:
intestinal el paciente”: ¿Qué tiempo hace que viene padeciendo de sus do-
a) Dolor abdominal con ritmo u horario y relación lores?
prandial:
¿A través de los años de su padecimiento, su dolor
− Dolor precoz o posprandial precoz. Se produce se le ha presentado continuamente, o, por el con-
por la exageración patológica del reflejo trario, se ha presentado por temporadas, alternan-
gastrocólico, aparece tan pronto el paciente ingie- do con períodos de completa calma?
re alimentos, como ocurre en la mayor parte de ¿Cuándo tiene usted su crisis de dolor? ¿Durante el
las colopatías, particularmente en las colitis de di-
día o por la noche?
verso origen, y a veces en la discinesia cólica, puede
¿Tiene su dolor relación con las comidas?
ir acompañado de diarrea. Es curioso señalar tam-
bién el dolor abdominal precoz en la aerocolia del ¿Cómo le da el dolor a lo largo del día?
ángulo izquierdo, en cuyo caso la distensión del 5. Intensidad. La intensidad del dolor es otro carácter de
estómago determina el dolor addominal localizado gran orientación semiográfica. Este factor está condi-
en el hipocondrio izquierdo y la expulsión de ga- cionado al fondo psicosomático de cada enfermo,
ses por el ano. pudiendo quejarse este de dolores de variada intensi-
− Dolor tardío o posprandial tardío. Este dolor apa- dad: grande, mediana y escasa. Se señala en general,
rece de 2 a 6 u 8 h después de las comidas, desde que los procesos orgánicos suelen producir reflejos
luego, relacionado el tiempo con el transito más intensos que aquellos de orden funcional. No debe
gastrointestinal relativamente menos tardío para los establecerse un paralelismo entre el pronóstico y la
procesos del yeyuno y del íleon, y más tardío para intensidad de los dolores, pues a veces una alteración
los procesos del colon. Señalemos el dolor abdo- espástica y transitoria determina un dolor más intenso
minal tardío de una ileítis; y también el dolor de la que un tumor maligno. Recordemos también que hay
cuarta a quinta hora de una tiflitis o tiflectasia, que
zonas llamadas silentes, por ejemplo el cuerpo del es-
corresponde a un proceso de irritabilidad del cie-
tómago, que son poco reflexógenas y por el contra-
go, al establecer contacto el contenido intestinal a
rio, siempre que el reflejo doloroso sea debido a es-
ese nivel. Aun más tardíos son algunos dolores
producidos en una zona limitada del colon (ángulo pasmo arterial, se producirán dolores más intensos.
841
PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
Analicemos los distintos tipos de dolor por su intensi- b) Dolor de tipo de calambre o de torsión. Se identi-
dad: fica por la sensación de contractura dolorosa ex-
perimentada por el enfermo, que la expresa como
a) Dolores de gran intensidad. Son los que para cal- un dolor de tipo cólico o de retortijón. Fisiopato-
marse exigen el uso de analgésicos. Citemos, como lógicamente esta modalidad implica un fenómeno
ejemplos de dolor epigástrico de gran intensidad el dinámico con la presencia de espasmos parcelarios
cólico hepático de la litiasis vesicular, dolores de o zonas de acalasia. Se establece así un factor de
los procesos abdominales agudos como en la peristalsis vigorosa, de lucha; se observa la deten-
úlcera perforada y la pancreatitis aguda. Las ción más o menos brusca de una onda peristáltica
(comprobación fluoroscópica) que coincide en la
perivisceritis, procesos vertebrales y procesos
mayor parte de los casos con una alteración de la
medulares sifilíticos, la obstrucción intestinal, la evacuación gástrica. Se observa en las úlceras
torsión de un pedículo, estrangulación, vólvulo, gástricas y duodenales y en las colecistopatías.
perforaciones y peritonitis, son ejemplos de dolor En los procesos inflamatorios enterocólicos de
abdominal no epigástrico de gran intensidad. Tam- distinto origen, en tumores de tendencia
bién son particularmente intensos los dolores ab- obstructiva, así como en muchas discinesias; es
dominales de la tabes, la intoxicación plúmbica bien evidente en las colopatías.
(cólicos saturninos) y la trombosis mesentérica. c) Dolor gravativo. Se identifica como un dolor con
sensación de pesantez, de cierta distensión mecá-
b) Dolores de mediana intensidad. Las úlceras
nica del órgano gástrico. Su mecanismo de pro-
gástricas y duodenales, así como las colecis- ducción responde en muchos casos a una altera-
topatías no calculosas son ejemplos típicos de dolor ción hipotónica o atónica del estómago con mala
de mediana intensidad ubicados en epigastrio. En evacuación. Debe señalarse también la interven-
el resto del abdomen se ubican los dolores de la ción posible de la pared abdominal por relajamien-
discinesia motora del colon, algunas enteritis (co- to, determinando un mal sostén, así como estira-
litis ulcerativa idiopática, amebiana, etc.), y los miento de los plexos nerviosos. En estos casos se
tumores. piensa en la ptosis gástrica, por lo general asocia-
da a alteraciones vasomotoras de orden neurove-
c) Dolores de escasa intensidad. Son citados en oca-
getativo, gastritis antrales y duodenitis, y dilata-
siones por los enfermos como malestar epigástrico, ción hipotónica o atónica del intestino o del colon.
como una sensación de pena en dicha región; co- d) Dolor terebrante. Expresado por el enfermo como
rresponden a las discinesias gástricas de distinto algo no solo intenso, sino con sensación de pro-
orden, algunos tipos de gastritis y duodenitis, et- fundidad, de penetración, como producido por un
cétera. taladro. Corresponde a procesos de marcada par-
ticipación peritoneal (reflejo de Morley), que se
6. Calidad o carácter. Muchas veces espontáneamente o
salen en su mecanismo de producción del sistema
mediante el interrogatorio, los pacientes detallan no neurovegetativo para caer en la esfera cerebros-
solo la intensidad de su dolor, sino cómo lo sienten; pinal, siendo casi siempre necesario el uso de
esto es, la calidad específica del mismo. Se distinguen analgésicos fuertes para calmarlos. Su ubicación
muchas calidades de dolor, algunas difíciles de identi- en epigastrio se observa en úlceras perforantes en
ficar e interpretar por tratarse de que el dolor es una el páncreas y en infiltraciones tumorales malig-
calidad subjetiva, sentida y expresada de distinto modo nas, entre otras enfermedades.
según cada enfermo. A continuación los tipos princi- e) Dolor agonizante o excruciante. La sensación es
pales: de algo superior a la resistencia psíquica del en-
fermo. Se produce por la intervención de un es-
a) Dolor quemante o ardoroso. Se identifica por el
pasmo arterial, recordando el mecanismo de los
paciente como dolor en brasa de candela, urente. dolores de los procesos coronarios o anginosos.
Entre las enfermedades que pueden causar este Se observa en algunos casos de cólico hepático
tipo de dolor a nivel de epigastrio debemos citar por litiasis biliar con intervención coledociana, en
las gastritis, en aquellos procesos que se acompa- la gangrena de la vesícula biliar y en la angina ab-
ñan de reflujo biliar al estómago. Esta sensación dominal.
quemante se produce también por el contacto del f) Dolor lancinante. Como expresa su nombre, es una
contenido intestinal irritante con la mucosa cólica sensación dolorosa de lancetazos, dolores bruscos
alterada; en la tiflitis y la tiflectasia con síndromes y agudos, afortunadamente de corta duración con
fermentativos. cierta fase de latencia. Se observa en los dolores
842
CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
por alteración nerviosa orgánica, como en la ta- nada. Los pujos constituyen un fenómeno espas-
bes, y en los cólicos de plomo, entre los ejemplos módico infructuoso, con sensación de cuerpo ex-
más típicos. traño. Ambos síntomas, pujos y tenesmo, están
g) Dolor fulgurante. Es muy rápido; corresponde a presentes en los procesos rectosigmoideos o
fenómenos espásticos bruscos. disentéricos de cualquier etiología.
h) Dolor constrictivo. Sensación de retracción, de 7. Modo de comienzo:
presión, como ocurre en los casos de neuralgias
parietoabdominales y en el herpes zoster. a) Dolor de comienzo brusco. Ocurre en la mayor
i) Dolor sordo. Es de baja intensidad, pero más o parte de los dolores abdominales agudos, por ejem-
menos constante, impreciso, en cuyos casos el plo, en la úlcera perforada, en la pancreatitis agu-
reflejo incitante, aunque permanente, es de actua- da, en las apendicitis y en cólico hepático. Las
ción pobre. Esto se observa en muchos casos de infecciones disentéricas graves, intoxicaciones
ptosis digestivas, y en algunos casos de gastritis. agudas, lesiones de tipo quirúrgico (perforación
j) Dolor pulsátil. Con sensación de latido; corres- intestinal, oclusión por estrangulación, entre otros)
ponde a la intervención de vasos de gran calibre, (fig. 57.12).
como se observa en los aneurismas y en el aortismo b) Dolor de comienzo lento. En la mayor parte de los
(padrejón) de muchos distónicos neurovegetativos. casos de úlceras gástricas y duodenales no com-
k )Dolor con tenesmo y pujo. El tenesmo consiste en plicadas y especialmente en las discinesias, el co-
una sensación de ardor y peso peritoneal, con ga- mienzo del dolor es más lento. Tal es el caso del
nas de defecar constante sin poder realizarla. Es síndrome del intestino irritable (fig. 57.13).
un deseo continuo y estéril. El enfermo defeca 8. Modo de calmarse. Hay dolores que se calman con la
primero una o varias veces y después se queda el ingestión de alimentos o de antiácidos, como ocurre
dolor en forma de tenesmo. O por el contrario (es con el llamado dolor epigástrico de hambre, corres-
común la asociación entre ambos síntomas), el pondiente a la mayor parte de las úlceras duodenales
enfermo percibe el dolor con pujos, sensación de de curso típico. El mecanismo de producción de esta
contracción involuntaria del recto sin excretar modalidad de dolor se explica casi siempre por la
843
PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
Apendicitis
Obstrucción intestinal baja
Infección del tracto
Hernia urinario inferior
existencia de una hipersecreción con hiperclorhidria, ten. Por ejemplo, en las perivisceritis se comprueba
y el alivio se logra al neutralizarse el exceso de acidez que el enfermo conoce la posición adecuada para
con la leche o una sustancia alcalina. Hay dolores que aliviar su dolor, lo que encuentra su explicación por
exigen la administración de un medicamento anties- la disminución de la tensión o estiramiento de los
pasmódico, lo que demuestra que son originados por plexos nerviosos por las bridas o adherencias. En
espasmo y mala evacuación; en estos casos el vómito las úlceras y colecistopatías no complicadas, no se
calma el dolor al desaparecer el espasmo. Citemos aprecia esta relación. En las ptosis gástricas vemos
como ejemplos, los dolores de las úlceras yuxtapilóricas también cómo el enfermo mejora de sus molestias
y de las colecistopatías, entre otras. Finalmente, hay dolorosas al acostarse en una cama con la pielera
dolores que exigen la medicación calmante, analgésica, levantada o al suspender el vientre con las manos o
como ocurre en los cólicos biliares, las perivisceritis, con una faja adecuada. Ya insistiremos acerca de la
posición, cuando tratemos, en el examen físico, el
los de participación medular, etc. En general, cuando
estudio de las maniobras y los signos relacionados
interviene el sistema cerebrospinal es casi siempre in-
con estos hechos.
dispensable la medicación analgésica, que puede lle-
10. Síntomas asociados. Es indispensable recoger para
gar hasta el bloqueo nervioso.
lelamente al dolor, los síntomas de íntima o simultá
El decúbito alivia el dolor de la dolicogastria, las lesio- nea presencia, pues ellos orientarán en el diagnósti-
nes del plexo solar y el síndrome de dumping (sín- co del dolor abdominal.
drome hiperosmótico yeyunal que se observa a veces Si el dolor epigástrico se presenta asociado al vómi-
después de la gastrectomía); en cambio, agrava o ini- to y a la hematemesis se puede pensar, con grandes
cia el dolor de la hernia hiatal, mientras que la posi- posibilidades, en la úlcera gástrica, en la úlcera
ción de pie y el caminar lo alivian. duodenal y en el cáncer. La presencia de vómito
9. Variación según los cambios de posición. Es de gran obliga a tener en cuenta procesos con mala evacua-
valor semiológico comprobar en la narración del en- ción gástrica o yuxtapilórica, y la asociación con
fermo cómo ellos observan la variación del dolor hematemesis hace pensar en procesos de alteración
(aumento o disminución) según la posición que adop- vascular o una discrasia sanguínea.
844
CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
La asociación del dolor a síntomas neurovegetativos, Para facilitar la mejor información en cuanto a la
como son palpitaciones, ansiedad, nerviosismo y periodicidad y ritmo del dolor epigástrico espe-
alteraciones vasomotoras, indica la posible presen- cialmente si la anamnesis espontánea no es sufi-
cia de discinesias psicovegetativas u hormono- ciente, veamos la forma habitual de nuestras pre-
vegetativas, como causa. guntas:
La asociación de una ictericia al dolor, conduce al ¿Qué tiempo hace que viene padeciendo de sus
planteamiento de procesos hepatobiliares. Si la ic-
dolores?
tericia ha seguido inmediatamente a un dolor de tipo
cólico hepático, se puede pensar con grandes posi- ¿A través de los años de su padecimiento, su dolor
bilidades en una litiasis biliar con participación del se le ha presentado continuamente o, por el con-
conducto colédoco. trario, se ha presentado por temporadas, alternan-
La constipación indica la existencia de una deten- do con períodos de completa calma?
ción en el tránsito fecal con hiperperistalsis de lu- ¿Cuándo tiene usted su crisis de dolor? ¿Durante
cha; se pensará en oclusión intestinal, por vólvulo, el día o por la noche?
invaginación, hernia estrangulada, tumores, como ¿Tiene su dolor relación con las comidas?
los principales ejemplos. Puede también existir una ¿Cómo le da el dolor a lo largo del día?
oclusión espástica transitoria.
Si hay diarrea asociada, indica la existencia de un VÓMITO
proceso inflamatorio, tóxico o infeccioso. Ejemplos,
la disentería amebiana, bacilar, la colitis ulcerativa y Este síntoma es el segundo en importancia de la tríada
la discinecia del colon. También existen tumores de los grandes síntomas o síntomas capitales del seg-
que producen dolor con diarrea asociada, como mento gastroduodenohepatobiliopancreático.
ocurre en muchos tumores del colon derecho.
Concepto
La melena y la enterorragia indican que el dolor es
producido por un proceso hemorragíparo, posible- El vómito o emesis debe definirse como la expulsión
mente ulceroso o tumoral, aunque sin excluir las rápida y fuerte del contenido gástrico al exterior, acom-
demás afecciones causantes de hemorragia; se se- pañada o no de náuseas y otros síntomas satélites. Esta
ñalan, por ejemplo, la trombosis mesentérica y la definición tiene por objeto incluir los dos tipos funda-
invaginación intestinal del niño. mentales de vómitos: el periférico y el central; el primero
Otros síntomas asociados pueden ser la distensión de carácter reflexógeno, y el segundo producido por la
abdominal, los borborigmos y la pirosis cólica, que
estimulación directa de los centros vomitivos.
tienen una significación muy amplia al asociarse al
dolor y plantean múltiples posibilidades. Se identifica el vómito periférico por la presencia del
síntoma náusea como fenómeno previo al vómito. En el
11. Curso. Este factor viene a resumir el conjunto de vómito central no se observan las náuseas, ni otros sín-
los diez factores estudiados previamente. De con- tomas satélites, limitándose el síntoma a la expulsión del
junto, podemos clasificar los dolores epigástricos contenido gástrico. No debe confundirse el vómito con
según sus caracteres semiográficos, en dos gran- la regurgitación gástrica, síntoma de tipo discinético.
des tipos: Se señalan por el vulgo los términos “arrojar” y “pro-
a) Dolores de curso regular. Tienen caracteres más vocar”, como equivalentes de vómito, y el término “ar-
o menos definidos y cierta precisión semiográfica, queadas”, como equivalente de náuseas.
que facilitan su identificación. Corresponde este El vómito tiene una gran importancia semiológica. Su
tipo, en general, a los procesos orgánicos. Los frecuencia es enorme y su valorización semiográfica es
caracteres propios de cada caso orientarán en el muy difícil por las innumerables causas que lo pueden
diagnóstico diferencial: úlcera, colecistopatía, producir.
perivisceritis, tumores, etcétera.
b) Dolores de curso irregular. En ellos no se pueden Semiogénesis o fisiopatología (fig. 57.14)
precisar sus caracteres y se hace casi imposible
la identificación de los diez factores señalados Vómito periférico
previamente. Estos dolores, de curso y evolu-
ción caprichosa en todo sentido, deben hacer pen- Se produce por la estimulación del llamado reflejo vo-
sar siempre en procesos psicovegetativos, hor- mitivo. Como en todo arco reflejo se deben distinguir las
monales, hasta esenciales o idiopáticos, ya que vías aferentes o centrípetas representadas fundamental-
su mecanismo de producción está lejos de ser mente por el vago y el simpático y, en un orden acceso-
definido y constante. rio, por los nervios vestibular, glosofaríngeo, óptico y
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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
olfatorio. Las vías eferentes o centrífugas están repre- sión intraabdominal. Esta presión, al actuar sobre la ca-
sentadas por los propios vago y simpático, así como por vidad superior del estómago (en perfecta relajación) de-
el nervio frénico, los espinales y los nervios craneales termina la expulsión de su contenido hacia arriba, el cual
que inervan la faringe, el velo del paladar y la epiglotis. sale por la boca al exterior. Como se ve, el estómago
Los centros vomitivos están situados en el bulbo y son desempeña un papel pasivo en este último proceso al actuar
vecinos del núcleo dorsal del vago. También se descri- fundamentalmente los factores de la musculatura
ben en otros puntos del suelo del cuarto ventrículo: surco extragástrica. En la observación fluoroscópica, raramente
cruciforme, cuerpos restiformes, tubérculos cuadrigéminos se detectó antiperistalsis del píloro hacia el antro.
y cuerpos estriados. Durante la expulsión del contenido gástrico, el esófa-
La destrucción de estos centros trae como consecuen- go se mantiene relajado, la glotis se cierra, las respiracio-
cia la pérdida de este reflejo, y su más pequeña excita- nes se inhiben, los cartílagos laríngeos se proyectan hacia
ción con apomorfina provoca vómito; estos hechos delante y se hacen rígidos. La faringe se amplía, el velo
experimentales comprueban la validez de esta localiza- del paladar se pliega hacia arriba evitando así que el ma-
ción. Cualquier estimulación a distintos niveles del siste- terial vomitado entre en la nasofaringe (fig. 57.15).
ma digestivo o fuera de él, conducida por las En el hombre, estos fenómenos ocurren de modo si-
milar, raramente se observa la antiperistalsis, que se es-
terminaciones vagosimpáticas, podrá desencadenar el
tablece solo en los casos de obstáculo intestinal
reflejo y causar el vómito periférico. De acuerdo con la
infragástrico, en los cuales refluye previamente el conte-
ley de la distancia de las espinas irritativas, tantas veces
nido intestinal (bilis o contenido yeyunoileal) al estómago
mencionada, se producirá más fácilmente el vómito en
y posteriormente sobreviene el vómito. Es interesante
los casos de espinas irritativas cercanas al estómago.
señalar también, según Hatcher y Weiss, el papel impor-
Vómito central tante que desempeña la relajación del cardias en la mayor
o menor facilidad de los distintos sujetos para vomitar.
En este tipo de vómito, el mecanismo de producción Todos estos fenómenos son coordinados por los cen-
se limita a la estimulación directa de los centros vomitivos tros vomitivos, influyendo marcadamente la condición
descritos, como ocurre en las lesiones orgánicas del sis- neurovegetativa del sujeto. El umbral del centro vomitivo
tema nervioso central que aumentan la presión intracraneal es propio de cada individuo, por lo que hay distinta reac-
(tumores, abscesos, meningitis, hemorragia meníngea, ción a un mismo estímulo, y unas personas vomitan con
etc.) o bien su estimulación a través de la sangre ocasio- mayor facilidad que otras.
nada por diversas sustancias de acción emetizante, ya Magendie comprobó el papel pasivo del estómago en
sean exógenas (ipecacuana, apomorfina) o endógenas el vómito provocando este síntoma experimentalmente
(uremia, acetonemia). en el animal, después de resecar el estómago y sustituirlo
En ocasiones el vómito se produce por influencias por una vejiga de agua. Gianuzzi comprueba el papel fun-
psíquicas (olor nauseabundo, sabor repugnante, etcétera). damental de la musculatura abdominal impidiendo el vó-
mito en un animal curarizado (parálisis muscular por el
Mecanismo íntimo del vaciamiento gástrico en el vómito curare).
Ha sido bien estudiado por Cannon, quien lo reprodujo
experimentalmente en el gato, provocándole un vómito Semiografía y semiodiagnóstico
central mediante la inyección de apomorfina. Este autor
observó una serie compleja de movimientos, que descri- Caracteres clínicos de los vómitos periférico y central
bió prolijamente como sigue: El vómito periférico se caracteriza por la expulsión
De comienzo, se observa la relajación de las porcio- del contenido gástrico acompañado de náuseas y marca-
nes altas del estómago, así como del cardias hasta su da sintomatología satélite. En el acto del vómito, el en-
cara esofágica. Esto es seguido por una o más ondas fermo experimenta una sensación desagradable, de gran
peristálticas profundas que pasan de la porción media o malestar, vértigos, ansiedad, vacuidad epigástrica con
cuerpo del estómago hacia la incisura angularis, a cuyo sudores fríos, taquicardia, arritmia respiratoria, lleván-
nivel terminan aparentemente o continúan muy débilmente dose a cabo las contracciones abdominales que determi-
hacia el píloro. Se forma entonces, una vigorosa con- nan la salida violenta, a través de la boca, del contenido
tracción a nivel de la incisura angularis que divide al estó- gástrico. El vómito puede ocurrir una o varias veces hasta
mago en dos cavidades impidiendo que el contenido vaciar el estómago, o aun persistir el fenómeno después
gástrico pase hacia abajo, al antro pilórico y al duodeno. de vaciado el mismo. Las náuseas, que preceden al vó-
A esto sobreviene una contracción fuerte del diafragma mito, pueden persistir y prolongarse durante cierto tiem-
y de los músculos abdominales con elevación de la pre- po con algidez y en ocasiones con lipotimia.
846
CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
Fascículo solitario
Músculos
de la faringe
y del velo Núcleo ambiguo
Fibras eferentes
Diafragma especiales “viscerales”
Estómago
Fibras eferentes
viscerales
Nervio
frénico
Nervio
intercostal
Nervio
de los músculos
abdominales
Fibra eferente
visceral
El vómito central se caracteriza por la expulsión del neurovegetativas y psicoendocrinas, etc. También se
contenido gástrico sin náuseas ni otra sintomatología observa en afecciones de otros sistemas y en la cinetosis
satélite relevante. El enfermo expulsa el contenido gástri- (mareo por el movimiento); esta relación se hace inter-
co en forma de “huso” o “proyectil” a veces de modo minable, ya que cualquier espina irritativa, a mayor o
más o menos insensible. menor distancia, puede producir un vómito reflejo o pe-
Hagamos una relación general que sirva de pauta, aun- riférico, siempre sujeto a la ley de la distancia.
que sea incompleta, de las principales enfermedades ca- El vómito central se puede observar por un mecanis-
paces de producir el vómito, de tipo periférico o de tipo mo de excitación central exógena: intoxicaciones por
central. emetina, apomorfina, tártaro emético, lobelina, etc. De
El vómito periférico, se puede observar principalmen- causa endógena, señalemos el vómito central de la
te en diversas digestivopatías: úlceras gástricas y hipertensión craneal con sus múltiples causas.
duodenales con alteración pilórica, colecistopatías, Como ocurre con todos los síntomas, la anotación
hepatopatía, pancreatopatías, gastroduodenitis, cuidadosa de sus caracteres particulares orienta
apendicitis, oclusión intestinal, discinesias digestivas marcadamente en el diagnóstico causal. Los factores más
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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
Glotis cerrada
Esófago dilatado
Cardias relajado
Hipersalivación
Diafragma se contrae
fuertemente
Contenido gástrico es
forzado hacia el esófago
y expulsado
Contracción enérgica
de la incisura angularis
Músculos abdominales
contraídos
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CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
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CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
5. Modo de comienzo. Podemos distinguir en la clínica, En fin, el análisis de los síntomas asociados ayudará
el vómito espontáneo, como ocurre en la mayor parte mucho a conocer la causa del vómito; se deben tener
de los casos en los cuales este síntoma se establece de en cuenta además, otros factores como los tóxicos
dicha manera. El vómito periférico o reflexógeno casi exógenos (emetina, etc.) o endógenos.
siempre es espontáneo y el vómito central siempre lo es. 8. Curso. En este epígrafe sintetizamos la valoración de
todos los factores estudiados previamente:
Distinguimos también el vómito provocado, en el cual
el paciente se introduce el dedo hasta la garganta o a) Un curso regular, definido, en un vómito con ca-
toma agua caliente bicarbonatada o algún emético. El racteres precisos, facilita la orientación del diag-
vómito provocado siempre es de tipo periférico y se nóstico, que corresponde generalmente a los pro-
observa en muchos casos de discinesia gástrica cesos de causa orgánica.
hiposténica, con sensación de gran retención de los b) Por el contrario, un vómito de curso irregular, ca-
alimentos (por parte del enfermo), que lo obliga a prichoso, variable, hace pensar en procesos fun-
provocarse el vómito. cionales generalmente de causa psicovegetativa.
6. Modo de calmarse. Este factor está relacionado ínti- HEMATEMESIS
mamente con el factor de intensidad que estudiamos
Es un síntoma de gran importancia dentro de la tríada
previamente.
gástrica, particularmente por el temor que infunde a los
A veces los vómitos se calman con facilidad al vaciar- enfermos y familiares, pues como dice un viejo refrán
se el contenido gástrico o cesar la acción refleja deter- español, sangre por la boca, ni mucha ni poca.
minante. Otras veces es difícil calmarlos, lo que no
implica necesariamente que haya organicidad o grave- Concepto
dad de la enfermedad que los causa. Se define como la expulsión de sangre por la boca,
7. Síntomas asociados. Un vómito asociado a: con todas las características de un vómito; esto es, pre-
cedida de náuseas. Es un verdadero vómito de sangre.
a) Dolor epigástrico y hematemesis. Cae dentro de la
semiografía de la tríada sintomática tantas veces Diagnóstico diferencial
citada: úlceras complicadas, tumores y otras Es necesario considerar que no toda expulsión de san-
gastropatías orgánicas. gre por la boca es una hematemesis, por ello es oportuno
b) Dolor solamente, al que calma en ocasiones. Hace diferenciarla de la:
pensar en úlceras pilorizadas, colecistopatías,
1. Estomatorragia o hemorragia producida en la propia
apendicitis, entre otras.
cavidad bucal. Bastará un rápido examen físico de la
c) Síntomas de otros sistemas. Hace pensar en las en-
boca para comprobar una estomatorragia y localizar
fermedades extradigestivas correspondientes: con
su origen.
cólico nefrítico en litiasis renal; con tos, en tuber-
culosis pulmonar; con disnea, en insuficiencia 2. Epistaxis, en este caso la hemorragia procede de las
cardiaca; con plexalgia y síntomas neurológicos, fosas nasales y puede expulsarse por la boca.
en la tabes; con migraña, en la hepatoalergia; con 3. Hemoptisis, síntoma netamente respiratorio, que con-
hipertensión y oliguria, en nefritis azotémica; etcé- siste en la expulsión de sangre por la boca, acompaña-
tera. da de tos y cosquilleo retrosternal. La sangre expulsa-
d) Rico cortejo sintomático de síntomas psicove- da es espumosa, aireada, rutilante y se acompaña de
getativos. Obliga a la búsqueda de distonías síntomas respiratorios, tanto antes de la hemorragia
neurovegetativas, psiconeurosis, psicopatías y como después.
endocrinopatías. Son enfermos que paralelamente En la hematemesis, la sangre expulsada como un vó-
al vómito, presentan palpitaciones, sudores, fogajes, mito puede ir acompañada de jugo gástrico o de restos
llanto, excitación nerviosa y otros síntomas de este de alimentos; es roja o negra y no es espumosa.
tipo. En algunas ocasiones, la sangre procedente de la na-
e) Cefalalgia, constipación y vómito en huso o pro- riz, de la boca, o de las vías respiratorias, es tragada
yectil. Obliga a pensar en las enfermedades pro- consciente o inconscientemente para ser posteriormente
ductoras del vómito central por hipertensión vomitada, entonces recibe el nombre de hematemesis
intracraneal; especialmente los tumores cerebrales. secundaria.
851
PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
Entre las hematemesis secundarias debemos conside- debida a ruptura de várices esofágicas secundarias
rar aquellas autoprovocadas por psicópatas y con fines a una hipertensión portal, a gastritis erosivas tóxi-
de simulación. Estos sujetos pueden producirse de modo cas o medicamentosas y por excepción, a ruptura
oculto sangrías y tragar la sangre para después tener una de un vaso esclerótico o aneurismático.
hematemesis. b) Mediana intensidad. Son las hematemesis de una
Finalmente, señalemos las falsas hematemesis, en cu- gastritis, por ejemplo.
yos casos se vomita una materia que puede confundirse c) Ligera intensidad. Este tipo de hematemesis, para-
con sangre, por ejemplo, remolacha, grosellas, vino rojo, dójicamente, a veces se observa en algunos tumo-
chorizos, fresas, etcétera. res malignos, ya que los benignos, por lo general
sangran con más abundancia. Recordaremos con
Semiogénesis o fisiopatología
Dieulafoy, que el cáncer gástrico casi nunca pro-
La hematemesis como cualquiera otra hemorragia tie- duce grandes hematemesis.
ne un sustrato patogénico predominante anatomopa-
2. Calidad. Se distinguen las hematemesis rojas y negras:
tológico, aunque también puede ser ocasionada por una
alteración fisiopatológica. Señalemos como semiogénesis a) Las rojas van unidas al carácter rutilante de la san-
fundamental las lesiones de los vasos: arterias, venas y gre vomitada, fenómeno brusco generalmente de-
capilares, que permiten la salida de la sangre con mayor pendiente de la masividad del sangramiento.
o menor intensidad. Las lesiones vasculares más comu- b) Las negras son más discretas o lentas en su pro-
nes son: la ruptura, la trombosis, la embolia, las ducción, por lo que permiten el ataque previo del
exulceraciones arteriales y venosas, así como otras alte- jugo gástrico.
raciones parietales del vaso: reblandecimiento, esclero-
La hematemesis roja se observa más bien en las
sis, aneurismas, etc. Es importante también recordar la
neoformación de vasos (angiomas). úlceras, y la negra en las gastritis, algunas neoplasias,
En otras ocasiones, por alteraciones funcionales se etc., pero esto debe considerarse en términos rela-
establecen cambios en la presión intravascular, como la tivos.
vasodilatación arterial y el estancamiento venoso, deter- 3. Síntomas asociados. Es un factor importante, pues
minados por diversas causas locales o generales que fa- orienta considerablemente en el diagnóstico de tipo
cilitan la ruptura o dilaceración de su pared y, por tanto, anamnésico. Así, cuando la hematemesis se asocia con:
la hemorragia. Finalmente, puede existir hemorragia por
alteración de cualquiera de los factores que intervienen a) Dolor epigástrico, periódico rítmico, calmado con
en la coagulación de la sangre, lo que constituye el sín- alimentos. Sugiere fuertemente el diagnóstico de una
drome patológico hemorragíparo de las discrasias san- úlcera.
guíneas. b) Vómito alimentario. Hace pensar en una posible
Es importante señalar que para que se produzca la lesión yuxtapilórica.
hematemesis debe asociarse la presencia de cierta canti- c) Antecedentes de alcohol o de íctero, trastornos in-
dad de sangre producida rápidamente con los fenóme- testinales y flatulencia. Sugiere enfermedades he-
nos motores del vómito provocados por la irritación de páticas.
la mucosa. Es evidente que si, por el contrario, el d) Dolor epigástrico atípico, síntomas dispépticos y
sangramiento es discreto y lento, la sangre derramada
pérdida de peso, en un sujeto sano anteriormente.
puede pasar al intestino, ser digerida y salir al exterior
por el ano en forma de melena, síntoma que estudiare- Hace suponer un cáncer.
mos en el capítulo de los síntomas intestinales. Pueden e) Sangramiento fácil de las encías, hematomas o
existir y ello es frecuente, ambos síntomas, hematemesis púrpuras en la piel. Sugiere trastornos de la coagu-
y melena. lación de la sangre.
f) Por el contrario, a veces la hematemesis sorprende
Semiografía y semiodiagnóstico a un enfermo, prácticamente sin antecedentes ni
Analizaremos los factores siguientes: otros síntomas asociados. A este tipo se le conoce
1. Intensidad. De acuerdo con la cantidad de sangre ex- con el nombre de hematemesis silente, y puede co-
pulsada podemos clasificar una hematemesis en in- rresponder a una úlcera de comienzo agudo, a una
tensa, mediana y ligera. hernia diafragmática, a un prolapso del píloro o a
a) Intensa o masiva. Generalmente obedece a una úl- un síndrome de hipertensión portal. Los tumores
cera por las circunstancias fisiopatológicas ya ex- benignos y las gastroduodenitis a veces producen
plicadas (lesiones de los vasos). También puede ser también hematemesis silente.
852
CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
PEQUEÑOS SÍNTOMAS O SÍNTOMAS al oír el médico los ruidos intensos que producen los
DISCINÉTICOS enfermos al expulsar el aire, lo que realizan con gran
satisfacción delante del médico para demostrar objetiva-
Al comienzo de este capítulo hicimos algunas considera- mente su padecimiento.
ciones generales en el estudio de conjunto de los llama- Semiogénesis o fisiopatología (fig. 57.16)
dos pequeños síntomas gástricos dispépticos o
discinéticos y también en los criterios clásicos que los Según hemos adelantado en el concepto, es evidente
agrupaban en hiperesténicos e hiposténicos según la cla- que en el fenómeno de tragar aire con una intensidad
sificación de Robin. patológica, el exceso de aire queda aprisionado, ya en la
Los agruparemos según el criterio clásico conside- porción inferior del esófago, ya en la cámara aérea del
rando que ofrece ciertas ventajas desde el punto de vista estómago, para ser expulsado inmediatamente después.
didáctico. Kantor señala la porción terminal del esófago como el
sitio adecuado para la acumulación del aire que el enfer-
SÍNTOMAS DISCINÉTICOS HIPERESTÉNICOS mo traga y que es eructado por retroperistalsis, y la re-
Ellos son: petición del fenómeno.
Álvarez habla de retroperistalsis o peristalsis reversiva
− Aerofagia y eructación aerofágica. a partir del cardias. El aire tragado se acumula también
− Regurgitación gástrica. en la cámara del estómago. Se supone que en dicha zona
se origina el reflejo fisiológico que controla la entrada y
− Eructación no aerofágica.
salida del aire atmosférico en determinadas circunstan-
− Ardor gástrico. cias, particularmente el lleno gástrico posprandial y des-
− Hipo. pués de la ingestión de bebidas o refrescos bicarbonatados.
Señalemos, sin embargo, que en ocasiones estos sín- Este fenómeno patológico puede obedecer a diversos
tomas pueden aparecer asociados a fenómenos factores fundamentales unidos: aumento de la presión de
hiposténicos. aire yuxtacardial acumulado; hiperreflexia vagal primaria
e hiperreflexia secundaria a una mucosa gástrica alterada
Aerofagia y eructación aerofágica actuando como espina irritativa. A partir de cualquiera
de estos fenómenos, o de la concurrencia de varios a la
Concepto vez, se establece la retroperistalsis y se origina el síntoma.
También puede producirse en estómagos hipotónicos
Se entiende por tal la deglución exagerada de aire at-
con mala evacuación, como un mecanismo de compen-
mosférico, de modo más o menos silencioso (aerofagia),
sación para favorecer el vaciamiento gástrico.
seguida de la expulsión del aire, de un modo ruidoso
La sialorrea que provoca una continua deglución con
(eructación aerofágica).
arrastre de aire, favorece marcadamente la producción
Como vemos, la aerofagia patológica produce casi
del síntoma que estudiamos.
siempre eructación, pero no toda eructación es de aire,
sino que existe también la expulsión de otros gases, lo Semiografía
que estudiaremos bajo el título de eructación no aerofágica. No es posible hacer el estudio detallado del valor
Debemos aceptar la aerofagia y eructación aerofágica semiológico de la aerofagia y eructación aerofágica por
ocasional, la que se realiza en un grado de intensidad sus caracteres particulares, sin embargo, pueden seña-
muy moderado, por lo general al terminar de comer. Es larse su carácter posprandial, más precoz que tardío; su
un fenómeno relativamente fisiológico, el cual en el or- carácter ruidoso, sonoro, intenso; así como su asocia-
den social debe ser considerado grosero, aunque en épo- ción a otros síntomas, especialmente a la plenitud gástrica
cas pretéritas era una señal de buen gusto en un invitado y a la regurgitación gástrica.
de cumplido, como prueba de complacencia ante el anfi-
trión. Citemos también la aerofagia y eructación Semiodiagnóstico
aerofágica fisiológica del lactante. Por tanto, este sínto- Las enfermedades que con más frecuencia dan lugar
ma lo podemos considerar como la exageración de un a este síntoma son las que producen sialorrea, por ejem-
fenómeno fisiológico o normal que ocasiona evidentes plo, los procesos patológicos de la boca y la nasofaringe
molestias a los pacientes que lo sufren. (estomatitis, nasofaringitis, afecciones dentarias).
Los enfermos hablan como sinonimia, de que “eructan” Con carácter preferente debemos mencionar la
o “erutan”, que “expulsan gases”, que “repiten”, que “de- aerofagia de los psiconeuróticos, de los ansiosos y de los
vuelven”, etc. En ocasiones, la identificación se facilita pacientes con hipertonía vagal, en quienes se establece
853
PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
1. 2.
Irritación El aire
o espasmos, deglutido
sensación provoca
de “gas” eructos Aire deglutido
ic o
pát
s im
l
de
es
nt
ere
Af
3. 4.
Acto de eructar Eructo con
Estómago
regurgitación
en cascada,
la acumulación
de contenido gástrico
por encima
del cardias provoca
Glotis cerrada regurgitación cuando
se produce eructo
Contracción
del diafragma
y de los músculos
torácicos
y abdominales
5.
Efecto
del bicarbonato
sódico
Eructo
Liberación
Bicarbonato de CO2
sódico por la interacción
del bicarbonato
Aire deglutido y el HCI gástrico
Espasmo
Irritación La ausencia
y espasmo de espasmo
resultante persiste
suprimido por después
neutralización del eructo
del ácido
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CAPÍTULO 57 SISTEMA DIGESTIVO. SÍNTOMAS DEL SEGMENTO GASTRODUODENOHEPATOBILIOPANCREÁTICO
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PROPEDÉUTICA CLÍNICA Y SEMIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN II
obstrucción prolongada del píloro con estancamiento de de hipersecreción e hiperclorhidria. La alergia local es un
los alimentos, como algunas perivisceritis, etc. En las factor importante.
duodenitis parasitarias por Giardia lamblia es frecuente El ardor gástrico puede ser posprandial precoz,
que los pacientes refieran este síntoma. posprandial tardío o presentarse también en ayunas.
En los casos de horario posprandial precoz se debe
Ardor gástrico pensar en gastritis severa, aunque en dicho momento aún
no hayan cifras altas de acidez.
Concepto La aparición posprandial tardía del ardor gástrico su-
Se define como la sensación de ardor o quemadura giere gastritis, pero en este caso la acidez, ya alta, es un
que experimentan algunos enfermos en su región factor determinante.
epigástrica sin alcanzar precisamente la sensación de En los casos de ardor gástrico en ayunas se piensa en
dolor. síndromes de hipersecreción permanente asociados a la
Esta sensación se identifica solo a nivel del estómago gastritis.
y no se desplaza en otro sentido; no debe confundirse Por excepción puede observarse el ardor gástrico en
con la pirosis. Puede observarse después de las comi- los casos de obstrucción pilórica acompañados de aci-
das, de modo precoz o tardío. Los enfermos hablan de dez de fermentación o putrefacción: úlceras o tumores
“ardor en el estómago”, de sensación como de “vinagre estenosantes del píloro.
en el estómago”.
Hipo
Semiogénesis o fisiopatología
El ardor gástrico obedece al contacto de un jugo gás- Concepto
trico hiperácido con una mucosa gástrica alterada, más Se define como la sensación molesta, a veces inso-
o menos inflamada. Digamos en seguida que una muco- portable, debida a las contracciones clónicas del
sa normal resiste el contacto de agentes mecánicos (va- diafragma, de mayor o menor intensidad. Se le conoce
rillas, otros cuerpos extraños, etc.), agentes físicos (calor, como término sinónimo el de singulto y su identificación
frío) y químicos (ácido clorhídrico), sin que el sujeto es bien fácil para el enfermo y el médico, por su evidente
humano perciba sensación desagradable, por lo cual se objetivación (movimiento brusco del abdomen superior).
habla en términos fisiológicos de la insensibilidad de la
mucosa gástrica. Se señala al alcohol, en cierta concen- Semiogénesis o fisiopatología
tración como la excepción a este postulado.
En su mecanismo íntimo se debe señalar la contrac-
En condiciones patológicas, o sea, cuando la mucosa
ción diafragmática más o menos rítmica con cierre de la
está inflamada, todo contacto es muy sensible y se origi-
glotis.
na este síntoma, el cual en los casos intensos va acom-
pañado de dolor urente o quemante, que estudiamos en Es un reflejo respiratorio debido a la contracción clónica
el epígrafe dedicado a la calidad del dolor epigástrico. del diafragma, que origina una inspiración brusca dando
Como hemos dicho, el factor más importante es la lugar a que el aire pase a través de un orificio glótico
hiperclorhidria, aunque se señala también la posibilidad estrechado, casi cerrado, produciendo un ruido caracte-
de que se produzca un exceso de ácidos de fermentación rístico. Cuando se suceden las contracciones diafrag-
y putrefacción en los casos excepcionales de retención máticas (únicas o en salvas) se produce el ataque o crisis
grosera alimentaria en el estómago. El factor psíquico de de hipo o singulto.
percepción es importante en la génesis e intensidad de Se trata de un tipo de reflejo muy similar al vómito. En
este síntoma, sin gran alteración de la mucosa, en los dicho arco reflejo existen vías aferentes o centrípetas,
casos de marcada hiperclorhidria en sujetos hipersensi- constituidas por los nervios neumogástrico, simpático y
tivos. frénico. Los centros se encuentran en el bulbo, vecinos
También puede haber ardor gástrico, con cifras bajas a los centros vomitivos, y las vías eferentes o centrífu-
de acidez y hasta con anaclorhidria, como también ocu- gas están constituidas por los frénicos, que inervan el
rre con la pirosis, en cuyo caso el fenómeno es más bien diafragma.
motor y produce una sensación subjetiva equivalente. El reflejo puede nacer de cualquier sitio, pero se pro-
duce más fácilmente siguiendo la ley de la distancia de
Semiografía y semiodiagnóstico
las espinas irritativas tantas veces enunciadas, a partir
Como enfermedad típicamente productora de ardor del diafragma y su vecindad. La irritación vagal y del
gástrico, señalemos las gastritis, especialmente la de tipo frénico son factores importantes.
crónico y superficial, en cuyo caso las circunstancias Una ojeada retrospectiva en este libro nos comproba-
patogénicas son las ideales, sobre todo si se acompañan rá la similitud patogénica del hipo y del vómito. Debe
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desfallecimiento, de vacuidad, “como si se le fuese a uno en los procesos laberínticos; con cefalalgia, en la migra-
la vida”. A veces la náusea se asocia a alteraciones circu- ña; con hipertensión, en las nefritis, etc. También debe-
latorias, fogajes, palpitaciones, mareos, sudores, etc. Los mos señalar la náusea del embarazo.
enfermos emplean como sinónimos, los términos de: ar-
queada, fatiga, ganas de arrojar, etcétera. Salto epigástrico
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