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Andrea Fernández Fernández

Libro de Prácticas de Historia Económica

ÍNDICE:

- PRÁ CTICA 1. A Revolució n agrícola e a Revolució n industrial.


- PRÁ CTICA 2. Breve historia del capitalismo.
- PRÁ CTICA 3. Titorías individualizadas.

DIARIO DE CLASE. CLASES TEÓ RICAS.

21-09-2020. Clase teoría.


Primeiro día de historia econó mica cursada por Rafael, onde nos
explicou como iba ser o curso tan atípico este ano. Despois dunha larga
presentació n nos explicou por encima o primeiro tema que foi a
Revolució n agrícola e industrial.

23-09-2020. Clase teoría.


Nesta segunda clase, Rafael nos explicou o funcionamento da
aplicació n Moovi, que será a que utilizaremos durante todo o curso
para todos os contidos da materia. Comezou explicando o primeiro
tema e por ú ltimo informounos dun proxecto da biblioteca chamado
“In Formate”, este é un traballo voluntario que Rafael puntuará
favorablemente a final do curso.

28-09-2020. Clase teoría.


Comezou onde habíamos quedado o día anterior que foi o papel de
Europa na economía mundial dende o ano 1000, logo continou cas
sociedades preindustriais e esinounos a ver estas economías dende o
punto de vista da oferta e tamén da demanda.

30-09-2020. Clase teoría.


Outro día maís, onde o profesor rematou as sociedades preindustriaise
fixo un inciso nesta clase teó rica xa que foi má is ben prá ctica onde
explicou o Produto Interior Bruto, cada un de nó s dimos a nosa
explicació n. Nesta clase tamén nos fixo un pequeñ o repaso de como iba
ser as prá cticas deste curso e de como as iba avaliar.

07-10-2020. Clase teoría.


Nesta clase comezou explicando a economía europea dos s.XI e s.XV,
introduciu o tem a e logo foi explicando má is concretamente punto por
punto para facilitarnos a nosa aprendizaxe, puxo tamén unhas
diapositivas que serviu de guía para nó s. Por ú ltimo, despois da
economía europea, explicou as letras de cambio e a aparició n da banca.

14-10-2020. Clase teoría.


Hoxe continuo onde á ú ltima clase e seguiu o tema explicando a
economía na época do mercantilismo e a expansió n occidental nos
s.XVI e s.XVIII. Foi explicando todo isto mediante diapositivas e
exemplos como sempre para facilitar a nosa comprensió n. Fixo unha
explicació n longa da expansió n europea e con iso rematou a clase.

21-10-2020. Clase teoría.


Neste día a clase comezou un pouco tarde por problemas co campus
remoto, e logo Rafael continuo coa clase facendo un pequenoresume do
que había explicado na clase anterior e coninuo ca expansió n europea
seguindo concretamente todos os puntos e continuou ca hexemonía
holandesa e britá nica do s.XVII-s.XVIII.
28-10-2020. Clase teoría.
A clase comezouna seguindo a ú ltima explicació n e continou cos
principais sectores na industria, onde puxo moitos exemplos e foi
explicando mediante diapositivas como sempre. Continuo ca
organizació n da produció n en Españ a e rematou ca agricultura en
Inglaterra.

DIARIO DE CLASE. CLASES PRÁ CTICAS.

23-10-2020. Clase Práctica 1.


Hoxe foi a primeira clase prá ctica onde Rafael tivo problemas técnicos
co campus remoto e por iso empezamos má is tarde a clase, onde
correximos a prá ctica 1 das preguntas da revolució n industrial e
agrícola, cada un foi lendo as sú as preguntas e logo íbamos
comentando cada resposta.

30-10-2020. Clase Práctica 2.


Segunda prá ctica, tocoume virtual e non puiden conectarme por
problemas de conexió n, pero polo que me dixeron os meus
compañ eiros correxiron a prá ctica dú as onde había que facer un breve
ensayo do texto de Ha-Joong Chang.

Prá cticas

- PRÁ CTICA 1. A Revolució n agrícola e a Revolució n industrial.


Guía para la lectura. Cuestiones fundamentales.
Carlo M. Cipolla (1989), Historia económica de la población mundial, Barcelona, Crítica,
Capítulos 1 e 2.

1. ¿En qué consiste la Revolución agrícola o neolítica?: 1) Cuando se produjo?; 2) ¿Dónde se


produjo?: a) ¿un solo foco?; b) ¿varios focos independientes?.

La revolución neolítica, hace referencia a la transformación económica mundial en la que se


pasa de ser una economía centrada exclusivamente en la rapiña, a ser una economía basada
en la agricultura y en la gandería (es decir, se pasa de substraer alimentos directamente de la
naturaleza a producirlos).
La revolución agrícola nace en el 10000 a.C, pero la fase Neolítica dura desde el 7000 hasta el
5500 a.C, aproximadamente, los primeros asentamientos se sitúan en el sudoeste asiático,
lugar donde los cambios ecológicos propiciaron a que el hombre se centrara en determinadas
especies como fuentes de alimentos.
Aunque cabe afirmar que estos asentamientos no se centraron en una zona determinada sino
que están muy dispersos. Por ejemplo en el oriente medio se encontraronresto en Jarmo, Iraq,
Palestina, también en la meseta de anatolia e incluso en America. Los científicos afirman que la
revolución agrariase propago de forma gradual por todo el mundo. Aunque es muy difícil
determinar su origen ya que también pudieron ser focos independientes que consiguieron
desarrollarse individualmente.

2. ¿La revolución industrial dónde surge? ¿A dónde y cuándo se difunde? ¿Qué cambios
genera en los sectores productivos?

La revolución industrial surgió en Inglaterra en el XVII, a partir de aquí esta se propagó por
todo el mundo. En 1850 ya se había penetrado en Bélgica, Francia, Alemania y los Estados
Unidos, en 1990 llegó al norte de Italia a Suecia, Japón y en 1950 logró llegar a India, América
del Sur, China y África. Esta introducía un conjunto de cambios en la estructura general de toda
la sociedad que hacían que la industria fuese el sector productivo dominante.

O3. ¿Qué es una revolución? ¿Cuándo cable hablar de revolución económica? ¿Es un
acontecimiento (un hecho aislado en un momento determinado) o es un proceso? ¿Qué
consecuencias tiene una revolución económica?
La revolución es el resultado de los cambios culturales, económicos y sociales a lo largo del
tiempo que provocaron brechas profundas en la continuidad del proceso histórico. La
revolución económica se entiende como aquella revolución que afecta a la economía y
provoca un conjunto de cambios drásticos en la forma de producir, distribuir y consumir
bienes.

4. ¿Se pueden definir las dos revoluciones (agrícola e industrial) como revoluciones
energéticas? (dicho de otro modo: ¿aumentaron estas dos revoluciones la cantidad de de
energía total a disposición de la especie humana? ¿Qué convertidor energético usa cada una
de estas dos revoluciones?

Sí, ya que a partir de las revoluciones se aumentó y se controló la disponibilidad de la energía,


como también se descubrieron nuevas fuentes de energía, todo en su conjunto permitió un
cambio considerable de la cantidad de energía a disposición del hombre.
Los principales convertidores energéticos serán las plantas y los animales (convertidores
biológicos) y los convertidores inanimados propios de la revolución industrial (la máquina de
vapor, los motores de petróleo, la lámpara incandescente…)

5. ¿Cómo se puede definir la revolución agrícola desde el punto de vista energético? ¿Cuáles
fueron sus "principales consecuencias"?

Es definida como el proceso por medio del cual el hombre llegó a controlar, aumentar y
mejorar la disponibilidad de plantas y animales. Originando el mayor crecimiento de la
población en su época, un aumento del número de descubrimientos e innovaciones y un
aumento en el control del hombre sobre las fuentes de energía.

6. Citar los "descubrimientos e innovaciones" principales que "aumentaron el control


humano sobre las fuentes de energía" en los diez milenios que, aproximadamente, separan
el principio de la revolución agrícola de la revolución industrial. (Se trata de los
descubrimientos o adelantos que, de acuerdo con el análisis de Cipolla, "aumentaron la
eficiencia con que el hombre aprovechaba la energía de sus propios músculos, así como la de
los convertidores vegetales y animales" (51)

Los adelantos más importantes fueron la domesticación de animales (destaca la del toro y del
caballo), mejora por medio de la hibridación, difusión de nuevas especies en áreas geográficas
más extensas y climatizaron las ya domesticadas.
Se inventaron herramientas y técnicas tales como el martillo, las tenazas, la sierra, el torno de
alferro, el telar, la prensa, los diversos tipos de engranajes, la palanca, el tornillo, la cuña, la
polea y la capacidad para poder almacenar los cereales.
La adopción y difusión del hierro y los metales, se descubrió la rueda, la técnica de los arreos,
la herradura, la capacidad para enganchar carros y arados a bueyes y caballos y por último la
aparición del molino de agua el de viento y la barca de vela como nuevos convertidores de
energía.

7. ¿Qué otros tres "convertidores nuevos", aparecidos desde la revolución agrícola hasta la
revolución industrial, permitieron a la humanidad aprovechar la energía del agua y del
viento, y por qué Cipolla considera que tuvieron un papel secundario –respecto a los
principales convertidores energéticos de la revolución agrícola-?.

Según Cipolla esto se debe, ya que hasta la Edad Media el hombre no utilizo plenamente el
molino y aun así sus características técnicas le privaban de ciertas áeas geográficas y
determinados sectores de la economía. Como también la vela tenía un carácter
complementario, debido principalmente por razones técnicas y defensivas.

8. ¿Era alta la disponibilidad de energía per cápita en las sociedades agrícolas?; ¿aumentó a
largo plazo? ¿existían límites a esa disposición y crecimiento de la energía y, de haberlos, de
donde procedían?.

En términos generales los niveles per cápita en las sociedades agrícolas eran bastante bajos,
aunque estos fueron aumentando a lo largo del tiempo nunca llegaron a los niveles de la
revolución industrial. Al ser la energía dotada principalmente a partir de los animales y plantas
esta depende principalmente del factor de tierra, por ello podemos razonar que el máximo de
energía disponible dependerá de la disponibilidad de tierrras.

9. ¿Cómo se puede definir la revolución industrial desde el punto de vista energético? ¿Cuál
es el convertidor energético de la revolución industrial? ¿Por qué el carbón fue "un elemento
estratégico en la aparición y difusión de la civilización industrial"?

Es el proceso que permitió la explotación a gran escala de nuevas fuentes de energía por
medio de convertidores inanimados. El más importante fue la máquina de vapor, gracias a ella
el carbón se convirtió en el protagonista de la era industrial, en una materia fundamental para
el avance económico, que permitió el desarrollo de la maquinaria y el crecimiento económico
industrial.

10. ¿Por qué Cipolla habla de la puesta en marcha, con la revolución industrial, "de una
interacción acumulativa" entre "energía disponible" y "crecimiento económico"
Ya que la excedencia de energía estimuló el crecimiento económico que este a su vez propulsó
la educación y la investigación, que permitieron el desarrollo de nuevas fuentes de energía.

11. ¿Existe relación entre elevado consumo energético per cápita y productividad del
trabajo? (justificar la respuesta).

Sí, ya que el consumo per cápita no solo indica únicamente la energía para el consumo sino
también la energía usada en la producción, por consiguiente si se dispone de más energía por
trabajador mayor será la productividad de la mano de obra.

12. ¿Qué quiere decir que la "al introducir la explotación a gran escala de nuevas fuentes de
energía, la Revolución industrial cambió dramáticamente las pautas del presupuesto
energético de las sociedades humanas"?

Pues que debido a la aparición de las nuevas fuentes inanimadas que pseen mayor
disponibilidad respeto a las antiguas fuentes (plantas y animales), los límites de disponibilidad
de energía fueron aplazados.

13. ¿Cuál es la "base esencial" de la revolución industrial (en el siglo XIX y gran parte del XX)
desde el punto de vista energético y qué retos plantea en el último cuarto del siglo XX
(consecuencias energéticas y medioambientales de la revolución industrial).

La base esencial de la revolución industrial ha sido la explotación de la energía inanimada


procedente de fuentes irremplazables, lo que provocó el derroche de dichas fuentes (que
desaparecerán en un futuro no muy lejano). La explotación de estas provoco durante mucho
tiempo la destrucción del medioambiente a cantidades impensables en periodos anteriores.
Por ello la sociedad se plantea como tenemos que substituir las fuentes irremplazables por
fuentes renovables sin tener que verse reducida la dotación de energía o afectado el
medioambiente.

- PRÁ CTICA 2. Breve historia del capitalismo.


-La economía es demasiado importante para dejarla en manos de los economistas. Por eso, en
esta irreverente introducción, Ha-Joon Chang presenta las distintas teorías económicas con las
fortalezas y las debilidades de cada una, y explica porqué no hay una sola manera de explicar
el comportamiento de la economía. El prestigioso economista de Cambridge desmonta los
tópicos existentes y expone la diversidad de fuerzas que juegan un papel en la economía. Así
nos otorga las herramientas necesarias para entender un mundo cada vez más global e
interconectado que a menudo obedece los dictados económicos. Desde el futuro del euro, la
desigualdad en China o el estado de la industria americana, «Economía para el 99% de la
población» es una guía concisa y amena a los fundamentos económicos que ofrece un retrato
claro y completo de la economía global y de cómo influye en nuestra vida cotidiana.-
El texto de Ha-Joon Chang que se publica en este número de Ensayos de Economía describe
una historia del libre comercio que no es la que a menudo respalda el ideario hasta hace poco
predominante en la economía académica y en el llamado consenso de Washington. Según ese
ideario, lo mejor que pueden hacer los países en desarrollo es eliminar las barreras
arancelarias, abrirse al mercado mundial y favorecer la actividad económica que generará
riqueza y puestos de trabajo. El texto de Ho- Joon Chang tiene ya algunos años fue presentado
en una conferencia en 2003— pero hasta ahora no había sido publicado formalmente en
castellano. Por otra parte, constituye lo que podría considerarse el punto de partida de obras
posteriores del economista surcoreano, por ejemplo su libro Bad Samaritans, que fue
publicado en 2008, y cuyo subtítulo sería en castellano “El mito del libre comercio y la historia
secreta del capitalismo”. En el resto de esta nota se comenta el ensayo de Chang a la vez que
se hacen algunas reflexiones sobre el libro de Michael Spence, La convergencia inevitable que,
como se explicará, podría considerarse una versión actualizada del consenso de Washington.
La idea clave del ensayo de Chang es que los países que hoy se consideran desarrollados
usaron en épocas pasadas el proteccionismo para defender su industria naciente. Cuando
pasaron a predicar las virtudes del libre comercio fue cuando se hallaban ya en una situación
en la que eran capaces de competir en el mercado mundial con otros países que habían
avanzado antes en el desarrollo industrial. Así, EE. UU. tuvo una larga época proteccionista
bajo los auspicios de Alexander Hamilton, primer Secretario del Tesoro (1789-1795) que ya
antes que el economista alemán Friedrich List defendió la idea de que un país ha de proteger
mediante los métodos que haga falta su industria naciente.
El propósito de Chang es obviamente desvelar una “historia secreta” del capitalismo que no se
cuenta al hacer las loas habituales al libre comercio. Sin embargo, esa historia secreta para
quienes solo hayan oído la sinfonía de los economistas de la ortodoxia, no es tan secreta para
quienes estén al tanto de las corrientes económicas heterodoxas. Los críticos tempranos del
capitalismo como Sismondi y Marx, rechazaron la idea, derivada de los postulados ricardianos
de la ventaja comparativa, según la cual del libre comercio “los países” obtienen ventajas y
beneficios cualesquiera que sea su nivel de desarrollo originario.
En un congreso sobre el libre comercio que tuvo lugar en Bruselas en 1848, Marx declaró que
el sistema proteccionista había sido “un medio artificial de los fabricantes para expropiar a los
trabajadores independientes, capitalizar los medios nacionales de producción y de subsistencia
y acortar a la fuerza la transición de la Edad Media al modo moderno de producción”. Marx
veía en el proteccionismo, desde sus orígenes en el siglo XVII hasta bien entrado el siglo XIX, la
política normal de los estados de Europa occidental. Bajo el proteccionismo se desarrolló la
industria moderna en Inglaterra durante el último tercio del siglo XVIII. Por si la protección
arancelaria no hubiera sido suficiente, las guerras contra la Revolución Francesa ayudaron a
asegurar a Inglaterra el monopolio de los nuevos métodos industriales. Fue la época en la que
la marina británica mantuvo a los rivales industriales de Inglaterra aislados de sus respectivos
mercados coloniales, a la vez que abría a la fuerza esos mercados al comercio inglés. Para Marx
la secesión de las colonias de América del Sur de sus metrópolis europeas, la conquista inglesa
de todas las colonias francesas y holandesas valiosas y el sometimiento progresivo de la India,
fueron los medios para que esos inmensos territorios se convirtieran en mercado de los
productos ingleses. Inglaterra complementó la protección que practicaba en su mercado
doméstico con el Tratado de Libre Comercio que impuso a sus potenciales clientes en el
extranjero. Y gracias a esa feliz mezcla de ambos sistemas, al final de las guerras napoleónicas,
Inglaterra estuvo en posesión del monopolio virtual del comercio mundial en todas las ramas
importantes de la industria. La protección del mercado doméstico, decía Marx, era innecesaria
para los exportadores ingleses que apostaban a la expansión de sus mercados para vencer a
sus rivales extranjeros.
Pero era provechosa para los productores de alimentos y otras materias primas, para los
intereses agrícolas, que bajo las circunstancias existentes en Inglaterra, eran los rentistas, la
aristocracia terrateniente. Y ese tipo de protección era perjudicial para los fabricantes de
productos industriales. Al encarecer las materias primas subía el precio de los artículos
manufacturados con ellas, al gravar los alimentos, el proteccionismo hacía aumentar los
salarios y ambas cosas colocaban el fabricante británico en desventaja en comparación con su
competidor extranjero. Y como todos los demás países exportaban a Inglaterra sobre todo
productos agrícolas e importaban bienes manufacturados ingleses, la abolición de las barreras
que protegían los cereales y materias primas producidos en Inglaterra era al tiempo un
llamamiento para que los otros países suprimieran los aranceles de importación de las
manufacturas inglesas, o al menos los redujeran. En una pugna que duró muchas décadas los
capitalistas industriales ingleses se convirtieron en clase dominante de la nación, venciendo
finalmente la resistencia de la aristocracia terrateniente, que tuvo que aceptar que se aboliera
la protección para los cereales y otros productos básicos. El libre comercio se convirtió así,
decía Marx, en el nuevo evangelio al que había que convertir a los demás países, de forma que
Inglaterra fuera el centro de la producción, con los demás países convertidos en sus distritos
agrícolas independientes.
Fue esa la época del Congreso de Bruselas, en el que Marx presentó su discurso sobre el libre
comercio. Ahí Marx aceptó que bajo ciertas circunstancias el proteccionismo todavía podía
brindar una ventaja para los capitalistas industriales, por ejemplo en la Alemania de 1847.
Afirmó también que el libre comercio no era la panacea que se había proclamado para los
males de las clases trabajadoras, y que podía incluso agravar esos males. De todas formas,
Marx se pronunció en última instancia y en principio a favor del libre comercio, ya que este
sería la condición normal de la producción capitalista moderna. Marx llegaba a esa conclusión
partiendo de la base de que los males fundamentales de los asalariados bajo el capitalismo no
se resolverían mediante reformas. Lo necesario era una revolución social liberadora de las
fuerzas productivas, que rompiera los grilletes de un orden social anticuado y sacara a los
verdaderos productores, la gran masa del pueblo, de la esclavitud asalariada. Y como el libre
comercio libre es la atmósfera natural y normal para esa evolución histórica, el medio en el
que las condiciones para la revolución social inevitable se crearán lo antes posible, por esa
razón y solo por ella, Marx se declaraba a favor del libre comercio. Cuarenta años después, en
1888, comentando el discurso “librecambista” del ya fallecido Marx, Federico Engels escribía
que el proteccionismo es, en el mejor de los casos, un cuento de nunca acabar, ya que nunca
se puede asegurar qué se ha conseguido realmente
con esa política que, al proteger una industria, directa o indirectamente daña a las demás,
generando por tanto la necesidad de protegerlas también. Ese círculo vicioso puede llegar a
mantenerse indefinidamente. Engels comentaba cómo EE. UU. ofrecía un ejemplo notable de
la mejor manera de matar a una industria importante mediante el proteccionismo.
En 1856 el total de importaciones y exportaciones por vía marítima de EE. UU. ascendió a 642
millones de dólares, cantidad de la que 75,2% se había transportado en buques
estadounidenses y el resto en buques extranjeros. Los vapores británicos ya estaban entonces
desplazando a los veleros norteamericanos, pero todavía en 1860, de un comercio marítimo
total de 762 millones, los buques estadounidenses habían transportado 66,5% de esa carga. La
Guerra Civil que comenzó en 1861 llevó al proteccionismo de la construcción naval
estadounidense y esta política fue “tan exitosa” que casi dejó de verse del todo la bandera de
barras y estrellas en alta mar. En 1887, el comercio marítimo de EE. UU. ascendió a 1409
millones de dólares, total del que solo 13,8% fue transportado por buques estadounidenses.
En 1856 las mercancías transportadas por barcos estadounidenses totalizaron 482 millones; en
1860, 507 millones; en 1887, solo 194 millones. El transporte marítimo estadounidense que
había sido el rival más peligroso del británico y prometía superarlo, se convirtió así en nada. La
conclusión de Engels era que la protección de la construcción naval en EE. UU. había causado
la muerte de la industria del transporte marítimo y de la construcción naval. Para el amigo y
colaborador de Marx, a finales del siglo XIX ya no había condiciones para que un país fuera
capaz de pasar del proteccionismo al libre comercio en todas o casi todas las ramas
industriales a la vez, de forma que sus productos pudieran desafiar en todos los ámbitos a la
competencia extranjera en el mercado libre. La necesidad de abrirse al comercio se hace
evidente en momentos diferentes en los distintos sectores industriales y de los intereses en
conflicto, decía Engels. Surgen así las más complicadas disputas, intrigas y conspiraciones en
los pasillos y vestíbulos parlamentarios. A primera vista esa descripción parece también
apropiada para las complicadas negociaciones del último medio siglo, que tras el hundimiento
del comercio mundial —primero durante la Gran Depresión de los años treinta, luego durante
la segunda guerra mundial— llevaron a los sucesivos acuerdos del GATT y luego, en 1995, a la
constitución de la Organización Mundial del Comercio. Desde 2001 la OMC está empantanada
en la ronda de Doha, cuyo supuesto objetivo es liberalizar en mayor medida el comercio
mundial, sobre todo el de productos agrícolas. La ronda está en una situación de impasse que
ha llevado a algunos analistas a sugerir que quizás sería mejor dejar morir esa ronda de Doha,
que solo desprestigia a los negociadores, y empezar otra vez desde cero.

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