You are on page 1of 9

Psicoterapia psicoanalítica con adolescentes:

posibilidades y riesgos
María Teresa Díez Grieser1

RESUMEN
Psicoterapia psicoanalítica con adolescentes: posibilidades y riesgos. El artículo propone una reflexión entor-
no al trabajo psicoterapéutico con adolescentes. Para que las terapias psicoanalíticas sean efectivas y no tengan
consecuencias negativas, es necesario desarrollar y mantener una actitud abierta que tenga en cuenta las nece-
sidades y los recursos de los adolescentes y responda con flexibilidad y creatividad a sus reacciones. La pers-
pectiva y técnica de la mentalización ayuda a entrar en contacto con los mundos interiores de los adolescentes
y a conectarlos con el mundo exterior y sus exigencias. La presentación y discusión de dos viñetas ilustra los
conceptos teóricos y muestra el trabajo terapéutico de forma concreta. Palabras clave: terapia psicoanalítica,
adolescentes, adaptaciones técnicas, mentalización.

ABSTRACT
Psychoanalytic psychotherapy with adolescents: possibilities and risks. The article proposes a reflection on
psychotherapeutic work with adolescents. To make psychoanalytic therapies effective and without negative
consequences, it is necessary to develop and maintain an open attitude that takes into account the needs and
resources of adolescents and responds with flexibility and creativity to their reactions. The perspective and te-
chnique of mentalization helps to make contact with the inner worlds of adolescents and to connect them with
the outside world and its demands. The presentation and discussion of two vignettes illustrates the theoretical
concepts and shows the therapeutic work in a concrete way. Keywords: psychoanalytical therapy, adolescents,
technique adaptations, mentalization.

RESUM
Psicoteràpia psicoanalítica amb adolescents: possibilitats i riscos. L’article proposa una reflexió entorn el treball
psicoterapèutic amb adolescents. Perquè les teràpies psicoanalítiques siguin efectives i no tinguin conseqüèn-
cies negatives, és necessari desenvolupar i mantenir una actitud oberta que tingui en compte les necessitats i els
recursos dels adolescents i respongui amb flexibilitata i creativitat a les seves reaccions. La perspectiva i tècnica
de la mentalització ajuda a entrar en contacte amb els móns interiors dels adolescents i a connectar-los amb el
món exterior i les seves exigències. La presentació i discussió de dues vinyetes il·lustra els conceptes teòrics i
mostra el treball terapèutica de forma concreta. Paraules clau: teràpia psicoanalítica, adolescents, adaptacions
tècniques, mentalització.

Introducción sos y fantasías, así como la fragilización del yo


frente a los envites provenientes del desarrollo
La psicoterapia con adolescentes ha sido un hormonal y del ello parecían implicar una con-
tema controvertido en la historia del psicoaná- traindicación para terapias psicoanalíticas.
lisis. Hasta el final de los años 90, se encontra- Mirando atrás y con el conocimiento que los
ban posiciones critícas sobre las posibilidades resultados de la investigación psicoterapéuti-
de tratar problemas psíquicos de los adolescen- ca y conceptual nos han puesto a disposición,
tes con técnicas psicoanalíticas y la búsqueda hoy podemos señalar que - teniendo en cuen-
de adaptaciones para atenderlos es un camino ta la actitud y la técnica de los psicoterapeutas
de largo recorrido. La tendencia a actuar impul- psicoanalíticos hasta hace aproximadamente

Psicóloga, Psicoterapeuta y Psicoanalista (Zürich, Suiza). Contacto: mtdiez@bluewin.ch


1

Recibido: 14/1/20 - Aceptado: 6/7/20

Psicopatol. salud ment. 2020, 36, 77-85 77


Psicoterapia psicoanalítica con adolescentes: posibilidades y riesgos

tres decadas referente a las interpretaciones tratamiento es positivo o negativo.


(Deutungen) - los problemas mencionados no Existen una serie de trabajos que tematizan
tan solo no se debían únicamente a la situación los efectos secundarios, que hay que diferen-
del adolescente, si no también, y quizás incluso ciar de fallos o errores de terapia (interrupcio-
podamos decir sobretodo, eran y son “iatrogé- nes, recaídas, falta de respuesta al tratamiento).
nicos”. Utilizando un término que actualmente Además, hay que tener en cuenta que existen
empieza a formar parte de la discusión de los una serie de enfermedades y situaciones que
efectos de las psicoterapias: las psicoterapias son resistentes a las terapias o que conllevan un
tienen efectos secundarios o incluso negativos. empeoramiento que no está relacionado ni con
Esta temática fue lanzada en el ámbito germá- la terapia, ni con el terapeuta. Wampold (2010)
nico por Märtens y Petzold en 2002 con el libro clasifica los efectos negativos terapéuticos de la
Daños terapéuticos: Riesgos y efectos secunda- siguiente forma:
rios de la psicoterapia. En la actualidad, el libro • Misapplied: terapias no aplicadas correcta-
de Bernhard Strauss (2016) hace una recopila- mente
ción referente al tema de los efectos negativos • Mistakes (errores): falta de focalización, falta
de la psicoterapia. de empatía, intrusividad
Desde hace más de una década, disponemos • Malpractice (malas prácticas): abuso o instru-
de suficientes investigaciones que demuestran mentalización del paciente
que la psicoterapia psicoanalítica es efectiva; • Unrepaired: repetición de relaciones proble-
efectiva para adultos, efectiva para niños, efec- máticas en la relación terapéutica a raíz de
tiva para adolescentes y efectiva para un gran rupturas dentro de esta.
número de problemas y patologías en todas las Más allá de estas reflexiones, está el hecho de
edades (Leichsenring y Rabung, 2008; Maat, que en las terapias los pacientes tienen que ha-
Jonghe, Schoevers y Dekker, 2009; Windaus, blar de sentimientos, de su insuficencia, de su
2005). Es decir, que hemos dejado atrás la fase incapacidad de gestionar situaciones y emocio-
en la cual teníamos que demostrar a la comu- nes y de experiencias negativas. Y es un hecho
nidad científica y a los terapeutas de las dife- conocido que pensar y hablar sobre estos as-
rentes escuelas que la psicoterapia psicoanaliti- pectos negativos a menudo no sólo puede pro-
ca funciona. Lo cual nos permite empezar a ver ducir malestar, si no incluso puede llegar a tener
dónde están los límites de este método o, como la calidad de intrusión. A raíz de este fenómeno,
decía antes, incluso la parte negativa. Está claro podemos afirmar que no existe ninguna inter-
que toda terapia tiene efectos secundarios más vención psicoterapéutica que no tenga efectos
o menos deseados y que estos efectos tenemos secundarios negativos.
que diferenciarlos de los dañinos. Los hallazgos Sabemos que una de las características de la
empíricos respecto al espectro y la frecuencia adolescencia es el conjunto de afectos intensos
de efectos secundarios no deseados y riesgos y a menudo negativos que inundan – a veces
en psicoterapias (Kaczmarek y Strauss, 2013) de forma no previsible – el aparato psíquico
demuestran que es un fenómeno bastante fre- del adolescente. La regulación de estos afec-
cuente y que no tenemos suficientemente en tos/emociones necesitan de una capacidad de
cuenta. Además, podemos constatar que, por mentalización que, en muchas situaciones, su-
un lado, hay bastantes publicaciones sobre peran las posibilidades de los adolescentes. Por
temas como el abuso sexual en terapias, pero ello una actitud abierta e interesada que pone
poco con respecto a los efectos secundarios o a disposición la propia capacidad de reflexión
no deseados cotidianos. Los efectos secunda- es un prerrequisito imprescindible para el tra-
rios de las terapias son un tema muy complejo bajo terapéutico con este grupo (Diez Grieser y
tanto a nivel teorético como metódico. Entre Müller, 2018). El timing adecuado para abordar
otros aspectos, hay que tener muy en cuenta la sentimientos y situaciones negativas se basa en
perspectiva del paciente, ya que no sólo es él la relación entre el adolescente y el terapeuta
el que tiene que gestionar estos efectos si no asi como en la contratransferencia.
que parcialmente tiene que poder definir si el En la primera fase de la historia y desarrollo de

78 Psicopatol. salud ment. 2020, 36, 77-85


María Teresa Díez Grieser

la terapia psicoterapéutica, el trabajo estaba cla- en tratamiento por problemas escolares y de


ramente enfocado sobre lo patológico, los défi- comportamiento. Al primer encuentro, los pa-
cits de nuestros pacientes y había un enfoque dres vienen solos, Oscar no ha querido acompa-
muy individualizado. La conceptualización psi- ñarlos. El padre cree que el problema de Oscar
coanalítica era monádica (Dreher, 2014), aunque es la falta de disciplina que hace imposible que
en el campo del trabajo psicoterapéutico con ni- consiga logros que necesitarÍa para su autoesti-
ños y adolescentes tuvo menos importancia, ya ma. Además, piensa que tendria que tener más
que el trabajo con los menores supuso siempre amigos, ser más sociable. Le pregunto qué diría
pensar y trabajar de forma interrelacional. Oscar si estuviera aquí sentado con nosotros; el
En la actualidad, el trabajo psicoterapéuti- padre se rie y dice que diría que no quiere, que
co con pacientes adolescentes es muy común está bien así. La madre teme que Oscar se suici-
e importante. Sabemos que la prevalencia de de porque lo ve muy solo e infeliz y porque le ha
trastornos psíquicos y comportamentales en comentado más de una vez que no quiere vivir.
la adolescencia es relativamente alta y que las Tematizo la diferencia que tienen al describir la
vivencias traumáticas en la primera infancia a situación de su hijo y les pido que me expliquen
menudo se reactivan en la fase de la adoles- qué piensan sobre las diferentes perspectivas y
cencia (Seiffge-Krenke, 2010). Los terapeutas visiones de los problemas de Oscar. Se entabla
psicoanalíticos hemos tenido que evolucionar y una discusión entre ellos, en la cual rápidamen-
asimilar nuevos conceptos que hemos ido inte- te se crea una atmósfera tensa. La madre recri-
grando en nuestras teorías y en nuestro trabajo mina al padre que no entienda en absoluto lo
concreto. El trabajo con los padres y el entorno que siente su hijo y que no ayuda que lo critique
social del adolescente ha pasado a formar una contínuamente. El padre, a su vez, reclama a la
parte importante de nuestra práctica. La teoría madre que lo trate como un bebé y que no le
de la mentalización ha enriquecido nuestra for- exija nada porque piense que es “un pobreci-
ma de intervenir en el trabajo con el adolescen- to”. Él ve que esto le hace mal a Oscar y que así
te y la comprensión cada vez mejor de la psico- no consigue independizarse de ella. Intervengo
patología del desarrollo. Teniendo en cuenta los una vez más pidiendo que mentalizen a su hijo
riesgos y los procesos de resilencia, la teoría de y haciendo preguntas sobre lo que piensan que
la mentalización nos ayuda a trabajar con ado- Oscar pensaría o diría si los escuchara en este
lescentes con comportamientos destructivos o instante. El padre exclama: “¡Es una buena pre-
de alto riesgo de forma efectiva y con buenos gunta!” La madre dice que seguramente o no di-
resultados. Para ello es necesario mantener una ría nada y se marcharía o diría que tienen razón
actitud bifocal, siendo por un lado resonante en los dos. “Para que lo dejemos en paz”, añade el
la recepción de los contenidos psíquicos y por padre. “No”, contesta la madre, “Oscar es muy
el otro lado fomentando de forma focalizada consciente y piensa mucho, por eso sufre”.
la capacidad de mentalizar situaciones relacio- Después de una serie de informaciones bio-
nales “viéndose a si mismo por fuera y al otro gráficas tanto a nivel familiar como individual,
por dentro” (Fonagy, Gergely, Target y Jurist, despido a los padres comentando que después
2002). de lo que he oído, tengo mucha curiosidad por
La siguiente viñeta narra una parte del traba- conocer a su hijo y que espero poder contribuir
jo psicoterapéutico con un adolescente e ilustra a comprender lo que Oscar está necesitando.
algunas de las ideas que han sido anteriormente Oscar es un chico enorme con cara de niño
presentadas. pequeño. Se sienta enfrente y lo primero que
me llama la atención es su pelo extremadamen-
Oscar y la historia familiar te corto y su cara poco expresiva. Me presento,
resumo lo que se a través de sus padres, le digo
Oscar tiene 16 años cuando llega al consulto- que parece que hay dos Oscars (aquí por prime-
rio. Ha pedido a sus padres visitar a un profesio- ra vez sonríe) y le pido que me cuente por qué
nal porque se siente mal. Oscar conoce el traba- razón quería venir a ver un psicólogo. Oscar se
jo terapéutico porque ya estuvo anteriormente pone alerta y pregunta si lo que me va a decir

Psicopatol. salud ment. 2020, 36, 77-85 79


Psicoterapia psicoanalítica con adolescentes: posibilidades y riesgos

aquí se lo voy a decir a sus padres. Le explico Mi trabajo principal fue:


las reglas y afirma con la cabeza. “Fair enough!”, • Contener el miedo y mantener mi capacidad
comenta y sonríe de nuevo. Oscar me dice que de mentalizar
siente mucha rabia, mucho odio y que muy a • Renunciar a interpretaciones y preguntar mu-
menudo tiene ganas de herir o incluso matar cho (método socrático; técnica del inspector
a alguien. Le pido que me describa concreta- Colombo [Diez Grieser y Müller, 2018]) para
mente lo que piensa o imagina. Me cuenta que activar la mentalización
ayer, por ejemplo, el profesor de matemáticas le • Hacer intervenciones que tienen como eje y
molestó muchísimo porque no quiso hacer los foco la dinámica transferencia-contratrasfe-
ejercicios y que tuvo la idea de hincarle el lápiz rencia.
en el ojo y se imaginó que sería buenísimo (aquí Estos aspectos acompañaron el trabajo con
se rie). Continúa hablando de querer matar a los Oscar, quien en el mundo real empezó a tener
homosexuales y, sobre todo, a todos los árabes. más dificultades debido a sus comportamien-
Habla sin parar. En mi contratransferencia me tos; el colegio quiso expulsarlo por sus actitu-
siento aturdida, sobrepasada, con miedo y con des agresivas y su falta de cooperación. En esta
sentimientos de rechazo hacia el joven. Su dis- primera fase del tratamiento, el entorno empezó
curso culmina y me dice que lo único que quiere a atacar el trabajo terapéutico que según los pa-
es matar a mucha gente. Le respondo que en- dres y la escuela no era fructífero y acentuaba la
tiendo que tiene mucha rabia y odio acumulado problemática. Estas críticas me hicieron reflexio-
dentro de sí mismo y que me pregunto por qué nar sobre la posibilidad de que la psicoterapia
motivo es tan intenso. Le comento que me pue- estuviese teniendo un efecto secundario negati-
do imaginar que un profesor de matemáticas vo, permitiendo a Oscar desarrollar su narrativo
puede provocar emociones muy negativas, pero en los encuentros conmigo y aumentar asi sub-
lo del ojo me parece excesivo. Lo mismo me jetivamente su derecho a odiar y a estar en un
pasa con los otros temas. ¿Por qué tanto? ¿Por constante estado de alerta. En uno de nuestros
qué tan absoluto? ¿Le ha pasado a él o a alguién encuentros, lo confronté con esta posibilidad y
de su familia algo? Oscar me cuenta la historia exprimí mi preocupación al respecto. La reac-
de su familia, la persecución nazi y el holocaus- ción de Oscar me hizo comprender que había
to. Mientras escucho, me pregunto que relación que correr ese riesgo y que yo tenía que seguir
tendrá el convertirse en víctima por no estar conteniendo miedos arcaicos y no mentalizados
preparado y la decisión del joven de no querer hasta ese momento. Como consecuencia de mi
ser jamás víctima. Hablamos sobre la historia de actitud orientada hacia el diálogo y la compren-
la Segunda Guerra Mundial y Oscar me pregunta sión, Oscar me fue permitiendo entrar paso a
si soy creyente. En esta fase de nuestro primer paso en su mundo interior lleno de monstruos y
encuentro empiezo a sentirme triste y a pensar peligros donde el terror era el sentimiento domi-
que Oscar está lleno de emociones e imágenes nante. Sentía miedo y una gran responsabilidad
que no son solamente suyas: me acuerdo del tí- al mismo tiempo y me cuestionaba si hacia bien
tulo del libro de Schmuel Erlich (Fed with tears, en no psiquiatrizar a Oscar. Una supervisión con
poisened by milk: alimentado con lágrimas, en- Mario Erdheim me contuvo y me ayudó a seguir
venenado por la leche [2009]), que transporta el camino iniciado.
la idea de la transmisión entre las generaciones El tratamiento psicoterapéutico con Oscar
como algo primario que pasa a través de la re- continuó durante dos años de forma regular una
lación entre el bebé y la madre. Le comento que vez por semana y, después de 15 sesiones, la si-
no es fácil crearse una identidad propia y permi- tuación exterior mejoró notablemente, ya que
tirse vivir y disfrutar teniendo tanto dolor y tanta Oscar empezó a modular sus comportamientos
muerte en la familia. Me mira y comenta: “yo no y a tener algunos contactos puntualmente satis-
quiero sufrir y prefiero matar antes de que me factorios con coetáneos.
maten”. El trabajo con la familia fue, en este caso, muy
¿Qué ha pasado en este primer encuentro? peculiar. Mientras que en las sesiones de terapia
¿Por qué ha sido tan productivo? individual con Oscar el tema de la familia y los

80 Psicopatol. salud ment. 2020, 36, 77-85


María Teresa Díez Grieser

vínculos familiares fue recurrente e intenso, con que Zornberg (2009) llama el murmuring deep:
los padres el contacto fue mínimo. En la primera afectos y sensaciones corporales (embodied)
fase, hubo encuentros aproximadamente cada que, a través de la verbalización, encontraban
seis semanas. A Oscar no le gustaba, no queria una forma –a menudo violenta– de expresarse y
participar en ellos, aunque -como averiguamos que invadían el espacio terapéutico y bloquea-
en una sesión- esto le habría dado la posibilidad ban mi capacidad de mentalización. El expresar
de controlar la situación, pero temía que sus pa- con toda la claridad que Oscar era “especial”, en
dres hablaran mal de él y que yo pudiese contar vez de seguir de forma colusiva y debido a mi
algo. Con los padres, los temas pricipales eran contratransferencia (“no podemos con más des-
por un lado cómo apoyar a su hijo y por el otro gracias”) evadiendo el tema, mejoró la relación
como gestionar el miedo que tenían de que su con los padres y bajó su tensión. Quizás vieron a
hijo no fuera normal. Un tema importante era, la terapeuta como a alguien que desde una posi-
además, cómo gestionar las reglas, ya que los ción benévola y resiliente apoyó a su hijo y de la
padres eran muy incoherentes al respecto. Du- cual finalmente podian fiarse: una goi (persona
rante la primera fase, con grandes crisis por las no judía) – pero fiable.
reacciones y exigencias del contorno, los padres
utilizaban los encuentros para vaciarse, para pa- El silencio en el trabajo terapeutico con adoles-
sar la presión a la terapeuta sin estar dispuestos centes
a barajear diferentes posibilidades, como por
ejemplo que Oscar –que decía estar muy can- Una gran parte de los pacientes adolescentes
sado del colegio– aprendiese un oficio. En una vienen con poca motivación propia a nuestras
de estas sesiones, “consiguieron” que la gestión consultas. Mandados por padres, médicos o ins-
contratransferencial y la mentalización se que- tituciones, llegan con frecuencia con una acti-
brase y que la terapeuta dijese que quizás tenían tud de rechazo. A menudo, los adolescentes no
que aceptar que su hijo era especial. La madre quieren hablar de sus sentimientos. A veces ven
empezó a llorar y el padre me atacó, exigiendo al terapeuta como a alguien intrusivo, como un
soluciones concretas. Al final, decidimos que objeto peligroso que quiere entrar en su mundo
Oscar iba a venir dos veces por semana a tera- interior (Müller-Pozzi, 1980). Por ello, es muy im-
pia. En la tercera fase del primer año, mientras portante que, como terapeutas, ofrezcamos la
que Oscar viene dos veces por semana, el con- posibilidad de construir un espacio intersubjeti-
tacto con los padres es telefónico y por correo vo en el cual los afectos y las vivencias negativas
electrónico. Este fue el setting hasta el final del puedan ser depositadas y trabajadas en común.
tratamiento dos años después. Para ello, es especialmente importante -más allá
El trabajo con Oscar contiene diferentes as- del hecho de que el trabajo psicoterapéutico es
pectos que vale la pena analizar. Uno de ellos es siempre una talking cure (Breuer y Freud, 1895)
la cuestión del contacto con la familia y el traba- y que las nuevas teorías (Fonagy, Gergely, Tar-
jo con los padres. Generalmente, el trabajo con get y Jurist, 2002) nos han mostrado la impor-
niños y adolescentes va acompañado de una in- tancia de las intervenciones que aumentan la ca-
tervención más o menos intensa con el entorno pacidad de mentalización–, escuchar el silencio
familiar. Numerosos trabajos se centran sobre dentro de los adolescentes y en el trabajo tera-
este aspecto e indican la ausencia del trabajo péutico con ellos es clave para entrar en contac-
con el entorno como un error en el trabajo te- to son sus mundos interiores y ser efectivos en
rapéutico con niños y adolescentes. A pesar de nuestro trabajo.
concordar con estas posiciones, creo que Oscar
tuvo razón en no querer que sus padres viniesen Selma y el silencio
a la consulta. Al principio del tratamiento tuvo
sentido y fue importante que insistiera en tra- Conozco a Selma, de 15 años, después de un
bajar con los padres; más adelante, para Oscar intento de suicidio en el Centro para Psiquiatría
suponía una contaminación del espacio tera- y Psicoterapia de la Clínica para Niños y Ado-
péutico. Tener a ambos en mi oficina evocaba lo lescentes. Selma me da a entender desde el

Psicopatol. salud ment. 2020, 36, 77-85 81


Psicoterapia psicoanalítica con adolescentes: posibilidades y riesgos

primer momento que no tiene ganas de entrar Selma: Sentirme fuerte (silencio)
en contacto conmigo. Opina que lo del suicidio En la sesión 18, por ejemplo:
fue algo impulsivo y que no se repitirá y que Terapeuta: A veces me siento impotente y
no necesita ir a ver un shrink porque no está pienso que me gustaría poder ayudarte mejor.
loca. Le propongo de vernos un par de veces Selma: Sigo viva (silencio).
antes de dedicir qué hacer. Selma llega a nues-
tra segunda sesión con un vendaje y acaba por Escuchar el silencio
contarme que se ha herido con cuchillas. Sien-
to temor y preocupación y lucho por conseguir Salman Akhtar, un psicoanalista americano,
que acepte un trabajo común para intentar desarrolla en su libro sobre la escucha psicoana-
comprender por qué ataca a su cuerpo de tal lítica (2013), entre otras cosas, una nueva pers-
forma. Al mismo tiempo, me pregunto por qué pectiva sobre el silencio del paciente. El silencio
lo ha hecho después de nuestro primer encuen- en la situación psicoterapéutica puede tener di-
tro. ¿Es un efecto secundario de mi propuesta ferentes razones y la contención de este ayuda
psicoterapéutica? Reflexionando, creo enten- a reflexionar al respecto. Akhtar (2013) propone
der que es su forma de mostrarme sus heridas diferenciar las siguientes formas de silencio:
psíquicas y que, por ahora, solo puede hacer- • Silencio estructural
lo de una forma muy concretista, utilizando su • Silencio no mentalizado
cuerpo como campo de batalla. En la siguiente • Silencio defensivo
sesión, Selma me cuenta que ha ido a bañarse • Silencio enactivo
al lago; me asombro, ya que hace mucho frío. • Silencio simbólico
Ella reacciona con sorna y me dice si no sé que • Silencio completativo
los indios no sienten dolor. Le pregunto por qué • Silencio vacío
ella se considera un indio y qué significado tiene El silencio estructural es una forma de silen-
el no sentir dolor. Selma no responde. Asocio y cio que forma parte de todo proceso psíquico
verbalizo que es una imagen de fortaleza y au- y que representa un trabajo interior, una área
tocontrol. Selma mira por la ventana. Le vuel- de creación y reflexión que generalmente no
vo a ofrecer el diálogo, la búsqueda en común. necesita de nuestra intervención. Este tipo de
Selma me dice que se siente mareada. Comento silencio no es muy frecuente en el tratamiento
que quizás tiene pensamientos que le dan vér- de adolescentes y en el trabajo con adultos lo
tigo, ella afirma con la cabeza, pero no habla. encontramos en personas con una estructura
Así continuan nuestras próximas sesiones: Sel- mas bien neurótica con una buena capacidad de
ma viene puntualmente, se sienta, dice sí y no mentalizar. El silencio no mentalizado es aquel
a una o dos preguntas y luego calla. Yo intento que se da porque algo es impensable, no puede
llamar su atención, asocio, comento, cuento. Las ser mentalizado. En el trabajo con Selma hubo
horas se repiten así. No sé qué hacer, empiezo muchos de estos silencios. El verlos como una
a sentirme invadida por fantasías e imágenes. incapacidad y no como una resistencia fue la
Cuando Selma se va, hago algún apunte y a ve- base para trabajar de forma constructiva con
ces dibujo. En las sesiones, empiezo a contar ellos. Akhtar (2013) propone – refiriendose al
historias sintiéndome un poco como Shahrazād, trabajo de Fonagy et al. (2002) y a la teoría de
que contaba historias al sultán Shāhrīyār para la mentalización –insistir y pensar en común y
evitar el momento de ser asesinada. Pregunta. mantener una posición de interés y curiosidad
Respuesta. Este es el ritmo. Empiezo a enten- hacia el mundo interior del paciente.
der cada vez mejor las expresiones faciales de El silencio defensivo es uno de los más conoci-
Selma, a orientarme con pequeños detalles, a dos y tratados en la teoría y técnica del trabajo
formar hipótesis. psicoanalítico, ya que va generalmente asocia-
En la sesión 12, por ejemplo: do a resistencias hacia la emergencia de deseos
Terapeuta: A veces pienso que venir aquí es y pulsiones conflictivas o prohibidas.
una especie de prueba a la que te sometes. El silencio enactivo describe la “acción” que
¿Cuál es el premio? supone el silencio a nivel de escena y el efecto

82 Psicopatol. salud ment. 2020, 36, 77-85


María Teresa Díez Grieser

que tiene sobre el terapeuta que siente la pre- adolescentes y nos quedamos con diálogos de
sión de reaccionar y responder. En el trabajo papagayo. Una actitud interesada y flexible asi
con adolescentes, los enactments son frecuen- como el fomento de la mentalización son ingre-
tes y una forma importante de comunicar y en- dientes importantes para un trabajo terapéutico
tablar una relación con el terapeuta. En los ca- efectivo.
sos de Oscar y Selma, vemos diferentes formas Si se consigue entablar el diálogo, es fascinan-
de escenificar; el primero configura la escena a te ver cómo los adolescentes entienden las in-
través del hablar mucho y sin límites, la segunda terpretaciones y cómo estas tienen a veces un
con el silencio. En ambos casos fue necesaria la efecto positivo inmediato. Para los adolescen-
respuesta y la acción de la terapeuta, así como tes, es relativamente fácil tener una transferen-
la actitud mentalizadora. cia positiva hacia el terapeuta y “utilizarla” para
El silencio simbólico tiene un lugar importante su desarrollo. Para los terapeutas, es importante
en la terapia psicoanalítica, ya que se relacio- concentrarse en la contratransferencia y garan-
na con las pulsiones y la simbolización de estas. tizar así un proceso psicoterapéutico que no sea
El silencio puede, por ejemplo, representar una dañino ni tenga efectos secundarios negativos
boca abierta que espera ser alimentada a través que pongan en cuestión el desarrollo y la salud
de las palabras del terapeuta. mental del adolescente.
El silencio contemplativo es, sin embargo, una
forma del individuo de entrar en contacto con Referencias
objetos interiores; en el trabajo terapéutico,
este tipo de silencio lo encontramos a menudo Akhtar, S. (2013). Psychoanalytic Listening.
después de una intervención que da sentido a Methods, Limits and Innovations. London:
un fenómeno o después de asociaciones. Karnac.
El silencio que Ahktar denomina blank, es Breuer, J. y Freud, S. (1991). Studien über Hyste-
decir, vacío, se refiere a un fenómeno regresi- rie. [1895]. Frankfurt: Fischer.
vo que puede ser interpretado como positivo o Diez Grieser, M. T. y Müller, R. (2018). Mentalisie-
destructivo. Positivo como una forma de identi- ren mit Kindern und Jugendlichen. Stuttgart:
ficación primaria; por ejemplo, después de una Klett-Cotta.
interpretación transferencial adecuada. Des- Dreher, A. U. (2014). Wie heilig sind uns psychoa-
tructivo, cuando es una forma de muerte psí- nalytische Konzepte? Forum der Psychoanaly-
quica o de alucinación negativa. En el caso de se, 30(1): 11-26.
Selma, hubo –sobretodo en los primeros meses Erlich Shmuel, H., Erlich-Girnoch, M. y Beland, H.
de la terapia- fases de silencios vacíos que en (2009). Fed with Tears - Poisoned with Milk.
mi contratransferencia me llevaban a sentir una Giessen: Psychosozial Verlag
necesidad urgente de sentirme viva, de pensar, Fonagy, P., Gergely, G., Target, M. y Jurist, R. L.
por ejemplo, en la cena que iba a preparar esa (2002). Affect Regulation, Mentalization and
noche. the Development of Self. New York: Other Press.
Kaczmarek, S. y Strauss, B. (2013). Empirische
Conclusiones Befunde zum Spektrum und zur Häufigkeit von
unerwünschten Wirkungen, Nebenwirkungen
Winnicott (1956) puntualizó que fantasías y und Risiken von Psychotherapie. En Risiken
tendencias destructivas son formas normales und Nebenwirkungen von Psychotherapie. Er-
de los adolescentes a la hora de manejar pul- fassung, Bewältigung, Risikovermeidung (15-
siones y emociones, por lo cual la contención 32). Berlín: MWV.
de estas en la situación terapéutica es especial- Leichsenring, F. y Rabung, S. (2008). Effective-
mente importante. La vitalidad y la intensidad ness of long-term psychodynamic psychothe-
que acompaña el proceso de la adolescencia rapy: a meta-analysis. J Am Med Assoc,
exige flexibilidad y una presencia emocional ve- 300:1551–1565.
raz por parte de los terapeutas. A menudo, no Maat, S. de, Jonghe, F. de, Schoevers, R. y De-
es fácil entablar un verdadero diálogo con los kker, J. (2009). The effectiveness of long-term

Psicopatol. salud ment. 2020, 36, 77-85 83


Psicoterapia psicoanalítica con adolescentes: posibilidades y riesgos

psychoanalytic therapy: a systematic review Wampold, B. E. (2010). The research evidence


of empirical studies. Harv Rev Psychiatry, for the common factors models: A historica-
17(1):1–23 lly situated perspective. Berlin Heidelberg:
Märtens, M. y Petzold, H. (ed.) (2002). Thera- Springer.
pieschäden – Risiken und Nebenwirkungen Windaus, E. (2005). Wirksamkeitsstudien im
von Psychotherapie. Mainz: Grünewald Verlag. Bereich der tiefenpsychologisch fundierten
Müller-Pozzi, H. (1980). Zur Handhabung der und analytischen Kinder- und Jugendlichenp-
Übertragung in der Analyse von Jugendlichen. sychotherapie: eine Übersicht. Praxis der Kin-
Psyche, 34(4), 339-364. derpsychologie und Kinderpsychiatrie, 54 (7):
Seiffge-Krenke, I. (2010). Beyond efficacy. Fo- 530-558.
rum der Psychoanalyse, 26 (3): 291-312. Winnicott, D. W. (1956). Primary maternal pre-
Strauss, B. (2016). Zum Stand der empirischen occupation. London: Tavistock.
Forschung in der psychodynamischen Grup- Zornberg, A. G. (2009). The murmuring deep.
penpsychotherapie. Gruppenpsychotherapie Reflections on the biblical unconscious. New
und Gruppendynamik, 52(2):111-127. York: Schocken Books.

84 Psicopatol. salud ment. 2020, 36, 77-85


Psicopatol. salud ment. 2020, 36, 77-85 85

You might also like