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posibilidades y riesgos
María Teresa Díez Grieser1
RESUMEN
Psicoterapia psicoanalítica con adolescentes: posibilidades y riesgos. El artículo propone una reflexión entor-
no al trabajo psicoterapéutico con adolescentes. Para que las terapias psicoanalíticas sean efectivas y no tengan
consecuencias negativas, es necesario desarrollar y mantener una actitud abierta que tenga en cuenta las nece-
sidades y los recursos de los adolescentes y responda con flexibilidad y creatividad a sus reacciones. La pers-
pectiva y técnica de la mentalización ayuda a entrar en contacto con los mundos interiores de los adolescentes
y a conectarlos con el mundo exterior y sus exigencias. La presentación y discusión de dos viñetas ilustra los
conceptos teóricos y muestra el trabajo terapéutico de forma concreta. Palabras clave: terapia psicoanalítica,
adolescentes, adaptaciones técnicas, mentalización.
ABSTRACT
Psychoanalytic psychotherapy with adolescents: possibilities and risks. The article proposes a reflection on
psychotherapeutic work with adolescents. To make psychoanalytic therapies effective and without negative
consequences, it is necessary to develop and maintain an open attitude that takes into account the needs and
resources of adolescents and responds with flexibility and creativity to their reactions. The perspective and te-
chnique of mentalization helps to make contact with the inner worlds of adolescents and to connect them with
the outside world and its demands. The presentation and discussion of two vignettes illustrates the theoretical
concepts and shows the therapeutic work in a concrete way. Keywords: psychoanalytical therapy, adolescents,
technique adaptations, mentalization.
RESUM
Psicoteràpia psicoanalítica amb adolescents: possibilitats i riscos. L’article proposa una reflexió entorn el treball
psicoterapèutic amb adolescents. Perquè les teràpies psicoanalítiques siguin efectives i no tinguin conseqüèn-
cies negatives, és necessari desenvolupar i mantenir una actitud oberta que tingui en compte les necessitats i els
recursos dels adolescents i respongui amb flexibilitata i creativitat a les seves reaccions. La perspectiva i tècnica
de la mentalització ajuda a entrar en contacte amb els móns interiors dels adolescents i a connectar-los amb el
món exterior i les seves exigències. La presentació i discussió de dues vinyetes il·lustra els conceptes teòrics i
mostra el treball terapèutica de forma concreta. Paraules clau: teràpia psicoanalítica, adolescents, adaptacions
tècniques, mentalització.
vínculos familiares fue recurrente e intenso, con que Zornberg (2009) llama el murmuring deep:
los padres el contacto fue mínimo. En la primera afectos y sensaciones corporales (embodied)
fase, hubo encuentros aproximadamente cada que, a través de la verbalización, encontraban
seis semanas. A Oscar no le gustaba, no queria una forma –a menudo violenta– de expresarse y
participar en ellos, aunque -como averiguamos que invadían el espacio terapéutico y bloquea-
en una sesión- esto le habría dado la posibilidad ban mi capacidad de mentalización. El expresar
de controlar la situación, pero temía que sus pa- con toda la claridad que Oscar era “especial”, en
dres hablaran mal de él y que yo pudiese contar vez de seguir de forma colusiva y debido a mi
algo. Con los padres, los temas pricipales eran contratransferencia (“no podemos con más des-
por un lado cómo apoyar a su hijo y por el otro gracias”) evadiendo el tema, mejoró la relación
como gestionar el miedo que tenían de que su con los padres y bajó su tensión. Quizás vieron a
hijo no fuera normal. Un tema importante era, la terapeuta como a alguien que desde una posi-
además, cómo gestionar las reglas, ya que los ción benévola y resiliente apoyó a su hijo y de la
padres eran muy incoherentes al respecto. Du- cual finalmente podian fiarse: una goi (persona
rante la primera fase, con grandes crisis por las no judía) – pero fiable.
reacciones y exigencias del contorno, los padres
utilizaban los encuentros para vaciarse, para pa- El silencio en el trabajo terapeutico con adoles-
sar la presión a la terapeuta sin estar dispuestos centes
a barajear diferentes posibilidades, como por
ejemplo que Oscar –que decía estar muy can- Una gran parte de los pacientes adolescentes
sado del colegio– aprendiese un oficio. En una vienen con poca motivación propia a nuestras
de estas sesiones, “consiguieron” que la gestión consultas. Mandados por padres, médicos o ins-
contratransferencial y la mentalización se que- tituciones, llegan con frecuencia con una acti-
brase y que la terapeuta dijese que quizás tenían tud de rechazo. A menudo, los adolescentes no
que aceptar que su hijo era especial. La madre quieren hablar de sus sentimientos. A veces ven
empezó a llorar y el padre me atacó, exigiendo al terapeuta como a alguien intrusivo, como un
soluciones concretas. Al final, decidimos que objeto peligroso que quiere entrar en su mundo
Oscar iba a venir dos veces por semana a tera- interior (Müller-Pozzi, 1980). Por ello, es muy im-
pia. En la tercera fase del primer año, mientras portante que, como terapeutas, ofrezcamos la
que Oscar viene dos veces por semana, el con- posibilidad de construir un espacio intersubjeti-
tacto con los padres es telefónico y por correo vo en el cual los afectos y las vivencias negativas
electrónico. Este fue el setting hasta el final del puedan ser depositadas y trabajadas en común.
tratamiento dos años después. Para ello, es especialmente importante -más allá
El trabajo con Oscar contiene diferentes as- del hecho de que el trabajo psicoterapéutico es
pectos que vale la pena analizar. Uno de ellos es siempre una talking cure (Breuer y Freud, 1895)
la cuestión del contacto con la familia y el traba- y que las nuevas teorías (Fonagy, Gergely, Tar-
jo con los padres. Generalmente, el trabajo con get y Jurist, 2002) nos han mostrado la impor-
niños y adolescentes va acompañado de una in- tancia de las intervenciones que aumentan la ca-
tervención más o menos intensa con el entorno pacidad de mentalización–, escuchar el silencio
familiar. Numerosos trabajos se centran sobre dentro de los adolescentes y en el trabajo tera-
este aspecto e indican la ausencia del trabajo péutico con ellos es clave para entrar en contac-
con el entorno como un error en el trabajo te- to son sus mundos interiores y ser efectivos en
rapéutico con niños y adolescentes. A pesar de nuestro trabajo.
concordar con estas posiciones, creo que Oscar
tuvo razón en no querer que sus padres viniesen Selma y el silencio
a la consulta. Al principio del tratamiento tuvo
sentido y fue importante que insistiera en tra- Conozco a Selma, de 15 años, después de un
bajar con los padres; más adelante, para Oscar intento de suicidio en el Centro para Psiquiatría
suponía una contaminación del espacio tera- y Psicoterapia de la Clínica para Niños y Ado-
péutico. Tener a ambos en mi oficina evocaba lo lescentes. Selma me da a entender desde el
primer momento que no tiene ganas de entrar Selma: Sentirme fuerte (silencio)
en contacto conmigo. Opina que lo del suicidio En la sesión 18, por ejemplo:
fue algo impulsivo y que no se repitirá y que Terapeuta: A veces me siento impotente y
no necesita ir a ver un shrink porque no está pienso que me gustaría poder ayudarte mejor.
loca. Le propongo de vernos un par de veces Selma: Sigo viva (silencio).
antes de dedicir qué hacer. Selma llega a nues-
tra segunda sesión con un vendaje y acaba por Escuchar el silencio
contarme que se ha herido con cuchillas. Sien-
to temor y preocupación y lucho por conseguir Salman Akhtar, un psicoanalista americano,
que acepte un trabajo común para intentar desarrolla en su libro sobre la escucha psicoana-
comprender por qué ataca a su cuerpo de tal lítica (2013), entre otras cosas, una nueva pers-
forma. Al mismo tiempo, me pregunto por qué pectiva sobre el silencio del paciente. El silencio
lo ha hecho después de nuestro primer encuen- en la situación psicoterapéutica puede tener di-
tro. ¿Es un efecto secundario de mi propuesta ferentes razones y la contención de este ayuda
psicoterapéutica? Reflexionando, creo enten- a reflexionar al respecto. Akhtar (2013) propone
der que es su forma de mostrarme sus heridas diferenciar las siguientes formas de silencio:
psíquicas y que, por ahora, solo puede hacer- • Silencio estructural
lo de una forma muy concretista, utilizando su • Silencio no mentalizado
cuerpo como campo de batalla. En la siguiente • Silencio defensivo
sesión, Selma me cuenta que ha ido a bañarse • Silencio enactivo
al lago; me asombro, ya que hace mucho frío. • Silencio simbólico
Ella reacciona con sorna y me dice si no sé que • Silencio completativo
los indios no sienten dolor. Le pregunto por qué • Silencio vacío
ella se considera un indio y qué significado tiene El silencio estructural es una forma de silen-
el no sentir dolor. Selma no responde. Asocio y cio que forma parte de todo proceso psíquico
verbalizo que es una imagen de fortaleza y au- y que representa un trabajo interior, una área
tocontrol. Selma mira por la ventana. Le vuel- de creación y reflexión que generalmente no
vo a ofrecer el diálogo, la búsqueda en común. necesita de nuestra intervención. Este tipo de
Selma me dice que se siente mareada. Comento silencio no es muy frecuente en el tratamiento
que quizás tiene pensamientos que le dan vér- de adolescentes y en el trabajo con adultos lo
tigo, ella afirma con la cabeza, pero no habla. encontramos en personas con una estructura
Así continuan nuestras próximas sesiones: Sel- mas bien neurótica con una buena capacidad de
ma viene puntualmente, se sienta, dice sí y no mentalizar. El silencio no mentalizado es aquel
a una o dos preguntas y luego calla. Yo intento que se da porque algo es impensable, no puede
llamar su atención, asocio, comento, cuento. Las ser mentalizado. En el trabajo con Selma hubo
horas se repiten así. No sé qué hacer, empiezo muchos de estos silencios. El verlos como una
a sentirme invadida por fantasías e imágenes. incapacidad y no como una resistencia fue la
Cuando Selma se va, hago algún apunte y a ve- base para trabajar de forma constructiva con
ces dibujo. En las sesiones, empiezo a contar ellos. Akhtar (2013) propone – refiriendose al
historias sintiéndome un poco como Shahrazād, trabajo de Fonagy et al. (2002) y a la teoría de
que contaba historias al sultán Shāhrīyār para la mentalización –insistir y pensar en común y
evitar el momento de ser asesinada. Pregunta. mantener una posición de interés y curiosidad
Respuesta. Este es el ritmo. Empiezo a enten- hacia el mundo interior del paciente.
der cada vez mejor las expresiones faciales de El silencio defensivo es uno de los más conoci-
Selma, a orientarme con pequeños detalles, a dos y tratados en la teoría y técnica del trabajo
formar hipótesis. psicoanalítico, ya que va generalmente asocia-
En la sesión 12, por ejemplo: do a resistencias hacia la emergencia de deseos
Terapeuta: A veces pienso que venir aquí es y pulsiones conflictivas o prohibidas.
una especie de prueba a la que te sometes. El silencio enactivo describe la “acción” que
¿Cuál es el premio? supone el silencio a nivel de escena y el efecto
que tiene sobre el terapeuta que siente la pre- adolescentes y nos quedamos con diálogos de
sión de reaccionar y responder. En el trabajo papagayo. Una actitud interesada y flexible asi
con adolescentes, los enactments son frecuen- como el fomento de la mentalización son ingre-
tes y una forma importante de comunicar y en- dientes importantes para un trabajo terapéutico
tablar una relación con el terapeuta. En los ca- efectivo.
sos de Oscar y Selma, vemos diferentes formas Si se consigue entablar el diálogo, es fascinan-
de escenificar; el primero configura la escena a te ver cómo los adolescentes entienden las in-
través del hablar mucho y sin límites, la segunda terpretaciones y cómo estas tienen a veces un
con el silencio. En ambos casos fue necesaria la efecto positivo inmediato. Para los adolescen-
respuesta y la acción de la terapeuta, así como tes, es relativamente fácil tener una transferen-
la actitud mentalizadora. cia positiva hacia el terapeuta y “utilizarla” para
El silencio simbólico tiene un lugar importante su desarrollo. Para los terapeutas, es importante
en la terapia psicoanalítica, ya que se relacio- concentrarse en la contratransferencia y garan-
na con las pulsiones y la simbolización de estas. tizar así un proceso psicoterapéutico que no sea
El silencio puede, por ejemplo, representar una dañino ni tenga efectos secundarios negativos
boca abierta que espera ser alimentada a través que pongan en cuestión el desarrollo y la salud
de las palabras del terapeuta. mental del adolescente.
El silencio contemplativo es, sin embargo, una
forma del individuo de entrar en contacto con Referencias
objetos interiores; en el trabajo terapéutico,
este tipo de silencio lo encontramos a menudo Akhtar, S. (2013). Psychoanalytic Listening.
después de una intervención que da sentido a Methods, Limits and Innovations. London:
un fenómeno o después de asociaciones. Karnac.
El silencio que Ahktar denomina blank, es Breuer, J. y Freud, S. (1991). Studien über Hyste-
decir, vacío, se refiere a un fenómeno regresi- rie. [1895]. Frankfurt: Fischer.
vo que puede ser interpretado como positivo o Diez Grieser, M. T. y Müller, R. (2018). Mentalisie-
destructivo. Positivo como una forma de identi- ren mit Kindern und Jugendlichen. Stuttgart:
ficación primaria; por ejemplo, después de una Klett-Cotta.
interpretación transferencial adecuada. Des- Dreher, A. U. (2014). Wie heilig sind uns psychoa-
tructivo, cuando es una forma de muerte psí- nalytische Konzepte? Forum der Psychoanaly-
quica o de alucinación negativa. En el caso de se, 30(1): 11-26.
Selma, hubo –sobretodo en los primeros meses Erlich Shmuel, H., Erlich-Girnoch, M. y Beland, H.
de la terapia- fases de silencios vacíos que en (2009). Fed with Tears - Poisoned with Milk.
mi contratransferencia me llevaban a sentir una Giessen: Psychosozial Verlag
necesidad urgente de sentirme viva, de pensar, Fonagy, P., Gergely, G., Target, M. y Jurist, R. L.
por ejemplo, en la cena que iba a preparar esa (2002). Affect Regulation, Mentalization and
noche. the Development of Self. New York: Other Press.
Kaczmarek, S. y Strauss, B. (2013). Empirische
Conclusiones Befunde zum Spektrum und zur Häufigkeit von
unerwünschten Wirkungen, Nebenwirkungen
Winnicott (1956) puntualizó que fantasías y und Risiken von Psychotherapie. En Risiken
tendencias destructivas son formas normales und Nebenwirkungen von Psychotherapie. Er-
de los adolescentes a la hora de manejar pul- fassung, Bewältigung, Risikovermeidung (15-
siones y emociones, por lo cual la contención 32). Berlín: MWV.
de estas en la situación terapéutica es especial- Leichsenring, F. y Rabung, S. (2008). Effective-
mente importante. La vitalidad y la intensidad ness of long-term psychodynamic psychothe-
que acompaña el proceso de la adolescencia rapy: a meta-analysis. J Am Med Assoc,
exige flexibilidad y una presencia emocional ve- 300:1551–1565.
raz por parte de los terapeutas. A menudo, no Maat, S. de, Jonghe, F. de, Schoevers, R. y De-
es fácil entablar un verdadero diálogo con los kker, J. (2009). The effectiveness of long-term