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Proteína 1
Proteína 1
La mioglobina es una proteína de los músculos, que tiene una estructura mixta, es decir posee una
mitad que es proteica y otra que no lo es, por lo cual es semejante a otra proteína, conocida como
hemoglobina. Este además, en su composición incluye hierro y un grupo hemo, esencial para
captar el oxígeno.
Todas las estructuras del organismo, necesitan de oxígeno para poder vivir, por lo tanto la proteína
a través del grupo hemo, hierro, nitrógeno y los aminoácidos, es capaz de transportar el oxígeno
necesario para que se activen las cabezas de la actina y miosina, y que se pueda dar la contracción
muscular
Se localiza en todos los músculos del cuerpo, pero con mayor proporción en el tejido muscular del
corazón y de las extremidades. Esta localización se debe a que cada músculo de este tipo, necesita
de mayor oxígeno para trabajar, en comparación con los otros tejidos musculares del organismo.
A nivel médico la mioglobina puede ser medida a través de dos métodos, el primero es realizando
un examen que analice la sangre, y el otro es realizar un evaluación a la orina de la persona a
evaluar. Ahora bien, este tipo de estudios solo son realizados en caso de que el médico sospeche
de alteraciones a nivel del músculo, lo cual a futuro puede conllevar a problemas serios.
Como ya sabemos la mioglobina forma parte de la estructura del músculo, por lo tanto cuando
estos tejidos se alteran la proteína también se afectará
Esas enfermedades que tienden a alterar los niveles de mioglobina son la distrofia, necrosis
muscular como ocurre durante el infarto cardíaco, las altas temperaturas producto de factores
genéticos, falta o déficit de oxígeno en el músculo, procesos inflamatorios en el tejido muscular y
lesiones en alguna parte de las fibras
La hemoglobina es una proteína rica en hierro que se encuentra en los glóbulos rojos. El oxígeno
que ingresa a los pulmones se adhiere a la hemoglobina en la sangre, la cual lo lleva a los tejidos
del cuerpo.
Cuando alguien no tiene suficientes glóbulos rojos o los que tiene no funcionan adecuadamente, el
cuerpo se siente con menos oxígeno del que necesita para funcionar. A esta condición se le llama
anemia.
La hemoglobina es una proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno en todo el cuerpo
Si usted no cuenta con suficientes glóbulos rojos sanos, padece una condición llamada anemia.
Esto significa que su sangre tiene niveles de hemoglobina (Hgb) más bajos de lo normal. La
hemoglobina es la parte del glóbulo rojo que transporta el oxígeno a todas las células en su cuerpo
La hemoglobina es el componente más importante de los glóbulos rojos y está compuesto de una
proteína llamada hemo, que fija el oxígeno, para ser intercambiado en los pulmones por dióxido de
carbono.
Anomalías de un individuo del valor de hemoglobina puede indicar defectos en el balance normal
entre los glóbulos rojos de producción y la destrucción. Ambos bajos y altos valores puede indicó
enfermedad estados.
Los niveles de hemoglobina se miden mediante una prueba de sangre. La hemoglobina, o Hb, se
expresa usualmente en gramos por decilitro (g/dL) de sangre. Un nivel bajo de hemoglobina en la
sangre se relaciona directamente con un bajo nivel de oxígeno.
Las Proteinas determinan la forma y la estructura de las células y dirigen casi todos los procesos
vitales. Las funciones de las proteinas son específicas de cada una de ellas y permiten a las células
mantener su integridad, defenderse de agentes externos, reparar daños, controlar y regular
funciones, etc…Todas las proteinas realizan su función de la misma manera: por unión selectiva a
moléculas. Las proteinas estructurales se agregan a otras moléculas de la misma proteina para
originar una estructura mayor. Sin embargo,otras proteinas se unen a moléculas distintas: los
anticuerpos a los antígenos específicos, la hemoglobina al oxígeno, las enzimas a sus sustratos, los
reguladores de la expresión génica al ADN, las hormonas a sus receptores específicos, etc…
Las histonas, forman parte de los cromosomas que regulan la expresión de los genes.
La queratina de la epidermis.
Las arañas y los gusanos de seda segregan fibroina para fabricar las telas de araña y los capullos de
seda, respectivamente.
Función ENZIMATICA
-Las proteinas con función enzimática son las más numerosas y especializadas. Actúan como
biocatalizadores de las reacciones químicas del metabolismo celular.
Función HORMONAL
-Algunas hormonas son de naturaleza proteica, como la insulina y el glucagón (que regulan los
niveles de glucosa en sangre) o las hormonas segregadas por la hipófisis como la del crecimiento o
la adrenocorticotrópica (que regula la síntesis de corticosteroides) o la calcitonina (que regula el
metabolismo del calcio).
Función REGULADORA
-Algunas proteinas regulan la expresión de ciertos genes y otras regulan la división celular (como la
ciclina).
Función HOMEOSTATICA
-Algunas mantienen el equilibrio osmótico y actúan junto con otros sistemas amortiguadores para
mantener constante el pH del medio interno.
Función DEFENSIVA
Algunas toxinas bacterianas, como la del botulismo, o venenos de serpientes, son proteinas
fabricadas con funciones defensivas.
Función de TRANSPORTE
Función CONTRACTIL
Función DE RESERVA
La lactoalbúmina de la leche.
Son proteínas con un papel clave dentro del complejo proceso de reparación y regeneración de los
tejidos.
Estas proteínas están localizadas tanto en el interior de las plaquetas como en el plasma
sanguíneo. Se han descrito un total de siete proteinas plasmáticas, que se hallan en el plasma y en
las plaquetas, relacionados con la regeneración tisular.
El plasma sanguíneo contiene numerosas sustancias, aunque el agua representa más del 90% de su
masa. En mamíferos a las proteínas plasmáticas corresponde entre un 6% y un 8%, mientras que
las sustancias inorgánicas (Na+ y Cl–, principalmente) no son más del 1%. El resto corresponde a
nutrientes (glucosa, aminoácidos, lípidos y vitaminas), restos nitrogenados, gases (O2 y CO2) y
hormonas.
En la sangre de los vertebrados hay tres clases principales de proteínas: albúminas, globulinas y
fibrinógeno. En el cuerpo humano las albúminas representan el 55% y contribuyen por ello de
forma importante a la presión coloidosmótica del plasma. Aparte del papel osmótico su principal
función es la de transportar, combinándose con ellas, sustancias insolubles en agua, como
bilirrubina, sales biliares y ácidos grasos. Las globulinas representan el 38% y se encuentran en tres
posibles formas: alfa (α), beta (β) y gamma (γ). Cumplen funciones de (1) transporte; α-globulinas y
β-globulinas específicas transportan sustancias tales como la hormona tiroidea, el colesterol o el
hierro (esta última se llama transferrina y es la más abundante); (2) coagulación (α-globulinas y β-
globulinas); (3) reguladoras: son α-globulinas ciertas proteínas que se encuentran inactivas y que
son precursoras de, por ejemplo, hormonas; son activadas por señales específicas en función de su
necesidad; (4) inmunitarias: las inmunoglobulinas (anticuerpos) son γ-globulinas.
Un nucleótido consta de una molécula de azúcar (ya sea ribosa en el ARN o desoxirribosa
en el ADN) unida a un grupo fosfato y a una base nitrogenada. Las bases que se utilizan en
el ADN son la adenina (A), citosina (C), guanina (G) and timina (T). En el ARN, la base
uracilo (U) toma el lugar de la tiamina.
Las moléculas de ADN y ARN son polímeros formados por largas cadenas de nucleótidos
Los nucleótidos son las unidades y productos químicos que se unen para formar los ácidos
nucleicos, principalmente ARN y ADN. Ambos son largas cadenas de nucleótidos repetidos. Hay
una A, C, G y T en el ADN, y en el ARN hay los mismos tres nucleótidos que en el ADN, pero la T se
sustituye por un uracilo (U). Los nucleótidos son el componente estructural básico de estas
moléculas, que esencialmente son ensamblados de uno en uno por la célula y después se encajan
juntos en el proceso de la replicación, en el caso del ADN, o en el que llamamos proceso de
transcripción o de producción del ARN.
Los ácidos nucleicos son biomoléculas grandes que cumplen funciones esenciales en todas las
células y virus. Una función importante de los ácidos nucleicos implica el almacenamiento y la
expresión de información genómica. El ácido desoxirribonucleico, o ADN, codifica la información
que las células necesitan para producir proteínas. Un tipo relacionado de ácidos nucleicos,
denominado ácido ribonucleico (ARN) se presenta en diferentes formas moleculares que cumplen
funciones celulares múltiples, que incluyen la síntesis proteica.
Los nucleótidos son moléculas orgánicas formadas por la unión covalente de un nucleósido (una
pentosa y una base nitrogenada) y un grupo fosfato.
Por su parte, el nucleósido es la parte del nucleótido formada únicamente por la base nitrogenada
y la pentosa.
El ADN tiene dos cadenas que se enroscan y forman un espiral parecido a una escalera de caracol
que se llama hélice. Los cuatro componentes básicos del ADN son los nucleótidos: adenina (A),
timina (T), guanina (G) y citosina (C).
Estructura del ADN. La mayor parte del ADN se encuentra en el interior del núcleo de una célula,
donde forma los cromosomas. Los cromosomas contienen proteínas llamadas histonas que se
unen al ADN. El ADN tiene dos cadenas que se enroscan y forman un espiral parecido a una
escalera de caracol que se llama hélice. Los cuatro componentes básicos del ADN son los
nucleótidos: adenina (A), timina (T), guanina (G) y citosina (C). Los nucleótidos se unen entre sí (A
con T y G con C) mediante enlaces químicos y forman pares de bases que conectan las dos cadenas
de ADN. Los genes son pequeñas piezas de ADN que tienen información genética específica.
Los ácidos nucleicos son biomoléculas clave para la vida, pues almacenan la información que
contiene las instrucciones necesarias para llevar a cabo todos los procesos biológicos en los seres
vivos. Esta información es conocida como información genética.
Los ácidos nucleicos son biopolímeros formados por monómeros, conocidos como nucleótidos,
que contienen la información genética de un organismo
Como los ácidos nucleicos son polímeros, sabemos que están compuestos de monómeros —en
este caso, llamados nucleótidos. Estos se unen para formar las cadenas de nucleótidos, o poli
nucleótidos, y las estructuras complejas que caracterizan a los ácidos nucleicos. Conozcamos las
características de estos elementos, que son las unidades básicas que componen a los ácidos
nucleicos.
Existen nucleótidos no nucleicos, es decir, que no forman parte del ADN o el ARN. Estos
nucleótidos pueden encontrarse libres o asociados a otro tipo de moléculas y presentan diferentes
funciones. Algunos de los principales ejemplos y sus funciones son:
Nicotín adenín dinucleótido (NAD) y flavín adenín dinucleótido (FAD): están formados por una
combinación de nucleótidos o la combinación de un nucleótido con otra molécula. En ambos casos
actúan como coenzimas en el metabolismo celular
Los nucleótidos son la base estructural del ADN y el ARN y están formados, a su vez, por tres
componentes: un grupo fosfato, un azúcar pentosa y una base nitrogenada
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Biología
Ácidos Nucleicos
Ácidos Nucleicos
Imagina que tuvieras que guardar y codificar la información de una vida entera en un área ocho
veces menor a la del grosor de un pelo humano. ¿Cómo lo harías? La solución está dentro de tu
cuerpo y en cada una de tus células, en forma de biomoléculas conocidas como ácidos nucleicos.
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Los ácidos nucleicos son biomoléculas clave para la vida, pues almacenan la información que
contiene las instrucciones necesarias para llevar a cabo todos los procesos biológicos en los seres
vivos. Esta información es conocida como información genética.
Los ácidos nucleicos son biopolímeros formados por monómeros, conocidos como nucleótidos,
que contienen la información genética de un organismo.
Como los ácidos nucleicos son polímeros, sabemos que están compuestos de monómeros —en
este caso, llamados nucleótidos. Estos se unen para formar las cadenas de nucleótidos, o poli
nucleótidos, y las estructuras complejas que caracterizan a los ácidos nucleicos. Conozcamos las
características de estos elementos, que son las unidades básicas que componen a los ácidos
nucleicos.
Existen nucleótidos no nucleicos, es decir, que no forman parte del ADN o el ARN. Estos
nucleótidos pueden encontrarse libres o asociados a otro tipo de moléculas y presentan diferentes
funciones. Algunos de los principales ejemplos y sus funciones son:
Adenosín trifosfato (ATP): es un nucleótido portador de energía. Si quieres saber más sobre este
nucleótido, échale un vistazo al artículo Adenosín trifosfato.
Nicotín adenín dinucleótido (NAD) y flavín adenín dinucleótido (FAD): están formados por una
combinación de nucleótidos o la combinación de un nucleótido con otra molécula. En ambos casos
actúan como coenzimas en el metabolismo celular.
Los nucleótidos son la base estructural del ADN y el ARN y están formados, a su vez, por tres
componentes: un grupo fosfato, un azúcar pentosa y una base nitrogenada (Fig. 1).
Bases nitrogenadas
Las bases nitrogenadas son moléculas orgánicas que contienen uno o dos anillos con átomos de
carbono y de nitrógeno. Las bases nitrogenadas son básicas porque tienen un grupo amino que
tiende a unirse a un hidrógeno adicional, lo que conduce a una menor concentración de iones
hidrógeno en su entorno (disminuyendo el pH del entorno).
Según sus estructuras cíclicas, las bases nitrogenadas se dividen en purinas o pirimidinas (Tabla 1):
Purinas Pirimidinas
Tabla 1. Existen cinco bases nitrogenadas, las cuales se clasifican como purinas o piramidinas.
Las purinas tienen una estructura de doble anillo en la que un anillo de seis átomos está unido a
otro de cinco. En cambio, las piramidinas son más pequeñas y tienen una sola estructura de un
solo anillo de seis átomos.
Los átomos de las bases nitrogenadas se enumeran del 1 al 6 para los anillos de pirimidina y del 1
al 9 para los anillos de purina (Fig. 2). Esto se hace para indicar la posición de los enlaces que
forman.
Azúcar pentosa
Un azúcar pentosa tiene cinco átomos de carbono, con cada carbono numerado del 1′ al 5′ (1′ se
lee como “uno prima”). Hay dos tipos de pentosas en los nucleótidos: la ribosa y la desoxirribosa
(Fig. 3). Lo que distingue a la desoxirribosa de la ribosa es la falta de un grupo hidroxilo (-OH) en su
carbono 2’ (por eso se llama “desoxirribosa”).
Grupo fosfato
La combinación de una base nitrogenada y un azúcar pentosa (sin ningún grupo fosfato asociado)
se denomina nucleósido. La adición de un nucleósido a tres grupos fosfato (PO4) lo convierte en un
nucleótido.
Antes de integrarse como parte del ácido nucleico, un nucleótido suele existir como trifosfato (lo
que significa que tiene tres grupos fosfato); sin embargo, en el proceso de convertirse en ácido
nucleico, pierde dos de los grupos fosfato.
Los diferentes componentes de los nucleótidos están enlazados siempre de la misma manera, con
el azúcar pentosa en el centro:
La base nitrogenada se une al azúcar pentosa a través de un enlace N-glucosídico que conecta un
átomo de carbono con uno de nitrógeno. Por esto, estos dos átomos reciben la notación de
carbono 1´ en la pentosa y, en la base nitrogenada, nitrógeno 1 (en bases pirimidínicas) o 9 (en
bases púricas).
El resto de los átomos de carbono de ambas moléculas se nombran, en consecuencia, 1´, 2´, 3´…
(en el caso de la pentosa) y 1, 2, 3… (en el caso de la base nitrogenada).
Es decir, en un nucleótido, el azúcar pentosa siempre tiene unida la base nitrogenada a su carbono
1’ y el grupo fosfato a su carbono 5’.
Existen dos tipos de ácidos nucleicos que son el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido
ribonucleico (ARN). Tanto el ADN como el ARN son esenciales para la existencia, el mantenimiento
y continuidad de la vida. Por eso, todos los seres vivos, tanto eucariotas como procariotas,
contienen ácidos nucleicos; los animales, las plantas, las bacterias e, incluso, los virus (que se
consideran entidades no vivas) contienen ácidos nucleicos.
Mientras que existe un solo tipo de ADN, hay diferentes tipos de ARN y cada uno se encarga de una
función diferente. Los principales tipos de ARN son: ARN mensajero (ARNm), ARN de transporte
(ARNt) y ARN ribosómico (ARNr).
Ácido desoxirribonucleico
Un grupo fosfato
Una de cuatro bases nitrogenadas: adenina (A), timina (T), citosina (C) y guanina (G)
Entonces, hay cuatro tipos diferentes de nucleótidos de ADN, en función de las bases nitrogenadas
que contengan. Estos nucleótidos se unen para formar las largas cadenas (polímeros) de ADN. Una
molécula de ADN está generalmente formada por dos cadenas polinucleotídicas que componen la
típica doble hélice de ADN, sin embargo, también existe ADN de una sola cadena (oor ejemplo, en
algunos virus).
Los ácidos nucleicos son moléculas increíbles, que contienen la información y las instrucciones
genéticas para llevar a cabo todos los procesos biológicos que tienen lugar en los seres vivos. Están
presentes en cada célula, excepto en los eritrocitos maduros, para dirigir su actividad y funciones.
En las células eucariotas, el ADN se encuentra en el núcleo, las mitocondrias y el cloroplasto (en las
plantas). Por su parte, los procariotas llevan el ADN en el nucleoide, que es una región del
citoplasma donde se concentra el material genético sin una membrana que lo rodee, y en los
plásmidos.
Sin embargo, el código del ADN resulta inútil si no se puede decodificar (extraer) el mensaje y la
información que contiene. Por eso, el ARN se encarga de transferir la información del ADN y
permite que esa información se pueda decodificar y utilizar para crear proteínas
Imagina que tuvieras que guardar y codificar la información de una vida entera en un área ocho
veces menor a la del grosor de un pelo humano. ¿Cómo lo harías? La solución está dentro de tu
cuerpo y en cada una de tus células, en forma de biomoléculas conocidas como ácidos nucleicos.
Los ácidos nucleicos son biomoléculas clave para la vida, pues almacenan la información que
contiene las instrucciones necesarias para llevar a cabo todos los procesos biológicos en los seres
vivos. Esta información es conocida como información genética.
Los ácidos nucleicos son biopolímeros formados por monómeros, conocidos como nucleótidos,
que contienen la información genética de un organismo.
Como los ácidos nucleicos son polímeros, sabemos que están compuestos de monómeros —en
este caso, llamados nucleótidos. Estos se unen para formar las cadenas de nucleótidos, o
polinucleótidos, y las estructuras complejas que caracterizan a los ácidos nucleicos. Conozcamos
las características de estos elementos, que son las unidades básicas que componen a los ácidos
nucleicos.
Existen nucleótidos no nucleicos, es decir, que no forman parte del ADN o el ARN. Estos
nucleótidos pueden encontrarse libres o asociados a otro tipo de moléculas y presentan diferentes
funciones. Algunos de los principales ejemplos y sus funciones son:
Nicotín adenín dinucleótido (NAD) y flavín adenín dinucleótido (FAD): están formados por una
combinación de nucleótidos o la combinación de un nucleótido con otra molécula. En ambos casos
actúan como coenzimas en el metabolismo celular.
Los nucleótidos son la base estructural del ADN y el ARN y están formados, a su vez, por tres
componentes: un grupo fosfato, un azúcar pentosa y una base nitrogenada (Fig. 1).
Bases nitrogenadas
Las bases nitrogenadas son moléculas orgánicas que contienen uno o dos anillos con átomos de
carbono y de nitrógeno. Las bases nitrogenadas son básicas porque tienen un grupo amino que
tiende a unirse a un hidrógeno adicional, lo que conduce a una menor concentración de iones
hidrógeno en su entorno (disminuyendo el pH del entorno).
Según sus estructuras cíclicas, las bases nitrogenadas se dividen en purinas o pirimidinas (Tabla 1):
Purinas Pirimidinas
Tabla 1. Existen cinco bases nitrogenadas, las cuales se clasifican como purinas o pirimidinas.
Las purinas tienen una estructura de doble anillo en la que un anillo de seis átomos está unido a
otro de cinco. En cambio, las pirimidinas son más pequeñas y tienen una sola estructura de un solo
anillo de seis átomos.
Los átomos de las bases nitrogenadas se enumeran del 1 al 6 para los anillos de pirimidina y del 1
al 9 para los anillos de purina (Fig. 2). Esto se hace para indicar la posición de los enlaces que
forman.
Azúcar pentosa
Un azúcar pentosa tiene cinco átomos de carbono, con cada carbono numerado del 1′ al 5′ (1′ se
lee como “uno prima”). Hay dos tipos de pentosas en los nucleótidos: la ribosa y la desoxirribosa
(Fig. 3). Lo que distingue a la desoxirribosa de la ribosa es la falta de un grupo hidroxilo (-OH) en su
carbono 2’ (por eso se llama “desoxirribosa”).
En los nucleótidos, los números prima (como el 1’) indican los átomos del azúcar pentosa, mientras
que los números no prima (como el 1) indican los átomos de la base nitrogenada.
Grupo fosfato
La combinación de una base nitrogenada y un azúcar pentosa (sin ningún grupo fosfato asociado)
se denomina nucleósido. La adición de un nucleósido a tres grupos fosfato (PO4) lo convierte en un
nucleótido.
Antes de integrarse como parte del ácido nucleico, un nucleótido suele existir como trifosfato (lo
que significa que tiene tres grupos fosfato); sin embargo, en el proceso de convertirse en ácido
nucleico, pierde dos de los grupos fosfato.
Los diferentes componentes de los nucleótidos están enlazados siempre de la misma manera, con
el azúcar pentosa en el centro:
La base nitrogenada se une al azúcar pentosa a través de un enlace N-glucosídico que conecta un
átomo de carbono con uno de nitrógeno. Por esto, estos dos átomos reciben la notación de
carbono 1´ en la pentosa y, en la base nitrogenada, nitrógeno 1 (en bases pirimidínicas) o 9 (en
bases púricas).
El resto de los átomos de carbono de ambas moléculas se nombran, en consecuencia, 1´, 2´, 3´…
(en el caso de la pentosa) y 1, 2, 3… (en el caso de la base nitrogenada).
Es decir, en un nucleótido, el azúcar pentosa siempre tiene unida la base nitrogenada a su carbono
1’ y el grupo fosfato a su carbono 5’.
Existen dos tipos de ácidos nucleicos que son el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido
ribonucleico (ARN). Tanto el ADN como el ARN son esenciales para la existencia, el mantenimiento
y continuidad de la vida. Por eso, todos los seres vivos, tanto eucariotas como procariotas,
contienen ácidos nucleicos; los animales, las plantas, las bacterias e, incluso, los virus (que se
consideran entidades no vivas) contienen ácidos nucleicos.
Mientras que existe un solo tipo de ADN, hay diferentes tipos de ARN y cada uno se encarga de una
función diferente. Los principales tipos de ARN son: ARN mensajero (ARNm), ARN de transporte
(ARNt) y ARN ribosómico (ARNr).
Ácido desoxirribonucleico
Un grupo fosfato
Una de cuatro bases nitrogenadas: adenina (A), timina (T), citosina (C) y guanina (G)
Entonces, hay cuatro tipos diferentes de nucleótidos de ADN, en función de las bases nitrogenadas
que contengan. Estos nucleótidos se unen para formar las largas cadenas (polímeros) de ADN. Una
molécula de ADN está generalmente formada por dos cadenas polinucleotídicas que componen la
típica doble hélice de ADN, sin embargo, también existe ADN de una sola cadena (oor ejemplo, en
algunos virus).
Ácido ribonucleico
Un grupo fosfato
Recuerda, que el ARN utiliza uracilo como base pirimidínica nitrogenada en lugar de la timina.
Entonces el uracilo es exclusivo del ARN, por lo que no se encuentra en los nucleótidos del ADN.
Al igual que con el ADN, estos nucleótidos se unen para formar las cadenas (polímeros) de ARN. Sin
embargo, en el caso del ARN, las cadenas polinucleotídicas son mucho más cortas (lo cual ayuda a
su función de transportar información de un lugar a otro de la célula). La molécula de ARN
generalmente está formada de una sola cadena.
Los ácidos nucleicos son moléculas increíbles, que contienen la información y las instrucciones
genéticas para llevar a cabo todos los procesos biológicos que tienen lugar en los seres vivos. Están
presentes en cada célula, excepto en los eritrocitos maduros, para dirigir su actividad y funciones.
El ADN se encuentra tanto en las células eucariotas como en las procariotas y contiene el código
con toda la información genética necesaria para crear proteínas. Así, su principal función es
almacenar la información genética.
En las células eucariotas, el ADN se encuentra en el núcleo, las mitocondrias y el cloroplasto (en las
plantas). Por su parte, los procariotas llevan el ADN en el nucleoide, que es una región del
citoplasma donde se concentra el material genético sin una membrana que lo rodee, y en los
plásmidos.
Sin embargo, el código del ADN resulta inútil si no se puede decodificar (extraer) el mensaje y la
información que contiene. Por eso, el ARN se encarga de transferir la información del ADN y
permite que esa información se pueda decodificar y utilizar para crear proteínas.
Como mencionamos, existen varios tipos de ARN, abajo describimos la función de los principales
tipos involucrados en la expresión del ADN:
ARN mensajero: molécula que transporta la transcripción del código genético del ADN a los
ribosomas.
ARN de transferencia: ARN que transporta aminoácidos desde el citoplasma de la célula hasta los
ribosomas.
La función de los ácidos nucleicos es, en el caso del ADN, contener la información genética y las
instrucciones para llevar a cabo todos los procesos biológicos en los seres vivos; y en el caso del
ARN, es decodificar y transferir esta información para sintetizar proteínas
La estructura de los ácidos nucleicos está determinada por la estructura de los nucleótidos que los
componen, los cuales están formados por tres componentes: un grupo fosfato, un azúcar pentosa
y una base nitrogenada.
Los principales tipos de ácidos nucleicos son el ácido desoxirribonucleico (o ADN) y el ácido
ribonucleico (o ARN). Existen varios tipos de ARN según la función que cumplan.
El dogma central de la biología molecular es una teoría que postula que la información genética
fluye en una sola dirección, del ADN al ARN y de este a la proteína, o del ARN directamente a la
proteína.